Por las mañanas, suelo escoger una flor al azar…es como el menú especial en un pastelería, hay un pequeño mostrador en donde pongo la flor que escojo como recomendación, para esa mañana había salido una *Caléndula…aunque fuera al azar, nunca me había salido este tipo de flor…quizás era un presagio…no imposible
-buenos días-dijo un hombre
-¿Kageyama?...no pensé que vendrías tan temprano
-bueno, la práctica se cancelo y vine a matar el tiempo
-no pensé que fuera un payaso-suspire-Oba-san me trajo algunos dulces, ¿quieres algunos?
Kageyama también había seguido su camino, estaba entrenando en un equipo famoso de la cuidad, ha recibido muchos premios desde el segundo año de secundaria, bueno no me esperaba menos de un súper fenómeno como él, aunque me agrada tenerlo como amigo que como enemigo, sigue siendo un gruñón, pero es buena persona.
Cuando está desocupado viene a hacerme compañía, bueno al parecer soy su único amigo, por su apariencia suele causar miedo, pero al menos con sus compañeros de equipo solo hay respeto y algo de envidia sana…es bueno que todo esté a su favor…inclusive yo le tengo algo de envidia
Kageyama dijo vendrá cuando cerrara la tienda, pero suele retrasarse, todavía faltaban quince minutos para que la tienda cerrara, así que lentamente comencé a guardar las cosas. Hoy había sido un buen día, solo quedaba un ramo para vender, esto era bueno. Guarde los jarrones en el estante cuando escuche que la puerta se abrió, un cliente.
-vengo de la oficina de empleos
Entonces era el nuevo trabajador, cerré la puerta del estante y me di vuelta, la persona parada…alta, con una mirada abrumadora…no era posible, definitivamente no era posible…
-¿Yamaguchi Tadashi?
-Tsukki…Tsukishima
Un silencio de ultratumba se apodero del lugar, esto no era bueno… ¿Dónde demonios estaban las cámaras?...solo díganme que es una estúpida broma.
-no pensé que te vería-suspire, mi voz sonó temblorosa
-yo tampoco…al parecer seremos compañeros de trabajo
-eso creo…bueno si te molesta puedes decirle a la oficina que te busque otro sitio, no es tu obligación que trabajes si no quieres
¿Por qué de todas las personas tenía que ser él?...pero…al menos su cara no lucia igual que la ultimas vez…o quizás solo me olvide de su antiguo rostro…son cuatro años…¿Qué hago ahora?, esto es demasiado incomodo...todo mi cuerpo temblaba.
La puerta se volvió a abrir un pequeño entro corriendo, quizás era mi salvación…
-¡Mamaaa!-grito el pequeño niño mientras cruzaba el lugar hasta llegar a mis piernas
-oh vamos, cuantas veces te he dicho que no me llames así- lo tome en brazos y me dirigí hasta la puerta y otra persona entro
-vamos no lo regañes-Kageyama se sitio enfrente y me beso la frente… ¿Qué estaba sucediendo?-¿Ya cerraste?
-eso estaba por hacer…-me había olvidado por completo de la presencia de Tsukki…digo Tsukishima-Kageyama…
-oh…pero si es Tsukishima-se acerco para darle la mano-ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos
-Kageyama…solo ha pasado un año-suspiro molesto-…entonces ¿ustedes…?
-después que Hinata terminara conmigo y se fuera al extranjero…rehíce mi vida junto a Tadashi, el es Leo nuestro hijo
¿Por qué las cosas terminaron así?... ¿Que tenia Kageyama en su mente?...por esta vez deje que el manejara las cosas, mi cabeza estaba dando vueltas, todo se había vuelto tan raro y confuso.
-¿Qué tal tu?...Tsukishima
-tengo una pequeña empresa y me llamaron para asesorar un floristería, pero no imagine que me encontraría con esto…llega a ser algo gracioso, ¿no?...en fin, es hora de que me vaya, vendré mañana para comenzar mi trabajo, si me disculpan me retiro-camino hasta la puerta sin cruzar la mirada-…muchas felicidades
En cuanto la puerta se cerró el lugar volvió a quedar en silencio, Leo jugaba con mi cabello, pero mi cabeza estaba en blanco. Terminé de arreglar el lugar para cerrar y salimos. Caminábamos en silencio, Kageyama tenía una sensación de tranquilidad en su rostro, ¿Estaba loco?, pero por el momento solo necesitaba ordenar mis pensamientos.
Esa noche…volví a tener la misma pesadilla...ojos color caramelo llenos de odio. Volví a despertar a media noche, todo mi cuerpo temblaba, ¿Por qué ahora?...mi pecho se sintió pesado apretado…tenía miedo, mi único y gran miedo se había vuelto realidad…volver a ver aquellos ojos.
.......