El día pasó entre cámaras, cortes de escena, sesiones de fotografías y más.
La noche llegó antes de lo pensado y bastante agotados, los cinco iban de regreso al dormitorio.
Byunghee logró olvidar su enojo de la mañana y ahora, platicaba animadamente con Thunder en el interior de la camioneta. Por su parte, Mir dormitaba en los brazos de Joon, quién recargado en la ventana, abrazaba al maknae, sintiendo su cálido cuerpo. Seungho, iba concentrado en su móvil escuchando la voz de G.O.
En cuanto entraron al dormitorio, cada uno corrió a su cama para poder dormir.
Seungho era el único que dormía solo en aquel entonces. Joon y G.O compartían cuarto al igual que la maknae line.
En su habitación, el líder recordó el rostro serio de su compañero. Estaba seguro que algo le había ocurrido y como buenos amigos que eran, esperaba que le contara.
Se levantó de su cama y se digirió al cuarto compartido.
Al entrar, vio que tanto él como Joon dormían plácidamente, pero poco le importó y tomándolo de la muñeca, lo arrastró fuera de la cama. Gracias a sus buenos reflejos, G.O evitó golpearse contra el suelo y se dejó guiar por el líder.
Entraron al cuarto y G.O buscó a Thunder alrededor. Esa noche no estaba ahí.
-Bueno, dime.- Dijo Seungho, aventándolo suavemente hacia la cama para que tomara asiento.
- ¿Qué cosa?- Respondió algo atontado.
-Hace rato estabas enojado en el set. ¿Qué te hizo estar de aquel humor?- preguntaba el líder viendo la carita soñolienta de G.O
-¡Ah! ¿Para eso me despertaste? Hubieras esperado a mañana- Decía mientras daba otro bostezo y levantaba su trompita en una especie de puchero. Al verlo, Seungho se sintió un poco excitado. G.O era bastante varonil pero a veces lucía muy tierno.
Por alguna extraña razón no podía despegar sus ojos de aquella boca. El lunar en medio de ella y la reciente mueca que mostrara, le producían ganas de besarlo.
G.O que continuaba esperando una respuesta de su hyung, permaneció en silencio. Al cabo de unos momentos decidió que lo mejor era volver a su cuarto. Se levantó y caminó hasta la puerta.
Antes de que pudiera salir, Seungho lo detuvo.
- ¿Qué estoy haciendo?- pensó el líder y lo arrastró nuevamente hasta su cama.
G.O con los ojos abiertos por la impresión, sintió sus pantorrillas chocar contra la orilla de la cama, obligándolo a sentarse.
-Hoy dormirás conmigo- dijo Seungho con un tono que hizo erizar sus vellos de la nuca. G.O sólo atinó a asentir.
Llevaban como 20 minutos acostados lado a lado sin decir nada causando que el sueño lentamente volviera.
Seungho volteó a ver a su amigo para encontrarlo dormido y pensó que lucía demasiado atractivo. Sin saber cuánto tiempo transcurrió, continuaba viéndolo como idiotizado.
Su mirada recorrió cada rasgo de su rostro y todo de él le gustaba. Sí, estaba seguro que pensaba en él de forma diferente a los otros. Le gustaba no como amigo ni compañero, sino como hombre. Nunca había experimentado ello y le resultaba confuso.
Entre sueños, G.O balbuceó algo inteligible haciendo que su boca nuevamente se levantara en un puchero. Seungho se sintió enloquecer al verlo y sin pensarlo, lo besó.
Sentir sus labios aceleró considerablemente sus propios latidos. Eran suaves, dulces y embriagantes por lo que volvió a besarlos.
Unas ganas incontrolables por devorar su boca se apoderaban de él pero se contuvo a sí mismo repitiéndose que lo despertaría y no tenía una explicación lógica para lo que intentaba hacer. En cambio, aprovechó toda la noche para darle tiernos y esporádicos besitos.
La mañana llegó y por primera vez, Seungho despertó antes que todos. Se incorporó levemente sobre la cama y sin dudarlo, besó un par de veces a su compañero que continuaba dormido a su lado.
Se levantó y entró a la ducha. Se sintió tonto por robar aquellos labios pero no estaba listo para confesar sus sentimientos y ser rechazado. Lo que había hecho iba a ser un secreto que jamás le diría a nadie, menos a él.