La sorpresa era mayúscula, Sai abrió la boca de la sorpresa al mismo tiempo que soltaba un ronco gruñido mostrando él placer que sentía en él momento y que trataba de ocultar, fijó sus ojos aun con palpable sorpresa en él pelirrojo que sonrojado y con la boca entreabierta se movía lentamente dándose placer a si mismo, con cierto dolor en sus sensuales gemidos, enseguida un aroma invadió él olfato del azabache y se dió cuenta de la razón de la situación que se había desencadenado.
Gaara seguía ebrio...
Hasta él punto de la inconsciencia, en ese momento en el que se actúa por instinto, así estaba él pelirrojo, sai decidió detener lo que estaba sucediendo....
En medio de sus meditaciones no se dio cuenta cuando Gaara estampó los labios contra los suyos en un beso fogoso lleno de deseo mientras trataba de meter la lengua en la cavidad del azabache, sintió él sabor de alcohol puro pero no podía negar, lo jugoso de esos labios que ahora trataban de abrirse paso buscando con insistencia que él azabache le correspondiera , eso le hizo dudar de la conclusión anterior pues:
“posiblemente mañana no recordará nada, solo no debo dejar rastros...."
Sai decidió aprovechar su oportunidad de oro, después de tanto tiempo que llevaba deseando esto y en este momento la oportunidad se le presentaba en bandeja de plata servido por él mismísimo dios, y aunque su lado consciente y lógico le decía, que con tiempo Gaara podría pertenecerle completamente y podría cagarla completamente por dejarse llevar, la parte animal e instintiva le decía : follatelo
Inconscientemente Sai empezó a corresponder al beso, tomando él control de este recorriendo toda la cavidad de Gaara , agarró con fuerza las caderas de Gaara marcando un ritmo mas acelerado a las embestidas, haciendo que este soltara gemidos mas incontenibles en medio del beso.
Se separaron un momento haciendo él erótico sonido que hacen los labios al despegarse después de unirse con pasión, un hilillo de saliba los unía mientras los ojos se posaban en los del contrario, ambos llenos de deseo y lujuria notable, las embestidas aún seguían cada vez mas fuertes y rápidas dando en él punto que ponía al pelirrojo en él mas puro estado de éxtasis incontrolable, Gaara trataba de recuperar el aliento cuando Sai repentinamente lo tomó de la nuca para acercarlo y volver a unirse en un beso.
Llegando al climax en la sala de aquel apartamento solo rebotaba él eco en las paredes de los gemidos, jadeos y gruñidos además del erótico sonido de los constantes choques de los testículos de Sai contra las abultadas nalgas de Gaara en un intento de llegar mas profundo de lo que ya estaba, los besos constantes y apasionados.
El ritmo aumentó hasta él punto que un fuerte gemido mayor a los anteriores resonó en la sala, él momento del orgasmo había llegado, Gaara se corrió entre ambos abdómenes aferrándose al pecho de Sai envuelto en él placer, por si parte Sai se había olvidado de todo hasta del: “no dejar rastro" ...y se corrió dentro de Gaara con un gemido ronco
Sin meditarlo, pues sus ojos pesaban aún con mucho cansancio del trabajo y de la limpieza, además de la actividad que acababa de ejecutar con la razón de sus fantasías mas obscuras, ambos de durmieron, en él suelo, Sai aun dentro de Gaara pues su amigo se sentía muy bien allí...
.....
A la mañana siguiente Gaara despertó desorientado sintiendo su cuerpo adormecido y por culpa del dolor de cabeza era incapaz de recordar su propio nombre al momento de abrir los ojos, analizó aun sin moverse él lugar donde se encontraba, era la sala de Sai, donde la moche anterior había estado bebiendo, lo primero que pensó al recordar este echo fue en la imagen de Naruto regañándole, y no era que Naruto fuera regañón, solo que no le gustaba ver a la gente triste y siempre trataba de animarla de distintas maneras creativas.
Gaara realizó un ligero movimiento tratando de acomodarse cuando sintió algo moverse dentro de su trasero que lo hizo soltar un pequeño jadeo, en ese preciso momento se dio cuenta al bajar la mirada de nos brazos que apresaban su cintura, y al mismo tiempo, se dio cuenta de que estaba completamente desnudo.
Desconcertado decidió ponerse de pie pero al mas ligero movimiento sentía aquellos que a la par de él se movía en su interior, Gaara solo pudo girar la cabeza y abrir la boca casi desencajando su mandíbula de la sorpresa abriendo sus ojos como platos, abrazándolo por la espalda y plácidamente dormido estaba Sai, y Gaara solo deseaba que lo que estaba dentro de su trasero no fuera lo que él pensaba, pero para su desgracia estaba en lo correcto...
Enseguida se sintió miserable y con la culpa que le carcomía las entrañas, no sabía si había sido culpa de él por ponerse tan ebrio, o de Sai que según él pelirrojo suponía, también debía estar ebrio.
Quería huir de allí.
Desaparecer de la faz de la tierra.
Aún Naruto no llevaba las nueve noches muerto y él ya había follado con alguien, se daba lastima a si mismo, no solo le había faltado al nombre de su amado, sino a su propio orgullo, levantarse y tener un pene metido en él culo no era necesariamente una forma agradable de despertar.
Se levantó saliendo poco a poco del abrazo de Sai, no quería hablar con el, no quería tener que enfrentarlo, ya tenia suficiente, al ponerse de pie inmediatamente él dolor lo ataco como los mil demonios, pero aun a dolorido y cobrando ligeramente salio a buscar algo de ropa, así fuera de Sai, en él camino a la habitación del azabache sintió algo caliente bajar por sus piernas, ya sabia de que se trataba, no le hacia falta mirar, cambio su rumbo y entro al baño para ddse una ducha rápida, frotándose él jabón por todo él cuerpo a una velocidad inhumana, aquello seguía saliendo de él , no tuvo mas opción que insertar él dedo en su entrada para sacarlo todo manualmente, sintió una fuerte punzada de dolor que le hizo soltar un quejido.
Pero logró limpiarse completamente.
Fue a la habitacion de Sai y se secó con rapidez, se vistió con una camiseta negra, unos jeans y unos tenis en cuyo color ni se fijó, aun con él cabello escurriendo y mojando él cuello de la camiseta, tomó su billetera y se fue de allí.
El dolor persistía, caminaba con cuidado para no cogear y que nadie le mirara con extrañeza, no tenia su auto allí, recordaba que Sai le había traído, sin dudarlo tomó un taxi, había solo una persona en la que podría confiar.
Itachi....
Aunque suene extraño en cierto modo Itachi siempre fue él consejero de Naruto y poco a poco se fue convirtiendo en él de Gaara, a pesar de la corta edad de Itachi él azabache solía hablar con extrema sabiduría, como una persona él triple de su edad, no solo era gran consejero en los negocios sino también un gran amigo, al comienzo una rivalidad, a causa de que este al comienzo coqueteaba a menudo con Naruto y eso al pelirrojo no le agradaba, aunque con él tiempo Itachi se fijó en otras cabelleras rubias.
Una vez en él taxi, Gaara pudo distinguir a lo lejos él enorme rascacielos perteneciente a la compañía de los uchiha, él miedo re recorría él cuerpo tensándolo cada vez mas en el asiento de atrás de él taxi, la verdad no tenia la menor idea de como reaccionaria Itachi, él temor empezaba a azotarlo y le entraban ganas de retroceder, él llan lo tenia apresado a la garganta evitando que saliera y provocando un doloroso escozor en la misma.
Para su suerte o desdicha ya había llegado a la central de konoha, entró siendo recibido muy amablemente por la recepcionista, trataba de ocultar lo abatido que se sentía pero por la expresión con la cual le miraba la mujer, posiblemente no estuviese teniendo tanto éxito como esperaba.
Subió por él ascensor a donde según la joven recepcionista se encontraba Itachi Uchiha.
Blanqueo su mente por completo, los segundos pasaron rápidos dentro del ascensor mientras este subía de piso en piso, casi ni se inmutó cuando las metálicas puertas se abrieron dándole él paso, pero una vista le hizo despabilarse
Frente a él un muy enojado y abatido sasuke Uchiha se hizo presente, en las fotos que Naruto le había mostrado fotos de él en un pasado y la veces que le vio pudo notar a un Sasuke Uchiha serio, un hombre de temer en los negocios, que mostraba porte y elegancia incluso al cagar, un hombre de temple de acero que parecía que en su vida había derramado una sola lágrima, una persona imponente , en la mente de gaara ese era Sasuke Uchiha.
Pero en cambio frente a él se hallaba una imagen totalmente diferente, se veía mas como un adolescente, vestido completamente informal y desordenado, con él cabello revuelto, marcas de golpes ligeramente notorias, moratones y rasguños, podía notar la furia que desorenia al verle, podría jurar que la ojos del pelinegro se volvían rojos durante unos momentos, momentos en los cuales Gaara fue incapaz de notar como un contundente puñetazo de hacercaba a él, hasta que estampó en su cara sacándolo de alguna manera inconcebible en su turbia mente del ascensor.
A Gaara en vez de enojarle le hizo sentir una enorme pena por él pelinegro, por lo que le haba contado Naruto , Sasuke no era una persona que se dejara llevar por impulsos, al contrario, era la voz de la razón .
Escuchó muchos pasos apresurados que se acercaban a él mientras aun permanecía inmóvil viendo como la puertas del ascensor se llevaban la imagen de un furibundo Sasuke.
Sintió como unas delicadas manos querían ayudarle a levantarse del suelo, vio una inconfundible cabellera rosa.
- Gaara perdonalo pero a el es a quien mas le ha afectado todo esto- dijo la chica de pelo rosa, si no mal recordaba se llamaba sakura
- me lo merezco....-dijo él pelirrojo mientras volvía a recordar él porque estaba alli
- no...tu no tienes la culpa- dijo Sakura tratando de tranquilizarle
- es algo distinto sakura...¿donde esta Itachi? - preguntó Gaara bajando la mirada, otra vez le entraban las inmensa ganas de llorar.
- aquí - respondió una conocida voz detrás de él.
- ¿podemos hablar solos?, necesito un consejo Itachi...- pidió con un hilillo de voz sin dignarse a levantar la cabeza.
Itachi giró la vista y le hizo una seña a todos los presentes que habían dejado sus trabajos a un lado para observar los acontecimientos, Sakura ayudó a Gaara a ponerse de pie, este se levantó casi como un robot sin alma y siguió a Itachi hasta su oficina dejando a Sakura atrás.
Gaara se sentó en uno de los enormes sofás blancos que adornaban la
Oficina, Itachi se sentó en frente, en silencio dispuesto a escuchar
- he hecho algo horrible.....