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Nuestro complicado y loco amor por FujoShi4Ever

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Notas del capitulo:

Hooliiiii

Sí soy un desastre por recién actualizar. Ay pero piedad (?) Esta materia que llevo ahora (Costos) es un poquitin dificilonga y bueno he estado con algunos problemas familiares pero en fin, ya les traje el nuevo capítulo.

Tranquilos también habrá el domingo hehe para compensar lo de la semana pasada.

 

Espero que les guste mis amadas criaturas que se toman su tiempo para leerme y por supuesto un MEGA AGRADECIMIENTO A TODAS LAS PERSONITAS QUE ME DEJAN REVIEW!

¡Gracias beshezas,me hacen muy feliz!

 

Sin más...¡A leer!

La mañana siguiente llegó más tranquila pero no para todos, en especial para Hibari Kyoya quien ni bien despertar visualizó como su primo iba abrazado del herbívoro hacia el comedor para el desayuno. El día empezaba mal y no parecía prometedor, el pelinegro hizo que su fiel asistente Kusakabe le llevara el desayuno a su habitación, ni muerto compartía con toda esa manada de herbívoros.

El desayuno transcurrió ruidoso como todas las veces mientras que Tsuna buscaba con la mirada a cierto pelinegro que le había salvado el día anterior pero no lo encontró nunca, tan solo a su asistente que se llevó una porción de comida, todo esto bajo la atenta mirada de Fon quien se sentía molesto de que Tsuna buscara al patán de su primo.

Aquella mañana Tsuna decidió entrar a la piscina junto con sus amigos para divertirse y disfrutar del yate mientras que Hibari Kyoya le observaba desde su habitación con cierta molestia por los pensamientos que le generaba al ver su esbelta figura con aquel traje de baño azul que se apretaba a la cintura del castaño, era estúpidamente hermoso y sensual.

Pronto empezaron a tener hambre de nuevo y el almuerzo todavía no estaba listo por lo que Tsuna salió a solicitar que les llevaran bocadillos a la piscina, al entrar chocó con Hibari quien lo miró con una ceja levantada pero sin perder detalle de las finas gotas de agua que recorrían el cuerpo del castaño.

-Hazte a un lado, idiota-pidió amable el castaño-

-Herbívoro inútil –murmuró Hibari molesto sin dejarle pasar-

En ese momento Tsuna empujó con bastante fuerza a Hibari y este no dudó en coger a Tsuna del brazo arrastrándolo cerca de su habitación para acorralarlo en una pared mientras que el castaño le miraba reprobatoriamente.

-Discúlpate –ordenó Kyoya mirando fijamente al castaño-

-No lo haré, no tengo porqué imbécil –dijo sin dejar de mirarlo directamente-

-He dicho que te disculpes –dijo Hibari acercándose más a Tsuna casi sintiendo su respiración cerca de su rostro-

-No lo haré –respondió él también acercándose, ambos estaban con aquella mirada fiera que les caracterizaba casi a centímetros de que sus labios ansiosos se tocasen hasta que Fon apareció en la escena apartando bruscamente a Hibari y alejando a Tsuna-

-Te dije que te alejaras de él –murmuró enfadado Fon-

-Y yo muy bien te expresé que NADIE me da órdenes

Fue cuestión de segundos en que Fon se lanzó al ataque contra Hibari, con una poderosa patada dirigida al abdomen del segundo quien esquivo con una maliciosa sonrisa en su rostro. Fon no aflojó los ataques, los puñetazos iban y venían mientras que habían dejado de lado a Tsuna quien estaba furioso al ver que lo trataban como una damisela en peligro, de inmediato aprovechó que los dos iban a lanzarse el uno contra al otro y le dio un codazo a Hibari mandándolo contra la pared y una patada elegante a Fon quien cayó estrepitosamente al piso tosiendo y en un momento le acompañó Hibari ya que los golpes del castaño les había sacado casi todo el aire de sus pulmones.

-¡CÁLMENSE PAR DE IDIOTAS! –gritó- ¡NO OLVIDEN QUIÉN ES SU JEFE! –culminó y les dejó, avanzando a grandes zancadas hacia la piscina donde sus jóvenes amigos se le acercaron-

-Tsunayoshi-kun~ -dijo Byakuran con su habitual tono meloso- ¿Pasó algo?

-Los Hibari me tienen hasta la hostia-murmuró enfadado y de un salto ingresó a la piscina para entretenerse jugando con Lambo y otros de sus guardianes-

-Kufufufu los idiotas tratan al Jefe como si fuera una chica en apuros –murmuró divertido el guardián de la niebla junto a su pareja quien también sonreía-

-Tsk al final ni pedí los bocadillos –dijo Tsuna-

-No te preocupes Tsuna, yo iré a pedirlos –dijo Enma y partió-

Al llegar a la cocina encontró al chef y le solicitó su pedido, este muy amable accedió preparando la comida rápidamente y procedió a llevarla a la piscina mientras que el pelirrojo se quedó dentro del centro esperando encontrarse con su príncipe para aclarar lo de su situación. Definitivamente el cielo le quería, pues de inmediato apareció el dueño de sus fantasías con una playera ajustada a su perfecta figura junto a unas bermudas que le sentaban de maravilla.

Ni bien le vio allí, Enma por acto reflejo quiso abrir la boca pero el rubio se le adelantó besándolo con maestría y sensualidad, sus manos sujetaban firmes la cintura del menos mientras que este se aferraba al cuello del rubio, este no tardó en elevarlo y subirlo al mesón de la cocina. Las manos de Dino recorrieron el mojado cuerpo de Enma, rozó sus pezones provocando que el pelirrojo gimiera por el acto cortando el apasionado beso que llevaban pero eso fue lo más sublime que Dino había escuchado en toda su vida, quería más de esos preciosos gemiditos de esas expresiones adictivas que solo el provocaba.

-Dino-san espera, dijiste que hablaríamos de esto ¿recuerdas? –dijo el pelirrojo-

-Lo sé, ¿pero quieres que te diga lo obvio? Me gustas, me encantas, tus labios son el manjar más dulce que he probado en toda mi vida. Me pone como loco imaginar que alguien más toque estos preciosos labios-le susurró mientras que sus manos tocaban sus labios-

El pelirrojo estaba rojo como su cabello mientras asentía fervientemente y se apegaba más al cuerpo del príncipe.

-Tú también me gustas Dino-san pero… Tenemos que salir antes de ir más allá –pidió avergonzado mirando hacia otro lado cosa que provocó ternura en Dino-

-¿Me dejaras conquistarte piccolino? –dijo sonriendo mientras acariciaba el rostro del pelirrojo-

-S-sí, digo si tu quieres –dijo juntando sus manos nerviosamente-

-Por supuesto que quiero, mi bello Enma –dijo dándole un beso en la mejilla- Ahora que eso está decidido vamos con tus amigos, me apetece un chapuzón –dijo y le guiñó el ojo al mismo tiempo que se quitaba la playera ante la atónita pero no menos lujuriosa mirada del pelirrojo quien solo tragó duro al ver de nuevo ese escultural cuerpo-

-Vamos entonces –articuló con dificultad intentando no mirar a Dino-

-Espera, antes de eso –jaló al pelirrojo para aprisionarlo entre sus fuertes brazos y luego procedió a darle un beso cargado de pasión, juntando su lengua con aquella lengua juguetona que ya tenía un poco más de experiencia y podía seguirle el ritmo.

Los dos terminaron el beso y se miraron cómplices para luego ir de camino a la piscina donde todos disfrutaban la mañana, menos Skull a quien no le agradó ni un ápice que Enma estuviese al lado de Dino pero se tragó el enojo y corrió a encerrarse a su habitación.

 

*************

 

Mientras tanto con Fon y Hibari, ambos estaban recuperándose pero sin dejar de matarse con la mirada.

-Él es mío-dijo Fon levantándose al igual que su oponente-

-No veo que lleve tu marca, mi querido primo –expresó Hibari con burla incorporándose también-

-Maldito –murmuró Fon- Él no es mercancía para ser marcado, pero que se puede esperar de ti

-Por favor, mis estándares son demasiado altos como para que ese herbívoro algún día los alcance.

-Tú no estás a su altura y jamás lo estarás-le dijo Fon y procedió a irse dejando al pelinegro menor enfadado puesto que los celos le consumían-

 

Fon fue hacia la piscina con la esperanza de arreglar las cosas con Tsuna pero este ni le prestó atención hasta que el magnífico hombre de cabello trenzado le sacó bruscamente de la piscina y le llevó a un lugar apartado

-Lo siento de nuevo pero no tolero verte cerca de él –fue rápido y directo-

-No quiero que hagas esas estupideces de nuevo. Puedo defenderme solo, así que ya basta

-Está bien Tsuna –dijo mirándolo con ternura- Sabes que eres lo más preciado para mí –dijo y le dio un beso en la frente al castaño quien se sonrojó involuntariamente por el contacto, cuando era un niño Fon solía hacer eso cuando le protegía pero ahora se sentía diferente. Su corazón latió ligeramente más rápido pero nada como cuando latía desbocado cuando Hibari le tocó las cicatrices o cuando pronunció su nombre-

-Fon –dijo y suspiró por la cercanía que había entre ellos ahora puesto que el pelinegro ahora le abrazaba mientras que una de sus manos le sujetaba de la cintura, lentamente tomó el rostro de Tsuna y empezó a acercarlo al suyo sin perder detalle de la expresión del castaño quien estaba nervioso pero cerró los ojos esperando el contacto, sus labios por poco se juntaron pero Tsuna se apartó avergonzado, Fon pensó que era porque ellos nunca habían hecho algo como aquello pero estaba totalmente equivocado. Tsuna estaba en un shock completo porque al haber tenido ese casi beso que al final no lo fue, no vio a Fon, su mente y su cuerpo vieron a Hibari Kyoya por ello dejaron que Fon se acercara, ambos se parecían tanto físicamente  pero con las personalidades eran distintas. Lo importante era que él vio a Hibari más no a su amigo y protector.

-Lo-lo siento –dijo avergonzado e intentó huir pero el fuerte agarre del pelinegro no le dejó irse-

-Voy muy en serio Tsuna, me gustas –le soltó como si nada mientras que el castaño intentaba  procesar todo aquello- Piénsalo mi pequeño, pero no me rendiré y haré hasta lo imposible para conquistar tu corazón-dijo mirándolo fijamente para después irse dejando a Tsuna aturdido quien solo tocó sus labios que casi habían sido besados pero al parecer no por quien su mente y cuerpo deseaban-

Desde una esquina Hibari Kyoya había visto todo, casi derribó la pared al ver esa escena. No podía creer lo que sus ojos veían, un poco más y el imbécil de su primo habría besado al herbívoro. Y eso qué intentó convencerse de que no le importaba pero su mente estaba repleta de pensamientos sobre Tsuna, sus celos le estaban matando y lo peor es que no podía hacer nada sin intentar matarse con el castaño en el proceso. Se retiró a su habitación y dio un portazo que hizo estremecer a todo el yate, en definitiva estaba muy molesto.

 

*************

 

La tarde llegó en aquel domingo mientras que Tsuna meditaba en su cabaña intentando pensar claramente pero todo el jaleo que se armó fuera no lo dejaba. Reborn había llegado con una de sus maravillosas ideas de competencia al estilo Vongola.

-Esto no terminará bien-murmuró para sí mismo-

-¡Muy bien todos a la cubierta!-dijo Reborn fuerte y firme, hasta que Tsuna obligadamente tuvo que salir de su ambiente tranquilo- Ahora jugaremos por equipos, será una competencia sana y sin violencia-expresó con su sonrisa más sádica haciendo temblar a más de uno-

-¿De qué hablamos Reborn-san? –preguntó Gokudera sentado en las piernas de Yamamoto-

-Pues formaremos equipos y jugaremos algo muy divertido llamado El Fortín , cada equipo tendrá un banderín que les identifique, dividiremos el territorio y quien tome la bandera de  otro equipo y la lleve hasta su territorio gana pero aquí viene lo interesante todos podemos usar nuestras habilidades además de que el banderín no se queda en un solo lugar, los miembros del equipo podrán pasárselo para evitar que se los quiten. Por lo que será un sano enfrentamiento –concluyó ocultando su mirada tras su fedora-

-¡Yay yo quiero! –expresó feliz Byakuran mientras que los Varia asentían y traían en sus rostros esa mirada asesina y psicópata que los caracterizaba-

-¿Cómo decidimos los equipos? –dijo Tsuna un tanto animado, ya que podría golpear a alguien para sacar su frustración y para despejarse de todo el lío amoroso de su cabeza-

-Ya los decidimos dame-Tsuna, Varia, tú junto a dame Dino y tus guardianes y pues nosotros los Arcobaleno –dijo orgulloso el hitman con una sonrisa siniestra en su rostro al igual que Colonello, Lal, Skull y Fon quien no sonreía tan siniestramente-

-Interesante, viejo –soltó con burla Tsuna mientras que Reborn casi le asesinó con la mirada, solo el castaño podía hablarle de esa forma. Pobre del que se atreviera a decirle algo a él Reborn el mejor hitman de todo el universo-

Los equipos rápidamente se posicionaron, ya habían decidido que el territorio de cada uno sería las habitaciones que ocupaban en conjunto. Las chicas eran las jueces y quienes darían el disparo que indicaba que la guerra inofensiva empezaba, Haru fue quien tomó el arma y todos se miraban como depredadores, el disparo sonó.

Los primeros en atacar fueron los integrantes de Varia lanzándose contra los Arcobaleno, pero no fue tan buena idea cuando los Chaos Shot de Reborn les invadían mientras que el hitman sonreía complacido, Fran y Mammon creaban una ilusión para Fon pero el maestro en artes marciales no perdía la concentración de la realidad  sin caer en la ilusión. Lal y Colonello disparaban y en el caso de Lal peleaban a puño limpio con Lussuria, Levi y Belphegor.

El equipo de Tsuna aprovechó para atacar al grupo con menos ventaja que en esos momentos parecían ser los Varia, Lambo rápidamente tomó el banderín de la cintura de Lussuria quien gimió dramáticamente pero el pequeño pelinegro escapó con el banderín en sus manos corriendo y lanzándoselo a quien se le cruzara primero quien fue Yamamoto que en ese momento se dispuso a pelear con Squalo, no sin antes lanzar el banderín a Dino quien corría junto a Enma. Skull les cerró el paso

-¿A dónde? –preguntó divertido pero se lanzó al ataque contra Dino quien pasó el banderín a Enma-

El pelirrojo corría hacia las cabañas pero no contó con que Reborn  y Xanxus iban detrás suyo disparándole, justo en ese momento apareció Tsuna en modo hyper protegiendo a su amigo y dándole el chance al pelirrojo para que lograra llegar hasta su territorio. El castaño les sonrió a ambos mientras que creaba un mini X-Burner para hacerles retroceder, Enma lo había logrado, tenían el banderín de Varia lo que significaba que ellos salían de la contienda.

Tsuna pensó que ya solo quedaba la pelea contra Reborn pero vio que ahora el banderín de su equipo estaba en las manos de Lal quien había logrado patear y casi noquear a Ryohei junto con Colonello mientras que Koyo todavía les daba pelea. De inmediato Skull tomó el banderín de Tsuna y corrió hacia las habitaciones que ellos ocupaban

-Gokudera-kun, Yamamoto, Byakuran deténganlo y tráiganme ese banderín-ordenó el décimo capo mientras que se disponía a quitarle el banderín a Reborn quien no le iba a dejar nada fácil tomarlo-

El pelinegro con fedora corrió a su territorio seguido de Tsuna quien ya casi lo alcanzaba, la mayoría corrió hacia ellos ya que esa era una pelea de titanes que valía la pena observar y no era para menos pues Reborn y Tsuna ahora peleaban a puño limpio sin ningún tipo de armas

-¿Te rindes ya dame? –le preguntó con sorna-

-¡Ni creas!-dijo Tsuna con una sonrisa burlona en el rostro, se disponía a darle un puñetazo a Reborn hasta que sintió cómo dos erizos gigantes destrozaban casi toda la estructura interna e iban dirigidos a él. Todos esquivaron como pudieron hasta que vieron a dueño de semejante desastre que no era nada más y nada menos que Hibari Kyoya, quien no había participado en la contienda pero aprovechó el momento para sacar su ira y frustración contra el castaño por casi haberse dejado besar por Fon.

El juego inofensivo había terminado, ahora la pelea era muy en serio Tsuna estaba muy cabreado al haber sido atacado por su peor enemigo. El pelinegro no cesó en su ataque y pronto tuvo a la mano sus queridas tonfas y se lanzó a golpear al castaño, este aún en el modo hyper le devolvía con mayor fuerza cada uno de sus golpes. Hibari lanzó a sus erizos nuevamente pero Tsuna cansado de esas molestas cosas no tardó en elevarse y en menos de un segundo cuando parecía que ambas bolas de púas metálicas iban a alcanzar al castaño

-No hay escapatoria-susurró Hibari mientras que todos los espectadores sonrieron silenciosamente y solo observaron a su jefe-

Los dos erizos iban hacia él y con una de sus manos encendió su flama, fue como atrapar una pelota para él. En segundos hizo añicos a los dos erizos que solo quedaron en cenizas ante la atónita mirada de Hibari Kyoya, pero este pronto recuperó la compostura y se lanzó nuevamente a atacar al castaño con sus tonfas, ambos estaban muy enojados el uno con el otro por razones parecidas que no admitirían nunca

-Para con esto ahora, si yo quiero puedo asesinarte ahora mismo –le dijo Tsuna en un tono frío y atemorizante-

-Los carnívoros se devoran a los herbívoros como tú –dijo con una sonrisa mientras logró asestarle un golpe al abdomen de Tsuna quien solo retrocedió unos pasos-

-Te mostraré un verdadero golpe –dijo con superioridad y sin encender sus flamas, corrió hacia Hibari y le pateó en el abdomen haciendo que el pelinegro hiciese una mueca de dolor mientras se retorcía en el aire, Tsuna se colocó detrás de él y le dio un codazo en la espalda haciéndole caer de rodillas en el piso- Así se golpea Hibari Kyoya –le dijo mirándolo desde arriba, cosa que enfureció a Hibari por lo que como pudo se irguió para seguir dándole pelea al castaño-

-Nada mal para un herbívoro-le dijo entonces soltó sus tonfas dándole la señal de que en ese momento la pelea era sin armas ni flamas. Tsuna lanzó sus X-gloves que fueron atrapados por Lambo, ambos hombres se miraban fijamente hasta que Tsuna fue quien corrió hacia Kyoya que saltó evadiendo su ataque, mientras estaba en el aire el castaño fue más ágil y le dio una patada que dio de lleno en el lastimado abdomen de Hibari, estaba tan confiado que se sorprendió cuando el pelinegro ignorando su dolor tomó su pierna que aún permanecía estirada y le hizo dar un giro mandándolo al piso. Ambos cayeron y la sangre se hacía presente, Tsuna tardó un poco en incorporarse  pero de nuevo fue más rápido que Hibari, entonces le dio un golpe en el hombro derecho mientras que el pelinegro atacó sus costillas.

Iban a seguir en ello hasta que un disparo les detuvo, era Reborn quien muy serio se acercó a ellos

-Ya basta por hoy. Hibari has arruinado el juego, cada quien a su habitación o lo que quede de ellas-dijo y todo el mundo prácticamente huyó de la escena- Tsuna, Nono ha dicho que no puedes vivir golpeando a Hibari, ¡intenten llevarse bien maldición!-les dio una reprimenda como si fuesen niños y se largó a su cabaña junto a Lambo-

-¡Estarás contento imbécil! –dijo Tsuna demasiado molesto-

-Da igual, solo quería probar tu fuerza. Tú no eres mi Jefe y no tengo porqué servirte ni obedecerte –le dijo despectivo y procedía a retirarse cuando Tsuna le tomó del brazo con tanta fuerza que por un momento sintió que se lo fracturaría-

-Está bien que te metas conmigo pero no les arruines la diversión a mis amigos. Tú no eres el centro del mundo –le dijo mortalmente serio-

-No me importan, ni tú ni tu manada de herbívoros-prosiguió zafándose del agarre-

-Cuida tus palabras Hibari Kyoya, puedo asesinarte aquí mismo-murmuró con voz tétrica, ambos iban a entrar en una pelea devastadora de nuevo hasta que Fon apareció y susurró algunas palabras en el oído de Tsuna que Hibari no alcanzó a escuchar pero se enfureció al ver la sonrisa del castaño tras escuchar a Fon. Le ignoró y se fue junto a su primo hacia su cabaña-

-Maldito Fon –dijo entre dientes- Maldito herbívoro que me hace sentir de esta forma-dijo para sí mismo mientras se apretaba tan fuerte los puños hasta el punto de hacerlos sangrar. No se quedó más y volvió a lo que quedaba de su habitación-

 

 *************

 

Esa misma noche todos volvieron a la mansión Vongola pero en mini botes con muchas comodidades, ya que el yate había quedado hecho polvo con la destrucción ocasionada por Tsuna y Hibari. Nono Vongola suspiraba cansado mientras que todos guardaban silencio, se suponía que aquello era una forma de distraerse y pasarla bien pero terminó siendo un desastre. Tsuna se sentía de lo peor al haber caído en las provocaciones de Hibari, mientras que este solo ideaba planes para asesinar a su primo.

Una vez llegaron y desempacaron, el Noveno llamó a una reunión general a todos los integrantes de la Familia así como a los aliados Cavallone. Como Nono lo había prometido, los guardianes así como Tsuna asistirían a la Academia de Mafiosos de Italia pero eso no era todo.

-Les he convocado porque tengo noticias importantes-empezó el anciano- En primer lugar estoy decepcionado de que no hayamos podido culminar el fin de semana de la mejor manera pero bueno espero no tener más decepciones como esta –dijo mirando a Tsuna y a Hibari quienes se miraron furiosos el uno al otro- En segundo lugar mañana todos empiezan la escuela –dijo ya sonriendo-

-¡Sii! –exclamó Lambo-  Yare yare aunque tendré tareas de nuevo –murmuró al final ganándose un codazo de parte de Gokudera-

-Pero he dicho que TODOS irán-todos le miraron sorprendidos mientras que el Noveno no quitaba esa sonrisa de su cara- Reborn-kun y sus amigos irán con ustedes, así como Dino-san y Hibari-kun y por supuesto el escuadrón de Varia –expresó-

-¿QUÉ? –fue el sonoro grito de todos los presentes incluyendo los nombrados-

-Pues claro, queremos que estén seguros. Además así será más divertido –continuó Nono- He conseguido que Reborn-kun con sus amigos sean admitidos como estudiantes universitarios al igual que Dino-kun. Y para ti Kyoya-kun te reservé tu antiguo puesto de Presidente del comité disciplinario, bueno aunque creo que siempre fue y será tuyo. Por otro lado  Xanxus, Squalo, Fran, Belphegor serán estudiantes de secundaria mientras que Lussuria y Levi-san estarán de servicio en el comedor –murmuró Timoteo y se escuchó el clásico Kyaa de Lussuria que ya decía que serviría y haría la comida con mucho amor para los niños-

Todos estaban procesando las palabras del Noveno, Tsuna estaba hastiado ya que tendría a ese demente en la escuela pero esperaba que se ocupara de sus problemas y le dejara en paz de una buena vez, Reborn era quien estaba más entusiasmado con la idea de ser universitario además de que estaría cerca de su vaquita. Nadie se quejaba menos un par que se odiaban a muerte pero lo tolerarían porque debían hacerlo.

-Los uniformes para Tsuna-kun y sus amigos y amigas están en sus habitaciones. Los Arcobaleno  y Dino-kun no usarán uniformes ya que van al pabellón universitario que conecta con la secundaria donde estarán juntos mi nieto, sus guardianes y Hibari-kun que tiene las oficinas del comité disciplinario allí mismo. Eso es todo, pueden retirarse –dijo amable mientras cada uno se iba emocionado pensando en que a la mañana siguiente estarían en la Academia, retomarían su estilo de vida casi normal de Japón-

Tsuna estaba emocionado y a la vez alterado de tener que estar en el mismo lugar junto a Hibari Kyoya, esperaba que se topasen lo mínimo posible. Aquella noche apenas pudo admirar el precioso uniforme de color guindo colgado en su habitación, con bordes blancos y la insignia de la escuela bordada en el bolsillo izquierdo cerca del pecho.

Mientras tanto Enma daba grititos de felicidad al saber que estaría junto a Dino, bueno no tan juntos pero al fin juntos. El rubio le había prometido que se verían en cada receso o que incluso se saltaría clases para estar junto a él, Enma no cabía en más felicidad.

Reborn estaba más que satisfecho por la decisión del Noveno, aún si este no pensaba en aquello habría encontrado la forma de colarse a la Academia para vigilar de cerca a Lambo. Fon y Skull también se hallaban contentos con la noticia ya que estarían cerca de quienes amaban con tanta devoción además de que les favorecía la conquista.

 Entonces la anhelada mañana de lunes llegó, las clases iniciaban a las 8 de la mañana. A las 7 ya estaban todos los nuevos estudiantes desayunando en el amplio comedor de la mansión Vongola, una vez terminada esa tarea pasaron a acomodarse en lujosas limosinas que les esperaban afuera de la mansión y que a su vez les conducirían hasta la academia. Nono, Iemitsu y Nana les despedían agitando fervientemente las manos, deseándoles suerte.

-¡Waa primer día de escuela! –gritaban las chicas emocionadas de conocer a nuevas personas y de retomar sus estudios-

-Yare yare Haru-nee y todas están muy emocionadas. ¿Qué hay de ti Tsuna-nii?

-Pues también lo estoy, estaremos en la misma clase. A excepción de Reborn y los demás. Me pregunto cómo se comportaran los Varia en una escuela –dijo pensativo mientras que en otra limosina-

-¡VOOOIIII! ¡Estaremos junto a los mocosos! ¡Escuela mis pelotas! –decía Squalo enfundado en según él, el uniforme más soso que había visto en su vida-

-Cálmate basura, será divertido. Además hace cuánto que no pisamos la Academia, esas escorias deben recordar quién manda-murmuró Xanxus con una sonrisa siniestra-

Cada una de las limosinas llegó a la imponente Academia de Mafiosos, que estaba  abarrotada de estudiantes corriendo de aquí para allá buscando llegar a los salones a la clase correcta. De pronto todo el alboroto cesó al ver como bajaban Tsuna y sus guardianes, posteriormente Reborn junto con sus amigos y Dino, finalmente el escuadrón de Varia. Todos juntos daban una vista impresionante de un grupo visiblemente poderoso, cada uno avanzó mientras que los estudiantes les abrían paso murmurando Es el décimo capo, Ha vuelto de Japón, Sus guardianes le acompañan, Xan-xanxus gritaron algunos con temor que dio satisfacción al pelinegro, I prescelti Sette pero no son todos ellos, Cavallone Dino está con ellos.

Ignorando las curiosas miradas y comentarios hacia ellos, consiguieron llegar hasta sus salones. Reborn y los demás pronto se separaron de Tsuna y sus guardianes deseándoles suerte aunque no la necesitaran. Al que no habían visto era a Hibari Kyoya pero no sabían que el mencionado estaba en la escuela desde las 7, revisando papeles y poniendo en orden lo que el inútil de su reemplazo había hecho en su ausencia. A su lado estaba su fiel Kusakabe ayudándole y siguiendo sus órdenes.

Tsuna entró a su clase provocando Kyas y sonrojos de parte de la población femenina así como de la masculina, por la belleza que poseía. Similar fue la situación al ver cómo entraban sus guardianes junto al escuadrón de Varia, incluso su profesor se vio intimidado ante la presencia de tan importantes y peligrosas personas. La mañana transcurrió relativamente tranquila hasta que a Lambo de gracioso se le ocurrió empezar a molestar a Fran haciéndole gestos, que el ilusionista devolvía pero más tétricos.

-Lambo compórtate-murmuró bajo Tsunayoshi pero el pelinegro le ignoró vilmente y empezó a arrojarle bolitas de papel a Fran quien le respondía de igual forma- ¡Oi Lambo! –elevó la voz y solo bastó aquello para que su profesor le mirase reprobatoriamente y le mandase con un reporte para que le dieran un castigo en el comité disciplinario-

A regañadientes y mientras fulminaba a Lambo con la mirada, salió del salón hacia la dichosa oficina del comité deseando con todas sus fuerzas que Hibari no estuviese allí pero no la vida no lo quería. Ahí estaba sentado su peor enemigo del presente y pesadilla del pasado, le odiaba demasiado pero también sentía aquella inusual atracción por él, entró sin tocar y se sentó en uno de los sofás que adornaba el espacio.

-¿No sabes tocar, herbívoro? –dijo Hibari sin apartar la vista de unos papeles-

-He venido por el castigo, por estar hablando en clase –dijo enfurruñado –

-Vaya, así que causando problemas desde el primer día –dijo burlón el pelinegro-

-¡No ha sido mi culpa, cabrón! –se exaltó de inmediato gritándole a Hibari quien sonrió divertido al ver la reacción del castaño- Eso me pasa por andar de buen hermano y compañero-murmuró para sí mismo pero no tardó en ver la sonrisita socarrona en el rostro del mayor, eso definitivamente le sacó de sus casillas así que no dudó en lanzar una patada al pelinegro que este esquivó. Posteriormente elevó su puño hacia el rostro de Hibari pero este fue detenido en el aire por el mayor, quien ejerció demasiada fuerza en el agarre lastimándole ligeramente la muñeca

-Veo que sí necesitas ser castigado –dijo mientras aplicaba más fuerza-

-¡Y una mierda tu castigo! –le soltó con furia el castaño queriendo liberarse, en realidad podía hacerlo pero se lo impedían esos ojos azul metálico clavados en su persona, sin perder detalle. Su estúpido corazón latía desbocado al ver como el pelinegro le acercaba a tal punto de que casi se rozaban nariz con nariz

-Hmph tendré que enseñarte a callar esa pequeña boca sucia que tienes –dijo relamiéndose bajo la atenta mirada del menor quien al escucharle ya iba a replicar con otro improperio pero las palabras murieron en su garganta, ya que los labios de Hibari Kyoya estaban sobre los suyos en un beso fogoso. Sus manos golpearon al pecho de Kyoya buscando alejarlo pero esto solo hizo que el pelinegro le tomara con más fuerza, además de que sujetara su cintura. Pronto las manos de Tsuna dejaron de resistirse así como él mismo y para gusto del mayor empezó a seguirle el ritmo, besándole con fuerza y mordisqueando sus labios de vez en cuando. Se separaron para tomar aire por un momento y hubo un silencio sepulcral en la sala, ninguno se atrevía a decir algo pero Hibari acabó con ello tomando nuevamente al castaño para besarlo, este estaba perdido en un mar de sensaciones nuevas y extrañas para él. Se suponía que detestaba a Hibari más que a nadie en el mundo pero aquello  le estaba gustando, el agarre firme sobre su persona, los labios moviéndose con maestría y perfección, como si ambos estuviesen hechos para siempre besarse.

-Kyo-san –entró Kusakabe y se quedó helado al ver la escena. Tsuna reaccionó de inmediato apartando al pelinegro de un golpe y salió corriendo de la oficina. Cabe decir que Kusakabe fue casi asesinado en ese momento por su jefe y compañero.

Tsuna había huido para refugiarse en uno de los pilares de la prestigiosa institución con la respiración acelerada y sus manos tocando sus labios, en su mente se gritaba que era un idiota de primera por haberse dejado llevar por Hibari Kyoya.

El pelinegro salió en busca del castaño, pero no le encontraba y pronto comenzaría el receso, quiso seguir buscando hasta que vio a aquella niña que hacía tantos años que no veía. La pequeña había crecido igual de bella que su difunta madre, rápidamente corrió hacia ella antes de que entrara a su salón, ella no tardó en reconocerle

-¡Hibari-nii! –le dijo la pequeña pelinegra lanzándose a sus brazos, él la recibió gustoso hasta que se separaron sin darse cuenta que Tsuna los miraba desde el pilar donde estaba escondido-

-Yuni –dijo él con dulzura acariciando los cabellos cortos de ella mientras esta sonreía- Ha pasado tiempo

-Bastante sí, desde aquella vez que nos fuimos ¿verdad?

-Sí, dime…¿ella está contigo aquí en Italia? –preguntó casi con desesperación al recordarla y como sufrió tras su  partida-

-No la has olvidado-dijo Yuni con una sonrisa-

-Cómo podría pequeña. Ella…lo era todo para mí –dijo mientras miraba fijamente a Yuni-

-Hibari-nii ella está aquí en Italia y puedo asegurarte que ella tampoco te ha olvidado –dijo la niña y corrió a su salón, no sin antes despedirse del mayor-

Estás aquí, estoy deseando verte de nuevo –murmuró Hibari con la sonrisa más radiante y verdadera que Tsuna jamás había visto en su vida.

El pelinegro regresó a su oficina sin dejar de sonreír de esa forma, mientras que Tsuna intentaba procesar toda la información. Quién era esa persona que sin estar presente podía lograr que Hibari Kyoya sonriera de esa forma. Tsuna frunció el ceño molesto, le había besado y ahora sonreía como idiota por aquella mujer que no conocía, un pequeño dolor se instaló en su pecho mientras apretaba sus puños con fuerza.

Pronto llegó la hora del receso y el pasillo empezó a llenarse de estudiantes pero Tsuna no se movió ni un poco, su mente estaba hecha pedazos y su enojo crecía más y más al no tener idea de quién era  Ella.

Notas finales:

Wooo apuestas! ¿Quién es nuestra misteriosa dama?

Ñam ñam se los diré el domingo! :D Y sí el domingo de esta semana :3

Bueno de nuevo agradezco a quienes me leen y quienes dejan sus hermosos reviews que con mucho gusto responderé mañanitas o en el finde ya que esta semana hay parciales y esas mierdas haha.

 

¡Hasta la proxima!


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