Habría sido una mañana perfecta. Incluso había despertado un poco más temprano de lo usual y pretendía quedarme así con Jungkook, ambos acurrucados en la cama y continuando con los mimos que anoche nos dábamos antes de quedarnos dormidos. Lo tenía aún desnudo y acurrucado entre mis brazos. Era simplemente hermoso de ver, era perfecto... Sus labios yacían ligeramente entreabiertos y su respiración era lenta, muy suave. Y sonreí, sonreí casi por inercia apenas vi sus ojos abrirse lentamente y quedé completamente hipnotizado ante la profundidad de ellos.
Lamentablemente, el universo seguía conspirando en nuestra contra.
A los pocos segundos mi alarma comenzó a sonar y un suspiro se me escapó mientras que la apagaba. Había olvidado ese detalle. Como me encantaría que ambos estuviésemos de vacaciones... Pero lamentablemente, él debe ir a sus clases y yo al trabajo.
Aquel día también lo fui a dejar.
Ahora estaba algo distraído, más que en otras ocasiones. Está más que claro que Jungkook está en mi cabeza todo el tiempo, pero por alguna razón hoy no podía realizar mis labores con tanta eficiencia como otros días. Ese niño conseguía que me distrajera cada cinco segundos. Y es que... ¿cómo no recordar todo lo que habíamos hecho la noche anterior? Fue perfecta a pesar de todo y lo sentí tan mío... Fue mío. Y sólo me queda rogar que lo siga siendo durante todas las demás noches.
La verdad es que ahora que he podido pasar tiempo con mi vecino, me he vuelto todavía más adicto a él. Mis ansias por llegar a casa ahora son todavía mayor, pues ya no llegaré a espiarlo por la ventana, ahora lo tendré allí para mí.
Y fue eso lo que me motivó a concentrarme. Estar sentado frente a un escritorio es bastante aburrido en realidad y se supone que ya debería de estar acostumbrado, ya llevo varios años en el mismo empleo. Lamentablemente, ya no podía seguir fallando tanto en el trabajo. El lunes había faltado y ayer inventé una excusa para marcharme antes. Y es que no podía sólo decir que por un ataque de celos iría a buscar a mi vecino menor de edad al colegio. Me molesta un poco la idea de que hoy no podré ir por él y que tendré que esperar a las seis de la tarde para poder verlo. Por suerte, sólo faltan dos horas y sospecho que Jungkook ya debe de estar saliendo de clases.
Me vi muy tentado a llamarlo.
***
Estoy sintiendo pánico en este preciso momento. Jimin ha sido mi mejor amigo desde que tengo memoria y, según él, le gusto también desde que tiene memoria. Hasta hace un par de días eso no había sido un problema para mí. Habíamos aprendido a vivir con ello, por así decirlo. Él se comportaba igual de coqueto que siempre y yo lo rechazaba a mi manera, como siempre. Pero aunque siempre ''trataba'' de besarme, hacía mucho que no lo hacía realmente y maldición, ¿por qué tuvo que ser precisamente ayer cuando decidiera hacerlo? ¿Por qué frente a Yoongi hyung?
Si soy sincero, aún me siento algo molesto y no fue mucho lo que hoy hablé con Jimin, pero fue esta última clase del día la que me recordó que tendría que pasar tiempo con él hoy. De eso habíamos quedado la semana pasada y no podía cambiar de parecer. Debíamos realizar un trabajo, no llevábamos absolutamente nada y se entregaba mañana. No podía negarme.
El problema es que debíamos ir a mi casa, más bien... ahora tendríamos que hacerlo en casa de mi vecino y sé muy bien que él no llegará sino hasta más tarde. Sospecho que se molestará y quise llamarlo mientras caminaba con Jimin camino a la casa para avisarle, pero creí que se negaría rotundamente a la idea, así que cambié de parecer. Simplemente ruego que trabajemos rápido y terminar antes de que mi mayor llegue.
Jimin sigue tratando de abrazarme mientras caminamos.
— ¿Hasta cuándo vas a estar molesto conmigo, mh? Ya te pedí perdón... Sabes que soy un impulsivo.
— Lo hiciste frente a Yoongi hyung.
— ¿Y eso qué importa? —cuestionó, se notaba la confusión en su cara y decidí no decir nada. Dudo que le parezca muy normal el hecho de que le guste a un hombre de más de 30 años.
Me mantuve en silencio hasta que llegamos y saqué la llave que mi mayor me había dado mientras que caminaba hacia la casa, pero Jimin se detuvo y en su rostro aún se notaba la confusión. Me quedó mirando desde la vereda frente a la casa de Yoongi y una risita se le escapó antes de dirigirse hacia mí.
— Estoy casi seguro que tu casa es la de al lado, Jungkookie.
— Oh, sí, es que mi madre no está y hyung me está cuidando ahora.
— Creí que sólo era tu vecino... ¿Son parientes?
— Amh... No, sólo vecinos —respondí y podría jurar que me sentí algo nervioso ante el interrogatorio. Abrí la puerta y lo dejé pasar.
El nerviosismo no se me fue en toda la tarde.
Quise evitarme más problemas y decidí que debíamos trabajar en la sala. Jimin insistió en ir al que temporalmente era mi cuarto, pero me excusé diciendo que estaba muy desordenado; era la verdad en el fondo. Simplemente no quería provocar que mi vecino se enojase todavía más. Sabía que ver a Jimin dentro de su casa no le va a agradar para nada, o eso sospecho... La tensión entre ellos la noté desde el primer día.
Se supone que con Jimin debíamos realizar un vídeo, era un trabajo para la clase de filosofía y aunque a simple vista se ve muy fácil y entretenido, me parece una estupidez. Un vídeo sobre la adolescencia y sus conflictos, y no recuerdo qué más. ¿Simple? Tal vez, el problema es que nosotros debemos actuar en el vídeo y grabar todas las escenas. Me pregunto si es posible hacerlo en una tarde... Grabar y editar. Dios.
Es gracioso, por primera vez Jimin y yo no estamos de acuerdo en algo. Él quiere representar un lado más romántico en la adolescencia. Él se quiere centrar en el primer amor. Yo, en cambio, simplemente deseo centrarme en la soledad, en esa clase de conflictos internos. Debo admitirlo, Jimin tiene razón, yo quiero un vídeo depresivo. Y es que para mí la adolescencia es así... llena de conflictos conmigo mismo. O lo era.
Decidimos fusionar ambas cosas, o tratar. Lo que el tiempo nos permita.
***
— Te amo... Eres el amor de mi vida... —dijo Jimin muy cerca de mi rostro mientras que me abrazaba y sonreía. La verdad es que no pude evitar sentirme algo nervioso. No sólo por la situación en la que estábamos, sino que también por el hecho de que temía que Yoongi pudiese llegar justo en ese momento. Me esforcé en evitar sonrojarme y aunque no había correspondido a su abrazo, apoyé las manos en sus hombros. Seguía sintiéndome tímido.
La cámara está prendida sobre un mueble y grabando. Estábamos actuando. Sí, actuando. La verdad es que él decía prácticamente todos los diálogos y yo casi no actué, yo casi no dije nada, ni me inmuté. Yo sólo estaba ahí y si no hubiese sido obligación que todos los integrantes del grupo aparecieran en el vídeo, ni siquiera hubiese actuado. Yo quería ser sólo el camarógrafo, director y editor, por así decirlo.
Mis escenas ''depresivas'' ya las habíamos realizado. ¿Quién soy? ¿Cuál es mi propósito? ¿Qué quiero hacer? En esos temas nos centramos y se podría decir que ambos tuvimos nuestros monólogos, pero yo no dije mucho. Yo no actué. Yo sólo era yo.
Y ahora lo único que deseaba era acabar de una maldita vez. Faltaba media hora más o menos para que mi vecino llegase y me sentía cada vez más nervioso. Estas escenas románticas sólo hacen que me ponga peor y no puedo dejar de mirar la puerta, además de la hora. Jimin no dejaba de abrazarme, lo hacía en todas las escenas, todas las situaciones que creamos, en todos los sectores de la casa a los que fuimos para grabar. Me abrazaba y me besaba el rostro. Comienzo a sospechar que se está aprovechando de la situación...
— Creo que ya es suficiente... Con esto podemos hacer un vídeo más o menos decente, ¿no crees? Deberíamos apresurarnos... —mencioné mientras revisaba los vídeos en mi cámara y caminaba de regreso a la sala para sentarme en el sofá más largo.
— ¿Eso crees? Yo insisto en que deberíamos grabar alguna escena besándonos, así es más real —bromeó y comenzó a reír a la par que se sentaba junto a mí. Ya conocía su humor, era normal en él... Quizá era yo el que estaba extraño con él. Quizá tenía razón, mi cambio fue demasiado drástico.
Estaba perdido en mis pensamientos, me pasa seguido. Creaba en mi mente mil situaciones. Me imaginaba lo que diría mi vecino si llegase en ese preciso momento. Lo que diría al ver a Jimin. Imaginaba cómo conseguir que las escenas encajasen bien para crear una buena historia. Imaginaba las escenas que nos hacían falta para hacer un cortometraje más profesional e imaginaba lo hermoso que quedaría si quitáramos todas esas escenas melosas. Doy gracias ya que mi vecino nunca verá este vídeo, pero aún me aterra la idea de que todo el salón vea este vídeo. ¿Ahora cómo podré seguir negando que Jimin es mi novio? Ahora tendrán más razones para molestarnos y sé que a él no le molesta, al contrario. Lo recuerdo sonriendo como idiota siempre que insisten en que tenemos una relación.
Creo que Jimin me hablaba, creía verlo moverse un poco; veía su reflejo. Pero estaba demasiado concentrado en acabar rápidamente esta porquería. Vi la hora, ¿cómo pasó tan rápido el tiempo?
— Jungkookie, ¿puedo jugar con tu cámara por mientras?
Al fin le presté atención y sólo asentí, ya la tenía en las manos y yo tenía la vista demasiado fija en la pantalla de mi laptop. Sentía el sonido de la cámara y pude darme cuenta de que había olvidado sacarle el flash, no pude evitar reír. Quién sabe cuántas fotos se sacó, más bien, nos sacó. Porque por muy concentrado que estuviera, me daba cuenta de lo que hacía. Era gracioso en mi opinión, yo ni siquiera lo volteaba a ver ya que trabajaba, pero él no dejaba de abrazarme o besarme para sacar una y otra fotografía. Parecía una chica.
Algo nos interrumpió y cerré los ojos ante el pánico que me invadió. Justamente había acabado y sólo faltaba que se guardase el trabajo. Jimin besaba mi mejilla todavía y había sacado una última foto, yo seguía con los ojos cerraros tras reconocer aquella voz. Era mi perdición, Yoongi estaba detrás de nosotros.
— No recuerdo haber autorizado que este crío viniese aquí.
— Hy-hyung... —No pude evitar tartamudear y de inmediato me puse de pie tras haber dejado la computadora sobre la mesa de centro nuevamente. Caminé con algo de torpeza, pero me zafé de mi invitado y fui rápidamente hacia el dueño de casa. Ya había visto esa mirada antes y sentí miedo. Lo había hecho enojar de nuevo. — Hacíamos un trabajo para la escuela...
— Pero qué gruñón es tu vecino —comentó Jimin entre risas a medida que se ponía de pie. Él siempre tomaba todo con humor, era normal. Pero justamente ahora sólo deseaba golpearlo.
Y planeé decir alguna cosa, quise esforzarme en conseguir que este nudo en la garganta se fuera. Quise tomar la mano del mayor de los tres y quise besar su mejilla en un débil intento de conseguir que se relajase. Pero sólo alcancé a querer porque cuando planeaba ejecutar todo lo anterior, Yoongi ya se había movido un poco para dar paso a un cuarto chico en aquella casa. Podría jurar que tenían la misma edad más o menos, nunca antes lo había visto y tenía una sonrisa radiante en el rostro, sonrisa que quitó apenas vio a Jimin allí. Me pude dar cuenta.
Planeé preguntar quién era y también iba a pedirle a Jimin que se marchase ya que habíamos terminado, pero parecía que aquel día andaba mucho más lento y torpe de lo usual.
— Lárgate cuando terminen. —Si se pudiera golpear con la mirada, estoy seguro de que Jimin ya habría sido asesinado por Yoongi. Lo miró con tanto odio que incluso me sorprendí, pero eso no fue lo peor. Lo peor fue que mi vecino ni siquiera se dignó a mirarme, ni siquiera me dirigió la palabra. Incluso pareciera que fingió que no existía. Y fue justamente eso lo que más me dolió.
Ahora lo veía caminar a paso firme hacia la escalera, siendo seguido por su amigo. Y de la nada un nuevo sentimiento me invadió ahora que los pude sentir encerrarse en el cuarto de mi vecino. Yo mismo me aterré de los celos que estaba sintiendo. Sólo deseaba correr escaleras arriba para ver qué pretendían hacer... Sólo deseaba estar con mi hyung... Sólo deseaba que me perdonara.
— Le falta sexo a tu vecino —dijo mi mayor de la nada y podría jurar que bastó sólo eso para que mi rabia aumentase a más no poder. Es un pendejo.
— Jimin, ya terminamos. Nos vemos mañana.