Capítulo 2. Inalcanzable.
**Renji**
Veo sus mejillas sonrojadas que dan un poco de color a su blanca piel, sin duda es muy lindo y se ve como un libro abierto ante mí, sus manos tiemblan y apenas puede respirar delante mío. Apoyo mis codos en la mesa y recargo mi mentón entre mis manos, él parece dar un pequeño brinco y pasa a mirarme con sus ojos que parecen cansados.
- Dime Izuru, ¿qué problema tienes?
- Bueno... es que a mí me gusta alguien que sabe lo que siento... pero sigue sin mirarme - sus ojos se nublan un poco y me siento mal por el chico, según lo que me está diciendo ese hombre tiene a alguien más y no quiere hacerlo sufrir, por eso hace que Izuru no intente nada con él.
- Ya veo... ¿Qué es lo que quieres hacer?
- Quiero saber más de "eso", quiero que él me tome aunque sea solo por una noche, creo que él ya tiene a otra persona.
- Que bueno que te des cuenta tú solo, lo que estás haciendo es muy arriesgado. ¿Qué es él para ti?
- Es mi jefe.
- ¿No te importa tu puesto?
- Sí pero, quiero intentarlo.
- Está bien, ¿has tenido relaciones sexuales? - él se sorprende con mi pregunta y sonríe un poco tímido.
- No.
- Por lo que supongo que no tienes enfermedades... ¿Verdad?
- No.
- ¿Izuru, podrías tomarte esto? - le muestro una píldora azul y le paso un vaso con agua.
- ¿Qué hace?
- Te mostrará una ilusión de tu jefe, solo dura hasta que el acto termine.
- Está bien - Izuru hace lo que le pido-. Listo.
- Entonces acompáñame.
Hago que me siga hasta una de las habitaciones en donde suelo llevar a mis clientes, Izuru por ser principiante lo debo tratar mejor y como no ha de practicar supongo que es inexperto en esto. Entramos a la habitación y él me espera parado en la puerta, yo le sonrío y lo llevo a la cama haciendo que se acueste sobre ella. Yo me ubico sobre él y beso sus labios que estaban abiertos, adentro mi lengua en su boca siendo correspondido al instante y para ser su primer beso lo hace demasiado bien.
- Ahhh... espera... - me hago a un lado y él se levanta haciendo que me siente en el filo de la cama para ubicarse en medio de mis piernas.
Me quedo petrificado cuando me desabrocha los pantalones y acaricia mi polla por encima de la tela, yo jadeo cuando siento que empiezo a excitarme con una simple caricia, Izuru sonríe cuando ve que empieza a hacer presión para ser liberada, saca mi polla y la coge entre sus manos para metérsela a la boca, yo agarro sus cabellos y le ayudo a mantener el ritmo.
- Intenta... ah... no hacerlo con los dientes... ahhh - saca mi polla de su boca y lame el glande como si de una paleta se tratase, su mano sube y baja masturbando mi polla.
Me corro en el momento que él da una mordida, él traga todo mi semen y yo lo alzó para acorralarlo en la pared y despojarlo de todas sus prendas, cuando ya no tiene nada puesto acaricio su entrada con mis dedos pero, no los inserto y eso provoca que él gima ahogadamente. Bajo hasta sus pezones y tomo uno de ellos con mi boca, mientras que con mi mano acaricio el otro, su polla se va endureciendo y comienza a gemir por el placer que está sintiendo. De un momento a otro veo como ya se ha llevado tres dedos a su entrada y los mueve dentro de sí, su rostro está sonrojado y pequeñas gotas de sudor caen por él, hago que deje de dilatarse y alzo su cadera, de una sola embestida me hundo dentro de él y como respuesta el clava sus uñas en mis hombros.
- ¡Ahh! - dejo que se acostumbre un poco pero, Izuru mueve sus caderas dándome a entender que está listo para seguir.
Lo embisto fuertemente, mi polla sale y entra de su cuerpo, está de espaldas y sus manos están apoyadas en la pared tratando de sostenerse por el movimiento, sigo hundiéndome en su interior y él gime sin control, su saliva cae por la comisura de sus labios y mi polla se va manchando de su sangre. Aún dentro de él me siento en el piso y lo coloco encima de mí para que se penetre él solo, lo hace sin ninguna intención de parar y dejar de sentir placer, cojo su mentón y lo obligo a besarme desde su posición. Al separar nuestros labios él jadea.
- Ahhh... Izuru muévete... más rápido - él asiente y hace lo que le pido.
- Ichimaru-sama... ahhh...
Se deja caer sobre mí y en ese momento me corro dentro de él, unos segundos después él hace lo mismo en mi abdomen, se levanta con las piernas temblando y yo me apresuro en ponerme de pie para ayudarlo a no caerse.
- Eso ha sido... intenso, ¿no? - me dice limpiándose con unos pañuelos los restos de semen.
- Para ser tu primera vez, fue demasiado intenso.
Él me sonríe complacido y se dedica a vestirse, yo lo imito y aprovecho para limpiar un poco el lugar, Izuru se voltea en mi dirección y toma mis manos entre las suyas, hace una exagerada reverencia.
- Gracias, Renji - me abraza y yo correspondo-. Vendré en unos días y te contaré si me fue bien.
- Izuru...
- ¿Sí?
- Si él no quiere tener nada contigo, no te entregues.
- Lo recordaré, ¡Adiós Renji!
Lo observo desde la puerta viendo como su figura desaparece de mi vista, solo espero que no le vaya mal, ya que él es un buen chico.
**Kira**
Entro al despacho de mi jefe después de haber recibido un llamado de su parte diciéndome que me presentara en su despacho. Al entrar veo que está hablando por su teléfono, seguramente estará hablando con el dueño de una de las empresas rivales, a pesar de ser rivales los dos se tratan como amigos y no se odian. Él interrumpe su conversación y me hace una señal para que me siente, espero hasta que termine y al terminar él apaga su teléfono y lo deja sobre su escritorio.
- Izuru, perdona por no haberte atendido antes - dice mostrándome su eterna sonrisa y yo solo niego con la cabeza.
- No, no se preocupe Ichimaru-sama.
- Que bueno eres Izuru - se acomoda en el respaldar de la silla y abre sus ojos para mirarme seriamente-. La razón por la que te llame es porque necesito que vallas al ala este del edificio.
- Sí, Ichimaru-sama... pero, ¿podría saber para qué?
Iba a contestarme pero, la puerta se abrió mostrando a un hombre de cabello castaño y ojos del mismo color. Ese era el dueño de una empresa rival, Aizen Sousuke.
- Esto... lo siento, pensaba que Gin estaría solo... esperaré afuera - hace una reverencia y se retira.
Yo volteo para seguir escuchando a mi jefe pero, él parece ensimismado con su vista en la puerta que hace unos segundos fue abierta por Aizen-sama, en ese instante entiendo todo, Ichimaru-sama está enamorado de él. Mis ojos se nublan por las lágrimas que quieren salir, yo sabía que él quería a alguien pero, no creí que dolería tanto.
- Lo siento, Izuru - yo alzo mi cabeza y lo miro sin entender-. Sé que sientes algo por mí pero, no puedo corresponderte. Te aprecio y no puedo verte con otros ojos que no sean los de un amigo. Lo siento.
- No importa... Ichimaru-sama - sonrío un poco-. ¿Para qué iré al ala este, Ichimaru-sama?
- Has ascendido un puesto, Izuru, a partir de hoy quiero que trabajes allí. Los trabajadores te indicaran lo que debes hacer. Felicidades, Izuru.
- Gracias... ¿Debo ir ahora?
- Sí.
Me despido de él y salgo de su despacho para dirigirme a recoger mis cosas, escucho como la puerta se abre y se cierra y sé que Aizen Sousuke ha entrado.
**Renji**
Estoy sentado en una de los sillones de mi local esperando a que clientes acudan a mí, unos golpecitos en la puerta de cristal hacen que me levante rápidamente y más al ver que es Izuru. Solo han pasado cinco días desde que tuve el encuentro con él, pensé que se demoraría un poco más al venir, ya que todos los clientes siempre vienen y me comentan que pasó. Dejo que Izuru entre y él se sienta en uno de los muebles del lugar, su mirada no está esquiva como la primera vez que lo vi.
- ¿Qué pasó? - él suspira y me mira aunque solo veo felicidad en su rostro.
- Él no quiso tener nada conmigo - yo abro los ojos sorprendido ya que pensaba que su felicidad era porque ese hombre lo había aceptado-. Me dijo amablemente que me apreciaba pero, que no se sentía atraído por mí, después de eso me marché de allí.
- ¿Y?
- Al día siguiente conocí a un chico que...
- Ya veo, de ahí viene tu rostro de felicidad - le digo interrumpiéndolo.
- Sí, él trabajaba en otra parte de edificio, por eso nunca lo vi, conversamos un poco y nos dimos cuenta de que teníamos algunas cosas en común. Y estoy saliendo ahora con él.
- ¿Pero qué pasó con ese tal...?
- Ichimaru Gin.
- ¿Qué pasó con él?
- Unas horas antes me di cuenta de quién era la persona que le atraía, era uno de los jefes de las empresas rivales, un hombre serio y muy educado. Lo único que hice fue resignarme a tener algo con él.
- Y lo dices tan fácil... que bien que lo superaste, por lo general mis clientes no lo superan.
Izuru sonríe. Así que después de todo cuando algo es imposible de alcanzar lo mejor es dejar de perseguirlo y buscar otra meta que alcanzar, así no perderás tiempo en vano para lo que ya no puedes conseguir. Eso hizo Kira, él dejó a Ichimaru y encontró a alguien que probablemente no lo rechazará. Porque después de todo... él no pudo conseguir a Ichimaru Gin. Nadie puede alcanzar lo inalcanzable.