-¿Hijo? –preguntó Nono aun con la mano en la puerta-
Mientras que adentro dos figuras estaban prácticamente congeladas al haber oído su voz, se miraban el uno al otro sin saber que hacer
-¡Largo, idiota! –dijo Tsuna empujando a Hibari-
-¿Por dónde quieres que salga imbécil? –dijo entre susurros a Tsuna quien estaba paseándose por la habitación nervioso-
-¡Sólo vete y ya!
-¿Tsunayoshi-kun? –dijo Nono un poco preocupado-
-Uhmm sí abuelo. Espérame y voy a tu despacho –dijo empujando a Hibari por su ventana mientras este maldecía por lo bajo-
-¿Seguro no quieres que pase?
-No…mejor hablamos allá –dijo y de inmediato cerró las ventanas dejando a Kyoya afuera viéndole muy enfadado-
-Esto no se queda así –le dijo Kyoya- Me debes una –expresó con señas antes de saltar-
-Vete al demonio –susurró Tsuna por fin calmándose y abriendo la puerta para saludar a su abuelo. Entonces los dos caminaron hasta llegar al despacho de Nono-
Una vez dentro Timoteo le dijo a Tsuna que se sentara, así mismo lo hizo él pero antes sacó una carpeta de su escritorio entonces se la extendió a Tsuna.
-¿Qué es esto?-dijo Tsuna confundido-
-Lo que me pediste –dijo con una sonrisa- Como lo prometí son excelentes candidatos, solo que reservé dos para que tú los elijas, ya sabes alguien que no sea de nuestro mundo
-Wow no me lo esperaba tan pronto –dijo Tsuna empezando a abrir la carpeta y su expresión fue todo un poema al ver al primer candidato-
Lista de Candidatos
Postulante nro. 1 El hombre más fuerte en el Norte de Italia
Lancia
Edad: 25
Fecha de nacimiento: 15 de diciembre
Tipo de sangre: O
Estatura: 1.94 cm
Peso: 81 Kg
Armas: Bola de acero
Tsuna leyó cuidadosamente la información básica y por supuesto vio la fotografía del sujeto con el que ya antes se había encontrado, era muy guapo claro que le atraía. De alguna forma esperaba verlo pronto para poder hablar mejor sobre el asunto.
-¿Son de tu agrado? –dijo Nono viéndolo fijamente-
-Te luciste abuelo, son muy atractivos todos ellos pero espera ¿qué hace Fon aquí?-dijo con un pequeño sonrojo al mirar que era el quinto candidato-
-Tsunayoshi-kun la pregunta ofende. Es obvio que hay algo entre ustedes, un poco más allá de su amistad o al menos existe una pequeña chispa-le dijo con una sonrisa al ver como Tsuna enrojecía más-
-¡Abuelo! ¿Pero qué dices? –dijo él avergonzado hasta que vio a su último candidato Hibari Kyoya- Al menos él está en último lugar
-Creí que no estarías cómodo con Hibari-kun siendo unos de los primeros candidatos ya que ustedes no se llevan tan bien, además de que él parece muy cercano a Aria-chan-murmuró pensativo-
-Exactamente –dijo con sus pequeños celos consumiéndole- De todos modos no creo que mi compromiso con él tenga futuro
-Quien sabe Tsunayoshi-kun –dijo con aura de misterio el abuelo de Tsuna- Pero pasando a tus candidatos, tu primera cita será con Lancia-kun creo que éste fin de semana. Se reunirán aquí en la mansión y luego ustedes deciden a dónde ir
-Entiendo, será interesante –concluyó con una sonrisa estrechando la carpeta en su pecho-
-Eso es todo hijo mío. Ve a dormir ahora, tienes escuela mañana –le dijo entonces Tsuna salió del lugar-
Estaba caminando hacia su habitación mientras miraba los perfiles, pelirrojos, rubios en serio había una buena gama de maravillosos y apuestos caballeros esperándole. Pero ahora estaba más confundido que antes, con tantos pretendientes y esa extraña cosa que se traía con Hibari, de todas maneras decidió ignorar lo de Hibari ya que ellos no eran nada, pensaría mejor en su primera cita.
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Todos habían vuelto pero con la diferencia de que había un poco de tensión entre los Arcobaleno, después de que Reborn se hubiese saciado de Lambo convocó a una reunión con todos sus amigos. Una vez en la sala todos ellos él empezó dirigiéndose al traidor
-Verde que te quede claro que no confiamos en ti. Pero si alguna vez osas si quiera querer dañar un poco a Tsuna te asesinaré –le dijo apuntándole con su arma justo en la cabeza-
-Correción –dijo Lal mientras se ponía de pie junto con todos sus compañeros- Te asesinaremos
-No hay necesidad de hacer esto –dijo el científico apartando el arma de Reborn- He vuelto para ayudar como dije antes y no traicionaré ni a la familia ni al décimo
-Bien, pues como eres uno de nosotros Nono ha ordenado que vengas a la Universidad para cuidar mejor a la décima generación-dijo con fastidio Reborn-
-Excelente, asistiré con gusto y…antes de que se vayan quisiera disculparme apropiadamente con ustedes –dijo e hizo una reverencia- Lo siento
-No es a nosotros a quienes debes pedir disculpas-dijo Lal con Colonello abrazándola mientras se retiraban del lugar, así también lo hacían Skull y Mammon quien a toda costa se había esfumado antes de que Skull pudiese decirle una sola palabra-
Finalmente Fon se retiraba a su habitación sin mirar atrás. Reborn solo se quedó un poco más para mirar seriamente a Verde quien ya se retiraba pero este le detuvo
-No te atrevas a volver a lastimar a Fon –le dijo en un tono mortalmente frío y se fue dejándolo solo, pensando en el pasado-
Sus pensamientos duraron poco ya que ahora se hallaba corriendo hacia la habitación de Fon, por suerte pudo tomarlo del brazo antes de que ingresara al dormitorio. El pelinegro le miró sorprendido por segundos pero luego puso una expresión calmada en su rostro, entonces delicadamente apartó el brazo de Verde
-¿Qué haces aquí? –dijo calmadamente-
-Sabes qué hago aquí. Tiene que ver con el beso de esa noche, cuando bailamos, con nuestra historia-dijo queriendo tocar su rostro pero Fon no le dejó-
-Esa historia se acabó cuando te fuiste sin decir nada –le expresó dándole la espalda-
-Perdóname por favor
-Ya te perdoné, hace años. Pero eso no quiere decir que volveré contigo, tengo a alguien más a quien amo-sentenció mirándole fijamente-
-¿Ah sí? ¿A ese niño? –le dijo desafiante- ¿Qué sabe él de ti? ¡Nada! ¡Jamás te amará como yo lo hago! –dijo empujando a Fon contra la pared pero no se esperó la bofetada que el pelinegro le dio mientras que en su rostro había ira y decepción-
-No me hables de amor, que tú lo hagas es hipocresía. Lárgate y no vuelvas a hablar así de Tsuna, si lo haces me veré obligado a lastimarte. No tientes tu suerte –dijo serio y entró a su habitación cerrándole la puerta en la cara-
-¡Maldita sea! –murmuró Verde y aun en contra de su voluntad tuvo que retirarse-
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Al día siguiente muy temprano Tsuna se había levantado para encaminarse a la escuela con la esperanza de ver al primer candidato nuevamente. Al parecer la suerte estaba de su lado ya que el atractivo hombre estaba ahora en ropa deportiva trotando por la calle con los auriculares puestos pero al verlo inmediatamente se detuvo
-Tsunayoshi –le dijo sonriendo mientras que unas finas gotas de sudor adornaban su cuerpo-
-Lancia-san –le devolvió la sonrisa estrechó su mano-
-Imagino que ya estás al tanto de nuestra “cita” –dijo él poniendo énfasis en la última palabra-
-Pues sí, estoy ansioso por ella –le dijo guiñándole un ojo-
-Supongo que te veré en la mansión Vongola este fin de semana ¿verdad?
-Claro que sí
-Entonces…Tsunayoshi. Me despido, debes ir a la escuela –le dijo con una sonrisa y luego besó su mano con delicadeza-
-Adiós Lancia-san piense en un lugar divertido para nuestra “cita” –dijo disfrutando de las expresiones de aquel hombre-
-Por supuesto –concluyó inclinando su cabeza mientras que Tsuna empezaba a caminar nuevamente así como él pero decidió voltearse para decir una última cosa- ¡Ponte algo lindo Tsunayoshi! –le gritó guiñándole el ojo para después seguir trotando mientras Tsuna solo pudo alzar una ceja divertido, en definitiva estaría esperando por esa cita-
Con aquello en mente estuvo sonriente toda la mañana incluso sus amigos lo notaron y se sintieron aliviados ya que lo habían visto un poco pensativo y solitario en los últimos días.
-¿Qué pasa Jefe? –dijo Chrome con su mano entrelazada con la de Haru-
-Nada, sólo tengo una cita este domingo –murmuró coqueto y siguió comiendo su merienda-
-¡Wow! ¡Los candidatos han llegado! –dijo Byakuran eufórico-
-¿Y él es lindo? –dijo Kyoyo-
-Bastante sí y más que eso tiene un aura a chico malo –dijo con una sonrisa al recordar los tatuajes que adornaban el rostro de Lancia-
A Fon no le gustaba la idea para nada ya que no podía evitar sentir celos de no haber sido el primero o que Nono no le hubiese considerado como candidato para Tsuna. Con eso rondando en su mente se levantó de la mesa sin decir nada pero el castaño lo notó así como cierto científico quien ya estaba a punto de perseguirlo pero Tsuna le había ganado
-¡Fon! –gritó y el pelinegro paró en seco para ver a Tsuna-
-Dime –le dijo con una sonrisa forzada-
-Ah-ah –negó con su cabeza- Sin trampas, no quiero que me sonrías así. Ven siéntate conmigo un rato –dijo y fueron hacia los jardines para sentarse-
-¿Pasa algo?
-Eso debería preguntártelo yo, querido –dijo Tsuna sonriendo para luego tornarse un poco serio-Pero ya sé la respuesta, te molesta que Lancia-san sea mi cita y el primer candidato ¿verdad?
-¿Tan obvio soy? –dijo relajándose un poco-
-Uhm…Bastante pero quería decirte que no te exasperes,estás en la lista. No importa el número ni nada de esas cosas que no significan nada, tú sabes que te aprecio y eres especial para mí. No quiero que te pongas raro y te sientas mal por una tontería como esa-dijo mirándolo comprensivo-
-Gracias, en serio que puedes leerme pequeño –dijo y le revolvió los cabellos para después besarlo en la mejilla- Pero no creas que eres más experto –sonrió de forma sensual-
-Hey, te estás acostumbrando a ganar terreno. ¡No es justo! –Tsuna hizo un puchero para después reír a carcajada limpia mientras golpeaba a Fon en el brazo y este se lo devolvía-
Los dos siguieron bromeando y molestándose como siempre sin saber que Verde les observaba desde una distancia prudente, maldiciendo por lo bajo con deseos de aniquilar a Tsuna pero sabía que si lo hacía la Familia más poderosa lo mataría de la forma más cruel. Aunque se había ido por tanto, no podía dejar de amar a Fon. En definitiva pelearía por él contra quien fuera.
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Las clases habían terminado por ese día, Tsuna estaba volviendo a pie junto a sus amigos llegando finalmente a la mansión. El castaño iba feliz tarareando una canción con sus auriculares puestos, pronto cerró los ojos al estar cerca de su habitación pero no sintió la presencia de Hibari Kyoya hasta que chocó con él.
-Oh eres sólo tú –le dijo indiferente casi ignorando el hecho de que la noche anterior se habían besado con tanta intensidad-
-Fíjate por dónde caminas –dijo serio- ¡Oye!
-¿Qué quieres ahora? –dijo sacándose los auriculares-
-Supe lo de la lista de candidatos y sólo quería hacerte saber que te perdono –dijo con una sonrisa-
-¿De qué rayos hablas? –empezaba a irritarse-
-Pues claro por tenerme en el último puesto. Te perdono por haber hecho eso –le dijo altanero-
-Qué cabrón…-dijo cerrando sus puños con fuerza-
-Ya te lo dije…Quedas perdonado –estaba a punto de irse cuando el puño de Tsuna se estampó en su estómago-
-¿Perdonado? ¡No me jodas, imbécil! –le gritó entonces los golpes fueron y vinieron en especial de Tsuna que estaba muy cabreado por la actitud de Hibari quien había hecho esa jugarreta para vengarse por lo de la noche pasada. Finalmente los dos estaban sudando y con la respiración agitada mirándose fijamente-
-¿Qué pasa? ¿Molesto? –le siguió molestando Kyoya- O acaso ¿nervioso por tu “cita”?
-Te lo has buscado –murmuró Tsuna ya totalmente molesto, luego de eso Hibari recibió una poderosa patada en su zona íntima seguido de un puñetazo en el estómago para finalmente caer y que Tsuna le pisara en la espalda- No te atrevas a molestarme con eso de nuevo, estúpido arrogante –dijo serio y se metió a su habitación dejando que Kyoya se retorciera-
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Finalmente el fin de semana había llegado, Tsuna vestía unos jeans de color negro con zapatillas del mismo color con una polera celeste y un chaleco blanco. Su cabello estaba finamente peinado y un poco más esponjoso, había hecho todo lo posible para que no se viera tan rebelde como solía estarlo. Daban las tres de la tarde cuando su cita llegó también en ropas informales y con una pequeña caja de color naranja.
Tsuna bajó de su habitación para poder estar con Lancia, sus padres y su abuelo en una pequeña presentación formal. Una vez culminada, el pelinegro le ofreció su brazo para salir de la mansión, ambos pasaron por los jardines donde estaban sentados Aria y Hibari compartiendo unas bebidas pero Kyoya al verlos pasar solo pudo fruncir el ceño mientras que su amiga le miraba confundida
-¿Pasa algo Kyo-kun? –dijo preocupada-
-Estoy bien –dijo tomando su mano pero todo era mentira. Dentro de él, la sangre le hervía al ver como Tsuna sonreía y se iba con ese sujeto, quería exterminarlo que se alejara del herbívoro-
Después de salir de la mansión, Tsuna y Lancia estaban caminando hacia el auto del segundo para ir al lugar donde sería su cita.
-¿A dónde vamos? –preguntó Tsuna curioso-
-Sorpresa- dijo él negándole la ubicación- Pero antes de eso, quisiera obsequiarte este pequeño detalle –le expresó entregandole la caja de color naranja-
-¡Gracias! –dijo con su usual sonrisa, entonces abrió la caja encontrando un hermoso brazalete de color negro con decorados de pequeñas serpientes- Es precioso –dijo admirado por el regalo- No tenía porqué Lancia-san
-Primero deja de llamarme usted, dime Lancia. Segundo, sólo quise obsequiarte algo digno de tu belleza aunque creo que nada se puede comparar a eso –dijo sonriendo mientras le ponía el brazalete- Listo
-En serio estoy muy agradecido Lancia-sa-se detuvo al ver como su acompañante negaba con la cabeza- Me gustó mucho, gracias Lancia –dijo él mientras que ahora el pelinegro besaba su mano-
-¿Nos vamos? –dijo Lancia abriendo la puerta del auto para que Tsuna subiera-
-Por supuesto –respondió él entrando al vehículo-
-Bueno, vamos a un lugar divertido- fue lo último que dijo Lancia antes de arrancar a toda velocidad mientras que Tsuna lo miraba sonriendo-