—Me tengo que ir.
—Mi tío tiene una casa apartada de la ciudad. Hansol no la conoce, allí puedes pasar un tiempo hasta que pienses en lo que vas hacer. — sonreí al ver como Hoshi trataba de ayudarme. Se lo agradecería siempre.
—Gracias. Creo que eso hare, nos daremos un tiempo. Regresare cuando esté listo para curar a Hansol de sus demonios y yo haya curado los míos. — pero ahora debía luchar por los dos.
—Sabes que esto lo matara.
—Sí, pero si no lo hago los dos lo haremos. Necesitamos esto para poder estar juntos.
Hoshi me sonrió y yo tome de nuevo las llaves de mi auto. Camine hasta la salida y después de indicarme como llegar hacia la casa de su tío me despedí. Lo abrace para agradecerle todo lo que ha hecho por mí y por el cabeza dura de Hansol, que hasta ahora ha sido mucho. Tambien le pedí que cuidara de Hansol mientras yo no estaba.
Con pocos rayos pentrando las nubes partí rumbo hacia nuestra última oportunidad.
:: Cuatro meses después ::
Ya han pasado cuatro meses desde que he decidido alejarme de Hansol, y estos meses lo extrañado tantas veces que sentía morirme con el paso del tiempo, pero me he mantenido porque me ha servido para comprobar que Hansol es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida. Por él y por nuestro hijo puedo luchar todas las batallas que vengan; porque si aquí descubrir que puedo quedarme en cinta y estoy esperando un hijo de él.
La vida nos esta mandan un ángel para sanarnos. Un nuevo comienzo. Y eso es lo que voy hacer, regresar a su lado para poder curar sus miedos, enseñarle que hay algo más allá de la oscuridad que nos cubrió.
Llegue a la casa de Hoshi para poder hablar con él primero ya que tenia que enterarme de como iba la situacion con Hansol.
Golpee suavemente la puerta mientras acariciaba levemente mi vientre que ya estaba un poco abultado. Luego de unos segundo se abrió dejándome ver a mi mejor a migo.
—¡SeunkWan regresaste! — puede sentir como sus brazos me rodean suavemente ya que él era el único que sabia de mi estado.
—Sí.
—Pasa debes estar cansado, además en tu estado no debes estar en el frio — era verdad estabamos en invierno.
Entre y me senté en el sillón algo nervioso, mire a Hoshi entrar con una bandeja en el cual había jugo de naranja con un pedazo de torta. La dejo en la mesita para luego sentarse al frente mío.
—¿Cómo ha estado Hansol? — era lo que más me importa en ese momento.
—Mal, después de que te fuiste se volvió un loco. Ya no le importaba nada. Empezó a emborracharse más seguido; tambien comenzo a participar en peleas callejeras. Aunque trate de evitar que fuera para allá, no pude hacer mucho. Ya que no peleaba por el dinero sino por la frustración que tenía. Más de una ocasión estuvo en el hospital y no había día en el que no me llamara preguntando por ti, pero siempre le decía lo mismo. Una vez trato de suicidarse pero no lo concluyo porque uno de sus amigos llego antes de que apretara el gatillo. Desde que te fuiste se puso en modo auto-destrucción.
Sentí como mis lágrimas caían suavemente por mis mejillas, por mi culpa Hansol había tratado de suicidarse. No quiero ni imaginarme que hubiera hecho si lo lograba… yo definitivamente debia ir con él.
Me sentía como una basura por haberle echo eso a la persona que más amo, por dejarlo y no estar a su lado; pero eso había acabado. Me levante, no me importo que fuera de noche.
Debía ir a buscarlo, encontrarlo y decirle que sentia mucho el haberme ido.
Tome las llaves pero antes de salir Hoshi me detuvo.
—No lo vas a encontrar en la casa.
—Entonces dime, ¿dónde está?
—Te acompañare. No es seguro que vayas solo.
Acepte y a los minutos ya estábamos dirigiendonos a una parte peligrosa de Seúl.
Mientras conducía sentía mi corazón latir a mil, veía como las calles se volvían más oscuras con el paso que nos adentrábamos al barrio donde Hoshi dijo que estaria Hansol. Despues de unos minutos llegamos; nos estacionamos en un lugar poco iluminado pero donde había muchos vehículos más.
Baje y empecé a caminar hacia donde venía el ruido.
Muchos hombres quisieron tocarme en el camino pero se los impedí hasta que llegue a una clase de círculo formado por personas que observaban algo con sumo interés. Podía escuchar gritos efusivos pero de aquellos gritos se podía escuchar claramente el nombre de Hansol.
Me abrí paso entre la multitud para ver como dentro de un circulo se encontraba Hansol luchando con alguien más. Se encontraba sangrando por la nariz y tenía el labio inferior partido pero eso no fue lo que mas me sorprendio. Lo que me sorprendio fue que debajo suyo había un chico, y no era de ser muy inteligente para saber lo que iba hacer Hanol.
Iba a patearle la cabeza al joven pero no lo iba a permitir.
No pensé dos veces y corrí hasta donde estaba el, pero en el camino unos brazos fuertes me detuvieron.
—¡Suéltenme! ¡Hansol, no lo hagas! — grite lo más fuerte que pude para llamar su atención y por suertelo logre. Pero no me gusto para nada la mirada que tenía.
—Suéltame, me estas lastimando — y era verdad, ya que el estúpido que me estuviera teniendo me estaba aplastando el vientre y eso me empezaba a doler, pero de un momento a otro me soltó y pude ver como caí sobre su trasero. Regrese mi vista para ver a Hansol diriguirse hacia aquel hombre.
—Vuelve a topar a SeungKwan y juro que te mato. — me levante para tratar de detenerlo, pero él seguía caminando hacia el chico. Lo golpee en el brazo y para cuando me regreso a ver lo jale importándome una mierda los gritos de los demás.
Mire hacia atrás y note la mirada perdida de Hansol, me seguía como un cachorrito perdido. Después de unos minutos de caminar por esas calles tan oscuras llegamos al auto. Apenas lo solté el me quedo viendo como si fuera una alucinación suya.
—SeungKwan, ¿Eres tú? o ya estoy loco.
—Soy yo Hansol. Mírame estoy aquí, puedes sentirme. — lo abrace para poder sentír como él también lo hacía, solo que con más fuerza de lo normal.
Me estaba quedando sin aire por lo que lo golpee para que se separar pero al hacerlo note que estaba llorando. Haciéndome llorar a mí también.
—Creí que nunca más te iba a ver. Lo siento SeungKwan, cambiare, te lo juro. Pero no me dejes.
—Yo lo siento mas por irme así de la nada, pero si no lo hacia íbamos a terminar destruyéndonos. — le limpie las lágrimas mientras él hacía lo mismo.
—Te amo, te amo. — me abrazo de nuevo. Y al alejarnos sonreí, tome su mano para llevarla a mi vientre abultado. Lo observo con mucha curiosidad.
—Estas un poquito gordo, pero aun así te amo. —a veces era tan ingenuo.
—No Hansol, aquí esta nuestro hijo — abrió los ojos de sobremanera soltandose de mi agarre para posar las dos manos en mi vientre.
—¿Estas esperando un hijo mío?
—Sí.
—Te amo, te amo, te amo — empezó a darme besos por todo el rostro.
—Yo también y por nuestro hijo debemos cambiar los dos.
—Te lo juro.
:: Dos años después ::
Ya han pasado dos años desde que regrese con Hansol y puedo decir con felicidad que hemos cambiado, tanto el como yo.
Hansol ya no bebe y ha buscado trabajo en una Firma de Abogados, aunque no término sus estudios en la Universidad le falto solo dos semestres para hacerlo y como el papá de Hoshi era el abogado principal lo acepto con la única condición de que acabara sus estudios y así lo hizo.
Yo por mi parte ya di a luz a nuestro pequeño Samuel, no fue nada fácil los dos últimos meses pero gracias al apoyo de Hansol y Hoshi pude salir adelante y dar la vida a un hermoso niño. Samuel tiene rasgos muy finos pero a la vez algo fuertes. Su cabello esta largo y es de un hermoso color castaño.
Desde que ha nacido nuestro pequeño; Hansol se ha convertido en el padre más sobreprotector del mundo. No hay día en el que no juegue con él, no importa si está cansado siempre le gusta jugar con nuestro hijo, además de consentirlo con todos sus caprichos y se justifica diciéndome que se parece en ese aspecto a mí y aunque al principio hago un pequeño berrinche soy feliz de verlos feliz a los dos.
Las cosas han cambiado, aún nos peleamos como cualquier pareja normal; pero dura muy poco tiempo nuestros enojos porque Samuel se encarga de volvernos hacer reír. Definitivamente es nuestro pequeño ángel que vino para llenarnos de felicidad. Me da tristeza dejarlo pero el próximo año que viene también entrare a estudiar diseño, pero sé que Nana lo cuidara muy bien y no será por mucho tiempo.
Sonrió al ver a Samuel tratar de correr tras Ceridian, pero por seguirlo se cayó y terminó llorando mi pequeño. Me levante de inmeadito para ir hacia donde el, solo que Hansol me ganó.
—¿Que paso Samuel?
—Papi, Ceri boto — sonreí al ver a mi pequeño en brazos de su padre.
—Hansol pensaba que estabas en la oficina.
—Hoy me tome el día libre, el caso ya estaba casi resuelto. Además de que quiero pasar tiempo con mi familia. — le di un beso mientras Hansol dejaba a Samuel de nuevo en el suelo. Sus brazos me rodearon por detrás.
—Te amo.
—Y yo a ti.
—Tú y mi hijo son lo mejor que me han pasado en la vida. No los cambiaria por nada del mundo.
—Yo tampoco te cambiaria ni a ti, ni a Sameul. — gire para poder ver como tenia una sonrisa enorme.
—Gracias por confiar en mí de nuevo.
—Siempre.
—Te amo.
—Yo también — me acerque para dejarle un casto beso antes de sentir que alguien me jalaba de mi pantalón. Baje mi vista para ver a Samuel.
—Papi Ceri tene hambre. Vamo a compa su comida.
Lo abrace para luego Hansol nos abrazara a los dos.
Mi vida no podía ser más perfecta.
Hansol y yo tuvimos que pasar por varios obstáculos, por un camino oscuro y lleno de dolor para al final encontrar la luz. Nunca espere que nuestro amor sea fácil, y ahora me doy cuenta que Hansol y Samuel son mi vida. No me imagino una vida sin ellos.
Y si, es verdad. pasepor mucho dolor pero al final encontré la felicidad junto a la persona que más amo. Aunque al principio nos lastimamos mutuamente ahora hemos aprendido que a veces amar duele, pero eso no significa que debamos darnos por vencidos sino luchar por conseguir nuestra felicidad.
FIN