SeHun mira sorprendido a su costado cuando un lindo castaño toma asiento a su derecha. Bueno esto es nuevo, piensa antes de voltear esperando que el chico a su lado no se haya dado cuenta que tiene a su acosador al lado suyo.
Pero claro que lo sabe, MinSeok sabe dónde se ha sentado y quien exactamente está a su lado, no en vano ha dado pequeños empujones para lograr ese puesto antes que nadie.
El castaño saca un libro de su morral siendo sumamente cauteloso, siente que con cualquier movimiento podría lucir un tonto. Incluso ha olvidado como respirar correctamente y da pequeños vistazos a su aspecto esperando lucir bien, ruega que sí. Antes no pensó los nervios que sentiría por el simple hecho de estar sentado junto a la persona que le gusta. Si porque ha MinSeok le gusta el pelinegro, por eso tomo esa “arriesgada” decisión de sentarse junto a él en la última fila del autobús, abandonando su habitual posición del asiento con la ventana a su izquierda. Tener al chico que le gusta a su izquierda es mucho mejor que un aburrido panorama en el mismo lado. El pelinegro es por mucho un mejor panorama.
SeHun patalea internamente cuando la música que inunda sus oídos no es suficiente para callar el tambor que es su corazón en estos momentos. El sonido es constante y acelerado ¿Está sufriendo una taquicardia? Que carajos.
Mira de soslayo al castaño. El lindo cachetoncito sostiene un libro con lo que parecen ser leyes. Imposible ¿Leyes? ¿Constitución? ¿Derecho? ¿Universidad?
¿La persona a su lado no es un niño recién graduado? Algo está mal en este mundo.
Algo está definitivamente mal en este porque aquel cachetoncito acaba de quedarse dormido. Justo al lado suyo. Por favor auto control ven a mí.
Es consciente que el chico a su lado siempre duerme. ¿Acaso no lo hace en su casa? Siempre lo encuentra durmiendo y es impresionante lo rápido que concilia sueño. SeHun debería saber que MinSeok no duerme por culpa suya, al imaginarse diversos sub-tramas con respecto a esa pequeña historia que ambos han empezado a escribir pero siendo subjetivos cada uno.
SeHun no es ni la mitad de consciente de lo mucho que MinSeok gusta de él.
La cabeza del castaño cuelga y SeHun lo observa exasperado. Tiene unas inmensas ganas de jalarlo un poco más hacia él, apoyando la cabeza del más bajito en su hombro. Pero eso sería extraño ¿Cierto? Una persona simplemente no jala a otra invitándolo a que lo usen como almohada ¿cierto? Por qué es no es normal ¿cierto?
A la mierda con la normalidad.
SeHun pasa su brazo por encima de los hombros del chico a su lado apegándolo a él. Eso está mejor, está ayudando a su prójimo, o algo así, él merece un milagro.
El milagro debería consistir en hacer que las personas dejen de ver en su dirección. Aunque está siendo paranoico realmente. Las únicas que los observan son un par de chicas con los rostros muy rojos, graciosamente sus orejas también lo están. Quizá imaginan perversidades, no sabe ni quiere saber.
Agacha su mirada para luego cerrar el libro en el regazo del otro y se fija en el verdadero nombre de “cachetoncito”.
- Kim MinSeok… -Su voz es un murmuro que se pierde entre los ruidos de la calle. Sin embargo no se pierde en su memoria, ni mucho menos, en su corazón. MinSeok suena tierno, especialmente por el Min, aunque es un tanto femenino a SeHun le gusta. Le gusta porque solo hace que se enamore más de MinSeok, no importa si es algo insignificante como su nombre.
A SeHun le gusta MinSeok y ya no siente temor al aceptarlo.
Abraza más al “cachetoncito”, porque a pesar de que sabe su nombre no dejará de llamarlo por ese apodo tan mono. Y espera, cuando reúna el valor suficiente, decir ese nombre en voz alta.
Mira por un momento en la ventana y casi reclama al ver que en diez minutos llegará a su destino. Lo cual es bien jodido. Él está teniendo el momento de su vida, no importa si su corazón está en su garganta y reprime las ganas de gritar para no dejarlo caer.
Tal vez su corazón sólo pide salir ansiosamente para ir con él de MinSeok, entonces eso sería agradable. Pero sería más agradable saber si es correspondido.
Oh SeHun realmente quiere ser correspondido.
Tiene un pequeño debate en si quedarse con el castaño hasta que este despierte o si bajar en el siguiente paradero que es el suyo.
Al final decide por lo que todo su ser desaprueba. Libera lentamente al castaño maldiciendo por lo bajo, el cuerpo a su lado es muy cómodo. ¡SeHun está cometiendo pecado al soltarlo! ¡Profana los deseos de su corazón!
Cuando están completamente separados y la cabeza del castaño vuelva a colgar, el pelinegro da pequeños toques en el hombro del otro como temiendo a romperlo.
MinSeok se tambalea un poco antes de abrir sus ojos y mirar a todos lados confundidos. Su vista recae en el chico a su lado, y ahora sí, oficialmente ha muerto.
- Lo siento… ¿Me das permiso por favor? -MinSeok no sabe lo que está haciendo cuando se mueve dándole libertad al muchacho. ¡¿En serio se ha quedado dormido todo el viaje?! Lo último que recuerda es que estaba ensimismado en sus pensamientos, cuando lentamente sus se empezaron a cerrar, su vista nublosa hacían que viera las letras intangibles y confusas.
Al final cayó, sin embargo al poco tiempo se sintió cómodo, aunque no era claramente consciente, algo le decía que estaba bien dormir por el momento.
Tan pronto como SeHun baja del bus, suelta todo el aire que logró retener en ese corto tiempo. No interesa realmente si tendrá que caminar unas cuadras más por haberse pasado de paradero, es irrelevante. Porque ese día ha podido comprobar cosas, cosas de las que no estuvo seguro en un principio.
Pero vamos, esa sonrisa de estúpido no se la quita nadie, especialmente ahora que sabe que está enamorado.