Minseok:
Me encontraba de pie en la puerta de mi casa, no esperaba encontrarme con semejante desastre.
Había ido al súper luego de que todos se hubieran instalado en casa, estaba a algunas calles de nuestro hogar así que podía ir con mis patines lineales, era bueno en eso, me había paseado por cada pasillo buscando las cosas que estaban en la lista, debía ir por algunas frutas y verduras, bebidas, galletas, cereales, gelatina, leche para Soomi y dulces para mi… en fin me la pasé de un lado a otro con el carrito de compras siendo llenado con muchas cosas, una vez estuvo todo listo, taché lo que había escrito en la lista y tomé algunas cosas para mí y también para Jongdae, sé que él no me las había pedido, pero sabía que el buscaba algunas de sus cosas en la despensa de la cocina y por alguna razón él siempre pensaba que Omma compraba sus gustos, pero en realidad era yo el que recordaba comprarlas. Pagué todos los comestibles y luego los monté sobre una linda cesta que usaba Omma siempre que íbamos de compras, tenía ruedas y un manubrio para tirar de ella, era bastante útil y cómodo llevarla.
- Buen día Minseok, ¿haciendo compras hoy? – ese era Hoonmin, él trabajaba en el supermercado, pero tenía horario por las mañanas, así que en este momento me lo encontraba a la salida.
- Hola Hoon, así es, Omma me mandó a comprar algunas cosas – él sonrió, era un chico bastante amable y siempre tenía una sonrisa en el rostro.
- Ya veo, yo voy de salida, supongo que nos veremos otro día, cuídate mucho Minseok – sonrió mientras tomaba su mochila en su espalda y sacudía la mano.
- Adiós Hoon, tú también cuídate, nos vemos – tomé la cesta y me puse en marcha a casa, me puse mis audífonos y seguí el camino a casa, muchas personas me conocían por el vecindario, así que los saludos no se hicieron esperar, era divertido que las personas se llevaran bien con mi familia, hacer amigos era lindo.
El camino era corto, siempre recordaba cuando omma decía que debía mirar a ambos lados o podría tener un accidente, así que intentaba tener cuidado. Una vez llegué a casa, abrí la reja de color dorado y patiné hasta la entrada, lustré las ruedas en una tela que se encontraba a la entrada del pasillo en dirección a la sala de estar, appa la había comprado para mí para que pudiera entrar a casa sin ensuciar o dejar marcas en el material del suelo, así que si frotaba mis pies en la tela, las ruedas quedaban impecables y no tendría que quitarme los patines, la casa había sido remodelada en los primeros cinco años después de que nos mudáramos a vivir en ella, la distribución había cambiado al igual que los arreglos dentro de ella, por el pasillo había una puerta que conectaba directamente con la cocina, así que entré dejando la cesta a un lado y comencé a poner todo en su lugar antes de ir a la sala.
Tardé media hora en acomodar todo donde debía ser, cuando por fin las cosas dentro de la cesta terminaron me deslicé hacia la puerta delantera de la cocina, aunque tal vez no debí haberlo hecho.
Jongdae era ignorado olímpicamente por los pequeños que corrían por todos lados, Jung y Chanmi traían las caras manchadas, además brazos, piernas, cabello, ropa, con lo que parecía ser pintura de colores, todo era un desastre, todos estaban descalzos, las huellas de sus pies marcaban un patrón sin sentido por todo el reluciente suelo, Soomi estaba en su silla alta sollozando con fuerza, su plato de comida estaba a mucha distancia de ella, ensuciando todo a su alrededor, y lo que se suponía que debía estar en su estómago estaba regado por todos lados, Chanhyun reía mirando todo a su alrededor, mientras perseguía a nuestro perro, que por cierto era gigante y mientras corría dejaba un rastro de pintura y comida con sus patas. No sabía si moverme o no, todos estaba sucio y los gritos, y llantos, me estaba aturdiendo, Yixing y Joonmyun no hacían acto de presencia, mientras mi perro solo se encargaba de hacer más desastres dentro de la casa y Jongdae solo demostraba una vez más lo malo que era con los niños, no podía dejarlo ahogándose en pintura junto con aquellos pequeños.
Avanzó con cuidado por el suelo intentando no hacer más lío, primero se acercó a Soomi quien al ver como Minseok sonreía paró de llorar.
- Cariño no llores ¿sí?, limpiaremos todo y luego comeremos algo delicioso – Soomi dejó que la tomara en brazos.
- Vengan aquí ahora – Jongdae se resbaló tras decir estas palabras, aterrizando en su trasero y dejándose caer completamente sin fuerzas para levantarse, Soomi ya había sido limpiada por Minseok con un pañuelo y ahora el mayor estaba arrodillado a un lado de Jongdae esperando que no tuviera un golpe demasiado fuerte.
- Jongdae ¿Estás bien? – el mayor de los dos suspiró cerrando los ojos, asintiendo levemente.
- Lo estoy, solo me duele el culo, pero nada grave – Minseok soltó una risa casi imperceptible.
- ¿Puedes pararte? - el mayor negó despacio.
- Déjame quedarme un poco más – el menor asintió levantándose y aun con los patines puestos fue por los dos pequeños quienes ensuciaron su ropa, pero estaba bien, mientras ellos no hicieran más alboroto.
- Escuchen pequeños hiperactivos, no pueden ensuciar toda la casa con pintura ¿de acuerdo?, para eso está el salón de dibujos, para que puedan pintar, ahora los quiero a ambos esperándome en la bañera, debemos quitar toda esa pintura de sus cuerpos – ambos pequeños asintieron algo apenados por las palabras de Minseok, quien al notarlo besos sus mejillas haciendo sonido graciosos, después de picar sus pancitas ambos pequeños corrieron a hacer lo que les habían pedido, incluyendo a Soomi, bueno dos menos, ahora solo quedaba uno.
Jongdae se quedó sentado algunos minutos una vez que se recuperó, masajeando su espalda baja, en serio había sido un golpe feo, no se lo deseaba a nadie, una vez de pie observó todo con total incredulidad, era hora de limpiar, así que fue por algunos utensilios comenzando por algo para quitar las manchas y un par de trapos y un cubo de agua.
Minseok se había ido dentro de la casa en busca de Chanhyun y “Pastel” su enorme perro labrador dorado, felizmente la pintura de sus pies ya había secado y con dificultad dejaría algunas huellas más. Luego casi una hora en la que Minseok quizá estuvo asegurándose de bañar a los pequeños y cambiar sus ropas manchadas, Jongdae ya había terminado de limpiar, solo quedaba recoger todo lo que había utilizado y limpiar a Pastel, quien era bastante difícil a la hora del baño.
- ¡Pastel ven aquí! – el perro apareció corriendo como loco, siendo perseguido por Jongdae, los pequeños venían corriendo detrás de él, la puerta de la entrada se escuchó y la figura de sus padres apareciendo con algunas bolsas llenas de quizá comida. Todo sucedió demasiado rápido, Jongdae había dejado la cubeta con agua sucia en el suelo lejos de los muebles, Pastel estaba corriendo sin cuidado y Minseok traía puestos los patines.
- ¡Minseok! - todas las voces llamando al mismo tiempo, pero eso no sirvió de nada, Pastel había tirado la cubeta esparciendo el líquido dentro de esta por todas partes, mientras las ruedas de Minseok resbalaban sobre el agua, de alguna manera intentó no golpear el cuerpo de su amada mascota, por lo que terminó tirado sobre el suelo con un gran estruendo, mojado y sucio.
- ¡Por dios! ¡Minseok! – Luhan corrió en su ayuda dejando todo sobre la encimera junto con Sehun y Jongdae, los pequeños se mantenían alejado de la escena con algo de miedo, Yixing y Joonmyun aparecieron al escuchar el alboroto, no entendiendo nada.
- Minnie – Sehun sostuvo con cuidado el cuerpo de Minseok, que se sentía muy pesado – cariño, por favor di algo, ¿Qué sientes? – Minseok tenía los ojos cerrados, decir que no le había dolido nada sería una gran mentira, pero no había sido para tanto, al menos puso sus manos en lugar de su rostro.
- …P-pastel… ¿está bien? – Luhan suspiró, Minseok era tan malditamente despreocupado de sí mismo y en lugar de pensar en que pudo haber roto su cabeza contra el suelo, preguntaba por su perro.
- Minseok, olvida a pastel, él está bien, ¡Tú! ¿Cómo te sientes? ¿Tienes algún hueso roto? – Sehun negó ante la impaciencia de Luhan, tenía este tipo de reacciones cuando estaba nervioso.
- Tranquilo ¿sí? – Luhan asintió – Minnie cariño, necesitamos al menos nos digas si te puedes sentar – Minseok respiró hondo, al chocar su espalda contra algo rígido el aire había abandonado sus pulmones en el acto.
- De acuerdo, lo haré – junto con ayuda de sus padres y luego de haber quitado esos patines, pudo sentarse y posteriormente ponerse de pie.
- ¿Tienes algún dolor? – Luhan un poco más calmado preguntó.
- Estoy bien, solo… - el menor pasó una mano por su abdomen sintiendo un dolor tan punzante que lo hizo chillar.
- Te llevaré al doctor – Sehun tomó en brazos a Minseok con cuidado de no dañarlo, aun con la ropa mojada y descalzo, felizmente traía calcetines. Luhan quiso ir, pero fue detenido por Yixing.
- Lu hyung, deja que Sehun hyung lleve a Minseok, estarán bien – Luhan no muy convencido accedió, pero solo porque Yixing tenía mucho talento cuando se trataba de disiparlo.
- De acuerdo, cuídense y quiero que me digas lo que ocurra – Sehun asintió mientras salía por la puerta con su hijo en brazos.