Definitivamente aquel dormitorio no era lo más adecuado, su padre había insistido en que tomara un departamento para él solo, lejos de los bulliciosos alojamientos estudiantiles y había dicho que no. Que prefería vivir en la Universidad igual que todos, y además, no era una Institución privada como la que cursaba en Londres, pero era prestigiosa y ya que había decidido mudarse, quería la experiencia completa.
-Solo dos años…- pensaba Loki, intentando estudiar mientras los pasillos vibraban con música a todo volumen, gritos y risas altas, todo en celebración del primer triunfo de la temporada del equipo de rugby- Solo dos años y regresaré a Eaton... ¿Querías la maestría en teatro americana, Loki? Bueno, pues aguanta el modo de vida americano también...
-¡No, no… me niego!- entró exclamando Fandral, enfadado y oliendo a cerveza, ya que prácticamente estaba empapado en ese líquido- Yo soy en todo caso quien lo decide, yo no soy una presa de ningún millonario aburrido.
-¡Cobarde! Todos aceptamos, cumple con tu parte.
El alboroto de fuera entró por algunos minutos al dormitorio, un grupo de estudiantes, gritando y exclamando aplaudían lo que estaba sucediendo. Thor y Fandral trastabillaron hasta llegar a la cama del rubio más musculoso, con ellos iba un castaño de cuerpo atlético, no muy alto, pero de mirada descarada que de inmediato se fijó en Loki, aunque como el resto de los fiesteros, no le hizo mayor caso y un segundo después, estaba ya concentrado en la hazaña del día.
-A la carta más alta, es la tradición…- dijo Thor, sacando un mazo nuevo del cajón de su mesita y barajándolas con algo de la torpeza propia del exceso de alcohol en las venas- Una sola jugada, a todo o nada... ¿Estamos de acuerdo?
-Tira ya, rubio- arengó el castaño, frotándose las manos con la expectativa de la apuesta.
-¡Diez de picas! ¡No me van a derrotar!- exclamó Thor, presumiendo su carta.
-Maldito con suerte… tu ganas, no tiene caso que yo participe, además ya se los dije… eso no es lo mío.- se quejó Fandral, dando un largo trago a su botella de cerveza.
-¡Cobarde!- volvieron a gritar los espectadores de aquel juego- ¡Vamos Tony, saca tu carta!
-Primero Fandral, los de casa primero...
A regañadientes, el esgrimista volteó la siguiente carta, exclamando con aires de victoria al ver que solamente se trataba del dos de diamantes.
-Ahora sí, señores... la cacería es toda de ustedes dos. Yo estoy fuera y me alegro.
El castaño levantó ambos brazos, como pidiendo silencio. Cuando los ánimos se calmaron un poco, dio vuelta a su carta con lentitud, la miró, miró después a Thor y a Fandral por un instante y la arrojó triunfalmente sobre las otras dos: Era el as de diamantes.
-¡Oh, sí! ¡Cielos! He ganado, señores. Ha ganado limpiamente...
Loki estaba muy atento a lo que sucedía. El castaño llamado Tony había ganado algo que Thor deseaba y que Fandral rehusaba, aunque todavía no se enteraba de qué iba el asunto. Pero se quedó boquiabierto cuando los mirones comenzaron a gritar que Tony tomara su premio.
-¡Yo dije que no!- gritó Fandral- No soy presa de nadie, no y no, me niego y me voy...- diciendo esto, el esbelto rubio se marchó, en medio de las burlas de los demás. Thor se recostó en su cama y los demás guardaron silencio, esperando la respuesta de los otros dos.
-¿También tú te vas a negar a darme el premio?- preguntó el castaño, montándose sobre la cintura de Thor.
-Creí que deseabas a Fandral...- replicó el otro, haciendo un mohín de picardía.
-Bueno, quizá todavía no te miraba bien a ti...
Y ante la alegría de los demás, Thor y Tony se acercaron hasta que sus labios se unieron. Con media sonrisa en los labios, unieron sus lenguas y se dieron el beso más sensual y provocativo que muchos hubiesen visto antes. Ni las exclamaciones, ni los aplausos, ni la cerveza que vertieron sobre sus cabezas y entre sus bocas los desunió, se dieron el gusto de tener un duelo de lenguas que duró varios instantes antes de separarse y mirarse con complicidad.
-Bienvenido a la cacería, Tony Stark... ya conoces los términos y nos reunimos aquí los viernes y sábados, puedes venir cuando quieras.
¿Qué diantres era “la cacería”? ¿Acaso tenían la mala costumbre, además de regalarse una caricia tan personal como un beso en los labios en público, de asesinar indefensos animales silvestres? ¿Qué tenían de civilizados en aquel país pues?
Loki había atestiguado todo como si fuera invisible... nadie le tomó en cuenta, nadie le explicó nada y simplemente se quedó en su asiento frente al escritorio, con sus guiones en la mano y sin habla. Todos salieron excepto Thor, quien le clavó su mirada de zafiro cuando se quedaron a solas. Loki se sonrojó con brusquedad y volvió a meter su nariz en sus papeles.
-Siento mucho el espectáculo que acabas de presenciar... A veces somos unos idiotas redondos...
-No te disculpes... es tu espacio y tus costumbres...
-Tal vez si te unes a los demás... es bueno sacar la nariz de los libros de vez en cuando...
Loki aceptó, no queriendo parecer un aguafiestas, salió junto a Thor y caminó por toda la casa hasta llegar a la sala de abajo, donde el festejo estaba pasando de la euforia a la plática un poco más tranquila. Fandral, Hogunn y Volstagg planeaban tomar una de las hieleras con cervezas, refrescos y carnes frías para ir hasta la fraternidad de chicas que estaba a dos cuadras, e invitarlas a bailar en los jardines.
-Creo que salimos demasiado tarde- sonrió Loki, señalando al castaño del beso muy entusiasmado en la charla con otro joven de cabellos casi rubios, fuerte musculatura y aire marcial.
-¿Lo dices por Tony? No, bueno... lo del beso solo fue una iniciación... la cacería de este año incluye conquistar a tres damas y por lo menos a un muchacho, así que nos retó para aceptarle en nuestro grupo...creo que no necesito explicarte mucho, porque lo viste...
-Sí por supuesto- respondió Loki, intentando fingir que no le molestaba en lo absoluto.
Aunque la verdad era que ver a Thor besarse con el otro muchacho le pareció muy sexy. Thor era muy apuesto, fuerte y seguro de sí mismo, pero quizá demasiado superficial para sus finos gustos. Así que siguió caminando para servirse un vaso de cerveza para él y otro para su compañero de cuarto.
Thor se quedó observando su figura esbelta, espigada, elegante... volvió a confirmar que era algo delgado, pero sus brazos mostraban una musculatura bien trabajada. Su nuevo compañero era definitivamente atractivo. Tony se acercó, luego de comentar que Steve se había molestado ante sus insinuaciones y se había marchado, se quedó también contemplando al de rizos rubios que regresaba con un vaso de bebida espumosa en cada mano.
-¿Es tu presa, Thor...? ¿O acaso es territorio libre?- preguntó, embelesado por los hermosos ojos verdes del estudiante de teatro.
-Ni lo uno ni lo otro.- replicó el rubio, sintiéndose extrañamente incómodo por el interés que Tony demostraba- Es mi nuevo compañero de cuarto y le acabo de poner sobreaviso de nuestra cacería, es listo... no se dejará embaucar tan fácilmente.
-Steve tampoco... me acaba de enviar a freír espárragos por invitarlo a ir a bailar con las chicas de la otra fraternidad.
***
Loki regresó de su rutina de ejercicios matutina procurando no hacer demasiado ruido. Calculaba que después de la fiesta, sus compañeros debían seguir durmiendo y apenas eran las ocho de la mañana. En una de las camas, Fandral roncaba ruidosamente, con el rubio cabello en desorden, y una sonrisa de satisfacción bailándole en los labios, bajo su fino bigote. Y para su sorpresa, Thor estaba sentado frente a su portátil, tecleando furiosamente y repasando algún tema de un par de gruesos librajos.
-Así que también estudias...- comentó sin poder evitar hacer un comentario un poco burlón- Pensé que solo te interesaba el deporte.
-Defiendo un caso mañana... Igual que en el rugby, en la corte tampoco me gusta perder...- respondió Thor, haciendo un gesto de desesperación- Aunque la tecnología y yo no nos llevamos bien... Acabo de perder mi archivo y toda una semana de trabajo...
-¿Me permites intentarlo?- dijo Loki, acercando una silla hasta el escritorio- Sé algo de estas cosas...
Thor aceptó, echándose un poco hacia atrás. Y entonces contemplar a sus anchas la espalda estilizada del otro, el blanco y torneado cuello y el rubio cabello, que llevaba sujeto en una pequeña coleta que dejaba ver las raíces oscuras con claridad.
-¿Te pintas el cabello?- preguntó con imprudencia, mientras intentaba adivinar cuál era la loción que se desprendía, mezclada con el sudor del ejercicio, de aquella nívea piel- Nunca me imaginé que quisieras parecer rubio...
-Así lo requería la obra de teatro que representamos durante el verano... –respondió Loki sin darle mayor importancia- Mira, tu archivo no está perdido, lo enviaste solamente a otra carpeta, pero aquí está... puedes seguir tu trabajo, no se ha perdido nada, para tu buena fortuna.
-Gracias...- dijo Thor, alelado por la cercanía del menor.
-Compré algunas donas en el parque, se veían exquisitas y traje suficientes para los tres ¿Quieres?- continuó Loki, ofreciéndole al rubio de una caja de cartón aquellas antojables golosinas.
-Claro- respondió, eligiendo uno de los dulces bocados- Igual estoy un poco harto de repasar y tengo hambre.
Una almohada cruzó el cuarto para estamparse de lleno en el rostro del rubio, tirando la dona al piso y causándole un gesto de enfado inmediato.
-¿Se quieren callar de una buena vez? ¡Quiero dormir!- exclamó Fandral, cubriéndose hasta la cabeza con las sábanas.
En otras circunstancias, Thor hubiese respondido con otro golpe menos inofensivo, pero la risa cristalina de Loki lo contuvo. La noche anterior también lo observó mientras reía, lucía encantador, tenía el gesto travieso de un niño consentido y dejaba caer la cabeza de lado de una forma que no podía pasar desapercibida. Un extraño calorcillo se le trepó inesperadamente y se preguntó interiormente que cosa era lo que le estaba sucediendo.
-Veo que tú también haces ejercicio, creí que eras demasiado frágil para realizar esfuerzos físicos.- dijo Thor, devolviéndole el comentario gracioso e intentando componer su gesto.
-Tengo que subir de peso, me lo han pedido como requisito para interpretar a Coriolano, pero toda mi vida he sido así de flaco, no veo la forma de hacer músculo.
-¡Pero es sencillo!- exclamó el otro, iluminando su rostro- Ya que tú me ayudaste con el portátil y si me ayudas en la clase de arte, yo puedo supervisar tu entrenamiento para que formes masa muscular, como ves- agregó mientras doblaba el brazo para resaltar sus espectaculares bíceps- Eso es lo mío...
Loki tocó y apretó, confirmando que eran tan duros como se veían. Thor pensó en devolverle el apretón, pero en toda su breve cintura.
-Acepto... Te apoyaré para que consigas un papel y pases el curso, pero... promete tomar en serio la actuación, la verdad detesto cuando te comportaste como bufon en una obra tan seria.
***
Fandral no tenía avances con Sif. La hermosa muchacha de negros cabellos y el rubio esgrimista habían salido un par de veces, se llevaban de maravillas, pero ella no mostraba el menor interés romántico y por el contrario, cuando se toparon con Thor, pareció quedar impresionada con la fuerza muscular del otro rubio, aficionada a los deportes rudos, bien pronto comenzó a acosar al otro con preguntas acerca de Thor, quería saber si tenía novia, si saldría con ella y no le importó demasiado su fama de mujeriego.
-Creo que abandonaré con ella- le dijo a su amigo, animándolo a invitarla a salir- Su amiga rubia, Amora, se muestra más “amigable” conmigo.
-¿Estás perdiendo tu encanto, amigo mío?- se burló Thor, sentándose a la mesa de la cafetería con un plato enorme de carnes de hamburguesa y ensaladas- Sif es linda, pero no me atrae para seducirla... Además, Jane me llamó. Va a tomar un curso de dos meses en el Hospital del centro y creo que la tendré por aquí muy a menudo.
-¡Yo te lo dije! Esa muchacha, Jane, es el fin de tu soltería... deberías pensarlo mejor, Thor...
Tenía razón, quizá había sido precipitado aceptar aquel noviazgo que Jane se tomaba como un compromiso serio. Pero la castaña era exactamente la mujer que siempre había soñado tener, y faltaba tan poco para recibirse... en ese aspecto de su vida, Thor no se daba cuenta que complacía a sus padres actuando conforme a lo que un muchacho de su posición y nivel, un futuro abogado, debía actuar.
-Yo quiero que esté cerca. Quizá sea tiempo de que me formalice, después de todo...
-Más bien creo que la última visita de tu padre y el ultimátum que te dio sobre tu fideicomiso, sobre retirarte la mensualidad con la que viven tan cómodamente, tiene algo que ver...
-Mi padre es un hombre duro... pero justo- replicó el mayor, sonrojándose brevemente.
-¿Esperas a alguien? Te veo demasiado inquieto...
-Loki quedó de llegar a las tres y pasa media hora... no pensé que fuera tan impuntual...
-¿Loki, nuestro compañerito?- se mofó Fandral, metiéndose en la boca más de la mitad del pay de manzana que estaba devorando- Creo que Loki no le ha caído muy bien a todos en la fraternidad... Y otros de los jugadores le han dado la bienvenida...
-¿Qué dices?- preguntó Thor, poniéndose de pié de un salto- ¿Qué se han atrevido a hacerle?
Guiado por Fandral, Thor buscó al estudiante de teatro por los rumbos en que los jugadores de rugby, baloncesto y futbol americano que formaban un grupo cerrado y acosador de novatos, le habían tendido una especie de emboscada. Lo último que imaginó fue que aquel dulce muchacho, de modales finos y sonrisa suave no le cayera bien a sus compañeros de residencia, sintió una rabia creciente contra ellos y lanzaba juramentos a cada paso, se iba a desquitar, claro que sí y de una forma que no les iba a agradar para nada... de su cuenta corría.
Descubrieron a Loki atado a uno de los contenedores de basura, con el rostro cubierto de harina y colorete color rojo en los labios, groseramente imitando un maquillaje teatral exagerado y vulgar. Además, con pintura en aerosol habían pintado en su blanca playera la leyenda “hot bitch”
Thor corrió a desatarlo, mientras ofrecía su propia camisa para limpiarle el rostro. Fandral corrió a empapar su pañuelo en el bebedero más cercano, para ofrecérselo a Loki y terminar de limpiarlo.
-Desgraciados... infelices...- maldecía Thor, sosteniendo a Loki entre sus brazos- ¿te han hecho daño? ¿Te lastimaron? ¿Te hirieron?
-No- negó el otro, dejando escapar lágrimas de frustración y rebeldía- No físicamente...
-Dime quienes fueron... esto no se va a quedar así...
Por extraño que pareciera, Loki se sintió protegido entre aquellos fuertes brazos. La cara de preocupación de Thor, la furia de verlo humillado y la dulzura con la que lo había desatado y consolado le abrían al londinense una nueva forma de mirar al musculoso americano.
-No sé sus nombres...
-Tu no, pero Fandral sí y ya verás como ninguno se va a atrever a tocarte un cabello nuevamente.
***
La noticia ya se había corrido en todo el edificio habitacional, cuando Thor y Fandral entraron llevando a Loki abrazado, con la camisa del rubio sobre los hombros y cuidando cada paso que daba, no faltaron las miradas burlonas y las risas ahogadas de los presentes. Era algo inevitable, aquel sentimiento de superioridad que sentían algunos contra los novatos o contra los que no fueran de sus simpatías.
Pero ninguno se atrevió a decir nada, la presencia de Thor bastaba para colocarles un cierre en los labios. No se atreverían a provocar aún más el enfado del grandote. Y mientras Loki tomaba una ducha para asearse bien y relajar su cuerpo, Fandral dijo lo que sabía a su amigo.
-Loki es la presa...- dijo el esgrimista, sintiendo asco de sí mismo por quedarse callado antes- Lo escuché durante la fogata del sábado pasado... son algunos de los jugadores de rugby, Harokin el que apodan “el vikingo”, Richard y un tal Hammer, Justin Hammer, amigo de Stark...
-¿Richard? ¿El ex de Jane?
-Si, el mismo. Mientras Stark y tú me obligaban a apostar un beso y la oportunidad de conquistar a Rogers, esos tres hicieron exactamente lo mismo para conquistar a Loki... ¿sabes? Esto de incluír a un muchacho en la cacería se está saliendo de control. Creen que por ser hombre no merece ser tratado con consideración, Stark le hizo propuestas tan sucias al tal Steve que ahora lo odia con todas sus fuerzas, y cualquiera de esos tres que intentó hacer lo mismo con Loki, cuando seguramente se negó, tomó represalias de muy mala manera...
-Lleva a Loki a mi entrenamiento ¿Me escuchaste?- dijo Thor, tomando su mochila con sus accesorios deportivos- Llévalo sin falta al estadio y ocúpate que se quede lo suficiente hasta el final...
Por supuesto, Loki no quería acercarse nuevamente a sus atacantes. Todavía le duraba la vergüenza y no se sentía con fuerzas para enfrentarlos si volvían a acercarse a él. Toda la labia de Fandral tuvo que ser empleada para convencerle, aunque el argumento que mas pesó fue que Thor quería que fuera y que lo esperara hasta el final de su entrenamiento.
-Es que debimos vernos antes para repasar sus diálogos... mañana es la clase y pasará a hacer una lectura al frente.
Fandral no estaba interesado en los pretextos que ponían para verse, le quedaba más que claro que los dos se gustaban y eran los últimos en darse cuenta. Thor no podía detener sus miradas a Loki en aquellos pocos días que tenía de compartir el dormitorio con ellos, nunca antes lo vió tan hacendoso, haciendo su parte de la limpieza, ni tan dedicado a sus estudios, mucho menos tan interesado en el teatro. Y Loki no se quedaba atrás, siempre cocinando antojos para el rubio, preparándole dietas mas saludables de acuerdo a su nivel de ejercicio y atento a ayudarle cuando se embrollaba con la computadora. Además, los dos salían juntos a hacer ejercicio desde dos días antes. Todo en apenas una semana de convivir.
Thor los vió llegar a las gradas y sonrió poniéndose colorado de placer. Ahora podría hacer lo que tenía planeado. Fue hasta el centro del campo y encaró a los tres que se habían burlado del muchacho. Primero fue con Harokin, a quien el apodo le quedaba muy bien puesto, ya que era enorme y musculoso, más aun que Thor. Tomó el balón de forma ovoide y lo lanzó intencionalmente para golpearlo en la nuca.
-¡Qué demonios!- exclamó, volviéndose con rapidez hasta el que lo había golpeado- ¿Acaso eres imbécil, Odinson?
-¡Vamos, princesita!- retó el rubio- Fue un accidente ¿No me vas a decir que se lastimó su cabecita con ese golpe insignificante?
-¿Quieres que te quiebre el cuello, idiota?
Los dos se encararon y el entrenador, siempre atento a controlar las explosiones físicas de sus jugadores, en aquel ya de por sí rudo deporte. Se apresuró a separarlos y a invitarlos a ir a la práctica.
-Si tienen tantos ánimos de taclearse, vayan a practicar líneas de defensa... el próximo juego los necesito.
-Harokin ponte frente a mí, midamos fuerzas…- retó Thor, siendo aceptado de inmediato por el otro jugador. Se colocaron en posición, el vikingo recibiría el balón e intentaría correr y pasarlo antes que Thor lo derribara. Confiado en su tamaño y fuerza, realmente muy pocos se le oponían sin temor y Thor era uno de esos pocos. Con una sonrisa desafiante, clavó sus ojos de zafiro en el abusón y le dijo un instante antes de que recibiera el pase- Voy por tí...
La jugada fue rápida, Harokin era fuerte pero más lento que Thor, así que lo alcanzó pronto y lo tomó de la cintura, entonces, pese a la resistencia del más grande, lo derribó y los dos rodaron por el pasto, la diferencia fue que Thor simuló tener una mala caída y fue a clavar sus tacos deportivos justo en la mano derecha del vikingo, quien de inmediato lanzó una exclamación de dolor.
-¡Me rompes la mano!- gritó, llamando la atención del entrenador y los compañeros.
-¡Lo siento, lo siento!- exclamó Thor, falsamente preocupado, poniéndose de pié de un salto y llamando a los paramédicos con urgencia- Fue una accidente, los dos caímos demasiado fuerte... lo siento, entrenador.
Aunque dolía bastante, parecía que solo se trataba de un par de dedos luxados, que le dejarían fuera uno o dos partidos. Justo lo que Thor esperaba, algo que doliera lo suficiente. Los paramédicos inmovilizaron la mano del jugador y le pidieron que de todas formas se hiciese exámenes y rayos X. Harokin lamentaba perderse el juego del siguiente sábado y maldecía por la estupidez de Thor. El entrenador, aunque molesto por perder temporalmente a uno de sus mejores elementos, nunca dudó que se trataba de un lamentable y tonto accidente.
Llamó a los jugadores a reanudar el entrenamiento y pidió a Harokin que se reportara al salir de la revisión médica. Antes de marcharse del campo, Thor se acercó y le dijo al oído: “Sin rencores, Harokin... aunque admito que chillabas igual que una perrita caliente (hot bitch)”
Luego, recibiendo una mirada de sorpresa del herido, Thor se volvió hacia las gradas, para asegurarse que Loki no se había perdido ni un instante del “accidente”
Fue a colocarse otra vez en la línea de juego, el entrenamiento continuó hasta que sucedió de nuevo: Tras recibir el balón y para sacudirse la marca de sus compañeros, Thor hizo un movimiento violento con el brazo, estampando limpiamente el codo en la cara de otro de los jugadores, provocándole una hemorragia nasal de proporciones considerables.
-¡Cuánto lo siento!- exclamó, sin controlar un poco su risa- ¡Es que estabas demasiado cerca! No debes bajarte tanto cuando se recibe un pase... el entrenador estará de acuerdo, ¿Verdad?
Justin Hammer no pudo responder, ocupado en detener el flujo de rojo líquido que le brotaba de la nariz rota. Y atinó tan solo a mirar a Thor con rencor, mirada que el rubio sostuvo firmemente.
-Basta Odinson- dijo el entrenador, aplicando compresión en la nariz a Hammer- Fuera de mi campo.
-Pero fue un accidente...- se defendió el rubio, con acento de cinismo en la voz.
-He dicho fuera de mi campo- repitió el entrenador- Si tienes algo personal que arreglar, lo harás fuera de mi clase y si vuelves a provocar otro “accidente” te daré de baja del equipo. Ahora, te marchas o te dejo fuera del juego a ti también.
Thor alzó las manos en señal de que no discutiría más. Caminó hasta la banca, tomó sus cosas y se las echó al hombro, pasando muy muy cerca del último de los tres abusones. Lo miró de manera que supiera que también estaba tras él y que no se le escaparía, pero alzó los hombros para aceptar que sería en otra ocasión.
Y aunque el desquite no se había completado, Loki supo que había sido por él, que Thor se arriesgó tan solo para vengarse de la humillación que había sufrido y que sin duda, en adelante, los tres abusones lo pensarían dos veces antes de volver a atacarlo. De hecho, Richard lo miró desde el campo, con rencor.
Pero Loki estaba en el séptimo cielo, orgulloso de tener un campeón de la talla de Thor, listo para protegerlo. De repente, su miedo y su coraje se transformaron, se desvanecieron para dar paso a un sentimiento mejor y más cálido. El orgullo y el galopar de su sangre por sus venas, acelerando los latidos del corazón cuando vió al rubio brincar la malla de las gradas e ir directo a él, sonriente, sudoroso y desaliñado.
-¿Qué cosa has hecho, gran tonto?- le dijo Loki, despejando el rostro de Thor de un par de rubios y empapados mechones que caían rebeldes sobre su frente y pasándolos con cuidado tras su oreja.
-“El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho”- sentenció, afectando un acento inglés.
-¡Has leído a Shakespeare!- exclamó Loki, reconociendo la frase- Te atreves a citarlo como todo un conocedor.
La alegría de Loki fue incontrolable, saltó para abrazar al rubio, quería agradecerle lo importante que lo hacía sentir, tanto al preocuparse por él, tomar revancha en su nombre y demostrarle que sí se tomaba en serio su gusto por el escritor clásico. Thor tembló al sentir el esbelto cuerpo de Loki cerca de su pecho, y con gran cuidado, como si se tratara de una frágil pieza de cristal, colocó sus brazos alrededor de su cintura, para finalmente, subir la diestra y acariciar suavemente su cabello...