El día se pasó rápidamente, el viento soplaba con fuerza y el cielo se estaba oscureciendo, parecía que iba a llover, siempre llovía en esa fecha y eso hacia el momento más triste. Un hermoso ramo de tulipanes era colocado sobre la lápida con los nombres de sus amados padres y su hermanito, sin poder evitarlo el llanto hizo su aparición. Siempre era lo mismo cada año, ese día se rompía por completo.
Para esa fecha siempre tenía a su lado a LuHan. Sin embargo, le había pedido a KyungSoo que lo acompañara. KyungSoo había llorado el día que le pidió que lo acompañara a visitar a su familia en el aniversario de la muerte de estos, se sentía muy feliz de que Kai lo tomara en cuenta para eso y le había prometido ir con él.
Dos noches atrás se lo había recordado, pero el menor no llego a la entrega de regalos en el hospital en memoria de su hermanito, dejo miles de mensajes y correos de voz, pero ninguno fue contestado y aunque le dolía bastante quería creer que tal vez se le había presentado algo que hacer y no había podido llegar.
La noche anterior, de nuevo intento contactar con el menor pero este seguía sin responderle. Inútil y patéticamente le había recordado otra vez sobre la visita a sus padres, pero tampoco hubo respuesta y allí estaba él, frente a su familia, en medio del frio y gris día que se acercaba a su fin y completamente solo, guardando como un tonto la esperanza de que KyungSoo llegara en cualquier momento. La lluvia empezó, pero él seguía allí con la ropa empapada y temblando de frio Kai yacía de rodillas frente a su familia, llorando se abrazaba a sí mismo.
-Omma… Appa… Taeminnie- susurro con tono quebrado, el dolor y el frio hacían de las suyas con su cuerpo y corazón –quería presentarles a alguien… muy especial… él al igual que LuHan… me dio una razón más para vivir… pero… parece que no soy lo suficiente- susurro acariciando la gran piedra que se levantaba frente a él.
-Ni siquiera eso puedo hacer bien… soy un idiota… un bueno para nada, yo… yo debí haberme ido, no ustedes… perdónenme…-
-No eres un idiota…- al moreno le pareció escuchar la suave voz de su pequeño ángel –eres Kai… mi Kai- dijo esta vez más cerca, Kai se volvió y la lluvia apenas le permitió ver la silueta frente a él.
-Lu… ¿LuHan?- el otro le sonrió y se acercó hasta él, sentándose lo envolvió en sus brazos, apretando al moreno contra su pecho.
-No vuelvas a pensar ni a decir eso- le pidió con la voz temblorosa –Porque si no… yo iré contigo- dijo el rubio antes de colocar un beso en la frente del mayor.
Sintiéndose protegido y seguro, JongIn se permitió romper en llanto, aferrándose al tembloroso cuerpo agradeció al cielo por tenerlo a él… a ese pequeño ángel a su lado.
… …
Sentía el cuerpo entumecido, estirándose un poco se relajó y pudo sentir unos cálidos brazos rodeándole la cadera, confundido miro a su lado y sonrió tiernamente al encontrar al rubio acurrucado, buscando su calor.
Los ojos color miel del menor se abrieron lentamente y lo miraron.
-Buenos días ángel- lo saludo con una sonrisa.
-Buenos días ángel- le respondió el menor sonriendo tímido.
-¿Ángel?... ¿creí que tú eras mi ángel?- le pregunto Kai con tono divertido.
-Lo soy… pero tú también eres el mío Kai… mi ángel y solo mío- dijo sonriendo ampliamente y aferrándose más al alto. A Kai le pareció algo extraño el comportamiento del menor, además ¿desde cuándo lo catalogaba como suyo?
Restándole importancia correspondió al abrazo y beso la frente del rubio. Minutos después la voz del menor lo despertó de su somnolencia.
-Kai…-
-¿Mnh?-
-Asesinaron a mi mamá y a mi hermanita…- la voz del rubio se quebró al final y preocupado el moreno se levantó y lo miro, el menor lloraba apretando las sabanas. La noticia lo golpeo fuerte, sabía que a LuHan le había dolido que su madre y hermanita murieran, pero saber que alguien había tomado esas inocentes vidas, que alguien se las había arrebatado.
-LuHan…-
-Fue ella… ella las mato…- la mirada de LuHan se tornó oscura y gélida asustando al moreno –y él le ayudo… él lo hizo…-
Le tomo un tiempo al moreno tranquilizar a LuHan para que le contara todo y ahora mismo Kai quería asesinar a la bruja de ChaeRin y al pelmazo que tenía por hijo. Se sentía tan impotente al ver a su ángel llorando de esa forma, quería hacer algo por él, lo que sea, estaba dispuesto a lo que fuera por ayudarlo, pero cuando las palabras salieron de la fina boca del menor, se congelo por completo.
-Ayúdame Kai… ayúdame a destruirlos, a hundirlos como lo hicieron conmigo y con mi familia…- le pedía entre llanto el rubio –quiero que paguen… con dolor, lágrimas y mucho sufrimiento…- el odio pintaba las palabras de LuHan. Kai no sabía qué hacer, lo que el menor le pedía era…
-LuHan… ¿estás seguro?- miro al más joven con aflicción y le acaricio la mejilla.
-Si- dijo decidido –los odio Kai… duele mucho…- señalo su corazón ablandando más al del moreno –por favor, por favor, por favor…- le pedía aferrándose a su cadera. Kai sentía las lágrimas mojar su pecho y se rompió también.
Él no tenía la oportunidad de vengar a sus padres, habían especulaciones de que el accidente fue causado, pero la investigación se cerró en “una falla mecánica” y si él tuviera la posibilidad de hacerlo, lo haría, los haría pagar incluso con sangre.
KyungSoo paso por su mente, pero si se lo explicaba, si le contaba al menor tal vez así se alejaría del imbécil y lo entendería.
-Yo… déjame pensarlo… es mucho lo que me pides, quiero hacerlo solo… déjame pensarlo- le pidió. El menor asintió y se levantó.
-Preparare café- Kai suspiro profundamente cuando el menor abandono la habitación.
La cafetera pito, avisando que el café estaba listo cuando el timbre de la puerta lo hizo al mismo tiempo, escucho voces y decidió ir a mirar de qué se trataba.
Al llegar a la sala, vio a KyungSoo parado en medio del lobby hablando con el mayordomo, este le pedía que se fuera, que el Señorito no se encontraba bien para recibirlo, pero preocupado el más bajo insistía en subir.
… …
LuHan pensó de inmediato en su plan, KyungSoo sería un problema. Los últimos dos días se había refugiado en el departamento del abogado, relacionándose y acercándose más a su hermano. YongHwa le comento sobre su plan, tendría vigilados a la bruja y a su hijo para poder obtener la evidencia necesaria. En medio de esta vigilancia SeHun había recibido una visita la mañana siguiente y se sorprendió y entristeció al saber que se trataba de KyungSoo.
Se enfureció al pensar que KyungSoo le había roto el corazón a Kai al no asistir al aniversario de la muerte de los Kim y que en su lugar había pasado estos dos días con SeHun.
-Está enfermo… si subes te contagiara- dijo el rubio acercándose, Kyung lo miro extrañado.
-¿Qué haces aquí?- LuHan rio con superioridad, lo que molesto al más bajo.
-Esta es como mi casa- le dijo alzando una ceja y llevando la taza de café caliente a sus labios para soplar sin dejar de mirarlo –además… cuido de Kai-
-No… ¿Qué haces aquí tan tranquilo después de lo que le hiciste a SeHun?- pregunto comenzando a alterarse. SeHun estaba llorando y sufriendo mientras él, después de romperle el corazón y humillarlo, estaba allí tan tranquilo.
El rostro del rubio se endureció y sus ojos se tonaron más oscuros.
-¿Cómo lo sabes?- pregunto duramente.
-Él me llamo… me pidió que me quedara con él, que lo consolara y acompañara por que la persona que ama le había roto el alma- acuso con rabia en su voz y apretando sus puños.
-Así que… estuviste en su departamento- aseguro sonriendo ladinamente el alto.
-Si… lo abrace durante todo el día, tratando de tranquilizarlo… se aferraba a mi como si fuera la única persona que lo quisiera… estos días han sido horribles y yo soy el único que ha estado ahí para él- KyungSoo quería que sus palabras lastimaran al rubio, pero este solo sonreía y lo miraba como diciendo no es suficiente, esfuérzate.
-Todo el día eh… allí es donde estuviste estos dos días- dijo LuHan cambiando su mirada repentinamente por una de decepción –eres un imbécil KyungSoo… ¿cómo pudiste hacerle eso?- le dijo al pasar por su lado y comenzar a subir las escaleras, Kyung frunció el ceño confundido, se volvió para preguntarle pero la voz que retumbo por la estancia lo estremeció y sus ojos se abrieron por completo.
-Así que… fue por él- la figura de JongIn apareció al inicio de la escalera y lo miraba completamente quebrado -¿Estuviste con él estos dos días?- le pregunto acercándose, pasando de largo a LuHan y llegado hasta el último escalón, frente al pequeño -¿después de lo que te hizo? ¿Después de todo Kyung?... ¿A pesar de que me lo prometiste?-
La voz de KyungSoo no salía, quería hablar pero no podía, quería borrar esa mirada de decepción y dolor del rostro del moreno y que le sonriera como siempre, pero no podía moverse.
-Yo…-
-¿Por eso no fuiste…?- un sorpresivo estornudo le impidió al moreno seguir con sus preguntas, seguido a este la tos hizo que sus hombros convulsionaran.
Por impulso el más bajo se acercó hasta él preocupado, pero al tocar los brazos del alto, sintió como la piel de este ardía.
-Kai… es… estas…-
-Enfermo- termino LuHan por él. El rubio lo miraba con suficiencia desde atrás del moreno –La lluvia de ayer fue muy fuerte… y Kai y yo la soportamos toda- anuncio. Kyung lo miro interrogante.
-¿Por qué hiciste eso? Mírate… estas ardiendo- en otro momento Kai hubiera muerto de ternura por la preocupación que el pequeño le mostraba, pero el dolor era más grande.
-¿Lo olvidaste…?- pregunto en un susurro mirándolo a los ojos –Por él… por eso no fuiste…-
-¿De… de que hablas?- Kyung estaba nervioso, el tono tan lastimero que utilizaba el otro le rompía el corazón.
Los brazos de LuHan rodearon el cuello de Kai desde atrás, recargando la mandíbula en el hombro de este y mirando con un puchero a KyungSoo.
-Sera mejor que te vayas… Kai está enfermito y la visita a sus padres siempre lo pone sensible… esta fecha es muy triste para él y necesita descansar- dijo dulcemente el rubio mientras una de sus manos acariciaba de arriba a bajo el brazo del moreno.
Entonces algo dentro de KyungSoo despertó y entendió. Las palabras padres y visitar lo cacheteaban con furia. Lo había olvidado.
Arrepentido miro al moreno, ignorando la llama de celos al ver al rubio abrazándolo tan posesivamente.
-No… no puede ser, ¡Dios! Kai lo siento, yo…- intento acercarse, pero este dio un paso atrás aferrándose a los brazos que lo envolvían.
-Me canse…- susurro con las lágrimas bañando sus mejillas –me canse de esperar algo que nunca me darás… me canse de sufrir y de esperar, de amar sin ser amado… me canse KyungSoo…- el pelinegro temía lo peor, ¿podía ser posible? ¿En verdad Kai…?
-No… Kai yo… yo te…- KyungSoo dudo en el último segundo y eso destrozo aún más el corazón de Kai quien derrotado se dejó caer y de no ser por LuHan quien lo guio despacio hasta sentarlo en el escalón, pudo haberse lastimado al caer.
-Solo vete de aquí…- susurro con dificultad.
-No… Kai-
-¡VETE!- grito soltándose a llorar.
-Vete…- esta vez dijo LuHan llorando también, abrazaba al moreno y ocultaba el rostro de este en su pecho, mirando al otro con furia.
-No… tengo que hablar con él…- pidió el pelinegro en medio de lágrimas.
-¡¿Que no lo ves?!- le grito el rubio –tú y SeHun son tal para cual… disfrutan de jugar con las personas y lastimarlas… ¡MONSTRUOS!-
Aterrado KyungSoo miraba la escena. No tenía idea de que hablaba el rubio, no prestaba atención él solo quería abrazar al moreno y decirle cuanto lo amaba. Porque si, KyungSoo se había dado cuenta que sin quererlo el extraño sentimiento que crecía en su interior era amor, puro e intenso amor por el moreno. Había sido tan estúpido como para no decirlo antes, tan necio y tonto y ahora, si lo decía ahora en medio del caos era más que probable que Kai no le creería.
-Vete KyungSoo… me di cuenta de que no quiero estar con un niñato inseguro…- susurro seriamente el moreno mirándolo directo a los ojos. El menor se estremeció por la intensidad de la mirada que amenazaba con romperlo –quiero a un hombre de verdad… que sepa lo que quiere, seguro de sí mismo… LuHan- llamo al rubio y se acurruco en el pecho de este, buscando refugio.
-Vete KyungSoo… Kai ya no te necesita, ya hiciste suficiente burlándote de él. Déjalo en paz- dijo en tono bajo el rubio abrazando al otro.
-¡NO ES CIERTO!- lleno de cólera KyungSoo grito. Claro que el moreno lo necesitaba, ambos se necesitaban.
-Ya. No. Te. Necesita- remarco cada palabra –porque me tiene a mi… no te preocupes, yo si atesorare la hermosa persona que es… yo no lo hare sufrir- LuHan le sonrió con superioridad.
-No… pero, SeHun…-
-Era eso lo que querías ¿no?... pues te lo regalo… o al menos lo que queda de él-
No, él no quería eso, antes si, pero ahora lo único que quería era que Kai lo mirara y le dijera que todo estaba bien, quería tomar entre sus brazos al moreno y abrazarlo, mimarlo y cantarle, pero Kai se aferraba al rubio y lo ignoraba completamente.
Lentamente LuHan soltó el cuerpo del moreno y tomo las mejillas de este para mirarlo a los ojos, segundos después tomo entre sus labios los contrarios, compartiendo un suave beso frente a un quebrado pelinegro.
KyungSoo quedo con el corazón en la mano al ver esa escena, pero cuando el moreno correspondió y volvió más profundo el beso, acercando más al otro y acariciándolo con fervor, entonces casi pudo ver como ante sus ojos el palpitante corazón comenzó a convertirse en polvo, destrozado salió corriendo en medio de lágrimas de la mansión.
-Lu… LuHan…- dijo en medio del beso el moreno, el rubio sonrojado por el acalorado beso lo miro –acepto…- dijo decidido. Este lo miro sorprendido –hagamos pedazos a esos malditos hijos de puta- le dijo y LuHan sonrió con los ojos húmedos, asintiendo abrazo fuertemente al moreno y este le correspondió.
… …
-¿KyungSoo?- llamo la Señora Min al ver a su hijo subir las escaleras, pero este pareció no escucharla y siguió su camino.
Minutos después el menor bajo con una pequeña maleta a su espalda.
-¡Hijo!- la voz de su madre lo detuvo antes de salir -¿Está todo bien?- pregunto cautelosa.
-Si- dijo en un susurro sin mirarla.
-Estoy preocupada… han pasado dos días y no has venido a dormir ¿estás bien?- la angustia de la mujer se reflejaba en su rostro.
-No es nada, madre- la voz del pelinegro estuvo a punto de quebrarse, pero se esforzó por no hacerlo, no quería preocupar más a la mayor.
-Te conozco cariño…- dijo acercándose al menor -¿Qué pasa corazón?- le pregunto dulcemente.
-Pasa…- KyungSoo levanto la mirada y la conecto con los preocupados ojos de su madre, esta al verlo dio un pequeño brinco. La mirada del menor estaba tan vacía y rota, ese no era su pequeño, no era el dulce niño de hacia unas semanas, estaba cerca del KyungSoo que volvió de América meses atrás. No, incluso parecía peor.
-Que mi vida es un infierno- soltó sin más con la voz quebrada y volviéndose para salir del lugar. La Señora Min lloraba preocupada por su niño, sentía que había fallado como madre, ver a su hijo sufriendo y no poder hacer nada para ayudarlo, la hacía sentir impotente.
Ahora LuHan también llevaba dos días sin aparecer, el hecho de saber que el rubio había pasado estos días con el abogado Cho y su recién descubierto hermano no la tranquilizo por completo. LuHan lucia extraño, casi sombrío la última vez que lo vio.
Ahn MinJi comenzó a llorar al ver como sus dos pequeños se desmoronaban frente a sus ojos. Los secretos estaban comenzando a saberse y la verdad solo traería dolor y sufrimiento a todos los implicados…
No puedo volver atrás, lo siento…
Fui egoísta, lo siento…
Llegue tarde, lo siento…
Lo siento, no te vayas, no me olvides…
Estaré a tu lado…
Solo te mirare a ti esta noche…
Lo siento, realmente lo siento por favor no te vayas…
Vuelve a mí…
Porque sin ti ya no hay un yo…
Me siento tan cansado esta noche…
No puedo volver atrás, lo siento…
Fui egoísta, lo siento…
Llegue tarde, lo siento…
The Rose