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El chico de al lado [SuKook]. por Neverislate

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Notas del capitulo:

Lamento la demora, pero apenas salí de vacaciones... Así que aproveché de actualizar<3.

Disfrútenlo.

— ¿V-va a hacerme el amor esta noche?...


 


No lo pude evitar. Una sonrisa apareció en mi rostro con tan sólo escuchar aquellas palabras y la timidez con la que las dijo. Decidí aproximarme a su rostro al punto de rozar sus labios con los míos y sonreía al notar que nuestras respiraciones se mezclaban entre sí. Antes de dar inicio a otro beso, murmuré sobre su boca.


 


— Voy a amarte esta noche...


 


Y dicho aquello, di inicio a un beso mucho más apasionado que los anteriores. Con el paso de los segundos nuestras bocas parecieron amoldarse a la perfección y simplemente seguíamos un ritmo ligeramente acelerado, pero que no carecía de dulzura. Entreabrí los ojos sólo en un instante antes de volver a cerrarlos y lo que vi fue maravilloso. Jungkook lucía más inocente y bello que nunca allí, con sus ojos cerrados y el tono rosa constante decorando sus mejillas. Me sentía en el paraíso.


 


Aunque mi concentración estaba más que nada en aquel beso, de todas maneras mis manos no se quedaron atrás y pronto retomé las caricias a lo largo del cuerpo del joven bajo de mí. Acaricié desde sus muslos y fui ascendiendo con la lentitud y suavidad que el momento meritaba. Quise detenerme un instante en su cadera para poco después continuar hasta su cintura, fue allí cuando decidí bajar nuevamente a sus piernas y repetir la acción.


 


Jungkook por su parte también me acariciaba. Parecía que se estaba comportando mucho más posesivo y tímido de lo usual. Sus manos temblaban ligeramente y se iban aferrando a mi espalda y cabello. Podía sentir sus muslos apretarme un poco cada que su cuerpo se estremecía bajo el mío y suspiros suaves se le escapaban de entre los labios cada vez que friccionaba mi erección contra la pelvis de mi menor. Y es que no podía evitar el descaro. Mi cuerpo me decía a gritos que lo hiciera mío de una vez. Pero mi cabeza me exigía disfrutar del momento, me exigía volverlo eterno. ¿Es que acaso existe un punto medio entre ambas cosas?


 


Los roces que provocaba mi cadera se fueron volviendo mucho más constantes al punto de llevar un suave vaivén contra mi menor, el cual terminó por conseguir que la toalla que me cubría terminase por deslizarse fuera de mi cuerpo. Y bastó eso para que Jungkook se tensara debajo de mí. Yo ya me encontraba en completa desnudez sobre él y mi erección se frotaba contra su virilidad más directamente.


 


Era una situación realmente muy satisfactoria. Cada fricción que provocaba, conseguía que de la boca de mi menor se escapasen suaves jadeos al igual que de la mía. Su timidez continuaba, pero no me detenía. Yo sabía que él deseaba esto, se le notaba.


 


No recordaba cuándo había sido la última vez que había querido a alguien, pues en esto estaba esforzándome en demostrar todo el cariño que por él sentía. Sentía sus muslos temblar ligeramente y su respiración estaba agitada a más no poder mientras que decía entre suspiros que me quería. Esto era mucho más bello de lo que imaginé. Jungkook lucía simplemente perfecto. Tan lleno de lujuria e inocencia al mismo tiempo, me estaba volviendo loco y el controlarme cada vez se volvía más difícil. Fue por ello que pronto mis manos se deslizaron hasta el borde de la última prenda en el cuerpo de mi pequeño: su bóxer, y lentamente empecé a bajarlo hasta quitárselo por completo.


 


Al fin, mi vecino estaba completamente desnudo, sólo para mí. Di un lento vistazo a todo su cuerpo sin evitar el lamerme los labios. Era glorioso. La figura más bella que he visto en mis 34 años, parecía un ángel. Su pecho se elevaba ligeramente cada que respiraba y sus manos hacían el inútil intento de cubrir un poco su virilidad, pero el hecho de que yo continuase entre sus piernas me permitía el poder verlo. Lentamente me fui apegando a él por completo y un pequeño suspiro se me escapó tras la satisfacción de sentir nuestras hombrías juntarse y rozarse. De inmediato fui por su cuello para atenderlo. Mordidas suaves y lamidas fui dejando a lo largo de todo su cuello y tomé sus muñecas para acorralarlo en la cama. Deseaba impedir que siguiera tratando de cubrirse y tenerlo aún más sumiso. Decidí retomar el vaivén de mi pelvis ante el sonido suplicante de su voz jadeando para mí.


 


Me incitaba a continuar, a ir más rápido. No hacía esfuerzo por conseguir que lo soltase y sus piernas se mantenían separadas para mí. De pronto quise ir más allá... Él era adictivo para mí. Tenerlo así me hacía desear más y fue por ello que terminé levantando un poco su cadera para que su trasero quedase un poco más expuesto. Sus piernas de inmediato aprisionaron mi torso y se enlazaron tras mi espalda, lo que me facilitó mucho las cosas.


 


Sus ojos se fueron abriendo lentamente y le dediqué la mejor de mis sonrisas a la par que ahora mi vaivén se ejercía contra la estrecha entrada de mi menor. Lo que vi en ese momento fue simplemente perfecto. Un gemido se le escapó y su espalda se arqueó bajo mi cuerpo sin siquiera haber movido los brazos del lugar en el cual previamente lo había aprisionado.


 


Durante un buen rato estuvimos así. Yo esforzándome por aguantar las ganas de hacerlo mío de una vez por todas, rozando el miembro contra su entrada y él jadeando suavemente para mí al mismo tiempo que intentaba corresponder a mis besos apasionados.


 


Estaba a punto... La mejor parte de aquella noche se iba acercando y mi ansiedad crecía. Sin duda, era el momento más glorioso de mi vida y en el instante en que una de mis manos había viajado hasta el cajón de mi velador en busca de un condón, mi celular comenzó a sonar. Me sentí realmente muy molesto ante esa interrupción, principalmente por el hecho de que Jungkook se exaltó y comenzó a sentirse realmente nervioso.


 


— ¿Qui-quién es, hyung?...


 


Y fue eso, fue simplemente esa pregunta la que hizo que viese de quien se trataba. Yo planeaba ignorar el teléfono y continuar con lo que hacíamos, pero decidí ver para responderle. Bastó eso y palidecí, repentinamente el pánico me invadió y él se dio cuenta de ello.


 


— Hyung... ¿Quién es?


 


— Es... Es tu madre, Jungkookie...


 


Él se puso tal vez aún más pálido y helado que yo. Su miedo era notorio y comenzó a temblar por lo que yo di un beso suave en su frente y me esforcé en controlar mi respiración agitada al mismo tiempo que le cubría la boca con una mano para que no fuese a hablar. Temí por un momento hablar y jadear, pero decidí responder antes de que la madre de Jungkook comenzara a preocuparse. No quería hacer nada que pudiese provocar su regreso.


 


— Hola, Jeon. Lamento la demora, tomaba una ducha.


 


— Oh, descuida, Yoongi. Llamaba para preguntar cómo se encontraban. ¿Jungkook se ha portado bien? Dile que no se quede hasta muy tarde que mañana tiene clases. Por favor, no lo dejes desvelarse mucho, ¿sí? Y gracias por cuidarlo, te debo una.


 


— No te preocupes, lo cuidaré bien. Jungkook ha sido un buen niño, no debes preocuparte por ello. Y amh, él ya está en su cuarto, luego iré a ver si sigue despierto, ¿vale?


 


— Vale, Yoongi. Que tengan una buena noche, y muchas gracias.


 


— No es nada, buenas noches.


 


Fue ella quien colgó.


 


Dejé el celular sobre el mueble nuevamente y di un suspiro, el momento se había arruinado y Jungkook continuaba asustado. Así que por ello preferí bajarme cuidadosamente de su cuerpo y abrazarlo para poder acurrucarlo en mi pecho mientras que brindaba caricias suaves a su espalda desnuda, él por su parte, apenas se acurrucó comenzó con las preguntas.


 


— ¿Qué quería? ¿Le preguntó por mí? ¿Se dio cuenta? —preguntó y preguntó sin siquiera darme tiempo de responder.


 


— Bebé, calma, ¿sí? Te responderé a todo, pero cálmate —comenté entre risas antes de comenzar a responder. — Bien, amh... Quería saber cómo estabas y si te habías portado bien. Llamó para agradecerme por cuidarte y para desearte buenas noches. Eso fue todo, así que tranquilo...


 


Él hizo una pausa luego de que me escuchó, una pausa que se me hizo eterna hasta que al fin pude ver nuevamente una sonrisa dibujarse en los labios del más bajo al mismo tiempo que comenzaba a acariciar mi pecho con las yemas de sus dedos.


 


— Vaya manera de cuidarme, ¿no?...


 


Lo dijo en un tono tan juguetón que no pude evitar reír un poco, pero tampoco podía evitar darme cuenta de cuanta verdad había en el trasfondo de sus palabras. Se supone que su madre lo dejó bajo mi cuidado ya que soy el único en quien puede confiar aquí. Se supone que yo debía cuidarlo. Se supone que yo debía de ser una especie de niñero... No que iba a seducirlo y cogérmelo. Joder, cada día que paso con él me siento más y más pedófilo... Además de depravado, muy depravado.


 


Sin embargo, lo que más lamento es que no pudimos consumar lo que hacíamos y la maldita erección me estaba provocando un dolor horrible. Es difícil ser yo, es difícil estar desnudo junto a alguien como Jungkook, con una erección y sin poder follarlo. No sé si después tendré oportunidad nuevamente. No sé si se habrá arrepentido de todo lo que sucedió y ya no desee que se vuelva a repetir... Lo único de lo que estoy seguro es que él no parece tener interés de marcharse esta noche.


 


Él estaba aún acurrucado entre mis brazos y decidí cubrir nuestros cuerpos con las mantas de mi cama antes de apagar la única lámpara que estaba encendida. Y nos quedamos así... Acurrucados los dos y mirándonos a los ojos. Sólo existía la luz lunar que entraba por la ventana y la de los faroles de la calle, más bien el reflejo de ellos, pues frente a la ventana sólo estaba el cuarto de Jungkook. A pesar de la escasez de la luz, podía ver el rostro de mi menor perfectamente... Podía deleitarme con aquellos hermosos ojos oscuros y profundos que no hacían más que mirarme. Me era difícil el poder adivinar qué estaba pensando en ese momento. Jungkook era alguien muy difícil de leer... Su rostro era neutral, pero sus brazos aferrados a mi cuerpo me indicaban que todo estaba bien.


 


— Te quiero, pequeño...


 


— Yo también lo quiero, hyung... —murmuró.


 


Su voz ya se oía cada vez más somnolienta. Su cuerpo comenzaba a volverse pesado, pero yo no detuve los mimos. Quería acariciarlo hasta que se quedase dormido y quería dormir así, abrazado a él durante toda la noche. A pesar de que no habíamos tenido relaciones sexuales aquella noche, no podíamos negar que habíamos hecho el amor. Pues eso hacíamos... Nos estábamos amando de una de las mil maneras que existen para amar a alguien. Y con eso me bastaba...


 


Y ahora me doy cuenta que cada noche con Jungkook se transforma en la mejor noche de mi vida.

Notas finales:

Dejen sus comentarios<3.


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