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El Tigre por isaya

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Notas del capitulo:

Espero les guste, la segunda parte, un poco de drama y algo de lemon :D

******** 6 meses después***

 

— Te dije que no— Kuroko tomaba su taza café; su cabello tan desordenado como si hubiera corrido una maratón y su rostro un poco adormilado. Kagami hizo un mohín.

 

— Solo estoy pidiendo un beso— se quejó, el más bajo bufo y desvió la mirada ignorándolo.

 

— Si no tienes nada más que decir me iré a trabajar— El orientador se metió en su habitación cerrando la puerta, con llave incluida. El de cabello rojo entro al baño y se echó agua en el rostro. Levanto la mirada al espejo y sonrió con cierta amargura.

 

Habían pasado seis meses desde que reinicio el programa y hasta el momento no había hecho ninguna estupidez de nuevo. Pero… paso su mano por su cabello con algo de frustración y rabia. Bueno era lógico que no le perdonara la tontería que hizo,  se había disculpado hasta el punto de que cada que lo intentaba de nuevo recibía un golpe. Realmente había intentado demostrarle que estaba interesado, sin embargo, el chico no le había dejado darle un solo beso desde entonces; peor aún, ni siquiera lo había podido tocar.

 

Escucho un ruido en la sala por lo que salió y lo alcanzo en la puerta, cuando intento tocarlo para despedirse su mano fue manoteada, el chico no lo miró, solo se puso sus zapatos y se fue. Sin despedirse, sin decir a qué horas volvería, sin nada.

 

Miro su mano aún en el aire y la apretó. Siempre que intentaba acercarse era lo mismo. No por primera vez se preguntó si estaba haciendo algo mal, y también, no por primera vez llego a la conclusión de que él era el error; después de todo solo era un drogadicto. Empezando porque Kuroko no le había invitado a vivir allí, el mismo se había ofrecido a hacerlo diciendo que pagaría la habitación, servía de mesero en un bar, así que al menos podía permitirse eso. Su cara insegura debió darle una pista, pero el mismo se había cegado.

 

— Siento haberte presionado— murmuró a la nada. Se giró y fue a su habitación e ignorando la punzada en su pecho, empezó a empacar sus pocas pertenencias, tomo la foto de la mesa de noche, estaba los dos, él sonriendo con su brazo en hombro del mayor; el de cabello azul no sonreía, si acaso parecía fastidiado, pero era la única foto que tenía de él así que la había guardado como un tesoro; parecía un niño. No se había sentido como una molestia desde que había sido un chiquillo. Pero las miradas exasperadas que le daba, lo decían todo.

 

La rasgo por la mitad separando ambos rostros del papel, arrugo el que tenía su propio rostro y lo tiro a la basura, el de otro lo dejo de nuevo en la mesa. Si quería olvidarlo no podía tener ningún recuerdo. Llevaba unas semanas planeándolo así que no podía acobardarse ahora. Dejo el dinero del mes y el siguiente para que tuviera tiempo de encontrar un nuevo inquilino.

 

— Adiós — susurró a la habitación vacía, salió, cerro  y deslizo la llave por el buzón — Hora de seguir—

 

 

*

 

— Tetsu-kun aquí está tu horario— dijo Momoi, lo recibió mirando los chicos, pero había algo raro.

 

—  Momoi-kun—  dijo mirándola confundida—  falta la cita de Kagami-kun— se quedó en silencio ante la mirada sorprendida de la chica—  ¿Qué pasa? —

 

— Pensé que lo sabias— balbuceo ella nerviosa, Kuroko frunció el ceño.

 

— ¿Saber qué? —pregunto con seriedad.

 

— Pues veras hace unas semanas Kagami trajo estos papeles— dijo mostrándoselos, Kuroko los miró confundido hasta que entendió de que trataba.

 

— ¿Qué…?— abrió los ojos con sorpresa.

 

— Si, Kagami–kun pidió traslado a otro centro, está al otro lado de la ciudad, incluso dijo que si no se conseguía cupo, siguiera con el retiro— ella se veía bastante nerviosa— Pensé que tú sabias, viven juntos ¿no? —

 

Kuroko seguía mirando los documentos, ¿Kagami se iba? ¿Por qué no le había dicho nada? Por las mañanas solo se limitaba a acosarlo por un beso, podía haberlo dicho.

 

— Maldición— dijo soltando los papeles y corriendo a la entrada.

 

— ¡Tetsu-kun! —

 

— ¡Cancelas las citas de hoy! —

 

— ¡Tetsu-kun! —

 

 

*

 

— ¡Maldición!— dijo corriendo por la calle, con las llaves, el dinero, y su foto en el bolsillo. No estaba, simplemente se había ido.

 

 Kagami se había ido, ¿Qué había pasado? ¿Era su actitud? Bueno, claro que era su actitud. Apretó los dientes, molesto; ¿Se estaría drogando de nuevo? No, el no haría eso, había pedido traslado así que no era eso. 

 

— ¿Dónde estás idiota? — gruño sintiendo al vaho salir de su boca, estaba haciendo un frio espantoso, ¿Dónde estaba el mocoso?

 

— Hola, ¿buscas a tu amigo? — Se giró y vio a un rubio que saltaba de un pie a otro— Te diré donde esta si me das algo de dinero— Kuroko frunció el ceño.

 

— Y ¿Quién es mi amigo? — probo, el chico sonrió rodando los ojos.

 

— Alto, cabello rojo, ojos rojos, cejas extrañas, siempre pasa a tu lado— el chico enarco la ceja. El orientador frunció los labio y saco unos yenes para luego dárselos, el chico sonrió complacido.

 

— Bien, te diré—

 

*

 

Kagami suspiro sentado en la banca, debería ir a un hotel, pero no se sentía de ánimos, miro las estrellas, apenas se había ido y sentía un hueco en el pecho, negó con la cabeza y paso su mano por su cara. Era mejor no pesar en eso, no le serviría de nada, había hecho lo correcto, no podía seguir presionando al chico a algo que no quería; simplemente debía aceptar que se había enamorado solo, en algún momento dejaría de doler; por favor, que deje de doler.

 

— Que pensativo— escucho una voz jadeante a su lado, levanto la cabeza con brusquedad. Allí sentándose a su lado estaba el chico, bueno, el hombre del que estaba huyendo. Se giró para mirar al frente sin decir una palabra. Porque realmente no las tenía. Había hablado sin parar desde hacía seis meses y no funcionó, no lo haría ahora. — Kagami-kun— llamo el chico, se giró para mirarlo— ¿Por qué te fuiste? — suspiro de nuevo por centésima vez en el día.

 

— Solo tome una decisión, es todo—  respondió sin mirarlo.

 

— Vamos a casa y hablemos de ello— propuso el otro, el de cabello rojo suspiro y negó poniéndose de pie.

 

— Ya tome mi decisión, no hay nada de qué hablar— el orientado se puso de pie y lo miro con seriedad.

 

— ¿Por qué? — pregunto de nuevo, se despeino con algo de ansiedad.

 

— “¿Por qué?” — Murmuró— Por esto— se inclinó y acerco su boca a la del otro. Por supuesto Kuroko se alejó antes de poder besarlo— Te quiero— susurro, los ojos azules se abrieron con sorpresa— Y porque te quiero, no puedo más con esto, ¿Bien? — Pidió con una sonrisa triste—  Sé que lo merezco por lo que hice, pero, déjame ir— pidió— tal vez así pueda olvidarte— se alejó y se encamino para irse.

 

— ¡No! ¡Me niego! — Se giró con sorpresa cuando Kuroko lo alcanzo y lo jalo de la bufanda y lo beso, no un beso tímido o dulce, su lengua se enredó con la del más alto dominándolo, el calor húmedo los acerco un poco más— Vamos a casa— gruño cuando se separó jadeando— No acepto un “no” por respuesta—.

 

 

*

 

Kagami se sentó en el sofá mirando el televisor apagado, de nuevo en el apartamento, del se había ido hacia unas pocas horas.

 

— Esto…— intento hablar, pero una taza voló muy cerca de su dirección, callándolo.

 

— Solo cállate un momento, si me hablas ahora tal vez te mate— Kagami no se hizo de rogar, realmente no lo había visto tan molesto. Movió los pies, nervioso; cuando finalmente el otro se sentó a su lado. — realmente estaba asustado—

 

— No entiendo — dijo incómodo.

 

— ¿No entiendes? — Mascullo el más bajo— dijiste todas esas cosas de que querías vivir conmigo, te disculpaste hasta que fuiste molesto, me has acosado todas las mañanas. Entonces ¿Por qué? — pregunto dolido.

 

— Mira, ya sé que no me quieres aquí, no hay necesidad de decir todo esto— se reusó el más alto— seguiré el programa así que no te preocupes, ¿Esta bien? — dijo ya un poco molesto, solo quería irse rápido, entre más lo viera, más débil se hacía su determinación.

 

— ¿Hice algo mal? —pregunto dolido el orientador. Ah diablos.

 

— Claro que no Kuroko— se arrodillo frente a él tomando su rostro entre sus manos— soy un drogadicto, no hay nada que puedas hacer con eso; lamento haberte incomodado— se disculpó acariciándole la mejilla.

 

— No me incomodaste— respondió— Me gusta tu compañía—

 

— Entonces…— apretó los dientes si saber cómo decirlo— Pero, siempre que intente tocarte, te alejaste, Kuroko— dijo ahora recordando el rechazo que sintió.

 

— Pensé que solo te estabas burlando de mi— murmuró el otro con el ceño ligeramente fruncido. — siempre lo dijiste riéndote.

 

— ¿Qué? — Kagami miró al hombre un momento antes de reírse. Así que todo había sido una tontería. Se reía tomándose los constados.

 

— ¿Por qué te estas riendo? — Gruño el otro— cambie de opinión, vete— dijo empujándolo a la puerta, el de cabello rojo se giró sonriendo y lo beso con ternura, lo que inmediatamente le robo las fuerzas al otro. — ¿Kagami? —pregunto mareado.

 

— Te amo— dijo metiendo sus manos por debajo de la camisa tocando la blanca piel, que se erizaba al tacto.

 

— ¿Qué…?— el hombre jadeo sorprendido cuando fue levantado y llevando al sofá. Kagami se sentó y lo puso en sus piernas de frente.

 

— Lo siento, pero no puedo más— dijo jadeando, sentía su piel arder, y seguía acariciando; Kuroko empujaba sus hombros, pero lo hacía con tan poco fuerza que parecía más una invitación que un rechazo.

 

— No— murmuró el otro, sus mejillas totalmente rojas, mientras sentía que el mocoso besaba su cuello; besaba, succionaba y a veces mordía. Gimió sin poder evitarlo y supo que ya estaba perdido— No te vuelvas a ir— pidió tomando la cabeza del más alto en sus manos dejándose hacer.

 

— Lo prometo— susurró en su oído, haciendo que se estremeciera. Mordió la concha de su oreja y la ropa rápidamente empezó a caer— Eres hermoso— murmuro mordiendo la tetilla, Kuroko tenía el rostro rojo y jadeaba sin control, su cabello se había desordenado como cuando se levantaba en las mañanas. No sabía qué hacer para controlarse, estaba siendo totalmente dominado por el mocoso, y pues bueno, le gustaba. — ¿Puedo? —

 

— Si preguntas eso a estas alturas debes estar loco— mascullo moviéndose contra el miembro del otro aun cubierto por sus pantalones— Muévete— gruño. Kagami se rio y vertió lubricante en sus dedos y empezó el estiramiento. Kuroko empezó a gemir un poco más alto.

 

— ¿Quién pensaría que el frío Kuroko sería tan expresivo? — se rio el pelirrojo, el orientador lo miro con ganas de matarlo. En unas horas.

 

— Ca… Calla…te— dijo, un gemido particularmente fuerte salió cuando su punto fue tocado. Enterró las uñas en la espalda del otro, se dijo a si mismo que eso debía doler pero no podía dejar de hacerlo, sentía que si lo hacía, solo empezaría a gritar como un poseso. —Las uñas…— dio un jadeo—…lo siento— su respiración se entrecortaba.

 

— Para ser sincero— gruño el otro en su oído— te vez tan… maldición— escucho cuando fue levantado ligeramente y sintió la punta roma en su entrada que se introdujo con lentitud y firmeza; cuando estuvo dentro ambos gimieron— Caliente— mascullo para empezar a embestir.

 

Unas pequeñas lagrimas salieron por sus ojos, no sabía si por el ligero ardor o por el placer, o tal vez por ambos. Esta vez ignoro que seguro le dejaría marcas al chico, realmente no podía centrar su mente en nada. Sintió que el otro embestía con firmeza y el empezó a levantarse y caer al mismo ritmo.

 

— Realmente hermoso— escucho al otro, abrió los ojos ligeramente para mirarlo y se inclinó besándolo. El beso fue tan feroz como el acto en que se encontraban.

 

Kuroko cerró los ojos sintiendo una oleada de placer, se estaba acercando. Ambos se empezaron a mover más rápido y más fuerte, los gemidos antes contenidos ya sonaban por todo el apartamento.

 

— Mírame— exigió el más alto, abrió los ojos ligeramente y sus miradas se encontraron; se miraron hasta que el orgasmo alcanzo a Kuroko que dejo escapar un fuerte gemido arrastrando a Kagami con él.

 

Ambos cayeron exhaustos, el orientador sintiendo que le había sacado la vida con esa jodida, el pelirrojo lo rodeo con los brazos y lo abrazo. El teléfono empezó a sonar pero ambos lo ignoraron.

 

¿Tetsu-kun? — Momoi hablaba desde el telefono— Solo quería decirte que cancele las citas de hoy, dije que te sentías mal; espero todo se haya solucionado. Adiós— la llamada termino y Kuroko se prometió agradecer a la chica.

 

Kagami salió de él y lo llevo a la habitación, fue al baño y trajo una toalla para limpiarlo, entonces se acostó en cucharita con él.

 

Se durmieron en silencio.

 

*

 

Kuroko se despertó siendo rodeado por uno grandes y cálidos brazos, levanto la cabeza y vio que tenía el pecho del chico como almohada. Miró el rostro tranquilo.

 

Kagami al inicio había sido bastante reacio con el programa, debía decir cosas que seguro preferiría mantener en secreto, pero por él lo había hecho. El chico había iniciado en las drogas por curiosidad, tan simple como eso. Venia de una familia con una buena posición económica, pero la adicción le había perjudicado demasiado, había iniciado por curiosidad, con el tiempo la dosis se hizo mayor hasta el punto de que ya no pudo parar. Su padre el enterarse, solo le había echado fuera de la casa con algunas prendas que había alcanzado a recoger, después de eso no supo nada más de su familia; se habían mudado y lo habían olvidado. Acaricio los labios del chico sintiendo tristeza por él. El momento en el que más apoyo necesitaba, su familia se había ido. Tenía suerte de no haber muerto en las calles. Se inclinó y lo beso con suavidad, cuando se alejo sonrió ligeramente.

 

— Te amo— susurró. Luego de unos momentos el chico abrió los ojos, se miraron unos segundos antes de sonreír.

 

— También te amo— murmuro el, levantando la cabeza para devolverle el beso.

 

Un beso lento y lleno de ternura. Que sería el primero de muchos.

 

— Si vuelves a irte te castrare— masculló el orientador, logrando que él chico se pusiera azul. Entonces sonrió con malicia.

 

Mucho mejor. 

Notas finales:

Hola, espero les haya gustado. La proxima pareja es KiyoHana "El Violento" si, mis titulos no son los más imaginativos pero bno xD jajajajaj gracias a lo que leen a pesar de eso jajaj muchas gracias a los que comentan, lo leo todo, me demoro en responderlos por mi escaces de tiempo pero muchas gracias por ellos :* :* Nos leemos.

 

*ISAYA*


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