Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuestro complicado y loco amor por FujoShi4Ever

[Reviews - 72]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holiiii

¡Ya traigo puntual el nuevo capi!

¡Agradezco un montonazo todos sus reviews!!

Y claro le agradezco a Flor que me colabora siempre, muchas gracias!

Bueno espero que les guste!!! :D

Tsuna caminaba molesto hacia las limusinas esperando que nunca más tuviese que volver a ver a esa mujer ni a Hibari Kyoya, los odiaba a ambos. Todos sus amigos subieron a los lujosos vehículos murmurando sobre el mal humor de su jefe, llegaron a la mansión Vongola donde ya les esperaban Timoteo, Nana y Iemitsu en el comedor con el maravilloso almuerzo.

Cada uno tomó su lugar, las chicas hablando emocionadas sobre la escuela, los Varia felices de haber atemorizado a toda la población estudiantil, pero Tsuna no cambiaba su expresión de molestia y todo empeoró cuando Reborn habló

-Nono, hoy vi a Aria. Está sucediendo a Luce, es una hermosa mujer ahora, hecha y derecha –le dijo y Timoteo se sorprendió-

-¡Aria! –dijo con sorpresa- No hay que perder tiempo Reborn-kun debes invitarla a cenar, hoy mismo si ella puede. Luce fue muy querida por todos nosotros y ella ha debido tomar el mando de la familia a temprana edad, me gustaría verla

-Eso mismo pensé Nono, con gusto me contactaré con Hibari para que le avise

-¿Hibari-kun está con ella? –dijo ya que él no estaba enterado del pasado que traían juntos Aria y él-

 -Sí, larga historia. Luego le explico –dijo Reborn y se levantó para hacer la llamada, en menos de un minuto estaba de regreso en la mesa- Vendrá encantada –dijo él con una sonrisa-

-Perfecto –dijo Nono-

Tsuna por su parte no pudo evitar casi destruir el tenedor con el que había estado comiendo así que se levantó de la mesa visiblemente enfadado por la noticia de que tendría a esa mujer en sus dominios, en su mesa.

-Tsu-kun ¿qué pasa? –dijo su madre preocupada-

-Se me quitó el apetito –murmuró y se retiró-

Fon ya estaba a punto de ir tras él hasta que Reborn le sujetó el brazo mientras negaba con la cabeza, con esa señal el pelinegro volvió a sentarse pero mirando hacia el pasillo por donde Tsuna se había ido.

-Estúpidos todos –murmuró entrando a su habitación donde decidió dormirse para olvidarse de todo-

 

 

Hibari Kyoya conversaba animadamente con Aria y Yuni, recordando sus buenos tiempo de niños mientras que Yuni oía atenta ya que al haber sido muy pequeña en ese entonces, algunas cosas no las recordaba.

Gamma le miraba por el espejo, con un sentimiento de molestia y más que todo se sentía herido por haberse enterado de varias cosas. La principal de todas ellas era el significado de aquel collar que su jefa cuidaba tanto, hasta con su vida. Todavía recordaba la vez que estuvieron de misión juntos y en una pelea ella perdió el precioso collar, nunca en su vida la había visto tan molesta por haber perdido un objeto, aquel día no descansaron hasta encontrarlo.

Aquella vez le había preguntado porqué atesoraba tanto ese objeto y ella le había dicho que una persona muy especial se lo había obsequiado, que así nunca le olvidaría. Siempre tuvo respeto hacia aquella misteriosa persona pero todo cambió cuando le conoció no pudo evitar sentirse celoso y mucho más al recordar que él le había regalado la pulsera con esmeraldas que traía puesta, pero sentía que su regalo no era nada en comparación con aquel collar.

-Kyoya ese chico ¿es tu jefe? –preguntó curiosa Aria-

-No, pero Nono me ha obligado a ser su guardián –dijo con fastidio al recordar las peleas con Tsuna-

-Ya veo, pero aún así iremos a cenar –dijo ella contenta tomando la mano del pelinegro y este sonrió ante aquel acto-

-Por supuesto Aria, después de haberte perdido por mucho tiempo no puedo esperar para estar contigo y recuperarlo –dijo besando su mano mientras que Yuni les miraba feliz-

-Ya tendremos tiempo para eso, querido –le dijo ella acariciando su rostro-

 

 *************************

 

En la mansión Vongola, en la base subterránea se encontraban los Varia en su entrenamiento diario junto con los guardianes del décimo así como los Arcobaleno y Dino, pero curiosamente el décimo capo  había decidido ausentarse para entrenar con Reborn en otra  sala especial.

-Bien, empezaremos –dijo Lussuria con una extraña pose- Todos estamos contra todos, pueden formar alianzas si desean pero solo debe haber un equipo ganador

-¡Hecho! –dijeron todos entonces la enorme sala empezó a llenarse de flamas y ruido por todos lados-

El líder de Varia estaba peleando junto a su mano derecha Squalo contra Fon y Colonello. Los disparos iban de un lado hacia otro. Bel y Fran luchaban junto contra Lambo y Chrome, en un pequeño mundo ilusorio creado por la última y el chico rana.

Byakuran y Mukuro no paraban de reír como maniáticos al atacar a Skull y Lal, el peliblanco usaba su Dragón Blanco para casi asesinar a Skull pero este haciendo gala de su inmortalidad esquivaba y devolvía el ataque con maestría. Pronto todos se vieron envueltos en un extraño terreno desconocido, una ilusión poderosa creada por Mammon recreando un lugar como un pantano en el que era más difícil moverse y atacar.

-Me gustan los retos –dijo Mukuro sin perder su visión de la realidad así como todos los presentes-

Aoba y Ryohei estaban peleando en conjunto contra Lussuria quien sonreía demencial ante la diversión. No tardó en unirse a la pelea Enma con sus esferas de gravedad dispersas que dirigían los ataques enemigos hacia otra dirección mientras que también hacía uso de maravillosa manipulación de la gravedad haciendo temblar el terreno y lanzando cuanto objeto encontraba  a quien quería.

Cada uno no dudaba de hacer relucir sus habilidades hasta que estuvieron tan exhaustos que decidieron tomarse un descanso y una pequeña merienda en la cocina de la mansión, todos estaban sudorosos pero se limpiaban con toallas mientras sonreían y los que habían sido enemigos segundos antes, charlaban animadamente sobre la buena práctica.

Se dirigían al comedor cuando escucharon como la sala contigua una más reforzada y grande temblaba ante los ataques de las personas que se encontraban allí, era más que obvio que solo bestias tan salvajes como Reborn y Tsuna podrían causar tal estrago y eso que era solo una práctica. El mundo temblaría el día en que esos dos pelearan entre sí en serio, decidieron dejarles destruir a su gusto ya que estaban hambrientos y no querían salir lastimados en el proceso.

En la sala

-Dame-Tsuna ¿es todo lo que tienes? –dijo Reborn relamiéndose los labios, completamente empapado en sudor, viéndose muy sexy-

-Ni siquiera he empezado, viejo –le dijo él con una sonrisa sádica mientras volvía a lanzarse al ataque con su puño alzado pero este había sido detenido antes de que pudiese golpear a Reborn. Aquel día habían quedado en que sería un combate cuerpo a cuerpo, sin armas ni flamas-

-Parece que te falta más entrenamiento –dijo Reborn conteniendo la fuerza animal que empleaba Tsuna con su puño casi queriendo doblegarle, pero él era el maestro así que no tardó en patear a su dame alumno hacia la pared, quedando esta resquebrajada-

El castaño cayó al suelo de rodillas, limpiándose el sudor que estaba en su frente para luego correr hacia Reborn dándole un golpe en las costillas que le hizo retroceder pero por supuesto no dudó en devolverle el golpe con un codazo en el estómago, haciendo que Tsuna hiciera una mueca de dolor. Se recuperó de inmediato tomando a Reborn del brazo y haciéndolo caer al suelo, pero no duró mucho ya que el pelinegro desde el suelo sacando su arma le disparó haciendo que Tsuna esquivara.

-Creí que íbamos sin armas –dijo divertido-

-Así es mejor ¿no crees? –dijo y sin darle chance a huir empezó a dispararle pero Tsuna esquivaba ágilmente cada bala-

-Te robaré esta –dijo pasando rápidamente por el lado de Reborn y sacando una de sus preciosas armas, entonces ambos estaban iguales. Se disparaban mientras que se golpeaban, esquivando cada ataque-

El entrenamiento continuaba hasta que ambos quedaron de frente con las dos armas en la frente de cada uno, los dos respiraban agitadamente pero no dejaban de verse con sus sonrisas de psicópatas, sin dejar de apuntarse el uno al otro hasta que dieron un salto hacia atrás. Tiraron las armas e hicieron una pequeña reverencia, era como terminaban todos sus combates desde que Tsuna había desarrollado más habilidad.

Ambos hombres salieron con una toalla sobre el cuello y aun con la respiración agitada, mientras tomaban el ascensor para ir hacia la cocina de la mansión pues estaban hambrientos.

-¿Qué ha pasado? Estabas muy molesto –dijo Reborn mientras se bebía una botella de agua-

-No es nada, solo quería sacar tensiones. Desde que vinimos aquí he tenido que lidiar con muchas cosas

-Entiendo, una de ellas es Hibari ¿verdad?

-Basta Reborn, no quiero hablar de ello –le dijo y salió del ascensor Su tutor decidió no preguntar más  y se limitó a seguirle a la  cocina, donde ya estaban todos comiendo sándwiches menos Byakuran y Mukuro que se estaban devorando unas galletas con dulce de leche, así como los infaltables malvaviscos del peliblanco.

-¡Woa! ¡Debería traer a mis amigos para entrenar sería divertidísimo! –expresó feliz-

-¿Estás seguro de que puedan aguantar nuestro ritmo? –dijo Gokudera que se hallaba sentado en las piernas de Yamamoto dándole de comer a este último-

-¡Por supuesto! Claro si el jefe lo permite –dijo y se volteo para mirar a Tsuna con ojitos de cachorro suplicante-

-Está bien, puedes traer a tus amigos para la próxima –dijo Tsuna divertido mientras agarraba un sándwich-

-¡GEEENIAAAL! –celebró Byakuran- ¡Vamos Mukuro-kun esto lo celebramos a lo grande! –dijo y se llevó a Mukuro como si fuera un costal de papas, señal segura de que ese día habría sexo…y del duro-

Todos negaron con la cabeza y se retiraron a sus habitaciones para asearse, ya que la cena estaba cerca y debían lucir presentables.

Tsuna empezó a caminar hacia su habitación pero vio como Hibari llegaba, le sorprendió verlo solo ya que había pensado que llegaría con Aria.

-¿Dejaste a tu amiguita? –dijo sarcástico-

-Vendrá en la noche y no te refieras a ella en ese modo –le dijo serio y se fue sin darle chance a que replicara o que se iniciase una de sus campales peleas-

-Menudo imbécil –murmuró y siguió su camino hacia su habitación sin haber notado que Fon había escuchado y visto todo, el pelinegro también se retiró molesto-

 

*****************

 

El momento de la cena había llegado, todos estaban con sus trajes formales pues tenían de invitada a la Jefa de una de las familias más importantes de Italia. Tsuna bajó a regañadientes y nada emocionado con la idea, pero así eran las cosas y era su deber como Jefe recibirla en aquella cena.

Todos esperaban impacientes en la entrada de la mansión por la imponente mujer que habían visto horas atrás en la Academia. No tardó en llegar una limusina, de ella bajó Gamma quien hizo una reverencia, para después abrir la puerta trasera de donde primero salió la pequeña Yuni con un vestido blanco y zapatitos del mismo color, haciéndola ver como un ángel.

Posteriormente Gamma ayudó a bajar con suma delicadeza a Aria quien lucía un vestido azul con tacones negros, su infaltable collar y su pulsera, la chica agradeció a Gamma quien se sonrojó al ver la hermosa sonrisa de su Jefa y al verla enfundada en ese espectacular vestido.

Tsuna se aproximó para saludarla y tomarla del brazo para conducirla al comedor seguido de todos sus guardianes, en especial su guardián de la nube. El castaño se sentía horrible de tener que ser el anfitrión y fingir que todo estaba bien cuando en realidad estaba furioso y solo deseaba que todo terminara.

Llegaron al suntuoso comedor donde les recibió Nono, quien ni bien vio a Aria se emocionó bastante, la abrazó y llenó de elogios hasta que todos ocuparon sus lugares. Hibari no dudo en sentarse al lado de Aria mientras conversaban animadamente y toda la mesa era ruidosa gracias a que todos estaban reunidos y como siempre no faltaban las peleas, los leves manoseos y lo común entre ellos.

Les sirvieron la comida, cada uno quedó maravillado con el exquisito sabor. Luego llegó el postre donde para variar Mukuro y Byakuran querían quedarse con todo pero no pudieron ya que todos protegían con uñas y dientes su porción. Entre medio de todo el ruido, Aria pudo ver como una pequeña migaja estaba sobre los labios de Hibari así que tomó una servilleta para limpiarlo cuidadosamente, el pelinegro solo la miraba extasiado para después agradecerle y hacer que ella sonriese. Todos estaban perdidos en sus propias cosas como para haber visto ese pequeño detalle pero Tsuna estaba muy atento y ahora se sentía furioso ya que seguían riéndose como un par de tortolitos enamorados. En un movimiento desesperado y fúrico se paró y golpeó la mesa con fuerza

-¡YA BASTA, ESTAMOS EN LA MESA! –gritó y todo el mundo se calló, creyendo que habían sido ellos quienes habían perturbado la paz de su jefe pero en realidad esas palabras iban dirigidas a Aria y Hibari.

Dicho eso se retiró del lugar, aflojando su corbata y tirándola a algún lugar de su habitación. No podía dar crédito a todo lo que sucedía, esa mujer llegaba y hacía todas las cosas tan fáciles, como si fuera tan importante pensó.

En la mesa todos estaban estáticos mientras que Aria sintió como esas palabras iban para ella, la cena concluyó incómoda y ella ya iba a retirarse cuando Timoteo la detuvo

-Aria-chan es muy tarde ¿te gustaría quedarte? Y me refiero a no solo esta noche, me gustaría recibirte en mi mansión temporalmente. Tu madre en vida siempre abrió las puertas de su casa para mí y mi Familia, quisiera devolver el favor –dijo haciendo una reverencia. Aria estaba un poco reacia a la propuesta gracias al incidente de la cena pero al ver la súplica en los ojos de Hibari no pudo resistirse y terminó aceptando

-Está bien, Timoteo-san. Me quedaré por un tiempo aquí con Yuni y Gamma –dijo y aquella noche se dejó prestar ropa de dormir de Nana y para Yuni algo de las chicas aunque le quedase grande, ya en la mañana irían por sus cosas-

 

***************

Aria y Yuni se habían quedado en una de las habitaciones de huéspedes que era espaciosa y lujosa al igual que Gamma pero este en una habitación aparte. La pequeña pelinegra ya estaba dormida mientras que Aria miraba por la ventana de su habitación, de pronto su celular vibró era un mensaje de Hibari donde la invitaba a ir a su habitación, que iría por ella en 5 minutos. La pelinegra mayor arropó a Yuni y esperó en la puerta y pronto apareció Hibari con una sonrisa, la misma sonrisa cómplice que tenían cuando hacían travesuras de pequeños.

Ambos llegaron a la habitación de Hibari, los dos se sentaron en la cama y se miraron mutuamente hasta que Kyoya la abrazó

-Por fin solo nosotros dos –le dijo pegado a ella como si fuese un niño-

-Lo sé, no pensaba encontrarte hoy ni en la Academia. Pero tenía el presentimiento de que algo bueno pasaría hoy –dijo ella sin dejar de abrazarle-

-El destino quiso que volvamos a estar juntos –dijo él soltándola y sonriéndole-

-Así debe ser Kyo-kun –dijo acariciando su rostro-

-Cuéntamelo todo, quiero saber todo lo que hiciste en estos diez años –dijo él recostándose y ofreciéndole su fuerte pecho para que se recostara junto a él-

Así ella empezó a relatarle sus aventuras, cómo había sufrido cuando su madre murió, cómo lo había extrañado tanto pero siempre lo llevó junto a ella con el collar. Él también le contó todo lo que había pasado, su compromiso, su rechazo hacia Tsuna porque para él no existía nadie más aparte de ella.

Los dos estuvieron sumergidos por bastantes horas, hasta que el sueño les venció y ambos se quedaron dormidos. Hibari abrazándola firmemente y ella acurrucada en su pecho, ajenos a todo lo que ocurriese fuera de esa habitación.

Ya daban las tres de la mañana y Tsuna había despertado de una pesadilla espantosa en la que Aria se quedaba en la mansión, hasta que recordó que esa era su realidad. Salió de su habitación por un vaso de agua a la cocina pero cuando estaba de regreso se detuvo al ver como Hibari estaba en la puerta de su habitación y de ella salía Aria, los dos se despidieron y ella volvió a su habitación que no estaba muy lejos.

Tsuna estaba furioso así que no lo pensó dos veces para ir y reclamarle a Hibari, pues se había hecho la idea equivocada pensando que ambos habían tenido intimidad. Estaba a punto de llegar cuando alguien le sujetó de la cintura y le pegó a la pared con una mirada molesta

-¿En qué estás pensando? –le dijo Fon muy molesto-

-¡No pueden hacer esas cosas en la mansión como si nada! –le dijo también molesto-

-¡No me mientas! ¡Estás celoso, celoso de él! –dijo y Tsuna le miró estupefacto- ¡Celoso de aquel que te ha lastimado tanto, pero no puedes verme a mí!

-Fon cálmate –dijo Tsuna un poco temeroso de lo que podría hacer Fon-

-¡No me calmo nada! ¡Siempre he querido estar junto a ti! Yo… siempre –dijo e intento besar a Tsuna a la fuerza pero este se removía evitando el contacto-

-¡No! ¡Suéltame ya! –decía Tsuna intentando quitárselo de encima hasta que eso no fue necesario ya que Hibari había aparecido en escena y mandó a volar a Fon-

-¿Estás –Hibari no pudo terminar su frase ya que una patada se había estampado en su estómago tumbándole –

-¡Déjalo, tú nunca haces nada por él! –dijo Fon furioso y con aura maniática-

Ambos empezaron una pelea atroz, donde las patadas y puños iban y venían así como los gritos que pronto atrajeron la atención de Aria quien salió de su habitación mirando horrorizada como Hibari y su primo se peleaban como animales.

-¡Deténganse! –les ordenó pero ellos la ignoraron al igual que a Tsuna quien también lo había intentado-

El castaño estaba bastante enfurecido así que entró en su modo Hyper, ágilmente se puso en medio de Hibari y Fon, pateando primero a Fon quien se desmayó por la fuerza que había utilizado. Posteriormente le dio una patada en las costillas a Hibari, este se retorció de dolor pero no se dejó inmutar y quiso atacarle pero Tsuna fue más rápido dándole un puñetazo en el vientre y una patada en su hombría, con eso lo dejó sobre el piso sintiendo mucho dolor, luego se retiró molesto hacia la sala de entrenamientos, se entrenaría lo que quedaba de la noche para quitarse el enojo aunque bastante se había ido cuando golpeó a Hibari por ser el causante de todos sus problemas.

Aria se quedó ayudando a Hibari a levantarse, mientras miraba a Tsuna caminar y desaparecer por el pasillo. Le había sorprendido su fuerza pero pronto se preocupó más por ayudar a su amigo llevándolo a su habitación para curarle las heridas

-Maldito herbívoro –murmuró fastidiado dejándose hacer por Aria-

-Tranquilízate Kyoya, no vale la pena que vayas a enfrascarte a otra pelea. Suficiente por hoy ¿no crees?

-Está bien, solo porque tú lo dices –le dijo él y tomó a Aria de la cintura para darle un beso el cual la pelinegra no dudó en corresponder. Se sentía bien no lo podía negar pero el que había tenido con el herbívoro había sido mejor con más intensidad, su corazón latía desesperado, sus manos estaban ansiosas por recorrerle pero con Aria eso no pasaba, así que después de un momento se separaron. Ella sonrió, se despidieron y fue a su habitación, pero mientras caminaba hacia ella también tocó sus labios, no había sentido aquel sentimiento tan poderoso que creyó que sentiría al besar a su amor de infancia, solo tenía en mente aquella vez en la que todos en su familia habían tenido una reunión informal y habían bebido pero se mantenían sobrios ella y Gamma, entonces él la había besado con tanta pasión e intensidad, aquella sensación todavía le recorría todo el cuerpo.

Los dos solo pensaban individualmente en  otras personas, pero se negaban a aceptar que tuviesen sentimientos por ellos. Preferían creer en aquel amor que se tuvieron hace tantos años.

 

*********************

 

En la mañana Tsuna se había levantado más temprano que todos y decidió caminar hacia la escuela, que si bien quedaba un poco lejos, todavía era temprano así que le venía bien caminar. Iba distraído con sus pensamientos que no vio como un hombre de unos 25 años estaba caminando en su dirección, por lo que ambos chocaron.

Tsuna levantó la mirada y vio detenidamente a aquel hombre de cabellos negros largos, ojos fieros color celeste y con un tatuaje de dos líneas de color negro surcando su rostro.

-Disculpe, no lo vi –dijo avergonzado y con un sonrojo haciendo que aquel hombre sonriera-

-No hay problema, soy Lancia –dijo él ofreciéndole su mano-

-Mucho gusto, mi nombre es Sawada Tsunayoshi –dijo sonriendo haciendo que el hombre le mirara embelesado-

-Debo irme ahora. Espero verte pronto Tsunayoshi –se despidió con una sonrisa y siguió su camino-

-Vaya…Lancia. Es bastante guapo –dijo Tsuna para sí mismo pero pronto se reprendió mentalmente así que siguió en su caminata hacia la Academia-

 

Ambos se verían  de nuevo, más pronto de lo que hubiesen deseado pero claro aún no lo sabían

Notas finales:

¡¡¡¡Yaaa está!!!!!

¿Qué les parece? Ahora Tsuna estará con su enemiga en la mansion

¿Hibari y Aria seguirán juntos?

¿Los celos se intensificaran mas?

 Vengan a descubrirlo el siguiente domingo!!!

Los amooo!!! 

Ya saben dejen un review que no matan a nadie ni serán asesinados xD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).