"Has las cosas correctas en el momento indicado"
Abrió sus ojos lentamente con pesadez y sin animos de querer despertar, la habitación estaba oscura y apenas podía distinguir algunos objetos, volvió a sentir aquel frío viento que acariciaba su espalda con delicadeza, la ventana se encontraba abierta dejando pasar aquella fresca brisa que helaba la habitación. Las almohadas y sabanas suaves le hicieron dar cuenta que no era su alcoba.
Sintió como una tibia respiración se posaba sobre su frente poniéndolo muy nervioso. Los recuerdos pasaron fugaces por su mente, caricias, besos, abrazos y gemidos, todo lo vivido el día anterior, sus mejillas ardían de vergüenza. Lo había hecho con Usami Akihiko.
Intentó moverse para cerrar la ventana pero rápidamente una mano lo tomó de la cintura.
-¿A dónde vas?-preguntó con voz ronca y algo pesada.
Misaki enmudeció al instante, escuchar esa voz le ponía muy nervioso-......
El silencio se apoderó del cuarto.
Akihiko miró el reloj que yacía junto a él -Son las 4:35 de la madrugada... -dijo antes de bostezar por el sueño que tenía.
-Hace frío... la ventana esta abierta- habló.
Usagi lo abrazó fuerte sintiendo los cabellos de Misaki chocar con su cuello y algo aturdido se levantó dispuesto a cerrar la ventana.
Misaki sabía perfectamente que estaban desnudos y se ruborizó aun mas tapándose con las sabanas.
Usami volvió a la cama y se acurrucó junto al castaño.
-¿Usagi-san... puedo decirte algo sin que enojes?-preguntó dispuesto a decir la verdad de aquella mentira o mejor dicho "plan" que lo habia estado atormentado.
- ¿Hmm? Cla..ro.. - pudo decir mientras cerraba sus ojos para caer en los brazos de morfeo.
- Promete que no te enojaras...
Después de aquellas palabras no pudo oir respuesta alguna, Akihiko se había quedado dormido otra vez.
Misaki sonrió levemente y pensó que lo mejor sería callar aquel secreto y no volver a tratar de mencionarlo nunca más.
La luz del día iluminaba aquella lujosa habitación llegando también a aquellos cuerpos abrazados que estaban bajo las suaves telas de seda.
-Te ves lindo cuando duermes- dijo al ver que el castaño abría sus ojos.
No dijo nada puesto que se habia quedado mirando aquellos hermosos ojos violetas brillantes.
-Quiero bañarme -dijo desviando su mirada.
Usami sonrió y le señaló una puerta donde se ubicaba el baño de su habitación.
Intento pararse pero sinto un agudo dolor en sus caderas que lo forzaron a caer en la cama.
-¿Estas bien?-preguntó Usagi.
- ¿Ehh? .... si sí- Con un esfuerzo se volvió a levantar de la cama y caminó lo más rápido que pudo hacia el baño, cerró la puerta y se desvaneció . El dolor le decía claramente que habia perdido su virginidad, no se arrepentía es solo que el sabor amargo de la mentira no lo dejaba en paz.
Lavó su cuerpo con agua caliente, recordando a detalle lo ocurrido el día anterior.
Akihiko se levantó con un sonrisa , quitó las sábanas y las coloco en un cesto de ropa sucia. Se dispuso a tender la cama con sabanas limpias como nunca antes en su vida, él mismo no lo podía creer, lo habia hecho con Misaki, al fin habia provado esa piel de porcelana.
La puerta del baño se abrió dejando ver a un castaño con una bata larga de color blanca.
Sus miradas se cruzaron por unos segundos y nerviosos avanzaron.
-Iré yo... -dijo Usagi ingresando al baño.
Misaki asintió y se ruborizó al ver una mordida en el cuello casi llegando a la nuca del peliplata, bajo su mirada y observó unas lineas rojas en la espalda de Usagi, eran arañazos hechos por él al no poder resistir tanto dolor y placer.
La puerta se cerró y Misaki se vistió pensando en las marcas que había dejado.....
Una semana después de las vacaciones
La clase de matemática se tornaba interesante cuando sonó la campana de salida, los jóvenes salieron emocionados planeando lo que harían por el resto del día.
-¿Por qué te tardaste tanto? -preguntó Akihiko a lado de una limusina blanca.
-La profesora habló conmigo...
-Ah, bueno vamonos, iremos a un restaurante de pastas.
- Ahh...-dijo tratando de hallar su cuaderno de matemática en su mochila- Ve tú, me olvidé mi cuaderno regresaré a buscarlo.-dijo desesperado.
- Mañana lo buscas.
-No , tengo que hacer tareas.
-Te espero, apresurate.
Ingresó a su salón desesperado buscando su cuaderno por todos lados...
-¿Buscas esto? -preguntó una voz tan conocida.
-Nico...
El pelinegro se acercó con rapidez al castaño y le propició un inesperado beso en los labios.
Asustado, Misaki lo apartó empujandole ligeramente lejos.
-¿Qué te pasa?- preguntó alterado para luego tomar su cuaderno de apuntes y salir corriendo.
-¿Tomaste la maldita foto?-preguntó Nicolas a una rubia que estaba muy bien escondida detrás de la puerta.
-Claro que sí-respondió con una sonrisa maliciosa.
-Perfecto, te tengo justo donde quiero, Misaki....
*****
Akihiko se encontraba recostado sobre su cama, pensando en su lindo y tierno novio.
La noche en que pasaron juntos, era uno de los pocos recuerdos que le traian de vuelta aquellas emociones y sentimientos encontrados.
Su imaginación estaba empezando a volar cuando de repente su celular emitió un sonido.
Curioso se dispuso a ver el mensaje.
Su mandíbula le pensaba y sentía un enorme nudo en la garganta, se quedó atónito, hasta creyó que sus ojos le mentían vilmente.
Aquella imagen de su querido novio besando al pelinegro, tenia que ser una maldita broma.
"Una imagen vale más que mil palabras"
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