-Bu-buenos días- saludo sorprendido ChanYeol al ver a su padre en la mesa del comedor, leyendo el periódico y tomando café, bastante sorprendido pues su padre casi por no decir nunca estaba en casa.
-Buenos días hijo- contesto el hombre algo mayor, canoso y un poco barrigón.
-¿Qué… que haces aquí?- la pregunta simplemente salió.
-Acaso no puedo tomar el desayuno con mi hijo- dijo indignado el mayor.
-No... No es eso, es solo que… olvídalo- le restó importancia –me voy- dio la vuelta dispuesto a irse pero su padre lo detuvo.
-Dije que tomaría el desayuno con mi hijo- el tono demandante no pasó desapercibido por el menor y tragando fuerte tomo asiento frente a su padre.
Minutos después el padre y sus tres hijos se encontraban desayunando como toda una familia, los jóvenes estaban muy confundidos por la presencia del mayor, pero sabían que no podían acostumbrarse, era una en un millón de veces.
-¿Cómo va todo NamJoon?- pregunto al mayor de sus hijos.
-Bien- dijo simplemente sin mirar al hombre.
-Se más claro- exigió.
-Muy bien padre, soy el primero como siempre y el trabajo está bien, lo estoy haciendo lo mejor posible- su tono no mostraba emoción.
-¿Y JiEun?-
-Bien padre-
-¿Cuándo será la boda?-
-En cuanto nos graduemos. La Señora Lee quiere encargarse de todo lo más pronto posible, ambas quieren que todo este perfecto- el solo hecho de pensar que en pocos meses se casaría con la mujer más hermosa y valiosa del mundo, logro que una sincera sonrisa surcara su rostro.
-Bien, no me decepciones Nam- la sonrisa del joven desapareció, por alguna razón la presencia de su padre lo ponía muy nervioso –pero tampoco quiero que te confundas, tu prioridad es graduarte y hacerte cargo de la empresa, el matrimonio con esa niña es solo negocios- el hombre hablaba indiferente.
-Sabes que la amo- dijo tenso NamJoon, le molestaba que su padre hablara de esa forma sobre su prometida.
-No mescles sentimientos con negocios, o serás tú quien pierda-
-Seguro- NamJoon respiraba y contaba mentalmente para calmarse y no comenzar una discusión.
-¿ChanYeol?- el hombre pregunto esta vez a su otro hijo.
-¿Hmn?- el cual no estaba prestando mucha atención a la conversación.
-¿Cómo va todo?-
-Aahh… normal- dijo algo nervioso.
-Esa no es una respuesta- lo reprendió.
-Entonces, bien- sonrió.
-Esa tampoco- el mayor lo miraba fijamente.
-Padre, no quiero ser grosero… pero tengo veintidós años, estoy en mi cuarto, solo pienso y tengo ojos para leer y leer libros, hacer cuentas y archivos, los trabajos y proyectos me están matando y Negocios no es una carrera para nada fácil de llevar, no tengo vida social ni amigos gracias a mi trabajo en la empresa… mi vida es aburrida… nada importante ha pasado- hablo lo más rápido que pudo, casi quejándose y sonriendo al final.
-Pues me parece bien que solo pienses en eso- el extraño comportamiento del castaño fue ignorado por su padre, pero en cambio su hermano mayor lo miraba atentamente diciéndole en silencio “necesitamos hablar” y ChanYeol sabía que tendría que contarle todo.
-¡Bien!- interrumpió la cuarta ocupante en la mesa y sonriendo ampliamente se dirigió a su padre- Padre, pronto será mi graduación- le anuncio.
-¿Qué hay del matrimonio?- dijo el hombre sin levantar su vista del plato.
-¿Qué?- la menor lo miro confundida y soltando una risa nerviosa dijo –Padre, aún soy muy joven para eso, pe…-
-Le hablaba a ChanYeol- corto el hombre, la menor miro con algo de resentimiento al nombrado.
-¿Qué?- el castaño palideció e imitando las acciones de su hermana menor respondió de la misma manera –Padre, aún soy muy joven para eso- el mayor de los hermanos rio ganándose una mirada reprobatoria de su padre.
-Hablo en serio- dijo molesto el Señor Park.
-…- el silencio reino en la mesa en espera de la respuesta del castaño.
-¿Sabes?… harán un baile y quiero el mejor vesti…- hablaba con ilusión pero nuevamente su padre la interrumpió.
-Oí que los Han tienen una hija de tu misma edad, es muy hermosa y además futura heredera de la compañía de sus padres, sería un gran…-
-Negocio- termino el castaño –No me quiero casar, no aún- dijo sin levantar la mirada. Por supuesto que había pensado en matrimonio, pero no se imaginaba con nadie más que con su pequeño y amado Baek compartiendo el resto de su vida, el mayor lo miro sorprendido y dispuesto a discutirle pero fue interrumpido por su primogénito.
-Aún es muy joven padre- aporto suavemente.
-¡Tiene veintidós años!- el tono de voz del mayor comenzó a elevarse.
-¡Eso mismo!- concordó ChanYeol levantando esta vez su rostro.
-¡Nam ya está pronto a casarse!- señalo al nombrado.
-¡Pero él tiene veinticinco!- se defendió el castaño.
-¡¿Y eso que?!-
-Padre, lo primordial es que termine la carrera, una vez lo haga puedes hablarle de eso, ahora solo lo preocupas y no es bueno en semana de exámenes- dijo NamJoon tranquilizando a su padre.
-Bien… pero en cuanto te gradúes, te casas- aseguro el hombre, ChanYeol desvió su mirada molesto –Me voy- el mayor se puso de pie.
-¿Qué? Pero padre… el vestido, la graduación, yo… quiero hablar contigo- dijo exaltada la menor.
-Luego-
-¡Siempre dices lo mismo y siempre terminamos hablando de esos dos!- levanto solo un poco la voz.
-El futuro de mis hijos es más importante que tus estupideces de adolescente, has lo que quieras, mientras no pongas en vergüenza a esta familia- dijo bruscamente el Señor Park y se marchó.
La mirada de la joven se mostraba sorprendida, pero instantáneamente enfureció, roja de la ira apretó fuertemente sus manos en un puño, los hermanos se mantuvieron en silencio desviando sus miradas.
-¿Por qué?- pregunto con ira la menor -¿Por qué siempre es lo mismo?- sus ojos destellaban con rencor.
-Lo siento- dijo NamJoon –te comprare el vestido y…-
-¡NO QUIERO!- grito –quiero que mi padre me lo compre, quiero que me lleve a la graduación, quiero que hable conmigo y se preocupe por mí- las lágrimas comenzaron a caer.
-Es difícil para él- dijo NamJoon.
-¿Y no lo es para mí?- pregunto indignada.
-SunYoung, sabes que…-el mayor intento excusar el comportamiento de su padre.
-¡NO! ¿Por qué, por qué, por qué? Soy buena estudiante, la mejor de la escuela, canto, bailo, toco el piano, el saxofón, gano premios de toda clase y a él no le importa- la menor lloraba a mares.
“-Lágrimas de cocodrilo-” pensó el más alto en la mesa.
-Luna…-
-¡NO ME LLAMES ASI!- grito antes de salir corriendo en medio del llanto, el mayor suspiro con pesar y acariciando sus cienes frustrado.
-¿Qué hare?- susurro.
-Duele verla así, pero sabes muy bien que ella…- hablo bajo ChanYeol.
-¿Por qué mi padre y tu son así? Ella no tiene la culpa- interrumpió molesto el mayor.
-Dilo mil veces y trata de creértelo- soltó brusco.
-¡CHANYEOL!- lo regaño Nam -¿Cómo puedes decir eso?-
-La quiero, quiero a mi hermana… pero sabes que ella fue quien lo causo- la voz del alto se quebraba.
-Yo… fue un accidente- el nudo en la garganta de ambos les impedía hablar bien.
-Accidente- susurro el alto antes de ponerse de pie y salir del lugar.
-Tenemos que hablar- le dijo el mayor, consiguiendo un asentimiento por parte de su pequeño hermano.
… …
Más tarde ese día…
-No es cierto- susurro el alto al ver a su hermano mayor, vestido de traje junto a su elegante Audi rojo, frente a la Universidad.
-Hermanito- saludo este en cuanto el menor llego hasta él.
-¿Qué haces aquí?-
-Tenemos una conversación pendiente- sonrió.
… …
-¿Y bien?- pregunto NamJoon una vez les llevaron las ordenes, dos cervezas bien frías.
-Este no es un lugar para mí- se quejó el menor.
-ChanYeol eres casi un hombre, ya tienes edad para esto-
-¡Soy un hombre! Me refiero a que no me gustan estos lugares- se defendió.
-Qué más da… habla- le ordeno.
-Este no es un buen lugar mejor…- nervioso intento esquivar a su hermano mayor, pero este lo interrumpió.
-Es el único lugar en el que estaremos solos… sé que algo te preocupa, anda dime- esta vez se lo pidió suavemente.
Luego de unos segundos en los que el menor se la paso mordiéndose los labios y jaloneando su playera nerviosamente, lo pensó y pensó y al fin se decidió.
-Nam… y-yo… estoy enamorado- sus manos estaban temblando, temía la reacción de su Hyung, pero debía arriesgarse.
La carcajada que soltó el otro lo sorprendió y molesto al mismo tiempo, él le confesaba algo tan importante y este solo se burlaba en su cara.
-¡Era eso!-dijo riendo el mayor –pensé que habías asesinado a alguien o cualquier cosa menos eso-
-No tiene gracia- dijo molesto Yeol.
El mayor se calmó.
-Pero eso no es lo que te tiene así- afirmo mirándolo serio.
-Es pobre- dijo el alto.
-No importa-
-Muy pobre-
-Dije que no importa-
-No sabe leer o escribir-
-Tú le enseñaras- sorprendido respondió Nam.
-No tiene familia, solo su hermano menor-
-Nosotros seremos su familia- sonrió con ternura el otro –No puedo decir que papá se alegrara, porque a él eso no le importa… pero mamá y yo sí que lo estamos, te lo aseguro- decía feliz de su hermano -¿Cuándo la conoceremos?... déjame decirte que tengo que felicitarla y agradecerle por haberse fijado en un árbol tonto como tú, debe ser ciega o tal…- NamJoon hablaba y el corazón de ChanYeol latía más a prisa, “LA” “CIEGA” “FELICITARLA” golpeaban su cabeza, completamente nervioso sus ojos se aguaron en segundos.
-¿Cómo dijiste que se llama?-
-BaekHyun- dijo en un susurro –Byun BaekHyun-
-¿BaekHyun?... es un nombre raro para una…-
-Es un chico- dijo al fin y sintió un gran alivio en su interior.
El silencio se formó, por un momento ChanYeol pensó que su hermano lo golpearía o insultaría, pero luego de unos minutos la sonrisa de este se hizo más amplia y lo miro con ternura.
-¿Es un buen chico?-
Consternado el alto asintió.
-¿Te quiere?-
El alto sonrió y asintió de nuevo.
-¿Lo quieres?-
-Lo amo-
-Pues no necesito saber más-
-¿en serio?... no… yo-
-Chan, lo que te haga feliz está bien, mamá y yo estaremos felices-
-Sí, pero papá me matara- se preocupó.
-Él no se enterara-
ChanYeol sonrió ampliamente.
-Mantente al margen, síguele la corriente y en cuanto termines tus estudios, huyes con el chico, yo te ayudare, pero debes esconderte bien Chan, él es capaz de buscarte y hacer lo impensable-
Las lágrimas del alto no se hicieron esperar, conmovido por las palabras y el apoyo de su hermano mayor se lanzó sobre él y lo abrazo fuertemente.
-Gracias- le susurro.
-No tienes que dármelas, sabes que haría cualquier cosa por ti- el mayor correspondió al abrazo –Hay que decirle a mamá-
ChanYeol asintió sin separarse del mayor.
-Pero antes quiero conocerlo- el cuerpo de Chan se tensó por completo.
-¿Qué ocurre?- pregunto enseguida Nam.
-Es que… Bueno él… él no sabe de mi “estatus” – dijo haciendo las comillas con sus dedos.
-¿Cómo?-
-No sabe que soy el hijo de uno de los millonarios del país- después de unos minutos el mayor sonrió.
-Bueno al menos sabemos que te quiere de verdad-
-¿Por qué?-
-Porque con esa cara que tienes y si no está contigo por tu dinero… eso es amor verdadero- se burló Nam.
-¡Hyung!- el alto sonrió, estaba feliz de que su hermano no lo rechazará y sabia de ante mano que su madre tampoco lo haría…
… …
-¡Ya llegue!- anuncio ChanYeol al entrar a la humilde casa.
-¡Channie appa!- grito el pequeño emocionado -¡estamos arriba!- de inmediato el alto corrió a la pequeña terraza del lugar, al llegar la hermosa imagen de su amado novio y su pequeño hijo sentados como indios, rodeados de papeles y pinturas y ellos mismos bañados en colores completamente, lo recibieron.
-La pintura es para colorear en el papel, no en la ropa y tu cara cariño- dijo sonriendo mientras se acercaba y se sentaba junto a su colorido novio.
-Dile eso a BaekHo, fue el quien me pinto- el pequeño se quejó con un tierno puchero en sus labios y sus mejillas sonrojadas, el alto no se pudo resistir y planto sus labios sobre los de Baek, el mayor correspondió gustoso y con su mano algo limpia acaricio la mejilla del alto, ChanYeol sonrió en medio del beso.
Baek ahora era un poco más abierto con él, ya no se tensaba o ponía nervioso con su cercanía, correspondía a sus besos y era el bajo quien se encargaba de profundizarlos.
Una sonora risa los devolvió a la realidad y sonrojados se separaron para ver a un sonriente BaekHo mirándolos.
-¿Qué pintaste?- pregunto el alto desviando la atención del pequeño, no quería responder a las preguntas inocentes pero directas del menor.
-Un perro, una casa, una escuela, un carro, una piscina y un trafomers- dijo pasándole una a una las hojas al alto, quien sonreía cada vez que veía algo medio parecido en las hojas a lo que el pequeño decía, en especial por la ultima la cual era una combinación muy extraña de figuras geométricas y colores.
-Es Optimus Prime, el transformers- le susurro Baek.
-¡Vaya! Son muchos dibujos- dijo el alto.
-Son todas las cosas que quiero tener- dijo con ilusión el niño, Baek bajo su cabeza triste y ChanYeol se preocupó.
-Y las tendrás- aseguro, el bajo lo miro sorprendido.
-No le digas esas cosa, yo nunca podr…- los labios de su árbol lo callaron.
-Las tendremos, algún día las tendremos- susurro sobre los labios del bajo.
-¡Esta también la quiero!- grito emocionado BaekHo levantando en alto una hoja con lo que al parecer eran dos personas, una alta y una bajita, tomadas de las manos y con sus cabezas muy juntas como siameses, con dos figuritas pequeñas a los lados.
-¿Qué es?- pregunto Baek.
-Es mi familia- puso la hoja en su pecho y comenzó a señalar los dibujos –este es Channie appa y Baek omma besándose… y estos somos yo y mi hermanito- sonrió dulcemente, los colores sobre la cara del bajo no pudieron disfrazar la palidez en su rostro, en cambio ChanYeol tenía un pequeño rubor en sus mejillas y trataba de aguantar su risa.
-Quiero que omma y appa estén juntos por siempre-
-¡Eso también lo tendrás!- dijo sonriente ChanYeol ganándose un codazo por parte del bajo.
-¿Qué dices? De donde le daremos todo eso y ¿un hermanito?-
-Yo me encargare de eso y bueno tendremos que trabajar mucho en el hermanito- dijo el alto mientras levantaba una ceja incitando al mayor.
-¡Channie!-
-No te preocupes, adoptaremos- sonrió.
-Eso es costoso y además…- ChanYeol rodeo al bajo en un cálido abrazo.
-Dije que yo me encargare de eso- le susurró al oído.
-¡SI! ¡Omma y appa se casaran!- grito emocionado el pequeño causando sonrojos y sonrisas nerviosas entre los mayores…
… …
Después de pasar una hermosa tarde con los dos amores de su vida, ChanYeol volvió a la mansión Park, se tomó su tiempo para ducharse y repasar lo que le diría a su madre, en cuanto se sintió listo salió en busca de ella.
Cuarenta minutos en auto lo separaban de la mujer que le dio la vida, cuarenta largos e insufribles minutos. Cuando llego a su destino respirando profundo atravesó el enorme portón y a pasos lentos se dirigió al interior del edificio, el personal entero lo recibió con una sonrisa y cordiales saludos que él respondió amablemente.
-Buenas tardes- saludo a la señora en la recepción.
-¡Channie querido!- sonrió la mujer –que bueno que volviste, pensé que nos habías olvidado-
-…- el alto sonrió apenado –Lo siento, tenía mucho trabajo- se excusó -¿Cómo está todo por aquí?-
-Bien, igual, mejorando, podría ser mejor- respondió la mujer, el alto entendía a qué se refería y pensaba igual que esta.
-¿Alguna novedad?-
-No, tus chicos están bien, han mejorado bástate… pero te extrañan- ChanYeol sonrió al recordar el pequeño grupo de niños que conformaban el equipo de futbol, representando a la institución en obras benéficas, niños con problemas como los de su madre.
-Eso está bien y… lo sé, tratare de venir más seguido- suspiro -¿Y mi madre?- pregunto con temor en su voz.
-…- la mujer suspiró pesadamente –igual querido- dijo con pesar en su voz, la mirada del alto se tornó triste y asintiendo sin decir una palabra se dirigió al cuarto de esta.
Al abrir la puerta se encontró con una imagen muy conocida para él, su madre se encontraba parada en la cama que estaba en medio del cuarto, moviendo sus caderas y brazos, simulando con un cepillo de dientes un micrófono, mientras cantaba en un tono de voz bajo, frases sin sentido para los demás pero llenas de sentimiento para ella.
Una sonrisa vacía se formó en el rostro del alto y despacio se paró frente a la cama, comenzó a hacer sonidos de captura mientras sus manos frente a su cara simulaban ser una cámara, moviéndose de un lado a otro en diferentes ángulos.
-¡Señor!- se quejó tiernamente la mujer –No puede tomarme fotos sin mi permiso- se cruzó de brazos.
-¡Lo siento!- se disculpó haciendo una reverencia –pero es que es demasiado hermosa y talentosa, no pude evitarlo- la miro con un brillo en los ojos.
-¿En serio?- la joven mujer agacho avergonzada el rostro mientras jugaba tiernamente con sus manos y se movía de un lado a otro en el mismo lugar –gracias- susurro, ChanYeol sonrió con la tierna imagen de su madre, el rostro de la mayor después de unos segundos se tornó serio y casi melancólico, despacio comenzó a sentarse en la cama mirando a la nada y ChanYeol supo que podía acercarse.
En silencio acompaño a la mujer hasta que ella fue quien hablo.
-¿Channie?- pregunto confundida y alegre, sonriendo.
-Hola madre- saludo suave este.
-¡No me llames así!- le golpeo juguetonamente el brazo.
El alto sonrió –Hola Omma- cambio su saludo y la mujer sonrió encantada.
-¡Mira nada mas como estas de grande!- dijo mirándolo de pies a cabeza -¡HA pero sigues siendo mi bebe!... ¿No eres muy alto para tener doce?- lo miro extrañada, el alto tomo el rostro de su madre entre sus manos y besando su frente le dijo suavemente.
-Tengo veintidós años omma- los ojos de la mujer se abrieron de golpe –no preguntes el porqué, hoy no por favor- pidió en un lastimero susurro, confundida la mujer asintió lentamente –vine a decirte algo muy importante para mí-
Tomo aire y miro a los ojos de su amada madre, o al menos a lo que quedaba de ella, los oscuros, profundos y vacíos ojos de la hermosa mujer frente a él lo consumieron por completo, la tristeza lo invadió al no ver el mismo amor y comprensión de hace unos años, ahora solo eran miradas de cariño, ternura, miedo, confundidas y desoladas, de alguna u otra forma ya no era su madre, solo el triste recuerdo de ella, pero el corazón del alto lo engañaba, el mismo lo quería creer así, la mujer que le dio la vida seguirá siendo ella, la que lo amo incondicionalmente, la que lo apoyo y defendió a capa y espada frente a su orgulloso padre, quien siempre lo alentó a seguir sus ideales y confiar ciegamente en su corazón, quien le enseño la pureza, amabilidad, cariño y amor que ahora brinda a otros, es ella, frente a él y ni el diagnostico de un diplomado doctor lo hará cambiar de opinión.
Sus ojos se cristalizaron y su pecho dolió al recordar cuando diez años atrás, como todos los domingos, su hermosa y joven madre los llevaba a él y su hermano mayor a la práctica de fútbol, después de dos horas salieron rumbo a la mansión de nuevo y como todos los domingos una histérica niña de tan solo ocho años los esperaba frente a las escaleras, reclamando la atención de su madre, este para los dos niños en ese entonces era el pan de cada día, las discusiones y arrebatos de la niña acerca de la atención que recibían ellos y ella no, eran cada vez más frecuentes y fuertes.
ChanYeol pensaba que su hermana se comportaba ridículamente, pues sus padres los amaban a los tres por igual, la diferencia era que ellos no les daban tantos problemas como ella, quien era todo un caso especial en la escuela y la comunidad. Park SunYoung al ser la más pequeña era la princesa de la casa, la más consentida, pero eso ella no lo veía, la pequeña presa de la furia ya había golpeado en reiteradas ocasiones a su pobre madre, sus hermanos y algunos empleados, lanzaba todo a su paso y gritaba a todos, era una bomba de tiempo.
Bomba que explotó ese triste y trágico día, cuando por idea de la joven mujer, envió a los hombres del hogar a pasar un día solos, mientras ella pasaba una tarde de chicas con su pequeña niña, todo estaba bien, fue un día inolvidable para el alto, pues su padre sonrió más que toda su vida junto a ellos, pero al llegar a casa esa felicidad se esfumo al ver a su amada madre sobre el piso del recibidor en medio de un pequeño charco de sangre, sus ojos quisieron salirse igual que su corazón y mientras su hermano lloraba junto a su padre, quien hacia un esfuerzo por hablar por el teléfono, él miraba con lágrimas corriendo sus mejillas a la tranquila niña que observaba todo desde arriba de las escaleras, justo frente a su madre.
Si hubieran llegado más tarde, ella no estaría allí, si no en alguna parte observándolos, los doctores lograron salvarle la vida, pero en palabras simples que ChanYeol entendía, una grave lesión causo el estado de esta ahora, trastorno de personalidad y esquizofrenia eran el diagnóstico de la joven madre con apeas cuarenta y tres años.
Ella ahora podía ser una cantante, la mejor modelo del mundo, una reportera, doctora, profesora, cualquier profesión o persona, algunas veces era una niña asustada o alegre buscando a su oppa para jugar, otras una adolescente enamorada del lindo oppa que la visitaba y muy pocas veces era un poco, solo un poco su madre, aunque sin importar que, él la amaba.
Desde entonces, su vida se convirtió en lo que ahora es, un padre sin sentimientos, lleno de rencor hacia todo lo que le arrebato a su amada esposa, un hermano mayor maravilloso pero golpeado también por la situación, él una persona atrapada en un mundo que no quiere para él y una hermana menor, de quien no estaba seguro que sentía, pues por más que los policías dijeran que se había tratado de un accidente, él sabía muy bien que había pasado y el hecho de que algunas veces la mujer no recordara a su hija menor o se aterrara cuando la veía, se lo confirmaba.
-¿Channie?- pregunto suavemente la mujer, devolviendo al alto de su trance.
-Omma, no quiero decepcionarte- las lágrimas sin saberlo comenzaron a caer y su voz se cortó –sé que querías… que te diera dos ni-nietos, pero…- el llanto del alto se volvió desgarrador –Lo-lo siento yo… no poder hacerlo, yo… lo siento-
-¿Por qué no?- pregunto atenta a la situación la mujer.
Tranquilizándose solo un poco el alto suspiro.
-Omma… estoy enamorado- sonrió –muy enamorado- la mujer sonrió tiernamente pero antes de hablar ChanYeol la interrumpió.
-Es pobre, no sabe leer o escribir, pero le estoy enseñando, es amable, cariñoso, atento, tierno, adorable, responsable… él es… perfecto- para cuando termino su cabeza se encontraba oculta entre el cuello de la mujer, algunos eternos minutos pasaron para el alto cuando sintió la caricia de su madre, enredando sus delgados y delicados dedos por entre sus cabellos.
-Mi niño- susurro ella con amor y ternura en su voz, el cuerpo de ChanYeol se tensó –No sabes lo feliz que me haces- beso la cabeza del joven –al fin lo encontraste… el amor de tu vida- la voz de la mayor tembló, lento el castaño se volvió para mirarla a los ojos, encontrándose con su verdadera y amorosa madre.
-¿O-omma?- pregunto con miedo.
-Soy yo cariño- le aseguro.
-¿No es-estas enojada?-
-¡Pero qué dices!- sonrió ampliamente –Soy muy feliz, solo espero que él te amé tanto como tú lo haces-
-Lo hace- aseguro el alto sonriendo.
-En cuanto a los nietos, pueden adoptar- el joven rio, eso mismo estaba en las primeras cosas que haría con Baek una vez todo estuviera bien.
-¿Cómo se llama?- quiso saber la mujer.
-Byun BaekHyun-
-Es un lindo nombre- sonrió.
-¡Oh! Mira- le dio su teléfono, en el cual había una foto de un sonriente Baek –es hermoso ¿no?- pregunto absorto en la imagen, la mujer sonrió y miro tiernamente a su hijo.
-Lo es. Mucho-
-Le pediré que se case conmigo, no ahora, pero si lo haré- un sonrojo invadió sus mejillas.
-¡Awww!- chillo emocionada -¿Puedo ir a la boda?- pregunto con un puchero.
-Claro que si-
-Pero antes ¡quiero conocerlo!- se cruzó de brazos. El alto rio y asintió.
-¡Ahh! Es verdad- salto de emoción, asustando a su madre.
-¿Qué?-
-¡Eres abuela!-
-¿Co-… ¡Park ChanYeol!- la mayor empezaba a discutir cuando otra imagen le fue entregada.
-BaekHo, es el hermano menor de Baek- decía con orgullo -¡Y es mi hijo!- la mujer sonrió.
-¡También quiero conocerlo!-
-Pronto los traeré, también quiero que te conozcan- la mirada de la mujer estaba en la pantalla del celular cuando de un momento a otro chillo emocionada.
-¡AWWW! Es un bebé- Chan la miro confundido, pero entonces entendió.
-Mira oppa, es un lindo bebé- decía con un tono de voz infantil y sonreía, el alto sonrió también y agradeció en susurros a su madre por haberle regalado unos minutos de lucidez y aceptar su condición.
… …
ChanYeol suspiro pesadamente una vez tomo asiento en las sillas de la cafetería, por alguna razón este día se le estaba haciendo más largo y moría de ganas por salir corriendo de esa jaula e ir en busca de su amado novio.
Una sonrisa bastante amplia se formó en su rostro al recordar el horrible pero maravilloso día en que lo conoció.
Hace exactamente un año, en un día lluvioso y triste, el medico encargado de cuidar de su madre los llamo para informarles de la grave situación de esta, un derrame cerebral por poco se las arrebata. A la triste noticia le siguieron fuertes discusiones entre los cuatro miembros de la familia, insultos y golpes no faltaron, largas horas de la disputa terminaron en un furioso y devastado ChanYeol deambulando por la calles de Seúl en medio de la tormenta.
El alto pudo haber acabado en cualquier sitio podrido del peligroso vecindario al que sin darse cuenta había llegado, pero llamándolo de cualquier forma Dios, Ángel guardián, suerte, destino no sabía muy bien que haba sido, pero algo lo llevo hasta ese mugriento bar Melo`s Bar como olvidar su nombre, fuera de sí y casi mecánicamente entro al lugar y pasando de largo a todos los adolescentes hormonales, tomo asiento en la mesa del fondo, alguien se acercó a tomar su orden y este le pidió una botella grande del licor más fuerte que tuvieran, la noche paso entre tragos y regalándoles gritos a los y las que se atrevían a tratar de entablar una conversación con él, lo único que quería era beber hasta morir y olvidar todo.
Más tarde otro joven se acercó, no para molestarlo, no para invitarlo a bailar o insinuársele asquerosamente, no para ofrecerle otro trago o llamarle la atención por su comportamiento. El mundo para ChanYeol se detuvo, la música desapareció, todo a su alrededor se volvió oscuro y lo único que tenía movimiento, sonido y brillaba como nunca era ese hermoso joven frente a él, mirándolo con comprensión, suplica y tal vez ¿cariño? Su cuerpo entero tembló al escuchar la tenue y melodiosa voz de este y su corazón exploto al oír las palabras que le regalaba ese ser tan inmaculado.
-Sé que cualquiera que sea el problema que tengas, de alguna u otra forma tiene solución y te aseguro que el alcohol no lo es. No te dejes hundir ni permitas que la tristeza te invada y el rencor hable por ti… nadie en este lugar o en otro tiene la culpa y la solución no te caerá del cielo en medio del vaso de vodka, debes buscarla tú mismo y con una sonrisa en tu rostro, todo será más fácil-
Sus ojos se llenaron de lágrimas y sin quererlo un sollozo escapo de sus labios, el joven se sorprendió y sintió incomodo por la situación, pero al ver al alto tan devastado su corazón se derritió, suavemente y con cuidado le retiro la copa y la botella dejándola fuera del alcance de este, en su lugar un vaso de agua apareció frente a él y un cálido tacto en su espalda lo tranquilizo. El pequeño estaba acariciando en círculos su espalda y se sentía tan bien.
Una vez estuvo más tranquilo el joven hermoso lo ayudo a ponerse de pie y tambaleándose salieron del lugar, algo borroso ChanYeol pudo ver que no había nadie más allí que ellos dos y las calles estaban demasiado solas, rogaba al cielo que nada malo pasara, pues en su condición no podría hacer nada por mantener a salvo a esa hermosa criatura.
Media hora más tarde un decaído ChanYeol tomaba café caliente sentado en un pequeño sofá, siendo más atento logro ver la muy acabada y pequeña choza en la que se encontraba y el estado tan deplorable de esta, pero como la primera vez la aparición del joven lo transporto a otra galaxia ¿Por qué se sentía tan bien?
-¿Estas mejor?-
“-¿Por qué su voz es tan hermosa?-”
-Lo siento… ¿Qué puedo hacer para ayudarte?-
“-¿Por qué se preocupa por mí?-”
-Duerme… necesitas descansar, mañana será un mejor día y juntos trataremos de hacer que sonrías-
“-¿Por qué es tan bueno… con alguien como yo?-”
-¡Hare que sonrías, ya lo veras!-
“-¿Por qué es tan perfecto, tan hermoso, tan tierno, tan puro?-”
A ChanYeol solo le basto una mirada para enamorarse completamente de ese inocente y puro chico, unos minutos para darse cuenta de que no podría vivir sin él, que debía protegerlo a toda costa y en una hora juro a los cielos que estaba dispuesto a dar su vida por él, el amor de su vida, porque si, el amor a primera vista si existía y el verdadero amor era aún más real.
Para ChanYeol era totalmente desconocido el hecho de que ese día en que se conocieron, ambos ataron el hilo rojo que según, une a las personas de una manera tan profunda e inmortal.
Pese al frió comportamiento del pequeño nada lo detuvo para conquistar ese rebelde corazón y basta con decir que valió la pena, ahora era el poseedor de dos hermosas criaturas, a las que amaba con todo su ser y a las que protegería con su vida.
La campana anunciando el termino del descanso despertó al alto de sus pensamientos, algo exaltado se puso rápidamente de pie y a paso apurado se dirigió a su aula, pero una escena un tanto peculiar le llamo la atención, su moreno amigo arrastraba hacia las escaleras de emergencia a un cabizbajo chico de delicada contextura, después de lo ocurrido con LuHan, el grupo de amigos había tomado caminos separados, sin embargo el poder de la amistad había sido más grande que cualquier otra diferencia entre ellos y habían solucionado todo. Algunos años ya de conocerse entre si había formado fuertes lazos y no podían evitar preocuparse por los otros, su moreno amigo mostraba un comportamiento muy extraño en las últimas semanas y se preguntaba si ese chico podría ser la razón de eso.
La incertidumbre del alto creció al ver claramente el rostro del acompañante del moreno justo antes de que la puerta fuera cerrada, con la duda carcomiéndolo y la preocupación a flote siguió a los dos sospechosos y bien dicen “la curiosidad mato al gato” pues a ChanYeol el aire se le escapó de los pulmones al ver a su mejor amigo y enamorado secreto de LuHan besando apasionadamente al pequeño novio del maldito que había engaño y lastimado al rubio.
El beso era profundo y apasionado, esto desconcertaba al castaño y cuando las manos del moreno comenzaron a acariciar el cuerpo del otro y este le regalaba gemidos de satisfacción ChanYeol supo que debía irse.
Fuera de si llego hasta su salón y como zombie se sentó en su lugar, con solo una cosa rodando en su cabeza.
“-¡¿QUE DEMONIOS HACIA KIM JONGIN BESANDO Y TOCANDO DE ESA FORMA AL NOVIO DE OH SEHUN?!-”
… …
El día al fin había terminado y a toda prisa ChanYeol se dirigió a su lugar favorito en el mundo, pero una vez llego a la puerta de su destino paro en seco, la imagen de ese beso entre JongIn y el chico, el sonido de sus labios al chocar, los movimientos de sus cuerpos buscando más calor y las respiraciones agitadas y gemidos invadieron sus pensamientos.
“-¿Qué se sentirá?... ¿Cómo se sentiría tocar así a Baek?-”
Un calor creció en su interior y rápidamente negó fuerte tratando de sacar esas ideas de su cabeza, decidido introdujo la llave y entro, la sala estaba desierta y en silencio, algo que extraño bastante al alto y no pudo evitar que una pisca de preocupación creciera en él, dejo las bolsas de comida china sobre la mesa de la cocina y se dispuso a buscar a sus dos amores, pero al volverse se encontró con la imagen más adorable e inocente, un BaekHyun medio dormido, con el cabello alborotado, acariciando tiernamente uno de sus ojos y haciendo un mohín provocó que su corazón diera un vuelco.
Si, tal vez parecía tonto allí de pie, conteniendo la respiración y con la mandíbula desencajada, pero como reaccionar con tremenda imagen frente a él, instintivamente sus ojos viajaron a lo largo de la playera que tenía el más bajo, reconociéndola de inmediato como suya, casi pudo sentir como uno a uno sus órganos iban explotando al fijar su mirada en las desnudas, torneadas y níveas piernas, brillando como nunca, casi pidiendo ser tocadas.
-¿Channie?- la voz del mayor salió ronca al no despertar completamente y esto hizo que un pequeño tirón en la parte baja del alto lo sobresaltara, rápidamente se llevó una mano a la nariz y la cubrió.
“-¿Es posible sangrar… como en los animes?-” Se preguntó mentalmente, no lo sabía pero no quería arriesgarse a pasar una vergüenza, creía que lo tenía todo controlado hasta que de un salto el pequeño se colgó de su cuello y apartando su mano unió en un ferviente beso a ambos, en un principio sorprendido no reacciono, pero al sentir como ese calor crecía más y más sus manos viajaron a la pequeña cintura y se aferraron fuertemente a ella, sus labios tomaron el mando e invitando a su sin hueso a participar, respondió al beso.
Largo, lento, profundo, húmedo, exquisito y excitante, así fue el beso que compartieron y una vez se separaron ambos tenían las mejillas completamente sonrojadas y sus respiraciones agitadas, sonriendo tímidamente fue Baek quien comenzó una nueva guerra entre sus bocas, complacido el alto aporto más a el momento acariciando la espalda del bajo, de arriba hacia abajo apretando de vez en vez la cintura de este.
En algún momento preso del placer las manos de ChanYeol tomaron los desnudos muslos del mayor y lo levanto, Baek por su parte enrosco sus piernas en la cadera del alto, juntando aún más sus cuerpos, las manos del bajo se aferraban al cuello del alto y jaloneaban suavemente el cabello de este, profundizando más el beso, los labios de menor comenzaron un recorrido por el suave cuello de BaekHyun regalándole lamidas y pequeños mordisco.
-¡Aahh!- gimió el bajo, el miembro del alto se sacudió fuertemente con ese hermoso sonido, pero algo en su cabeza hizo click y sus movimientos se detuvieron.
-¿Cha-Channie?- pregunto confundido y nervioso el mayor mirándolo a los ojos, pero el alto desvió la mirada y despacio deposito el cuerpo de su pequeño de nuevo en el piso, BaekHyun lo miraba expectante, tragando fuerte y con su cuerpo temblando y ardiendo en placer. ChanYeol salió del lugar.
-¡ChanYeol!- llamo asustado el bajo, el nombrado se detuvo y sin mirarlo susurro.
-Lo siento-
-¿Qué? ¿Por qué?- el mayor intento acercarse pero ChanYeol fue más rápido y alcanzo la puerta.
-Por esto… no-no debió pasar… no puede pasar, yo-yo- las lágrimas amenazaban con salir y el alto no quería que su pequeño lo viera en ese estado –Yo no… no estoy listo para eso- sin más se fue dejando un muy afligido Baek ahogándose en llanto.
“-¿No está listo para eso?... ¿A caso ChanYeol no quiere esa clase de compromiso conmigo?-”
Pensaba Baek, sentado en el sillón mientras abrazaba sus piernas, ahora cubiertas por una manta, tanto se había esforzado en verse adorable y apetecible para su árbol y este simplemente le había dicho que no estaba listo, los sollozos eran callados con el pororó de peluche de su hermanito y Baek solo pensaba en una cosa.
“-ChanYeol ya no me quiere, no soy lindo para él, no le gusta mi cuerpo-”
… …
-¡HERMANO!- el fuerte grito de ChanYeol por poco le provoca un paro cardiaco a su hermano, a quien le falto poco para salir volando de la cama.
-¡¿Qué carajos?!- dijo asustado con una mano en su pecho -¿Qué te pasa imbécil, por poco me matas maldito desgraciado?-
-¡Soy un idiota, imbécil, maldito, inconsciente, irracional, un tarado de primera, un hijo de puta!- decía en medio del llanto lanzándose a la cama de su hermano.
-¡Respeta a mi madre!- lo regaño -¿Qué demonios hiciste ya?- interrogo furioso.
-¡¿Qué?! Ooh nada, simplemente la cague por completo ¡MI JODIDA VIDA AHORA ES PEOR!- gritaba y lloraba preocupando a su hermano.
-Ya habla ChanYeol me asustas- exigió.
-Al fin consigo que sea Baek quien inicie algo y me comporto como un maldito desgraciado, un cobarde es lo que soy, poco hombre, un engen…-
-¿Qué le hiciste a mi cuñado? Si lo lastimaste te juro que…- dijo entre dientes NamJoon, no conocía a su cuñado, pero ya le tenía un aprecio enorme, por el solo hecho de amar sinceramente a su molesto hermano.
-¡NO!... simplemente yo…- se sentó en el borde de la cama y nervioso esquivaba la mirada de su Hyung.
-¿Qué hiciste?-
-Solo soy un cobarde… todo estaba tan bien, se sentía tan jodidamente bien y…- tomo su cabeza con sus manos en un acto de desesperación –Que imbécil- susurro para sí mismo.
-Chan… hermano ¿qué pasa?- pregunto suavemente el mayor.
-Necesito tu ayuda- declaro desesperado.
-¿En qué? Dímelo y lo haré- Nam lo miro seriamente.
-Pe-pero no te rías de mí- pidió tiernamente.
-¡Vamos dilo!-
Por un momento pensó en desistir de esa loca idea, pero al recordar la suavidad del cuerpo de Baek, los besos, las caricias, los gemidos de este, el calor y lo bien que se sintió, supo que debía hacer algo y decidido miro a su hermano mayor.
-Hyung… ¡ENSEÑAME A HACER EL AMOR!-
Quédate a mi lado… no te alejes de mi…
No me dejes… sostén mi mano…
Si das un paso adelante… voy a estar a tu lado…
Pensé en ti, mil veces al día…
Todas las crueles palabras que me dijiste…
Esa mirada fría… esa fría expresión…
Eres una persona tan bonita… tan especial…
Por favor no me hagas esto…
Por favor no te vayas…
Quédate a mi lado… no te alejes de mi…
No me dejes… sostén mi mano…
Si das un paso adelante… voy a estar a tu lado…
No soy yo… no tengo confianza…
No puedo soportar un día más sin ti…
No sé qué hacer sin ti…
No me dejes… sostén mi mano…
ChanYeol