KyuHyun se encontraba disfrutando de la cena con la compañía de JaeJoong cuando tocaron la puerta.
-¿Quién será?- se preguntó extrañado, pues no esperaba a nadie, sonrió al ver a su visitante.
-LuHan… ¿Qué te trae…-
Sin responder al saludo el rubio entro llevando de la mano a otro chico, un poco más alto que él y claramente más oscuro – ¿buenas noches?- dijo algo molesto por el irrespeto del otro y su acompañante.
-SeHun no es hijo del Señor Oh- dijo el rubio parado en medio de la sala, mirando desafiante el abogado, este palideció por un momento y trago fuertemente el nudo que se había formado en su garganta.
-¿Qué?- pregunto dolida la voz de Jae que salía del comedor, miraba interrogante a su hermano pequeño.
-SeHun es un maldito bastardo- volvió a decir esta vez sonriendo de lado –pero eso usted ya lo sabe- KyuHyun se sintió nervioso por el aura que destilaba el menor, la mirada de este era completamente diferente.
-LuHan…-
-¿Qué estás diciendo Lu?- Jae se acercó a su hermano, pero este le lanzo una fría mirada que lo congelo en su sitio.
-¿Usted lo sabía?- le pregunto al abogado. El mayor tembló en su lugar, no sabía de que le hablaba el menor, pero el tono que este utilizaba lo ponía nervioso.
-Quisiera responderte… pero no sé de qué hablas-
-Llame a ese doctor y a la tía Min… ahora- KyuHyun suspiro resignado e hizo lo que el menor le dijo. LuHan también realizo una llamada, pero no presto atención.
Jae lloraba en silencio sentado en uno de los sofás, no entendía nada y el odiaba sentirse tan perdido, tan indefenso en esas situaciones, la actitud de su hermanito lo hacía temblar, ese no era su lindo y tierno Lu.
Media hora después SungMin apareció malhumorado y aventándole maldiciones al castaño pero al sentir la atmosfera del lugar y ver la mirada de angustia en KyuHyun se calló y espero. Minutos después el abogado abrió la puerta y esta vez la Señora Min entro por ella, la mayor al igual que el doctor solo espero, preocupada por lo que estaba pasando y después de todo ¿Qué hacia Kai hay con su LuHannie?
-Ya estamos… ¿Qué ocurre?- trato de sonar firme el abogado.
-Aún no…- lo corto bruscamente, LuHan estaba sentado en el sofá abrazado al moreno, estrechándose en el pecho de este, mientras Kai solo acariciaba el rubio cabello con la mirada pérdida en ningún punto específico.
Por tercera vez el timbre de la puerta se dejó escuchar, fastidiado por la espera el abogado corrió a abrirla, llevándose una gran sorpresa.
-Hola… Hyung- saludo YongHwa sonriendo amablemente.
-¿Qué haces aquí?- pregunto enseguida.
-Pasa Hyung- lo invito LuHan desde la sala, este entro a paso tranquilo.
-¿Qué es esto? ¿Qué está pasando?- pregunto alterado KyuHyun, necesitaba una explicación.
-¿Hijo?- la Señora Min lo miro confundida, el mayor fingió sorpresa también.
-¿Madre?-
-¿Qué es esto? No entiendo que hace mi hijo aquí-
Lentamente LuHan se levantó, camino hacia el gran ventanal y contemplo la hermosa vista por un momento antes de hablar.
-Hyung… porque no les cuentas- animo al mayor para que hablara, el mayor asintiendo comenzó a contar “la verdad” todos estabas sorprendidos y aprovechando que el moreno estaba presente anexo parte de la investigación hecha por el detective JiSub, en la cual se tenía a ChaeRin como sospechosa de la muerte de sus padres y hermanito. YongHwa se aseguró de que todos se enteraran quien había participado en el crimen.
Cuando YongHwa termino de relatar su investigación, estaba más que satisfecho, hacia lo posible por no sonreír, los rostros de los presentes eran una exquisita combinación entre la ira, el odio y la indignación.
-Es… imposible… SeHun él…- la mayor trataba de encontrar una excusa para limpiar el nombre de su niño, pero las palabras de su hijo retumbaban en sus pensamientos.
-Es un maldito… ese mocoso, sabía que no había nada bueno en él…- soltó con fastidio el abogado, para después mirar a su compañero -¿de dónde sacaste esta información?-
-Bueno… JiSub-Hyung es muy buen detective- dijo simplemente.
-¿Qué? ¿También lo contrataste?- pregunto el abogado.
-Así es… lo siento Hyung, LuHan debía saber la verdad- dijo con fingida tristeza, YongHwa se sentía grande, todos estaban cayendo ante él y eso era perfecto.
-Nunca me imaginé esto… LuHan, ¿Qué es lo que quieres hacer?- la atención de los presentes se dirigió al inmóvil cuerpo del rubio que aún miraba por la ventana
-¿Qué quiero?- hablo al fin el rubio –quiero destruirlos, hacerles pagar, acabarlos, hundirlos…- las lágrimas habían comenzado a caer otra vez, LuHan se odiaba a si mismo porque a pesar de todo lo que se había enterado, a pesar de lo que le decían, de las pruebas y demás, a pesar de todo eso, LuHan no podía odiar por completo a SeHun, algo muy en el fondo le decía que nada de eso era verdad y él rogaba por que fuera cierto, pero por el momento el menor estaba cegado por el odio y la venganza.
-Y voy a hacerlo… con o sin ustedes…- miro severamente a los presentes, estos se veían impactados por sus palabras y parecían pensarlo.
-Acabemos con esos Hijos de puta…- dijo sonriendo ladinamente SungMin –esa arpía arruino a mi familia y mi vida… así que hare lo que sea para ayudar y verla caer- la frialdad y odio del rubio parecía estar contagiando a los demás.
-Yo estoy contigo LuHannie- lo apoyo YongHwa.
-Qué más da… me arte de esa bruja- sentencio KyuHyun.
-¡¿Qué están diciendo?!...- interrumpió la mayor -¿A caso se están escuchando? Los desconozco… este no es el camino correcto… si, SeHun no es hijo del Señor Oh, pero eso no lo convierte en lo que ustedes dicen… ¡aquí la culpable de todo es ChaeRin, solo ella y nadie más!- la mujer lloraba a mares.
-Lo siento tía Min…- se disculpó el rubio, pero las palabras fueron tan planas.
-Esta no es la solución…- sollozaba la mayor.
-Jae…- llamo LuHan a su hermano e ignorando a la Señora Min. JaeJoong lo pensó un momento y se levantó caminando hasta él lo abrazo fuertemente.
-Siempre estaré contigo… mi LuHannie- JaeJoong desconfiaba un poco de toda la situación, había visto suficientes dramas como para no encontrar un parecido en todo esto, podría ser cierto, así como también podría ser mentira, no lo sabía, de lo único que estaba seguro era de que estaría hay, listo y dispuesto a tomar la mano de sus dos pequeños hermanos y no dejarlos caer. Porque para él ambos menores eran eso, sus amados hermanitos.
Las nuevas órdenes fueron dadas por LuHan, decididos y llevados por la venganza y la destrucción y a pesar de la insistencia de la mayor, aceptaron sin rechistar. Los días siguientes todos se reunían y practicaban para el gran día.
… …
El apartamento había perdido ese brillo, la felicidad y el aroma a armonía, ahora solo era una cueva, la guarida de dos corazones rotos. SeHun se la pasaba todo el día encerrado en su habitación, envuelto en las sabanas que una vez cubrieron el hermoso cuerpo de su amado rubio, respiraba el embriagante aroma y se torturaba a sí mismo.
KyungSoo apenas respiraba, se sentía vacío, sin alma, por primera vez había sentido lo que él creía era el amor, amor de verdad y lo había perdido sin siquiera tenerlo completamente, las pocas fuerzas que tenía, las utilizaba en cuidar del alto, claro, ambos estaban en una especie de carrera por ver quien se hundía más rápido y por el momento iban empatados.
La cafetera lo despertó de sus pensamientos y con movimientos lentos termino de servir el pequeño desayuno, lo puso en una bandeja y lo llevo hasta el cuarto del mayor. Al entrar Kyung vio con tristeza como este estaba sentado en medio de la cama, envuelto en las sabanas hasta la cabeza, abrazando un oso de peluche pardo y mirando hacia la ventana, con la mirada pérdida y su rostro ojeroso.
-SeHun…- lo llamo sentándose junto a él –come un poco por favor- le pidió pero de nuevo no obtuvo respuesta, insistió unas cuantas veces más y al no obtener nada se rindió.
-¿Kyung?- lo llamo el mayor. El bajo dio un brinco por la sorpresa y lo miro atento -no me dejes…- le pidió mirándolo a los ojos, KyungSoo vio en SeHun el reflejo de sí mismo, perdido, asustado, confundido y herido. Llorando también se abrazó al alto.
-No lo hare… SeHun… tú no me dejes a mí- pidió en medio del llanto.
SeHun correspondió al abrazo.
-No lo hare…- y en su interior cada uno se prometió no hacerlo, ambos se necesitaban más que nunca en ese momento y no se abandonarían, no lo harían…
… …
Una semana después…
La noticia ocupaba las primeras planas en los periódicos de la ciudad, el lugar de encuentro, el auditorio de TEXOH, los invitados, empresarios importantes, algunos políticos, noticieros y prensa y personas de la alta sociedad, el motivo de la reunión, la lectura del testamento del convaleciente Oh EunKwon.
El auditorio se encontraba totalmente ocupado, todos estaban en posición esperando por indicaciones, las autoridades también estaban presentes, cuidando de que todo se realizara al pie de la letra.
La multitud se puso de pie y saludaron a los recién llegados, como siempre la elegante y extravagante ChaeRin llamo la atención de muchos, el apretado y largo vestido de color rojo como la sangre dejaba a la vista todos sus atributos, mientras el enorme abrigo de piel y tacones altos le daban ese toque de elegancia, según ella.
Junto a la mayor a su mano izquierda el abogado de esta Ok TaecYeon la seguía como un perro fiel a su amo, vestido elegantemente. Del lado derecho era muy diferente, un ojeroso, despeinado y desarreglado joven caminaba con sus manos en los bolsillos del pantalón, la camisa de SeHun se encontraba a medio abotonar, fuera de los pantalones, la corbata sin anudar y el traje entero estaba en su totalidad arrugado, la mirada del castaño permanecía en el piso escondiendo sus ojos rojos y su mirada de dolor y tristeza.
-Sera mejor que sonrías, todos nos están mirando- lo regaño su madre entre dientes mientras esta sonreía ampliamente a los asistentes, pero a SeHun no le importó y acelerando su andar dejo atrás a su madre y se sentó en la mesa dispuesta en la tarima para los miembros de la familia y personas más cercanas como los socios.
ChaeRin estaba más que molesta con su hijo, desde hace algunos días que este se estaba comportando como un maldito malcriado y justo hoy llegaba borracho a la reunión.
… …
ChanYeol caminaba desinteresadamente por el lugar, no le importaba prestar atención a las aburridas conversaciones de todos esos ancianos estirados con sus elegantes trajes, él solo quería tomar algo para su garganta seca, pero solo podía ver bebidas alcohólicas a donde mirara y ya estaba empezando a desesperarse.
-¿Yeol?- una voz interrumpió su insufrible búsqueda, rodando los ojos se dio la vuelta esperando encontrar a otro molesto niño mimado, pero grande fue su sorpresa.
-¿JongIn?- ambos amigos se miraron por un momento.
-¿Qué haces aquí?- preguntaron en coro, rieron y se abrazaron en saludo.
-Mi padre, ya sabes- respondió ChanYeol.
-La compañía de los míos, ya sabes- dijo también el moreno.
-Así que, ese SeHun será en unos minutos el dueño de todo esto- comento el alto mirando a la multitud, JongIn se mostró algo nervioso y su cuerpo se tensó, pero ChanYeol pareció no darse cuenta.
-Sí, así parece- dijo mirando en otra dirección.
-Oye, ¿sabes dónde puedo encontrar un jugo o cualquier otra cosa que no sea alcohol?- le pregunto en suplica el alto.
-Ve a la cocina, en la zona de servicio encontraras lo que quieres- Kai le señalo una parte especifica del lugar.
-Gracias hombre- dijo rápidamente para correr hacia allí.
JongIn continuo parado allí, su mirada iba y venía de la puerta a su reloj en la muñeca, intranquilo caminaba de un lugar a otro, cuando la voz del organizador se escuchó fuerte y clara pidiendo a todos tomar sus puestos y guardar silencio.
La habitación quedo en calma, todos estaban sentados y fue allí que la presión en el pecho del moreno se intensifico al ver a su adorado pelinegro tomar asiento justo al lado del maldito de SeHun, las lágrimas se acumularon en sus ojos al ver la sonrisa que el más bajo le regalo y el pobre intento que SeHun le hizo de una para devolverla. Dolido y recobrando la compostura desvió la mirada. Apretaba sus labios soportando en silencio.
-Bien, creo que podemos empe…-
-¡Alto!- interrumpió el abogado que ocupaba uno de los puestos en la mesa de la tarima.
-¿Abogado Cho pasa algo?- pregunto el organizador.
-Aún faltan ciertas personas necesarias para la lectura- respondió calmadamente causando conmoción en los presentes.
-¿Qué dice?- dijo molesta ChaeRin –aquí están todos no creo que falte nadie-
-Según el testamente del Señor Oh si, les pido que esperemos unos minutos- los murmullos comenzaron, algunos molestos por la espera y otros preguntándose quienes podrían ser. La Señora Oh y el abogado estaban más que preocupados por lo que ese abogaducho tuviera preparado.
Veinte minutos fueron necesarios para que la incertidumbre terminara, el seguro de la puerta se escuchó, la habitación quedó en completo silencio y los pasos hacían eco, la mayoría de los asistentes tenían la confusión y sorpresa plasmadas en el rostro. KyuHyun sonrió al ver la cara de estupefacción o debería decir ¿estupidez? Que tenían la bruja y su perro faldero, la mirada de Cho se endureció al ver al alto caminando al lado del protagonista del evento, resignado se levantó y se adueñó del micrófono.
-¡¿Qué hace él aquí?!- demando la rubia señalando al recién llegado, el abogado la jaloneo del brazo para volverla a su sitio y no armar escándalos tan temprano.
-Quieta- le susurró al oído, en contra de su voluntad la mujer guardo silencio.
A diferencia de todos SeHun parecía ser el único ausente en ese momento, la confundida y triste mirada del castaño se mantenía sobre el hermoso cuerpo frente a él, lucia muy diferente, el traje negro le acentuaba a la perfección con la nívea piel, el cabello ahora negro azabache resaltaba la hermosura de ese hombre y sus ojos delineados le daban más poder a la gélida mirada que ahora oscurecía su rostro.
-Damas y caballeros –anuncio KyuHyun –una vez presentes todas las personas pedidas por el Señor Oh, daremos inicio a la lectura del testamento del convaleciente…- de nuevo la atención estaba en el podio, ansiosos y expectantes.
“A todos los presentes, tengan un saludo y agradecimiento de mi parte, al asistir a la lectura de mi legado… yo Oh EunKwon ciudadano (…) en pleno uso de mis facultades mentales, ante el escribano Kim HeeChul, Lee SungKyu mi médico de cabecera y amigo, Cho EunKyu mi abogado y amigo y ante Lee SungMin y Cho KyuHyun mis queridos ahijados como testigos, quiero atestar mis más profundos deseos…
Pero antes creo y es necesario dar algunas explicaciones a mi familia y a los presentes… Como todos han de saber, mi salud se ha deteriorado rápidamente en los últimos meses, así que temiendo lo peor he decidido asegurar mis palabras y deseos desde este instante…
Primeramente, quisiera pedir perdón a mi familia, pues no me enorgullece decir que no he sido un buen esposo ni un buen padre, mucho menos un buen hombre… les pido no me odien a mí ni al fruto de mis mentiras y traición, porque son también el fruto de un gran amor…
Sé que estarán ocupados así que no los aburriré con palabrería, seré claro y breve… Hace exactamente veintidós años, una hermosa mujer cautivo mis sentidos y sin más me enamore de ella, siendo ella mi primer amor y el creador de mi primogénito Oh JaeJoong, muy a mi pesar me separe de mi hijo y su madre para continuar con mi matrimonio, así debería ser… solo unos meses después la grata noticia de ser padre me golpeo otra vez, fui bendecido con mi segundo hijo Oh SeHun…
Creí que era un hombre feliz, pero tan solo dos años después, de nuevo caí preso del amor… Park Boom me cautivo por segunda vez en mi vida y de nuevo fui bendecido, mi tercer hijo Oh LuHan… Sé que no debe ser nada grato para ustedes y en especial para mi esposa el saber la clase de persona que soy, pero soy humano y me equivocó y debo decir que mi equivocación no fue el tener dos hijos fuera del matrimonio, sino el casarme tan joven y lo siento por eso, por no ser fiel y sincero ChaeRin…
Siempre fui un hombre de pocas palabras y así mismo diré que mi compañía TEXOH y todas las sucursales que esta tenga en Asia y cualquier parte del mundo, las acciones que me pertenezcan de todas las compañías con quienes firme en el pasado, mis bienes materiales; mansiones, automóviles, motocicletas, jets privados, lanchas así como el restaurante, las casonas ubicadas en Hawái y demás, así como todo mi dinero los dejo en herencia a… Oh LuHan, como mi único heredero. En tanto será él quien administrara la parte de la herencia que les corresponde a Oh JaeJoong y Oh SeHun, mis hijos… en vista de mi dificultad será él también quien tome el cargo como CEO de TEXOH, de esta manera declino cualquier oposición a mi voluntad…
Una vez más perdón si con mis acciones herí de alguna manera a mis seres queridos… pido que respeten y hagan cumplir mi palabra…”
… …
Actualidad…
-¿LuHan?- la voz de Kai lo devolvió de su ensoñación, rápidamente retiro la mano de la fotografía y sin mirarlo camino hasta el ventanal y se paró allí.
No paso mucho para sentir el aroma tan fresco y tenue del moreno cerca, Kai estaba parado junto a él mirando también el paisaje. Permanecieron en silencio hasta que el mayor se decidió a hablar.
-¿Estas… seguro de esto?- pregunto casi en un susurro, LuHan lo miro severamente, pero al ver la duda y el miedo en los ojos contrarios suavizo su expresión.
-SeHun odia perder, odia cuando no consigue lo que quiere…- comenzó a decir el rubio –me quería a mí y no me tendrá… si le pertenezco a alguien más, de alguna manera lastimare su orgullo… el resto será más fácil- dijo con suficiencia LuHan y sonriendo ladinamente. Kai lo miraba atento, perdiéndose en las facciones contrarias cuando el frio tacto del otro acaricio su mejilla.
-Ahora solo somos tu y yo…- le dijo suavemente LuHan contemplando su rostro –Ahora te pertenezco Kai, solo a ti- la distancia entre sus labios era mínima, cada palabra del rubio era un suave rose para el otro.
-Solo… mío- susurro el moreno perdido en los ojos miel del rubio.
-Así es… solo tuyo… Kai…-
-¿Mnh?-
-te necesito a mi lado… no me dejes, por favor- pidió envolviendo el cuello de este entre sus brazos.
-Nunca… nunca te dejare LuHan… mi pequeño ángel- dijo de inmediato, sin pensarlo y sin dudarlo, firme a sus palabras. La distancia termino en una suave caricia de sus labios, las manos del moreno aferraban fuerte la cintura del rubio, acercando más su cuerpo, mientras usurpaba en el interior de la cálida cavidad, fundiéndose en el embriagante sabor del otro…
… …
Al abrir los ojos esa mañana, JongIn se encontró rodeando el delgado cuerpo de alguien. Confundido y desorientado se soltó rápidamente, al mirar a su alrededor se encontró en su propia habitación y respiro profundo al comprobar que quien dormía a su lado era LuHan.
Recordó entonces que desde ese día compartía no solo su mansión sino también la cama, ambos se abrazaban durante toda la noche y en ocasiones lloraban juntos, compartiendo también el dolor.
Con pereza se levantó y se dispuso a arreglarse. Cuando entro al cuarto de baño pudo sentir como si la estaca que ya se encontraba en su pecho, se clavara más profundo. Allí estaba ese pequeño abrigo colgado en el perchero, despacio se acercó a este y como si se tratara de una pieza de cristal lo tomo en sus manos y acerco su rostro, deleitándose con el aroma de su pequeño salvaje.
El nudo cerro su garganta, sus ojos comenzaron a escocer anunciando las lágrimas, apretó con fuerza la tela y sin fuerza cayo de rodillas llevándose el abrigo con él.
Lloraba en silencio, el recuerdo de todos los pocos pero hermosos momentos que paso junto al pelinegro, el dolor aumento al recordar también las veces que este partía su corazón con sus rechazos y comparaciones con SeHun. Dolía, dolía bastante pero sentía como si lo necesitara, pensó que las cosas con KyungSoo estaban bien, aunque todavía sentía que el menor lo usaba para olvidar el dolor que le causaba SeHun, en medio de todo la sensación de que estaba sembrando un sentimiento en lo profundo del menor mantenía viva su esperanza.
Pero no, las cosas no pasaron así, en lugar de eso KyungSoo corrió hacia los brazos de quien una vez lo lastimo, fue con él, a consolarlo a él, a abrazarlo a él. KyungSoo lo escogió a él, eso le comprobó que después de todo su voz interior que siempre le advertía del menor tenía razón, nunca tendría de KyungSoo lo que quería, nunca KyungSoo lo amaría como decía amar a SeHun y aunque doliera como nunca, lo aceptaba y se resignaba.
Ya sin casi nada porque luchar, decidió ayudar y proteger a lo único que le quedaba, LuHan. La idea del ahora pelinegro le resulto completamente descabellada, una locura, pero el solo pensar en lo que la bruja y el maldito de SeHun le hicieron a su pequeño ángel, lo enfurecía. Y no solo eso, Lee ChaeRin era posiblemente la asesina de sus padres y su pequeño hermano, las cosas no se quedarían así definitivamente.
-¿Kai?- la voz del menor interrumpió su momento y rápidamente se limpió las lágrimas.
-¿Si?- dijo mientras guardaba en los cajones el abrigo, no sin antes obtener un poco más de ese dulce aroma.
-Se hace tarde- le dijo el pelinegro.
-Sí, enseguida salgo- entonces corrió a bañarse. Cuando salió con solo una toalla rodeando su cintura y las gotas de agua adornando su formado torso, vio como las mejillas de LuHan se prendían y cubría sus ojos.
-¡Tapate!- le dijo con la cara oculta entre sus manos, JongIn sonrió divertido.
-Lo estoy- aseguro mirándose a sí mismo.
-Estas medio desnudo- el moreno volvió a reír.
-No, no lo estoy- pero para LuHan era así y punto.
-¡Exhibicionista!- le grito mientras corría hacia el baño y cerraba la puerta de golpe.
JongIn sonrió suavemente, el hecho de ver que en el interior de LuHan aún estaba ese chico tímido e inocente, lo reconforto de sobre manera…
… …
El camino a la empresa siempre era silencioso, cada uno iba sentado junto a la ventana con la mirada perdida en esta, una vez se bajaron se tomaron de las manos y se sonrieron dándose apoyo, caminaban con la cabeza en alto y recibían elogios de todas partes.
Una vez atravesaban las puertas de la oficina, sus manos se soltaban, JongIn se ocupaba del papeleo y los negocios mientras él simplemente se recostaba en el sofá a leer, estudiando y preparándose en el mundo de la contabilidad y los negocios, algunas veces ayudaba al moreno, pero los números eran demasiado para él y terminaba dejándolo.
Ahora JongIn trataba de explicarle cómo funcionaba el sistema de exportación que manejaba la compañía cuando tocaron a la puerta.
-¡Adelante!- dijo el pelinegro. Ver al abogado Ok allí sorprendió a los dos jóvenes.
-Buen día, director- saludo sarcástico con una media sonrisa.
-¿Qué quiere?- pregunto a la defensiva el moreno.
-Hablar con el director, nada más- levanto las manos en señal de rendición.
-¿De qué y para qué?- el tono feroz de JongIn molestaba al mayor.
-Eso no te importa… quiero hablar con él- exigió ya fuera de sus casillas.
-Hable- dijo LuHan tratando de sonar lo más duro posible, suspirando con fastidio el abogado se sentó frente al escritorio.
-Vengo por lo que me pertenece- dijo simplemente causando desconcierto en los menores.
-¿Qué dice?- pregunto Kai.
-Que vengo a reclamar lo que me pertenece… no me digan que no leyeron las políticas de la compañía- TaecYeon se soltó a reír escandalosamente, LuHan y JongIn compartieron miradas de preocupación y luego miraron al otro.
-¡Hable de una vez!- le exigió el moreno.
-Míralo tú mismo- señalo los papales sobre la mesa, desesperado el moreno los tomo y reviso el encabezado de toda la carpeta, allí se hablaba de las modificaciones que se habían realizado y se odio por no haber leído esa página tan importante, busco y busco hasta que lo encontró.
“-¡Mierda, mierda, mierda!-” Se repetía mentalmente, con el ceño fruncido y ardiendo en cólera miro al mayor.
-No puede ser cierto- soltó con ira, LuHan lo miraba preocupado y necesitando una explicación ¿Qué podría ser tan malo?
-Compruébalo si quieres, todo es legal- la sonrisa de satisfacción en el rostro del mayor incrementaba la furia del moreno.
-¿Q-que… que pasa?- intervino el menor pelinegro.
-Lo siento…- dijo Kai mirando al piso –lo siento LuHan, de verdad lo siento- la derrota en la voz del moreno lo preocupo y se desesperó por saber que era.
-¡¿Qué es Kai?!- dijo más alto, pero el moreno seguía sin mirarlo -¡con un demonio ¿qué es?!- grito tomando los hombros de su amigo, pero fue TaecYeon quien le respondió.
-Pasa… que cuando el Señor Oh cayo en su enfermedad, la compañía paso por un momento muy difícil, por poco caemos, todo se iba a acabar… pero gracias a mí, aquí estamos recuperándonos. Yo levante los escombros de esta ruina y por eso también me pertenece- sonrió orgulloso.
-¡¿Qué?!- el rostro de LuHan era de estupefacción pura, ¿acaso su padre no le había dejado todo a él?
-Bueno solo es una parte…-
-¿Co-cómo?- apenas logro preguntar el menor.
-Fui yo quien invirtió en esos momentos, aporte y como dicen las reglas me otorgaron el cargo de sub-director como agradecimiento, pero no lo acepte…- el corazón de LuHan parecía estar corriendo una maratón, definitivamente no le gustaba nada de lo escuchaba y eso no era lo peor.
-¿Si no aceptaras… entonces que quieres?- JongIn era quien hablaba, el menor difícilmente respiraba.
-Voy a ceder el cargo… a Oh SeHun-
No puedo dejarte…
Aunque mi mundo se derrumbe…
Como podre dejarte partir, si la herida me destruye…
Ahora lo sabes ya…
Juro que no sobreviviré…
Capaz no soy de decirte adiós…
No puedo dejarte…
Aunque lejos estoy, me aferrare hasta el final…
Porque no quiero perderte…
No te vayas por favor, ven y miénteme…
A tu lado estaré aun si quieres terminar…
Por eso ahora…
No puedo dejarte…
Aunque mi mundo se derrumbe…
Como podre dejarte partir, si la herida me destruye…
2AM