“No eres lo que esperaba... ”
Él sabía perfectamente que no había sido una buena idea y constantemente se lo repetía así mismo.
Prácticamente era como jugar con fuego o algo más peligroso, aunque su objetivo ya había sido logrado, tener perdidamente enamorado a Akihiko Usami, aún no había cortado su relación con él. Y peor, Misaki también estaba empezando a sentir sentimientos románticos hacia esa persona, tanto así que cada vez que lo veía sentía que un suave viento lo acariciaba trayendo consigo deseos de tenerlo cerca.
Misaki quería decir la verdad, contarle lo que había hecho, bueno, lo que Takumi y él habían planeado, aunque eso significara tener otra vez el odio del peliplata. Pero por otro lado siempre estaba la opción más fácil, seguir mintiendo, nadie se enteraría y nadie tendría motivos porque hacerlo.
- Y bien… ¿sobre que querías hablar conmigo? – Akihiko mostro un pequeño trozo de hoja en el que estaba escrito <<tenemos que hablar. Te veo en el pequeño parque al terminar las clases. Misaki>> Usami tomo asiento junto al castaño y se recostó en el respaldar de la banca esperando paciente a que Misaki hablase.
- Ahh… bueno…- Comenzó a jugar con sus dedos al no poder soportar la presión y los nervios.
- Yo también tengo que decirte algo. – interrumpió – alguien le mando unas fotografías nuestras a mis padres. - suspiro -.
El castaño se vio confundido, y se abstuvo de preguntar, solo dejo que Akihiko siguiera hablando.
- Quieren que nos separemos…- dijo frio- es extraño, ellos nunca habían dejado un viaje de negocios solo para venir a regañarme por algo como esto.
-
La luz se filtraba entre los espacios de las hojas de los árboles.
Misaki le tendió una mirada tierna que reflejaban algo de confusión, pero aun mantenía la pura esencia de inocencia.
- Creo que diré algo muy ridículo y tal vez suene cursi- Usagi se detuvo, volvió a pensar lo que iba a decir y de las posibles consecuencias a futuro pero el sentimiento dominaba tanto sus mente como su corazón- espero pasar toda mi vida contigo…- pronuncio con una voz apenas audible.
- ¿Qué? – pregunto Misaki esperando que repitiera lo último, puesto solo había oído unas cuantas palabras. - ¿ Que fue lo que dijiste? No te oí bien… - suplicó mientras se acerco a Usagi, notando un leve sonrojo en sus mejillas. – Oye… en serio no te escuche…
Akihiko muy lejos de repetir lo que había dicho lo agarró de los brazos y lo beso tomándolo por sorpresa. – No te dejare ir, Misaki.
Ambos giraron al escuchar un pequeño “Flash”. Dejando al descubierto a una joven castaña con una cámara que sacaba las fotos al instante.
- ¿Natsuki? -pregunto un tanto confundido- Así que tú fuiste las que envió las fotos ayer….- acuso a punto de enfurecer.
- ¿Fotos? No se de que estas hablando … -Interrumpió la ex–novia de Akihiko- Solo tome la foto porque se veían muy bien juntos, además estoy en el club de fotografías, mi deber es tomar fotos, daaa… - La imagen salió por aquella abertura de la cámara – Toma, se ven lindos.- como buen gesto regalo la imagen.
Usami lo tomo casi quitándole con violencia la foto. -No vuelvas a tomarnos fotos- dijo con recelo.
- Uy, al parecer alguien se encuentra con mal humor. – trato de burlarse-No importa, tengo varias fotos de ustedes. Bien … me voy.- La joven de ojos verdes se alejo de ellos como sintiéndose obligada a salir del lugar, aunque era verdad lo que había dicho, aun no soportaba ver a Usami con otra persona que fuese ella.
- Haz estado muy callado Misaki….- dijo Usagi- ¿Qué ibas a decirme?
- Jejeje- coloco su mano en su nuca- … Antes de decírtelo… Me dijiste que tus padres no aprueban n-nuestra.. re-relación ¿verdad?
- Se que los convenceré, de algún modo, pero lo hare- Dijo esto aun estando bajo amenaza de que sus padres lo priven de todo bien.- Genial, seré un hijo rebelde.- dijo mortificándose asimismo.
El castaño estaba asombrado, por fin el peliplata estaba dejando ver ese lado suyo un poco protector y afable. Sus palabras eran pronunciadas con un tono de voz suave pero seguro de si mismo. – ¿Qué puedo…
- Solo quédate a mi lado, eso es más que suficiente- Contesto adelantándose a la pregunta del castaño.
- Bien…. ~suspiro~ te iba a decir es que finalmente decidí lo que voy a estudiar, .- mintió, en realidad no era eso lo que realmente le iba decir, pero no podía terminar la relación en una situación como esta, no podía hacerlo, era un poco cruel hacerlo.-arquitectura. – dijo aliviado.
- Eso es fantástico, entonces te voy a necesitar para que construyas el edificio mi futura empresa. – Añadió alegre con esbozando una sonrisa que dejo embobado al castaño.
- Al parecer Misaki te estas olvidando nuestro plan. Demasiada diversión no es buena.- pensó Takumi mientras se alejaba de ellos, sin que se dieran cuenta de su presencia.
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- AHH!!! ¡MALDITO!!!- Grito enfurecido ya en su habitación. -¡¿Cómo pudiste enamorarte?! ¡Te odio!! – Tiro todo lo que había en su escritorio sin importar si habían tareas.
- Joven Takumi, ¿se encuentra bien? - pregunto una mucama preocupada del otro lado de la puerta.
- ¡Largo! - lanzo la lampara más cerca de él.
- ¿Qué le pasa a Takumi? – cuestiono un joven alto, de cabello negro y piel pálida.
- Ah, joven Tetsu, gracias al cielo ya llego. Esta gritando desde que vino de la escuela, ni siquiera quiso cenar, al parecer esta muy enojado…-
El joven levanto sus dos dedos en señal que guardara silencio- Voy a entrar…
- Tenga cuidado no le vaya a lastimar…
- Es mi primo, no seria capaz de hacerlo.- dijo seguro, y entro a la habitación. -Si sigues tirando cosas mis tíos se enojarán contigo.
- ¿Qué haces aquí? Fuera, no quiero ver a nadie.- su linda mirada había cambiado, en estos momentos reflejaba un odio desgarrador.
- Veamos… vienes enojado de la escuela, no cenas, tiras cosas, y estas gritando como un maldito loco ¿que salió mal ahora? – pregunto descarado.
Takumi saco su smartphone y le enseño un mensaje de texto a su primo<<no seguiré con el plan. >>
- No entiendo …¿Qué plan? – pregunto su primo.- estas enojado por eso ¿no?- concluyó.
- Es que se suponía…- decidió hablar, aunque Tetsu no era muy confiable, era mejor mil veces mejor expresar sus emociones que quedarse en silencio. - que un amigo enamoraría a alguien, luego le rompería el corazón y se alejaría, - revelando asi las verdaderas intenciones que poseía el mas joven- entonces yo tendría la oportunidad de consolar a “ese alguien” y estaríamos juntos. – Explico.
- Perdóname Takumi, pero eso fue un plan muy estúpido y mediocre- se vaciló, poniendo énfasis en la palabra estúpido.- Siempre haciendo tonterías como niño caprichoso…- se sentó en la cama.- Ya ves que tus juegos nunca te llevan a nada.
- ….
- Deberías ser como yo, cuando quiero algo-miro el balón de básquet que yacía en un rincón- solo lo tomo.
- No es tan fácil. – replicó.
- Mira, si el fin es importante, los medios para conseguirlo no importa. Si quieres seguir así por mi no hay ningún problema. Para mi solo estas siendo patético.
- ¡Vete!- grito al cansarse de tantas ofensas. Arrepintiéndose de haberle contado todo, lo hecho sin compasión de su habitación.
- Ok, ok, por cierto linda pelota.- Sonrió malicioso y se fue cerrando la puerta muy fuerte.
- Se acabo. Esto termina esta semana.
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- Bien muchachos, falta poco para que se gradúen y vayan a la universidad. – Dijo la maestra – Pero mientras tanto les dejare un proyecto.
Algunos alumnos pusieron una cara de fastidio, no deseaban hacer tareas ya que se acercaba año nuevo y no habría clases, eso para ellos significaba vacaciones.
-Quiero grupos de tres-Los chicos se levantaron y se reunieron con quienes querían- pero antes les tengo una sorpresa. – Las puertas del salón se abrieron dejando ver a distintos alumnos de otras aulas, incluyendo al grupo de Akihiko y a un moreno, Takumi. Ambos identificaron al castaño tan rápido como pudieron y se acercaron a él.
- Misaki!! Seamos grupo!! – Exclamo con una sonrisa que se forjaban a hacer sus labios.
- Seré el líder – se nombró Usagi apegándose al castaño y tomando control de la situación. No se iba a quedar observando como Takumi acaparaba a su novio, simplemente no toleraba ese tipo de situaciones, y peor, no toleraba a Takumi.
El de ojos verdes estaba un poco incomodo, si bien había enviado ese mensaje a Takumi, este aparentaba como si hubiese nada de que hablar, ¿Habrá leído el mensaje? Esa preguntaba se balanceaba por su mente repetidas veces. – Si – acepto con un sonrojo en sus cachetes al sentir el brazo del peli Plata rodear su hombro.
- ¡No es justo! ¿Por qué Akihiko-sempai se va con los ‘perdedores’? – Reclamo una joven, era notorio que estaba insatisfecha y quería hacer un escándalo.
- Disculpa- dijo con voz angelical Kirishima- ¿sería parte de mi grupo? – dirigiéndose a la chica que se encaminaba al castaño. El sabia que aquella muchacha podría causar un problema así que se sacrifico por su amigo, y esperaba que este le devolviese ese favor algún día.
- Ah.. si... – su cara enrojeció de sobremanera atontada de tanta belleza.
- Bueno jóvenes- capto la atención la maestra- el proyecto es hacer un ensayo, pero…
- ¿Un ensayo? – se preguntaron todos al mismo tiempo. Interrumpiendo a la profesora. ¿Por qué un ensayo? Es decir, eso demasiado fácil.
- Chicos! … chicos! – Calló a sus alumnos. – No será tan fácil como piensan… Quiero tres temas, por eso son grupos de tres, y que tengan que ver uno con el otro. Y mas les vale escribir algo bueno que tenga sentido con los problemas que se esta viviendo en la actualidad. Bien, tienen hasta el próximo martes.
- Lo haremos en mi casa- dijo Takumi aprovechando la situación, era la oportunidad perfecta para poner en meza su última carta.
- Como quieras – hablo Akihiko sin importarle- Misaki y yo investigaremos los temas a tratar y ….
- Bien, este sábado a las 10:00 am-interrumpió satisfactoriamente.
- No puedo- dijo en voz baja atrayendo las miradas de los mas altos.
- ¿Domingo? - pregunto Takumi, algo desconcertado. Obteniendo la afirmación del castaño continuo- Perfecto, nos vemos el domingo.
Misaki noto demasiado entusiasmo por parte de su amigo, era algo extraño, normalmente Takumi era algo callado, pero esta vez actuaba con cierta felicidad y ansias por el fin de semana.
Los días pasaron, el suave viento anunciaba que se acercaba el invierno, eso , significaba frio para muchos, pero también anunciaba descanso por fiestas.
El castaño quería hablar con su amigo, pero este lo evitaba de forma rápida y cortante, no quería hablar del tema porque sabia que se enfurecería y seria capaz de cometer cualquier locura. Su corazón se había roto, el castaño había sido el único medio de poder acercarse a Akihiko, no obstante su querido amigo lo había malogrado todo, rompiendo sus ultimas esperanzas.
En unos de sus intentos, Misaki le tomo de la muñeca al moreno preguntándole si todo estaba en orden, a lo que este respondió que si y que no se preocupara que estaba bien. Misaki lejos de creer aquellas palabras lo soltó, pero estaba seguro de que algo andaba mal.
Sábado por la noche
- Solo una gota bastara para que pierda la noción de sus sentidos. - hablo un hombre mayor con barba y traje formal.- Se que no me incumbe pero ¿ para que lo quieres? Eres muy joven para estas cosas
- Tienes razón eso no te incumbe- respondió arrogante- toma el dinero y fuera de mi vista.
- Bien… pero recuerda una solo gota. - le entrego el recipiente.
- Si ya se- renegó.
- Oye niño esto no es un juego, podrías matar a alguien. – Advirtió.
- Si!! Ya te escuché viejo! – Subió a su auto se huyó - Eres mío Akihiko, solo mío.
Domingo
- Tienes una linda casa- pronuncio sorprendido el castaño al ver la sala donde harían el proyecto.
- Gracias- contesto con una sonrisa halagadora.
Akihiko se sentó en un mueble rojo con bordes dorados, sacando de su mochila una laptop y colocándola sobre la pequeña mesa de vidrio que yacía frente a él. -Estuve avanzando el ensayo ayer…-No quería pasar mucho tiempo en casa de Takumi por eso se adelantó a la tarea ya era suficiente con que este formara parte de su grupo.
- Como siempre tan considerado Usagi…- dijo Takumi.
Por otro lado, Misaki sabía que ellos dos no se llevaban para nada bien, en cualquier momento podía haber una discusión de ambos y una pelea destruiría todo el trabajo. -Ahh..- suspiro agobiado.
Los jóvenes siguieron el ensayo sin descanso, Takumi escribía y Akihiko dictaba lo que iría plasmado en la hoja. El de cabellos marrones no hacía mucho, no es que no quisiera ayudar, es que Akihiko acaparaba un mundo de palabras perfectas para el ensayo. Cuando quiso aportar solo se vio escuchado por su novio, y, si no conociera un poco a Takumi diría que lo estaba ignorando. En fin, ya estaban por terminar el ensayo solo faltaban uno que otro detalle y podrían irse a casa.
- ¿Desean algo de beber? - Pregunto Takumi.
- No- respondió Usagi, al parecer solo quería terminar el trabajo y marcharse con Misaki.
- ¿Qué me dices Tu, Misaki?- fingió no fastidiarse ante la respuesta del anterior.
- Mm... jugo de naranja creo… - respondió algo tímido.
- Pensándolo bien- hablo el más alto- yo también quiero lo mismo que pidió Misaki- se retractó Usagi.
- ¿Te ayudo? – pregunto el menor a su amigo.
- ¡No! … es decir… no es necesario… - dicho esto se retiró de la habitación dejando a la pareja solos.
- ¡Maldita sea! … - saco tres vasos de vidrio y los coloco en una bandeja- jugo… donde está el jugo… -abrió el refrigerador y saco un botella de jugo de naranja. Lo sirvió en los vasos en cantidades perfectamente iguales y saco una pequeña botella de su bolsillo- Veamos…. Una gotita… no, mejor que sean dos- abrió el frasco y trató de medir por su cuenta ignorando al gotero que también le habían dado- …..- intentó verter la menor cantidad posible pero… si, derramó más de dos simples gotas de afrodisiaco.- Mierda…
Takumi apareció con las bebidas y una amplia sonrisa quizás algo perturbadora.
- ¿Acaso no está la servidumbre? - cuestiono al notar que todo estaba en silencio y ver a Takumi, un niño rico sostenía una bandeja.
- Ah, no. Hoy yo les di un día libre. – dijo de lo más normal.
Misaki agarro un vaso – Gracias- dijo apenado y lo bebió todo.
- Tienes mucha sed ¿verdad?- Rió Usami y le ofreció su vaso- Ten…
Nervioso y mas que avergonzado acepto la bebida.
Sus ojos se abrieron como platos al darse cuenta que ese vaso iba para la persona equivocada- No… ese es para …-
- ¿? – la pareja lo miro desconcertados – ¿Pasa algo?- pregunto serio Akihiko.
- No.. solo que ...- no sabía como excusarse, todo el maldito día había actuado como un idiota y lo que acababa de ocurrir demostraba otra vez su falta de atención y torpeza.
Sin responder dejo que lo bebiese, pero ya había armado otro plan- Misaki… te parece si hacemos una pijamada …- susurro.
- La verdad … no me estoy sintiendo bien…- balbuceó el castaño.
- ¡listo! Termine – exclamo el peli plata.
Su rostro empezó a ponerse rojo, hasta alcanzar un rubor natural, el sudor se hizo presente en su delgado cuerpo- Me duele….
-Sshh- trato de callarlo- ven…- intento levantar a Misaki del sofá.
- ¿A dónde VAS con Misaki? – pregunto Usami.
Él se siente mal.. ira a una habitación a descansar. – dijo nervioso evitando el contacto visual.
Si El inocente de Misaki había tomado la droga entonces lo llevaría a una habitación y lo dejaría ahí hasta que se le pase los efectos. Pero… ¡santo cielo!! tenía que ser tan difícil acostarse con Akihiko, porque todo siempre le salía al revés.
- Él se quedara aquí- repitió – hasta que se sienta mejor.
- ¿Misaki, estas bien?- pregunto algo alterado levantando su rostro.- No, el viene conmigo- dijo al darse cuenta del estado del castaño.
- Es mi amigo, tengo que cuidar de él…- temía lo peor, el castaño en esas condiciones seria capaz de seducir al mayor.
- Si no lo recuerdas , es ,mi novio.- Reclamo, venciendo con esas palabras al supuesto amigo.
No objetó, pues era cierto- Quédate…. Susurro.
- ¿Hmm?
- A mi lado… por favor...-le sostuvo el brazo casi implorando.
Akihiko se sorprendió, y tardó unos segundos en entender la situación, sí, le gustaba a Takumi. A pesar de lo desconcertado que estaba cargo a Misaki- Alguien vendrá a recoger el proyecto. - Fueron las únicas palabras que salieron de su boca.
Estaba desesperado, su rostro había enrojecido más. Apenas escuchaba a Misaki, su voz era tan baja que sus palabras fácilmente se las llevaba el viento.
¿y si estaba enfermo gravemente? No, era ilógico, había estado bien toda la semana.
-U-Usa… Usagi… ten...go s-sed.
- Sed…- susurro Akihiko para asimismo.- Jugo de naranja- pensó rápidamente.-Desde que tomo esa bebida se sintió así-Pensó- Takumi … desagraciado…
Llegó lo mas rápido que pudo a su mansión, cargo a Misaki, era tan liviano…. Lo tendió en su enorme cama con sabanas azules.
- Iré por Tanaka…- pronuncio antes de irse.
- Necesito … te necesito- rogo Misaki atrapando la mano del joven de ojos lilas.
Su respiración era pausada y sus ojos estaban llorosos.
En su ser había despertado el deseo sexual, un animal lujurioso estaba invadiendo su cuerpo dominándolo, su entrepierna dolía pidiendo a gritos que lo atendieran.
Con sus ultimas fuerzas jaló a Usami hacia él regalándole un beso húmedo y reconfortante tratando de fundir su lengua con la de su amante que claramente estaba más que anonadado. Sin pensarlo mucho tiempo respondió ante aquel dulce contacto.
- Otra vez no – pensó Akihiko recordando lo que había sucedido hace unos meses en el cumpleaños de Natsuki.
En suave movimiento el peliplata se acostó en su cama junto a Misaki, sin soltar esos finos labios que lo enloquecían con facilidad.
- No.. puedo- Reacciono – Lo siento pero no puedo hacerte esto – Pensó con claridad , forjándose a dejar la boca del castaño.
Misaki lo miro inexpresivo, Usagi se había sonrojado – Vamos… - imploro con una voz seductora- se que anhelas hacerlo… - se levanto y mordió levemente su oreja, ocasionando y pequeño gemido ronco al mayor.
Lo llevo al baño casi a rastras puesto que el menor solo quería ‘jugar’ en la cama. Abrió la ducha y lo coloco ahí. – “Haz lo tuyo”-Quizás se arrepentiría mas tarde por ser un idiota y no hacerlo, pero sinceramente él creía que aprovecharse de la situación no era lo correcto, si bien desea con ansias unir sus cuerpos no seria de esta manera.
Un sonido lo despertó de sus pensamientos, era el celular de Misaki que estaba que yacía en inmóvil entre las sabanas.
<<mamá>> - Un escalofrió recorrió su cuerpo, pero no se podía poner nervioso y respondió calmado- Hola…?
- ¿Akihiko? – la mujer reconoció en unos instantes la voz del joven quien sostenía el fono del otro lado- ¿Dónde está mi hijo? - pregunto angustiada.
- Él está ocupado ahora- dijo sonando sereno.
- Soy su madre quiero hablar con él…
- Esta en el baño- dijo ocultando sus nervios. - Y aun no terminamos la tarea- mintió.
- En cuanto terminen ese proyecto dile que me llame.
- Si, señora yo le diré …
La conversación termino y ambos colgaron. Usami suspiro y acaricio sus cabellos plateados saliendo de la habitación para informarle a Tanaka todo lo ocurrido y que preparase una habitación para Misaki.
Misaki despertó sintiendo las suaves sábanas que cubrían su cuerpo, el aroma que inundaba la habitación era delicioso y relajante, el lugar estaba sumido en la oscuridad y su cabeza dolía como si alguien lo hubiese golpeado.
Su cuerpo le pesaba y todavía estaba cansado, su mente trajo unas imágenes como si fuese una película recordando todo lo que había pasado el día anterior, su rostro le ardía de lo apenado que estaba, escondió su figura en el edredón y decidió seguir durmiendo.
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La brisa fresca de la mañana hacia tambalear las pocas hojas que quedaban en los arboles de la escuela. La campana sonó anunciando el termino de las clases y los jóvenes salieron a paso lento hacia la salida. Entre ellos se podía distinguir a alguien en particular.
- ¡Oye pedazo de porquería! - Lo arrincono hacia un muro cercano donde no había nadie.
Su cabeza de Takumi chocó con la pared causando un fuerte dolor.
- ¿Qué le pusiste a la bebida?- pregunto furioso estrujando el cuello de la camisa del mas bajo.
- ….. – le lanzo una mirada arrogante.
- ¡Responde!- grito presionándolo.
- ¿Disfrutaste … tener sexo?- Se atrevió a decir, en cada pregunta se reflejaba el resentimiento.
Un golpe sordo le hizo girar el rostro, se mejilla se tornó roja y a los pocos instantes y el dolor intenso no tardo en aparecer.
- ¡No eres mas que una escoria! Y así dices ser su amigo… - Dijo tratando de controlarse- Desgraciado.. – Añadió girándose y dándole la espalda, no servía hablar con este tipo de personas nunca entendían.
- ¿Le dirás a Misaki que fui yo o serás niño bueno y te quedaras callado?- se limpio su labio que empezaba a sangrar.
Apretó sus puños llenos de ira- Púdrete hipócrita…
Mejor LLORAR por escuchar la VERDAD, que SONREIR engañado por las MENTIRAS.