Enma alistaba sus cosas para salir a pasear como le había dicho Skull, irían al puerto a sabe dios qué hacer pero el pelirrojo confiaba en que fuera una actividad divertida para todos. Traía puestos sus auriculares a decir verdad con bastante volumen tanto que no escuchó como llamaban a la puerta de su habitación, estaba tan inmerso con la canción que dejó de alistar sus cosas y empezó a cantar y bailar, si bien aquel estilo de música no iba mucho con su personalidad tímida al pelirrojo le encantaba. Entonces empezó a corear
-I want your bite, wanna feel your teeth on my neck –cantaba mientras bailaba sensualmente moviendo las caderas y poniendo una mano sobre su cuello- Wanna taste the salt of your sweat ahh- hizo un movimiento erótico con su boca mientras se meneaba lentamente- The way you’re making me hot –justo al llegar a esa parte de la canción con una de sus manos se tocó de forma muy sugerente desde el abdomen hasta el pecho-
Kozato continuó cantando y bailando, incluso simulando que hacía el baile del tubo con uno de los pilares de su enorme cama, seguía muy metido en lo suyo sin haberse percatado que un rubio había entrado y le observaba con un fuerte sonrojo en su rostro, con cierta parte de su anatomía un poco erguida al ver tales movimientos en el pelirrojo y todo empeoró cuando el chico empezó casi a gemir y en inglés pronuncio: Ohh baby just bite me! Seguidamente se volteó aún con los ojos cerrados y se mordió el labio mientras sus manos tocaban su pecho, una imagen malditamente sensual desde el punto de vista de Dino quien se hallaba shockeado y pronto se le unió Enma al verlo allí parado.
-Ho-hola Enma –dijo apenas el rubio evitando mirarle, el pelirrojo solo atinó a tomar sus sábanas y esconderse infantilmente-
-Si-siento mu-mucho que hayas visto e-eso –dijo Enma escondido en sus sábanas hasta que sintió una mano cálida que levantaba la sábana y su príncipe dorado le sonreía radiante-
-No te preocupes, será nuestro secreto –le dijo y le guiñó un ojo haciendo que Enma se sonrojara pero de igual forma asintiera fervientemente- Además cantas y bailas muy bien ¿me enseñas?
-¡¿QUÉ?! No bromees Dino-san eso no es bailar ni mucho menos cantar –dijo avergonzado y casi murió del susto cuando el rubio se acercó a él arrebatándole su celular- ¿Qué haces?
-Pues lo desbloqueo y escojo una canción al azar. ¡Listo! –dijo el rubio, Enma casi se desmaya al oír aquella canción que debió haber borrado ni bien Lambo se la había enviado, no era más ni menos que Crazy in Love pero la versión lenta y demasiado erótica de las películas masoquistas que a su amigo le gustaba mirar sino recordaba mal era 50 sombras de Grey- ¡Es lenta, podemos bailarla! –dijo alegre Dino jalando al pelirrojo y pegándole a su cuerpo empezaron el baile- (ahora denle play a la canción)
I look and stare so deep in your eyes,
Dino tomó de la cintura al pelirrojo, justo en ese verso Enma no pudo evitar mirar aquellos ojos celestiales que le fascinaban, apartó su mirada sintiéndose avergonzado pero el rubio rápidamente le sujetó del mentón obligándole a mirarle tal y como él mismo lo hacía, el jefe de los Cavallone bailaba acompasadamente con Enma sin perder el contacto visual.
I touch on you more and more every time
When you leave I'm begging you not to go,
Call your name two or three times in a row,
Such a funny thing for me to try to explain,
Los dos avanzaban por la habitación de forma lenta, sin dejar de observarse pronto el agarre de DIno sobre el pequeño pelirrojo se intensificó mandándole una corriente eléctrica por todo el cuerpo. Maldita canción pensó para sí mismo Enma pero no podía negar que lo estaba disfrutando enormemente al tener a Dino tan cerca de su cuerpo.
How I'm feeling and my pride is the one to blame.
'Cuz I know I don't understand,
Just how your love your doing no one else can.
-Enseñáme –le susurró al oído Dino, sin dejar de sujetar su cintura así como su mano en un baile deliciosamente lento mientras la letra les invadía a ambos-
Sólo por ese momento Enma se olvidó de todo y tan solo se centró en el ritmo, la letra y la respiración de Dino tan cerca suyo que le hacía estremecerse. Se dio la vuelta poniendo las manos del rubio sobre su pecho como si estuviese abrazándole desde atrás, movió sus finas caderas lento de un lado hacia el otro, pronto Dino le siguió en el movimiento. Ahora las manos de Enma se encontraban acariciando el cuello de su príncipe mientras mantenía los ojos cerrados. Dino estaba extasiado al estar tan cerca del pelirrojo, podía inhalar el dulce aroma que éste emitía, con una de sus manos acarició el rostro del muchacho y este suspiró tan sensual que le derritió por completo.
Got me looking so crazy right now, your love's
Got me looking so crazy right now (in love)
Cuando habían llegado a esa parte de la letra, ambos suspiraron. Dino con algo de rudeza volteó al pelirrojo para mirar aquellos preciosos ojos junto con el sonrojo del chico. Colocó su frente con la del menor, sus manos viajaron lentamente a la cintura de Enma y este se arqueó ligeramente al sentir la presión que ejercían las manos del mayor sobre su cuerpo.
Got me looking so crazy right now, your touch
Got me looking so crazy right now (your touch)
-Dios es tan lindo y sexy a la vez-no paraba de pensar Dino y recorría con más ganas aquel cuerpo, sus manos ahora habían tomado una de las piernas del pelirrojo pegándola a su cintura. Enma por su parte solo atinó a pegarse más a ese cuerpo con el que tanto había soñado volver a ver y tocar, que él le tocase todo aquello le estaba volviendo loco tal y como la letra lo decía.
Kozato igual de perdido que Dino, se acercó a él suspirando cerca de los labios del mayor quien apretó su muslo y emitió un gemido ronco. Enma sonrió al sentir eso, mirando fijamente al Cavallone con una de sus manos tomó su rostro y lo guió hasta su cuello, el rubio no lo dudó entonces lamió aquella zona, logrando que el pelirrojo se arqueara y le dejara más espacio que Dino no desaprovechó y le mordió.
-Ahh –gimió el pequeño pelirrojo mientras apretaba los hombros de Dino de los que se sostenía. Dino sonrió con placer y acarició el rostro de Enma-
-Hazlo tú también, si deseas –le susurró para luego continuar lamiendo el cuello exquisito de Enma, quien se acercó a su príncipe y le mordió sin consideración alguna. Ahora habían dejado de bailar pero la música les inundaba en todos sus sentidos
Got me hoping you'll page me right now, your kiss
Got me hoping you'll save me right now
Looking so crazy in love's,
Got me looking, got me looking so crazy in love.
Al escuchar lo último, Dino apartó a Enma de su cuello, ganándose una mirada confundida por parte del menor. Pero el pelirrojo no estaba preparado mentalmente para lo que sucedió, Dino le había elevado y él por acto reflejo había enredado sus piernas alrededor de la cintura del príncipe, quien sonrió complacido tocando los preciosos muslos del menor. Prácticamente le arrojó a su cama y como si fuera un depredador cazando a su presa, se posicionó rápidamente encima de él sin soltar su agarre firme sobre sus muslos.
Casi con desesperación se acercó al rostro del pelirrojo que respiraba agitadamente pero sin darle tiempo para procesar las cosas, Dino le besó hambriento con una necesidad insana que fue correspondida por el pelirrojo que se aferró al cuello de su camisa como deseando que nada de eso terminara. El rubio pronto metió su lengua en la cavidad contraria encontrándose con una lengua inexperta pero deseosa de danzar con la suya, las dos se entrelazaron perfectamente como si estuviesen destinadas a ello. Dino exploró cada rincón de aquella deliciosa boca haciendo que Enma suspirara por todo, se separaron pero aún les unía un fino hilo de saliva, ambos se miraban expectantes a la reacción que tendrían pero todo quedó en el olvido cuando Dino de nuevo se apoderó de los labios del pelirrojo quien gustoso le recibió y correspondió a su desbordante pasión, tanto así que abrió la camisa del rubio dejando que algunos botones volaran en el acto entonces acarició aquel pecho fuerte y marcado con vehemencia.
Dino por su parte sin dejar de besar al pequeño, subió la playera que este llevaba puesta acariciando su abdomen y logrando que Enma se arqueara y gimiera por la caricia. Su mano traviesa continuó acariciando esa zona mientras que sus labios abandonaban a los de Enma y se dirigían a su cuello para lamerle, el pelirrojo procedió a enredar sus piernas a la cintura de Dino acercándole más a su cuerpo provocando más fricción que les causó a ambos deliciosos escalofríos. Continuaron besándose, las lenguas no dejaban de acariciarse como si fuera una guerra en la que ninguna quería perder pero al final Dino ganó tomando el control absoluto sobre la boca de Enma mientras acariciaba las torneadas piernas del pelirrojo.
Estaban tan metidos en aquel beso y las caricias excitantes hasta que fueron interrumpidos por los toques incesantes en la puerta, Dino maldijo por lo bajo y a regañadientes se alejó de Enma quien parecía estar en la misma situación que él. Pero de igual manera bajó de la cama junto al rubio.
-¿Vendrás con nosotros al puerto? –preguntó Enma ilusionado-
-Sí mi pequeño pelirrojo. Luego hablaremos de esto ¿de acuerdo? –le dijo, besó su frente con ternura y saltó por la ventana del cuarto de Enma. Justo en ese momento Skull muy impaciente ya estaba por tirar la puerta hasta que el pelirrojo fue a abrirle, que ingenioso pensó…Dino en su momento de terror infantil le había puesto seguro a la puerta.
-¡Enma porqué no abrías! –le dijo desesperado el pelimorado-
-Estaba o-ocupado –dijo nervioso mientras se sonrojaba violentamente al sentir todavía las manos de Dino acariciándole pero no se dio cuenta que su celular seguía reproduciendo la canción así que corrió a ponerlo en pausa-
-No sabía que te gustaba esa clase de música-dijo Skull confundido pero Enma solo negó con la cabeza mientras le cambiaba de tema para que no sospechase. Muy dentro de él ahora amaba esa canción, solo deseaba poder estar de nuevo junto a su príncipe
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Mientras en la mansión de Varia que no se hallaba muy lejos de la mansión Vongola, un peliplata descansaba sobre el pecho de un fornido pelinegro con ojos color fuego. Luego de una sesión de sexo matutina, Squalo estaba sobre Xanxus los dos cubriendo su desnudez apenas con una fina sábana blanca que no dejaba mucho a la imaginación. El pelinegro acariciaba el hermoso cabello de su amante quien ronroneaba ante la caricia.
-Basura me ha dicho el viejo que iremos con los mocosos al puerto más o menos en una hora –dijo sin dejar de acariciarle-
-¡VOOI! Y me lo dices ahora jefe bastardo –dijo o más bien gritó Squalo pero fue acallado por un beso demandante de parte del pelinegro-
-Cálmate escoria, nos dará tiempo –dijo Xanxus mientras cargaba a Squalo estilo princesa y lo arrojaba a la tina que compartían-
-I-idota –mumuró Squalo avergonzado. El agua tibia empezó a llenar la tina mientras que los dos se devoraban la boca fervientemente, Xanxus al tener aquella vista de su tiburón desnudo y el agua resbalando por su cuerpo no esperó y volvió a besarle sin contemplaciones, el peliplata correspondía con la misma intensidad a la vez que el pelinegro jalaba su cabello haciendo que se arqueara entonces mordió su cuello casi hasta hacerle sangrar. Soy un jodido masoquista pensaba Squalo al haberle gustado que Xanxus le mordiera de esa forma, no pasó mucho tiempo hasta que tuvo al pelinegro embistiéndole salvajamente en la tina y él gimiendo escandalosamente porque le daba en ese punto que le hacía llegar al éxtasis.
-¡Ahh córrete para mí escoria! –le dijo con aquella sonrisa demente que solo él poseía-
-¡Mhnn ahh Xan-xanxus! –gritó Squalo y terminó corriéndose abundantemente así como el pelinegro que con unas cuantas embestidas más llenó su interior-
Squalo era atacado por espasmos en todo su cuerpo mientras Xanxus le sostenía, compartieron otro beso apasionada y finalmente procedieron a ducharse, todavía faltaba avisar a los otros que se irían de “paseo”
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Todos los guardianes del décimo capo ya estaban listos, se encontraban dirigiéndose a las limusinas que les llevarían hasta el puerto. Tsuna junto con sus guardianes iban en una sola, Dino y su familia en otra, Hibari iba solo con Kusakabe, los Arcobalenos iban juntos en una a excepción de Mammon que estaban con los Varia.
Los vehículos llegaron hasta el puerto, al bajar los jóvenes observaron el enorme yate que estaba frente a ellos, donde Nono Vongola junto con Nana y Iemitsu les saludaban instándoles a que subieran. Todos iban a hacerlo pero aún no llegaban los integrantes de Varia hasta que después de 15 minutos de espera, llegaron todos con su usual uniforme y con aquel porte elegante pero a la vez arrogante
-Si quieres llegaban más tarde-dijo Tsuna con burla mientras ofrecía su mano a modo de saludo a Xanxus-
-Escoria, lo mejor siempre se hace esperar –dijo con arrogancia estrechando su mano con la del castaño-
-A mí no me engañas, le estabas dando duro a Squalo ¿verdad? –le dijo muy bajito para que solo los dos escucharan, Xanxus ensanchó la sonrisa y asintió-
-No te creas tanto, basura –murmuró al final y todos terminaron de subir-
La embarcación era espectacular, espaciosa y con todo los lujos que se pudieran desear. Ocho mini cabañas se habían instalado en los laterales del yate, la decoración exquisita y tropical así como el centro de todo tenía la forma de un volcán dando la imagen alucinante como si estuvieran en un paraíso tropical.
Al entrar al centro-volcán como le habían denominado, había una enorme sala con sillones tapizados de color marfil, una televisión de plasma gigantesca reposaba en el centro de una pared como si fuera un mini cine. Al continuar avanzando solo en la planta baja también estaba la cocina repleta de lo más deliciosos manjares de todo el mundo, casi junto a ella estaba el imponente comedor con la insignia de Vongola reposando en una de las paredes, también estaban instaladas otras habitaciones. En la planta superior se hallaba una sala de juegos para que los guardines la disfrutaran, posteriormente habían unas cuantas habitaciones igual de lujosas que ya decidirían donde se quedarían cada uno pero ya estaban reservadas las habitaciones de la tercera planta, para los padres de Tsuna y su abuelo. En la parte posterior había una especie de terraza con una escalera, que conducía a dos pequeñas bases que tenían dos sombrillas blancas así como sillas para admirar la vista o para descansar si se deseaba. Por último había una piscina en medio de las cabañas, así como barandales rodeando el yate, todo el mundo quedó impresionado ante tal lujo
-Hijos míos disfrútenlo –dijo Timoteo con una sonrisa mientras sostenía una copa de champagne-
Los gritos de emoción no se hicieron esperar y empezó la contienda por las habitaciones. Los Varia se habían apoderado de la mitad de las habitaciones dentro del centro en la planta superior, la otra mitad fue ocupada por Dino y sus subordinados. En la planta inferior del centro se instalaron los Arcobaleno así como Hibari a regañadientes, pues era eso o dormir en las cabañas junto a los herbívoros ruidosos podría aceptar aunque sea a esos que se hacían llamar los más fuertes del mundo además de que eran habitaciones separadas. Reborn siendo parte de los Arcobaleno no se quedó en la zona que habían escogido sus amigos él compartiría habitación con Lambo quien ya tenía escogida su cabaña. Las cabañas se repartieron entre las parejas de los guardianes del décimo Vongola, solo Tsuna y Enma dormirían cada uno en su propia cabaña al no estar de pareja como sus amigos.
Una vez instalados y al haber acomodado sus pertenencias, el yate comenzó a avanzar recorriendo la isla a través de las cristalinas aguas del mar. Pronto las damas de la Famiglia Vongola salieron vistiendo sensuales trajes de baño, luciendo sus figuras. Haru y Chrome iban tomadas de la mano, así como Hana y Kyoko, los chicos les miraron y aplaudieron, como siempre Byakuran no dudó en lanzarles uno que otro cumplido que hizo que las chicas se sonrojaran tiernamente. Al final ellas se pusieron a tomar el sol tranquilamente mientras que Lambo fue el primero en inaugurar la piscina dándose un tremendo chapuzón, no tardaron en seguirle Aoba y Ryohei gritando eufóricos, los tres empezaron a jugar con una pelota felices disfrutando de los lujos.
Mukuro estaba recostado tomando el sol mientras que un pervertido Bykauran le aplicaba bloqueador solar en la espalda, con caricias sugerentes que hacían suspirar a la dulce piña. Gokudera y Yamamoto también entraron a la piscina para empezar una guerra con Lambo, Aoba y Ryohei. Tsuna les observaba divertido desde el borde de la piscina mientras conversaba con Enma, luego los Arcobaleno hicieron su aparición Reborn, Colonello, Skull y Fon solo con shorts dejando ver sus trabajados cuerpos de adonis, con fuertes brazos y abdominales perfectos mientras que Lal mostraba su maravillosa figura con un bikini de color azul.
Después llegaron los Varia, Bel y Fran también solo con shorts pero cargando más balones aunque Fran traía un salvavidas de color verde con unos dibujos de rana, milagrosamente no llevaba su sombrero puesto así que su verdoso pelo estaba libre y luciéndose, Squalo como siempre estaba pegado a Xanxus y ambos se pusieron a tomar el sol. Lussuria estaba haciéndolas de mamá en la cocina junto al chef preparando sándwiches para los niños y había arrastrado a Levi consigo aunque el pelinegro no hubiese querido irse con él.
Enma buscaba por todos lados a su príncipe hasta que al fin le vio salir, traía puestos unos shorts azul marino exhibiendo su perfecto cuerpo. El rubio le sonrió y con una seña le invitó a entrar a la piscina, el pelirrojo culminó su charla con Tsuna y corrió a su encuentro. La mayor parte de la mañana y hasta antes del almuerzo casi todos se la pasaron nadando o jugando con los balones en la piscina a excepción de Tsuna quien prefirió descansar en su cabaña.
El almuerzo transcurrió bullicioso como siempre se daba cuando toda la familia estaba junta, VOIIS de un lado a otro junto con Shishishis y la voz monótona de Fran que inútilmente decía que guardaran silencio. Solo pasaron unas horas para que nuevamente estuviesen en la pisicina divirtiéndose solo que ahora los mayores les acompañaban Xaxnxus y Squalo entraron así como Byakuran y Mukuro, estaban en una guerra Varia vs Vongola o cómo Xanxus expresó Varia vs Escorias, la competencia iba muy en serio al jugar volleybal acuático. Las chicas animaban a los Vongola mientras que Lussuria era la porrista de Varia, Tsuna por su parte solo les observaba mientras descansaba tranquilo en uno de los asientos cerca de la piscina, de pronto el balón salió volando hacia el mar. Todos concordaron en traer otro pero después alegaron que ese era el balón oficial y que había que traerlo de vuelta, no se ponían de acuerdo en quién iría hasta que Tsuna se ofreció
-Yo lo haré –dijo con simpleza, se quitó la playera que traía puesta quedando en unos shorts naranja y se dirigió a los barandales, se paró allí respiró profundo y saltó elegantemente, cayendo en el mar ante los vitoreos de todos. El castaño nadó tranquilamente hasta llegar al balón y lanzarlo con fuerza en dirección al yate donde lo recibieron y le agradecieron.
Justo en ese momento Hibari había dejado su habitación y salió para tomar algo de aire fresco, entonces vio al pequeño herbívoro nadando en el mar, por un momento pensó que podría pasar como una sirena al tener esas delicadas y femeninas facciones, solo se quedó admirándolo al igual que lo hacía Fon pero desde lejos.
Tsuna se sentía libre y feliz nadando en esas preciosas aguas hasta que sintió un calambre, intentó llegar cerca del yate para poder sujetarse de algo pero no pudo el dolor estaba en toda su pierna, se desesperó y empezó a agitar las manos en señal de ayuda, solo esperaba que le tomasen en serio. El balón nuevamente se había desviado por los asientos cercanos a la piscina y Lambo fue a recogerlo hasta que vio a Tsuna
-Yare yare Tsuna-nii lo hace de nuevo –murmuró-
-¿Otra vez lo del ahogamiento? –dijo Mukuro entre risas ya que más de una vez el castaño les había sacado un buen susto fingiendo ahogarse solo por diversión pero todos le perdonaban de igual forma porque en cierta parte lo hacía para que trabajasen en equipo o para comprobar su lealtad hacia él-
-Sí, pero parece que es en serio –dijo ya más preocupado Lambo al ver que el castaño agitaba las manos con fervor-
-¡Dame-Tsuna! –gritó Reborn pero nada- Mierda se está ahogando –dijo y ya estaba a punto de lanzarse al rescate al igual que Fon pero otro pelinegro se les adelantó-
Hibari Kyoya aun con traje de ejecutivo saltó del yate para rescatar al herbívoro que ya se estaba hundiendo, nadó rápidamente hacia él pero el castaño ya estaba sumergido bajo el agua. Él también se sumergió para agarrarlo, en esos tortuosos segundos donde Hibari no salía todavía todos los integrantes de la familia estaban desesperados hasta que por fin Kyoya salió del agua con el castaño entre sus brazos, todos suspiraron aliviados pero corrieron a la parte posterior para ayudar a Hibari cuando tuviese que subir. El pelinegro nadó con el castaño a cuestas y subió las escaleras con él hasta depositarlo con delicadeza en la base, le tomó el pulso y estaba muy débil entonces empezó a darle primeros auxilios juntando sus manos en el pecho de Tsuna apretando pero aún nada entonces no quedó más opción que darle respiración boca a boca luego de unos segundos el castaño reaccionó tosiendo y escupiendo agua mientras que Hibari se hacía a un lado sentándose dejándole espacio para que no se sintiera sofocado, en ese momento llegaron todos para ver cómo estaba fue entonces que Hibari se paró y empezó a alejarse del lugar, la vista de Tsuna se enfocó en él solo captando su silueta de espaldas desapareciendo y luego vio las caras preocupadas de todos sus amigos escrutándole.
-Necesita descansar –ordenó Reborn entonces le cargó hasta llevarlo al baño para que se diera una ducha caliente pues Tsuna empezaba a tiritar. Después de eso con ayuda de sus amigos fue llevado hasta su cabaña donde se entregó a los brazos de Morfeo hasta que llegó la hora de la cena. Se levantó sintiendo el cuerpo pesado pero no le dio importancia, entonces se encaminó al comedor donde todos le esperaban, su madre le asfixio con un abrazo mientras lloraba al igual que su padre, sus guardianes se mostraron preocupados y avergonzados de no haber podido ayudar pero él como siempre supo animarles y expresarles que no había sido culpa de ellos sino de él mismo por ser descuidado.
***********
Después de la cena, todos habían votado por ver una película para que se calmaran los ánimos y se recuperara el ambiente familiar, ameno y divertido. Tsuna les acompañó pero pronto se excusó con que quería descansar y que había sido un día pesado, los demás aceptaron y continuaron viendo la película pero Tsuna no fue a descansar, se dirigió a la parte posterior del yate donde Hibari le había rescatado y como si le llamara, el pelinegro estaba allí sentado bajo una de las sombrillas admirando la vista nocturna con la hermosa luna y las estrellas de acompañamiento.
-Sabía que estarías aquí –dijo y fue a sentarse a su lado-
-Hmm tus herbívoros son muy ruidosos –le contestó extrañado de tener una conversación con el castaño sin pelearse-
-Sí –dijo con una sonrisa- Yo…ehm gra-gracias por lo que hiciste hoy –dijo y se maldijo mentalmente por haber tartamudeado-
-Así que sí puedes ser amable –le dijo con una sonrisita burlona y antes de que el castaño reclamara expresó- No ha sido nada, debes tener más cuidado herbívoro –por un momento no se reconocía a él mismo, estaba siendo amable con ese herbívoro que le sacaba de quicio muchas veces-
-Sí lo tendré –murmuró mirando al piso-
-¿Quieres hmm caminar? –le dijo Hibari pues extrañamente no quería que el castaño se alejara-
-Ehh s-sí supongo –dijo más nervioso de lo que debería estar, Pero qué me pasa pensaba-
Los dos se levantaron, ya estaban saliendo del área posterior pero Tsuna iba tan metido en sus pensamientos que pisó mal y resbaló, antes de que cayese fue sujetado de la cintura por Hibari quien le miraba con una ceja alzada y una sonrisa burlona
-Qué te dije hace rato
-Cállate idiota, ha sido un accidente –le chilló enfadado al ver su expresión-
-Eres un herbívoro extraño –murmuró sin soltarle-
-Tsk ¡suéltame ya! –volvió a gritar y Hibari le soltó aun riéndose por sus expresiones. Pero justo en ese momento llegó Fon pensando que Kyoya estaba molestando a Tsuna-
-Acaso no te dije que no te metieras con Tsuna –le dijo molesto a su primo quien frunció el ceño ya que había arruinado el momento-
-Fon cálmate, no me estaba haciendo nada-le dijo Tsuna poniendo una mano en su pecho para que se calmara-
-Ya te lo ha dicho, solo conversábamos –dijo Hibari con molestia-
-Te lo advierto, no intentes nada en contra de él o sino yo
-Tú qué –le retó Hibari empujando a Fon mientras Tsuna era considerado solo como mero espectador-
-No me provoques –dijo Fon devolviéndole el empujón-
-Tú empezaste y ya te dije que nadie me da órdenes. Tsunayoshi solo conversaba conmigo ¿acaso eso te molesta? –le dijo con una sonrisa burlona-
-Tú…eres un –iba a arremeter Fon-
-¡Fon ya basta! ¡Hibari-san tú también! –gritó el castaño con el destello naranja surcando su mirada- Compórtense porfavor –les exigió con seriedad- Fon vuelve a la sala con los demás, ahora te alcanzo
-Pero –quiso alegar el pelinegro pero Tsuna solo le miró fijamente y el pelinegro aun molesto, se alejó del lugar-
-Siento las molestias –le dijo a Hibari- Gracias por lo de hoy pero eso no significa que tú y yo ahora estemos en buenos términos
-Lo mismo digo herbívoro
-Hasta hace un momento era Tsunayoshi ¿no? –le dijo hastiado al ser llamado herbívoro de nuevo- Idiota
-Te llamo como se me dé le gana-le dijo recobrando su actitud irritante desde el punto de vista de Tsuna-
-Ya volvió el petulante y arrogante, me largo-dijo Tsuna alejándose y refunfuñando al haber pensado que el pelinegro cambiaría solo un poco-
-Adiós, Tsunayoshi –dijo Hibari y Tsuna se tensó por un momento al escuchar su nombre de los labios de aquel hombre, sin saber porqué su corazón latió rápido pero ignorando ese sentimiento siguió avanzando hacia la sala aunque en su mente solo escuchaba su nombre siendo pronunciado por Hibari Kyoya-
Tsuna por fin llegó a la sala donde le hizo una señal a Fon para que saliera y le diera una explicación sobre lo sucedido
-Me quieres explicar qué demonios te sucedió allá abajo –le dijo molesto-
-No quiero que él te lastime, entiende –dijo Fon acariciando su rostro-
-Puedo cuidarme solo –le expresó apartando su mano-
-Eres muy preciado para mí Tsuna y lo sabes, solo quiero que estés bien y que no te hieran de nuevo –dijo y sin contenerse abrazó al castaño quien lentamente le correspondió-
-Lo sé pero no es la forma –murmuró entre sus brazos-
-Perdóname ¿sí? –pidió Fon con sus dos manos acariciando el rostro de Tsuna-
-Sí, te perdono tonto Fon –dijo con una risita y el pelinegro le abrazó de nuevo-
Ahora era el turno de Hibari de ser quien viera la escena, le hirvió la sangre que el herbívoro se dejara tocar de esa forma y que sonriera tan bobamente. Otra vez Sawada Tsunayoshi le sacaba de sus casillas aunque detestaba que el castaño fuera de esa forma con su primo, más le molestaba que Fon quisiese algo con el herbívoro, se suponía que ellos estaban comprometidos. El castaño era suyo, cuando se dio cuenta de hacia dónde iban sus pensamientos se abofeteó mentalmente e intentó convencerse de que estaba equivocado, que Tsuna era el que seducía a su primo en busca de la aceptación que él nunca le dio. Mientras más lo pensaba menos se convencía y solo quedaba el pensamiento y las imágenes de Tsuna y su deseo de tenerlo solo para él.