SeHun estaba más que enojado, preocupado por el comportamiento de LuHan, se preguntaba que podría estarle pasando a su pequeño como para que comenzara a alejarse de él. La idea de que LuHan en algún momento lo dejara, estaba latente en su cabeza. No sabía en qué momento pasó a ser tan dependiente del rubio
Cuando el timbre de su puerta sonó, rápidamente se levantó y corrió a abrir, un sudoroso y agitado LuHan lo miraba penetrantemente, el alma le volvió al cuerpo al verlo allí de pie, en completo estado, sonrió y lo envolvió en sus brazos.
-Estas aquí…- susurro en el cuello del rubio –me tenías preocupado amor, no vuelvas a desaparecer así- le pidió plantando un beso en el frio cuello, los hombros de LuHan se levantaban rápidamente, su respiración era agitada y el comportamiento del castaño solo hacía que su ira creciera más.
Sin perder tiempo, el menor separo bruscamente el cuerpo contrario y se lanzó a devorar los labios del castaño, la desesperación del beso lastimaba la boca de SeHun quien estaba sorprendido, LuHan mordía y succionaba con fuerza, SeHun gemía por el dolor, pero no pudo evitar excitarse con la idea de hacerlo salvajemente con su pequeño, decidido a seguirlo tomo sus caderas y acerco más su cuerpo.
La velocidad de los besos y de las caricias los llevo a estar desnudos sobre el sofá, LuHan mordía y arañaba el cuerpo del castaño y este se quejaba por el dolor, pero no lo detenía, estaba confundido pero no le negaría nada a su rubio.
La mano de LuHan apretó casi con furia el erecto pene de SeHun, provocándole dolor. Comenzó a masajearlo frenéticamente, a pesar del dolor el castaño estuvo listo, sin prepararse LuHan se dejó caer sobre el miembro de este, soltando ambos un ruidoso gemido, enseguida el rubio comenzó a saltar sobre las caderas del más alto, abriendo sus piernas y tratando de que el miembro de este llegara más profundo.
-Lu… espera… podrías las…- un hambriento beso del rubio corto las palabras del alto, la lengua de LuHan recorría desesperadamente su boca, la respiración les faltaba y el tiempo entre cada húmedo y feroz beso no era lo suficiente para mantenerla.
Solo unos minutos después SeHun estallo dentro del rubio, en un audible gemido soltó su esencia apretando las caderas del menor. LuHan detuvo sus movimientos y miro atento como SeHun se deshacía en gemidos, el rostro impregnado por el placer del castaño se encontró con él, SeHun sonrió y quiso decirle lo excitante que eso había sido, pero las palabras del rubio lo congelaron.
-Vaya… ¿eso fue todo?- el tono de voz del menor era desconocido para el alto, confundido e indignado lo miro y no vio nada en los ojos contrarios, nada, ni ese brillo característico de su pequeño.
-¿Qué…?-
-Pensé que tenías más resistencia…- dijo con indiferencia, el agarre en su cadera se intensifico y SeHun lo miro frunciendo el ceño –Kai tenía razón…- dijo LuHan sonriendo ladinamente.
-Kai… ¿de qué…?- casi gruño asesinando al menor con la mirada. LuHan se inclinó hacia adelante, el movimiento saco el flácido miembro de su entrada y su nariz toco la punta de la contraria.
-Él es mucho más hombre que tu…- susurro sobre los labios de SeHun, la ira reflejada en los ojos contrarios incremento, el agarre en su cadera disminuyo solo para que este apretara sus mejillas fuertemente con una de sus manos.
-¿Que mierda estas diciendo?- dijo apretando sus dientes, el rubio sonrió.
-Que él es mejor…- furioso SeHun lo lanzo al piso, estaba herido, le dolía escuchar de repente esas palabras de su rubio y las lágrimas en sus ojos amenazando con salir eran la prueba de ello.
-LuHan… esto no es gracioso- dijo con su voz entre cortada, el menor rio a carcajadas limpias, recordando cuando hace unos meses era él quien se encontraba en la situación del castaño y llevando sus brazos sobre la cabeza, lo miraba retador desde el suelo.
-No me crees…- llevo su mano hasta su miembro y comenzó a masajearlo delante de un consternado castaño –cuando él toca aquí… mnhg- gimió y se mordió el labio inferior –y aquí…- su otra mano apretó su pezón –me hace delirar… ahh- el cuerpo del alto temblaba, sus ojos ardían y su corazón dolía.
-¡BASTA!- grito y se colocó sobre el cuerpo del menor alejando las manos de este y colocándolas Sobre la cabeza – ¡no digas eso, no lo digas!… no es cierto- las lágrimas del alto caían en el rostro del sonriente rubio.
-Sigues sin creerme…- en un rápido movimiento LuHan rodeo el cuello del alto y lo acerco hasta él, susurrando en su oído –después de ti… él ha sido el único que me ha tocado… es tan grande y me llena tanto… sus labios, son un manjar…- su voz estaba cargada de pasión y en cada frase lamia seductoramente el lóbulo de la oreja contraria, el cuerpo de SeHun temblaba, sus hombros se sacudían al contener el llanto.
-Basta… amor, eso du…duele-
Ambos eran dos desconocidos, LuHan era ahora otra persona, fría, cruel y soberbia, mientras SeHun era ahora un débil y patético saco de arena lleno de agujeros por donde comenzaba a vaciarse, volviéndose así más pequeño y frágil.
-¡Cállate!- grito LuHan abofeteando el rostro del castaño, furioso el menor se levantó y acorralo al otro –deja de actuar maldito mentiroso…- le susurro apretando sus dientes, sus lágrimas también comenzaron a caer –lo sé todo desgraciado… lo sé todo y no sabes cuánto te odio…- SeHun había perdido la cabeza con ese golpe y las palabras del menor lo estaban comenzando a marear.
-Lu…-
-¡Te arrepentirás!… ¡tú y la puta de tu madre se arrepentirán!…- volvió a gritar para levantarse y vestirse rápidamente, aturdido SeHun se levantó y lo alcanzo cuando este llegaba a la puerta
-LuHan… no entiendo yo…-
-Fui un idiota al creer en ti… tan idiota… debí aceptar a Kai cuando tuve la oportunidad… él si me ama de verdad, me protege, me mima y cuida de mi…-
-¡NO!- dejándose consumir por los celos SeHun lo agarro de los hombros y lo estrello contra la pared –¡eres mío! me perteneces LuHan y juro… que si ese tipo te toca… lo asesinare- susurro sobre los labios del rubio, este volvió a reír.
-Ya es tarde…- le susurro, el castaño hizo una mueca de dolor –No volveré a ser tu juguete SeHun… me usaste como a un trapo viejo… acabaste con lo que más amaba y eso… eso no te lo perdonare-
-Pero que jodidos estas diciendo… ¿qué mierda dices? – grito desesperado, no entendía nada.
-Que me vengare… te destruiré la vida como destruiste la mía…- le grito lleno de rencor alejándolo bruscamente de su cuerpo –te arrebatare todo lo que tengas SeHun… qué más da, eres un asqueroso enfermo, sabias que podríamos ser hermanos y aun así continuaste con tu juego… ¡ASQUEROSO!...- en cada acusación el menor golpeaba el pecho del pálido alto.
-¿Qué?… No, no…- negaba con su cabeza ¿hermanos? No era posible.
-¿Te molesto? Ah ¿te molesto que me quisiera más a mí?- LuHan sonreía ladinamente mientras seguía avanzando.
-Es imposible…- susurro perdido en sus pensamientos.
-¿Qué esperabas?-
-¡SACA A ESE BASTARDO DE AQUÍ!- la voz de su madre le gritaba en la cabeza.
-¡Dije que no!- le respondía su padre –No lo alejare de mi-
-¡¿Cómo crees que me sentiré con tu amante y tu bastardo viviendo aquí?!- la mujer se escuchaba furiosa.
-Si tanto te molesta lárgate tú-
-¡Si lo hago me llevare a SeHun!-
-Y si ellos se van… yo me iré con ellos-
-Abandonarías a tu hijo y a mí… por esa basura-
-ÈL también es mi hijo… y a ella la amo-
El sonido de una bofetada resonó en la habitación, SeHun siempre se escondía en el closet de su padre para colorear y ese día esa discusión llamo su atención, al ser solo un niño no entendía muy bien, pero ahora todo estaba claro… LuHan y él… eran…
-Mírate…- dijo el rubio caminando alrededor de él, mirándolo con desprecio –el respetado Oh SeHun no es más que un bastardo…- el castaño se giró entonces y la esperanza brillo en su rostro, aunque le doliera enterarse de que su amado padre no lo era…
-La gran ChaeRin fue muy poca cosa para Oh EunKwon y este corrió a los brazos de otras para satisfacer ese vacío… tu no fuiste más que un bastardo y este concibió a dos más para llenar ese espacio en su corazón, el querer ser padre de verdad… tu… no eres su hijo y este enseguida te deja en la calle junto a la fácil de tu madre…- veneno, las palabras de LuHan eran veneno y la cabeza del castaño quería estallar, no entendía nada y tenía muchas preguntas, pero su voz había muerto, al igual que él.
-Ahora todo me pertenece… y me encargare de acabar contigo SeHun…- LuHan se acercó y dejo un beso en la comisura de los labios contrarios antes de salir y dejar devastado al mayor, sin poder soportarlo más, SeHun cayó de rodillas y lloro, lloro y grito ahogándose en lágrimas. Ahora lo entendía, estaba pagando, pagando todo lo que le había hecho a LuHan, ahora era él quien sufría, ahora era LuHan quien lo estaba destruyendo… y dolía como el infierno.
… …
-¡Kai!- KyungSoo gemía. El mayor besaba apasionadamente su cuello mientras acaricia cada parte de su cuerpo con sus manos. El menor se encontraba perdido en el placer, Kai se hundía lentamente en su cuerpo, sus piernas se aferraban a la cintura del moreno, gemía y jadeaba llevando su cabeza hacia atrás dándole más espacio a los labios contrarios de apoderarse de su cuello.
Días atrás Kai le había pedido algo maravilloso. Dentro de poco seria el aniversario de la muerte de sus padres y su hermanito el cual también estaba próximo a cumplir años. Kai en memoria del pequeño siempre asistía al hospital en el que este había fallecido para llevar regalos, risas y felicidad a los niños internados allí. El moreno no solo quería que lo acompañara ese día, sino también el día del aniversario quería llevarlo a conocer a sus padres.
KyungSoo lloro después de escuchar la invitación y abrazando y besando al moreno acepto enternecido y agradecido. No tenían una relación formal como tal, pero el hecho de que el mayor quisiera llevarlo a ver a su familia le hacía sentir tan amado y especial. JongIn era definitivamente tan único, tan amoroso y tan perfecto, que hacía pensar a Kyung en un futuro lleno de felicidad junto al chico.
En agradecimiento, le había pedido a su madre ayudarle a cocinar un pastel, se supone que solo lo llevaría y volvería a su hogar para la cena. Sin embargo, al llegar encontró al moreno en medio de su ducha y no desecho la invitación de este para acompañarlo. Su ropa ahora estaba en el piso completamente empapada mientras él se desasía en gemidos y se dejaba consumir por el placer.
-Kyung… ¡Dios! Kyung…- gimió el mayor aumentando sus embestidas.
El nombrado busco con la ayuda de sus manos el rostro contrario y lo llevo frente al suyo. Negros cabellos caían sobre sus ojos oscurecidos por el libido, sus labios estaban rojos he hinchados dejando pasar la agitada respiración, y que decir del cuerpo, Dios, Kai era perfecto.
Sin poder resistir tomo posesión de los fríos labios dando inicio a una guerra por el dominio. JongIn toco su próstata lo que lo orillo a la demencia y le hizo rendirse en el beso, se dejó hacer, se entregó a las caricias y besos del mayor. Las sensaciones eran tan profundas, tan únicas que Kyung sabía que estaba perdido, era adicto a Kim JongIn.
En medio del cuarto inundado de vapor y el olor a sexo, ambos gritaron el nombre del contrario llegando al éxtasis. KyungSoo amaba la forma como JongIn a pesar de haber terminado continuaba embistiendo en su interior suavemente, acariciando su cuerpo y besando sus labios provocándole leves espasmos después de su orgasmo y en ocasiones despertando su dormido miembro otra vez, anunciando otra apasionada ronda.
Debido a que su ropa estaba ahora mojada, tomo prestado algunas prendas del moreno. Terminaba de ponerse la remera cuando un par de brazos lo rodearon llevándolo al firme pecho del alto. JongIn beso su expuesto cuello estremeciéndolo en el camino hasta llegar a su lóbulo derecho el cual fue una dulce víctima de la lengua y las succiones del contrario.
Contuvo el inminente gemido, pero no logro hacer nada con el estremecimiento de su cuerpo. Su cabeza cayo hacia atrás apoyándose en el hombro contrario. JongIn llevo su rostro a un lado con ayuda de su mano y se apodero de sus labios, su diestra torturaba los erguidos pezones de KyungSoo mientras con la zurda se adentraba en los flojos pantalones.
-Kai…- se quejó en un tono divertido tratando de alejarse, pero esto solo lo llevo a presionar su muy dispuesto trasero contra el despierto miembro del mayor –es-espera Kai…-
-¿Mnm?- el moreno se deleitaba con la blanquecina y exquisita piel.
-Debo… yo debo ¡ah!- la caricia hizo convulsionar su cuerpo trayéndolo hacia adelante apoyando una de sus manos en el tocador y la otra sosteniéndose del brazo que se entrometía entre sus pantalones. JongIn había tocado justo en medio de sus testículos y ano, nunca pensó que esa sería una zona erógena en su cuerpo.
Escucho la leve risa del alto en su oído, al girarse se encontró con la penetrante mirada del contrario y entonces se dio cuenta de que era débil frente a JongIn. Sin decir nada más, de nuevo se entregó al placer, esta vez se ahogaron en pasión sobre la cama del moreno.
Ya era bastante tarde cuando al fin tubo la fuerza de voluntad para detener a Kai y volver a su hogar. La hora de la cena se había pasado y seguro su madre lo reprendería por eso, pero había valido la pena, cada segundo lo había valido. Como siempre lo hacía, el moreno lo dejo unas cuadras antes, quería evitarse interrogatorios por parte de su madre y primo.
El chasquido anuncio el término del largo beso. KyungSoo amaba la forma en que Kai lo besaba y era inevitable no prolongar lo que se supone debía ser un beso de despedida, era inevitable tomar tan poco de esa cálida y perfecta boca, de esos suaves y adictivos labios.
-Te amo Kyung…- susurro sobre sus labios. Se encontraba tan perdido en la bruma de placer con sus frentes juntas, sus narices acariciándose entre sí y sus bocas tan cerca que KyungSoo estuvo a punto de decir las palabras, pero se detuvo en el último instante y antes de que el silencio se prolongara por más tiempo tomo de nuevo los labios contrarios, asegurándose de que sus acciones transmitieran lo que sus palabras no se atrevían a hacer. No era tiempo, había hecho esperar y sufrir al mayor y quería más que nada decírselo, pero también quería que fuera especial. JongIn lo había hecho especial y él siendo tan malo con las palabras debía tomar una ocasión especial para decirlo y que más que el día en que se presentara frente a los que podrían ser sus futuros suegros y cuñado.
-No olvides lo de mañana Kyung- le dijo el moreno cuando al fin había salido del auto. Confundido se asomó por la ventanilla.
-¿Mañana?-
-¿No me digas que lo olvidaste?- el moreno lucia preocupado, Kyung busco entre sus memorias hasta que lo encontró.
“-¡La visita al hospital!-” ¡Claro! Como pudo olvidarlo. La visita y el aniversario eran los dos días siguientes. KyungSoo sonrió dulcemente para tranquilizar al mayor.
-Solo bromeaba… allí estaré-
-Yo vendré por ti… descansa- se despidió el alto. KyungSoo odio su mala memoria, en cuanto llegara debía poner una nota, no podía olvidarse de ese día tan importante no solo para Kai, sino para él también, el día en que iniciaría de nuevo.
Al llegar, su madre se encontraba un poco alterada, las razones de su estado, LuHan se había ido. No entendía muy bien, el rubio había hecho lo mismo muchas veces antes, pero al parecer en esta ocasión había algo más.
MinSeok y él estuvieron toda la noche tratando de consolar a la mayor. KyungSoo se olvidó de la cena, de la nota, de todo, ahora solo le preocupaba su madre.
… …
Era muy temprano en la mañana cuando el timbre de su celular lo despertó del hermoso sueño que tenía con un lindo moreno. Había estado hasta muy tarde con su primo y su madre hasta que esta última logro dormirse, miro el reloj en su mesa de noche y odio a quien se atrevía a llamarlo justo dos horas después de que había podido conciliar el sueño. De malhumor contesto sin mirar.
-¿Qué?- dijo de mala gana. Del otro lado solo se escuchaban sollozos y gemidos y esto lo despertó por completo.
-Ky…Kyung…- susurraron con dificultad, los ojos del menor se abrieron y la angustia se plantó en su pecho –por… por favor… Kyung… yo…- un sollozo se escuchó antes de que la llamada se cortara y la preocupación lo lleno por completo.
Tenía miedo, miedo de verlo otra vez pero, se oía tan mal. Sin pensarlo dos veces se levantó y corrió a vestirse.
En poco tiempo se encontró parado frente a la puerta que se presentaba en sus pesadillas, alejando los recuerdos de ese horrible día tomo valor y abrió la puerta que se encontraba sin seguro. La sala era un desastre y la imagen de un desnudo SeHun acurrucado en medio de esta temblando de frio lo consterno.
Temiendo aún por sí mismo con cuidado se acercó y vio como las lágrimas empapaban el rostro herido del castaño, rápidamente trajo una manta y lo cubrió para luego colocar la cabeza sobre su regazo.
-SeHun…- susurro con pesar y reprimiendo el llanto, le dolía ver al fuerte SeHun que conocía, tan acabado como ahora.
… …
La jornada de entregas había terminado, a pesar del dolor se mantuvo fuerte y regalo una sonrisa a esas caritas cansadas y enfermas que se iluminaban con los regalos. Ese momento siempre lo llenaba de vida, pero en esta ocasión algo importante faltaba. Fue a buscarlo, lo llamo y le dejo mensajes, pero ni su madre, ni su primo, ni nadie sabía dónde estaba el pelinegro. KyungSoo se lo había prometido, pero no había llegado…
Incluso después de un tiempo, no pude decir nada…
Y las palabras se quedaron en mi corazón…
Palabras como “lo siento” y “te amo”…
Por favor, cree en mí esta vez…
Te abrazare, tus manos sostendré…
Tu corazón mantendré a salvo…
Te daré todo de mí…
Solo quiero aferrarme a ti y pedirte que no te vayas…
Sé que no puedo remediar una promesa rota…
Pero quiero vivir y respirar a tu lado para toda mi vida…
EXO