PERFECTO
18+
La falta de horas de sueño se habían convertido en una segunda naturaleza para Jihoon, y Seungcheol se encontró preocupándose más de él que de si mismo. Se olvidó de sus comidas preguntándose si Jihoon tenía algo para comer. Se quedó despierto hasta tarde preguntándose si Jihoon ya habría dejado el estudio. Pero tenía razones para estar preocupado.
Jihoon no era él mismo últimamente. Él le gritaba a los otros miembros más de lo debido, estaba irritable, y, lo peor de todo, él se había distanciado de Seungcheol. No habría sido un gran problema si esto hubiera terminado después de un corto período de tiempo, pero Seungcheol estaba empezando a anhelar las noches donde podían caminar juntos a casa después de las prácticas, extrañaba las veces donde se tomaban de las manos del otro con sonrisas tímidas, acostado en la cama dando vueltas porque Jihoon no estaba en el dormitorio cuando él lo estaba.
Lo que más extrañaba era la pasión, que había disminuido con el tiempo.
Jihoon solía hacer sentir a Seungcheol algo más grande que él, pero ahora no estaba seguro de lo que sentía. Pensaba en todo lo que habían hecho, las veces que se colaron en el armario y Jihoon enterraba su rostro en el cuello de Seungcheol para ahogar sus gemidos. O aquella vez cuando pudo admirar a Jihoon en el espejo de sala de ensayos, mientras su espalda se arqueaba debajo de él. O aquella otra vez... bueno, todas esas otras veces.
Sabía que Jihoon estaba componiendo música para Seventeen, pero no pudo evitar sentirse abandonado.
Ahora estaba espiando por la pequeña ventana de la puerta del estudio, mirando a Jihoon en la computadora. Su programa de música estaba abierto y estaba escuchando el ritmo que compuso por la que pareció la quincuagésima vez, como si escuchándolo una y otra vez podría perfeccionarlo. Ya eran las cuatro de la mañana, pero Seungcheol sabía que si regresaba al dormitorio ahora, él no se dormiría ya que Jihoon todavía estaba en el estudio.
Su ética de trabajo hacía preocuparse a Seungcheol. Jihoon estaba constantemente alterado por la cafeína y privado de sueño en las últimas noches haciendo la música para su próximo comeback. Durante las prácticas de baile se veía y se movía como un zombie. Necesitaba un descanso.
Seungcheol llamó a la puerta del estudio, entrando antes de que Jihoon siquiera hubiera mirado a la puerta. "¿Qué estás haciendo aquí tan tarde?" Preguntó Seungcheol.
"Escucha esto, ¿Si? Hay algo mal, pero no sé qué. Simplemente suena... Ya sabes." Jihoon empujó los auriculares a él, mirándolo expectante cuando él se los puso y escuchó el ritmo. "¿Y?"
"Creo que suena realmente genial, pero si tú no piensas eso ¿Por qué no haces una pausa y vuelves después de descansar? Serás capaz de ver que está mal si lo escuchas después de dormir." Dijo Seungcheol.
Jihoon suspiró, volviéndose de nuevo hacia la pantalla brillante y poniéndose los auriculares de nuevo.
"El ritmo es perfecto." Seungcheol susurró: "Tú eres perfecto."
"¿Qué?" Jihoon se sacó uno de los auriculares.
"Nada." Dijo Seungcheol, su cara ruborizándose cuando Jihoon lo miró de nuevo. Había tantas cosas que quería decir, y tantas maneras de decirlo, que hizo que se quedara en silencio, pero podría haber sido en su mayoría porque los ojos de Jihoon estaban puestos en él.
Se sacó sus auriculares, "Lo siento mucho."
"¿Qué?"
"He estado tratando mal a todos recientemente, especialmente a ti." Jihoon bajó la vista al suelo, su cabello revoloteando sobre su frente.
Seungcheol tenía la imperiosa necesidad de darle un beso, pero la posibilidad de que él reaccionara mal le impedía realizar sus pensamientos. En lugar de eso, mintió, "Está bien, sé que has estado trabajando muy duro en el álbum."
Jihoon se levantó de repente, agarrando una de las manos de Seungcheol. El rojo volvió a su rostro. "Eso no me da una excusa para ser un idiota." Dijo Jihoon.
Y lo atrajo hacía él en un beso antes de que pudiera decir nada. Era en momentos como este cuando Seungcheol se sentía bien. Estaban solo ellos dos y eso era todo lo que importaba. Jihoon estaba desabrochando la camisa de Seungcheol, pasando sus manos sobre su pecho y profundizando el beso. Seungcheol se sentía como si fuera a estallar cuando Jihoon lo empujó hacia abajo en el sillón de la pared posterior del estudio. Jihoon se subió encima de él, moviendo sus caderas.
"Te he extrañado tanto." Dijo Jihoon entre besos.
"Muéstrame cuanto." Seungcheol dijo casi sin voz.
Jihoon se congeló por unos momentos, contemplando a Seungcheol debajo de él. Wow. Esto era diferente de lo usual, y no estaba muy seguro de cómo continuar. Así que prosiguió con cautela, tocando con la punta de sus dedos a su alrededor. Besó a Seungcheol de nuevo, su lengua deslizándose por sus labios, capturándolos. Él presionó sus caderas contra las suyas, rozando con más fuerza la dureza formándose en los pantalones de Seungcheol.
Él lo había extrañado mucho, más de lo que podía demostrar. Una especie de anhelo se había formado en su corazón, pero su modo de pensar 'trabajo-y-no-juegos' le había impedido mostrarle a Seungcheol cómo se sentía. Pero en este momento, él quería darle todo, y el resto de sus ropas estaban en el suelo junto al sillón en un instante.
"¿Me has extrañado?" Jihoon preguntó contra su cuello, su aliento caliente revoloteando sobre la delicada piel de su cuello. Seungcheol se retorció debajo de él cuando la mano de Jihoon rozó su miembro. "Dime." Suplicó.
"Has estado trabajando demasiado duro, ya casi no te veo." Comenzó Seungcheol. Jihoon se detuvo sobre él, sus ojos decían, ¿Eso es todo? Por supuesto que no, pero no sabía cómo decir lo que estaba sintiendo.
"Este no es como eres tú, sin saber que decir." Jihoon bromeó. "Me has sorprendido antes."
"¿Cuando?"
"¿Soy perfecto?"
Seungcheol desvió la mirada, un rubor subiendo a sus mejillas, "¿Así que oíste eso?"
Jihoon sonrió, "Por supuesto que sí." Sus besos continuaron, bajando por su cuello, sus dientes rozando la piel de Seungcheol. "Nunca has estado debajo antes." Estaba poniendo a prueba la paciencia de Seungcheol ahora, metiendo uno de sus dedos dentro de él poco a poco.
"Te odio a veces." Se quejó Seungcheol.
"Yo también te amo." Jihoon se burló. Terminó con sus juegos, y finalmente se deslizó dentro, recibiendo un gemido de Seungcheol. El sonido le hizo estremecerse, y quería asegurarse de escucharlo una y otra vez. Era fácil marcar el ritmo cuando estaban embriagados del otro - calor contra calor, respiraciones sobre la piel, llenarse del otro con cada sentido. Esto era lo mucho que se extrañaron el uno al otro. Tanto como para tocarse como si esta fuera su primera vez.
Pero no era suficiente. Jihoon estaba besándolo de nuevo, una de sus manos apretando en el cojín del sillón para sostenerse mientras pasaba la otra sobre su pene. Seungcheol gimió contra sus labios, y sus uñas estaban haciendo cortes en forma de pequeñas medialunas en la espalda de Jihoon. Seungcheol movió sus caderas, y los labios de Jihoon se apartaron de él, un gemido lindo volando fuera de ellos.
Su ritmo se aceleró, y sus gemidos se convirtieron en “Te amo's” desordenados y otras cosas que no se habían dicho durante tanto tiempo. Esta era la pasión que Seungcheol había estado extrañando, alcanzar el éxtasis con el otro, si que nada más importara además de la sensación del otro, mientras Jihoon golpeaba dentro de él a la perfección. Seungcheol se corrió, y Jihoon llegó a oír otro de sus deliciosos gemidos cuando alcanzó su orgasmo también.
Era en momentos como este que Jihoon recordaba lo mucho que necesitaba tratar mejor a los demás. Él se había derrumbado en el pecho de Seungcheol, y fue cerrando los ojos sintiendo los dedos de Seungcheol correr por su pelo. Él se preocupaba demasiado por él como para empujarlo a un lado, y él sabía que su canción podría esperar hasta la mañana.
Porque momentos como este eran perfectos.