Leo lo único que suplicaba era que ya terminara el servicio solo quería que se fueran sabía que tenía que quedarse el turno extra pero solo suplicaba que terminaran ellos y ya, después de que se lavara la cara se quedó viendo el espejo del baño y solo se preguntaba por qué su corazón latió más rápido cuando lo vio sonreír por un instante sintió nostalgia pero tenía que volver a la realidad y seguir con el plan fue rápidamente a la cocina a llevar las ordenes y vio que Alejandro aun no terminaba la entrada sirvió cada postre.
El ambiente no parecía cambiar con nada, algunos platicaban entre sí, Francisca terminaba de dar la información con respecto a cómo fue el recibimiento propaganda venta de boletos para el concierto, ya harta de saber que cada reunión siempre era lo mismo siempre se repetía a si misma porque molestarse nunca le ponían atención solo era Héctor, sabía que podía contar con el pero aun así no dejaba de ser un niño cuando estaban con los demás, harta y terminando el postre que era un delicioso trozo de pastel tiramisú con un gesto llamo a Leo.
Francisca: Cualquier cosa que pidan agrégalo a la cuenta ya hable con tu jefe para que enviaran la cuenta a donde nos hospedamos así que solo apunta bien que es lo que piden.
Leo: s-s-si-si como usted diga. (No importaba si era para algo sencillo que lo llamaran Leo se sentía intimidado fácilmente por ella.)
Francisca: Pásame mi abrigo.
Leo la acompaño a la entrada y pidió un taxi para ella una vez que ella se fue procedió a regresar al salón donde todavía tenía que lidiar con ellos y sobre todo con él.
Al regresar al salón Alejandro estaba terminando con el plato fuerte y los otros estaban terminando con sus postres, solo vieron que Leo entraba por la puerta y todos casi al mismo tiempo pidieron otro postre Alejandro terminando también le pidió uno cada quien pidió o un trozo de pie de manzana con helado, sorbetes, Héctor pidió tiramisú, y Alejandro pidió un enorme una tartaleta de frutillas y por alguna razón, junto con té helado y los otros solo pidieron café.
Leo se apresuró primero llevo los cafés antes de ir a completar la orden al estar sirviendo sentía una mirada, desde que la Srta. Francisca se había retirado y desde que entro, sintió que alguien lo observaba detenida mente trataba que eso no lo molestara después de servir el café salió a presuroso para completar la orden entre más rápido fuera más rápido se irían se repetía en su mente.
Distraído uno de los cocineros le volvió a llamar la atención y este rápido salió de su trance pero al no más salir se dirigía a paso lento atravesando el pasillo a la par de unas mesas estando totalmente distraído choco con alguien la otra persona parecía haber corrido, el impacto fue tal que la charola donde llevaba el pedido salió volando.
Leo tenia abierto los ojos de sobre manera al ver quien había caído sobre él, su cara estaba roja no podía evitar tal sonrojo si siempre pasaba cada vez que él lo tocaba aun ahora se maldecía en ese instante por su debilidad.
Alejandro: Perdona es que…
(Alejandro sintió una pulsación al verlo su rostro era como que.)
Alejandro: Te-te conozco?.
Leo: Dis-disculpe (tratando de mantener un poco la calma y ver cómo salir de ahí).
Alejandro disimuladamente vio el nombre que marcaba su gafete estaba sorprendido como no lo noto antes.
Alejandro: Leo, Leo eres tú?.
Leo: Disculpe no sé de qué me habla, intento levantarse.
Alejandro: Leo se, sé que eres tú al decir esto procedió a abrazarlo.
Leo sentía una sensación que hace tiempo no sentía estaba a punto de corresponderle cuando este reacciono y con la fuerza que pudo lo empujo este quedo en cuclillas, Leo se quedó de igual manera y solo vio el desastre que provoco el choque, Alejandro se levantó primero y le extendió la mano a Leo este al verlo la aparto y se levantó por su propia cuenta se agacho para recoger la charola cuando estaba a punto de irse a la cocina sintió que alguien lo abrazaba por la espalda.
Leo: Q-q-que hace.
Alejandro: Cuanto tiempo ha.
Leo: N-no sé de qué me habla.
Alejandro: No te hagas el loco sabes de.
Leo solo se zafo del abrazo lo vio fijamente el sonrojo que se mostraba en su cara era demasiado evidente de que estaba alterado este solo se dio la vuelta y se encamino de nuevo a la cocina, Alejandro se sentía feliz de verlo pero algo dolido que fingiera no conocerlo.
Leo fue de nuevo a la cocina de nuevo explico todo al chef y una vez que le dieron las ordenes y estaba entrando al salón, Leo se percató que se encontraba en su lugar Alejandro tomo un gran respiro y sirvió cada postre cuando se acercó Alejandro parecía no ponerle mucha atención dentro de su pensamiento se sentía tranquilo y pensó que se había tragado lo que le dijo así que tomo todo con más calma de repente la puerta se abrió fuerte mente.
Gerente: LEOOOOOO¡¡¡¡¡
Leo pego un brinco al escuchar el grito del gerente, este solo procedió a llamarlo con el dedo.
Leo solo salió con la cabeza baja.
Una vez frente a frente al gerente este procedió a gritarle de una sobremanera, Leo se había olvidado de limpiar el desastre tras el choque con él.
El gerente con una voz bastante exaltada: COMO, COMO ES POSIBLE QUE NO SE TE OCURRIERA PASAR UN MALDITO TRAPEADOR POR DONDE SE TE OCURRE, TIENES QUE PASAR UN ESTUPIDO TRAPEADOR POR DONDE ENSUCIES TU MALDI.
Alejandro: DISCULPEEE¡¡¡.
Ambos voltearon de donde salía la voz.
Gerente: si diga, lo dijo con una voz más calmada al darse cuenta de quién era.
Alejandro: le suplico por favor que se calme el no tuvo la culpa.
Gerente: a que se refiere.
Alejandro: lo que pasa es que el joven… yoo, tratando de decir algo que fuera creíble.
Leo: no señor todo.
Alejandro: todo fue mi culpa en serio disculpe al joven lo que pasa es que yo al intentar correr al sanitario no me fije y choque contra el, en serio él lo único que ha hecho ha sido brindar un excelente servicio.
Gerente: aun así esto, señalando el desastre.
Leo: no se preocupe señor yo me encargare de limpiarlo pero señor lo que paso es.
Alejandro: mire él ya dijo que lo limpiara solo pido que lo perdone por este descuido mío.
Gerente: pero es.
Alejandro: le aseguro que recomendare este genial restaurante a todos mis amigos y conocidos, diciendo esto con una gran sonrisa y abrazando por el cuello a Leo que este al sentirlo se sonrojo
El gerente al solo escuchar las palabras recomendar y amigos sonrió de una gran sobremanera ya se imaginaba siendo la envidia de todos los demás lugares, reservación y reservación de gente famosa, luego reacciono.
Gerente: bien Leo sigue con tu buen trabajo.
Se dio media vuelta y siguió con su fantasía, dejando a solas a Leo y Alejandro.
Leo solo volteo su rostro al ver el de Alejandro con una gran sonrisa lo hizo sonrojarse aún más de lo que estaba.
Alejandro: estuvo cerca no crees, mientras lo seguía abrazando con su brazo y con su mano acariciaba su pelo.
Leo reacciono ante la caricia y se apartó con la cabeza baja pregunto.
Leo: qu—e, que está haciendo.
Alejandro solo se volvió a acercar y lo abrazo con más fuerza.
Alejandro: porque finges, finges que no me conoces.
Leo guardo silencio no sabía que responder su mente estaba en blanco.
Alejandro se apartó pero sin dejar de sujetarlo.
Alejandro: mírame, mírame directo a los ojos y dime que no me conoces.
Leo solo aparto la mirada sentía una pulsación bastante fuerte en su pecho no podía negarlo más, solo se zafo del agarre se quedó parado frente a frente con la cabeza baja Alejandro tomo con su mano la barbilla para ver la cara y no se sorprendió al ver que estaba evitando llorar, lo unico que deseaba era a plantarle un beso en sus labios despues de tanto tiempo no podia evitarlo lo extrañaba demasiado.
Leo reacciono se apartó con tal fuerza que no se dio cuenta al dar un gran paso hacia atrás y este se golpeó con la pared con todo lo que estaba pasando el dolor físico era lo de menos.
Alejandro con una voz baja dijo: lo siento no debí (se acercó un poco para volverlo a abrazar pero Leo reacciono).
Este se apartó tratando de acercar con sus lágrimas con una voz temblorosa solo le dijo
Leo: por favor solo termina con tu comida y vete.
Alejandro no entendía el por qué la actitud de Leo así.
Leo trato de retirarse para ir por un trapeador para terminar de limpiar el desastre.
Alejandro le impidió el paso: quiero hablar contigo.
Leo: no, no tenemos nada de qué hablar.
Alejandro reacciono mal al escuchar lo que dijo Leo.
Alejandro: PORQUE DESAPARECISTE SOLO ASI.
Leo: no tengo que darte ninguna explicación.
Alejandro: COMO QUE NO, DESAPARECISTE DE LA NADA TU CELULAR Y TODO NO CONTESTABAS INCLUSIVE CON TUS PADRES.
Leo: NO MENCIONES A MIS PADRES, YA TE DIJE NO TE DEBO NINGUNA EXPLICACION, Y NO TENENMOS ABSOLUTAMENTE NADA DE QUE HABLAR ASI QUE TE PIDO TERMINA TU ESTUPIDA COMIDA Y VETE.
Alejandro se sorprendió demasiado nunca había visto a Leo reaccionar así ni aun cuando peleaban o estuvieran enojados siempre mantenia la calma habia tocado algo delicado se preguntaba.
Alejandro: a qué hora sales.
Leo: tarde muy tarde.
Alejandro: no importa te esperare.
Leo: vete.
Alejandro: te esperare.
Leo necesitaba relajarse no quería armar otro escáldalo solo se limitó a contestar.
Leo: Has lo que quieras.
Con esto último se fue para ir a limpiar el desastre con esto Alejandro se quedó más tranquilo deseaba hablar con el aunque tuviera que esperar hasta el cierre.
El almuerzo termino después de que Leo terminase de limpiar el desastre y terminara de servir la tercera ronda de postres que habían solicitado Leo se sentía más relajado ya no le importaba que él estuviera ahí solo quería irse a casa.
Una vez que todos se levantaron y agradecieron el delicioso almuerzo los chicos se retiraron Leo acompaño hacia la salida, una vez en la entrada Leo se despidió educadamente después de llamar un taxi para ellos.
Héctor: que haces, le pregunto a Alejandro algo confundido ya que este no se subió al taxi.
Alejandro: ire a caminar un rato necesito bajar la comida.
Héctor: bien pero que le digo a ya sabes quién.
Alejandro: dile que no tardare en llegar tu cúbreme como siempre.
Héctor: bueno pero me debes varias.
Alejandro solo sonrió ante el buen gesto de su amigo.
El taxi se dirigía al hotel donde se hospedaban mientras Leo trataba de entrar de nuevo al restaurant, se paró un momento y comenzó a hablar.
Leo: en serio esperaras.
Alejandro: ya lo sabes.
Leo: mmm, uff.
Sabía que no podía dejarlo afuera y sabía que no se lo quitaría de encima hasta que hablaran.
Leo: si quieres espérame en la barra hoy salgo tarde por cubrir a alguien así que me iría hasta el cierre.
Alejandro solo asintió con la cabeza con una gran sonrisa sintiéndose victorioso y feliz.
Leo recordó esa expresión nunca se lo dijo, pero siempre odiaba cuando el ganaba en algún videojuego o alguna apuesta ridicula entre ellos.