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Vas a llorar por mi por Macarena-chan

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Capítulo 39


Tu amor me cambio.


Asami se encontraba analizando unos datos en su computadora, algunos de sus contactos le habían mandado las fechas de unos vuelos que siempre coincidían cuando Mikhail, Feilong y el viajaban, primero China, Rusia –Donde había ocurrido lo de la primera bomba- después Italia, de nuevo Rusia que por suerte no había ocurrido nada pues Misaki y Feilong literal se encontraban casi solos-Por no contar a los guardias que tenían- y por ultimo Japón, lo que le tenía frustrado era que no le daban ni siquiera un nombre de quien iba en esos vuelos pues quien viajaba al igual que ellos lo hacía en un vuelo privado y por eso no podían buscar información sin que esa persona se enterara.


Mikhail: Asami, ¿Te acuerdas que cuando tratábamos de buscar a Takaba alguien borraba su localización?


Asami se levantó de su escritorio para despejarse un momento, desde que había pasado el último atentado no había descansado ni tampoco Mikhail, estaban cubriendo todo lo que podían, estaban a nada de descubrir a aquel hijo de puta con todo y pruebas, que por cierto aun eran pocas.


Asami: Si.


Mikhail: Este mal nacido al parecer las estaba borrando, mira. —Volteo la laptop donde estaba trabajando para que la viera Asami.


En la maquina se mostraba a Akihiko y a Takaba en frente de las cascadas del Niagara al parecer el peliplateado le estaba proponiendo matrimonio, pero eso no fue lo que le sorprendió, si no que como marca de agua estaba el emblema de luna que Feilong le había mostrado cuando fue a pedirle que fuera niñero de Yong.


(Poner la luna)


Asami: ¿De dónde conseguiste la foto?


Mikhail: Me la enviaron es como de hace un año más o menos…


Asami: ¿Quién la envía?


—Estoy en eso, permítame un momento por favor. —A lado de Mikhail estaba uno de los guardias tecleando con rapidez en su laptop, al parecer rastreando la localización de donde enviaron la foto, había unos tres guardias con ellos aparte de Kirishima, el guardia termino cuando apareció el nombre de un país. —Lo tengo alguien lo envía de ¿Grecia?


Asami: ¿Qué?—Los presentes se acercaron a ver el monitor.


Mikhail: No entiendo, ¿un maldito griego nos está jodiendo? Yo no conozco ningún griego ¿Y tú?—Asami negó, estaba a punto de llamar a un equipo para que fuera inmediatamente a investigar pero sin que nadie le moviera en la pantalla se puso el nombre de otro país.


—Ahora dice Hong Kong y tiene una dirección, según de aquí mandaron la foto.


Mikhail: Es donde residía Feilong.


Asami: Hay otro resultado. —Quedo viendo a Mikhail pues ahora decía Rusia y la dirección donde estaba su casa.


Mikhail: Ese maldito…mira ahora dice Japón....—Se quedaron extrañados pues no decía una dirección, después de eso empezaron a salir países al azar, Londres, Canadá, Mónaco, Bora bora. —Está mandando datos al azar.


Asami: No, hemos estado en esos lugares, ¿Hay una manera de revertir eso y que se rastree la fuente de origen?—Le pregunto al guardia que tecleaba los códigos sin ver.


—Es justo lo que estoy formando. —Cuando iba a presionar “Enter” su laptop hizo corto circuito, aventando miles de chispas haciendo que la aventara, paso lo mismo con la Mikhail y con la de Asami.


Los guardias se pusieron alerta.


Asami: ¡Hijo de puta!—Aventó el vaso que se estaba sirviendo al ver las maquinas literalmente quemándose —Supo que estábamos rastreándolo.


Mikhail: Se está burlando de nosotros.


Asami: ¿Enserio? ¿No me había dado cuenta?


Mikhail: ¿Te calmas? Esta situación también me tiene de malas pero con esa actitud no vamos a llegar a ningún lado. —Se levantó poniéndose en frente de Asami, retándolo, los guardias no sabían a que defender.


Kirishima: Relájense, a todos nos pone los nervios de punta esta situación. —Se puso en medio de los dos haciendo que se separaran. —Puede que la localización si sea en Grecia, fue el primer país que apareció de los cientos que hay, tal vez empezó a mandar nombres al azar para despistarnos.


Asami se sentó de nuevo en su escritorio aventando la laptop al suelo, trato de despabilarse restregando ambas manos en su rostro, Mikhail se sentó en una de las sillas giratorias descansando su rostro en una de sus manos.


Kirishima: Asami ¿Qué hacemos? ¿Vamos a Grecia, China, Rusia? yo tampoco sé que hacer ya.


Misaki: ¿Hace cuánto que duermes querido?—Había entrado sin hacer ruido, los guardias se pusieron en posición de defensa pero al ver que era Misaki y Feilong se disculparon.


Asami: ¿Qué haces aquí?


Misaki: Yo también te extrañe.


Feilong: Enserio, ¿Desde cuándo no duermen?—Dijo preocupado, Asami tenía una línea negra bajo sus ojos, además su entrecejo lo delataba, Mikhail estaba igual sus cejas delataban lo mucho que estaban cansados.


Mikhail: Hemos estado durmiendo las 8 horas, además no deberías estar aquí, váyanse por favor y cuida a mi hijo.


Feilong iba a reprocharle el haberle hablado así pero Kirishima prediciendo lo que iba a suceder si discutían se adelantó.


Kirishima: Durante estos casi seis días solo han dormido ocho horas en total, los he estado obligando a que coman, se bañen y demás. —Asami casi lo mataba con la mirada pero no se preocupó, estando Misaki ahí no haría nada.


Feilong: Vámonos. —Fue por Mikhail jalándolo.


Mikhail: No, suéltame. —Jalo su brazo para que Feilong ya no lo agarrara. —Vete a la mansión y lleva a Misaki contigo.


Feilong: ¿Estas consiente de las horas que no has dormido? —Se quejó pero como si el cansancio que sentía Mikhail fuera suyo, tenía una mueca de preocupación — Por favor ven conmigo y descansa un rato ¿Qué no extrañas a Yong?—Tomo las manos de Mikhail en las suyas.


Mikhail: A ti también pero…—Sin que se diera cuenta Feilong le había inyectado un ligero tranquilizante. — ¿Qué?—Se recargo en Feilong.


Feilong: A mí no me dices que hacer. —Sintió todo el peso de Mikhail en el. —Chicos ayúdenme por favor. —Uno de los agentes le ayudo a cargar a Mikhail, siguió a Feilong a la puerta. —Nos vemos mañana Misaki.


Misaki: Con cuidado. —Escucho como la puerta fue cerrada. — ¿Quieres que haga lo mismo contigo?


Asami: Inténtalo. —Enojado se dio la vuelta para servirse otro vaso de whisky.


Misaki le dio un asentimiento a Kirishima como señal de que todo estaba bien, Kirishima entendió y junto a los demás agentes que sobraran se fue dejándolos solos.


Asami: Te dije que no te quería aquí ¿Acaso no entiendes?—Se volteo a verlo fastidiado.


Misaki: Lo que no entiendo es porque quieres alejarme de ti, al menos deberías contestar mis mensajes. —Noto que Asami no se había peinado, al parecer hace unas horas se había bañado aun que si tenía puesto su traje y demás. —Mira nada más que cara tienes. —Se acercó para tomar su rostro entre sus manos, sintió una fina barba creciendo, Asami quiso alejarse pero Misaki no lo dejo. — Te vas a caer del cansancio. —Su voz salió suave, como si quisiera arrullarlo.


Asami: No me importa, vete a tu casa por favor.


Misaki: Tú me propusiste que me viniera a vivir contigo, así que eso voy hacer desde ahora, esta es mi casa entonces, entiende no quiero dejarte solo.


Asami: Lo que debes entender es que es peligroso estar cerca de mí—Tomo a Misaki de los hombros y lo alejo de él. —Creo que deberíamos dejar de vernos, es lo mejor para ti. —Misaki negó. —Lo único que te he ofrecido es peligro, tú mereces más que eso.


Misaki: Es imposible que ahora me vaya de tu lado, no lo voy a hacer por más que me digas y menos ahora que necesitas que alguien te regañe por no comer bien.


Asami: No quiero que te maten por mi culpa, no soportaría eso, prefiero verte lejos, a salvo.


Misaki: Eso no va a pasar, me siento vulnerable al no estar contigo y sé que te pasa lo mismo.


Asami: No es…


Misaki: De lo contrario ahorita estarías bien descansado y alimentándote bien. —Se aguantó las ganas de llorar, debía mostrarse seguro para que Asami lo estuviera también. —Además eres muy celoso, no dejarías que hiciera mi vida con otra persona. —Sintió como Asami apretaba su cintura con sus dedos. —Y no lo haría, porque no hay fuerza Tu


que me haga dejar de pensar en ti, me enamoraste como no tienes idea, te amo y si tengo que matar para protegerte lo hare, porque sé que tú lo harás por mí, en este tipo de situaciones me necesitas a tu lado y yo también te necesito, de ahora en adelante cualquier problema que surja es de los dos, no nada más de uno, apóyate en mi porque no te dejare solo.


Sintió como Asami lo tomaba del cuello con una mano y con la otra en su cintura lo junto a él, habían extrañado tanto los labios del contrario que Misaki no perdió la oportunidad de suspirar, Asami los dirigió al sillón más cercano y se sentó haciendo que Misaki se sentara en sus piernas, todo eso sin dejar de besarse, Asami fue quien con mucha fuerza de voluntad se separó.


Asami: Tienes razón, no dejaría que le pertenecieras alguien más. —Abrazo a Misaki que al sentirlo se acurruco en su cuello. —Te he anhelado tanto…perdóname por ser tan idiota. —Misaki se separó de el acariciándole el cabello.


Misaki: No lo eres, entiendo que quieras protegerme pero hay formas y esas no son el alejarme de ti.


Asami: Lo sé, discúlpame por preocuparte.


Misaki: Esta bien, siempre te perdonare. —Le sonrió mientras lo veía a los ojos, Asami sintió todo el amor que le tenía Misaki con solo una mirada.


Asami: Demonios…enserio no merezco un ángel como tú. —Misaki se rio de pena mientras se escondía en el cuello de su novio, sintió como las labios de Asami estaban besando su cabeza. — ¿Todavía estoy castigado? Mira que respetare que me digas que aún lo sigo, solo es para tener en cuenta que…


Misaki: Vamos a tu habitación.


Asami: Nuestra habitación. —Misaki se mordió el labio y se levantó tomando de la mano a Asami para que hiciera lo mismo.


De la sala a la habitación fue toda una odisea llegar ya que Asami había abrazado por la cintura a Misaki mientras caminaban hacia su cuarto, durante el trayecto Asami fue desnudándolo, primero quitándole la playera que llevaba para segundos después morder el cuello del más bajo que al sentir la boca caliente de su amado gimió al sentir los deliciosos escalofríos que le recorrieron por todo el cuerpo, tuvo que detenerse porque si no tropezaría, Asami había subido sus manos hacia sus pezones para recorrerlos con lentitud, al tenerlo atrás de el Misaki se sentía algo sensible pero le gustaba, hizo su cadera para atrás para masajear el miembro de Asami como respuesta recibió que el contrario le quitara el pantalón junto con sus boxers y calcetas, como consecuencia él estaba desnudo pero Asami aun vestido.


Misaki: ¡Ah!… ¿No que estabas cansado?— Se volteo para después abrazarlo.


Asami: Acábame de cansar. —Lo cargo.


Misaki al sentir el rose de la ropa con su cuerpo desnudo apretó más su cuerpo con el del mayor, Asami fue quien termino de llevarlos a la habitación, ya en ella fue hacia la cama para sentarse quedando Misaki arriba de él, se quitaba la ropa con algo de dificultad, los besos de Misaki en su cuello hacían que perdiera un poco la movilidad.


Misaki: Te he extrañado demasiado. —Se empezó a mover con lentitud arriba del miembro ya despierto de Asami, mientras lo besaba, ambas lenguas al encontrarse hicieron que sintieran un cosquilleo en el vientre.


Asami: Se nota. —La lubricación de Misaki le había manchado un poco el pantalón, dejo a Misaki en la cama mientras él se levantaba para quitarse lo que restaba de ropa.


Al acabar se fue hacia Misaki que abrió las piernas para recibirlo mejor, ambos gimieron sobre el beso que se estaban dando al sentir como sus miembros se juntaron, Asami bajo hacia los pezones del menor para ponerlos al límite de lo que ya estaban, Misaki hizo su cabeza hacia atrás jadeando.


Misaki: Ryuichi. —Se mordió el labio, reunió fuerza había quedado con Asami que el que tenía que cansarlo, así que abrazo con las piernas su torso y se volteo dejando abajo al mayor, tomo una de sus manos y la entrelazo con la suya dejándola arriba de la cabeza del pelinegro. —Te amo. —Lo beso, Asami con su mano libre fue hacia la entrepierna del menor para después meter sus dedos que fácilmente entraron por la lubricación. — ¡Ah! —Mordió delicadamente su labio para después separarse lentamente, bajo sus besos por el cuello para situarse atrás de la oreja de Asami, era un lugar sensible para el mayor.


Asami: Misaki. —Gimió al sentir la deliciosa lengua del castaño, el por su parte tocaba todo lo que podían sus manos, desde los muslos hasta los hombros, sabía que a Misaki le gustaba ser tocado de todas partes antes de que lo tomara, incluso en lugares como sus muslos y caderas apretaba un poco más, le gustaba dejar las marcas de sus dedos en esas zonas.


Misaki: Asami ya metete. —Beso el otro lado del cuello de Asami.


Asami: Déjame prepárate primero.


Misaki: No, ya hazlo, te necesito… ¡Ah! ¡Ah!—Ni siquiera acabo de hablar cuando Asami ya estaba adentro de el de una estocada. — ¡Ah! No te muevas.


Asami: ¿Te lastime?


Misaki: No… ¡Ah!—Tomo las manos del mayor entrelazando sus dedos con los suyos para enderezarse. —Quería hacer esto. —Hizo su cabeza hacia atrás cuando se empezó a mover de atrás hacia adelante, su interior cálido envolvía muy bien el pene del mayor.


Asami: Dios, Misaki. —Misaki con orgullo vio como Asami hacia su cabeza hacia atrás disfrutando el movimiento de caderas que hacía. — ¡Ah!—El castaño sintió como su interior se contraía al escuchar el gemido grave del contrario.


Misaki: Te vez tan sexy cuando gimes. —Sus movimientos de cadera eran tan lentos para el gusto de Asami pero aun así los estaba disfrutando.


Asami: No lo creo, no tanto como la vista que tengo ahora. —Movió su cadera hacia arriba sacándole un jadeo a Misaki.


Misaki: ¡Ahh! T-Te dije que no te movieras, d-deja que yo me encargue. —Asami volvió a moverse. — ¡Ah! Que no te ¡Ah! ¡Ah! ¡Ryuchi!


Asami invirtió las posiciones, ahora él tenía el control de los movimientos, tomo con una de sus manos las manos de Misaki para posarlas arriba de su cabeza y con su otra mano agarro por debajo uno de los muslos del menor para alzarlo y empezar a embestirlo con el ritmo que él le gustaba.


Misaki: ¡A-Asami! ¡Ah! —Asami con lentitud hizo círculos con su cadera, Misaki amaba ese movimiento.


Asami: Te adoro tanto. —Dejando libres los brazos de Misaki tomo su rostro para besarlo con pasión y desenfreno, era adicto a esos delicados y deliciosos labios. —Te amo. —Misaki sonrió en el beso, Asami adoro este gesto, lo había sentido.


Misaki se mordió al ver la imagen de Asami, el sudor de su frente hacia que se le pegaran su cabellos, chupo uno de los dedos de Asami, el mayor sintió como su pene había reaccionado ante esto, bajo su mano hacia el cuello de Misaki y con un asentimiento del menor lo apretó un poco, no tanto para dejarlo sin aire pero si firme, Misaki acaricio con lentitud aquel brazo que lo estaba asfixiándolo, le estaba gustando eso.


Misaki: Ya termina. —Lloriqueo de placer, se masajeo su pecho para bajar hacia su miembro pero Asami tomo su mano y la alejo de ese lugar pero no la soltó. —Hazlo ¡Ahhh!—Al empezar a embestir Misaki sintió como Asami hacia más firme su agarre contra su cuello. — ¡Si! ¡Mierda! ¡Mas!


Sus jadeos solo hacían que Asami acelerara el movimiento de sus caderas, Misaki enterró sus dedos en aquel brazo, no tenía otro lugar de donde sujetarse para poder aguantar ese placer que le estaba dando Asami, su otra mano también la cerraba con fuerza con la de Asami.


Asami: ¡Ah! ¡Misaki! ¡Mierda!—Misaki hacia el movimiento contrario brindando a los dos más profundidad.


Misaki: ¡Ah!—Abrazo por el torso a Asami, estaba a punto de venirse. — ¡Ryuichi!—Sintió como su interior se liberaba de aquella presión para después darle un orgasmo, Asami libero su cuello, había tocado tan bien su próstata dándole un orgasmo anal, su respiración estaba errática haciendo que sacara más de un jadeó que más bien en ese momento eran gritillos.


Asami: Eso es vente, córrete todo lo que quieras. —Dio unas cuantas estocadas más para después correrse. — ¡Ah! —Beso a Misaki mientras se liberaba, mordió el labio del menor ante el placer que sentía. —Eres tan exquisito mi amor. —Misaki cerró los ojos con una sonrisa disfrutando aun de esos espasmos que sentía aparte de la presión que ejercía el pene de Asami dentro de él.


Ambos disfrutaron su orgasmo varios minutos, Asami se acostó en el pecho de Misaki utilizándolo como almohada incluso paso sus manos por debajo para abrazarlo, Misaki puso unas almohadas atrás de el para recostarse y darle un suave masaje en la cabeza de Asami haciéndolo relajar, sus dedos se metían entre los pelinegros cabellos, ambos tenían sus respiraciones erráticas.


Misaki: Descansa mi amor. —El confort que llego después placer hizo que Asami cerrara los ojos, Misaki los tapo a ambos, por suerte las cortinas estaban cerradas así la luz no los molestaría.


 


Takaba llego serio a la mansión, se sentía fatal, subió ignorando a todos cuando se encontró con Akihiko que al verlo lo abrazo, el peliplateado los condujo a su habitación para hablar con más calma, cerró la puerta y se sentó en los sillones que tenía su cuarto.


Akihiko: ¿Qué paso? No me avisaste que saldrías, te fuiste tan rápido que ya no me dio tiempo de preguntarte, ¿Fuiste a buscarlo?


Takaba: Si, pero no fue lo que creí que pasaría, me encontré con otra persona y me hizo darme cuenta que soy una basura. —Tosió por el llanto que tenía, estaba abrazado a Akihiko.


Akihiko: No lo eres, tranquilo.


Takaba: ¿Por qué me tienen que humillar así? Apuesto que si el otro me hubiera engañado no le dirían nada.


Akihiko: Tal vez, pero mira tienes que ponerte en su lugar, ¿Tu que hubieras hecho en su situación?


Takaba: Pues por lo menos escuchar su versión o algo así.


Akihiko: Entonces habla con él, pídele disculpas no hagas lo que hice que la cague yendo borracho a su casa. —Takaba rio ante esto. —Has lo que hemos estado planeando, no digas nada para regresar con él, primero tiene que ver que estas arrepentido enserio ¿Por qué lo estamos verdad?—Takaba asintió. —Y ya después que se calmen las aguas ahora si nos ponemos a trabajar en el plan de conquista.


Takaba: No lo digas así que suena vergonzoso. —Se enderezo para verlo, Akihiko rio al ver su rostro sonrojado.


Akihiko: Es la verdad, tú quieres estar con Asami y yo con Misaki, las cosas como son, así como tuvimos el valor para echarlo a perder todo, también tenemos que tener el valor para reconstruirlo. —Takaba suspiro dándose valor.


Takaba: Lo sé…Dios estoy tan nervioso de volverlo a ver. —Sonrió mientras se mordía el labio con nerviosismo. — ¿Crees que mañana este en su departamento?


Akihiko: No sé, no le pregunte.


Takaba: Ay eres un idiota. —Se levantó. — ¿Cómo va el otro asunto?—Akihiko supo que se refería a lo del divorcio.


Akihiko: Bien, al tener hijos y eso se está haciendo rápido y lo del dinero…


Takaba: Te había dicho que yo no quiero dinero Akihiko.


Akihiko: Ups pues lo siento mínimo me tendrás que aceptar un departamento si no, no te doy el divorcio. —Se alzó de hombros divertido.


Takaba: ¡Pero yo no…!


Akihiko: No está a discusión, tampoco te voy a dejar a tu suerte, que-ri-do.


Takaba: Tampoco soy un inútil, para que te quede claro.


Akihiko: Lo sé, pero aun así. —Salió del cuarto con Takaba reclamándole.


Takaba: Akihiko no me ignores.


Así siguieron, Takaba regañándolo y Akihiko ignorándolo o diciendo incoherencias hasta que bajaron y encontraron a Haruhiko en la cocina en frente del microondas.


Akihiko: ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar trabajando?


Haruhiko: Si, pero no sé porque me siento tan cansado últimamente, nuestro padre me dio el día, pero tengo hambre.


Takaba: ¿Gustas que te haga algo de comer?—Se puso a lado de Akihiko.


Haruhiko: Te lo agradezco, pero. —Saco tres rebanadas de pizza del microondas. — Ya lo resolví. —Mordió con gusto la rebanada, en todos los años que han estado juntos Akihiko nunca había visto a su hermano comer esa clase de comida. —Dios, esta deliciosa. —Empezó a gimotear. — ¿Por qué me perdí tantos años sin probar esto?—Con lágrimas en los ojos le dio otra mordida a la pizza.


Tanto Takaba como Akihiko estaban que no cabían de la sorpresa, nunca, ni en sus más locos sueños imaginaron a Haruhiko en ese estado.


Akihiko: Hermano… ¿Estas bien?


Haruhiko: Nunca he estado mejor. —Agarro la caja de pizza que estaba en la barra y salió de la cocina. —Estaré en mi despacho, con permiso.


Takaba: Propio. —Dijo aun pasmado.


Akihiko: No estoy soñando ¿verdad?


Takaba: No…—Mizuki entro corriendo a la cocina.


Mizuki: ¡Akihiko! creo que acabamos de entrar una dimensión desconocida, Haruhiko está comiendo pizza.


Akihiko: Si, si lo vi.


Takaba: Este día se está tornando cada vez más extraño.


Cuando anocheció Takaba y Akihiko estaban en la sala platicando trivialidades cuando llego Shinnosuke que se fue a sentar a uno de los sillones.


Shinnosuke: Hola buenas noches.


Takaba: Buenas noches. —Akihiko solo le dio una sonrisa.


Shinnosuke: ¿No han visto si Haruhiko ya llego?


Akihiko: Llego temprano, más o menos como a la hora de la comida, se sentía algo mal. —Shinnosuke se levantó.


Shinnosuke: No me aviso nada ¿Dónde está?


Takaba: Tranquilo, hace rato fui a verlo y estaba trabajando es su despacho…


Shinnosuke: Gracias. —Fue con su esposo, le daba algo de nervio verlo en esos momentos, todavía no le decía nada pero sentía que lo sabían ya todos aun que para ser su primer mes no había sentido nauseas matutinas aun que lo raro de todo eso que todas las mañanas Haruhiko era quien se levantaba a vomitar, por un lado agradecía que fuera algo testarudo y que no haya ido al doctor pues al haber regresado de una isla capaz y también mandaba que le hicieran análisis a él.


Akihiko: ¿Entonces… ya estás listo para mañana?


Takaba: No. —Akihiko lo abrazo por lo hombros.


Akihiko: Todo saldrá bien, mira que si dentro de un año no estamos con ellos, me vuelvo a casar contigo. —Dijo como broma.


Takaba: Wow, enserio, que considerado eres. —Se recargo en el hombro de Akihiko. —Espero que al menos me dé la oportunidad de verlo.


A la mañana siguiente Akihiko lo estaba despidiendo en la entrada, a los ojos de los demás miembros de la familia Usami, se veían como dos esposos empalagosos, pero era otra cosa de lo que platicaban a susurros aquellos dos.


Akihiko: Deberías dejar que te lleve uno de los choferes.


Takaba: No, gracias, hace mucho que no uso el subterráneo, además me da tiempo de pensar.


Akihiko: No, más bien te da tiempo para que se te quiten los nervios que dudo mucho que funcione, va a hacer lo mismo si te vas con el chofer.


Takaba: Ya te dije que no.


Akihiko: ¿Y qué tal si alguien te avienta o te tira por accidente una bebida? Iuug que vergüenza ver a mi ex todo pegajoso de la ropa.


Takaba: Mierda. —Cerró los ojos con frustración.


Akihiko: ¿Ves que tengo razón?


Y ahí estaba, en frente del edificio que hace tan solo algunos pocos años había sido su hogar, con sorpresa vio que había más guardias que antes, incluso reconoció a los que estaban vestidos de civiles, tomo varias exhalaciones e inhalaciones para agarrar más valor, sus manos temblaron al abrir la puerta, pero como había dicho Akihiko si habían tenido el valor de verles la cara deberían tener el mismo valor para pedirles perdón, había reflexionado y supo que tenía razón, había formas para cortar a alguien pero la que ellos hicieron merecían disculpas.


Además ya estaba ahí, no por nada había escogido dos horas su ropa, vestía un pantalón negro algo pegado, una camisa de cuello de tortuga blanca fajada y un saco negro de su medida, se veía formalmente informal, antes hubiera ido con todo pegado a la piel y descubierto pero ese estilo ya no le gustaba, pues veía las fotografías que antes se tomaba y se daba vergüenza, incluso se había peinado un poco de lado, no creía que antes ni siquiera eso hacía, con gran decisión abrió la puerta y bajo grácilmente, los guardias que lo conocían no se creían esa imagen, definitivamente Takaba había aprendido algo de etiqueta.


Camino hacia la entrada bajo las miradas de los guardias, eso lo puso más nervioso.


Takaba: Buenas tardes. —Lentamente miro a todos los que estaban parados.


Más de uno tenía la boca abierta, Takaba por todo el tiempo que paso ahí nunca los había saludado y menos de esa forma, hasta parecía que era alguien nacido en cuna de oro por la forma en la que ahora caminaba y por los modales que ahora tenía.


—Buenas tardes. —Un guardia que ya lo conocía se atrevió a hablar. — ¿A qué se debe su visita?—Takaba sintió su corazón bombear más rápido.


Takaba: Busco a Asami, ¿Se encuentra?


— ¿Para qué lo busca?—Takaba trago.


Takaba: Vengo a mostrarle algo…unas fotos importantes. —Mintió, gracias a Dios había llevado su bolsa con la cámara, vio a varios de los guardias susurrarse entre sí.


—Pase, pero que sea rápido. —Takaba se alegró y aterro a la vez, con una sonrisa los despidió.


Takaba: Gracias.


Se metió al lobby para después subir por el elevador público, iba mordiéndose el labio inferior de los nervios que sentía, toda la noche había repasado lo que le iba a decir con Akihiko pero en ese momento se le había olvidado, para mala suerte suya el elevador había subido rápido, con el corazón a mil fue hacia la puerta que indicaba el departamento de Asami y toco el timbre, espero varios segundos y para su desgracia el que había abierto fue Misaki, al perecer se había bañado pues aun podía oler el shampoo en su piel, sintió hervir sus intestinos pues era el que usaba Asami, si aún recordaba eso.


Misaki: Buenas tardes ¿A qué se debe tu visita a mi casa?—Le sonrió pero la amenaza se veía en sus ojos.


Takaba: Buenas tardes, vengo a ver a Asami y no sabía que fuera ya tu casa.


Misaki: No sabía que teníamos que avisarte, justamente ayer acepte en venirme a vivir aquí. —Se interpuso entre la puerta y Takaba mientras se cruzaba de brazos.


Takaba: Que bueno, me alegro. —No se dejó amedrentar por Misaki.


Misaki: ¿A qué viniste?


Takaba: Ya te dije, vine a ver a Asami. —Vio con firmeza a Misaki, ambos debían aceptar que ambos tenían gran convicción.


Misaki: Dime lo que le tengas que decir, yo puedo pasarle tu recado.


Takaba: ¿Eso que veo es miedo? ¿Te da miedo que te lo quite quizá?


Misaki: Claro que no, tengo bien claro lo mucho que me ama, me lo ha dicho. —Decir que Takaba no se sintió mal seria mentir pero no cambio su expresión.


Takaba: Ah, felicidades, pero no te preocupes, vengo en son de paz, pero es importante lo que tengo que decirle, si quieres puedes estar presente.


Misaki: Vete de aquí, créeme que Asami ahorita no necesita más problemas. —Le dijo amenazante.


Takaba: No vengo a crear problemas…—Se hartó de hablar con serenidad. —Dejas que hable con él o si no gritare que Akihiko fue a tu casa estando ebrio. —La verdad lo había dicho sin plan de amenazar pero por el gesto que hizo Misaki descubrió que no le había dicho sobre ese asunto, se mantuvo firme.


Misaki: Pasa. —Dijo entre dientes.


Takaba: Gracias. —Al pasar vio que varias cosas habían cambiado, incluso había flores en cada esquina, cuando él estaba casi todo era gris y no lo decía por el color, sino más bien por el ambiente.


Misaki: Espera aquí, iré a decirle. —Lo dejo en el recibidor.


Vio que había guardias en el comedor, Kirishima se sorprendió de verlo ahí.


Kirishima: Buenas tardes. —Takaba le dio una ligera inclinación con la cabeza.


Takaba: Buenas tardes. —Apretó los labios, por la breve discusión con Misaki se le habían ido los nervios pero ahora los sentía más que antes, respiro varias veces mientras daba leves golpes en su estómago para entretenerse, los guardias miraban disimuladamente lo mucho que había cambiado.


Misaki: Puedes pasar. —Takaba brinco al escuchar su voz. —Está en su estudio, es el que está a la…


Takaba: Recuerdo donde está, gracias. —Se adentró más al departamento, los guardias se sorprendieron al escuchar hablarle así a Misaki.


Iba con paso lento hacia el estudio, ahora mismo quería regresarse por donde vino, pero su otra parte le gritaba que debía ver a Asami, enserio deseaba verlo de nuevo, al llegar frente a la puerta se dio valor y toco dos veces, fueron segundos los que espero para escuchar a Asami darle permiso de entrar, su corazón latió en respuesta a su voz, con la mano temblorosa abrió para después meterse, con delicadeza cerro detrás de él.


Asami estaba de espaldas a él revisando varios documentos, no tenía su traje completo, solo su camisa, pantalón y obvio sus zapatos, siempre le había parecido sexy que Asami se arremangara sus camisas.


Takaba: H-Hola Asami.


El pelinegro dejo de leer de golpe, se volteo a ver sorprendido a Takaba que como respuesta le dio una tímida sonrisa, Misaki le había dicho que alguien quería verlo pero no le dijo quién.


Asami: ¿Takaba?


Takaba: Si…—Apretó sus labios, al menos había sido buena señal que Asami al verlo no le disparara o algo así, se veía justo como lo recordaba, incluso más guapo.


Asami: ¿Qué haces aquí? ¿Qué…?—La verdad no sabía ni que preguntarle a Takaba, una cosa era verlo en fotos y otra ahí parado en frente de él, debía de aceptar que había cambiado bastante.


Takaba: ¿C-Como has estado?


Asami: Bien. —Dejo de lado la sorpresa inicial sinceramente no se había esperado esa visita. —Por favor, siéntate. —Takaba se acercó al escritorio y tomo asiento. — ¿Te ofrezco algo de tomar?


Takaba: S-Si por favor. —Necesitaba algo fuerte o si no sentiría que se desmayaría, espero a que Asami le sirviera su vaso para después sentarse del lado contrario. —Gracias. —Le dio un pequeño sorbo para después dejarlo en el portavasos. —Te ves tan diferente…


Asami: Después de tanto tiempo ¿A qué debo tu visita Akihito?—Takaba tomo otro sorbo de su bebida para que se le fuera el nudo que le impedía hablar.


Takaba: La verdad quería verte, saber cómo estabas, como te ha ido…me alegra que por lo que veo que todo está bien.


Asami: Bueno si, gracias por preocuparte tanto.


Takaba: Quiero que entiendas que no vengo en son de pelear o hacerte pasar un mal rato.


Asami: ¿Entonces? ¿Quieres que entienda las razones el porque me dejaste? Porque créeme, ya no me importan.


Takaba: Yo sé porque hice lo que hice, pero entiendo que había maneras pero sinceramente te conozco, no creo que me la hayas dejado tan fácil.


Asami: He cambiado y no fue por ti.


Takaba: Que bien, me alegro, felicidades enserio, tampoco quiero que nos pongamos a charlar como viejos amigos, no soy tan sin vergüenza.


Asami: ¿Al menos conoces la vergüenza?  Mira si tu intensión es hacerme enojar no te va a funcionar el plan.


Takaba: Ok, entiendo tu rechazo hacia mí, pero ya te dije esa no es mi intención, quería verte porque tenía curiosidad ¿sí? Después de meses me di cuenta que la relación que tuvimos no se puede olvidar tan fácilmente.


Asami: ¿Ah quieres regresar conmigo? No.


Takaba: Por supuesto que no. —Su inconsciente le grito mentiroso, pero debía estar tranquilo. —Necesito cerrar una etapa para continuar otra y…


Asami: Para continuar con tu matrimonio, mira perdón que te enteres por mí pero Akihiko le grito a Misaki que se iba a divorciar de ti, lo siento por romper tu burbuja del perfecto matrimonio que tienes.


Takaba: Mi divorcio no es un secreto, yo mismo se lo pedí a Akihiko. —Asami se sorprendió ante esto. —No debí terminar contigo, te amaba tanto pero me faltaba algo, las cosas como son, me arrepiento, debí intentarlo más y entender las razones del porque no eras tan abierto con tus sentimientos, pero sé que no hay marcha atrás, lo que vengo a pedirte es perdón, perdón por ser un cobarde y no romper nuestra relación cara a cara.


Asami: Enserio lo intente contigo, enserio quería que fuera contigo, no sabes lo mucho que me costaba demostrarte mis sentimientos, yo también te amaba pero fue mi error el no decírtelo.


Takaba: Si. —Sonrió triste. —Ahora entiendo que eres una persona más de acciones que de palabras, solo quería que supieras eso, si tienes algo decirme estoy abierto a todo lo que…


Asami: Gracias.


Takaba: ¿Eh?


Asami: Veo que también has cambiado, los dos hemos cambiado y eso fue por nuestra separación, así que yo también te pido perdón, por no darte la seguridad emocional que necesitabas, fue mi culpa que no sintieras suficiente mi amor, tenías incertidumbre hacia donde se iría nuestra relación, los dos cometimos errores, si yo estuviera con alguien como yo también lo hubiera dejado. —Takaba se rio con tristeza.


Takaba: Bueno así como tenemos o teníamos defectos también tenemos virtudes y conseguimos algunas más, ojala lo hubiéramos entendido antes. —Desvió la mirada con culpabilidad. —Ahorita seria otra la historia.


Asami: Tal vez ahora tendrías un anillo en tu dedo, te lo iba a dar cuando te fuiste. —Takaba frunció el ceño pero era por el llanto que no pudo reprimir.


Takaba: No…—Vio a Asami sacar algo de uno de los cajones del escritorio para después sacar una pequeña cajita de terciopelo negro. —No puede ser. —Puso sus codos en el escritorio para después cubrirse el rostro con ambas manos, su llanto se amortiguaba. —Dios, Asami, enserio perdóname, la debiste pasar tan mal por mi culpa. —Jadeo, ahora sabía que todo el plan que había hecho con Akihiko se había ido a la basura, no iba a hacerle más daño a Asami.


Asami: Debí habértelo dado antes, a fin de cuentas te creía el amor de mi vida, pero ese papel aun te quedaba muy grande, pero gracias porque me enseñaste a amar y el dolor que conlleva. —Abrió la cajita, Takaba sonrió, era hermoso el anillo. —Ten.


Takaba: Asami, no. —Se sentía realmente mal pero sabía que se lo merecía.


Asami: Lo compre para ti, aunque ahora ya perdió el valor sentimental que tenía, además Misaki merece que le compre otro, no puedo darle el que era para ti.


Un golpe le hubiera dolido menos, se cubrió los ojos y apretó los dientes para detener su llanto, los dos caían en cuenta que si hubieran hablado antes de su rompimiento ahora serian un matrimonio, hubieran tenido altas y bajas pero hubieran sabido resolverlo…pero como dicen, él hubiera no existe, ya no valía la pena luchar por algo que ya estaba más que perdido.


Asami: Tómalo como una ofrenda de paz, ya no tengo rencor hacia ti, Misaki me enseño a perdonar. —Takaba asintió, agarro los pañuelos de papel que Asami le ofrecía.


Takaba: De haber sabido hubiera traído mi propio papel. —Ambos soltaron una sutil risa, Takaba se limpió con delicadeza pues si se tallaba iba a quedar peor de lo que estaba.


Asami: Enserio, tómalo, puedes incluso venderlo y comprarte aquella cámara de última generación que tanto querías y que no me dejaste comprártela.


Takaba: Aunque no lo creas. —Sorbió por la nariz ya más tranquila mientras doblaba el papel. —Ahora puedo comprarme esa cámara por mis propios medios, me ha ido bien en mi trabajo.


Asami: ¿Enserio? Con que agencias has trabajado.


Takaba: Te sorprenderías si te lo contara. —Empezaron a hablar trivialidades, Asami sabía que sería una humillación hacia Takaba si salía aun con lágrimas en los ojos a la sala, Takaba se lo agradecía en silencio.


Se tomaron su tiempo de platicar sobre cómo les había ido el tiempo que no se vieron, ya no valía la pena llorar sobre la leche redamada, incluso Asami se burló cuando Takaba le conto que ya se había acostumbrado a la colección de osos que tenía Akihiko, también él no se quedaba atrás le conto como le fue difícil las primeras veces de cuidar a Yong pero como el rubio no entendía le tuvo que explicar desde el principio, Takaba le sorprendió que Feilong fuera doncel y que Misaki trabajaba para el pero aun así siguió con la plática, parecían dos viejos amigos contando sus anécdotas, el tiempo que estuvieron lejos del otro les hizo sanar las heridas que ellos mismos se habían provocado.


Cuando se dieron cuenta de la hora se sorprendieron pues no habían sentido el tiempo que había pasado.


Takaba: Ya es muy tarde.


Asami: Si, no me di cuenta. —Reviso su reloj de su muñeca.


Takaba: ¿Puedo pasar a tu baño?


Asami: Claro, adelante. —Takaba se levantó, en lo que él se refrescaba empezó a servir dos vasos más de licor.


Takaba se lavó la cara, al menos ya no se veía que había llorado, busco en su bolso y se puso algo de crema que le había regalado Ruruka, al parecer era como maquillaje pero no le había entendido bien, por lo menos le sirvió para cubrir la pequeña rojez que aún tenían sus mejillas, los suspiros salían sin que él lo evitara, se sonrió triste ante el espejo para después mandarle un mensaje a Akihiko.


“Es inútil que volvamos con ellos, no merecen que les hagamos más daño”


Se arregló un poco más y salió del baño, fue con Asami que estaba parado frente al bar que estaba ahí.


Takaba: Fue bueno hablar de nuevo contigo, ya tengo que irme.


Asami: Espera, solo tomate este último trago conmigo. —Takaba tomo el vaso que le ofrecía Asami mientras le sonreía.


Takaba: Gracias.


Asami: ¿Me harías un favor?


Takaba: ¿mmm?


Asami: Dile a tu futuro ex esposo que deje en paz a Misaki, enserio, enserio no quiero pegarle de nuevo, su padre me parece un sujeto agradable—Takaba se burló al recordar eso.


Takaba: Akihiko también lo es…aunque claro dejando de lado su mal humor, sus caprichos, sus…no importa mira mientras más lo conoces ya no te va cayendo tan mal, es buena persona.


Asami: No lo dudo pero aun así quiero llevar la fiesta en paz.


Takaba: Esta bien, ¿pero te doy un consejo? tómalo de alguien que ya sufrió tus horribles celos, no importa quien quiera estar en una relación con Misaki o quien lo vea como un pedazo de carne. —Vio la mandíbula de Asami apretarse con enojo. —Misaki no les hará caso porque está contigo eso es lo único que debe de importarte, odio admitirlo pero te ama, hubieras visto hace rato como casi me asesina con la mente.


Asami: ¿Enserio? Bueno si tienes razón, ojala tuviera el poder de controlar a esas personas aprovechadas.


Takaba: Que bueno que no, estaríamos en peligro de extinción. —Ambos se rieron, Asami junto su con el Takaba. — ¿Sin rencores?—Asami asintió.


Asami: Por el perdón.


Takaba: Por lo que no pudo ser. —Ambos chocaron con gracia sus vasos para que después de un trago se terminara el contenido, Takaba al voltear vio que en el escritorio de Asami había una foto de el con Akihiko y como marca de agua una extraña luna. — ¿Qué es esto? ¿Quién la tomo?


Asami: Nuestro nuevo dolor de cabeza. —Takaba hizo una mueca al pensar que se refería a él. —No lo digo por ti, ¿Ves este símbolo?—Señalo la luna. —Ellos o el quisieron atentar contra el hijo de Feilong.


Takaba: ¿Qué?—Su cara cambio por una de completo terror— ¿Por qué quieren dañar a…am…a Yong? Es un bebé


Asami: No sé, solo los amenazaron, hace una semana casi le disparan a Misaki por proteger a Yong.


Takaba: No puedo creerlo ¿Pero porque hay una foto de nosotros?


Asami: En ese entonces yo estaba buscándote, pero cuando estaba a nada de hallarte alguien borraba tu rastro


Takaba: ¿Por qué lo hacía?


Asami: No sé ¿Ese día recuerdas que alguien se acercara o te dijera algo?


Takaba: No, había muchos tomando fotografías, pero sabes en Londres el dueño del edificio donde rentábamos una vez nos dijo que alguien le había preguntado con quien estaba pero el señor al decirle que el nombre de Akihiko aquella persona perdió el interés y se fue.


Asami: ¿Cómo era la persona?


Takaba: Peliroja, su cabello era de un rojo intenso, era una mujer, el señor la describió como algo vulgar y no tan bien de la cabeza, no recuerdo más.


Asami: No puede ser.


Takaba: ¿Qué?


Asami: Esa mujer intentó secuestrar a Yong y a Misaki pero el mato para poder escapar. —Takaba estaba bastante sorprendido.


Takaba: Entonces aquel sujeto esta consiente de todos nosotros, no me sorprendería que incluso sepa de nuestros familiares lejanos, ¿Qué le hicieron para que estuviera tan enojado? Sabes esto suena a que ya lo lleva años planeando.


Asami: No recuerdo, ni siquiera sé quién es. —Takaba se cruzó de brazos.


Takaba: Bueno pues si ya me tuvo en la mira déjame ayudarte, seguramente ahora ni siquiera me volteara a ver cuándo tu pareja ya es Misaki.


Asami: No.


Takaba: Piénsalo ¿Para qué poner atención a una persona que ya no le aporta información indirecta sobre ti? Podría hacerlo, incluso se el modelo de la cámara de esa fotografía.


Asami: No, es peligroso, debería mandarlos a todos ustedes a una casa de seguridad.


Takaba: Que estúpido, mira ya no estoy en las calles como antes, pero podrías llamarme cuando te manden las fotografías, incluso el ángulo dice mucho, mira como esta. —Tomo donde estaban Akihiko y el. —Quien la tomo estaba de rodillas y a pesar de que es normal que todos le saquen fotografías a este lugar él o ella estaba nervioso por sacarla el ligero borrón que tiene en la esquina lo delata.


Asami lo quedo viendo con asombro la verdad nunca se le había ocurrido eso.


Takaba: Si puedo ayudar para evitar que asesinen a un bebé entonces lo voy a hacer, por favor déjame. —Le tomo su brazo.


Asami: Esta bien, pero solo cuando yo te llame. —Takaba cerró los ojos con alivio.


Takaba: Gracias, sé que a lo mejor voy a sonar algo hipócrita pero esa no es mi intención, cuida a Misaki y a ese bebé, nadie debe morir porque una persona así lo quiere. —Asami asintió, Takaba se acercó y le dio un abrazo. —Cuídate. —Asami le correspondió pero a los segundos se separaron. —Espero que este asunto termine pronto.


Asami: Yo también.


Takaba: Fue bueno verte de nuevo, nos vemos.


Asami: Si, no te precipites, espera mi llamada. —Takaba asintió.


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