ChaeRin estaba furiosa, a un paso de tomar el arma que guardaba en el estudio y volarle la cabeza a la manada de viejos estirados con traje parados frente a ella, lo único que la detenía era la docena de policías que los acompañaban. Sin embargo, quien no tendría a una docena de policías custodiándolo sería LuHan, ese mocoso hijo de puta iba a pagar muy caro la humillación que la estaba haciendo pasar.
La habían sacado de la mansión, así sin más, únicamente le permitieron llevarse algunas prendas de ropa, ya que según las autoridades, todo lo que hubiese sido comprado a nombre de Oh EunKwon, le pertenecía a ese jodido niño. Trato de llevarse con ella a algunos empleados, pero también se le negó la servidumbre, incluso la Señora Choi le había dado la espalda, aquella que se suponía siempre estaría a su lado, la muy traidora anciana ni siquiera la había mirado a la cara cuando salía de la mansión. Bien, por ella la vieja podría morirse, de igual forma nunca había hecho nada por ella.
ChaeRin tenía mucho que reprocharle a Choi y lo principal de todo era el hecho de haberla traído al mundo en una familia tan pobre y patética, el siempre haber sido una empleaducha nada más, el haberla privado de los lujos que ella merecía en su adolescencia y también, el haberle dado atención y amor a Park Boom y a EunJung, ese par de estúpidas siempre arruinaron su vida en ese entonces y aun ahora cuando una estaba muerta y la otra lejos, seguían haciéndolo.
Habían pasado muchos años desde que se había sentido atrapada y preocupada. Sin embargo, en ese entonces había eliminado todas las posibles amenazas, ahora parecía más difícil, pero encontraría una manera de solucionarlo, otra vez.
-Llamare a ZiTao. Él más que nadie no podrá negarse a…-
-De ninguna manera- la rubia interrumpió a su abogado. ChaeRin estaba tan concentrada en su venganza, que no se había dado cuenta de la insistencia que TaecYeon tenía desde que habían llegado a la casa, por traer al mocoso jardinero –en estos momentos lo necesito mas allí que aquí-
-Necesitamos a alguien que se haga cargo de la casa. No te imagino limpiando este lugar- barrio con la mirada la estancia. La casa a la que habían sido movidos era grande y elegante, nada comparado con la enorme mansión, pero seguía siendo sofisticada. Al menos no los habían hecho vivir en la basura –ese niño podría…-
-¡Dije que no!- grito exasperada –si ese es el caso, entonces contrata a alguien que lo haga. Necesito a ese mocoso en la mansión-
-No creo que…-
-¿Qué demonios pasa contigo?- pregunto con una penetrante mirada.
-¿Qué?-
-¿Por qué tanto interés en ese niño?-
TaecYeon se maldijo por haber bajado la guardia. Habían pasado muchos días desde que había podido estar con el pequeño rubio, la última vez lo había dejado al borde y este se había tardado mucho en recuperarse y para cuando lo hizo no había podido tomarse un tiempo para poder divertirse con él y ahora estaban lejos. Necesitaba volver a sentir el cuerpo de ese niño, pero no podía permitir que ChaeRin se enterara.
-Es peligroso dejarlo allí. Él sabe muchas cosas ChaeRin, es mejor tenerlo de cerca-
-En ese caso… es mejor deshacernos de él-
-¿Deshacernos?-
-Sí. Si es tan peligroso como tú dices, entonces mátalo-
El abogado se contuvo por un momento de no gritar su negación. ZiTao era su juguete, su más hermoso y preciado juguete, era tan perfecto como para dejarlo perder así y ciertamente no podría conseguir ningún placer con el cadáver del chico. Debía asegurarse de tenerlo cerca, para cuando consiguiera lo que quería deshacerse de la bruja frente a él y poder quedarse él con todo y ZiTao era su premio mayor a conseguir.
-No seas ridícula, aun lo necesitamos-
El timbre interrumpió lo que sea que la rubia diría. Sin nadie más que ellos dos, fue obvio para el abogado quien debía abrir la puerta. Refunfuñando se levantó y salió de la estancia. No paso mucho tiempo para que una joven irrumpiera en el lugar.
-¿Qué es esto? ¿Quién eres?-
La joven sonrió y tomo asiento frente a la mayor. TaecYeon llego luciendo bastante enojado, pero siendo el poco hombre que era se mantuvo en silencio al ver al enorme hombre que custodiaba a la castaña.
-Es un placer conocerla Señora Oh. ¿Aún lo es no?- pregunto con tono de burla. La joven cruzo sus piernas, llevaba un elegante vestido color crema y aunque lucia angelical, sus ojos penetrantes y sonrisa de suficiencia gritaban peligro.
-¿Quién demonios te crees para hablarme así?- ChaeRin se tensó -¡sal de mi casa ahora mismo!-
-Qué falta de modales por parte de una respetable mujer como usted. Debería de pensarlo dos veces antes de dirigirse a mí con esa clase de trato- sutilmente advirtió.
-Mira mocosa…-
-Si vuelve a insultarme de esa forma lo lamentara- amenazo con su tono más frio –he venido aquí tratando de ayudarla y me encuentro con esto ¡ja!- bufo desviando la mirada.
-¿Ayudarme? ¿Quién dice que necesito la ayuda de una mocosa como tú? ¿No deberías estar en la escuela?-
-Me necesita más de lo que cree…- la menor espero justo el momento en el que la rubia tenía la intención de hablar para interrumpirla, sabía que a ChaeRin le molestaba eso y ella disfrutaba de la mirada de frustración en la contraria –eso es, por supuesto, si quiere recuperar su estatus como dama de la alta sociedad-
Capturo por completo la atención de la mayor.
-¿Quién eres?- pregunto más calmada.
-Park SunYoung- contesto con la cabeza en alto –soy la hija menor de Park NamYeol-
-Qué raro. Siempre escuche sobre los dos hijos de NamYeol, pero nunca sobre una hija-
-Oh, las personas me conocen como Luna, seguro es por eso-
-No lo creo. Nunca había escuchado de ti. Estas segura de que eres hija de NamYeol- comento en tono divertido. SunYoung se contuvo, en el fondo sabía que era así, su padre la había mantenido tan oculta que casi nadie sabía de su existencia. Sin embargo, eso cambiaria pronto, muy pronto.
-Como sea. Aunque nadie sepa de mí, sigo siendo su hija y teniendo derecho a una parte de su fortuna. En este momento, tengo muchísimo más que usted Señora Oh-
-¿Qué quieres?- exasperada pregunto. La mocosa podía colmar la paciencia de cualquiera.
-Quiero casarme con su hijo- dijo sin más. ChaeRin estaba confundida.
-Niña… si no lo sabes, mi hijo en este momento no vale tanto como debería. Así que, ¿qué ganarías con eso?-
-No quiero el poco dinero que su hijo tenga. Lo quiero a él- la mayor se veía reacia a confiar en ella –si SeHun se casa conmigo será quien se encargue de mi parte de la compañía de mi padre y obviamente tendrá derecho a mi parte de la herencia… yo obtengo a su hijo y usted vuelve a ser la dama de estatus que era. ¿No cree que es justo?-
-Acepto… pero no será fácil. SeHun ya no me escucha como antes y está detrás del culo de ese muchachito. Será difícil-
-Usted déjemelo todo a mí. Cuando considero que algo es mío, lo consigo sin importar que tenga que hacer, ni a quien tenga que sacar del camino… y he decidido que su hijo me pertenece- ChaeRin sonrió más que complacida. Por las palabras de la menor, había algo de psicópata en la muchachita y esta la iba a sacar de la miseria, pues bien podía hacer lo que quisiera con SeHun y si de paso se deshacía de LuHan en el camino, todo sería más que maravilloso para ella…
… …
-¿Cómo es que no nos habías dicho que estabas aquí en Corea?- SeHun pregunto paseándose por la enorme estancia y mirando los cuadros.
-No pensé que fuera importante. En especial para ti- YiFan contesto mirando a su amigo atentamente.
-Aun así debiste decirnos-
-Está bien. ¿Qué querías hablar?-
- Quisiera que me ayudaras a incorporar a algunas personas en la empresa de tu…-
-No puedo hacerlo- la negación se ganó una mirada de estupor del castaño quien aunque siempre pensó que el más alto era un idiota, nunca lo creyó capaz de negarse a un favor para ayudar a alguien más.
-¿Por qué no?-
-Ya no tengo nada que ver con la familia Wu- pronuncio el apellido como si fuera un completo extraño.
SeHun suspiro profundamente -¿Puedo saber que paso?-
-No pensé que te importaría- frunció el ceño.
-¿Por qué sigues diciendo eso? ¿Tan mal amigo fui?-
-Eras un hijo de puta SeHun… sin ofender- dijo seguido, disculpándose con la madre del chico.
-No me ofendo… disculpa mi jodida actitud de mierda en estos años- la disculpa había sido tan sincera que YiFan se consterno.
-¿Quién eres?-
SeHun sonrió. En realidad sonrió y el asombro del alto crecía hasta casi convertirse en miedo por la persona que estaba parada frente a él.
-Acabas… acabas de sonreír. No puedo creerlo, no pensé que viviría para verte sonreír-
-Oh cállate idiota- se quejó desviando la mirada al sentir que sus mejillas se calentaban un poco. YiFan sonrió y lo invito a tomar algo mientras platicaban.
Algunas horas después ambos estaban en silencio procesando la historia del contrario.
-Estas jodido- YiFan le dijo.
-Supongo… tu no estas mejor tampoco- el alto sonrió. Había mantenido algunos detalles para sí mismo, a Tao de seguro no le gustaría que estuviera contando toda la mierda por la que había pasado a un extraño.
-¿Y qué harás?-
-Estoy tratando de recuperarlo-
-¿Hay esperanza?-
-La hay- contestó seguro de sus palabras y sonrió levemente.
-Bien. Entonces no te rindas, suerte amigo-
-Suerte para ti también-
-Hace unas semanas abrí con un socio una cadena de restaurantes. Recién empieza, pero el negocio ha ido muy bien y con las nuevas sucursales por abrir, tal vez necesite algún personal de contabilidad. También tengo buenos contactos en multinacionales importantes del país, déjame hacer algunas llamadas y podremos solucionarlo un poco-
-Gracias-
Algunos murmullos se escucharon desde el recibidor antes de que un alterado rubio entrara.
-¡YiFan!- grito el chico –cuantas veces tengo que decirte que no es necesario que el chofer me recoja del trabajo, es vergonzoso tener que…- silencio de súbito al ver al invitado.
-Tao amor- saludo sonriente el alto sobresaltando a los dos menores.
-¿Eh?-
-¿Amor?- SeHun pregunto y volvió a mirar al rubio –Tú… ¿no eres el jardinero? ¿Ustedes se conocen?... eso no importa ¿amor?-
Tao jugaba nerviosamente con sus manos y miraba en todas direcciones. Por alguna razón cuando YiFan se levantó de su lugar y llego hasta él envolviéndolo con un brazo sobre sus hombros se sintió más tranquilo y seguro.
-Sí. Tao es mi amor- dijo con orgullo y amor en su voz. El nombrado se sonrojo tanto hasta parecer un tomate.
-¿Eres gay?- el ceño de SeHun se arrugo un poco más. El más alto sonrió levemente y asintió, miro a su amigo suplicante, pidiendo en silencio que no diera a relucir todas las estupideces que había cometido en el extranjero –JongDae tendrá con que joderte por mucho tiempo- dijo con burla.
-Buenos días, Joven Oh- saludo amablemente el menor.
-SeHun, llámame Se… Hyung, llámame Hyung- le pidió sonriendo levemente.
El menor asintió nervioso aun por tener a SeHun frente a él. El solo pensar en lo que esas fotos habían causado con el par de chicos hacia que su corazón se encogiera y según lo que los medios decían las cosas para ellos no se veían muy bien. Más tarde, cuando la atmosfera había menguado un poco, SeHun comenzó a hacerle preguntas de las cuales no estaba seguro poder responder sin quebrarse frente a los mayores. Debía aguardar un poco más, no podía decir nada aun.
-Tao… ¿Cuánto tiempo llevas trabajando con la familia Oh?-
-Ah… cerca de dos años-
-Ya veo… Tao, el personal siempre habla de sus jefes, lo se y no me molesta. ¿Has escuchado algo sobre mis padres?... ¿algo desagradable?- el menor simplemente negó con su cabeza, estaba más inquieto y continuaba sin mirar al frente, lo que alertaba a los mayores y ponía en obviedad su mentira.
-Tao…-
-No sé nada. Yo no hablaba con ninguno de ellos… solo cumplía con mi trabajo- esta última frase la dijo con un tono de súplica y mirando a los ojos de SeHun. El castaño por supuesto sabía que había algo detrás de esas palabras, pero el chico parecía tan asustado e incómodo que no quería presionarlo mas, tendría que buscar la ayuda de Kris para poder conseguir algo.
Aunque Kris lo invito a cenar declino, no quería molestar más al menor, a quien curiosamente parecía inquietarle su presencia.
-Gracias por todo Kris- se despidió.
-Por favor ya no me llames así. Mi nombre es YiFan, Wang YiFan de ahora en adelante-
-Me gusta y va más contigo. Por favor ponte en contacto con Kyung y JongDae, les alegrara saber de ti y querrán salir, ya sabes, como antes-
-Lo hare. Pero no más clubes nocturnos- advirtió en tono serio con un poco de burla. Ambos sonrieron y se despidieron.
-Algo realmente malo pasa en esa familia ¿no es así?- le pregunto a Tao esa noche, sus hermanos menores ya dormían y se encontraban de pie en medio del pasillo.
El silencio del menor y su mirada le dijeron más que lo que las palabras de este podrían hacerlo.
-Dime que hay una buena razón para que sigas en ese lugar, para que no quieras dejarlo- pidió el rubio mayor.
-Debo… yo puedo ayudar a que SeHun y LuHan estén juntos y felices de nuevo, a que las cosas sean mejores para todos si sigo allí-
El mayor suspiro en derrota. Aunque había logrado que Tao y YiXing se quedaran con él, no había podido hacer nada con Tao y su insistencia en seguir trabajando para la familia Oh. Tao le aseguro que se había mantenido lejos de quien le había hecho tanto daño y que ahora que habían corrido a la Señora Oh, estaría más a salvo, pero aun así no podía estar tranquilo.
Acabo con la distancia entre ellos y rodeo cálidamente con sus brazos al menor.
-Prométeme que tendrás cuidado…- le susurró al oído –y si crees que estas en peligro, solo llámame y estaré allí para salvarte- busco los labios del menor para besarlos, pero como antes, Tao lo rechazo. Sonrió tristemente y dejo lo dejo libre.
Habían pasado algunos días y aunque Tao dejaba que lo llamara amor, cariño y muchos motes más, huía de su tacto. YiFan entendía, el menor había pasado por mucho, había sido abusado cruelmente y creído que lo había abandonado sin más. Sin embargo, dolía como un montón de dagas en su corazón que Tao fuera tan frio y esquivo con él…
… …
Para cuando SeHun regreso a la compañía ya era bastante tarde. Estaba cerca de llegar a su oficina cuando una hermosa voz lo detuvo.
-¿Se puede saber dónde has estado todo el día?- LuHan pregunto con los brazos cruzados y una mirada aparentemente amenazante –eres el subdirector, no puedes solo faltar y aparecer cuando quieras. Tienes responsabilidades-
-Lo siento…- pronuncio suavemente. Esas palabras siempre causaban una reacción en el menor, su semblante se suavizaba y contenía el aliento –estaba terminando con la reubicación de los antiguos trabajadores y el tiempo se me paso-
-Que no vuelva a pasar. No permitiré esta clase de comportamiento en mi compañía. Además debes dar ejemplo a los demás, se mas responsable de ahora en adelante- exigió el pelinegro.
-Por supuesto director. Si me permite, aún tengo papeleo que revisar- con una reverencia se dispuso a abrir la puerta.
-Espera…- SeHun lo miro. LuHan se veía diferente, se veía como el LuHan de días atrás, el LuHan que había conocido once años atrás -¿has comido ya?- pregunto y SeHun no pudo evitar sonreír ampliamente. Su corazón dio un brinco y todo su interior se calentó. Después de todo, su LuHan no podía dejar que una pizca de maldad lo tocara. Podría haber un sentimiento de rencor y tristeza impulsando todas las acciones del menor, pero nunca habría odio o intenciones de lastimar a alguien, aunque este se lo tuviera merecido. Esa era, sin duda una de las tantas cosas que amaba de LuHan.
-No, aun no. No me dio el tiempo, peor no importa…- LuHan bufo con la respuesta mientras negaba con la cabeza.
-Incluso con tu salud eres irresponsable. Sigues siendo un descuidado con tu alimentación- comento y se alteró por sus palabras al traer el pasado a coalición –me asegurare de que el personal del comedor te traiga algo de comer y por favor ten más cuido. Debes alimentarte bien para poder seguir trabajando-
-No pensé que te preocuparía. Gracias- dijo sonriendo.
-No me preocupa. Si enfermas la compañía tendrá que cubrir los gastos médicos y tendrías que faltar, lo que implica más trabajo para mí y JongIn… así que más que preocuparme, me molesta-
La sonrisa de SeHun creció un poco más.
-Seguro- asintió y comenzó a entrar en la oficina.
-No es preocupación, ni siquiera lo pienses- volvió a decir el menor acercándose a la puerta.
-Eres muy amable, gracias por cuidar de mi- dijo un sonriente SeHun antes de cerrar la puerta.
-¡Que no es eso!- grito. Sus mejillas estaban coloradas y su corazón latía desenfrenadamente –tonto…- susurro antes de alejarse haciendo lo posible por contener su sonrisa…
Si tu… si tu…
Si aún no es demasiado tarde…
¿Podemos volver a estar juntos?...
Si tu… si tu…
Si para ti, las cosas también son difíciles…
¿Podemos hacer las cosas un poco más fáciles?...
Debí haberte tratado mejor…
Cuando te tenía…
BIGBANG