Los dedos le temblaban erráticamente y se sentía a punto de desfallecer, de no ser por el apoyo de Deidara quién le abrazaba por la espalda ya hubiera renunciado a su tarea, pero no podía darse ese lujo, el patrimonio de los Uchiha estaba en inminente peligro y si no se hacía algo lo más pronto posible lo perderían todo, aún así tenía miedo, miedo de su hermano menor quién seguro se lo comería vivo al enterarse de lo que había hecho, después estaba su sobrino a quién en realidad no conocía, él si le podría ayudar, a pesar de solo tener ocho años aquel niño contaba con medios más que necesarios para restaurar el patrimonio Uchiha.
Sin marcha atrás marcó el primer número…y el siguiente…y el siguiente con pausas cortas entre número y número, dudando de su decisión, por último presionó el botón de llamar, suspiró tembloroso escuchando el tono de espera, Deidara le acariciaba la espalda a su marido preocupado, Itachi no entendía porque le temía tanto a su sobrino
- diga tío Itachi…estoy ocupado – la voz demasiado fría para un infante de su sobrino se escuchó al otro lado de la línea
- Eiji necesito que tú y Sasuke vuelvan lo más pronto posible a la mansión Uchiha, ha ocurrido un imprevisto… - aquello lo dijo con duda dispuesto a continuar y a explicarle por teléfono al niño la situación de la corporación Uchiha, pero lo reconsideró, si Sasuke sabía lo que sucedía posiblemente no asistiría, a modo de un silencioso y disimulado “te lo dije”
- Mr Pierre mi potrebbe dare qualche tempo, c´e stato qualcosa allora il mio segretario comunichera la mia risposta – escuchó Itachi la voz de su sobrino hablando en un perfecto italiano, el también había estudiado ese idioma, aunque tardó un poco en traducir lo que el niño había dicho “ señor Pierre podría darme un tiempo, se me ha presentado algo, después mi secretaria le comunicará mi respuesta”- está bien tío Itachi, nos vemos en casa de los abuelos… - el niño colgó…
…
Después de decirle a su secretaria las condiciones del negocio a tratar con el señor Pierre se dirigió de vuelta a la sala del pen house donde suponía que sus padres seguían, esperaba que siguieran ahí pues si estos ya se habían ido a su habitación era mejor no molestarles, contó con algo de suerte, en cuanto entró a la sala vio a sus padres en el sofá, su padre sentado leyendo unos documentos mientras su papá dormido descansaba su cabeza sobre el pecho de su padre
- ¿Qué quieres? – preguntó Sasuke con voz fría a su hijo quién cerró los ojos suspirando
- la corporación cayó antes de lo esperado – dijo el niño, entonces Sasuke le prestó verdadera atención a Eiji – el cobarde llamó, pide que estemos en la mansión Uchiha lo antes posible – en el rostro de Sasuke se dibujó una sonrisa que era de todo menos tranquilizadora – le avisaré al chofer- dijo Eiji son resignación sacando su celular y enviando un mensaje
Sasuke tomó la cabeza de Naruto con cuidado y se levantó para después acomodar al doncel sobre un cojín del sofá, este lanzó un par de maldiciones a un tal perro come ramen antes de removerse y volver a dormir
- ¿quién es el perro come ramen? – pregunto Eiji, hubo unos instantes de silencio
- la mascota de la clase en la que Naruto y yo estábamos, solía robarse el ramen de Naruto – respondió Sasuke
Ambos, padre e hijo caminaron a la puerta dispuestos a irse, pero justo antes de que giraran la perilla fueron detenidos
- Eiji-chan… - llamó Naruto a su hijo, Sasuke y Eiji giraron solo para ver a Naruto sentado en el sofá donde antes dormía, les miraba fijamente con el ceño fruncido en una expresión de preocupación – ven acá – el niño obedeció de inmediato y se acercó a su papá, este le tomó las manos – ayuda a tu tio, sé que lo consideras un fastidio pero hazlo por mi cariño – el niño frunció el ceño en señal de fastidio - ¿lo harás? – Eiji asintió, Naruto soltó las manos de su primogénito y le acomodó el cabello con una caricia – Sasuke por favor no seas tan cruel con tu hermano
-¿Por qué lo defiendes? - preguntó Sasuke molesto, Naruto suspiró
- porqué es el hermano de la persona que amo ¿no es obvio? – dijo el rubio con una hermosa sonrisa dirigida a su marido, Eiji miró a su padre quién asentía de forma obediente para después mirar a su papá doncel con admiración, Naruto sabia como manejar a Sasuke de forma disimulada – que les vaya bien –Naruto le regaló una sonrisa a su esposo y a su hijo y estos se la devolvieron para después partir
…
La sala estaba en completo silencio, los extrañados Mikoto y Fugaku Uchiha observaban a su hijo mayor Itachi que en ese momento estaba sosteniéndole fuertemente la mano a su esposo doncel Deidara en busca de fuerza y determinación para enfrentar a su familia en el momento en que dijera todo, Sasuke por su parte estaba sentado en el sillón más alejado de su hermano mayor con una ligera sonrisa plantada en el rostro, aquel era el espectáculo que siempre había querido presenciar desde que el cobarde de Itachi le usurpó lo que se había ganado con esfuerzo, Eiji por su parte tenía en el rostro una expresión de pocos amigos, no podía negarse a una petición de su querido papá pero tampoco quería ayudar al bastardo de su tío y para su desgracia…su papá se había salido con la suya, aun así haría que rogaran a sus pies…
- Itachi se hace tarde…no me hagas perder el tiempo – dijo Sasuke después de un rato de silencio llamando la atención de los presentes, aquel cobarde no hablaría pronto si no le presionaban y no quería alargar mucho ese espectáculo, después de todo tenia a un delicioso doncel de piel acanelada esperándolo en su cama
- si… - Itachi asintió de forma sumisa – lo siento…- empezó a disculparse aún sin haber dado razones, temblaba ligeramente, hacer eso era muy difícil para él y aquella situación era la que temía y le obligó a desaparecer durante tanto tiempo en él pasado – verán…
- Itachi hijo esto lo podemos hablar mañana – aconsejó el patriarca Fugaku Uchiha – ya casi es media noche y Eiji es todavía un niño, estos asuntos los podemos discutir mañana
- ese es justo el problema padre – dijo Itachi con un tono de voz culpable y mirada severa – debemos actuar lo antes posible
- explícate –pidió Fugaku preocupado, en ese momento una sonrisa maliciosa se dibujó en el imponente rostro de Sasuke Uchiha
- la empresa está en bancarrota – soltó Itachi con voz quebrada, Deidara le abrazó y miró a sus suegros con expresión suplicante para que no fueran tan duros con su marido, aún así el rostro de Fugaku Uchiha era toda una oda a la ira y la reprobación, el hombre de cincuenta años que siempre mantenía un semblante imponente, tranquilo y amigable ahora estaba apretando los puños con fuerza
- explícate… - volvió a decir, esta vez como una orden contundente que no dejaba posibilidad a ser desobedecida, de tono lúgubre y castigador, Mikoto, por su parte miraba a su hijo de forma reprobatoria
- i-intente un nuevo negocio…si salía bien la corporación Uchiha estaría en el tope de la pirámide, incluso hubiéramos podido absorber a empresas menores y…
- pero… ¿Qué paso? – preguntó Fugaku casi susurrando, pero aquel susurro tuvo un efecto más potente en Itachi que cualquier grito, Deidara cerró los ojos resignado, Sasuke por su parte seguía sentado en el sillón tratando de contener la risa
- falló – dijo Itachi con la cabeza gacha encogiéndose en su lugar – falló y lo arriesgué todo, los efectos se hubieran visto en una semana más pero los bancos entraron en una competencia para embargarnos, buscan quedarse con lo que más puedan, arrancarnos la empresa a pedazos antes de nosotros poder hacer algo… - un golpe contundente resonó en la sala, el sonido hizo pegar un brinco de la sorpresa a Itachi y a Deidara, Sasuke y Eiji simplemente veían lo que sucedía como si estuvieran viendo un show de televisión, como si aquello que estaba pasando frente a ellos fuera ajeno a su persona, el causante de aquel estruendoso sonido fue el patriarca Uchiha quién movido por su ira decidió liberarla golpeando la mesa que tenía cerca, Mikoto tenía los ojos cerrados, aquello también la había sobresaltado un poco, pero conocía a su marido, sabía que lo hacía para calmarse
- ¿Por qué no te diste cuenta antes? – preguntó el patriarca con los ojos cerrados, Itachi bajó la cabeza avergonzado
- tenía la cabeza en otras cosas – respondió con tono arrepentido – a pesar de tener claro lo que podía suceder desatendí ciertos asuntos…
- ¿Qué se puede hacer? – volvió a preguntar Fugaku, Itachi tardó unos instantes en responder pues dudaba si hacerlo o no, tenía miedo de las consecuencias
- desde el interior de la corporación nada…no hay manera, los números están en rojo – Itachi se mordió el labio inferior y miró a su padre, este tenía los ojos cerrados, sintió como Deidara apretaba fuerte su mano en señal de apoyo – necesitamos ayuda externa
- los Uchiha somos una de las dinastías más antiguas con más de setecientos años de historia, fuimos reyes y emperadores, fuimos terratenientes y luego grandes empresarios, setecientos años…y tú en tan solo un año echaste abajo el esfuerzo de generaciones… - la mirada de Fugaku Uchiha a su hijo mayor era fulminante, Sasuke por su parte tenía una sonrisa de satisfacción, era lo que estaba esperando desde hacía mucho tiempo – no tengo palabras para describir mi decepción Itachi, pero ya te imaginarás lo que se te viene – Itachi bajó la cabeza resignado a su destino, Deidara dio un paso al frente dispuesto a defenderle pero el azabache le detuvo, aquella había sido su culpa, no quería que Deidara se involucrara y resultara afectado – te dejaré como presidente de la corporación – dijo Fugaku, todos abrieron los ojos de la sorpresa y Sasuke frunció el ceño disgustado mientras su anterior sonrisa desaparecía – levantarás la empresa de esta crisis y después me la devolverás – Sasuke hizo puños sus manos, el inútil de su padre seguía siendo muy blando – si no puedes rehacer tu error dejaras el apellido Uchiha y te irás para no volver – Fugaku sintió su corazón romperse al decir esto, primero alejaba a su hijo menor y ahora al mayor, el patriarca sintió como su familia poco a poco se quebraba
- Sasuke – Itachi se acercó a su hermano menor quién seguía sentado en el sillón, con su cabello cubriendo su rostro y por lo tanto su expresión – en estos momentos necesito tu ayuda… - Sasuke se levantó de su sillón y le asestó un potente golpe a Itachi en el rostro, los presentes estaban estupefactos, todos menos Eiji que ya se esperaba algo así, Itachi cayó al suelo sangrando por la comisura del labio y con la mejilla enrojecida, seguro aquello se convertiría en un feo moretón
- ¡¿y todavía tienes cara para venir a pedir mi ayuda?! – dijo Sasuke furibundo, el ceño fruncido, los ojos llenos de odio puro, Deidara se cubrió la boca con ambas manos y las lágrimas se derramaron por sus mejillas, bajo la atenta mirada de Sasuke el rubio corrió donde su marido y le abrazó
- ¡por favor Sasuke basta! – pidió Deidara con los ojos cristalizados, Sasuke apretó los dientes conteniéndose para no golpear al doncel
- ¡DEJA DE JODERME RUBIA! – gritó liberando la ira que no podía liberar a golpes, después de todo Eiji estaba ahí y el pequeño podría contárselo a Naruto, Sasuke no quería problemas con Naruto, de no ser por eso ya habría molido a golpes a la rubia reina del drama – y tú Fugaku… – hablo con un tono despectivo y lleno de desprecio – como siempre tan blando consintiendo a un inútil de este calibre… no tengo tiempo para este circo ni para perder mi tiempo con ustedes…- el patriarca bajó la cabeza, le permitiría eso a su hijo menor pues el aceptaba que Sasuke tenía razón en estar furioso - ¡MALDITOS BASTARDOS! –gritó Sasuke para después girarse con el objetivo de marcharse de allí
- padre – llamó Eiji, Sasuke detuvo su caminar pero no giró, me mantuvo dándole la espalda a los presentes – me quedare aquí hoy, mañana por la tarde regresaré – dijo el niño, entonces Sasuke reanudó su camino para Salir de la habitación cerrando la puerta de un portazo, Eiji miró unos instantes más la puerta por la cual su padre había desaparecido antes de fijar su azulina y fria mirada en sus abuelos quienes abrazados miraban a Itachi y Deidara, ambos estaban llorando abrazados en el suelo, bufó con fastidio deseando irse de ahí, pero era una petición de su papá… aún así, sus abuelos y sus tíos no eran más que basuras
…
Entró a la habitación del pen- house tirando la maleta a un lado y estrellando la puerta, los estruendos despertaron al doncel que hacía unos instantes estaba profundamente dormido, Naruto se levantó y miró a Sasuke quién se quitaba la ropa y la arrojaba a cualquier parte de la habitación, estaba furioso, era más que obvio, el doncel se levantó de la cama saliendo de las agradables cobijas y se puso sus pantuflas de gato
- justo llegó esto dattebayo – dijo Naruto, Sasuke le observó mientras se peinaba el cabello hacia atrás con la mano haciendo inútiles intentos por respirar y calmarse, el doncel se dirigió a una esquina de la habitación donde estaba un saco de boxeo, colgado, que antes no estaba ahí, Naruto se sentó en una silla cercana y miró a su marido con una sonrisa zorruna – adelante, desahógate – Sasuke sonrió, era lo que mas necesitaba, ya en bóxer camino hasta el saco de boxeo dando zancadas y en cuanto estuvo lo suficientemente cerca asestó el primer golpe.
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