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Sueños (Pesadillas) por Sou-Tan

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Notas del capitulo:

aqui el segundo de este desastre. Me asombra pensar que hace dos años publique el primer capitulo por primera vez. 

Los alumnos del último año en un instituto de Seúl están en una gran fiesta, celebran animadamente su graduación  y muchos están gravemente afectados por el alcohol.

La rosa estira su tallo un poco más, y queda a los pies de Taemin. Sus colores cambian constantemente, hasta llegas a tornarse completamente azul brillante. Abre sus pétalos en dirección al joven.

-La hora ha llegado, My Lord. Este año, vigile bien los movimientos del Señor de Las Pesadillas, su hermano.

El Guardián de Los Sueños se halla sentado en su trono. Ve a uno de los dos destellos de luz alejarse un poco y llegar a estar cerca de la sierra. Cierra sus puños fuertemente y se levanta de su lugar.

El resonar de sus pasos advierte a las criaturas habitantes del Castillo Congelado de su próxima llegada, que por supuesto, no se hace esperar. Llega a estar frente al lugar. Por fuera se ve una estructura inmensa, pero cuando se entra, es solo una gran habitación.

Las altas paredes están tapizadas con una tela aterciopelada color rojo intenso, el suelo el completamente negro y el techo es blanco con relieves en mármol del mismo color. Dispersos por toda la habitación, hay montones de seres, cuyos cuerpos parecen flotar y no tienen forma específica, todos son blancos e irradian una tenue luz blanquecina.

Se acerca a uno de ellos y llama su atención.

-Ve a Exortis y detén lo que sea que esté planeando el Señor de Las Pesadillas.

Nada más decir estar palabras, la criatura se desvaneció.

Taemin camina de regreso a su puesto como guardián y se sienta en su trono, vigila detenidamente todos los movimientos del destello, que cada vez está más cerca de la sierra.

Kim Joghyun, uno de los recién graduados, baila animadamente hasta que uno de sus amigos le hace señas de que le sigua en dirección a un lugar apartado en donde hay un grupo de gente, todos conocidos suyos. A pesar de que todos han bebido, nota reacciones peculiares en los presentes.

El Señor de Las Pesadillas baja unas cortas escaleras pegadas a la pared, y estas lo guían a una habitación en penumbras, que se nota amplia. Hay un reflector en el techo, justo en medio, que ilumina un pequeño tablero sobre una mesa, y una gran silla que en el asiento esta acolchada y también el respaldar, es de color negro y las colchas son color arándano aterciopeladas.

Con la misma rapidez con la baja las escaleras, llega, con una gran caja en mano, hasta donde está la mesa y toma asiento en la silla, dejando caer su cuerpo sin ningún tipo de delicadeza.

Deja reposar la caja justo al lado del tablero y apoya su codo en la mesa, recarga su barbilla en la palma de su mano, que está cubierta con un guante color violeta, que solo cubre la mitad de sus dedos y tiene abertura en las puntas, además de estar desgarrado en los bordes.

Arruga sus labios desinteresado y en el tablero, a pequeña escala, como si fuese una maqueta, se puede observar el ambiente de una ciudad de Exortis, Seúl, para ser más concretos. Ve los grandes edificios y las luces que iluminan la ciudad, las personas que caminan por ahí, las mujeres vestidas con poca ropa y le producen asco, y lo huele, por entre los callejones oscuros, en esas mismas esquinas, y en un lugar de esos al que supone llaman “Club Nocturno”.

Las imágenes de la ciudad se desvanecen, y dan paso a las de un grupo de personas “brincoteando” como él le llama, pero que en realidad están bailando, luego hace que otras diferentes, en el mismo lugar, aparezcan. Hay un numeroso grupo de humanos, tanto mujeres como hombres de la misma edad. Sabe perfectamente el estado en el que se encuentran una vez mira en el fondo de sus ojos.

Estira sus labios y cruza sus brazos sobre su pecho. Hacia arriba pensativo, y da leves golpeteos contra el suelo con su pie derecho, buscando la respuesta a algo que encuentra sin tardanza.

La caja, que es de oro negro, tiene detalles en morado intenso y símbolos antiguos por donde se mire. Retira la tapa y las risas no se hacen esperar, y esta vez no intenta calmarlas como siempre, sino que ríe con ella silenciosamente, e introduce una de sus manos en la caja, y rebusca hasta que encuentra lo que busca y lo saca, para después cerrar la caja.

Con sus dedos índice y pulgar, sostiene a cabeza de una criatura diminuta, del tamaño que se ven las personas en el tablero. Su cabeza es totalmente redonda, y viste una camisa desteñida y rasgada, sus pantalones están rotos y son celestes, su piel es aún más pálida que la de Minho. No tiene nariz, solo boca. Sus ojos tienen las venas muy marcadas y están delineados con negro solo en el parpado inferior, seguido este por unas grandes y grises ojeras. En su cabeza, en vez de cabello, miles de finas agujas puntiagudas sobre salen. Y por último, no tiene pies, y en sus manos no tiene ni un dedo, solo son guantes iguales a los que usa Minho.

El Señor de Las Pesadillas deja a la criatura en un lugar un tanto apartado de los jóvenes humanos, y recarga su espalda en el respaldo de la silla, completamente preparado para lo que sigue.

El misterioso ser, comienza a tomar una forma humana, llegando a convertirse en un joven de dieciocho años, con cabello color rojizo, vestido con una camisa negra, unos jeans azul oscuro y unos tenis negros, muy bien parecido y de mirada dulce. Un fino tubo parecido a una pajilla aparece de repente en sus manos, este contiene alguna sustancia blanca, y no, no es droga, es algo peor, algo proveniente del infierno, una sustancia llamada “Necromicon”

-Has lo que quieras con ellos, solo asegúrate de no matar a nadie.

La criatura sonríe de forma macabra y asiente levemente con su cabeza.

-¿Qué tienen? - Pregunta Jonghyun a su amigo Kyuhyun, que solo da otro sorbo a su trago y niega repetidas veces.

-¿No me digas que se metieron esa porquería otra vez? -. Su amigo solo sonríe y se encoge de hombros, como si se tratase de la cosa más normal en todo el mundo.

-¿Qué pasa, por que tan desanimados? - se acerca a ellos otro joven, un pelirrojo llamado Onew, quien rápidamente nota la tensión en el ambiente.

-Jonghyun anda de aburrido, como siempre.

-¿Aburrido por no querer usar es mierda?

-Recuerda que tú también la usaste una vez, así que no te pongas princesa”, replico Kyuhyun.

Onew rodea a Jonghyun con su brazo por los hombros, y agita el tubo de plástico frente a los dos.

-Esto no hace daño a nadie, además, ¿Ves lo felices que se ven todos?

-Están drogados, carajo, les podrían estar cortando las piernas y ellos se veían felices. No exagero, hemos estado mucho tiempo aquí, quizá cuanta hierba se han metido.

En eso llega Kai, otro amigo, pero no de Kyuhyun, solo de Jonghyun y Onew.

-Vamos, hay que seguir bailando, dinoboy - casi ordena el recién llegado. Onew sonríe y se aleja del de rostro canino para acercarse a Kai.

Mihno sonríe ampliamente, Lucy, la criatura que saco de la Caja de Pandora, se encuentra frente a frente con uno de los subordinados del Guardián De Los Sueños. Los dos están transformados en dos humanos, y se siente ansioso por  ver que hara su sirviente para deshacerse del otro.

A diferencia de las personas en Exortis, Minho puede ver con claridad la forma primitiva de las dos criaturas.

El pelirrojo retira la tapa del pequeño envase, y, dándole la espalda a los otros, toma a Kai de la nuca y acerca el tubo a sus fosas nasales.

-Tú también deberías relajarte un poco, te noto estresado - Onew sonríe de forma macabra y obliga a Kai a inhalar la sustancia blanca, haciendo que solo quede la mitad de ella en el envase.

Kai cierra los ojos unos segundos y sonríe, para luego alejarse rápidamente de donde se encuentran todos.

El Seño de Las Pesadillas aplaude y se carcajea, como si estuviese admirando la escena de la mejor comedia en todo el universo. Es el comienzo de sus planes, y está seguro que lo lograra.

Mientras tanto, del otro lado se la sierra, Taemin se levanta de su lugar con furia reflejada en sus ojos. Uno de sus subordinados esta tendido en el suelo, al pie de la gran silla de cristal que tiene por trono.

Se pone de cuclillas y revisa todos los aspectos de la criatura blanca, y nota que el aura que desprende comienza a volverse negra.

Taemin se pone en pie, y lentamente se aleja hasta quedar a medio metro de distancia de su sirviente. La criatura se vuelve completamente negra, y queda quieta como una estatua, se torna rígida, como una estatua de concreto, y pronto, por todo su cuerpo, se forman grandes hendiduras: Grietas.

Se lleva las manos al rostro y lo cubre, y es en ese mismo momento en que la criatura explota y se quiebra en mil pedazos, que rápidamente se desvanecen, dejando un aroma repulsivo en el aire.

Onew se da la vuelta y mira a ambos con una sonrisa.

-¡Vamos, hasta Kai lo hizo!, no me vengas con que la última vez no te sentiste extremadamente bien. Es como el paraíso, como estar en otra dimensión, no pierdes nada con probar de nuevo. Esto te gustara más, es nueva, recién echa.

Jonghyun suspira y sonríe resignado, después de todo, el pelirrojo tiene razón. La última vez fue increíble.

-Dame eso, veamos si es tan buena como dices, pollito - le arrebata el tubo y lo acerca a sus fosas nasales, tapa un de los hoyos de su nariz con su dedo índice e inhala fuerte, llevándose casi todo los restos, y se lo pasa a Kyu, quien enseguida repite sus acciones.

El Necromicon es una sustancia proveniente del fondo del infierno, se forma debido a la unión de ciertos ácidos, estos, a la vez se combinan con las energías que emanan algunos demonios, incluyendo al mismo Satán. Es como el éxtasis para las criaturas inmortales, tanto demonios como dioses.

Pero en cambio, para los humanos, cuando estos consumen Necromicon, es como consumir un organismo con diferentes funciones al propio. Se producen cambios en el comportamiento, alucinaciones, se desarrolla la capacidad de escuchar las voces provenientes del primer infierno, y también las aptitudes físicas del consumidor se vuelven más amplias. Dichos consumidores son confundidos con esquizofrénicos, por lo que son internados en asilos psiquiátricos. A pesar de todos los cambios positivos a simple vista, todas las personas que una vez lo consumen, terminan muriendo porque un cuerpo tan débil no soporta tantas metamorfosis, o sino, se suicidan al no soportar más los susurros de las voces que les hablan desde el primer infierno.

Lucy, la criatura enviada por Minho a Exortis, es una combinación entre un demonio, un humano y un muñeco. Fue creado por Minho con ayuda de Satán, y es el encargado de la distribución del Necromicon a todas las dimensiones, menos a Exortis, a menos que su amo así lo ordene, y no hay nada que disfrute más que llevar a un mortal a la destrucción.

Minho saca a Lucy del tablero, pero en vez de devolverlo a la Caja De Pandora, lo deja caer en el piso, y este toma una altura de un metro con cincuenta centímetros.

-Ve y diviértete.

Lucy no tarda en correr a una de las esquinas de la oscura habitación, toma unos cuatro cuadros del suelo que están pegados entre sí, pero separados de este, los levanta y se lanza al vacío riendo divertido. Los cuadros, al no tener nada que los sostenga, caen y pasan a formar parte del suelo una vez más.

A pesar de que Minho quiere seguir jugando, un bostezo le hace darse cuenta de que debe suspender su diversión e ir a dormir un rato.

Se levanta rápido y con desgane sube las escaleras. Deja la caja en la mesa, si algo se llega a escapar, no importa, eso solo significaría adelantar sus planes. No tiene ganas de hacer esfuerzo alguno por mover los pies, así que abre la primera puerta que se le cruza y allí entra, encontrándose en su habitación sin necesidad de ir a ella.

Tira su sombrero, y este enseguida aparece colgado en el perchero, se quita su gran saco de cuero y deja que caiga al piso, pero rápidamente este también aparece guindado en el perchero. A esas prendas les sigue los pantalones y su camisa blanca con volados que caen desde el cuello hasta la mitad del pecho, los cuales solo desaparecen, dado que se guardan en un gran armario.

De la misma forma que se dejó caer en la silla, se tumba en su gran cama boca abajo, y deja sus guantes en el suelo, donde tienen que estar siempre.

Cierra sus ojos. Su alma blanca se delinea poco a poco con negro, al igual que sus ojos. Dedos delgados, piel pálida y opaca, cabello largo, labios carnosos, colmillos de nueve centímetros haciendo presión sobre su labio inferior, y una mirada llena de maldad. Maldad pura. Tan pura como las almas que han sido seducidas por el rey de los infiernos.

Despierta boca arriba, dándose cuenta de que está sosteniendo fuertemente las sabanas esta vez rojas como la sangre. Su respiración es agitada, y se de una bofetada a el mismo.

Es el Señor de Las Pesadillas, no puede estar soñando.

Aunque para él, más que un sueño, es una meta muy, muy cercana.

Taemin olfatea el aire, y a sus fosas nasales las invade un olor repulsivo y una sensación que recorre su cuerpo le hace querer vomitar. Es una criatura inmortal, pero el Necromicon le da asco.

Se pone a pensar, y mira a la cierra desconcertado. Ve como el sueño de graduación, que además de eso representa muchas cosas más, se va del otro lado, los dominios de Minho.

-Vigile las acciones del Señor de Las Pesadillas, no lo olvide, My lord.

-Tienes razón, Fala, si solo quisiera convertir sueños en pesadillas, no hubiese utilizado algo tan potente como el Necromicon. Parece que este año tiene planes diferentes, solo que me es imposible si quiera hacerme una idea de cuales son.

Taemin vuelve a su trono, y fija su vista en el laberinto, queriendo no prestarle mucha atención a los sucesos presenciados anteriormente.

Si algo tiene claro, es que El Señor De Las Pesadillas pretende hacer mucho más que solo entretenerse al convertir sueños en pesadillas.


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