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Nuestro complicado y loco amor por FujoShi4Ever

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Notas del capitulo:

Ay Yisus. Uhm perdonenme (?) Bueno ya pasó bastante tiempo, no sé si todavía me sigan o haya alguien esperando. Pero bueh ya me puse de meta, acabar todos mis fics. Lento pero seguro.

 

En fin, mil disculpas en serio, pero sin inspiración no se hace nada.

 

Les dejo el capi, espero que lo disfruten.

Kyoya no había experimentado tantas emociones mezcladas desde su fugaz amor infantil por Aria, pero Tsunayoshi rompía con todos sus esquemas, quería besarlo y hacerlo suyo pero al mismo tiempo le irritaba de sobremanera. Sencillamente no podían llevarse bien, salvo sus bocas y manos estuviesen ocupadas en asuntos más interesantes y placenteros.

Aquella noche en Halloween lo demostraba, incluso podría decirse que tuvo sentimientos románticos hacia él aún así Tsuna no parecía ceder rompiendo la magia y luego estaba Aria, que también le confundía. Si bien sentía ese cariño ferviente por ella ya no estaba tan seguro de que eso fuera amor, su convicción se iba esfumando, tan ensimismado había estado por horas que ni sintió a la susodicha entrar a su habitación, solo se percató de su presencia cuando ella había enredado sus brazos sobre su cintura.

-¿Qué es eso que te tiene tan inquieto? – dijo Aria cariñosa abrazada a su torso desnudo, llenándose de su aroma varonil.

-Aria…no lo sé. Estoy confundido –le dijo y se volteo apoyándose en los hombros de ella también disfrutando de su aroma.

-Creo que siempre nos llevamos bien porque sabemos leernos el uno al otro Kyo-kun –le respondió dándole un abrazo.

-Mmm sí, en serio me molesta tener tantas emociones de herbívoros rondando por mi cabeza, cuando solo debería estar concentrado en ti –se irguió y le acarició el rostro.

-My sweet so sweet Kyoya, creo que ahora no soy la única que ocupa un lugar aquí –llevó una de sus manos hacia su corazón.

-Tú siempre serás especial para mí y lo sabes

-Lo sé y tú para mí, pero debo ser honesta también me encuentro algo perturbada por mis sentimientos hacia otra persona. No sé cómo lidiar con eso

-Bésame –pidió serio tomando su rostro haciendo que le viera directamente.

-Kyoya me acabas de decir que tienes sentimientos hacia otra persona –intentó apartarse pero él le sujetó más firme.

-Sí, quizás los tengo pero estoy harto de pensar. Necesito, yo…necesito –no podía continuar sus manos temblaban.

-¿Olvidar todo por un momento y dejarte llevar? – dijo ella acercándose más- ¿Release?

-Sí –dijo impertubable y pronto ambos se encontraban comiéndose la boca a besos, era obvio que se trataba de solo eso, liberar algo de esa tensión que los acechaba además de los sentimientos. Rápidamente Aria terminó estampada sobre la amplia cama del pelinegro con este encima, bajando por su cuello pero teniendo en mente a otra persona, al igual que ella. Las manos de Kyoya le recorrían salvajemente mientras que Aria buscaba espacio colándose en los pantalones de pijama y finalmente alcanzando su cometido comenzando a masturbarle firmemente.

-Ahh…espera –le dijo él mientras se acomodaba mejor para no aplastarla con su peso, así mismo introdujo uno de sus dedos en la cavidad de ella que ansiosa le esperaba.

Los dos no duraron mucho y reprimieron sus gemidos de placer, ambos exhaustos por su pequeña actividad, quedaron boca arriba mirando el techo de la habitación, de la nada ambos empezaron a reírse frenéticos. Aria se levantó primero y fue al baño, al salir encontró a Kyoya con otro pijama y ya bastante recuperado.

-Somos unos idiotas –dijo ella entre risas abrazando al más alto.

-Por eso nos llevamos bien, aghh no pensé que esto llegara a suceder así –le respondió él depositando un beso en su frente.

-Está bien Kyoya, de todas formas somos amigos antes que todo y jamás aceptaría perderte por una tontería como esta. Además es obvio que tú pensabas en alguien más así como yo, una patética forma de intentar sentir lo que con ellos

-Me encanta tu honestidad y tu practicidad ante estos asuntos, quien sabe y tal vez termino casándome contigo –le dijo bromeando mientras ella negaba con la cabeza.

-Sería bueno por un tiempo y luego nos perderíamos pensando en lo que pudimos tener con las personas que queremos realmente.

-Eres increíble, espero que puedas lograrlo con esa persona

-Tú también, ahora me voy porque si me quedo me darán ganas de repetir y llegar hasta el final pero es mejor dejarlo así. Adeu –él la estrechó fuerte entre sus brazos para luego dejarla ir sonriendo al ver que salía de puntitas de la habitación hacia la suya.

 

Aria estaba caminando felizmente hacia la cocina ya que la actividad le había provocado hambre, estaba preparándose un sándwich cuando fue interceptada por Fon, este la miró curioso.

-Hey Fon, así que no soy la única despierta –le sonrió.

-Sí, ¿estabas con Kyoya?

-Sí, estuvimos conversando un poco, ya sabes todavía no terminamos de ponernos al día –mintió tranquila esperando que el otro le creyera.

- Claro, seguro –le respondió no muy convencido para luego tomar un poco de agua y retirarse.

-Estuvo cerca –murmuró para sí misma.

 

****************************

 

A la mañana siguiente todos estaban ocupando sus lugares en la mesa para desayunar y posteriormente salir a la escuela, Tsuna todavía seguía pensando en los acontecimientos de la noche pasada con Hibari, pero todo se vino abajo cuando le vio cerca de Aria, tan cariñoso y afable. Sonriendole solo a ella mientras ambos ponían algo de fruta en sus respectivos platos. Su mañana acababa de arruinarse tan solo de ver la cercanía entre esos dos y reprimiéndose al haber cedido la noche anterior ante su instinto estúpido.

-Tsuna, ¿todo bien? –le tocó el hombro Fon percatándose de la situación.

-Sí, no te preocupes.

La escuela le hizo olvidar un poco de su calvario además del entrenamiento diario junto con sus amigos, rápidamente la semana había pasado y cuando se percató no había visto a Hibari para nada en todo ese tiempo, no sabía si sentirse aliviado o molesto. El pelinegro siempre estaba rondando aunque sea por obligación o por el Comité pero durante la semana no lo había visto ni una vez, hasta que se enteró por su Abuelo que le habían encomendado una misión en solitario para recuperar información vital para la Famiglia.

Pero se estaba tardando más de lo normal, por lo general era muy eficiente incluso trabajando solo. Si no regresaba en el fin de semana tendrían que enviar apoyo, Tsuna intentó fingir que todo estaba bien y que era mejor si él no volvía así no tendría que lidiar con él pero muy dentro solo esperaba que volviera sano y salvo. Así también notó como Aria se tensaba e incluso se ofrecía a empezar la búsqueda de inmediato.

-¿Acaso no escuchaste lo que dijo mi abuelo? Todavía no le buscaremos

-Pero podría estar en peligro –dijo ella con el ceño fruncido mientras que todo el ambiente se tensaba.

-No quieras hacerte la heroica ¿sí? –le respondió sarcástico y poniéndose de pie.

-Kyoya es muy importante para mí, no le abandonaría – también se había parado y estaba acercándose peligrosamente a Tsuna.

-Parece que no sabes seguir órdenes de superiores –le dijo él altanero

-Pruébame Décimo – replicó con sarcasmo, los dos estaban listos para entrar en combate si era necesario hasta que apareció Kusakabe exhausto.

-Kyo-san ha vuelto, está un poco herido pero –fue detenido al haber recibido un tonfazo de parte de su Jefe.

-Nada importante Nono y disculpe los inconvenientes, estaba algo distraído pero no volverá a suceder –dijo impasible el pelinegro aunque su cuerpo reflejaba que había luchado bastante, el traje prácticamente hecho añicos, moratones en el abdomen, un fino hilo de sangre saliendo de la comisura de sus labios y un corte por la frente.

-Perfecto Hibari-kun –dijo el anciano, respetando al muchacho que las más de las veces se negaba a pedir ayuda médica.

-Me retiro –dijo serio y se largó del lugar sin dedicar una sola mirada a los presentes ni siquiera se dio cuenta del pequeño feudo entre Aria y Tsuna.

 

Tsuna utilizó toda su fuerza de voluntad para ignorar la imagen de Hibari, estaba  lastimado y era totalmente imposible ya que el pelinegro era excelente en su trabajo, cómo había dejado que le hicieran daño.

-Te lo dije, está perfectamente bien –las palabras salieron de sus labios- Ahora puedes dejar el show

-Eres imposible –dijo Aria retirándose dispuesta a comprobar el estado de su amigo, con Gamma siguiéndole el paso.

-Dejennos –pidió Nono y los guardianes se retiraron, algunos estupefactos por la casi pelea y por Hibari.

-Abuelo yo – quiso excusarse Tsuna pero su abuelo no le dejó.

-Siéntate y escucha. Sé que tu relación con Hibari no es la mejor pero sigue siendo un guardián y parte de la familia, así que el trato en cuanto a seguridad debe ser el mismo que para todos tus demás guardianes. Segundo, jamás te he visto ser tan altanero con tu posición ni querer abusar de ella como hoy,  Aria es nuestra aliada, su familia ha sido amiga de Vongola por años te guste o no. Reflexiona sobre tu actitud, puedes retirarte.

Tsuna salió del despacho con los ojos cristalizados, las lágrimas traicioneras escaparon y rodaron por su rostro. Rápidamente se encerró en la habitación ignorando a sus amigos que querían ayudarle. Se sentía estúpido y lo peor había decepcionado a su Abuelo, una de las personas más importantes en su vida pero es que ver a Aria tan preocupada por Hibari, sus celos le cegaron y solo podía pensar en hacerle daño y que se alejara del hombre.

Horas más tarde sintió como tocaban la puerta, Aria le esperaba del otro lado, abrió y al verla quiso decir algo pero ella le restó importancia.

-Ahorratelo –le lanzó unas vendas y un kit de primeros auxilios – Anda, ve y demuéstrame que eres ese excelente Jefe al que tus amigos son tan leales. El vendaje se debe cambiar cada 4 horas, ya anocheció así que debes cambiárselo. Está un poco arisco pero bueno supongo que puedes lidiar con él – y así sin más se retiró, Gamma detrás de ella solo le dedicó una reverencia y salió del lugar.

-Gracias –murmuró Tsuna y se encaminó a la habitación de Hibari.

 

 

**************************

 

 

Tocó la puerta y luego se dispuso a entrar, buscó al pelinegro en la cama y no le encontró hasta que le vio salir del baño, estaba cubriéndose el rostro pero eso no le impidió hablar.

-Aria, ya te dije que no es necesario, estoy bien.

-No soy Aria –dijo tímidamente. Pero qué le estaba pasando, él acobardándose delante de su enemigo.

-Ah eres tú, largo –le dijo seco dirigiéndose a su cama sin prestarle atención.

-¡Menudo idiota! Ni siquiera deberías estar parado, estúpido. Así no te recuperaras pronto –rápidamente lo llevó hasta su cama haciendo que se recostara forcejeando un poco ya que el pelinegro no quería ceder.

-Déjame herbívoro, todavía puedo enseñarte una lección –quiso asestarle un golpe pero la herida en el abdomen no se lo permitió y solo emitió un gruñido de  dolor.

-Te lo dije, solo descansa…te cambiaré los vendajes –dijo entredientes y poniéndose manos a la obra.

-Escucha, nadie te obliga a estar aquí puedo hacerlo por mi cuenta o llamar a Aria

-¡No! Yo…yo..tú eres mi guardián y se supone que debería estar a tu lado, además ya sé que disfrutas más de la compañía de Aria pero, pero….solo, s-solo. ¿Por qué no pediste refuerzos? –dijo con la voz casi quebrada sorprendiendo a Hibari.

-Estaba distraído es todo, he estado en misiones en solitario bastante tiempo, solo bajé un poco la guardia –sin darse cuenta Tsuna había terminado casi recostado sobre él, ocultado su rostro cerca del abdomen del mayor.

-Hibari-san no hagas eso de nuevo –pidió levantando su rostro y revelando sus ojos llorosos, Kyoya sintió como su corazón latía con fuerza y solo pudo inclinarse para capturar los labios ajenos que esta vez le recibieron sin impedimento incluso el castaño se subió a horcajadas de él permitiendo que se recostara nuevamente- No te lastimes más, la herida se puede abrir

-Sí, tendré cuidado. Pero ahora quiero más de esto –puso sus manos en los labios de Tsuna y este solo se inclinó con cuidado de no hacerle daño y ambos se fundieron en más besos. Hibari pasó su lengua por aquellos labios divinos mientras que Tsuna abría la boca para recibirle, ambos jugando y disfrutando las sensaciones que les provocaban incluso el castaño no había podido evitar frotarse un poco con la intimidad del mayor dejando escapar un pequeño suspiro al sentirle duro.

-Mnnhh Hi-Hibari-san –se mordió el labio cuando el pelinegro gruñó ligeramente.

-Más…-pidió Kyoya elevando un poco la pelvis para rozarse con el menor.

-Espera, podrías lastimarte. Es mejor que me vaya –rápidamente se apartó, guardando los objetos en el kit pero la mano de Hibari le detuvo.

-Quédate –dijo el pelinegro mirándole fijamente.

-¿Seguro?

-Sí –se hizo a un  lado y le dejó espacio para que se recostara junto a él. Tsuna se acurrucó a su lado inhalando su aroma- Buenas noches Tsunayoshi

-Buenas noches – Tsuna sentía que su corazón iba a explotar, pensaba en las consecuencias, en su odio hacia el mayor pero todo se esfumaba cuando este le pegaba más a su lado.

 

Está bien, solo por ahora… -pensó antes de caer dormido.

Notas finales:

Bueno, sé que no hay mucho avance. Pero tranquilos que ya la conti también va encaminada, lo importante es que ahora Tsuna y Hibari como que van rompiendo sus barreras. 

 

Pero....está el asunto de Hibari y Aria, que puede o no causar la tercera guerra mundial entre nuestro carnívoro y Tsuna.

 

 

Espero que les haya gustado, nos estamos leyendo!


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