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Amor entre mundos diferentes, pero pasados parecidos por GaaNasu17

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Notas del capitulo:

¡Hola! Aquí estoy con un nuevo capítulo, chicas hermosas♥.

 

¡Nos vemos el Domingo, espero les guste!

-          Está muy oscuro… ¿dónde estoy?

-          Naruto, has despertado, me alegra.

-          ¿Ino? No veo nada.

-          Guarda silencio, Naruto. Nos va a oír.

-          ¿Quién?

-          ¡Naruto! –Escucho que Ino, mi hermana, grita mientras se aleja por alguna razón-.

-          ¡Ino, espera! ¿¡A dónde vas!? –Digo pero ya no la veo, estoy solo y… escucho unas pisadas al otro lado de una puerta-.

-          Naruto, has despertado. Lárgate, mocoso inútil, ya han pagado por ustedes dos.

-          ¡No me iré hasta que mi hermana esté conmigo!

-          El pago que pedí era muy poco, así que para poder tener más dinero vendí a tu hermana, ahora vete o tendré que matarte.

-          ¡Bastardo! ¿A dónde la enviste?

-          En este momento está más cerca de lo que crees.

-          ¿En dónde?

Todo se pone blanco, estoy en un cementerio, no se ve el césped por la nieve, hace frío pero los rayos del sol son cálidos. Mis padres están aquí, así que corro a abrazarlos pero… ellos me rechazan y todos voltean a verme mal.-

-          ¡Hubiese sido mejor que tú hubieses muerto! –Mi madre me grita y no entiendo nada hasta que… Veo a Ino en un ataúd-.

-          No, esto no está bien, esto no está bien ¡NO! –Me despierto, otra vez soñé eso y Deidara entra abrazarme mientras las lágrimas caen en mis mejillas-.

-          Naruto, tranquilo, sólo fue un sueño –Me dice para que me calme-.

-          Tal vez hubiese sido mejor si Ino hubiese regresado y no yo –Digo sin parar de llorar-.

-          No, tranquilo. La encontraremos, nunca olvides que tú no eres menos que nadie, Ino ha de estar bien, ella es inteligente.

-          Él… me dijo que Ino estaba más cerca de lo que pensaba –Le dije separándome porque ya estaba más tranquilo-.

-          Entonces tal vez sea cierto, nunca hay que perder la esperanza. Ahora alístate porque hoy es un día importante para ti –Me dijo sonriendo y empezó a caminar hacia la puerta-.

-          No, no te vayas. Quiero estar acompañado –Le dije mientas limpiaba mis lágrimas-.

-          Está bien, con el donativo que tío Nagato brindó a mi escuela, no creo que me regañen por llegar tarde –Me dijo mientras se sentaba en mi cama-.

-          Gracias, Dei. Eres el mejor –Dije mientras me levantaba-.

Me cambié con el uniforme escolar, no era uno muy elegante como yo los usaba antes, el que yo tenía en mi otra escuela era uno de gala y este… bueno, era un pantalón, una camisa y un suéter.

Desayuné con todos y me fue a dejar mi tío Nagato al instituto, Deidara se había quedado desayunando porque se cambió tarde por mi culpa.

Me dejó en el portón de la escuela y la prefecta me revisó el uniforme y la mochila, me regañó por mis cabello despeinado pero cuando se dio cuenta de que era Naruto Uzumaki me brindó una sonrisa y me dejó pasar, aunque fue raro, creí que esa maestra estaba en primer grado, tal vez por la falta de personal se rolaban los papeles.

No había muchos alumnos, porque sólo iba un grupo de primero, uno de segundo y uno de tercero. A los otros grupos les tocaba en la tarde y a otros en la noche. Todos me veían, no sabía si era por mi físico o porque mi tío me había mandado a hacer mi uniforme con un diseñador que hacía las mejores prendas del mundo.

Entré en el salón y para colmo ahí estaba ese dichoso Sasuke con su grupito de malandros, sólo que también estaba un chico de cabello castaño oscuro, ojos blancos y profundos, test blanca y complexión delgada.

Pasé de ellos y me senté en una butaca que estaba hasta atrás, al costado derecho del salón y que tenía vista para lo exterior por medio de una ventana en forma rectangular que abarcaba casi toda la pared.

Sasuke no tardó en acercarse a mí.

-          Así que no te largaste, tienes actitud, crío –Me dijo sonriendo de lado-.

-          Y dignidad, lo que a ti te falta –Dije sonriendo y él frunció el ceño-.

-          ¿Por qué dices eso, imbécil?

-          No puedes ser llamado un hombre, ¿sabes? Desde que le pegaste a esa dama ayer, entendí que eres un bastardo.

-          Te estás pasando, dobe.

-          No me interesa. Por cierto –Dije ignorando su expresión de enojo y me dirigí al chico que parecía más calmado, el que pidió que nos separaran-, ¿tú sabes en qué grupo va la señorita de ayer?

-          ¿Te gustó? –Me dijo sonriendo-.

-          No, pero me recordó a alguien –Le dije devolviendo la sonrisa-.

-          Ah, ella no viene a la escuela. Vive en un orfanato.

-          ¿Y sus padres?

-          Nadie lo sabe, la vinieron a dejar inconsciente unos bastardos. Bueno, no fue aquí, era a orillas de un pueblo vecino, fuimos de viaje todos los amigos y la vimos en el bosque tirada.

-          ¿Y la trajeron? Vaya, cualquiera se hubiese aprovechado de la situación.

-          Pues sí, al principio no sabíamos qué hacer con ella, pero Sasuke dijo que la trajéramos con nosotros, no podíamos dejar a una chica así.

-          ¿Sasuke? –Dije volteando a verle, pero él se sonrojó un poco y volteó su rostro fingiendo enfado-. Así que sólo finges dureza, eh.

-          Son valores, sólo eso, crío.

-          ¿Valores? Creí que los chicos rebeldes como tú no los conocían –Le dije riendo-.

-          Maldito –Me dijo entre dientes y todos rieron, era un buen chico al parecer, sólo un poco desorientado-.

-          Bien, chicos, hoy ha venido desde lejos un chico nuevo, pasa, no tengas miedo –Le dijo a un chico de cabello peli-rojo, ojos aguamarina y con un tatuaje en su frente con el kanji: “amor”, por lo cual todos rieron a más no poder-.

-          Que patético eres Gaara, ni siquiera el profesor sabe de tu existencia –Dijo Kiba mientras reía igual que todos, aunque el hermano de Sasuke y el mismo Sasuke no lo hacían-.

-          ¡Ya! ¡Silencio todos! –Dijo el maestro pero nadie le hizo caso-.

-          Guarden silencio, imbéciles ¿no escucharon? –Dijo Sasuke malhumorado y todos callaron inmediatamente, vaya, ese chico sí que tenía autoridad-.

-          Gracias, Sasuke. Bien, entonces ¿quién es el nuevo? –Dijo el maestro buscando entre los alumnos-.

-          Soy yo –Dije parándome y todos los chicos me vieron con mala gana mientras las chicas murmuraban entre sí-.

-          Por favor, preséntate desde ahí.

-          Oz. Me llamo Naruto Uzumaki, vengo de la capital pero nos mudamos por tanto estrés. Vengo con mi tío y mi hermano, vivimos a unas cuadras de aquí, me gusta el baloncesto y espero llevarme bien con todos –Dije regalando ya por último una sonrisa lo que hizo que la chicas gritaran, que raras eran-.

-          Bien, Gracias, Uzumaki. Pasaré lista ¿entendido?

-          Oz –Dijimos todos al unísono-.

-          Bien. Aburame Shino.

-          Presente.

-          Akimichi Choji.

-          Presente –Dijo mientras mordía una fritura-.

-          Choji, ya te he dicho que no comas en clase. Hyuga Hinata.

-          P… presente.

-          ¡Ay, Hinata! Hyuga Neji.

-          Presente -¿Eran hermanos o primos?

-          Inuzuka Kiba.

-          Presente.

-          Rock Lee.

-          ¡Presente, maestro! ¡Hoy he venido con muchas ganas de trabajar! –Dijo Lee mientras se paraba-.

-          Lee, eso está bien, aun no comprendo porque deseo que un día no vengas de tantos ánimos… Sigamos, Nara Shikamaru.

-          Preseeente –Dijo como si le hablara a la nada-.

-          Shikamaru, no duermas, por favor.

-          Sora.

-          Presente –Dijo un chico de cabello negro, lacio y recto-.

-          Sabaku No Gaara.

-          Presente –Dijo casi en un susurro-.

-          Sabaku No Kankuro.

-          Presente.

-          Sabaku No Temari.

-          Presente, profesor –Creo que todos ellos eran hermanos-.

-          Tenten.

-          Presente.

-          Uchiha Sai.

-          Presente.

-          Uchiha Sasuke.

-          Presente –Dijo indiferente-.

-          Uzumaki Naruto.

-          ¡Presente! –Dije sonriendo y el teme de Sasuke volteó a verme-.

-          Así que estaremos en todos los mismos equipos.

-          ¿Por qué dices eso?

-          Porque aquí se hacen equipos de 3 y siempre éramos solo Sai y yo, pero ahora que somos 15 seremos 5 equipos de tres y tú, estarás en el mío.

-          Asco –Le dije para después reír y el frunció el ceño y no platicamos durante el resto del día-.

-          Bien, entonces harán equipos de tres. Lo que tienen que hacer es una investigación a fondo sobre los árboles dragos.

-          Oz –Dijimos todos y salimos, vaya, sólo eran dos horas de escuela, pero todos ponían atención y el maestro explicaba perfectamente bien, estos chicos aprovechaban sus oportunidades-.

-          Dobe, hoy iremos a tu casa a hacer el trabajo –Me dijo Sasuke-.

-          Llegamos a las cuatro ¿está bien? –Dijo Sai sonriendo-.

-          Etto… Sí. Una pregunta…

-          ¿Qué? –Dijeron los dos al mismo tiempo-.

-          ¿En qué equipo quedó Gaara? –Dije sonriendo-.

-          ¿Te gustó? Ni te atrevas a acercarte a él porque… -Me dijo tomándome del cuello y me empezó a apretar, yo no sabía qué hacer pero Sasuke lo separó-.

-          No, Sai. Sólo que me extrañó la actitud de todos hacia él y que sus hermanos no hicieran nada –Dije recuperando el aire-.

-          Ah, era eso, lo siento –Me dijo sonriendo-. Lo que pasa es que dicen que la mamá de Gaara es una asesina, pero Gaara siempre lo negó.

-          ¿Y por qué a sus hermanos no los tratan así?

-          Porque ellos no son de la misma mamá, son del mismo papá. Sin embargo el padre de ellos murió y también su madre, así que dicen eso, ¡PERO NO ES CIERTO! –Dijo enojado y todos nos voltearon a ver-.

-          Ah, me imagino. Está bien, los espero en mi casa –Dije un poco confundido y Sai me sonrió mientras Sasuke me daba la espalda-.

Mi tío llegó por mí y le platiqué que irían a mi casa unos compañeros, gritó de la emoción y pasó a comprar botana y todo para hacer una comida de lujo, según él, para que hiciera amigos y no me tacharan como el amigo extraño por venir de otro lugar, pero por lo único que me iban a tomar como extraño era por la comida tan lujosa que estaba preparando.

Me bañé, me sequé el cabello y me cambié. Después de un momento llegó mi hermano con un humor pésimo y es que Deidara tenía un carácter muy fuerte.

-          ¡Naruto! –Me gritó mi tío como a las doce y yo bajé por las escaleras-. Llama a tus amigos y diles que vengan ellos y toda su familia –Dijo emocionado-.

-          ¿Van a venir tus amigos? –Dijo mi hermano Dei que ya estaba un poco más calmado-.

-          Sí, tenemos una tarea en equipo pero… creo que esto parece más una comida formal –Dije suspirando-.

-          Naru, ya sabes cómo es tío, ¿cuáles son sus nombres?

-          Sai y Sasuke Uchiha –Dije sonriendo pero él puso una cara de desagrado y enojo-.

-          ¿Uchiha? Sí, yo tengo su teléfono –Me dijo sacando un papel de su pantalón y lo aventó a la mesa para irse a la sala a ver televisión en nuestra pantalla plana, eso era raro, él siempre era muy amable y, jamás aceptaba teléfonos de alguien más a la primera-.

-          Gracias –Le dije y tomé mi celular, me contestó un chico-. Disculpa, ¿es la casa de los Uchiha?

-          Sí, ¿con quién tengo el gusto?

-          Naruto Uzumaki. Soy nuevo en la comunidad y estoy en el mismo grupo de Sai y Sasuke Uchiha.

-          Ah, sí. Esos dobes son mis hermanos –Dijo riendo y al mismo tiempo escuché un golpe leve y el gimió, creo que le aventaron algo jajaja-.

-          ¿El que te pegó es Sasuke? –Dije riendo-.

-          Sí, él es, es un agresivo –Dijo riendo-.

-          Jajaja, ya me lo imaginaba. Bueno, el motivo es que mi tío quiere invitar a comer a toda tu familia porque somos nuevos, así que…

-          ¿Deidara estará allí? –Dijo interrumpiéndome-.

-          Etto… Sí –Dije extrañado-.

-          Entonces cuenta con nosotros, Naruto. Allá nos vemos –Me dijo amablemente-.

-          Oh, está bien, gracias –Dije y colgué-. Ya veo que también te hiciste amigo de un integrante de los Uchiha.

-          Ese bastardo no es mi amigo –Dijo enojado-.

-          ¿Qué pasó? –Le dije preocupado-.

-          Te lo platicaré después, ¿está bien? Estoy un poco exaltado, Naru –Me dijo sonriendo-. En lo que vienen tus amigos ¿quieres subir a ver una película conmigo?

-          ¡Sí! Hay una que me gusta en especial, se llama “The last”.

-          Está bien, entonces vamos –Me dijo caminando y yo le seguí-.

Vimos la película y los dos acabamos dormidos. El tiempo pasó y mi tío nos fue a parar diciendo que ya casi era hora, faltaban diez minutos. Bajamos y entre bromas y risas preparamos todo. La familia Uchiha fue puntual, llegaron Sai, Sasuke, una mujer muy humilde y bella y… ¿el policía de ayer? Vaya, tan joven y ya era el jefe de todos.

-          Pasen, por favor –Dije sonriendo-.

-          Gracias, un gusto conocerte –Me dijo la mujer, creo que era su madre-.

-          Un placer, ¿me concedería saber su nombre?

-          Mikoto, Mikoto Uchiha.

-          Así que un Sol, que lindo nombre, Sra. Mikoto –Dije sonriendo-.

-          Gracias, Naruto –Me dijo riendo y mi tío salió de la cocina-.

-          Naruto, ¿dónde están tus modales? Pásalos a la mesa y ve a llamar a tu hermano –Me dijo mientras daba vueltas como loco sin poder dejar de hablar-.

-          Tu tío ¿está bien? –Me dijo Mikoto un poco confundida-.

-          Él… siempre es así, trata de que todo esté perfecto. Pero es un amor –Le dije sonriendo y los invité a pasar a la mesa, se sorprendieron al ver que todos nuestros utensilios eran de cristal y yo les dejé ahí mientras iba por mi hermano, me abrió la puerta y bajamos los dos juntos-.

-          ¡Chicos, que bueno que han bajado! Ya empezaré a servir, tomen asiento –Dijo mientras iba a la cocina y nosotros nos sentamos-.

-          Tienen una muy bonita casa, no comprendo el porqué de que estén a aquí –Dijo Mikoto-.

-          Tenemos que eliminar el estrés y no hay mejor cosa que alejarnos del trabajo –Dije sonriendo mientras mi tío llegaba con los platos, era caviar y de plato fuerte era sushi, lo que hizo que los Uchiha se sorprendieran-.

-          ¿No les ha agradado el menú? –Dijo mi tío un poco triste-.

-          No… no es eso… es sólo que… nosotros… -Dijo Mikoto muy sorprendida-, la verdad es que nosotros nunca hemos comido algo tan carísimo.

-          Entonces hoy lo harán –Dijo mi hermano sonriendo, él era tan buena persona- y más adelante también, cuando quieran las puertas de nuestro hogar están abiertas.

-          Ustedes son muy amables –Dijo casi llorando y todos empezamos a comer-.

Estuvimos riendo todo el día, mi tío recogió la mesa junto con todos nosotros porque todos le quisimos ayudar. Nos sentamos en los sillones y platicamos como una gran familia en la casa, nos sentíamos muy bien hasta que escuchamos como alguien golpeaba la puerta.

-          ¿Pero qué…? –Dijo mi hermano-.

-          No te preocupes, yo iré –Dijo mi tío mientras caminaba hacia la puerta-. Pero… ¿¡qué hacen aquí!? –Dijo mi tío y empezó a caminar hacia atrás-.

-          ¿¡CÓMO TE ATREVES A LLEVARTE A MIS HIJOS!? –Gritó mi madre furiosa y le soltó una bofetada tan fuerte a mi tío que cayó al suelo, se golpeó en la cabeza y quedó inconsciente-.

-          ¡Ustedes se vienen para acá! –Dijo mi padre caminando hacia mí y yo me asusté, yo… empecé a sentir frío y escalofríos, estaba de nuevo en esa habitación y sólo podía ver como mi hermano trataba de frenar a mi padre mientras los Uchiha veían todo muy impactados-.

Quería ayudar a mi hermano pero ya no podía, ya no le veía, todo estaba oscuro. Escuché unas pisadas del otro lado de la puerta, alguien estaba caminando y riendo mientras lo hacía. La puerta comenzó a abrirse y yo me congelé, al lado de mí, estaba Ino durmiendo y yo la abracé cuando ese hombre entró y empezó a golpearme como un loco con una manguera mientras se reía, lo que provocó que Ino despertara y me intentara quitar, pero yo no lo permití, no dejaría que ese bastardo la golpeara. Me golpeó hasta que sus fuerzas no dieron para más y salió de la habitación dejándome inconsciente y sonreí, sonreí porque Ino lloraba porque me veía así y no porque a ella la hubiese golpeado, al menos la protegí.

Reaccioné y mi hermano me estaba gritando, no escuchaba nada, tenía miedo, me fui gateando hacia la esquina de una habitación y me puse en modo feto escondiendo mi rostro en mis rodillas las cuales estaba abrazando con mis brazos, al fin los sonidos empezaron a regresar. Todos ya estaban tranquilos y me observaban.

-          Naruto, respira. Tranquilo, son papás, no es nadie más –Dijo mi hermano tratando de calmarme, como siempre-.

-          Él… él… volvió a golpearme –Dije llorando y levanté mi mirada para sonreír-, pero no tocó a Ino, yo la protegí.

-          Naruto –Me dijo mi hermano llorando mientras mis padres también lo hacían-. Él ya no está aquí, ya no te volverá a tocar.

-          Pude… ver su rostro –Le dije en un susurro y todos voltearon a verme-.

-          ¿¡Lo viste!? –Me dijo mi hermano con una gran sonrisa-.

-          Parecía una serpiente –Le dije sin reaccionar del todo-.

-          Naruto, ¿sabes lo que eso significa? –Me dijo abrazándome y llorando-.

-          Deidara, llévame a mi recamara, no quiero que ellos me vean mis crisis –Le dije llorando y es que me daba vergüenza que los Uchiha me vieran así-.

-          No te preocupes, nosotros iremos contigo, hijo. Disculpa por llegar así, es sólo que… llegamos y no los encontramos –Dijo mi padre preocupado-.

-          No hubiesen venido, de todos modos se volverán a ir por su trabajo –Les dije mientras abrazaba a mi hermano más fuerte, sabía que él no se iría-.

-          Esta vez no, hijo. Nos quedaremos el tiempo necesario –Dijo mi madre llorando y me abrazó, inmediatamente me dormí y mi padre me llevó a mi habitación con mi madre mientras ella atendía a mi tío, porque era médico-.

Al día siguiente desperté ya calmado, mi tío estaba al lado mío en mi cama y yo estaba recostado sin fuerzas. Era la primera vez que no había tenido pesadillas y tenía una tranquilidad muy profunda en mí, sentía un peso menos.

Me paré y bajé a la cocina, estaban mis padres y mi hermano platicando y todos voltearon a verme sonriendo.

-          Naruto, tus amigos dijeron que vendrían a visitarte –Me dijo mi madre sonriendo-.

-          Ellos… me creerán raro –Dije desviando la mirada-.

-          Les explicamos tu situación y entendieron más que bien, no te preocupes –Dijo mi hermano sonriendo-.

-          ¿Y qué les dijeron? ¿Qué no pude proteger a Ino? –Dije un poco alterado-.

-          No, les dijimos que eres un chico ejemplar que supo salir adelante a pesar de ese accidente –Me dijo mi padre sonriendo y yo también sonreí levemente-.

-          Ahora ve a cambiarte, tus amigos están por llegar –Dijo mi madre sonriendo y yo subí a mi habitación, mi tío ya había despertado-.


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