Pov. Jackson
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Cruzó la puerta y mis pulmones se llenan de su aroma, notó el lugar de los muebles a cambiado y las fotografías de ambos estando juntos desaparecido. Camino hasta mi habitación agradeciendo mi cama siga ahí, me tiró sobre el colchón, mirando al techo mis ojos son vencidos por el cansancio, sueño con él, con nuestros recuerdos con mi futuro que nunca a sido planeado sin él estando a mí lado.
El sonido del teléfono me despierta, corro buscando la fuente hasta poder contestar.
-Alo
-¿Jackson?
-Sr. Tuan, que alegría escucharlo
-Raymond hijo, sólo Raymond; a mí también me alegra escucharte, pero creí habías vuelto a China ¿estas de visita?
-He vuelto hace unas horas, estoy pensando en una residencia más larga esta vez
-Oh, no sabes lo feliz que me hace escuchar eso; Mark no lo dice pero te necesita
-Y yo a él- río
La conversación dura más de media hora, Raymond se despide de mí pidiéndome cuide Mark, yo prometo hacerlo y no dejó que olvide venir a visitarnos el mes entrante.
Miró el reloj de pared marcando las 3:00 pm, rascó mi nuca y decido tomar una ducha para mitigar el calor; mientras me baño recuerdo la preocupación del padre de Mark al mencionar que el pelirrojo que recuerdo ha vuelto a depender de los somníferos para dormir y me culpó por no estar estos últimos meses a su lado »pero he vuelto y no pienso ir a ningún lado si no es con él«. Estoy enredando la toalla en mi cintura cuando escuchó la puerta abrirse seguida de su voz.
Mi corazón se acelera y avanzó hasta él, lo abrazó con fuerzas recordándole a mis brazos su delgada figura, lo levantó un poco y notó su encantadora sonrisa esa misma que soñe tanto durante mi ausencia. Me llena de preguntas y comienza a llorar, beso su frente y hago promesas que quiero cumplir.
Me siento hechizado por todo él, no ha cambiado sólo el tono de su cabello lo hizo pero sigue siendo sublime, la atracción casi magnetica me hace tomar su rostro e intentar besarlo »muero por recordar su sabor« sus labios cereza siempre han sido mi debilidad, cierro mis ojos y disminuyó distancias.
El sonido de una tos ficticia rompe mi burbuja y por primera vez notó la presencia de un tercero.
Odio se presente como su novio »de que hablas« bromeó con Mark sobre el asunto pero él no niega dicho lazo, dejo salir mi frustración antes de ver al dichoso "novio"; de complexión parecida a la de Tuan tal vez un poco más ejercitado pero igual de enquencle, pelinegro como yo antes de marcharme, ojos bonitos »lo reconozco« y como de mi estatura »mi reemplazo, ya lo veremos«; me apresuró a presentarme " JinYoung" así dice llamarse,»bien Jin veamos que tanto inquietas a Mark« -Debería irme a un hotel
A pesar de la mirada de pocos amigos que me dedicó Jin, Mark no pudo echarme y para rematar le insinúe estaba caliente de verme casi desnudo »sigues siendo mio« lance una sonora carcajada y fui a vestirme »por que duele«.
Un pantalón deportivo y una ramera es lo primero que sale de mi maleta, juró haber querido darles su espacio pero mi estomago estaba hambriento »los bocadillos en el avión no son suficientes« atenuado a eso el aroma proveniente de la cocina es tentador.
Llegó hasta el sitio, no soportó ver a ese pelinegro viendo a Mark con tanta admiración y mi lado infantil se pone a trabajar, abrazó por la cintura a Mark pegando su trasero a mi entrepierna, mi Marky muerde su labio y me da de comer en la boca como si eso evitara que hablara, me despego de él y voy hasta el refrigerador realmente no buscó nada pero necesitó aire frío -Exquisito- »trasero« alegó metiendo mi cara en la nevera el sabe a que me refiero pero se cubre con la comida.
Se que me invitara a comer y pienso aceptar, sólo me hago el difícil mostrándole a JinYoung cual es mí lugar y ese es con Mark. Bien pude interrumpir cualquiera de sus pláticas tontas ó evitar Mark le sonriera pero aún tengo algo de educación eso y mi padre llenando mi celular de mensajes pidiéndome volver evitaban abriera la boca para algo que no fuese comer.
-¡Jackson!- sabía mi "amigo" no tardaría en llamarme la atención, me disculpaba y explicaba la situación, cuando mencione a mi padre recordé la llamada del suyo, dije tan normal como era posible que Raymond lo visitaria »no era necesario decirle era yo quien lo había invitado«; por poco se ahoga ante la sorpresa quise evitar un problema y busque algo con que defenderme »podrías haber pensado en algo más« después de las palabras dichas ese pensamiento vino a mí mente.
Me molesto Mark no le diera importancia a mí preocupación por su salud, y que tomara tan a la ligera mi presencia ya no lo soportaba, todo por ese crió que ahora me miraba como si no supiese nada -¡Carajo...- salí de la cocina antes de meter más la pata, me di cuenta Mark había cambiado.
Me encerré en mi habitación, puse algo de música intentando tranquilizarle pero nada lo lograba el sólo imaginar a Mark con Junior me hacía hervir la sangre. Busque algo decente con que salir, no quería esperar a que JinYoung se fuera para convertirme en plato de segunda mesa, si Mark quería cogerse a ese tipo que lo hiciera yo no le estorbaría.
»Muy risueños« chasqueé la lengua logrando se detuvieran, tomé mis llaves antes de escuchar a Mark preguntando a dónde iba »estás con tu novio a ti que te importa«.
-por ahí
-¿A qué hora regresas?- ¿que le pasaba ahora? Era mi amigo ¿no?
-...¿Como si te importara?- no quería ver su cara o haría que me retractara y volviese a encerrarme mientras él cómodamente se entregaba a otro
-Me importa Jackson- »¿Como quieres que te crea, cuando sujetas su mano y no la mía?« volví a ver al pelinegro »que te aproveche« antes de salir con una amenaza vieja en mis oídos.
Odiaba el clima de Seúl, odiaba el tráfico nocturno, odiaba a las chicas coqueteando con descaro, odiaba Mark estuviera con otro, odiaba lo hubiera llamado su novio frente mío »¿entonces yo que soy?«.
Metí mis manos en los bolsillos y camine por los lugares que recordaba haber recorrido en su compañía, algunos al igual que él habían cambiado y algunos al igual que nuestra vieja relación habían desaparecido »ocho meses fue demasiado tiempo«.
En algún momento tenía que parar, observe la zona y recordé un viejo bar poco conocido y por lo mismo perfecto para desahogarse. La música en inglés y el silencio por parte de sus clientes era acogedor sin ser incómodo, me senté cerca de la barra pedí una copa de whisky y me dedique a suspirar dejando a mis penas libres para auto-flagelarme.
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Conocí a Mark en los Ángeles durante un intercambio estudiantil, la afición de ambos por el basketball nos volvió compañeros de equipo más que de salón, la convivencia se convirtió en amistad, fue tan rápido como él se adaptó a mí excéntrico carácter y como yo aprendí a querer su introvertida personalidad que nos volvimos inseparables, no había Jackson sin Mark ni viceversa, los chismes sobre que existía otro tipo de relación entre nosotros nos convirtieron en pareja en un principio sólo por diversión pero después de unos meses decidimos formalizar; su familia me recibió con los brazos abiertos a la mía le fue difícil aceptarlo pero terminó queriéndolo; tomé la decisión de terminar la escuela media con él, no concebía el hecho de separarnos; para cuando nos graduamos teníamos que decidir donde estudiaríamos, Raymond quería Mark lo hiciera en el extranjero y de entre todas las opciones eligió Seúl yo no estaba tan seguro pero aún así lo seguí, reprobé el examen de admisión y él lo aprobó, mi padre insistió yo no podía seguir perdiendo el tiempo después de cuatro meses en Seúl, le conté mis planes de regresar a la academia de Esgrima esto implicaba volviera a China, Mark lloró, yo lloré pero no importaba cuanto deseara seguir a su lado nuestros caminos se estaban separando. Decidimos terminar, las relaciones a distancia son para "idiotas" ambos pensamos lo mismo, antes de marcharme le prometí volver él prometió esperarme »¿por que rompiste tu promesa?«, nuestra comunicación en un mes pasó de ser diaria a semanal y luego a casi nula, los mensajes románticos se convirtieron en saludos cortos, cuando su voz dio paso a la de la contestadora y las palomitas azules invadieron mis mensajes sin respuesta supe algo andaba mal, quise tomar el primer avión pero de nada serviría si después tenía que volver a dejarlo, así que espere el tiempo necesario para organizar un trasladó de universidades con ayuda de una beca deportiva. Aún no le daba la noticia de que estudiariamos juntos cuando él me sorprendió con su nueva relación.
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-La persona que siempre quise ver, esta frente mío, pero de la forma en que nunca espere..¿Que te tiene tan depresivo “Gaga”?- No fue hasta que fui llamado por aquel apelativo que alce la vista encontrandome con unos rasgados ojos que sonreían al ver mi tardado procesamiento de información
-Jae Bum- apenas y pude ofrecerle una sonrisa -¿Qué haces aquí? ¿Cuánto tiempo llevas ahí?- dije al notar la botella y su copa de licor a medio terminar
-Compre el lugar, ¿Quién crees que te ha estado sirviendo?- volvió a sonreír
-Buen gusto- me limite a contestar antes de vaciar mi copa
-Siempre he tenido buen "gusto"- dijo llenando mi copa -Entonces me piensas contar porque estás aquí
-hmp- alce los hombros y volví a dejar vacío el recipiente
-Tendré que adivinar, pero algo me dice yo ya lo se- sonrió con autosuficiencia
-¿Qué sabes?- entrelace los dedos recargando mi barbilla sobre mis manos
-Que ese chico de haya es la razón- seguí su mirada y me llenó de ira encontrarme con aquellos ojos oscuros mirándome como si quisieran matarme.