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Vas a llorar por mi por Macarena-chan

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Epilogo.


El olor a limpieza, alcohol y medicamentos ya era parte de su día a día, incluso ya se había aprendido el nombre de algunas enfermeras y enfermeros que trabajaban ahí, Akihiko había trasladado a Takaba al hospital, esos últimos días había tenido movimientos reflejos que si bien no demostraba que estaba totalmente despierto esas acciones le daban esperanza de que el rubio fuera a despertar en cualquier momento además de que un doctor podía llegar de inmediato si había alguna emergencia


Desde que iniciaba el horario de visita Akihiko no se despegaba de él, incluso llegaba un poco antes, y movía sus influencias para que lo dejaran pasar o lo dejaran quedarse toda la noche, Takaba tenía una habitación para él solo, las enfermeras eran las mismas que lo cuidaban en el departamento de Akihiko.


Al mayor no le pesaba tanto mantenerse a su lado pues se llevaba con él sus materiales de trabajo, que obviamente consistía de su laptop y su maravillosa mente para crear historias.


Era un 22 de septiembre, era un día algo nublado, Akihiko se encontraba en el sofá que tenía la habitación de hospital tratando de concentrarse es su lectura, pero era completamente inútil, pues el sonido de los aparatos que leían los signos vitales de su rubio lo tenían un poco con nervios a que fuera a pararse su corazón o hubiera otra alerta fuera de lo común, habían pasado ya dos semanas más o menos desde el funeral simbólico de Misaki, se sentía agobiado al tener esos problemas que nunca imagino tener, trataba de distraerse, había pasado tan rápido que era imposible creer que Misaki ya no estuviera, no se hacía a la idea, sentía un miedo inexplicable cuando pensaba en eso, su mente aun procesaba la noticia.


La página de su libro se humedeció al instante por una lágrima que había salido sin que lo impidiera, se la quitó con rapidez al escuchar como las enfermeras abrían la cortina que tenía la habitación para darles privacidad a los pacientes cuando los bañaban.


—Señor Usami hemos acabado de asear al señor Takaba ya puede pasar si gusta.


Akihiko: Si, muchas gracias. —Las enfermeras salieron de la habitación para preparar los alimentos de Takaba, se alimentaba por medio de una sonda que estaba conectada a su estómago y para eso necesitaba comida especial.


Al verlo suspiró con resignación al no encontrar un mínimo rastro de conciencia, claro que los raspones en aquella carita iban desapareciendo, pero el collarín especial que no había dejado de usar hacia que esa imagen se viera triste, habían pasado más o menos ocho semanas en ese estado y no se veía la mínima señal de despertar. Le acaricio con lentitud su mejilla que antes era invadida un sutil sonrojo ahora era pálida y la adornaba un raspón que poco a poco iba desapareciendo.


—Señor, con su permiso. —Una de las enfermeras toco mientras la otra iba con los recipientes donde contenía la comida liquida. —Es hora de darle su comida al señorito Takaba.


Akihiko: Si claro adelante. —Se dirigió hacia la ventana mientras que las enfermeras preparaban lo necesario.


Los presentes estaban tan distraídos que no se dieron cuenta que las Takaba estaba frunciendo las cejas.


Takaba: Uhm...—Empezó a quejarse haciendo que todos inmediatamente prestaran su atención a él, intento alzar su mano para quitar las mangueras de oxígeno que le estorbaban.


Akihiko: ¡Takaba!—Se acercó de inmediato a él evitando que hiciera movimientos bruscos. —Shh, con cuidado.


—Llamare al doctor. —Se apresuraron a salir las enfermeras.


Takaba detuvo sus movimientos al sentir que todo le daba vueltas, no reconocía en donde estaba, frunció el ceño al sentir su garganta seca y al sentir que sus movimientos eran limitados.


Akihiko: No puede ser. —Tomo la mano de Takaba para después besarla. —Estas consiente. —Su voz era un murmullo lleno de emociones.


Takaba: Mmm... —Trato de pronunciar movió su boca para tratar de producir algo de saliva.


Akihiko: Shh, no hables, puede hacerte daño. —Con sutiles caricias trato de reconfortarlo pues no había abierto aun los ojos. —Nada me encantaría más que escuchar tu voz, pero hay que esperar a que el medico venga. —Takaba abrió tan solo un poco sus parpados, pero Akihiko supo que lo estaba viendo solo a él. — ¿Takaba...? —Se lo dijo más para el mismo que para el rubio pues el menor no dejaba de verlo fijamente, tal parecía a su ver que trataba de reconocerlo.


—Señor Usami. —El neurocirujano que seguía de cerca el caso de Takaba entro sin tocar la puerta, las enfermeras solo se encontraban ya esperándolo. —Por favor, no trate de presionar al paciente, sé que está ansioso por platicar con su esposo, pero antes de cualquier cosa necesitamos hacerle algunas pruebas para verificar que el joven no tenga ningún daño. —Mientras le decía eso reviso la dilatación de las pupilas y los demás reflejos de Takaba.


Akihiko: No, no, yo solo...trataba de tranquilizarlo, se quería quitar las manguerillas del oxígeno. —Con paciencia vio como los camilleros preparaban a Takaba con cuidado para llevarlo a la zona de pruebas que haría en unos minutos el doctor.


Mientras se llevaban a Takaba este no dejaba de ver a Akihiko ni Akihiko dejaba de verlo, el doctor espero a que salieran los camilleros y las enfermeras, estaba a punto de irse cuando el mayor lo detuvo delicadamente de un brazo.


Akihiko: ¿Si despertó Takaba ya del coma eso quiere decir que ya está bien? ¿no? —Era realista, pero todo en él deseaba con desesperación que no fuera lo que estaba pensando.


—Para eso son las pruebas que le voy a realizar, pero...—Suspiro pesadamente. — Seré sincero con usted, puede que haya varios problemas neurológicos unos más graves que otros.


Akihiko: ¿A graves se refiere a...?


—Un tumor, parálisis cerebral, amnesia permanente...espero descartar todos, con su permiso, no hay tiempo que perder. —Salió de la habitación dejando a Akihiko con el alma pendiendo de un hilo.


Akihiko: No puede ser...—Se dejó caer al sofá donde estaba minutos antes tratando de callar su jadeo con sus manos, por esa razón algo en él le gritaba que fuera realista.


Yong: ¡Papi! —Había parado de jugar con sus crayolas abruptamente, estaba sentado en el piso acolchonado por la alfombra en la oficina de su papá.


Mikhail: ¿Qué paso mi vida? —Dejo de teclear su laptop para prestarle atención.


Yong: Papi popo. —Mikhail se levantó de inmediato, no era porque Yong no tuviera pañal ni mucho menos, si no que habían empezado hacer esa rutina para que Yong dejara ya el pañal, la táctica era que Yong le avisara cuando quería hacer sus necesidades y tratarían de llegar al baño a tiempo y si no llegaban para eso era aún el pañal.


Mikhail: ¡Aguanta, aguanta! Papi popo, papi popo—Cargo a Yong por las axilas para después correr hacia el baño, era una suerte que su estudio contara con un baño, al igual que todas las habitaciones de la mansión que compartía con Feilong.


Abrió cómo pudo la puerta y de inmediato le bajo el pañal entrenador a Yong para después sentarlo en el escusado, después de unos segundos Yong sonrió emocionado.


Mikhail: Ese es mi niño. —Con una sonrisa orgullosa espero a que su hijo terminara, no lo dejo de sostener porque no quería que se cayera a la taza.


Pasados unos minutos Mikhail salió del baño ya con las manos limpias al igual que Yong, lo dejo de nuevo en el piso, pero el ahora también se sentó en la alfombra para ver que iba a hacer.


Mikhail: ¿Qué dibujas cariño? —Le prestó atención como poco a poco el menor iba mejorando su agarre con las crayolas, cada día se esforzaba por enseñarle cosas un poco más avanzadas para su edad, quería que cuando entrara al jardín de niños supiera más cosas que los niños de su edad y lo estaba logrando, que mala suerte que Feilong se estuviera perdiendo todo eso.


Yong: A nosotros. —Dijo sin dejar de colorear lo que sea que estuviese haciendo.


Mikhail: Wow, ¿Me permites ver?—Yong asintió, tomo la hoja tratando de darle forma a las figuras abstractas. —Uhm... ¿Este, este soy yo?—Señalo hacia la "persona" dibujada, el cabello al tener color le dio la idea de lo que era.


Yong: ¡Sí!


Mikhail: ¡Qué maravilla! ¡Mira!—Puso la hoja junto a su rostro. —Somos tan igualitos. —Al escuchar la carcajada de felicidad de Yong sonrió. —Ok, veamos, esta criatura. —Señalo al garabato más pequeño. — ¡Eres tú! —Yong asintió, se mostró un poco más serio al descubrir que la figura de "ojos" verdes y "cabello" café era Misaki.


Yong: ¡Mamá!—Mikhail salto al escuchar el grito de Yong en su oreja, se había acercado sin que él se diera cuenta o más bien estaba bastante distraído para darse cuenta, Yong soñaba feliz al dibujo que representaba a Misaki.


Mikhail: Si...es Misaki...—Había otra figura un poco más alejada de ellos. —Mi vida, ¿esto...este quién es?—Desvió la atención de Yong pues no quería que le preguntara más por el castaño.


Yong: Mami. —Dijo menos contento.


Mikhail: Ah ya... si, dibujaste su cabello largo y...—Yong se alejó para agarrar uno bloques y jugar con ellos.


Sabía que la seriedad del pequeño hacia su madre tenía un motivo, hace dos semanas...más bien desde el fallecimiento de Misaki, Feilong y Asami estaban enfrascados en una búsqueda totalmente inútil, era tanta la culpa que no descansaban hasta encontrar algo, por eso cuando Feilong llegaba a la mansión estaba con un humor terrible que apenas si los saludaba y se encerraba en su habitación o a veces llegaba tan tarde que ya no alcanzaba a ver a nadie porque también salía muy temprano.


Y si, en su habitación, porque ya ni siquiera eso compartía, se mudó a la habitación que estaba en frente de a la de Yong, pero Feilong ni de eso se había dado cuenta. Al menos había varias ventajas una de ellas es que Yong cuando no podía dormir iba hacia la habitación de su padre para dormir y ya no estaba tan lejos como con la habitación principal o por ejemplo cuando Mikhail tenía alguna pesadilla sobre su estúpido pasado podía ir de inmediato a revisar que Yong estuviera bien.


Mikhail: Yong. —Se levantó con todo y el dibujo para ir hacia su pizarra de corcho donde quito y tiro todos los papeles "inútiles" que más bien eran recordatorios de juntas, viajes y sus planes de boda para después poner el primer dibujo de Yong con una tachuela. —Las obras de arte deben ser admiradas en la pared, ¿A qué se ve bien, no?—Se alejó para ver si estaba bien centrada la hoja, Yong se emocionó al ver su dibujo en donde su papi ponía las cosas importantes. —Ven. —Lo cargo para ir hacia su escritorio y sentarlo en sus piernas, ambos quedaron a la altura del escritorio, Mikhail saco una hoja de un cajón y agarro un lápiz para enseguida escribir. —Te voy a enseñar las vocales, esta es la A mayúscula y esta es la a minúscula. —Yong ponía total atención a lo que le enseñaba su papá.


Yong: A.


Mikhail: Exacto, esta es la E...—Yong lo interrumpió.


Yong: ¡Moyoscola!


Mikhail: Enserio me sorprendes. —Se lo dijo serio para después sonreír, su celular vibro como alerta de llamada, le dio el lápiz a Yong para que rayara la hoja.


~~~Llamada~~~


Akihiko: Takaba despertó.


Mikhail: ¿¡Qué!?—Pensó que estaba escuchando mal.


Akihiko: Si, yo todavía aun no puedo creerlo.


Mikhail: No puede ser... ¿Cómo está?


Akihiko: No lo sé, el doctor se lo llevo enseguida para hacerle análisis, pero algo no anda bien. —Su voz sonaba desesperada.


Mikhail: Ok, mira, cálmate creo que lo peor ya paso, la buena noticia es que ya despertó ¿Ya le avisaste a sus padres?


Akihiko: No, es que no sé, no quiero llamarles y que vengan a escuchar alguna mala noticia, solo a ti y a Kirishima.


Mikhail: Esta bien, voy para allá.


Akihiko: Gracias. —Suspiro de alivio.


~~~Fin de la llamada~~~


Mikhail: ¿Debería decirles?— Recargo su cuello en el respaldo de la silla, cerro sus ojos tratando de pensar en lo que haría a continuación. —Ven Yong, debemos hacer una visita antes, a fin de cuentas Asami fue su pareja antes. —Se levantó para cambiar de ropa a Yong.


Asami: ¿Esto es todo lo que hallaron? —Aventó las fotografías que sus agentes habían sacado cuando fueron a Siberia, eran bastantes, Asami no quería perderse ningún detalle.


Feilong: Debe haber prendas, joyas, huesos no sé, algo que podamos recuperar de él...


—Lamentamos informarle que la habitación donde se encontraba el señorito Misaki estaba repleta de gasolina, todo ahí quedo completamente incinerado, no hay nada solo las marcas que dejaron los huesos calcinados. —Dijo como si se burlara, estaban ya molestos de búsquedas inservibles pues era la tercera vez en ese tiempo que viajaban a Siberia, estaban ya cansados, nadie entendía cuál era el afán de esos dos, todos los guardias ahí sabían lo que había pasado, no por nada algunos renunciaron, Asami reventó el teléfono que estaba en su escritorio al aventarlo.


Asami: ¡No hables de esa forma!—El guardia los demás que lo acompañaron en su viaje brincaron al escuchar el estruendo.


Mikhail: ¿Cómo que de esa forma? ¿Con la única y cruda verdad? No importa cuántas veces busques, todo seguirá igual—Entro a la oficina de Asami junto con su primogénito que lo tenía cargando en uno de sus brazos, Asami lo miro con fastidio. —Muchas gracias chicos, creo que ya no será necesaria su ayuda, ya todos sabemos que no hay nada en ese lugar, no entiendo porque algunos se aferran a negar sus errores invirtiendo en búsquedas inútiles y ya innecesarias.


Los agentes agradecieron silenciosamente y salieron ahí con el alma ya en su cuerpo, Kirishima fue quien se encargó de cerrar pues venia atrás de Mikhail.


Asami: ¿¡Quien carajo te crees para dar órdenes a mis agentes!?—Se levantó irritado para encararlo.


Mikhail: El único que si admite que la cago en grande. —Kirishima para distraer a Yong de las ofensas de Asami hacia su padre le dio un plátano que llevaba en su lonchera donde llevaba el almuerzo del menor, se había encontrado a Mikhail en la entrada de la oficina, al parecer habían tenido la misma idea de avisar a Asami sobre Takaba.


Yong: ¡Es a nana!—Tomo con emoción la fruta que le ofrecía Kirishima. — ¿Es a nana?—Le mostro con emoción a su padre el plátano sin cascara que estaba a punto de comerse.


Mikhail: Si mi amor, es una banana. —Yong con bastante alegría mordió su snack.


Feilong: No tienes que restregarnos en la cara lo que ya sabemos. —Con bastante fastidio fue a prepararse algo para tomar y para Asami sin siquiera prestar atención a Yong. — Pero si hayamos algo, lo que sea...


Asami: No quieras creerte el único sin pecados aquí solo porque admites tus errores a los cuatro vientos. —Recibió el vaso que le entregaba Feilong.


Mikhail: No lo hago, pero por más que busquen no van a revivir a los muertos, él ya está muerto... —El y Yong sin decir nada vieron como Feilong se sentaba.


Feilong: Nadie te pidió que vinieras ¿Qué haces aquí? ¿Querías verme? Bueno ya lo hiciste ahora puedes irte. —Dijo mientras señalaba la puerta, Mikhail se había sentido mal ante el tono que Feilong había usado con el pero lo disimulo con una sonrisa de burla.


Yong: Umm...papi. —Quedo viendo a Mikhail para después ver a Feilong, el mayor supo por el movimiento incesante de sus piecitos que quería bajarse así que con total cuidado lo bajo, el menor saco de una de sus bolsas de su pantalón una hoja muy arrugada, camino con algo de torpeza hacia Feilong. —Mami. —Estiro su mano para que Feilong agarrara la hoja desdoblada pero bastante arrugada.


Feilong: ¿Qué es esto?—Arrugo sus cejas tratando de darle forma a eso.


Yong: Dibujo. —Sonrió contento.


Feilong: Wow. —Dijo de forma sarcástica mientras rodaba los ojos y guardaba el papel en el bolsillo interno de su saco para recargarse de nuevo en el sillón mientras cerraba los ojos tratando de bajar el estrés.


Yong: Mami...


Feilong: ¿Qué?—No alzo la voz pero Yong brinco.


Mikhail: Mi vida ven. —Fue por el para después cargarlo.


Asami: ¿A qué viniste?—Hizo una mueca de fastidio, se recargo en la silla del escritorio.


Mikhail: Bueno, es que...—El menor se recargo en su hombro con tristeza. —No nada, olvídenlo. —Definitivamente tendría que callarse algunas cosas desde ahora pero no por eso dejaría que pisotearan su orgullo o a su hijo. —Definitivamente el papel de padrino y madre les quedan a otros.


Feilong: Hemos estado ocupados, esto es importante ¿¡No entiendes!?—Volteo a verlo bastante molesto ignorando el hecho que Yong lo estaba viendo bastante serio, Feilong lucia más cansado, las ojeras lo hacían ver un poco más avejentado además del estrés que compartía con Asami no ayudaba en nada.


Mikhail: Buena suerte buscando las cenizas que se llevó el viento, vámonos cariño. —Beso la cabeza de Yong para después salir, Kirishima fue tras ellos, pasaba más tiempo con Mikhail que con Asami y eso tenía una razón, le había tomado cierto resentimiento a los dos pelinegros después de lo sucedido y más al ver como ignoraban lo importante que pasaba a su día a día, poco a poco se estaba convirtiendo en el asistente del ruso por no decir su amigo.


Yong: Papi...—Al estar dentro del ascensor el menor alzo su cabeza para ver a su padre.


Mikhail: ¿Qué sucede mi pequeño?


Yong: ¿Mi mamá ya no me quiere?—Tanto Kirishima como Mikhail se sorprendieron al escuchar a Yong hablar un poco más claro, el corazón de Mikhail se estrujo al escuchar la inocente voz de su hijo. —Misaki es mi mami. —Se volvió a recargar en el hombro de su padre.


Mikhail: No digas eso cariño. —Acaricio los suaves cabellos de su bebé. —Mamá solo está cansado y triste. —Ya no sabía qué hacer, temía que en un arranque de desesperación Feilong le gritara a Yong o peor, que le pegara, por eso no se lo dejaba o dejaba a Yong acercarse a su madre cuando llegaba de la oficina de Asami o cuando era inevitable no se alejaba para nada y evaluaba cada movimiento de Feilong, aun que Feilong le prestara más atención a su trabajo nunca estaba de mas.


Volteo a ver a Kirishima por una ayuda muda pero noto que este se quitaba los lentes para limpiarse disimuladamente algunas lágrimas que no llegaron a salir.


Mikhail: ¿Quieres una galleta?—Yong de inmediato volteo a verlo con un brillo en los ojos y una sonrisa hermosa que era adornada ya por mas dientes.


Yong: ¡Sí! ¡Si quielo!—Empezó a brincotear en los brazos de su padre.


Mikhail: Ten entonces. —Sabía que estaba mal darle regalos a su hijo cuando estaba triste pero no sabía que más hacer para que no se sintiera mal emocionalmente, si tan solo Misaki viviera...él hubiera hasta enmarcado lo que sea que hubiera dibujado Yong, incluso hubiera llamado la atención de Feilong y Asami al trabajar tanto, los hubiera regañado al ver que ignoraban a Yong. —Misaki...donde sea que estés ayúdame. —Susurro, sintió como su hijo lo abrazaba por el cuello, tal parecía que el que necesitaba apoyo era él y no Yong, no sabía cómo lo haría pero protegería a su hijo de todo y todos incluyendo de Feilong.


Llegaron al hospital en el auto de Kirishima, ni siquiera tuvieron que preguntar ya que Mizuki los estaba esperando para subir con Akihiko.


Kirishima: Hola. —Mizuki y él se saludaron con un gentil beso en los labios, se separaron y entrelazaron sus dedos, empezaron a caminar con Mikhail siguiéndolos, Yong estaba ya dormido en sus brazos. — ¿Qué les han dicho hasta ahora?


Mizuki: Nada, solo entran y salen enfermeras de los laboratorios, tuve que salir unos minutos con Akihiko al jardín del hospital o definitivamente acabaría quedándose completamente loco, si así esta que se acaba las uñas de las manos...


Mikhail: Siento que Takaba va a estar mal, me refiero a que pueda que tenga alguna lesión en el cerebro.


Mizuki: Yo siento lo mismo, hable con unos doctores y me dijeron que el pronóstico es desfavorable.


Kirishima: Deberíamos hablar con Akihiko, si es algo irreversible...no va a quedar de otra más que apoyarlo en todo lo que se pueda.


Mizuki: No va a soportar otra perdida.


Mikhail: Una lesión en el cerebro...—Negó, ya no tenían ninguna esperanza, tenía que apoyar al peliplateado y hacerle ver que por más doctores que visitaran o por más dinero que se pagara Takaba ya no iba a ser el mismo intelectualmente.


El ascensor estaba en silencio, cuando llegaron al piso indicado salieron de inmediato, lo primero que vieron fue a Akihiko sentado en las sillas moviendo su pierna de arriba hacia abajo por la ansiedad.


Mizuki: Akihiko. —El mayor alzo la cara y fue con ellos bastante aliviado, no sabía que haría cuando le dieran la mala noticia y estuviera solo, agradeció la compañía.


Akihiko: Ah, qué bueno que llegaron. —Kirishima y Mikhail lo saludaron con un efusivo abrazo y una palmada en la espalda demostrando apoyo.


Mikhail: ¿Ya te dieron alguna noticia?—Tomaron asientos uno en frente del otro, Kirishima cargo a Yong pues veía a Mikhail ya con algo de cansancio.


Akihiko: Nada importante aún.


Kirishima: Así es esto, a lo mejor están revisando detalladamente cada cosa para descartar algo fuera de lo común. —Trato de consolarlo.


Mikhail: Akihiko...no quiero sonar pesimista pero, hay que estar preparados para cualquier cosa. —Akihiko asintió sin decir nada, Mizuki lo abrazo al ver como unas lágrimas se aglomeraban en sus ojos.


Para ninguno de los tres las palabras de aliento eran su fuerte, pero lo que si podían hacer es demostrando todo el apoyo que salía de sus corazones.


Habían pasado ya tres horas y ninguna noticia les habían dado, Haruhiko acababa de llegar se le veía agitado, corrió hacia su hermano que al verlo enseguida se levantó para abrazarlo.


Haruhiko: Hermano, hermano cálmate. —Al estar tan cerca podía sentir las manos de Akihiko temblando.


Akihiko: No sé qué hacer, ya no sé qué hacer. —Se recargo en su hombro.


Haruhiko: Lo sé, lo sé y créeme cuando te digo que todo tipo de apoyo no te va a faltar, de eso me encargo yo.


Ambos se fueron a sentar junto a los demás, Haruhiko los saludo.


Haruhiko: ¿Qué ha pasado?


Mizuki: Todavía no nos dicen nada, la última hora nadie ha venido a decirnos algo. —Haruhiko torció la boca haciendo ver su descontento.


Haruhiko: Debería hablar con el director del hospital para que apresuren los trámites de lo que sea que estén haciendo. —Se levantó dispuesto a ir a voltear todo el hospital de cabeza.


Mizuki: Haruhiko. —También se levantó para acompañarlo cuando el mismo director del hospital dio la vuelta al pasillo para darles toda la información.


—Buenas noches, me disculpo por la tardanza, pero los doctores a mi cargo y yo queríamos que cada examen realizado al señor Takaba Akihito fuese hecho sin ningún tipo de error, se de ante mano que todos ustedes son sus familiares gracias a que las enfermeras no han dejado de interrumpirnos.


Mizuki: Bueno eso se hubiese podido evitar si nos hubieran dado información concreta de lo que está sucediendo. —Respondió tajante mientras cruzaba los brazos.


—Entonces me disculpo por eso. —Empezó a ordenar los papeles que traía consigo. —Bien, entonces ¿quién es el familiar más cercano del señor Takaba?


Akihiko: Yo soy su esposo. —Ya no lo era pero aun así seguía siendo su pareja, solo habían firmado un papel que ahora se arrepentía de haberlo hecho, todos sintieron su corazón contrayéndose cuando el director del hospital respiro hondo.


—Los exámenes fueron hechos con toda la exactitud que se pudieron hacer...


Akihiko: Pero...—Bajo los hombros sin ningún tipo de esperanza ya.


—Bueno, hicimos todo lo que estaba al alcance de nuestras manos.


Mizuki: No puede ser. —Kirishima lo abrazo como pudo pues tenía a Yong en uno de sus brazos y de inmediato le paso un pañuelo, Mikhail y Haruhiko tomaron de los hombros a Akihiko pues en cualquier momento parecía que iba a desvanecerse.


—Afortunadamente pudimos descartar todo tipo de lesión en el cerebro, pero la lesión en el cuello aun es de cuidado, debe permanecer en reposo por algunas semanas más para que pueda recuperarse por completo, el coma no causo repercusiones aun que si va a tener algunos problemas de movimiento pero es normal, con un poco de terapia física estará perfecto en unos cuantos días.


Mikhail: ¡¿Tanto tiempo de espera para eso!?—Tomo de la bata al doctor para empujarlo contra la pared.


—T-Te-Teníamos que estar 100% seguros que el cerebro estuviera sano, teníamos que descartar tumores, lesiones, también en la columna vertebral —Hablo lo más rápido que pudo pues Mikhail le había enterrado un poco la boca de la pistola en su estómago.


Kirishima: Cálmate Mikhail. —Bajo la mano del rubio, el doctor ante esto se relajó un poco más.


Akihiko suspiro de alivio mientras hacia su cabeza hacia atrás, Haruhiko lo movió un poco con una sonrisa en su rostro, lo soltó y se hizo a un lado, el peliplateado le imito y sonrió también.


—Bueno y también...—Se acomodó su bata y quito algunas arrugas con sus manos. —Queríamos confirmar cuantas semanas...


Mizuki: ¿Cuántas semanas que?—Se acercó amenazante al doctor, este camino algunos pasos hacia atrás.


— ¡El señor Takaba tiene 8 semanas de gestación! —Hablo rápido para evitar otro susto. —Felicidades señor Akihiko, su esposo es doncel y va a hacer padre, afortunadamente el bebé está en buenas condiciones.


Silencio, todos estaban en completo silencio, más que nada la sorpresa adornaba sus rostros, menos el de Akihiko él estaba pálido.


Akihiko: No puede ser...—Apenas si alcanzaron a escuchar su voz porque segundos después se desmayó, desafortudamente nadie alcanzo a sostenerlo.


Mizuki: ¡Akihiko!—Se hinco de inmediato para revisarlo.


— ¿Por qué siempre me tocan los locos o los más peligrosos?—Se vio vencido, el único que no socorría a Akihiko era Mikhail porque estaba apuntándolo con la pistola.


Lo primero que vio Akihiko al despertar fue que todos estaban rodeándolo bastante preocupados, lo habían sentado en una de las bancas, tenía un suero conectado a él, Kirishima tenía una bola de algodón con alcohol pasándole la nariz varias veces.


Akihiko: ¿Q-Qué paso?—Tuvo que parpadear varias veces para despabilarse.


—Por lo menos la madre no se desmayó. —Dijo el doctor más aliviado, Mikhail lo había amenazado de todas las maneras posibles, Akihiko se levantó de repente, se quitó el suero importándole poco que la sangre escurriera de su brazo y manchara su camisa.


Akihiko: ¡Mierda!—Empujo a todos para ir hacia la habitación de Takaba, ignoro los llamados de los demás, el solo quería ver al menor, abrió la puerta de golpe, el enfermero y su compañera salieron sin decir nada, habían acabado por el momento ya su trabajo, Akihiko se relajó al ver que ahora Takaba tenía menos aparatos que antes, ya no se veían tan invasivos. —Ah, mi amor. —Suspiro de alivio. — ¿C-Cómo estás?


Takaba: Y-Yo. —Su voz se escuchaba bastante ronca y bajita, hizo un gesto de dolor al pasar saliva.


Akihiko: Shh, Shh, si te duele hablar mejor no lo hagas. —Se apresuró a ir hasta la cama, se sentó en un banco muy cerca, no quería que hiciera mucho esfuerzo. —Me alegro que hayas despertado, no sabes el miedo que tenía. —Tomo su mano para besarla, Takaba la quito pero fue para acaríciale el rostro con total delicadeza, ante esto Akihiko se recargo más para sentir el toque, necesitaba tanto esa caricia que se permitió llorar, por fin podía desahogarse por todo lo que había pasado. —Te extrañe tanto. —Sollozo, Takaba lo veía con extrema ternura, lo jalo por su camisa, Akihiko entendió y se acercó más a él, al punto que se subió con bastante cuidado para que Takaba lo abrazara como si se tratase de un niño. —Perdóname Takaba, perdóname por no haberte podido proteger, debí acompañarte en todo momento.


Takaba: Shh. —Le paso su mano por su espalda, de arriba hacia abajo, le dolían sus extremidades pero no importaba, le gustaba sentir dolor en todo su cuerpo eso le hacía saber que estaba de nuevo vivo, que toda su motricidad estaba en perfectas condiciones, se mantuvieron así varios segundos, necesitaban sentir su cercanía, confirmar que eso era real. —Amor. —Dijo en un susurro, pero Akihiko lo escucho perfectamente.


Akihiko: ¿Te lastime?—Se quitó de inmediato, Takaba negó con una sonrisa, el mayor ya no se volvió a acostar pero si se acercó para escucharlo. — ¿Qué pasa?


Takaba: Quiero tener al bebé. —Su voz salió bastante ronca pero no por eso Akihiko no le entendió, el mayor se separó con los ojos bastante abiertos haciendo que Takaba sonriera, tenía ganas de reírse pero no porque se iba a lastimar.


Akihiko: Hare todo lo que quieras si con eso me aseguras que no me volverás a dar un susto como quedarte de nuevo dormido por dos semanas. —Takaba quería agarrarse la garganta para no reír pero el collarín se lo impidió. — ¿Estás seguro de poder aguantar a un bebé con mis genes?—Se acercó más para poder tomar con ambas manos el rostro del menor que también tomo las manos de Akihiko, Takaba ante la pregunta asintió con una sonrisa. — Esta bien, vamos a tener a este bebé. —Lo beso con bastante delicadeza, fue muy suave y satisfactorio besar los labios contrarios.


Takaba: Te amo. —Al escuchar eso Akihiko le lleno todo el rostro con besos, que apenas eran roces de sus labios, temía lastimarlo.


Akihiko: Te amo también. —Ambos se sonrieron para besarse de nuevo, se separaron al escuchar unos toques en la puerta.


Mizuki: Disculpen, ¿podemos pasar?—Se asomó apenas por la apertura de la puerta.


Akihiko: Si, adelante. —Se separó de Takaba pero se sentó de a su lado sin dejar de soltar su mano, al contrario, entrelazaron sus dedos, Takaba vio como todos entraban.


Mikhail: ¿Ya listo para la próxima bello durmiente?—Sintió como Haruhiko la daba un golpe en el estómago con el dorso de su mano. — ¿Qué?


Haruhiko: Eres un idiota. —Obviamente había tenido cuidado de no pegarle a Yong.


Kirishima: Me alegro que haya ya despertado Takaba.


Mizuki: Estábamos que nos mordíamos las uñas, literal, mira mis manos. —Le enseño los dedos maltratados por las mordidas. —Takaba frunció las cejas como gesto de dolor, no dejo de ver hacia la puerta que ya habían cerrado, todos habían tomado asiento en los sillones que había ahí, incluso los acercaron a la cama de Takaba.


Takaba: ¿Puedes regalarme algo de agua? —Susurro en el oído a Akihiko.


Akihiko: Por supuesto mi vida. —Con cuidado le acerco el vaso a sus labios, Takaba tomo agua como si hubiera recorrido de ida y de regreso un desierto, se acabó todo el contenido.


Takaba: Gracias. —Por momentos su voz quería volver a regresar y a veces se quedaba afónico, la saliva que empezaba a producir normalmente le estaba ayudando a lubricar su garganta que la sentía como si tuviera un cactus lastimándole.


Mikhail: Akihiko, ya le dijiste de...—Hizo una seña hacia el mismo acariciándose el vientre.


Akihiko: Sobre eso. —Volteo a ver a Takaba con una enorme sonrisa gesto que el contrario imito —Dentro de nueve meses seremos padres.


Mizuki: ¡Awww felicidades! —Se levantó y con cuidado abrazo a Takaba, los demás lo imitaron pero fueron hacia Akihiko para también abrazarlo. —Me alegro tanto...—Se separó para ver que Takaba tenía sus ojos húmedos. —Ay no llores que también me harás llorar, ay qué bonito en verdad. —De nuevo lo abrazo pero ahora Takaba también le correspondió con más fuerza.


Los demás cambiaron de lugar, ahora eran ellos quien felicitaba a Takaba y Mizuki fue hacia su primo limpiándose las lágrimas, Akihiko también tenía los ojos llorosos.


Mizuki: Muchas felicidades primo. —Ambos se abrazaron mientras reían, Haruhiko le pasó un pañuelo a Takaba para que se limpiara las lágrimas.


Mikhail: Hay que organizar el papi shower de una vez.


Mizuki: Se dice baby shower. —Lo volteo a ver con obviedad.


Mikhail: Eso es para los madres donceles y para las mamás, el papi shower es para los papás.


Mizuki: O sea sí, pero yo digo que mejor hagamos todo junto, a final de cuentas es lo mismo ¿Usted que piensa futuro padre?—Volteo a ver a Akihiko que de nuevo se había sentado al lado de Takaba.


Akihiko: Todo lo que diga Takaba se va a hacer. —El rubio se sonrojo mientras negaba.


Mizuki: Oye Takaba, ¿y no estas asustado o algo? hasta parece que ya sabias que eras doncel.


Takaba: Todavía no me lo creo. —Carraspeo un poco. —Pero. —Paso saliva. — Cuando me estaban haciendo estudios me mostraron el ultrasonido y al escuchar el corazón de mi bebé supe que todo estaría bien. —Obviamente todos le pusieron atención y no hablaron para que se pudiera escuchar su voz. —La verdad al pensarlo más tuve demasiada suerte, por la caída y el golpe que tuve hubiera sido probable que lo perdiera, pero no, los doctores me explicaron que está perfecto.


Akihiko: Dios...que alivio. —Suspiro aliviado, los demás asintieron dándole la razón.


Takaba: Por cierto. —Se enderezo un poco más en la cama. — ¿Qué paso con el impostor de Misaki?—A todos se les fue la respiración.


Mikhail: ¿C-Como sabias qué...?


Takaba: Cuando me quede atorado en la camioneta quise rasguñar la cara de "Misaki"—Hizo comillas con sus dedos. —Pero al tocar su cara fue como si una película protectora se quitara y mostrara a alguien más, la verdad recuerdo haber visto ese rostro en la boda de Haruhiko.


Mizuki: Era Shizuku...—Nadie sabía cómo responder a lo que paso, Takaba vio el nerviosismo de todos pero no quiso sacar conclusiones apresuradas.


Akihiko: Amor...


Takaba: ¿Qué paso?—Volteo a ver a todos. — Si, si fueron tras el ¿Verdad?—Todos estaban callados. — ¿Cómo es posible que lo hayan dejado ir? ¿Qué pasara con Misaki cuando regrese de su luna de miel con Asami? Ese loco vaya a hacerles algo, no están...no estamos seguros. —Mikhail lo interrumpió.


Mikhail: Misaki murió. —Takaba lo quedo viendo con estupefacción mientras sentía un cosquilleo en el estómago de terror, los demás miraron con enojo a Mikhail.


Takaba: ¡¿Qué?!—Jadeo al sentir dolor en su garganta. —No, no puede ser. —Empezó a respirar rápido y sonoro. —No, eso no puede ser posible. — Akihiko lo hizo hacia atrás pues podía lastimarse el cuello. — ¿¡Iason lo mato!?...—Todos los presentes lo vieron con sorpresa, Haruhiko frunció el ceño.


Akihiko: ¿Cómo sabes de Iason?—Takaba apretó los labios mientras agachaba la cabeza, empezó a sollozar, eran demasiadas emociones en su sistema.


Haruhiko: ¿Qué tanto sabes?


Mizuki: Ok, Ok. —Suspiro y trato de apaciguar el ambiente. —Chicos no es el momento.


Takaba: No. —Respondió serio mientras se limpiaba las lágrimas. —Me van a contar todo lo que paso, de principio a fin, no quiero que omitan ningún detalle. —Poso lentamente su mirada en todos los presentes. —Yo les contare lo que se, bueno lo que sabía en ese entonces, por favor no me mientan ni oculten nada. —Lo último lo dijo aún más bajo pues le estaba costando hablar además los suspiros por su llanto no le ayudaban, Akihiko se encargó de abrazarlo y reconfortarlo.


Cada uno comenzó a contarle su parte de la historia, cada detalle, cada lugar, cada momento, Takaba con atención los escuchaba y más de una vez soltó maldiciones y groserías, a todos los involucrados que habían humillado a Misaki de una u otra manera, se sentía bastante mal por él, empezaba a ser su amigo, no podía creer que todo ese tiempo habían pasado muchas cosas que no creía posibles.


Varias veces los enfermeros los interrumpían pues tenían que revisar al paciente pero cuando se iban se retomaba la plática, notaron que había pasado ya bastante tiempo pues el cielo se había ya obscurecido, no les importo, incluso les dio igual que más de un doctor los trato de correr pues había pasado ya por bastante la hora de visita, pero le habían prometido a Takaba contarle todo.


Cuando fue la parte de Takaba, Akihiko se molestó un poco por haberle ocultado la ayuda que le estaba haciendo a Asami, si le hubiera dicho se hubieran evitado la ida al hospital, además de que pudo haberlo perdido también a él por ocultarle cosas, el coraje que tenía Akihiko hacia Asami se había incrementado al haberle dado más estrés a Takaba.


El menor no podía creer lo que habían hecho esos tres, matar a unos niños... se decepciono bastante de la imagen que tenia de Asami y Feilong, cuando estuvo a punto de correr a Mikhail de ahí él tuvo que aclarar todo lo que había sucedido años antes y que ya había contado a los presentes.


Mizuki era abrazado por Kirishima, ambos trataban de hacer dormir a Yong, lo habían conseguido al poco tiempo, Takaba ya no lloraba pero los hipos eran inevitables, incluso le dolía ya la parte del diafragma por hacerlos.


Mikhail: Admito que a lo largo de mi vida he matado personas que realmente lo merecían y que el arrepentimiento no es mi amigo en muchas ocasiones, pero hace cinco años que comencé a cortejar a Feilong realmente me daba igual todo, estaba completamente a sus pies, hacia cualquier cosa con tal de que volteara a verme...era inútil pero yo no soy conocido por darme vencido tan fácil, ¡Dios! Le hacía todo tipo de regalos, realmente me había enamorado de él. —Se burló de el mismo. —Cuando Iason quiso entrar en ese mundo de enviar y recibir paquetería, ya saben. —Todos entendieron lo de la droga y demás cosas que transportaban. — El lugar donde se encontraba era perfecto para hacer llegar la mercancía sin tantos problemas, pero cruzaba con tres rutas en específico con la de Feilong y con la que trabaja, bueno trabajaba Asami, obviamente eso no les convenía a esos dos, por mi bueno, no había tanto problema porque no trabajo directamente con esa. —Todos lo escuchaban con atención. — El caso es que no hablamos de miles, sino de millones, demasiados, Iason había llamado la atención de varios interesados, yo no hubiera tenido ningún problema en dejarlo pasar, pero ¡Ah!—Suspiro. —El amor... bueno más bien la estupidez me cegó demasiado que me puse del lado de Feilong y Asami, era un estúpido en ese entonces.


Akihiko: ¿Nada más esa vez?


Takaba: ¡Akihiko!—Le regaño, el ruso rio sin gracia.


Mikhail: Cuando Iason, bueno Blondie como se hacía llamar esos años, quiso pasar por ahí obviamente tuvo que obtener un tipo de "permiso", por claras razones Feilong y Asami no se lo dieron, pero cuando me lo pidió a mí la esperanza de que la atención de Feilong se posara en mi fue más fuerte.


Haruhiko: Realmente eres un estúpido. —Fue lo mismo cuando Mikhail les conto por primera vez la historia, nada más había platicado con Akihiko, Haruhiko y Kirishima en el funeral que se le hizo a Misaki.


Mikhail: Si, ahora que lo pienso y lo digo, fue la estupidez más grande que pude hacer, pero ahora no tendría a Yong así que no estuvo tan mal después de todo. —Respiro profundamente. —Iason no se dio por vencido, más de una vez su mercancía paso por ahí, como nadie lo había visto en persona pues se mataba a su gente como advertencia, pero Iason no paro, no hasta que...


Mizuki: Hasta que mataron a su esposo e hijos. —Mikhail asintió con la mirada un poco hacia abajo,


Takaba: ¿Pero cómo paso eso?


Mikhail: Bueno ese día, se platicó mucho de cómo parar al Blondie, cuando fuimos al lugar donde estaba la gente más cercana a Iason me di cuenta de que se trataban de niños, por supuesto que Asami y Feilong ya sabían, no me habían dicho nada, tuve que enterarme yo mismo ya teniendo a las criaturas en los brazos de aquellos gorilas...cuando sucedió lo que sucedió no tuve el valor de ver, tuve que voltearme. —Era cierto, ese día que se mostraron los videos nadie le había puesto atención a su expresión pues estaban más atentos a ver a los niños pero Mikhail había cerrado tan fuerte los ojos que incluso termino por doler, se enterró las uñas en las palmas de sus manos, era una expresión de completo horror disimulado, como hubiera deseado no poder oír, eso le había traído recuerdos de como su tío lo maltrato varias veces. —Tiempo después dejamos de oír del Blondie y demás, poco a poco se fue dejando el tema de lado, bueno yo si seguía teniendo sueños raros pero era algo con lo que podía lidiar, ya después fue cuando Asami te conoció y... —Hizo una seña con su mano indicando tiempo. —Lo cambiaste de pies a cabeza. —Señalo con su dedo de arriba hacia abajo. — En ese entonces fue cuando embarace a Feilong, lidie con su embarazo y esas cosas. —Movió su mano como restándole importancia. —A los tres meses de que nació Yong fue cuando nos empezaron a mandar anónimos y atentar contra nosotros, fue cuando le pedimos ayuda a Asami para cuidar a Yong mientras nosotros dejábamos pistas falsas por todos lados, en ese entonces pensábamos que seguías con Asami así que estábamos más tranquilos como ya te conocíamos... nuestra sorpresa fue cuando nos enteramos que ya no estabas con él, por eso se decidió contratar a una niñera...


Haruhiko: Y fue cuando contrataron a Misaki.


Mikhail: Exacto.


Takaba: ¿Y cómo está su hermano?


Akihiko: Devastado, cuando se le hizo su funeral simbólico a Misaki, Asami se quiso acercar a él para pedirle perdón pero fue imposible, no quiere verlo, ni a Feilong ni a Shinnosuke. —Fue cuando Takaba le puso más atención a sus manos.


Takaba: Por eso tus manos están así, mira nada más, todas lastimadas. —Las acaricio con delicadeza.


Mikhail: La verdad, estuvo de lujo la golpiza que le puso Akihiko a Asami. — Takaba se sorprendió.


Takaba: Lo que más me sorprende es que Asami no se haya defendido.


Haruhiko: No pudo, Akihiko no lo dejo para nada, parecía perro de pelea trabado. —Se burló Haruhiko, el mencionado solo lo vio con fastidio.


Kirishima: La verdad no me metí a defenderlo porque realmente Feilong y él se habían pasado bastante el día de la boda, se le hincho horrible su cara, antes no lo mataste Akihiko.


Mizuki: Es que estuvo a punto de darse un santo golpe en la cabeza que ya hubiera quedado ahí. —Explico al ver la cara de sorpresa de Takaba.


Takaba: Si hubiera un concurso de pendejos ustedes perderían. —Sonrió mientras negaba, no había otra cosa que hacer que conformarse con lo que ya no tenía remedio, debía concentrarse y prepararse para el futuro que cambiaría bastante dentro de nueve meses, eso era lo importante ahora. —Se me hace tan raro ver a ustedes cuatro tan juntos. —Se refirió a Akihiko, Mikhail, Haruhiko y Kirishima. —Ahora veo el porqué.


Mizuki: Si. —Se sentó para compartir cama con Takaba, se cruzó de brazos viendo a los mayores. — El equipo dinamita.


Takaba: Pensé que eran el equipo buena onda.


Mizuki: Según yo era equipo maravilla. —Ambos se veían con diversión.


Takaba: Yo vote por escuadrón alfa lobo.


Mizuki: Desde ahora serán el equipo alfa buena maravilla onda dinamita escuadrón lobo. —Ni siquiera acabo de decirlo pues la risa le había ganado, Takaba reía también pero quedito, trataba de parar pues ya le dolía bastante la garganta, los mayores trataban de entender pero no podían, solo se los quedaban viendo.


Haruhiko: No entiendo.


Mikhail: Estamos en las mismas.


Akihiko: Se supone que deberías estar descansado. —Dirigió su mirada al menor, Takaba y Mizuki se voltearon a ver mientras volteaban los ojos.


Takaba: Mayores...


Mizuki: De esos que llaman señores.


Kirishima: Bueno ya deberíamos irnos. —Lo tomo de los hombros. —El señorito Takaba tiene que descansar.


Haruhiko: Tiene razón.


Mizuki: Ay no, tú si ya vete o si no esposo dragón va a ser un escándalo...


Haruhiko: No le digas así.


Takaba: ¿Cómo que esposo dragón?


Mizuki: Uff, Shinnosuke con eso de las hormonas locas en su cuerpo esta de un humor...no quiere que Haruhiko se aleje de él pero tampoco quiere que lo abrace.


Haruhiko: Son las hormonas, al menos ya se me quitaron los ascos y los antojos.


Mizuki: Ja, ya te estabas poniendo gordito jajaja. —Se burló, Haruhiko se sonrojo pero para disimularlo se acomodó los lentes como nerd profesional.


Kirishima: Ya vámonos...


Mizuki: Ay... ¿Takaba puedo venir mañana? Tengo que ponerte al día con varias cosas.


Takaba: ¿Con qué? ¿Aceptaste por fin que amas a Kirishima? —Mizuki lo volteo a ver con sorpresa, le dijo un "cállate" sin que la voz le saliera. —y...A-Akihiko ¿Qué crees? Tengo hambre. —Trato de evadir la mirada asesina de Mizuki. —Recuerda que estoy EMBARAZADO y no puedes pegarme...digo dejarme sin comer.


Akihiko: ¿Si verdad?


Kirishima: ¿Cómo está eso Mizuki?—Trato de voltearlo pero el otro se puso rígido.


Mizuki: Nada, creo que mejor me voy con Haruhiko, mis tíos quieren que llegue temprano hoy y...


Haruhiko: No, yo ya me voy, nos vemos mañana Takaba, que descanses.


Mikhail: ¿Puedes dejarme en mi casa? Es que Kirishima me trajo y no quiero hacer mal tercio, nos vemos mañana igual Takaba.


Takaba: Hasta luego. —Mizuki pudo ver como a todos les salían cuernos de diablo, incluso hasta la cola que terminaba en pico.


Kirishima: ¿Nos vamos? —Mizuki ya no dijo nada, solo volteo a ver a Takaba con los ojos entrecerrados.


Mizuki: Nos vemos mañana. —Dijo entre dientes mientras se daba la vuelta y salía de la habitación.


Kirishima: Con su permiso, me alegro bastante que estés de vuelta Takaba.


Takaba: Muchas gracias. —Kirishima se reverenció leve y siguió a Mizuki.


Akihiko: Creo que no va a venir mañana. —Lo abrazo por los hombros.


Takaba: mmm—Asintió.


Akihiko: ¿Cómo te sientes?


Takaba: La garganta está matándome.


Akihiko: Bueno si en más de una ocasión no hubieras alzado la voz como si estuvieras sano tal vez ese dolor no le tendrías en ese momento.


Takaba: Sabes que nada ni nadie puede evitar que haga lo que normalmente hacía, enserio, quiero algo fresco que no sea agua pase por mi garganta.


Akihiko: ¿Te apetece una gelatina?


Takaba: Te amaría más si me la traes. —Ambos rieron, Akihiko alzo la bocina del teléfono que había allí para llamar a una de las enfermeras, Takaba escuchó atentamente esperando a que el mayor colgara.


Akihiko: Afortunadamente si puedes comerla, será tu alimento solido después de 8 semanas. —Takaba torció la boca como muestra de desagrado.


Takaba: ¿Tanto estuve inconsciente?


Akihiko: Bueno, agradezco que no me dieran la opción de desconectarte.


Takaba: ¿Lo hubieras hecho? —Sonrió de lado, Akihiko se acercó a él para besarle con solo un poco de brusquedad.


Akihiko: Por supuesto que no. —Le acaricio el rostro, el toque en la puerta los interrumpió, era la enfermera que traía la bandeja de los alimentos.


—Disculpen, con su permiso. —Llevo la bandeja hasta Takaba. —Por el momento se le recomienda comer alimentos suaves, para que no lastime su garganta.


Takaba: Muchas gracias. —Vio su cena, consistía de gelatina, manzana hervida y té, la enfermera se retiró dejándolos solos de nuevo.


Akihiko: ¿Quieres que te ayude?


Takaba: No, bueno si, nada más con el té por favor. —Akihiko asintió viéndolo comer. — ¡Wow! ¡Vaya!—Dijo tras probar la gelatina. —Esto se siente tan bien. —Fingió el sollozo, pero también sentía gusto por sentir el alimento en su garganta, Akihiko rio al ver su cara. —Akihiko.


Akihiko: ¿Qué pasa amor?


Takaba: Cuando este un poco mejor... ¿Podrías llevarme al lugar donde está la tumba de Misaki? Quisiera dejar algunas flores.


Akihiko: Por supuesto.


Takaba: ¿Enserio no pudieron recuperar su cuerpo? —Comía despacio la gelatina, quería disfrutar la sensación.


Akihiko: No, lo último que nos platicó Kirishima es que Asami había mandado equipos de búsqueda por lo menos para recuperar algo, pero no, esa habitación estaba repleta de gasolina, todo se calcino al instante. —Takaba le acaricio su mano.


Takaba: Realmente lo lamento, sé que aún le tenías cariño a Misaki, no como una pareja. —Se apresuró a decir antes de que Akihiko lo negara. —Pero si como un amigo, lo admito, me duele también su perdida.


Akihiko: Gracias por comprender. —Le devolvió la caricia en el dorso de su mano, se quedaron en silencio, disfrutando solo de su compañía. — ¿Amor?


Takaba: ¿Mmm?—Alzo su mirada.


Akihiko: ¿Qué se siente estar en... bueno en coma?


Takaba: Extraño, o sea, es como si durmieras y despertaras con mucha confusión, como si bebieras un montón la noche pasada jaja, pensé que...era como decían en las novelas o películas estúpidas, que estabas en un cuarto blanco escuchando todo lo que te decían y solo podías salir de ese sitio hasta que encontraras una razón muy importante por la cual despertar, pero no, es como si durmieras y no soñaras, te lastima mucho la luz al despertar, la garganta la tienes muy seca, y sientes todas tus articulaciones rígidas.


Akihiko: ¿Y por qué me mirabas tanto cuando despertaste? Pensé que no me reconocías, creí que te había dado amnesia o algo así de horrible.


Takaba: Ah porque me tapabas la luz de la cortina que me lastimaba y sinceramente no quería voltear a otro lugar, realmente fue maravilloso ver tu rostro, te veías como un ángel. —Akihiko volteo hacia otro lado, sintió un hormigueo en sus mejillas, Takaba sonrió al ver el sonrojo en el mayor.


Akihiko: ¿G-Gracias?—Takaba se burló mientras le daba un bocado a su manzana hervida.


Mikhail al bajarse del auto de Haruhiko le dio las gracias, vio perderse al auto entre las calles, se acomodó mejor a Yong en sus brazos y entro a la mansión, varios guardias lo saludaron, estaban haciendo guardia en la calle y adentro como siempre lo hacían cada noche, había un caminito de luces hasta la casa, era ya noche por lo que se veía muy llamativo.


Mikhail: ¿Ya llego el señor?—Pregunto a un guardia que veía su reloj al momento de escuchar la pregunta.


—No, ¿Quiere que lo vayamos a buscar? Ya es bastante tarde.


Mikhail: No, da igual, el siempre lleva alguien con él y prefiere que no se le moleste mientras está trabajando, de todos modos muchas gracias.


—Para servirle. —Se reverencio.


Mikhail con tranquilidad caminaba, sintió a Yong removerse en sus brazos advirtiéndole que se había despertado.


Yong: ¿Papi?—Se tallo su ojo.


Mikhail: ¿Qué paso mi amor?—Se detuvo a la mitad del trayecto para ver a su hijo.


Yong: ¿Llegamos?


Mikhail: Si cariño, ya llegamos a casa, ¿Ya viste las luciérnagas?—Señalo a los insectos que sobrevolaban algunas plantas.


Yong: ¡Ernagas!—Se emocionó al ver como prendían y apagaban.


Mikhail: Si, vamos a entrar antes de que nos coman los mosquitos. —Bajo a Yong para agarrarlo de la mano y empezar a caminar hacia la mansión.


Al estar adentro las pocas personas de servicio que seguían despiertas lo saludaron, Mikhail los saludo de vuelta y subió para ir a la habitación de Yong para buscar su pijama, se tardó un poco en subir porque Yong estaba subiendo solito los escalones, claro que su padre iba atrás de él cuidando de que no se lastimara.


En lo que Yong jugaba en su habitación Mikhail estaba preparando el baño, lleno la tina de agua caliente y fría para que su hijo se bañara con la temperatura correcta, hizo bastante espuma con el jabón relajante, lanzo algunos juguetes de goma para después salir del baño.


Mikhail: ¿Listo cariño?


Yong: ¡Sí!—Fue hacia su padre para que lo cargara.


Ambos disfrutaban la hora del baño, Mikhail le hacía peinados graciosos a Yong con la espuma de su cabello, incluso él se hacía una "barba" con la espuma que cada vez salía al ser movida el agua, no le importaba mojarse su ropa con tal de jugar con Yong.


Después de media hora Yong se estaba durmiendo en el agua, así que Mikhail lo enjuago y después lo saco para ponerle su toalla de pollo, destapo la tina para que el agua se fuera, limpiaría todo después de hacer dormir a su bebé pues él también quería tomar un baño.


Fue fácil cambiar a Yong pues ya se había pasado su hora de dormir y Yong estaba más dormido que despierto, así era su rutina, todas las noches lo bañaba para que pudiera dormir mejor. Al estar ya vestido con su pijama de Elmo lo cargo y lo arrullo para que se acabara de dormir, acariciaba su rostro, su cabello con extrema delicadeza.


Salió de su cuarto haciendo el menor ruido posible y entro al de Yong de la misma forma, prendió las luces admirando la habitación de su hijo, el aroma a perfume de bebé invadió su sentido olfativo, era de una combinación de blanco, gris claro y una clase de azul del cual no recordaba el nombre exacto, la cama era matrimonial pero tenía barrotes de madera que se subían y bajaban unidos a la base así evitaría que se cayera de la cama, había varios peluches aun recordaba que todos los peluches los había escogido Misaki junto con Feilong, había un closet donde estaba toda la vestimenta y zapatos para toda ocasión del menor, en las estanterías había varios libros infantiles, algunos ya leídos por el para que Yong estuviera entretenido a la hora de dormir, hoy podría saltarse eso.


Con cuidado quito las cobijas para después dejar a Yong en la cama, lo acomodo boca arriba, una a una fue dejando caer las suaves telas, las acomodaba de tal forma que su hijo no pasaría frio en la noche, esponjo un poco más las almohadas que lo rodeaban, Yong suspiro en sueños, eso le indicaba a Mikhail que estaba en total confort.


Admiro por unos segundos su sueño para después dirigirse a la puerta, apago las luces dejando ver las luces de noche en forma de estrellas de todo tipo que rodeaban la habitación, iba a abrir la puerta pero el sonido de alguien subiendo las escaleras lo detuvo, esos pasos eran de Feilong, así que espero para salir, por el momento no quería topárselo.


Mikhail: Llego temprano. —Susurro para el mismo, era la una de la mañana, después de unos segundos escucho como se cerraba la puerta de la habitación principal, espero unos momentos y después salió en silencio.


Entro a su cuarto suspirando de cansancio, se quitó la ropa dejándola en el cesto de basura, tomo una toalla y fue al baño, quito los juguetes de Yong y se metió a la regadera, el agua caliente era agradecida por sus músculos tensos.


Pasaron algunos días, casi nada había cambiado más que las visitas a Takaba, poco a poco su estado iba mejorando, la idea de ser padres los tenía con mucha emoción, miedo e incredulidad, Takaba más que nada aún no se lo podía creer, pero después la emoción lo invadía, Mikhail les daba algunos consejos a los futuros padres, había cosas que era mejor avisar y otras que ellos aprenderían en el camino de la paternidad, Yong ya no estaba tan reacio con Takaba, incluso empezaba a decirles tíos porque Mikhail se lo decía, Takaba lo dejaba subir a la cama, era tierno ver que Yong tenía cuidado con el suero que seguía conectado a él, Haruhiko a veces lo iba a visitar y le dejaba flores, todos habían acordado no decirle a nadie sobre el estado de Takaba más que a sus padres de ambos, de ahí en fuera nadie sabía que ya había despertado, pero los únicos que sabían de su embarazo eran sus amigos.


Mizuki: ¿Qué extraño?—Takaba frunció el ceño, Mizuki veía su celular.


Takaba: ¿Qué paso?—Takaba y Mizuki eran los únicos que estaban en la habitación, Akihiko se había ido al departamento para asearse, Mikhail estaba trabajando desde casa y Haruhiko y Kirishima estaban en sus respectivos trabajos.


Mizuki: Kaoruko me está pidiendo todas las fotos que nos tomamos con Misaki.


Takaba: ¡Cierto! No me has mostrado como lucia Misaki ese día de la boda.


Mizuki: Mira. —Le paso su celular, una a una fue pasando las fotos, estaba asombrado por cómo se veían todos.


Takaba: ¡Wow! El velo esta impresionante, Ruruka tiene bastante talento...Disculpa —Se limpió algunas lágrimas que habían salido al ver a Misaki, era un feo sentimiento saber que Misaki ya no se encontraba con ellos.


Mizuki: Si, hubiera estado todo muy bonito si no hubieran salido con sus estupideces. —Takaba asintió dándole la razón.


Takaba: Por cierto, ¿Dónde está Ruruka?


Mizuki: Se fue de la mansión el día que iba a ser la boda de Misaki.


Takaba: ¿Por qué?


Mizuki: No le pareció que Kaoruko y Shinnosuke hayan sido tan hipócritas y pues mejor se fue a un departamento.


Takaba: ¿Y por qué no ha venido? Me caía muy bien. —Hizo un pequeño puchero, una enfermera entro en silencio pues no quería interrumpir la plática de los amigos, hoy empezarían con la terapia de Takaba para que comenzara de nuevo a caminar y no es que el accidente lo haya dejado invalido, más bien lo hacían por el tiempo que había estado en coma.


Mizuki: Ah es que ha estado ocupado con algunos proyectos que va a presentar, se está preparando para irse a Paris por la beca que gano por sus diseños. —Le ayudo a Takaba a levantarse de la cama, tenían que hacerlo despacio, Takaba enseguida sintió como sus pies hormigueaban por sentir el suelo de nuevo.


Takaba: Ah...


Le fue un difícil al principio, pues sentía un poco débiles sus rodillas y al momento de dar el paso sentía que se caía, pero Mizuki y la enfermera lo sostenían con fuerza para que eso no sucediera, fue para una sorpresa para los mayores encontrarlos así, Akihiko se sintió tan dichoso que no perdió la oportunidad de abrazar a Takaba estando de pie, por supuesto teniendo cuidado con el collarín que aun portaba, pronto empezaría a usar uno más suave según les había dicho el doctor.


Cada día se esforzaba más por caminar, quería tener buena salud, la etapa de peligro empezaba a pasar, había platicado con las enfermeras que lo cuidaban, le explicaron que el primer trimestre era el más peligroso pues podía tener un aborto espontaneo, estaba a dos semanas de cumplir el primer trimestre, podía ya empezar a respirar tranquilo, todavía no lo daban de alta en el hospital, Akihiko le dijo que no iba a salir de ahí hasta que saliera caminando, Takaba se molestó un poco pero ya después reflexionando con el mayor se dio cuenta que podía tener una recaída en su terapia y sería peligroso para el bebé si tuviera un accidente, no se le hacía tan pesado pues todos los que iban a visitarlo lo ayudaban o le daban ánimos además de que él se esforzaba mucho más de lo que le pedían las enfermeras, poco a poco empezó a sentir sus extremidades más fuertes.


Le daba mucha ternura como Yong también le "enseñaba" a caminar, cuando Yong se caía en la blanca habitación llamaba a Takaba y le enseñaba como debía levantarse, se limpiaba su pantalón y seguía caminando con pequeños pasos.


Ya no había tenido problemas de afonía, platicar, comer alimentos sólidos, beber líquidos incluso besar a Akihiko le habían ayudado bastante, había veces que sentía su garganta algo seca pero algo que bebiendo agua podía aliviar, ya había recuperado color en el rostro, unos cuantos kilos y con eso una pequeña curvatura en su vientre empezó a aparecer.


Mizuki lo había empezado a llenar de regalos para él y el bebé, era todo de color neutral pues todavía no sabían que sexo tendría, tampoco querían saberlo, querían que fuera sorpresa, Mikhail, Haruhiko, Kirishima y Akihiko a escondidas habían apostado por el sexo del bebé.


El día tan esperado para Takaba había llegado, el día en que por fin le darían de alta, Mizuki le llevo un conjunto de pants color negro, las enfermeras le ayudaron a asearse por última vez en ese lugar, el doctor ya había dado la indicación de que le cambiaran el collarín así que ahora usaba uno mucho más acolchonado, tenía que usarlo y tomar medicamentos por otras tres semanas más, obviamente empezó también el seguimiento de su embarazo, Akihiko le recordaba cada vez que le tocaban sus vitaminas.


Salió del hospital caminando, tal como habían esperado, pero nadie se separaba de el ya que la emoción podría hacer que resbalara o sus piernas no respondieran, Mikhail les había prestado una camioneta para que fueran mucho más cómodos, eso le había dado una idea a Akihiko, tendría que comprarse una ahora que empezaría a crecer la familia.


No sabía pero el instinto paternal había aflorado en él, al instante de que se enteró que sería padre toda perspectiva que tenía sobre la paternidad cambio, no quería desaprovechar otra oportunidad, no de nuevo con la persona que amaba, tanto Misaki como Takaba lo habían cambiado, Misaki fue importante en su vida y como tal siempre lo recordaría con cariño, fue una equivocación haber terminado con algo tan hermoso, pero había obtenido otra oportunidad con Takaba y no la dejaría ir y no, Takaba no era un reemplazo de Misaki, por supuesto que no, cada uno fue diferente.


El comenzar a convivir con Takaba como amigo hizo que se diera cuenta que se había enamorado de él, en el primer matrimonio que tuvieron hubo mucha presión y culpa por haber engañado a sus ex parejas, pero al estar libre de esa culpa después de que vieron a Asami y Misaki felices les hizo darse cuenta de sus sentimientos, tal vez al principio si era solo pasión y una explosión de hormonas, pero al paso del tiempo eso fue cambiando al conocer la personalidad del otro, sus costumbres, sus sueños, su forma de ver la vida.


Takaba se sentía tan a gusto estar de nuevo en su hogar, no importaba en qué lugar estuviera, Akihiko se había convertido en su hogar, sentía un cosquilleo en el estómago al saber que formaría una pequeña pero amorosa familia junto a él, ya extrañaba ese departamento, incluso había extrañado ver a los osos en el sillón cada vez que bajaba a la sala.


Por suerte sus antojos no habían sido muy excesivos además de que Akihiko se los cumplía a la hora que quisiera, claro que los vómitos y las náuseas habían sido un gran contra.


Akihiko: ¿Y si nos compró un departamento más grande?—Le dijo una mañana durante el desayuno.


Takaba: ¿Más grande?—Casi se atragantaba con las pastillas que se había pasado con el jugo de naranja.


Akihiko: No, es mejor comprar una casa.


Takaba: Akihiko no...—Le dio un mordisco a su desayuno. —Estamos perfectos aquí.


Akihiko: Todos los cuartos están llenos. —Takaba cerró los ojos resignación, era verdad todos los sitios estaban llenos por todo lo que compraba el mayor para sus colecciones. —Y obviamente la bebé...


Takaba: O el bebé...—Le interrumpió.


Akihiko: Necesitara espacio para jugar y esas cosas, debo comprar la casa lo más pronto posible y...


Takaba: Calma, calma. —Lo detuvo antes de que se parara de la mesa. — Hay que hacer las cosas poco a poco, no quiero que te enfermes después de los nervios, sé que estas tan emocionado como yo pero hay que estar calmados. —Acaricio el rostro del contrario. — ¿Si? Primero hay que terminar de desayunar y después ya veremos cómo resolver lo del departamento, puede y que tengamos que desechar lo que ya no sirva...


Akihiko: Pero mi marimo...—Se quejó como si fuera un niño pequeño, Takaba se burló mientras negaba, a veces su novio era todo un caso.


Esa misma tarde se prepararon para ir a visitar la tumba de Misaki, Akihiko había comprado un gran ramo de rosas rosas junto con rosas azules por petición de Takaba, el siempre dejaba de ese color rosado cuando iba solo, destacaban pues la tumba siempre tenía rosas blancas.


Takaba se vistió con una camisa de cuello de tortuga gris y un pantalón de vestir negro, como símbolo de respeto hacia Misaki, ya se había acostumbrado al collarín, por suerte solo faltaba una semana para que se lo quitara, al llegar al cementerio se sorprendieron de ver dos camionetas ahí, Akihiko al estacionarse se dio cuenta de quienes eran, hizo una mueca de desagrado.


Akihiko: Mejor hay que venir otro día. —Empezó a mover la palanca de cambios para ir de reversa.


Takaba: ¿Por qué?—No sé dio cuenta de las personas porque no podía mover el cuello bruscamente pero cuando pudo voltear noto a las dos personas que estaban en la tumba, tomo la mano de Akihiko que estaba en la palanca. —Espera. —Dijo mientras veía a Asami y Feilong.


Akihiko: No vas a ir a dejar las flores con esas dos bestias de ahí.


Takaba: ¡Amor!—Alzo la voz al ver a Akihiko bastante alterado, se daba cuenta que estaba enojado al ver como estaba agarrando el volante, tenía incluso ya sus nudillos blancos.


Akihiko: No...


Takaba: Ni siquiera te he dicho algo. —Se quejó.


Akihiko: No, y no vas a bajarte del auto, venimos otro día. —Takaba quito las llaves del auto apagándolo al instante. — ¡Oye!


Takaba: No, oye tú, tienes las suficientes y mejores razones para matar a esos dos cabrones de ahí, pero yo también tengo cosas que reclamarles ¿Sí? Y no, no quiero bajar y pelearme con ellos así de repente, la verdad si quiero platicar con ellos.


Akihiko: ¿¡Estás loco!? ¿Y si te hacen algo?


Takaba: No creo que me maten así de la nada...—Akihiko lo quedo viendo con cara de "Es en serio"—Ok está bien, fue un mal argumento pero por favor. —Tomo su rostro para que lo viera. —Déjame hacer esto, además mira. —Señalo a Kirishima que se había acercado. —No voy a estar solo, así que no tienes que bajar si no quieres. —Akihiko volteo a verlos mientras suspiraba resignado. —Por favor.


Akihiko: Esta bien. —Acaricio la mano de Takaba. —Pero al mínimo grado de agresión inicio una balacera aunque no tenga pistola. —Takaba sonrió con diversión, beso a Akihiko con lentitud, el mayor adentro su lengua para jugar un poco con la ajena, movían sus labios acoplándose al beso, ninguno de los dos lo había dicho pero sí que necesitaban intimidad, más Takaba que tenía las hormonas a flor de piel por el embarazo, se habían abstenido de tener ese tipo de contacto por la condición del menor pero había momentos como ese que estaban a nada de romper la regla autoimpuesta que habían hecho en silencio.


Takaba: Akihiko...—Susurro con resignación, Akihiko le había sostenido el cabello algo fuerte que había sentido escalofríos en toda su columna vertebral, tenía una extraña sensación húmeda en su entrada, según le habían explicado, cada doncel es un cuerpo diferente además de que nunca se habían dado cuenta de su propia secreción lubricante al momento del sexo pues Akihiko lo cuidaba demasiado para no lastimarlo que usaba un botecito de lubricante entero.


Akihiko: ¡¿Qué?! ¿Te lastime?— Se alejó de inmediato, Takaba se entristeció por eso, pero tendría que esperar un poco más para que su cuerpo estuviera bien y dieran rienda suelta a sus pasiones.


Takaba: No, no. —Le sonrió. —Estoy bien. —Escucho como Akihiko dejaba salir un suspiro aliviado. —Voy a bajar. —Akihiko hizo una mueca pero quito el seguro de su puerta. —Gracias.


Akihiko: Con mucho cuidado por favor. —Takaba asintió al momento de bajar, Kirishima y Akihiko se saludaron con un gesto.


Kirishima: ¿Estas bien?—Tomo las flores que Takaba traía y lo ayudo a bajar.


Takaba: Si. —Le sonrió, Kirishima le ofreció su brazo libre para que se sostuviera y comenzaron a caminar despacio hacia la tumba de Misaki.


Kirishima: ¿Akihiko no va a bajar?


Takaba: Si, en un momento, es que va a tomar un té con Asami y pues quería bajar la vajilla para tener un picnic como buenos amigos que son. —Kirishima rio ante el sarcasmo.


Kirishima: Entiendo. —Poco a poco se fueron acercando, Takaba sentía su corazón latir rápido al ver de nuevo a Feilong y Asami, no podía creer todo lo que había pasado pero sabía que todos tenían su lado oscuro, uno que ya conocía y era Asami.


Ninguno de los dos reparaba en su presencia, habían escuchado un auto llegar pero no le prestaron atención, veían con tanta intensidad la tumba que hasta parecía que querían que Misaki saliera de ahí en cualquier momento.


Takaba: Vaya, duermo algunas semanas y ya hicieron un mierdero. —Ambos brincaron al escuchar su voz, les sorprendió bastante que ya estuviera despierto además que verlo con collarín hacia que se sintieran peor, Kirishima quiso reír ante lo dicho por el menor pero se abstuvo.


Asami: Takaba. —Se quiso acercar pero se detuvo. — ¿C-Cuando despertaste?


Takaba: Hace como un mes.


Kirishima: Y medio. —A completo.


Takaba: Mes y medio. —Confirmo.


Asami: Kirishima, ¿Tu ya sabias?—Kirishima quiso hablar pero Takaba lo interrumpió.


Takaba: Akihiko y yo acordamos no avisarle a nadie más, además no me tienen tan contento como para verlos con buenos ojos.


Feilong: Así que ya te fueron con el chisme. —Dijo con desagrado.


Takaba: Yo les exigí que me dijeran TODO al momento de despertar. —Negó mientras los veía fijamente. —Incluso me contaron de las estupideces que hacen, buscando no sé qué cosas esperando encontrar vivo a Misaki, por favor, no sean ridículos, ni dándose azotes en sus espaldas por la culpa que tienen van a ser que Misaki reviva, ¿Qué diría si los viera en este estado tan patético? ¿Ignorando las cosas importantes?—Ambos estaban en silencio, procesando todo lo que el menor tan fríamente les decía. — ¿Si sabían que Mikhail ha llevado todos los días a Yong a verme en el hospital? ¿Tan enfrascados están en su estúpida culpa y trabajo? A puesto a que ni sabían que Yong ya se aprendió las vocales. —Se burló, su cara de enojo era muy notoria. —Y eso fue gracias a Mikhail que no lo ha dejado por ningún momento por más trabajo y ocupaciones que tenga, Misaki les encargo que cuidaran al niño y no lo están haciendo, ¿Eso en que sitio los deja?—Takaba se enojaba más al no escuchar palabras de ellos. —Entiendo que el luto puede más en ustedes y más en ti Asami que estuviste a punto de casarte, pero hay cosas que ya no tienen remedio, no queda de otra más que conformarse con esta perdida y seguir adelante, todo acto tiene consecuencias, buenas o malas pero es parte de la vida y de lo que hagamos de ella, tal vez no tragan de vuelta a Misaki pero pueden remediar algunas cosas, y cambiar muchas otras.


Asami: Ya no sé qué hacer. —Takaba se sorprendió bastante al escuchar el tono de Asami, nunca lo había visto así. — ¿Qué voy a hacer sin él? No, no puedo salir de este estado tan patético, todo esto. —Señalo las flores que rodeaban la tumba. —Fue mi culpa, yo provoque todo esto. —Su voz entrecortada le indicaba a Takaba que se encontraba sufriendo en serio. — Lo único que quiero es verlo y pedirle perdón por tanto daño que le hice.


Takaba: Lo sé, lo sé porque te conozco, pero ya no hay forma...


Asami: Es que fue mi culpa...era mi esposo, ya lo era, tal vez no legalmente pero ya éramos un matrimonio, nos comportábamos ya como tal. —Takaba sorprendió a los presentes y lo abrazo, tal vez era un cabrón hijo de puta pero era lo que más necesitaba en este momento, Asami le correspondió con fuerza el abrazo—Se ha ido...me amo tan honestamente—A Takaba le rompió el corazón al escuchar la voz entrecortada de Asami, tenía un nudo en su garganta al escucharlo así de roto. —Lo extraño tanto.


Feilong se encontraba llorando, tenía su boca tapada para acallar su llanto, necesitaban tanto un regaño para que pudieran abrir los ojos y darse cuenta de la realidad.


Takaba: Esta bien sentir dolor y arrepentimiento, pero eso no va a cambiar nada, hay que seguir adelante y la mejor forma de honrar su memoria es que mejoremos como personas todos los días, el dolor nos muestra lo que somos y lo que debemos cambiar en nosotros para estar en paz con la vida, hay que perdonarnos a nosotros mismos, solo así...


Hubo varios minutos de silencio, Takaba le limpio las lágrimas a Asami con mucha amabilidad y cariño, no sería fácil que saliera tan rápido de la depresión que tenía pero lo conocía bastante bien, era fuerte y con el carácter para salir de ese momento, tardaría en perdonarse a sí mismo, pero lo haría, tarde o temprano lo haría.


Después media hora platicando se fueron, el primer paso estaba hecho, la venda en sus ojos se había caído o más bien se las había quitado Takaba de un jalón, Akihiko se bajó del auto y fue hacia Takaba, se cruzó con la mirada de Asami que ya se estaba yendo junto con Feilong, ninguno de los dos la alejo del otro pero no dijeron nada, claramente sus miradas reflejaban el desagrado de ambos que tenían uno por el otro, se voltearon con desprecio. Akihiko llego con Takaba, entrelazo sus dedos con el menor que veía lo que decía la lápida.


Akihiko: ¿Estas bien?—Takaba asintió, no quería preguntar por todo lo que había platicado con aquellos dos, pero podía darse una idea por los gestos que hizo cuando hablaba con ellos.


Takaba: No puedo creer esto. — Se recargo en el hombro de Akihiko.


Akihiko: Yo tampoco...paso tan rápido que es difícil de creer todavía. —Estaba perdido en aquella pieza de mármol grabada.


Takaba: Donde quiera que se encuentre...—Tomo el rostro de Akihiko. —Sé que estaría muy feliz por nosotros. —Se tocó el vientre. — Y estuviera muy emocionado por el bebé que viene en camino. —Beso a Akihiko en los labios para después ver hacia la tumba. —Misaki, te pido perdón por las circunstancias en las que nos conocimos y no haber amado a Akihiko como tú lo hacías al principio, él tampoco me amaba. —Sintió como Akihiko lo abrazaba por la cintura. — Pero gracias a ti pudimos estar de nuevo juntos y no sabes el favor que me hiciste ese día al dejarnos solos, tu y yo amamos a Akihiko de una forma que no se puede comparar. —Lo volteo a ver con una sonrisa, Akihiko le correspondió. — Por eso te pido la bendición para nosotros y para nuestro bebé, te prometo que cuidare de ellos de ahora en adelante con mi vida. —Una leve brisa le movió los cabellos, era muy refrescante — ¿Eso fue casualidad o un sí de tu parte? —Se burló para después cerrar el pacto que había hecho con Misaki besando con profundo amor a Akihiko.


Asami antes de subirse a la camioneta pudo ver las figuras de Akihiko y Takaba besándose, sonrió por Takaba, los sentimientos románticos por el habían terminado pero aun así le alegraba que al menos uno de los dos era completamente feliz.


Estaban ambos en la oficina de Asami, Feilong estaba recargado en el respaldo del sillón que Asami tenía allí, su mano masajeaba su frente mientras mantenía sus ojos cerrados, le dolía la cabeza, el mayor estaba parado en frente de las grandes ventanas disfrutando de los colores del atardecer.


Feilong: Ya no sé qué más hacer. —Dijo con un tono algo desesperado.


Asami: No, yo tampoco. —Se dejó caer en su silla mientras cerraba su laptop. —Esto no está funcionado ni va a funcionar, Takaba tiene razón, esto no tiene sentido


Feilong: ¿Qué deberíamos hacer entonces?—Se acomodó mejor para ver a Asami.


Asami: Dejar ya todo esto. —Señalo con ambas manos todo el papeleo y fotografías que tenía con referencia a Misaki. —No está sirviendo de nada, no...no voy a recuperar a Misaki nunca más, es hora de dejarlo ir. —Recargo su codo en el escritorio mientras ocultaba sus ojos con una mano.


Feilong: Ay Asami...—Se levantó para ir a abrazarlo, Asami no dijo nada, acepto el abrazo porque aunque no lo admitiera necesitaba ese gesto desesperadamente. —Lamentablemente no tenemos poder sobre la muerte pero tenemos que seguir adelante, a Misaki por mas enojado que estuviera no le hubiera gustado verte así. —Dejo de abrazar a Asami, pero había dejado su mano en su hombro como símbolo de apoyo, ambos se enderezaron, Feilong no dijo nada al ver sus ojos llorosos.


Asami: No sé si podré hacer esto...


Feilong: Nadie dijo algo sobre olvidarlo, más bien...superar, estarás de luto toda tu vida por la forma en que lo amaste...pero Misaki no hubiera querido verte así. —Acaricio su espalda de arriba hacia abajo. —Tampoco quieras dar pasos agigantados, es poco a poquito. —Agarro una fotografía del lugar donde había muerto Misaki y la tiro al cesto de basura. —Deberíamos empezar a tirar todo este papeleo que ya no te sirve. —Su voz estaba calmada, le ardían ya demasiado los ojos por retener las lágrimas.


Asami comenzó a empujar lentamente con su mano los papeles que se encontraban más cerca de la basura, mientras más lo hacía menos podía retener las lágrimas, no fue hasta que los papeles cayeron que dejo caer aquellas lagrimas por sus mejillas, estaba en silencio, apretando tan fuerte la mandíbula para evitarse gritar, Feilong aun tenia apoyada su mano en el hombro del contrario pero estaba volteado hacia un lado llorando en silencio también.


Estuvieron bastante tiempo así, mas Asami, por más fuerte que quisiera hacerse ver le era algo imposible en ese momento.


El mayor carraspeo para que su voz saliera lo más clara posible, hablo por el intercomunicador que tenía en su escritorio, Feilong sonrió mientras se calmaba, los guardias ya habían perdido la cuenta de las cosas que se rompían allí dentro.


Asami: Cancela todas mis citas. —Kirishima no dijo nada, solo hiso un monosílabo. —Quiero ir a casa. —Dejo el intercomunicador para recargase en su silla. —Necesito descansar. —Era la primera vez que esas palabras salían de su boca.


Feilong: Yo también necesito ir a la mía. —Miro el cielo cambiando de color para dar paso a la noche, aún era temprano, si tenía suerte aun los encontraría en la sala de la mansión jugando o lo que sea que hacen a esa hora, sonrió triste, se estaba perdiendo de muchas cosas pero se las arreglaría por remediarlo.


Los guardias al ver la camioneta que siempre traía a Feilong después del trabajo llegando tan temprano los sorprendió, eran las 7 de la noche.


Al entrar a la mansión el personal de limpieza que laboraba ahí se impresiono pero aun así le dieron la bienvenida a su casa. Feilong buscaba con la mirada a Mikhail y a Yong.


—Buenas noches señor Feilong. —Se acercó para cargar las bolsas que Feilong traía más este no se las dio.


Feilong: ¿Dónde está el señor Mikhail y mi hijo?


—En el estudio del señor Arbatov. —Feilong la paso de largo para subir las escaleras.


Mikhail estaba sentado en la alfombra en frente de Yong, tenía cinco juguetes en medio de los dos, la música clásica se dejaba escuchar al fondo.


Mikhail: Va de nuevo, repite después de mi ¿Ok?—Yong asintió.


Yong: Ok. —Mikhail sintió un calorcito en su corazón al escuchar la voz tan tierna de su bebé, pero se mantuvo serio para dar la "lección" de ese día.


Mikhail: Uno. —Señalo el primer juguete, hizo una seña para que Yong le siguiera.


Yong: No.


Mikhail: Dos.


Yong: Dos. —Tenía una sonrisa al poderlo decir igual que su padre.


Mikhail: Tres.


Yong: Tesssss. —Ambos dejaron de contar hasta llegar al cinco.


Mikhail: Bien, ahora dilos tu solo mientras yo los voy tocando. —Toco cada uno de los juguetes, toco el primero con su dedo.


Yong: No...—Mikhail toco el segundo. —Dosss.


Mikhail: Vas bien, vas bien. —Toco el tercer juguete.


Yong: ¡cuatocinco!—Grito emocionado.


Mikhail: ¡Muy bien! —Dio un aplauso fuerte al aire. —Nada más te falto el tres, pero a cualquiera se le olvida el tres. —Hizo un gesto con su mano restándole importancia. — ¿Qué es un tres?—Escucho un toque en la puerta, suponía que era uno del personal. — ¡Adelante!


Yong: ¡Lante!—Mikhail hizo chocar su palma contra la pequeña palma de Yong, escucharon de nuevo unos toques, refunfuñando Mikhail se levantó y fue hacia la puerta.


Mikhail: Si ¿Qué paso?—Se sorprendió al ver a Feilong ahí, el pelinegro le dio un beso rápido en los labios y paso. —Si claro, pasa. —Susurro para el mismo, dejo la puerta abierta.


Feilong: ¡Hola mi amor hermoso!—Cargo a Yong para llenarlo de muchos besos en su rostro, Mikhail veía como su hijo poco a poco era fastidiado por la cercanía, Feilong parecía de esas tías que te aprietan las mejillas muy fuerte cuando te ven. —Mira, hizo sonar las bolsas. — ¡Te traje galletas de vainilla!—Mikhail se tocó la frente, ya iban mal pero al menos hacia el intento pues Yong había sentido curiosidad al escuchar la palabra galleta, así que con cuidado Feilong saco una y se la dio a probar a Yong, el pequeño al oler la galleta hizo una mueca de asco, Feilong intento otra vez pero Yong negó repetidas veces, empezó a moverse bruscamente para que lo bajara.


Yong: ¡Aaahh!—Grito al sentirse asfixiado, Mikhail fue a su rescate y se lo quito de los brazos a Feilong para cargarlo, Yong se recargo en su hombro.


Feilong: ¿Qué paso? —Volteo a ver a Mikhail esperando alguna explicación.


Mikhail: Si, lo que sucede es que a Yong le dan asco el olor y el sabor a vainilla. —Respondió incómodo.


Feilong: ¿Entonces de que sabor le gustan? Yo estaba muy seguro que le gustaban las de vainilla.


Mikhail: Las chispas de chocolate son sus favoritas.


Feilong: Ah...Bueno no importa. —Mikhail asintió incómodo, camino hacia la salida, Feilong los siguió, con un suspiro Mikhail cerró la puerta tras él.


Mikhail: ¿Pasa algo?—Pregunto al pelinegro pues estaba parado esperando lo siguiente que haría.


Feilong: No, ¿Por qué?


Mikhail: Por nada... —Camino hacia la habitación de Yong, el niño empezaba a dormitar en su hombro, eso era porque lo había bañado antes de empezar su "lección" para aprender los números, además que todo el día se la había pasado jugando en el jardín.


Lo acomodo en su cama como lo hacía todos los días, acomodaba las cobijas para después subir los barrotes de madera que evitarían su caída, Feilong estaba a su lado admirando a Yong, Mikhail se dirigió a la puerta esperando a que Feilong saliera, cuando ambos salieron Mikhail cerró la puerta con delicadeza.


Feilong: ¿Qué tal si nosotros también vamos a dormir?—Con tono sugerente junto su cuerpo con el de Mikhail, el ruso se hizo hacia atrás.


Mikhail: Estoy trabajando, si quieres puedes ir a descansar. —Comenzó a caminar hacia su estudio.


Feilong: E-Estaré en la sala. —Vio a Mikhail asentir.


Eran ya las doce de la noche, Mikhail cerro la laptop al terminar, había invertido en buenos proyectos, no se quejaba pero eso requería bastante de su atención, hizo tronar sus huesos al levantarse de su escritorio, levanto todo lo que era de Yong y lo puso en la caja que tenía en su estudio, no era que Yong dejara un tiradero, al contrario él le había enseñado que cada vez que acabara de jugar debía de guardar sus juguetes pero con la extraña y repentina presencia de Feilong hizo que eso ya no fuera posible, encontraba extraña la actitud del contrario, siempre que llegaba temprano estaba de mal humor, le restó importancia, mientras Yong estuviera fuera de peligro que el mundo siguiera rodando.


Salió de su estudio para ir a la cocina, de repente se le había antojado un té, no quiso molestar a los empleados ya era bastante tarde, así que el mismo se lo había servido. Estaba en esa tarea cuando sintió unas delicadas y estilizadas manos abrazándolo por la espalda, apretó la mandíbula, no sabía porque pero encontraba ya molesto ese toque.


Feilong: ¿Ya terminaste?—Le beso el hombro, tuvo que pararse de puntitas para conseguirlo.


Mikhail: Si. —Dejo el té en la barra para quitar las manos de el con lentitud, se volteo para encararlo, la mano del pelinegro tomo la suya —Estoy bastante cansado, iré a dormir. —Tomo la taza, soltó la mano de Feilong y se fue.


Feilong le restó importancia, pues sabía que tarde o temprano Mikhail iba a estar de nuevo rogando por él.


Era de mañana, había acabado el almuerzo de la familia Usami y como se había hecho costumbre Shinnosuke, Kaoruko y Mizuki se habían ido a la sala, Haruhiko había subido por unas cosas para su trabajo y Mizuki se hallaba trabajando en su laptop sin poner atención a lo que decían aquellos dos. No entendía como pero se preguntaba como su primo Haruhiko le hacia para aguantar a Shinnosuke, aun que en parte lo culpaba pues los primeros cinco meses de embarazo su primo se había pasado cumpliéndole hasta el mas ridículo capricho a su esposo embarazado, el sexto mes Shinnosuke había caído en una especie de depresión por la perdida de su mejor amigo y a cada rato se culpaba por su muerte todo eso sumado a las hormonas del embarazo se había convertido en una verdadera catástrofe, no fue hasta que Kaoruko le dijo que el debía ser el "centro" de atención por su embarazo y no otras personas que el séptimo mes hizo replantearse irse a vivir a otro lugar.


A cada rato le recordaban a Haruhiko y a él la dicha que tenían de tener a aquellos dos viviendo bajo el mismo techo, pero no todo el tiempo actuaban así, con Fuyuhiko y Natsuko eran otros.


Aquellos dos se habían convertido en una especie de mejores amigos caprichosos que a la mínima negativa se convertía en el auténtico Armagedón, tenía que contar hasta mil para no contestar de la manera que quería, ni el ni Haruhiko y por obvias razones Akihiko les habían dicho de la mejora de Takaba.


Kaoruko: Mizuki podrías traernos esas revistas de maternidad que dejamos en las repisas, muchas gracias por tu amabilidad. —Se volteo de nuevo con Shinnosuke para seguir con su plática, Mizuki volteo hacia donde señalaba su prima, noto que solo estaban a tres metros de ella, volvió su vista a la laptop.


Mizuki: No se te van a caer las piernas si te levantas. —Kaoruko jadeo ofendida, empezó a guardar los documentos en los que trabajaba.


Shinnosuke: Uy, creo que alguien se levanto de mal humor. —Se burlo con frivolidad.


Mizuki: Uy, creo que alguien se levantó con mala actitud al igual que ayer. —Dijo serio, se levanto para irse, Shinnosuke se levantó, con un poco de dificultad por los meses que llevaba, pero lo hizo.


Shinnosuke: ¿Quién te crees para hablarme de esa forma? —Se acerco amenazante a Mizuki, tenia total confianza que no le haría nada por su estado. —Debes hablarme con el debido respeto que yo si me merezco.


Kaoruko: Exactamente Shinnosuke, no te dejes por alguien tan amargado como el—Mizuki la ignoro por completo, ya estaba harto de aguantar ese tipo de situaciones.


Mizuki: Me creo Mizuki Shiiba ¿Algún problema primo po-lí-ti-co? No porque estés embarazado y tengas la amistad de alguien tan mimada como Kaoruko te voy a permitir que me faltes al respeto, Haruhiko aguanta tus cambios de humor y caprichos porque eres su pareja y pobre de él, pero yo no, entiendo que la muerte de Misaki te afecto, pero no nada más a ti, así que no lo uses como escudo para justificar tu actitud arrogante, molesta y estúpida. —Salió de la sala, volteo y vio a Haruhiko escuchando detrás del muro. —Perdóname. — Dijo sin soltar la voz, Haruhiko solo negó en señal de que no se preocupara, iría a ver a Takaba, Akihiko había tenido una junta en la editorial así que ambos tendrían mas oportunidad de platicar a gusto.


Haruhiko espero unos minutos para salir de su "escondite" piso fuerte para que se dieran cuenta de su presencia. Kaoruko y Shinnosuke escondieron un libro para sacar la revista sobre la maternidad para hojearla.


Haruhiko: ¿Qué hacen? — Se acomodo las mangas de su saco.


Shinnosuke: Viendo algunos Moisés. —Dijo indiferente mientras cambiaba de hoja.


Haruhiko: ¿Ah sí? ¿Y cómo cual te gustaría para la habitación para el bebé?


Shinnosuke: No sé, uno con velo tal vez. —Trato ocultar el mal humor que le había dejado Mizuki, pero no lo había conseguido.


Haruhiko: El que tu quieras. —Trato de disipar el tenso ambiente, mientras le acariciaba ambos hombros. —El que escojas será hermoso.


Shinnosuke: Ajá...Claro. —Fingió una sonrisa, pero Haruhiko lo noto.


Haruhiko: Bueno...ya me voy. —Le dio un ligero beso en los labios. —Te veo en la noche.


Shinnosuke: No llegues tan tarde.


Haruhiko: Lo intentare. —Shinnosuke espero a que se fuera.


Shinnosuke: Ya se fue. —Le susurro a Kaoruko.


Kaoruko: Ya. —Shinnosuke suspiro y saco el libro que habían escondido a bajo de un cojín, mas bien era un álbum de fotografías que habían mandado a hacer. —¿Estás seguro que se lo quieres dar a Asami?


Shinnosuke: ¿No lo has visto cada vez que nos lo encontramos en el cementerio? Debería tener un bonito recuerdo al menos.


Kaoruko: O puede que recuerde que se equivocó...


Shinnosuke: No lo sé, el decidirá qué hacer con esto, yo...yo no lo quiero. —Se masajeo la frente, no le había querido decir a nadie, pero los dolores de cabeza eran ya muy recurrentes. —Es mejor que yo ya no me complique mas la vida con recuerdos que son solo eso...recuerdos. —Kaoruko asintió dándole la razón.


Kaoruko: ¿Quieres ir en este momento?


Shinnosuke: Si, entre mas pronto mejor. —Kaoruko ayudo a Shinnosuke levantarse, cada día le pesaba mas el vientre. —Y cuando regresemos pasamos a comprar ropa para el bebé. —Se acaricio el vientre.


Kaoruko: ¡Si! —Su voz salió muy aguda que casi lastima los oídos de Shinnosuke. —Hay que estar preparados mi sobrino debe de verse espectacular en todo momento.


Shinnosuke: Por supuesto. —Dijo como si fuera lo más obvio del universo.


Asami se encontraba revisando detenidamente unos documentos en su laptop, los nuevos negocios que estaba emprendiendo junto con Feilong estaban dando frutos y no quería que nada saliera mal, era una de las cosas que podía reconocerse era que sabia hacer bastante dinero, pero ahora lo haría de la buena manera, evitando lo más que podía las ilegalidades.


Había tomado el consejo que le había dado Takaba, incluso muy a su pesar había estado platicando o mas bien yendo con un psicólogo, era una completa perdida de tiempo para el y una completa absurdez, pero había veces que admitía que era de utilidad, lo que el necesitaba era un buen vaso de whisky y evitar el estrés que le estaban causando aquellos dos.


Hace algunos días se había encontrado de nuevo con cierta persona que había sido una molestia en su tiempo lo hubiera ignorado si no hubiera sido que al otro día se paro en su oficina rogándole otra oportunidad, estuvo a punto de llamar a los guardias y que lo sacaran de ahí a patadas, pero había recordado lo que su "terapeuta" le había dicho.


—¿Para ti que es perdonar? —El profesional pregunto con un lápiz y libreta en su regazo, Asami se recargo en el acolchonado sofá para responder, estaban de frente, el consultorio era particularmente monocromático.


Asami: No asesinarlo después de haber hecho una idiotez. —El psicólogo respiro profundamente mientras anotaba en su libreta, su semblante era de profunda concentración y tranquilidad, pero por dentro estaba replanteándose cambiar de paciente si no es que también de país, de nombre o llamar a la policía.


—Mire señor Asami, no solo es decir "Esta bien, te perdono" si no que, el sentimiento tiene que ser... ¿Cómo decirlo?... Más profundo, eso de decirlo a la ligera es solo para evitar que ciertas personas no estén hostigándonos con conseguir el perdón y ya, si de verdad quiere hacer un cambio en su sentir tiene que practicar diariamente el perdón, es una práctica diaria donde vamos cambiando poco a poco nuestras reacciones, juicios y emociones negativas con respecto a una situación y las vamos reemplazando por actitudes basadas en el amor y que nos conectan con nuestra esencia.


Asami solo asentía tratando de no desesperarse.


—Nuestra sesión está a punto de acabar, pero le voy a dejar una tarea. —Asami alzo una ceja incrédulo. — Todos los días tiene que repetirse esto...


Asami: ¿Cómo un mantra? —El psicólogo asintió. —No soy una especie de monje. —Se burlo.


—Inténtelo al menos dos veces y en nuestra próxima sesión ya veré como usted cambio.


Asami: Las personas no cambian. —Dijo seriamente.


—¿Enserio? —Lo vio sobre sus lentes. —Todos los días estamos en constante cambio, hasta las personas más tímidas pueden volverse extrovertidas y feroces si se les da el empuje necesario o la persona más indomable y dura se puede volver un algodón de azúcar en su carácter, la mente es poderosa—Suspiro. — Por eso, quiero que repita esto, no lo tiene que gritar a los cuatro vientos, con recordarlo basta.


Asami: Ok, venga con las palabras mágicas. —Hizo un ademan con las manos para que se viera su sarcasmo.


—Hoy me reconcilio conmigo, dejo el pasado atrás y me enfoco en los cambios que puedo hacer en mi futuro. —Asami asintió tratando de no sentir exasperación.


Un grito lo saco de su recuerdo, se levanto azotando las manos en la mesa.


Asami: ¿! Quieren callarse de una buena vez¡?—Ambos callaron de golpe. —Y no, no quiero saber razones. —Feilong cerro la boca. —Gracias. —Suspiro sentándose, "hiy mi ricincilii cinmigi... si como no" estaba pensando seriamente en ya no ir con aquel psicólogo, seguramente era un charlatán que le decía a las personas lo que querían oír.


Debió pensarlo mejor antes de aceptar que esa persona tan molesta volviera a trabajar con él pero aquel charlatán le había dicho que perdonar no era dejarlo vivir, así que le dio otra oportunidad...al menos estaba intentándolo al advertirle que otro error de esos y él se encargaría de adornarle la frente con una bala.


Kirishima: Asami. —Llamo por el intercomunicador.


Asami: ¿Qué pasa?


Kirishima: Shinnosuke y Kaoruko te buscan. —Asami se extraño ya que nunca lo habían visitado en su oficina.


Asami: Si, que pasen. —Feilong se levanto con emoción para recibirlos, Kirishima les había abierto la puerta.


Feilong: ¡Ah! Es bueno verlos de nuevo. —Los menores también hicieron algo de bullicio al verlo, Feilong los saludo con dos besos en las mejillas, bastante sonoros y sin llegar a tocarlos, ellos hicieron lo mismo. —Shinnosuke te ves tan bonito, cada día estas mas listo, no han pasado ni dos semanas y te veo mas grande, ¿seguro que llevas las cuentas bien? —Acaricio su vientre, Shinnosuke se dejó hacer.


Shinnosuke: Jaja sí. —Volteo a ver a Asami. —Buenas tardes Asami. —Le sonrió.


Asami: ¿Paso algo? Nunca habían venido hasta acá. —Se levanto para recibirlos, se puso delante de su escritorio.


Kaoruko: Es que bueno...quisimos hacerte un obsequio.


Shinnosuke: Queríamos entregártelo personalmente. —Le tendió la caja adornada con un moño. —Es para que tengas algo bonito, espero que lo atesores, eres el indicado para tenerlo.


Asami: Gracias. —Lo tomo. —Lo abriré en mi casa. —Respondió serio, pero con amabilidad, noto que Shinnosuke había reparado en la persona que estaba sentada en el escritorio que estaba al lado de suyo. — Ah, el recientemente empezó a trabajar para mí. —Le hizo una seña para que se acercara.


Shū: Shū Sudō, un gusto en conocerlo señor...


Shinnosuke: Shinnosuke Tōdō de Usami, pero puedes decirme solo Shinnosuke. —Sonrió con amabilidad.


Shū: Esta bien Shinnosuke, puedes decir Shū.


Feilong: La verdad antes trabajaba con Asami, era encargado de uno de sus clubs, pero ya sabes, no es bueno que los trabajadores se enamoren de sus jefes porque siempre termina mal. —Asami hizo una mueca de fastidio, allá iba otra vez con el griterío. —Pero Asami le tuvo lastima y lo contrato de nuevo.


Shū: La verdad. —Imitó el mismo tono que había echo Feilong. —Te consta que soy excelente cerrando negocios y no se que te quejas, si te conviene.


Feilong: No eres tan indispensable como crees. —Lo barrio con la mirada para después ver a Kaoruko y a Shinnosuke. —¿Qué van a hacer ahorita? La verdad ya me aburrí.


Kaoruko: Vamos a acabar de llenar el closet del bebé ¿Verdad primo? —Shinnosuke asintió.


Feilong: Voy. —Fue por su celular que estaba en el escritorio.


Kaoruko: Por supuesto, necesitamos tu opinión.


Shinnosuke: Shū ¿Quiere venir con nosotros? Se nota de lejos que también tienes un excelente gusto, además...me caíste bien. —El mencionado iba a negarse, era su oportunidad de empezar a pasar tiempo con Asami.


Asami: Claro vayan, distráiganse. —Había sido un golpe de suerte que esos dos se fueran de su oficina. — Realicen lo que sea que los haga sentir mejor.


Shū: ¿Estas seguro? Puedo quedarme para ayudarte y no tengas demasiado trabajo. —Feilong volteo los ojos.


Asami: No te preocupes, me las arreglare solo, ahora vayan. —Hizo un gesto con su mano para que salieran. —No hagan esperar al embarazado


Kaoruko: Asami tiene razón, vámonos. — Shū hizo un imperceptible puchero, pero aun así fue a aguardar los documentos en los que estaba trabajando, estaba haciendo bien su trabajo y no quería volverle a fallar a Asami.


Feilong: Bueno ya vámonos. —Le apuro, Asami estaba recargado esperando a que se fueran, se arremango las mangas de su camisa porque se había quitado su saco, no fue cuando se acerco Shū que lo saco de su tarea.


Shū: Tiene mal acomodada su corbata. —Se acerco tanto que Asami podía sentir el calor que expulsaba su cuerpo, Feilong desde la puerta le estaba haciendo gestos de burla, Shinnosuke y Kaoruko solo trataban de aguantarse la risa, pero para Shū era el mismo cielo poder oler el perfume del mayor. —Listo, ya está.


Asami: Gracias, como no se utilizar las manos...


Shū: De nada. —Sonrió con coquetería para después ir con los demás, al cerrarse la puerta Asami suspiro aliviado mientras se masajeaba el cuello.


Decidió abrir la caja que le habían dado, al sacar su contenido contuvo la respiración, era un álbum, al abrirlo endureció la mandíbula eran fotos de Misaki con los demás desde el momento que empezaron los preparativos, si no es que desde antes hasta el día en el que arruino el que iba a hacer el mejor día de su vida, analizaba cada detalle de ese precioso rostro, acariciaba el plástico con tal lentitud que parecía que quería sacar a Misaki de la fotografía y tenerlo de nuevo, ahí, junto a él, paso saliva al cambiar de página, eran ellos dos viéndose mientras sonreían, estaban acomodando un jarrón, él lo sostenía mientras Misaki ponía una flor que le había regalado... tal vez, solo tal vez se tomaría el día libre.


Shinnosuke fue el primero en subirse al vehículo, a su lado iba Shū y Kaoruko, Feilong iba adelante acompañando al chofer.


Shinnosuke: Espero no sonar tan indiscreto, pero ¿Cuántos años tienes Shū?


Shū: Tengo treinta ¿Por qué la pregunta?


Shinnosuke: Bueno es que te ves de 25.


Shū: ¿Enserio? Gracias, eres muy lindo. —Internamente rodo los ojos.


Kaoruko: ¿Cómo le haces? —Acaricio el rostro de Shū, ante esto gesto el sonrió.


Shū: Nada jaja, ¿saben que deberíamos hacer? Hay una tienda de Louis Vuitton baby, deberíamos ir ahí, esta en el centro. —Feilong hizo un gesto de desagrado, ese era justamente el lugar donde iba a llevarlos.


Feilong: Ya estamos en camino, ¿Crees que los iba a llevar a cualquier centro comercial? Por favor. —Bufo con burla.


Shū: Entonces también vamos a la tienda Gucci. —Se cruzo de brazos.


Feilong: Dolce & Gabanna no suena mal...—Feilong volteo hacia atrás mientras lo veía. —También...


Shū: Deberíamos ir...


—¡A Armani! —Respondieron los cuatro al mismo tiempo, se rieron ante esto.


Feilong: Por fin, hasta que hablan mi idioma.


Shū: Bueno si tienes dinero pues gástalo en ropa bonita, para eso es el dinero, para gastarlo, no para aguardarlo.


Shinnosuke: ¿Y si tienes alguna emergencia? — Se mordió el dedo meñique de su mano.


Shū: Para eso es el fondo de emergencia, ¡Dios! solo una persona estúpida no aguarda dinero para emergencia.


Feilong: Exactamente, pero tampoco voy a esperar a gastarme el dinero que gano cuando me haga viejo, o sea ya para que, siempre tienes que ahorrar, pero tampoco te límites. —Se veía las uñas con detenimiento.


Shinnosuke: Si ¿Verdad? Tienen razón.


Kaoruko: Tampoco hay que ser tacaño ¿Sabes lo ridículo que te vas a ver gastando lo mínimo llegando hasta los extremos?


Shinnosuke: Bueno mucha gente no puede permitirse ir a ese tipo de tiendas.


Feilong: Que mala suerte por ellos.


Shū: Tampoco vas a limitarte solo porque la demás gente no tiene lo que tu tienes, solo disfrútalo. —Shinnosuke sonrió dándoles la razón, ventajas de tener amigos como ellos es que iban a contagiarle el buen gusto que tenían además de que empezaban a enseñarle a disfrutar de su nueva posición y no sentirse mal por ello solo porque la "gente común" no tenia los recursos que ellos tenían.


Hasta el dolor de cabeza se le había quitado, estaba disfrutando al máximo las compras, incluso Shū le había enseñado un conjunto de ropa para su condición, le había encantado así que sin dudarlo lo compro, poco a poco se iban llenando de bolsas con marcas muy reconocidas, se sentaron un momento en frente de los vestidores pues Kaoruko se estaba probando un par de prendas.


Shinnosuke: Esta precioso enserio, no puedo esperar para ponérmelo. —Lo saco un poco de la bolsa.


Shū: Por supuesto, lo escogí yo, obviamente que iba estar bonito. —Shinnosuke se rio. —Feilong el perfume que compraste huele exquisito.


Feilong: Claramente. —Olio la fragancia desde su muñeca, donde lo había probado.


Shū: Shinnosuke ¿Estas bien? — Vio que parpadeaba repetidas veces.


Shinnosuke: Si, solo es la luz que me lastima.


Feilong: Si te sientes mal avísanos.


Shinnosuke: Estoy bien. —Sonrió para tranquilizarlos, Feilong y Shū volvieron su vista al catálogo de ropa que la dependienta les había proporcionado, no entendía cómo es que ellos dos estaban gritándose hace tres horas en la oficina de Asami y ahora hasta consejos de moda se daban, pero así pasaba con los amigos, al principio cuando los empezabas a conocer no podías ni verlos por lo mal que te caían y ahora hasta eras padrino de sus hijos.


Esperaron a que Kaoruko acabara de pagar para irse, era ya de tarde, el tiempo se les iba ido volando.


Shū: Ay se me antojo una crepa. —Dijo al pasar por un local donde las vendían.


Kaoruko: A mí también, vamos por una. —Lo tomo del brazo para ir juntos.


Feilong: Shinnosuke...—El menor volvía a parpadear varias veces. — ¿Estas bien?


Shinnosuke: Es que estoy viendo como lucecitas blancas. —Se sostuvo de Feilong pues se había mareado.


Shū: Mierda. —Se regreso para auxiliarlo.


Feilong: Vámonos. —Empezaron a caminar hacia la camioneta para ir rápido a un hospital para que lo estabilizaran, pero a la mitad del camino Shinnosuke se dobló del dolor.


Shinnosuke: ¡AAHH! — Sintió algo de líquido caer por sus piernas, toco para ver que era pues había traspasado la tela de su pantalón, era un líquido medio rojizo. —¡AAAHH!


Shū: Creo que acaba de romper fuente.


Kaoruko: No, está mal, todavía le faltan dos meses.


Shū: ¡Vámonos, vámonos! —Entre Feilong y él lo llevaban a la camioneta, había momentos donde se paraba pues era muy fuerte el dolor, el chofer les había ayudado.


Feilong: ¿¡Cuál es el hospital donde se atiende!?


Kaoruko: ¡En el del centro! — El chofer asintió.


Shinnosuke: ¡Llama a mi esposo! — Volteo hacia Kaoruko, no supo como pero ya estaba adentro de la camioneta. —¡AAAAH! ¡MIERDA! —Se toco el vientre que se había puesto duro. — ¡AAAHHH!


Kaoruko: ¡Es lo que estoy haciendo! —Dijo apurada mientras esperaba a que contestara.


Shū: Trata de no doblarte tanto podrías lastimarte y...—Al enderezarlo toco sus piernas notando que sus dedos se habían llenado de sangre. — ¡Shinnosuke! Mírame. —Tomo su rostro pues se estaba empezando a poner pálido y sudoroso. —¿Qué sientes?


Shinnosuke: ¡Ahh! Muchas, muchas nauseas... ¡ahh! —Pujo al sentir un golpe de dolor, pero poco a poco se veía que estaba perdiendo fuerza. —No me siento bien.


Feilong: Maneja más rápido. —El chofer estaba manejando lo más correcto que podía porque estaba excediendo el límite de velocidad, pero tampoco quería que tuvieran un accidente.


Shū: ¡Mierda! Se desmayo.


Kaoruko: ¡Primo, primo! —Trataban ambos de despertarlo, pero ambos se habían llenado de sangre al tratar de acomodarlo.


Feilong: ¿Qué te dijo Haruhiko?


Kaoruko: Ya va para el hospital.


—Ya estamos cerca. —Dijo el chofer


Kaoruko: ¡Dios! Si pasa algo no sé cómo se lo voy a decir a Haruhiko.


Shū: Tranquilízate, en el hospital lo van a estabilizar.


Kaoruko: Es que no debía pasar esto, entro en labor de parto, faltan dos meses, se desmayó y no para de sangrar. —Se encontraba temblando de las manos, además el hecho que estaban llenas de sangre la ponían de más nervios.


Feilong, Shū y el chofer estaban más calmados, ese tipo de tensiones no eran nada para ellos, pero aun así eso no les quitaba lo preocupados.


Las personas que estaban en el hospital voltearon al escuchar como la camioneta frenaba de golpe en la zona de urgencias, unos camilleros que estaban cerca se acercaron.


Feilong: Entro en labor de parto, pero aun no es tiempo. —Dijo al abrir la puerta.


—¡Rápido una camilla! —Los asistentes los rodearon para sacar a Shinnosuke con cuidado, los que iban con él también se bajaron.


Al bajarlo de inmediato le pusieron oxígeno, empezaron a revisar sus signos vitales y preguntaron sus datos a Kaoruko, todos se metieron, siguieron la camilla de Shinnosuke hasta que el personal les prohibió la entrar ya que iban hacia la sala de partos, Kaoruko era la más afectada, Shū la sentó pues parecía que en cualquier momento se desmayaría, incluso ya se les había secado la sangre de sus ropas y manos.


Escucharon bullicio y al voltear notaron a Haruhiko corriendo hacia ellos, estaba demasiado pálido, ignoro a los presentes pues a la única que se dirigió fue a su prima.


Haruhiko: ¿Qué paso? ¿Dónde está mi esposo?


Kaoruko: Lo acaban de meter a la sala, no nos dijeron nada, están revisándolo.


Haruhiko: ¿¡Pero qué paso!? ¿Se sintió mal?


Kaoruko: Estaba bien, estábamos caminando y de repente nos dijo que estaba viendo muchas lucecitas blancas y fue cuando rompió fuente.


Haruhiko: ¡Mierda!


Kaoruko: Cuando tratamos de acomodarlo fue cuando se desmayó y empezó a sangrar, te lo juro que no nos tardamos en llegar al hospital. —Haruhiko iba a hablar cuando los interrumpió el doctor.


—Familiares del señor Shinnosuke. —Haruhiko se acercó de inmediato.


Haruhiko: Es mi esposo ¿Qué tiene? ¿Cómo está mi hijo? —El doctor lo quedo viendo con demasiada seriedad.


—Tenemos que hacer una cesaría de emergencia, su esposo tiene preeclamsia, es necesaria.


Haruhiko: ¿¡Que pasa si no se la hacen!?


—Ambos, como madre e hijo podrían morir, así que es necesario que la hagan de inmediato. —Haruhiko sintió un terrible miedo en su corazón, sintió sus entrañas apretarse, tanto que se quedó en shock


Akihiko: Haga lo que sea necesario doctor, con tal de que mi cuñado y mi sobrino estén bien, entre más pronto mejor. —El doctor asintió y rápido se metió a la sala, Akihiko y Takaba sostuvieron a Haruhiko, estaba consiente, pero su cuerpo se sentía pesado. —Hermano, hermano, tranquilízate, todo estará bien, lo trajeron a tiempo. —Estaba jadeando pues había corrido del estacionamiento hasta la sala de emergencias, Takaba y él lo sentaron.


Takaba: Tranquilízate.


Mizuki: Ya estacioné el auto Akihiko. —Jadeo para recuperar oxígeno. —Takaba no hagas tanta fuerza podrías lastimarte. — Takaba se tocó el collarín, revisando que estuviera bien puesto.


Kaoruko: ¡Takaba! ¿Cuándo despertaste? —El mencionado la ignoro para ver a Shū que también lo veía.


Shū: Aagh le cayó mierda al pastel. —Lo barrio con la mirada.


Takaba: Es porque estás aquí y cállate que este no es el momento ni el lugar. —Volteo los ojos con desagrado para tranquilizar a Haruhiko.


Kaoruko: Mizuki tu ya sabias que había despertado y no nos dijiste. —Lo miro indignada.


Mizuki: ¿Por qué debería decirte?


Takaba: Ya los dos, shhh. —Los miro con advertencia. —Haruhiko, tranquilo, todo estará bien.


Haruhiko: No sé qué voy a hacer si...


Akihiko: Shh, no pienses en eso. —Haruhiko movía un pie de abajo hacia arriba, esa situación era de lejos lo que habían planeado, se aflojo la corbata y se quito el saco, se sentía asfixiado.


Paso al menos media hora en silencio, nadie sabia que decirle al futuro padre, las palabras eran nada ante su estado de nerviosismo. Su madre y su padre habían llegado con una maleta con todo lo necesario para Shinnosuke y el bebé, los padres de Shinnosuke también tenían el alma en un hilo.


Mikhail y Kirishima también habían llegado para acompañarlo, Feilong no dijo nada al verlo llegar, no era el momento de pedir explicaciones.


Mikhail: ¿Han pensado en un nombre? —Haruhiko negó, para después asentir, no había comprendido bien la pregunta. —¿No crees que dentro de dos horas sea necesario? Amigo, todos tenemos la esperanza de que todo salga bien, tal vez sea solo un susto, eso quiere decir que puede que tu hijo sea un dramático. —Haruhiko sonrió un poco al imaginárselo.


—Señor Haruhiko. —Todos brincaron al escuchar la voz del doctor, Haruhiko se levantó demasiado rápido.


Haruhiko: ¿Qué sucede? ¿Mi esposo y mi hijo están bien? —El alma le volvió al cuerpo al ver la sonrisa del doctor.


—Felicidades, es padre de un varoncito. —La alegría no se hizo esperar, los presentes comenzaron a aplaudir, las nuevas abuelas se abrazaron con lágrimas en los ojos, Haruhiko suspiro, la tranquilidad había tocado de nuevo su ser. — Esta algo bajo de peso, pero es normal porque es prematuro, no se preocupe estará bien, su esposo también esta fuera de peligro, con el tratamiento se controlará su presión alta, en unos minutos lo pasan a piso, están aseándolo, pero ya puede pasar a ver a su hijo esta en la incubadora, en los cuneros, pueden acompañarlo 3 personas nada más.


Mientras todos se peleaban por ver quien pasaría, Mikhail, Kirishima y Akihiko se apresuraron para entrar con él, Haruhiko contuvo la burla para los demás.


Akihiko: No puede ser, ya vas a conocer a tu hijo hermano. —Lo abrazo por los hombros emocionado.


Kirishima: Dentro de unos meses el emocionado será otro.


Akihiko: No me lo recuerdes, con lo que acaba de pasar ya me entro miedo.


Mikhail: Bueno el único que falta por embarcarse es otro. —Los tres quedaron viendo a Kirishima. —Y el que abortaron no cuenta, tiene que nacer.


Kirishima: Si...No creo que eso pase.


Haruhiko: Nunca digas nunca.


Mikhail: Como dice el Justin Bieber. —Kirishima rio negando


Al llegar a los cuneros el doctor los dejo solos, la enfermera que se encargaba del área cargo al bebé para acercarse junto con el a la ventana, Haruhiko sintió un hermoso cosquilleo en el estómago al ver por fin la carita de su hijo.


Akihiko: Felicidades. —Sonrió al ver a su sobrino. —Mira que tan chiquito se ve.


Mikhail: ¿Te veías en este punto de tu vida? —Lo abrazo por los hombros


Haruhiko: Claro que no, pero que suerte. —Dijo sin dejar de ver a su primogénito.


Kirishima: Felicidades Haruhiko. —La enfermera de nuevo se fue para meterlo a la incubadora, querían tenerlo en perfectas condiciones por su estado, estuvieron ahí un buen rato, admirando también a los demás bebés que estaban ahí.


Akihiko: Son tan bonitos, ¿no te dan ganas de tener otro? —Mikhail se rio.


Mikhail: Por supuesto que no, es más, me voy a hacer la vasectomía para no tener un susto, con mi Yong me doy por bien servido...además ya no tengo con quien hacerlo. —Los presentes lo miraron en silencio.


Akihiko: ¿Es enserio eso de cancelar la boda? —Mikhail asintió.


Kirishima: ¿Y ya se lo dijiste a Feilong?


Mikhail: Eso lo único que falta.


Haruhiko: Pero ¿Por qué ya siempre no?


Mikhail: Hay cosas que uno pasa por alto al momento de enamorarse de una persona...pero esa venda que tenia se cayó. —Todos asintieron, no dijeron nada, era una decisión donde nadie iba a intervenir, además Mikhail les había platicado que era también lo mejor para Yong, era mejor que sus padres no estuvieran en un matrimonio.


El doctor fue por ellos pues otros padres también querían ingresar a ver a sus hijos y no debía haber demasiadas personas en ese lugar por higiene y seguridad.


Al salir mas de uno los veía con enojo, por supuesto que ignoraron eso, Haruhiko recibió regaños de su suegra y de su madre por no haber sacado fotos cuando pudo.


Kaoruko, Feilong y Shū estaban platicado sobre el susto que les había dado Shinnosuke, incluso Kaoruko ya se encontraba riendo a pesar de que su ropa estaba ensangrentada.


Los padres de Haruhiko y Shinnosuke incluso ya estaban planeando en que colegio estudiaría su nieto, Fuyuhiko había sugerido Suiza, donde estaban las mejores escuelas privadas, la madre de Shinnosuke se negó rotundamente, ella quería que estudiara donde había estudiado su hijo, los únicos que los ignoraban eran ellos que también estaban alejados, pero aun así hablaban bajito.


Mizuki: ¿Ya les dijeron de? —Hizo una seña de simulando un vientre abultado.


Akihiko: No, todavía no.


Mikhail: Eso no es algo que se pueda ocultar mucho tiempo Akihiko.


Kirishima: Es que les van a avisar cuando el niño ya tenga seis años. —Se burlo.


Haruhiko: Me imagino que les avisaran el día del parto.


Takaba: Es que primero me la quiero creer yo para poder decirles.


Haruhiko: Acabo de ser padre y aun así no me la creo.


Mizuki: ¿Y como se imaginan el cabello de su bebé?


—Plateado. —Dijeron ambos al mismo tiempo.


Mizuki: Yo me lo imagino rubio. —Hablo como normalmente lo hacía llamando la atención de los demás. — El cabello que me voy a pintar va a ser rubio.


Akihiko: ¿Quieres bajar la voz? Ya mejor ve con la prensa y díselos.


Mizuki: Ya, perdón. —Se quito las arrugas inexistentes de su ropa. — Takaba de donde conoces a ese. — Señalo a Shū que se encontraba riendo con Kaoruko. —Le hablaste muy bonito, como si fueran amigos cercanos. —Ante esto Mikhail y Kirishima se burlaron.


Mikhail: Si Takaba, cuéntanos, ¿de dónde lo conoces? —Takaba los quedo viendo mal.


Akihiko: ¿De dónde lo conoces amor?


Takaba: Trato de matarme...—Mizuki y Akihiko se sorprendieron. — Además de que estaba enamorado de Asami, pero algo no salió bien y perdió su confianza al tratar de que se fijara en él, la verdad no entiendo que hace aquí.


Akihiko: No te vayas a acercar ¿Por qué no me dijiste en el momento que te ofendió hace un rato? Lo hubiera corrido de aquí.


Takaba: Por favor Akihiko, no quiero que hagas algo así. —Le acaricio su mejilla. —Ya no es importante.


Akihiko: Eso no me deja muy tranquilo.


Mikhail: No te preocupes hombre. — Puso bruscamente su mano en el hombro del contrario. —Aquí con nosotros estarán bien.


Esperaron ahí, el doctor les había recomendado pasar cuando le hubiera pasado la anestesia a Shinnosuke, además de que pasarían una de las incubadoras a su cuarto para que pudiera estar mas tiempo con su bebé, el doctor que había estado siguiendo el caso de Shinnosuke le había advertido que él no podría amamantar ya que no le saldría la suficiente leche, le habían explicado que eso era normal pues cada cuerpo era diferente, así que le darían al pequeño formula especial.


Habían pasado ya como cuatro horas ahí, el tiempo se les había ido entre platicas y risas, Haruhiko esperaba ansioso para ver a su esposo e hijo juntos, quería abrazarlos y advertirles que no le volvieran a dar un susto de esos, sentía que se quedaba viudo, pensó muchas tonterías mientras llegaba al hospital, agradecía que no haya sido así.


El doctor fue personalmente a darles luz verde.


—Recomiendo que solo sus los padres de ambos y su esposo entren a verlo, es lo mas indicado en esta situación. —Dijo serio.


Haruhiko: ¿Por qué? ¿Qué paso?


—Por favor acompáñenme.


Los que había llamado el doctor fueron tras el en absoluto silencio, no sabían que pasaba, pero sus corazones volvían a latir con frenesí.


Los demás también iban, pero a una distancia prudente, esperarían a fuera del cuarto para esperar su turno para ver a Shinnosuke y al pequeño.


Haruhiko al entrar se sorprendió que Shinnosuke volteaba hacia la ventana mientras ignoraba al pequeño que era atendido por dos enfermeras, los abuelos también estaban sorprendidos.


Haruhiko: Mi amor. —Shinnosuke volteo con la mirada cansada. —¿Qué ocurre amor? —Shinnosuke negó mientras volvía su vista hacia la ventana— ¿Ya viste a nuestro hijo? —Shinnosuke no dijo nada hasta que el bebé comenzó a llorar.


Shinnosuke: Por favor llévenselo de aquí, no quiero escucharlo. —Empezó a llorar al escuchar el llanto del pequeño. —Llévenselo. —Sollozo, las enfermeras salieron enseguida empujando la incubadora, Haruhiko, sus padres y sus suegros también salieron.


Haruhiko: ¿Qué mierda está pasando? —Las abuelas se voltearon a ver, ellas ya sabían lo que estaba pasando. — ¿Es alguna broma de mal gusto?


—Señor Haruhiko. —Suspiro. —Debido a que su esposo aún no estaba preparado psicológicamente, además del estrés que sufrió a causa de su parto y los cambios hormonales en su cuerpo...


Haruhiko: ¿Qué es lo que mierdas tiene?


Natsuko: Cariño...—Lo tomo suavemente del hombro.


—Mi hijo tiene depresión post parto cariño. —Vio con tristeza a Haruhiko.


Haruhiko: ¿Eso que significa?


—El señor Shinnosuke no tolerara tener cerca a su hijo hasta que sea atendido psicológicamente, normalmente se pasa con el trato diario con el niño, pero en unas ocasiones puede tardar años en tratarse, incluso puede llegar a ser peligroso ya que la nueva madre puede hacerse daño así mismo o al bebé, es raro que ocurran casos extremos, sin embargo, los hay, por eso recomiendo que inicie su terapia psicológica lo más pronto posible


Haruhiko se desanimo completamente, ante esto su madre lo abrazo.


Natsuko: Ven mi amor. —Haruhiko se dejó hacer, eran demasiadas emociones en un solo día que le abrumaban demasiado. —No te preocupes, tu padre y yo no te dejaremos solo, se comprensivo con Shinnosuke, la depresión post parto es normal en varias nuevos y nuevas madres, por el momento no dejes solo a tu hijo, tendrás que ser su madre y padre al mismo tiempo por ahora, darle amor por dos.


Haruhiko: Por supuesto que si madre, no le faltara nada mientras yo viva, pero tampoco quiero dejar a mi esposo solo.


Fuyuhiko: No lo va a estar.


—Claro que no. —Su suegra secundo a su padre. —Nosotros te ayudaremos ¿verdad? —Su esposo asintió. —Lo mismo que dijo tu madre, no dejes a mi nieto solo. —Haruhiko asintió.


Haruhiko: Gracias. —Volteo a ver a sus suegros y a sus padres.


Ya una semana había pasado, Takaba masajeo su cuello al momento que el doctor le quito el collarín.


Takaba: ¡ah! Por fin, libertad.


—Ya no salte en frente de los autos en movimientos, menos en su estado. —Takaba se tocó su pequeño abultado vientre que estaba oculto bajo su suelto suéter de color vino mientras se reía.


Takaba: Seré más cuidadoso de ahora en adelante.


Akihiko: Yo me encargare que lo sea.


—Perfecto, bien, por mi parte seria todo, no se olvide de su próxima cita, hay que evaluar que él o la bebé venga en perfectas condiciones y si podemos evitar problemas hay que hacerlo.


Akihiko: Por supuesto que si doctor, gracias.


Takaba: Gracias y hasta pronto. —Enredo sus dedos con los de Akihiko para después salir del consultorio.


Akihiko: Oye.


Takaba: ¿Qué pasa cariño? —Espero a que Akihiko le abriera la puerta del auto para entrar.


Akihiko: Tengo que ir con Takahiro. —Dijo al entrar al vehículo y encenderlo para hacerlo andar.


Takaba: ¿Por qué? ¿Paso algo?


Akihiko: No, solo que...desde que falleció Misaki no he ido a verlo.


Takaba: ¿¡Por qué!? ¿Se pelearon?


Akihiko: No, solo que preferí cuidarte a ti, no podía sepárarme de ti un segundo. —Takaba se recargo en el por la ternura que había sentido.


Takaba: Deberías haberte ido saliendo del hospital, pude haber tomado un taxi.


Akihiko: No, quiero llevarte hasta la puerta de nuestra habitación si es necesario, no podría ir tranquilo. —El menor sonrió, comprendía el miedo de Akihiko


Takaba: Esta bien, ¿Cuándo llegas?


Akihiko: En la tarde, no esta lejos. —Takaba asintió. —¿Qué harás en lo que no estoy?


Takaba: Dormiiiiirrrrrrrrr, tener esa cosa en el cuello mientras trato de dormir es imposible.


Akihiko: Esta bien, has lo que quieras, pensé que llamarías a Mizuki.


Takaba: No, apenas ayer lo vi.


Akihiko hizo lo que dijo, acompaño a Takaba hasta la puerta de su habitación y se quedó unos minutos por si necesitaba algo, se quedo tranquilo al verlo dormir tranquilamente.


Era la hora de la comida cuando llego a la casa de Takahiro, aquel vecindario era bastante lindo, al entrar al patio pudo ver los juguetes tirados de Mahiro, tuvo que esquivar varios de ellos para no romperlos, toco el timbre y espero a que abrieran.


Takahiro: ¡Akihiko! —Dijo al abrir, no se había esperado su visita.


Akihiko: Hola Takahiro. —Le sorprendió el abrazo que le había dado tan efusivamente, pero le correspondió.


Takahiro: Por favor pasa. —Al entrar Manami también lo saludo con alegría, Takahiro lo paso a la sala para que se pusiera cómodo.


Ruruka: Hola. —Hizo una seña de amor y paz como saludo.


Akihiko: Ah...buenas tardes Ruruka, que sorpresa encontrarte aquí.


Ruruka: Estaba despidiéndome. —Volteo a ver a Takahiro y a Manami.


Akihiko: ¿Por qué? Mizuki y Takaba han preguntado por ti.


Ruruka: ¡¿Takaba ya despertó?! Nadie me aviso.


Akihiko: Lo siento por eso, es que Mizuki nos explico que estabas muy ocupado con algo de una beca...


Ruruka: A-Ah sí, he estado ocupado haciendo mis diseños para presentarlos allá.


Akihiko: ¿A dónde?


Ruruka: En Paris, tal vez hasta tenga oportunidad de tener mi propia marca. —Casi grito de la emoción, pero se contuvo. —Por eso me estaba despidiendo de Takahiro, es que después de lo que paso...su familia y yo nos apoyamos uno en el otro.


Takahiro: Si, Ruruka se ha convertido en un buen amigo.


Akihiko: Me alegro mucho por eso, en verdad...Takahiro, vengo a pedirte una disculpa.


Takahiro: ¿Por qué? —Lo miro extraño.


Akihiko: Por...


Takahiro: ¿Por estar en una relación con mi hermano durante cuatro años en secreto? —Los presentes se sorprendieron, Minami pensaba que era la única que se había dado cuenta hace tiempo. —Siéntate. —Todos se sentaron al escucharlo serio, incluso Ruruka se sentó. —¿En serio creyeron mi hermano y tú que no me iba a dar cuenta de su relación desde el principio? ¿Crees que no me di cuenta que terminaron porque lo engañaste?


Akihiko: Ahhhh...yo...nosotros...


Takahiro: ¿Me creyeron idiota acaso? —Se cruzo de brazos


Akihiko: Takahiro...por supuesto que no, Misaki quería decírtelo personalmente pero nunca tuvo el valor para decirlo.


Takahiro: ¿Y tú, mi mejor amigo no tuviste el valor para decírmelo?


Akihiko: La verdad desde el principio yo si quise decirte, pero Misaki me rogo que no lo hiciera, porque él quería decírtelo, pensaba que lo ibas a rechazar, él te quería mucho y tu opinión era importante para él y para mí. —Takahiro bufo.


Takahiro: Por favor...yo ya lo sabía...hubiera preferido mil veces que ustedes dos estuvieran juntos a que ese cabrón. —Se refirió a Asami. —Lo tuviera como esposo.


Akihiko: Por favor, perdóname, la verdad si fue un error de mi parte no decírtelo, pero Misaki me dijo que el te lo iba a decir, yo lo amaba demasiado.


Takahiro: ¿Entonces por qué lo engañaste?


Akihiko: Por estúpido...


Takahiro: Exacto...No quiero saber más, mi hermano tampoco era perfecto, pero mínimo si vas a tener a otra persona asegúrate de romper con la otra. —Akihiko asintió.


Hubo muchas explicaciones ese día, mas que nada de su relación con Misaki, Takahiro le explico que los hubiera recibido con los brazos abiertos, eso era lo que mas le dolía a Akihiko, los hubiera...


Takahiro lo felicito al enterarse que Takaba estaba embarazado, conforme iba la platica su enojo iba amenizando, Akihiko le conto de sus planes para comprarse una cosa para vivir junto con Takaba.


Takahiro: ¿Están comprometidos?


Akihiko: No, todavía no.


Minami: ¿Todavía?...


Ruruka: Es que ya estaban casados, pero se divorciaron. —Takahiro negó.


Takahiro: Tu y tus extravagancias.


Akihiko: Si, pero espero que esta vez sea definitivo, todavía ni se lo he dicho, con lo del bebé todo giro de repente, no quiero agobiar a Takaba.


Minami: Deberías aprovechar que la vida te da de nuevo otra oportunidad, no la desperdicies esperando.


Ruruka: No quisiera interrumpir, pero mi vuelo sale en dos horas y no quiero que me coma el tiempo. —Dejo su taza de té en la mesa, todos se levantaron para despedirlo, Takahiro lo abrazo.


Takahiro: Por favor avísame cuando estés allá para saber que llegaste bien.


Ruruka: Claro que sí, les aviso cualquier cosa. —Minami también lo abrazo, cuando se despidió de Akihiko lo vio serio. —Cuando sea la boda me avisas para darme un tiempo y venir para acá, quiero ayudarles en todo lo que pueda. —Akihiko sonrió ante el autoinvitado de su boda que aun no pasaba y que aún no pedía.


Akihiko: Por supuesto, de todos modos, no dejes de comunicarte, tienes el número de Takaba.


Ruruka: Claro, con permiso, nos vemos. —Se despidió con una mano al tiempo que un taxi se paraba en frente y el chofer salía para meter sus maletas, se metieron a la casa cuando el taxi desapareció de la calle.


Akihiko: Takahiro, no quiero recordarte nada malo, pero me platico Mizuki que cuando Misaki se fue la casa de aquel ustedes lo fueron tras él, ¿Qué paso? —Takahiro y Minami se voltearon a ver con una expresión triste en sus rostros.


Takahiro: Cuando salimos a la calle recibí la llamada de "Misaki"—Simulo unas comillas con sus dedos, Akihiko comenzaba a comprender. —Me decía, literal me rogo que lo dejara solo, que tenia que pensar las cosas, le dije que no lo dejaría, pero me insistió, al final pensé que era lo mejor, dejarle su espacio y ya después de unas horas ir por él y consolarlo hasta que se hartara, iba a traerlo conmigo para que estuviera unos días aquí, pero por lo que me platico Ruruka todos fuimos engañados...Querían que Misaki estuviera solo.


Akihiko: Ahora entiendo, pensé que les habían hecho algo para que no fueran tras él.


Takahiro: Si, pero la verdad me arrepiento de no haber ido a pesar de sus ruegos de que lo dejara solo. —Suspiro mientras trataba de evitar las lágrimas.


Akihiko se quedo platicando unos minutos mas, poniéndose al corriente con Takahiro, él también estaba en un proceso de superación por la muerte de su hermano, a cada quien le dolía diferente y eso era respetable, se enteró que antes de que Mahiro entrara a su primer año de kínder Takahiro los llevaría de paseo a un pueblo lleno de aguas termales la próxima semana que eran sus vacaciones, se despidió de todos, incluso de Mahiro, no importaba que el fuera a tener un hijo, los niños excepto Yong le caían mal, al parecer Mahiro se daba cuenta de su desagrado porque al despedirlo le aventó una figura de acción en su cara.


Akihiko: Auch...


Takahiro: Eso te pasa por mentiroso y por engañar a mi hermano. —Mahiro se rio. —Y tu...primera y ultima vez que lo haces ¿Entendido? —Mahiro asintió mientras hacia un puchero.


Akihiko: Ya me voy. —Se sobo la frente.


Minami: Con cuidado señor Usami.


Takahiro: Nos vemos. —Lo despidió con un gesto de su mano, esperaron a que su auto arrancara para meterse a su casa. —Mahiro no vuelvas a hacer eso por favor. —Minami sonrió ante el regaño.


 


Takaba recargo su espalda en la bañera, vaya que le hacia falta dormir sin el incómodo collarín, tenía algo entumecido el cuello, pero con algo de calentamiento se le quitaría, el doctor le había explicado que tenía que hacer algunos ejercicios para que su cuello no doliera al estar en una sola posición.


Sintió algo de escalofrió cuando sin querer sus dedos tocaron sus pezones, los tenia demasiado sensibles, se empezó a agitar cuando a su mente llegaron imágenes de cuando Akihiko se lo follaba demasiado duro o cuando lo hacia lento y romántico, apretó las piernas y movió su cabeza tratando de sacar esos recuerdos de su mente.


Se enjuago bien el cuerpo, cerro las llaves del agua y se levanto con cuidado de no resbalar, se cubrió con su bata de baño y seco un poco su cabello, salió del baño cuando se escucho la puerta de entrada cerrarse, fue a ver que Akihiko hubiera llegado bien, y así era.


Takaba: ¿Como te fue? —Se recargo en el barandal mientras veía como Akihiko se quitaba su gabardina y la colgaba, cuando se arremangaba las mangas de sus camisas podía ver como se marcaban sus venas en los brazos, al apretar las piernas rozo su semi erecto miembro, apretó los labios para que no se diera cuenta.


Akihiko: Bien...excepto por el golpe. —Lo último lo susurro mientras veía hacia otro lado.


Takaba: Señor Akihiko. —El mayor al voltear se encontró con la bata cayendo del desnudo cuerpo de Takaba. —Puede venir por favor. —Sonrió mientras su dedo lo invitaba a que fuera hacia él.


Akihiko: Mierda. —El autocontrol que venia teniendo se fue a alguna parte lejana de él, subió las escaleras y al encontrarse de frente a Takaba lo jalo hacia él, el menor jadeo al sentir sus pezones rozándose con la ropa que aun portaba Akihiko. —Te duelen. —Dijo con su voz más gruesa de lo normal, su otra mano estaba situada fuertemente en la cintura del contrario, lo tenía apretado contra él, masajeo con lentitud el pecho del menor, haciendo movimientos circulares con las palmas de sus manos los rozados pezones.


Takaba: ¡aaah! —Se mordió los labios. —T-Tal vez se me quite más el dolor si tu boca se encarga de ellos. —No tuvo que decirlo dos veces porque Akihiko lo levanto de las piernas con facilidad, lo recargo en la pared, su pecho había quedado a la altura de la boca de Akihiko. —¡Aaaahh! —Enredo sus piernas en la cintura del contrario pues ambos comenzaban a rozarse de arriba hacia abajo haciendo que su intimidad también se restregase con la tela del pantalón, Akihiko podía hacerlo venir con tan solo esas exquisitas lamidas y succiones a su pecho, su entrada se comenzaba a contraer en espera de algo más grande, además de que empezaba a lubricarse, era un sensación muy deliciosa para su cuerpo repleto de hormonas.


Se quejo al ya no sentir la caliente lengua es su pecho pero al instante esa misma lengua invadió su boca, la recibió con mucho gusto, extrañaba ese tipo de besos salvajes y pasionales, cada que podía mordía deliciosamente el labio inferior de Akihiko, el mayor tentaba la pared para llegar a su habitación, al llegar Takaba se encargó de abrir.


Akihiko con cuidado de no lastimarlo lo dejo acostado en la cama, Takaba iba a besarlo de nuevo, pero de inmediato Akihiko lo jalo de ambas piernas para bajarse y empezar a lamerlo.


Takaba: ¡Oh Dios! ¡A-Akihiko! ¡Ahh! — Apretó las sabanas al sentir un escalofrió que iba desde su pene hasta la punta de sus dedos de los pies, el mayor estaba totalmente concentrado en su tarea, daba lamidas y succiones en el perineo y pene sin llegar a su entrada, estaba volviéndolo loco. —¡mas! ¡mas! ¡Ahí! —Lloriqueo al sentir dos dedos dentro de el mas la lengua que también había pasado a saludar un poco, eran movimientos lentos pero bastantes firmes, sus piernas por momentos las sentía temblorosas, incluso sus pies acariciaban la espalda del contrario, cualquier roce le hacía sentir escalofríos.


La mano libre del mayor subió acariciando todo su torso para posarse en sus pezones que estaban ya rojos, pero Takaba la tomo y comenzó a succionar sus dedos, Akihiko sintió un tirón en su pene ya erecto, pero aun así siguió con su tarea.


Takaba: ¡Ah! ¡Si! —Abrió mas las piernas para sentir mas si eso era posible, Akihiko detuvo su tarea solo para dejar un chupetón en su muslo interno, se lamio los labios para no desperdiciar nada del jugoso néctar que no dejaba de salir de su pene ni de su entrada.


Akihiko: Podría comerte toda una semana.


Takaba: ¿Ah sí? — Bajo su mano para adentrar dos dedos en su entrada para después sacarlos, separo sus dedos viendo el viscoso liquido transparente que era bastante a pesar de que Akihiko se encargó de lamer lo mas que podía, todo bajo la atenta mirada del mayor que iba quitándose todas sus prendas, regalándole un espectáculo al Takaba, con esa misma mano empezó a masturbarse su pene. — ¡Ah! ¡Akihiko! —Teniendo una mirada retadora como libidinosa sonrió al ver la respiración agitada del mayor.


Se acerco con movimientos serpenteantes y se encargo del pedazo que en unos momentos lo destrozaría, Akihiko lo tomo de sus cabellos, pero no le indico el ritmo, dejaría que hiciera todo lo que quisiera, al sentir sus testículos adentro de esa boquita viro los ojos mientras hacia su cabeza hacia atrás.


Akihiko: ¡Ah!... ¡Ah! —Takaba sintió su entrada bastante caliente al escuchar los guturales gemidos de Akihiko, incluso sentía ya sus muslos algo pegajosos ante su lubricación. —¡ahh! —Hizo unas ligeras embestidas sin llegar a lastimar a Takaba, el menor ante esto apretó un poco su boca para hacerlo llegar, Akihiko lo quito con algo de brusquedad de sus cabellos de su nuca


Takaba: Ahh. —Esa acción se había sentido bastante bien, se pasó los restos de pre semen que aún quedaban en su boca, sus ojos estaban un poco acuosos.


Akihiko: Eres mío ¿Entendiste? — Takaba viro los ojos mientras sentía otro tirón en su cabello, se mordió su labio inferior mientras asentía. — ¿Si qué?


Takaba: S-Si Soy tuyo mi vida. —Incluso las sabanas que estaban debajo de él, al hacer contacto con su piel le daban una sensación placentera, empezó a moverse de adelante hacia atrás buscando mas de ese tipo de contacto, Akihiko al ver esto lo empujo para que se acostara, tomo ambas piernas y acomodo su miembro en la entrada del contrario, Takaba pensó que Akihiko jugaría un poco para hacerlo esperar, pero no, Akihiko dio una dura y profunda embestida que hizo chocar sus pieles. —¡¡AAH!!— Curveo su espalda ante la sensación de ser llenado, apretó aún más las sabanas.


Akihiko: ¡Oh! —Jadeo ante la sensación apretada de Takaba, hizo movimientos circulares de manera lenta volviendo loco a Takaba y también a el pues el menor se había apretado contra él. —Mierda mi vida.


Takaba: Mas...mas duro...—Akihiko sonrió para hacer lo que le pedían, detuvo los movimientos circulares para mover su cadera de atrás hacia delante con fuerza, Takaba aun con todo su cuerpo tembloroso hizo los movimientos contrarios para que ambos disfrutaran.


Akihiko dejo de cargar sus piernas para acercarse y poderlo besar tomo ambas manos y las ponía arriba de Takaba mientras entrelazaba sus dedos sin dejar de embestir.


Takaba: ¡Aah! Akihiko...—Jadeo al sentir el duro pene de Akihiko dentro suyo. —¡mmm! ¡Ah!...te...¡Ah!—Akihiko empezó a embestir un poco rápido mientras daba pequeños mordiscos en su cuello haciendo que se erizara su piel. — ¡Ah! Te amo Akihiko. —El mayor detuvo sus movimientos sacándole una queja al menor. —Por que te detienes. —Abrazo con sus piernas la cintura del peliplateado.


Akihiko: Repítelo. —Sonrió mientras jadeaba recuperando el aliento.


Takaba: Te amo...¡AAH!—Akihiko lo volteo para ponerlo en cuatro y alzar su cadera.


Akihiko: Yo te amo. —Jalo un poco los cabellos de su nuca, Takaba se respingo mas hacia el al sentir una nalgada. —Y no me cansare de demostrártelo mientras te cojo. —Empezó a embestir mas duro y rápido, el sonido de sus fluidos se entremezclaban con los jadeos de ambos.


Takaba: ¡Ahh! ¡Máaas! ¡Máaaas! —Lloriqueo de placer. — ¡Ahí! Ahí...—Akihiko se inclino sintiendo su delgada y sudorosa espalda en su torso, dio mordiscos en su nuca haciendo que Takaba volteara hacia él, unieron sus bocas mientras sus lenguas se enredaban entre sí haciendo que su saliva callera sobre sus mentones. —¡Soy tuyo, soy tuyo! ¡Ahh!


Akihiko jalo sus brazos hacia atrás levantándolo, abrazo su torso mientras lo seguía embististiendo.


Akihiko: Solo... ¡ahh! ...solo de saber que tienes a mi hijo en tu vientre me hace querer joderte más. —Le dijo contra su oído, Takaba abrazo su cuello recargándose en él, Akihiko aprovecho para acariciar su pecho. —Cada parte de tu cuerpo me pertenece y no dejare que lo olvides. —Takaba asentía a cada una de sus palabras con la mirada llena de placer perdida en su rostro. —¡Ah! —Ambos estaban a punto de venirse por lo que Akihiko empezó a masturbar al menor con lentitud.


Takaba: ¡Ahh! Mierda...¡Ahh!—Solo bastaron unas cuantas embestidas para que se corriera y Akihiko dentro de él. —¡Ahhh! Te amo tanto ¡Ahh! —Gimió al sentir su semen salir de el de manera lenta.


Akihiko: Mmm. —Gimió contra el hombro del menor, apretó sus dedos a la cintura de Takaba al sentir el espasmo de placer que lo invadió. — ¡Ahh!


Las piernas incluso los brazos de Takaba temblaban por lo que Akihiko tratando de recuperarse lo dejo en la cama para voltearlo, con lentitud ambos se acomodaron uno encima del otro recuperando su respiración, Takaba le acomodo los cabellos sudorosos de su frente mientras suspiraba, vaya que necesitaba ya ese tipo de contacto con Akihiko.


Takaba: Me fascinas. —El mayor alzo su rostro para que Takaba lo besara.


Mikhail y Yong habían acabado de cenar cuando Feilong llego a la casa.


Feilong: ¿Ay por qué no me esperaron? — Dijo al verlos sentados en el gran comedor, bueno Yong en su silla alta, Mikhail lo quedo viendo extrañado.


Mikhail: Pues...no tienes horario de llegada, pensé que llegarías tarde como siempre lo haces. —Feilong iba a contradecirlo, pero Mikhail se adelantó. — Si hubieras avisado que llegarías relativamente temprano hubieras llegado a cenar.


—Señor Feilong puedo servirle si gusta. —Se acerco una señora que se encargaba de servirles.


Feilong: No, gracias. —Se fue para subir las escaleras.


—¿Dije algo malo señor Mikhail?


Mikhail: No, déjalo. —Ella asintió mientras levantaba la vajilla.


Mikhail acabo de acostar a Yong, decidió salir un rato a fuera, el extenso patio era buen calmante gracias a los árboles y flores que lo adornaban, no pensaba en nada, disfruto de su cigarro que estaba a punto de acabarse, evitaba fumar adentro de la casa o en frente de Yong.


Feilong: Esta algo fría la noche ¿No? —Mikhail suspiro asintiendo, tiro el cigarro para apagarlo, ambos estaban en silencio, Mikhail buscando las palabras correctas para romper sus lazos románticos, ya nada los unían mas que el amor que sentían por Yong. —¿Qué tal si nosotros...? —Se pego a él mientras sus manos recorrían todo su torso, cuando iban a llegar a su cuello para atraerlo hacia si Mikhail tomo sus manos y las bajo.


Mikhail: Es mejor que terminemos con esto de una vez. —Feilong dio un paso hacia atrás mirándolo con confusión.


Feilong: ¿Qué? ¿De que estas hablando?


Mikhail: Ya no quiero estar en una relación contigo. —Feilong trago saliva mientras veía hacia otro lado.


Feilong: Si piensas que te voy a rogar para que no me dejes...estas muy equivocado. —Su voz salio temblorosa, trato de disimularlo, pero fue inútil.


Mikhail: No quiero eso, no quiero humillarnos mas estando en una relación donde claramente no nos queremos.


Feilong: ¿No...no nos queremos? ¿P-Por qué piensas eso? Tal vez quieres que a cada momento te demuestre mi amor, pero sabes muy bien que no soy así, no tengo que demostrarte nada porque con mis acciones te lo demuestro.


Mikhail: Tus mismas acciones hicieron que yo tomara esta decisión.


Feilong: ¿Qué?


Mikhail: ¿Crees que no me siento mal cada vez que me haces menos en frente de los demás?


Feilong: Yo nunca...


Mikhail: Claro que sí, siempre lo haces. —Suspiro. — No quiero quejarme, no lo es adecuado para mi, pero si, es una de las tantas razones que tengo.


Feilong: No te quejes, desde el principio sabias como era yo, ¿no se supone que mi actitud fue la que te había enamorado? Tu mismo me lo dijiste por si ya no recuerdas.


Mikhail: Si, lo admito, pero eso era antes de Yong, tal vez suene estúpido, pero he recapacitado.


Feilong: Jajajaja, por favor Mikhail...—Se burló, Mikhail seguía serio, negó ante la falta de seriedad del otro, quería hablarlo tranquilamente, pero con Feilong era imposible, tal parecía que quería evitar esa situación y a fuerza quería quedar con la última palabra.


Mikhail: Quiere que todo este claro. —Feilong paro de reírse al escuchar el tono serio del otro. —No quiero estar mas contigo por ende puedes olvidar todo eso de la boda, ya no quiero estar con alguien como tú, sé que yo no soy perfecto, estoy lejos de eso, pero jamás te haría sentir menos en frente de los demás, ni le dejaría de poner atención a Yong.


Feilong: A mi hijo no lo metas en esto, yo lo tuve, a mí me dolió.


Mikhail: No, no lo estoy metiendo, no por el hecho de que tu fuiste el que lo cargo en su vientre te da derecho de regañarlo, de hacerlo a un lado, ignorarlo cuando llegas, a mi no me pesa cuidarlo, el niño no tiene que soportar tus groserías. —Feilong empezó a llorar mientras apretaba su mandíbula, no podía admitir que Mikhail tenia razón. —Hay días en los que tengo un humor de mierda, te lo juro, pero no por eso voy a dejar de atender a mi hijo y a desquitarme con él.


Feilong: Si piensas que voy a dejar que te lo lleves, estas muy equivocado...


Mikhail: Pues solo contigo no lo voy a dejar, me quedare aquí con él. —Feilong rodo los ojos con disgusto. —No se en que te afecta, ni siquiera nos topamos en la casa o nos vemos, literal tu solo vienes a dormir...


Feilong: Ah... ¿O sea de eso se trata todo esto? Estas dejándome porque no me he acostado contigo.


Mikhail: No, créeme que eso es en lo ultimo que pienso, eres hermoso, pero ya no provocas nada en mí, fui un idiota en enamorarme de ti.


Feilong: Ah muchos hombres matarían con estar conmigo. —Se cruzo de brazos.


Mikhail: Por supuesto, nunca dije lo contrario...—Suspiro al recordar cierta situación. —No sabes lo horrible que sentí cuando esos niños fueron asesinados, fui un total estúpido al no impedirlo, pero como dije, quería que me miraras con los mismos ojos con los que yo te miraba, ahora se...que las vidas de esos niños valían más que tu amor. —Se adentro a la casa para subir a su habitación, extrañamente se sentía mejor, más ligero al romper ese lazo, sonrió ante esto.


Feilong hizo una mueca mientras apretaba su mandíbula, aventó con coraje el cigarrillo que estaba por encender.


Extrañamente la casa se había mantenido en extrema paz, por supuesto que Feilong apenas si le hablaba pero no era algo que le afectara, se dio cuenta que Yong aun no estaba bien registrado, no habían tenido oportunidad de hacerlo por todo lo que había pasado, al querer hablarlo con Feilong el apenas si le puso atención, para ir al registro civil necesitaba mínimo dos testigos y padrinos, fue algo muy rápido, Kirishima y Mizuki aceptaron sin problemas, Akihiko al enterarse también fue con ellos, Takaba fue el encargado de sacar las fotos pues sin planearlo habían hecho una pequeña celebración entre ellos cinco, Yong no entendía pero sonreía al ver muchas caras felices.


Yong Mikhailovich Arbatov Liu fue como quedo registrado legalmente, aplaudieron al momento que Mikhail firmo.


Kirishima: ¿Y si vamos a comer como festejo? Yo invito al fin y al cabo Yong es como mi ahijado...


Mizuki: Nuestro.


Kirishima: Nuestro ahijado. —Corrigió.


Takaba: Si, vamos —Aplaudió con emoción, Yong hizo lo mismo, Mikhail asintió, todos salieron del registro civil.


Mikhail: ¿Y Haruhiko? Le avise lo que íbamos hacer, pero no me respondió.


Akihiko: Ah estado ocupado, Shinnosuke no ha querido acercarse a su bebé así que Haruhiko se ha estado haciendo cargo de él.


Mikhail: Pobre...bueno lo que tiene Shinnosuke es algo que no se pudo evitar, así que no los culpo, mira, sin planearlo nos convertimos en padres solteros por el momento.


Akihiko: Hasta parece que se pusieron de acuerdo. —Se burlo.


Kirishima: No vayan a darle la misma madrasta o padrastro a sus hijos. —Todos se rieron.


Mikhail: Haruhiko si se casó y yo...no, olvídalo, ya no me vuelvo a comprometer románticamente con alguien, mejor puro...—Iba a decir sexo, pero su hijo estaba presente. —...Nada, olvídenlo. —Beso sonoramente la mejilla de Yong, el pequeño rio.


Haruhiko tenia su camisa abierta mientras cargaba a su hijo, el pediatra le había dicho algo respecto al método canguro, su hijo iba evolucionando bien pero ese método haría que posiblemente pueda llevárselo a casa muy pronto, todos los días iba a visitarlo al hospital. Se había tomado como unas mini vacaciones en lo que su hijo se desarrollaba mejor. Había varias enfermeras en el mismo cuarto por si se le ofrecía algo, sus risitas lo ponían algo tenso, pero con ignorarlas bastaba.


Por un lado, se sentía feliz, por fin había podido cargar ese pedacito de cielo que le había regalado su esposo, pero por momentos recordaba su estado, aceptar la ayuda de su familia le había quitado un peso de encima, no era que le pesara Shinnosuke solamente que de ser egoísta y tratar de resolver las cosas el solo no iba a aguantar tanto.


Shinnosuke se iba recuperando físicamente gracias a los cuidados de su suegra y su madre, un psicólogo iba cada cuatro días a visitarlo y platicar con él, todavía no podía superar acercarse a su hijo pues cada vez que alguien lo mencionaba se ponía a llorar, se sentía menos por no hacer que su embarazo se a completara, al menos ya había aceptado que Haruhiko se acercase a él, pues cada vez que lo veía se ponía a llorar y se encerraba en su cuarto con su suegra o Kaoruko. Al mayor le dolía mucho esa situación, pero era algo que estaba fuera de sus manos.


Ahora cada vez que Shinnosuke lloraba él estaba ahí para consolarlo, era como un niño asustado por el mundo, le había dicho que el escogiera el nombre, pero Shinnosuke negó en silencio.


Haruhiko: El que tu me digas va a ser perfecto...—Beso su cabeza.


Después de dos semanas el pediatra le dio luz verde para que se llevara a su hijo a la mansión, claro que le dio una lista de cuidados que seguiría al pie de la letra con tal de que el bebé estuviera lo más sano posible.


La habitación del pequeño ya estaba mas que lista, tenia lo necesario para que solo Haruhiko entrara y no saliera tanto pues el bebé no podía exponerse tanto al ambiente de afuera.


Llego a la mansión cargando un portabebés cubierto por cobijas delgadas, claro que su hijo estaba bien cubierto por su ropita, pero no quería que ni el aire lo molestara, celebraron en silencio la llegada del nuevo integrante de la familia.


Haruhiko: ¿Y Shinnosuke?


—Esta dormido, es que hoy el psicólogo vino y pues...—Le explico su suegra.


Haruhiko: Entiendo...


Lo instalo en su habitación, con mucho cuidado lo acostó en su cuna, reviso varias veces que estuviera cómodo o inspeccionando que no hubiera nada que lo lastimara, había mandado a poner un sofá-cama para que el pudiera cuidarlo mientras trabajaba en su laptop.


Haruhiko: Te dejare tantito solo, no me tardo. —Salió de su habitación y camino rápido hacia su estudio para tomar su laptop y algunos documentos.


Shinnosuke salió de su cuarto, había despertado con mucha sed, tenia un holgado vestuario muy cómodo, era un juego de pants, caminaba lento pues si lo hacía más rápido la herida de su incisión le dolía, no fue hasta que paso a lado de una puerta cuando escucho un fuerte llanto, brinco al notar que era de un bebé, su bebé, su corazón latía muy rápido, tenía miedo.


El llanto era lo único que podía escuchar, era muy aturdidor, no supo como o que pero fue como si le hubieran dado un golpe, fue como si sintiera mucha desesperación por verlo, se apresuro a abrir la puerta y el olor a bebé invadió su sistema, rápido fue a ver a la cuna, las lagrimas empezaron a caer sobre sus mejillas y cargo por primera vez a su hijo.


Shinnosuke: ¡Oh por Dios! —Jadeo. — ¡Oh por Dios! —Se acerco lo más que pudo a su hijo sin lastimarlo, unió la pequeña cara con la suya. — Por favor, por favor perdóname mi vida. —Lloriqueo. —Perdóname hijito de mi corazón. —Beso su coronilla, el bebé había dejado de llorar, comenzó a jadear y hacer sonidos con su boca, a pesar de su llanto Shinnosuke sonrió al escucharlo, lo arrullo.


Haruhiko corrió al ver la puerta abierta pero la imagen que vio lo dejo perplejo, por fin podía admirar a su esposo e hijo juntos, Shinnosuke al ver a Haruhiko sonrió.


Shinnosuke: Teiki, quiero que se llame Teiki. —Haruhiko se acerco a ambos para abrazarlos.


Haruhiko: Por supuesto que si cariño.


Ambos estaban demasiado contentos con Teiki, Shinnosuke de vez en cuando se sentía mal, pero se le iba pasando, el psicólogo aplaudió sus intentos.


No fue hasta una noche cuando Shinnosuke se había salido de bañar que vio a Haruhiko sin camisa.


Haruhiko: ¿Paso algo? —Pregunto al ver la mirada avergonzada de Shinnosuke.


Shinnosuke: H-Haruhiko...—El mayor se acerco al verlo raro. —Y-Yo aun...n-no...n-no estoy preparado para estar c-contigo. —Haruhiko no comprendió a lo que se refería hasta después.


Haruhiko: No, no pienses mal. —Se puso una playera rápido para ir con Shinnosuke. —Solo estaba cambiándome. —Shinnosuke se sonrojo. —Aun así, no importa, comprendo que es un proceso largo para ti, puedo esperarte el tiempo que sea, solo quiero que estés cómodo y bien. —Abrazo al menor y este le correspondió.


Shinnosuke: Gracias. —Haruhiko iba a besarlo, pero el se volteo como reflejo para que no lo hiciera. —P-Perdón. —Haruhiko sonrió.


Haruhiko: No te preocupes. —Beso la mejilla del menor.


Takaba estaba poniéndose una playera y arriba de él un suéter holgado, Akihiko abrió la puerta de la habitación.


Akihiko: Mis padres y los tuyos ya están abajo. —Takaba sonrió para después acomodarse en su dedo anular el nuevo anillo de compromiso que Akihiko le había dado apenas ayer.


Takaba: ¿Crees que se sorprendan de las dos sorpresas que les vamos a dar? —Se acaricio su vientre mientras veía su anillo.


Akihiko: ¿Otro nieto y una boda? mmm no lo creo. —Dijo con sarcasmo haciendo reír a Takaba, estiro su mano para que el menor entrelazara sus dedos con los de él. —¿Estas listo?


Takaba: Para todo mientras sea contigo. —Le dio un beso rápido en los labios para después salir de la habitación, respiro hondo para darse valor, Akihiko hizo lo mismo.


Asami disfrutaba de su Whisky mientras veía el atardecer desde el patio de su mansión, la sesión hace unas horas con psicólogo le habían hecho pensar demasiado, admitía que no era tan charlatán después de todo, perdonarse a si mismo era la una de las mejores sensaciones que había tenido, se permitió suspirar, vivir una vida llena de arrepentimientos y lamentaciones no tenía sentido, pues nadie era perfecto, se comprometió a mejorar y entender que el también tenia sentimientos que antes consideraba de personas débiles, todo el mundo lo era, pero sabia esconderlo muy bien, hacer una introspección hizo que recordara a Misaki no como un pasado doloroso, si no mas bien uno muy amoroso y cálido que guardaría ferviente el resto de su vida.


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