Esperar el bus le tomó a Minseok cerca de dos horas; una hora y media de espera y treinta minutos de camino. Para cuando llegó a casa era casi media noche. Por su puesto habría llegado más rápido si Jongdae lo llevaba, pero prefirió su seguridad y decidió tomar el bus. Además de ello, ya no soportaba estar junto al chico ni un minuto más.
El reloj marcaba las 11:45am y Minseok había despertado tan solo unos minutos antes.
“No puedo creer que ya sea casi medio día.” Minseok murmuró para sí mismo levantándose de la cama y arrastrándose hacia el baño. “Estúpido Jongdae, estuve despierto toda la noche por esperar ese maldito bus…”Minseok bostezó sonoramente, medio dormido aún hizo lo que necesitaba. El timbre sonó asustándolo como el demonio y salpicando a todos lados.
“Mierda.” Minseok maldijo limpiando todo incómodamente. Lavó sus manos y se escurrió por la puerta para ver quien tocaba tan temprano y sin ser invitado. Probablemente era un vendedor.
Minseok abrió cuidadosamente y encontró algo peor que un vendedor.
“¡Hey Minseok!” Jongdae saludó alegremente. “¿Cómo va el corte?”
El rostro del mayor cayó. “¿Qué haces aquí?”
“Qué rudo.” Jongdae señaló. “Vine con las intenciones de hacer que te mejores.” El pelinegro empujó entrando al departamento cargando varias bolsas de compras.
“Solo es un corte…-¿y por qué estás entrado?” Minseok preguntó agitando sus brazos histéricamente mientras Jongdae se sentaba. “¿Qué son esas bolsas? ¿Cómo sabes dónde vivo? ¿Qué- “
“Woah, woah, despacio despacio.” Jongdae sonrió y se acomodó en el sofá. “Como ya dije, vine para ayudar en tu mejoría. Y en esas bolsas hay comida, películas y otras cosas más. Y sé dónde vives porque te recogí cuando fuimos a la pista de patinaje ¿lo recuerdas?”
Minseok estaba echando humo para cuando Jongdae terminó de hablar. Estaba a punto de golpearlo justo en la cara, arrastrar su trasero fuera de su casa y dejarlo en medio de la pista donde los autos pudieran pasar sobre él todas las veces que sea posible.
“Hm.” Jongdae tarareó mirando a Minseok sacándolo de sus sádicas fantasías. “Debo admitir que en pijamas te vez demasiado adorable.” Le guiñó.
Los ojos de Minseok se abrieron en sorpresa y se miró. Estaba usando una camiseta larga y unos boxers con llamativos puntos que su madre le había regalado al cumplir 20 años. La cara del chico empalideció y la sonrisa de Jongdae se amplió.
“Yo, uh.” Minseok se miró cubriéndose con las manos. “Ahora regreso.” Se escurrió hasta su dormitorio dejando a Jongdae riendo a más no poder.
Cuando el chico de cabello naranja regresó con prendas apropiadas, Jongdae ya se había puesto más que cómodo descansando en el sofá con una bolsa de Doritos.
“Saca tus sucios pies de mi mesa.” Minseok ordenó.
Jongdae obedeció y limpió sus dedos en sus pantalones. Luego alcanzó una de las bolsas que había traído y hurgó. Sacó una caja de curitas de Rilakkuma y un spray de antibacterial. Minseok alzó una ceja.
“Ven aquí.” Jongdae llamó. Cuando el otro no se movió, lo empujó hacia el sofá. “Necesito curarte.”
“Te dije que estoy bien, solo es un corte.” Minseok insistió evitando que Jongdae sujetara su cabeza.
“¡Deja de moverte!” Jongdae renegó. “Minseok, has estado usando la misma bandita desde ayer. Eso no ayudará en nada.”
Minseok aceptó, dándose por vencido poco a poco. Se sentó tratando de evitar las manos de Jongdae y de no hacer contacto.
“Puedo hacerlo por mí mismo.” El chico de cabello naranja insistió cogiendo el spray y las banditas.
“Pero puedes echarte el antibacterial en los ojos.” Jongdae dijo quitándole los elementos.
Minseok frunció el ceño, Jongdae tenía razón. Sintió que el chico había comprado el antibacterial en spray en lugar de una loción solo para molestarlo. “Bien.” Gruñó al retirar la bandita de su herida.
Jongdae destapó el antibacterial. “Cierra los ojos.” Ordenó posicionando una mano en el hombro del más bajo.
Minseok cerró los ojos obediente.
Al pelinegro casi le da un mini infarto al ver lo adorable que el otro se veía con los ojos cerrados y con un puchero. Habría sido la oportunidad perfecta para robarle un beso, pero Jongdae no quería ser echado de una patada del departamento. Suspiró para sí mismo conteniendo los fuertes impulsos en su corazón antes de echar el spray en el corte de Minseok.
“Oww.” El chico susurró a través de sus dientes apretados. “Arde.”
“Esos significa que funciona.” Jongdae dijo colocando la bandita rosada de Rilakkuma. “Aguanta.” Le dijo mientras Minseok trataba de abrir un ojo para ver lo que el otro hacía.
Jongdae se inclinó hacia Minseok para presionar la bandita presionando sus nudillos contra su nariz. Las mejillas de Minseok se tiñeron levemente de rosa y suspiró debido a la cercanía entre ambos. Jongdae rió. El chico estaba actuando tan adorable que Jongdae no podía resistir el hecho de estar así con él.
Jongdae tomó ventaja de la situación posicionando cuidadosamente la bandita y colocándola, únicamente con la intención de estar lo más cerca posible de Minseok. Cuando ya había terminado, se quedó unos segundos más sintiendo lo maravilloso que era estar tan cerca del mayor y guardando ese sentimiento en su memoria.
“Listo.” El pelinegro dijo echándose para atrás. “¡Mucho mejor!”
“Cierto.” Minseok suspiró incorporándose para alejarse.
Jongdae sonrió como si todo lo anterior no hubiera pasado. Comenzó a rebuscar en una de las bolsas, sacando luego una pila de DVDs.
“¿Qué son?” Minseok preguntó parpadeando con curiosidad.
“Películas.” Jongdae dijo divertido.
“Lo sé.” El otro dijo sarcástico, tomando el primer DVD de pila. Era Inception.
“Dijiste que te gustaba Leonardo DiCaprio, ¿cierto?” Jongdae dijo mostrando todos los DVDs en la mesa de café de Minseok. “Pues renté toda su filmografía para verla.”
El rostro de Minseok se iluminó más de lo que Jongdae había visto hace unas semanas al conocerse. “¿De verdad? ¡Esto es genial!” Minseok exclamó. Se paró y se sentó en frente de la mesa del centro, revisando todos los DVDs.
Jongdae agradeció silenciosamente al tonto mocoso de Sehun por sugerir la idea mientras Minseok buscaba qué película ver primero.
“Deberíamos ver primero Inception.” Minseok dijo para sí mismo introduciendo el DVD en el reproductor. Se acomodó en el sofá y se acurrucó unos centímetros alejado de Jongdae.
“¿Puedo hacer popcorn?” El pelinegro preguntó cogiendo un paquete de una las bolsas.
“Sí, puedes.” Minseok dijo sin despegar los ojos de la pantalla. “El microondas está en algún lugar de la cocina.”
“Que gran ayuda.”
“Agradece.”
Jongdae caminó hacia donde se suponía que estaba la cocina y localizó el microondas después de buscarla por un momento. Mientras hacía el popcorn Minseok dio un grito desde la sala. “Hey, esta película no tiene subtítulos.”
“¿Eso importa?” Jongdae respondió vigilando el microondas.
“Creo que no.”
Cuando se sentó finalmente en el sofá. Minseok dio comienzo a la película.
Había pasado cerca de una hora y Jongdae ya estaba aburrido, centró un poco su atención en el popcorn. Se había desparramado en el sofá de Minseok de modo que le era fácil coger las rosetas desde su pecho, donde se encontraba el bowl. Dio una vistazo a Minseok quien, como se esperaba, no había despegado los ojos desde que la película había comenzado.
“¿Sabes lo que está pasando?” Jongdae preguntó mirando hacia la TV.
“Un poco.” Minseok dijo. “He visto esta película un par de veces.”
“¿Qué está pasando?”
“Creo que en esta parte ellos están tratando de crear algo de ensueño para aquel chico, el disparador emocional o algo así.”
“Mmm, qué especifico.” Jongdae dijo sarcásticamente intrigado. Sonrió. “Ya no me digas más.”
Minseok suspiró suavemente, aún con la vista fija en la TV. “Cierra la boca.” Dijo en tono de broma.
Jongdae se levantó un poco. “Creo que estás tan perdido como yo.”
“Nuh-uh.” Minseok respondió. “De hecho he estado prestando atención todo el tiempo mientras tú no.”
El pelinegro se hizo el ofendido dramáticamente. “¿Cómo te atreves a acusarme de tal cosa?”
“Es la verdad, no mientas.”
“… Lo es.” Jongdae rió.
Ambos vieron la pantalla por unos minutos más antes de que Jongdae decidiera abrir la boca nuevamente.
“Creo que puedo traducir lo que están diciendo.” Dijo mientras comía otro montón de popcorn.
“¿Así? ¿Qué están diciendo?” Minseok dijo sarcásticamente.
“El chico de cabello negro está enojado, obviamente.” Jongdae dijo mientras Minseok pretendía estar impresionado. “Y creo que quiere ser abrazado.”
Ambos miraron al ‘chico de cabello negro’ sacar un arma y disparar hacia el villano.
“Bueno.” Minseok rió ligeramente. “Solo atinaste a la primera parte.”
Jongdae miró con horror la escena mientras el hombre comenzó a retorcerse en el suelo derramando borbotones de sangre.
“¿Qué está pasando ahora?” Minseok preguntó con una sonrisa temblorosa.
“El chico probablemente está muerto.”
“Oh ¿En serio?”
“Sí.” Jongdae asintió. “Y ahora ellos hablaran sobre tener un festín en conmemoración del hombre muerto usando su sangre como sacrificio a su dios.”
“La chica se ve feliz por ello.” Minseok le siguió la corriente, riendo.
“Lo está.” Jongdae confirmó. “Pero no lo estará por mucho tiempo.”
“¿Por qué?”
“Porque, verás, ella está en medio del triángulo amoroso, entre el chico de cabello negro y el rubio. Pero el rubio mató a su padre.”
“Ah.” Minseok respondió. “Ya veo.”
Jongdae se la pasó traduciendo el resto de la película dándole un significado totalmente diferente. Minseok, de hecho, estaba muy impresionado por la estructura que Jongdae se había ingeniado para que concordara con la trama. Era muy entretenido.
Mientras seguían mirando más películas, vino el cansancio.
Durante Wolf on Wall Street, comentaron un poco sobre cuán explicito era el uso de drogas y el sexo en dicha película. No terminaron dejaron el tema hasta que Jongdae inició una guerra de popcorn. Sin embargo la guerra la llevaron tan lejos que utilizaron almohadas, sabanas y algunos elementos inutilizables de la sala de Minseok.
Después de la película, miraron Aviator. Jongdae trató de bromear durante la película pero de igual forma ambos terminaron llorando al final, incluso sin entender lo que pasaba.
Luego miraron Shutter Island y nuevamente adaptaron la trama a sus propios diálogos. Como era de esperarse, Minseok se volvió a cortar con un lado de la mesa de centro, ganándose otra bandita de Rilakkuma en el codo. Era como si cada vez que estaban juntos, Minseok tenía que lastimarse. Ridículo.
Cuando ya estaba en la quinta película, ya eran casi las 8:30pm. Ambos ya estaban cansados.
Limpiaron casi toda la sala de Minseok, ya estaban listos para mirar la película favorita de Minseok, Titanic.
Minseok se sentó abrazando una almohada contra su pecho, y miró atentamente mientras la historia se desarrollaba. Jongdae también, miraba la película junto a Minseok tratando de seguir lo que sucedía en cada escena.
A la mitad de la película, Jongdae, como era de esperarse, se perdió completamente y no sabía lo que estaba pasando.
“Minseok.” Jongdae habló bajito. “¿Qué está sucediendo?”
Después de unos momentos sin tener respuesta, el pelinegro volvió a hablar bajo, esta vez volteando a ver al otro.
“¿Minseok?” Preguntó. Sin embargo el chico estaba profundamente dormido, la imagen hizo que en el pecho de Jongdae se formara un nudo.
El chico se veía absolutamente adorable. Sus mejillas sobresalían entre su nariz y su cabello estaba ligeramente desordenado debido a lo sucedido anteriormente. Se veía tal calmado y delicado, durmiendo como si no hubiera un mañana. El corazón de Jongdae se derritió por completo. Para rematar la ternura del momento, Jongdae pensó cuán comodo ha de haber estado como para quedarse dormido junto a él. Aunque el mayor haya estado muy cansado, siendo la persona más esperanzadora que era, Jongdae se quedó con la primera opción.
“Minseok.” Jongdae susurró de nuevo, más para sí mismo. Se acercó al chico empujándolo suavemente, probando cuan dormido estaba.
El chico se movió un poco arrugando las cejas suavemente antes de volver a su posición anterior. Jongdae dejó salir un respiro que ni si quiera sabía que estaba conteniendo.
Cuidadosamente, el pelinegro empujó a Minseok y lo posicionó delicadamente sobre una almohada en su regazo. Felizmente, el otro no se despertó.
Jongdae respiraba suavemente como si con el ritmo de su respiración pudiera despertar al ángel dormido en su regazo. Memorizó cada curva y rasgo de su rostro, cada segundo que apreciaba su rostro se iba acercando más a él. Jongdae deseaba con todas sus fuerzas tocarlo, pero temía despertarlo. Sin embargo, mientras la película se desarrollaba Jongdae se volvió más y más inquieto. La pareja que veía en la película había calado en Jongdae y este ya no soportaba más, quería besar a Minseok. El nudo en su pecho se intensificó a tal grado que cuando bajó la mirada vio al chico dormir tranquilamente y decidió hacerlo, habiendo evaluado previamente los pros y contras. Después de todo, había estado esperando por mucho tiempo.
Jongdae descendió lentamente y se acercó lentamente al rostro de Minseok. Sus narices prácticamente se tocaban y el pelinegro podía incluso contar cada folículo de las bonitas pestañas de Minseok. Jongdae sintió la suave respiración del mayor en sus labios, haciendo que los vellos de su cuello se erizaran, y sus mejillas tomaran un tono rosa. Se detuvo por un momento, tal vez un solo segundo para pensar en lo que iba a hacer, cuando de repente un sonido estruendoso se escuchó desde la TV asustando a Minseok, quien se despertó de golpe y golpeó su frente contra la de Jongdae. Ambos chicos sisearon de dolor mientras el Titanic aparentemente se hundía. Genial.
“Lo siento, debí haberme quedado dormido.” Minseok murmuró y se volvió para ver al otro.
“No, está bien.” Jongdae dijo un poco de tristeza.
Minseok miró a su alrededor, aún estaba un poco adormilado tratando de saber qué había pasado para haber golpeado de tal manera al chico, sin intención. Miró la almohada sobre el regazo de Jongdae y a ello le añadió el hecho de que se quedó dormido; juntó todas las piezas hasta llegar a la parte en que Jongdae estaba tan cerca de él que pudo haberlo besad-
El chico de cabello naranja se paró de repente y en seguida su rostro tomó varias intensidades de sonrojos. “Uh, yo, tú-“ Minseok tartamudeó, mirando en retrospectiva a Jongdae mientras este también se paraba. “Deberías- digo- por qué- se está haciendo tarde tal vez ya deberías irte.” El rostro de Minseok aún estaba rojo.
“Cierto.” Jongdae dijo un poco avergonzado. Caminó hacia la puerta. “¿Te veo luego?”
“Claro.” Minseok se despidió con algo de torpeza.
“Adiós.” Jongdae dijo suavemente mientras salía del departamento.
“Sí….”