- Fue muy divertido venir aquí.
- Si, podemos venir en otra oportunidad.
- Gracias.
- A mi no tienes que agradecerme, agradécele a los chicos por comprarte esos boletos y a Akashi por lo del hotel.
- Pero estas aquí conmigo.
- ¿A qué viene eso?
- Lo mejor fue venir contigo, me divertí nuevamente como nunca antes. Te agradezco que me acompañaras.
- Sabes que tratándose de ti haría cualquier cosa que me pidieras.
Kuroko veía fijamente al rostro de Kagami, habia un claro sonrojo en sus mejillas igual al que ya tenía el de cabellos celestes, el comentario del pelirrojo lo tomo por sorpresa.
- Eres muy tierno Kagami-k... Taiga.
- Si yo soy tierno, tú eres lindo.
- Un chico no puede ser lindo.
- Solo si se trata de ti.
Poco a poco iban acercando sus rostros, como si de magnetismo se tratase, se atraían de una manera indescriptible. El contacto no se hizo de esperar, lo que comenzó con un beso fugaz se iba tornando a algo más apasionado, un beso mas demandante por ambos, el contacto no era suficiente para ninguno de los dos necesitaban más del otro. La sombra de Seirin enredo sus brazos por el cuello del tigre y tener un poco mas de contacto, el otro lo recostó en el enorme colchón, aun ni deseaban separarse, querían... no, necesitaban más del otro. La falta de aire los hizo separarse, se veían directamente los ojos, la mirada de ambos mostraba deseo, deseo de ser uno con la persona que amaban.
- Tetsuya...
- Quiero hacerlo... esta vez quiero que así sea.
La mirada llena de deseo y determinación que su compañero le dirigió le hizo continuar con otro beso que le quitaba el aliento a ambos. Los besos del más alto bajaban hasta perderse en su cuello en donde al sentir esa piel suave bajo sus labios no dudo en morderla ni lamerla, los jadeos de Kuroko comenzaban a escucharse en la habitación, cosa que encantaban al tigre. Sus manos comenzaron a viajar por debajo de la camisa que aun traía puesta su pareja, le propinaba suaves caricias a lo largo de su abdomen que se contraía al contacto de las yemas de sus dedos. La temperatura de sus cuerpos iba en aumento, la ropa se había vuelto una completa molestia para los dos. Kagami tomo la parte baja de la camiseta que tenia puesta y la desecho hasta perderse en alguna parte de la habitación dejando al descubierto la parte superior dándole una vista de su bien formado cuerpo al de menor estatura quien se sonrojo aun mas. El tigre nuevamente se apodero de los labios de su novio, estos ya se encontraban un poco hinchados por los demandantes besos entre ambos chicos, nuevamente las manos del pelirrojo terminaron en la camisa del otro y la alzo hasta sacarla por la cabeza del contrario, después sus manos bajaron hasta la parte baja de Kuroko, cerca de la pelvis en donde desabotono los jeans oscuros y tiro de ellos, una vez sin la estorbosa ropa le propino un nuevo beso lleno de pasión y lujuria para después volver a devorar su cuello. Las manos del peli celeste delineaban la espalda del otro, se iban deslizando a lo largo y ancho mientras jadeaba cerca del oído del otro al sentir como su cuello era marcado por húmedos besos y suaves mordidas. Las puntas de sus dedos llegaron al pantalón que aún conservaba su acompañante, sin dudarlo los desabotono para después deslizarlos lentamente, la ropa dejo de ser necesaria.
Kagami dejo de besar el cuello del peli celeste para bajar por sus hombros, clavícula y después detenerse en el pecho del otro que subía y bajaba inhalando y exhalando aire. El pelirrojo comenzó a depositar besos húmedos en una de las tetillas del otro quien por su parte gemía mas fuerte, sus manos se enroscaban en las sabanas bajo el. Cuando termino de atender el pecho de Tetsuya bajo depositando besos húmedos a lo largo del abdomen del peli celeste. Sus manos recorrían los muslos blanquecinos del otro quien seguía sin parar de jadear. El rostro del tigre bajo hasta sus muslos, al inicio los beso pero después empezó a succionar la piel que encontraba a su paso dejando claras marcas en la piel del otro. El de menor estatura continuaba con ropa interior, bueno eso era hasta que una de las manos de su compañero se deslizara hasta su pelvis y bajara lentamente la ultima prenda de ropa que le quedaba dejándolo totalmente al descubierto. El de ojos rojos perdía su mirada en el cuerpo del otro, en su piel pálida, en el rostro avergonzado y especialmente en la prueba de que el de ojos celestes se encontraba igual de excitado que el. Cada detalle grabándolo en su memoria.
- Eres perfecto Tetsuya.
- Tu también lo eres Taiga.
El peli celeste se lanzo a los labios de su novio, estaban deseosos por dar el siguiente paso. Las manos del de piel pálida fueron a dar a la pelvis del más alto e hizo lo mismo con la ropa interior como este lo había hecho anteriormente. Los miembros de ambos ya al descubierto comenzaban a rozarse. Descargas de placer recorrían las columnas de ambos, esa sensación era increíble. La espalda de Kuroko se arqueo provocando aun mas contacto entre ambos. Kagami llevo sus manos a ambas erecciones para comenzar a frotarlas en un vaivén que provocaba placer en ambos cuerpos. Los jadeos se convirtieron en gemidos más fuertes que escapaban por la garganta del más bajo. Kuroko podía sentir el calor que se guardaba en el interior de su abdomen, sensaciones que daban a parar en su entre pierna, lo sabía, estaba cerca de llegar al orgasmo.
- T-Taiga y-yo nngh AHHH.
No pudo terminar la oración pues se había corrido manchando su abdomen y el del otro, de su boca solo salían jadeos, trataba de regularizar su respiración pero no podía, gotas de sudor resbalaban por su frente. El pelirrojo no perdía detalle de lo que sus ojos acababan de ver, no sabía que el peli celeste pudiese hacer esa clase de caras tan eróticas, quería ver más de eso, de escucharle, quería tenerle bajo el y verle retorcerse del placer gimiendo su nombre... pero no quería lastimarlo por su inexperiencia.
- Tetsuya... ¿E-Estas seguro de esto?
- Si... siempre desee hacer esto contigo.
El tigre beso suavemente los labios de su pareja, deleitándose de esos labios que le volvían loco disfrutando de su cavidad. Separo las piernas del contrario, lo suficiente para posicionarse entre ellas, con sus dedos tomo parte de la escancia de Kuroko y rozo sus dedos ya húmedos en la entrada del otro quien soltó un gemido bastante audible al contacto. Deslizo suavemente su dedo por el apretado lugar. Tetsuya soltó un pequeño grito, se sentía extraño entre una mezcla de placer y dolor. Kagami deslizo un segundo dedo y comenzó a moverlos lentamente en el interior del otro quien poco a poco comenzaba a acostumbrarse. Un tercer dedo se hizo presente, a estas alturas ya no había dolor solo placer, Kuroko no paraba de gemir, hasta pedía mas. Kagami movía sus dedos de tal forma que dilataba mas la entrada del otro, cuando creyó llegar el momento apropiado los saco dle interior del otro haciendo un sonido húmedo realmente erótico.
- T-Taiga... t-te quiero d-dentro.
Kagami seguía la peticiones de su novio, separo sus piernas aun mas y una vez teniendo a la vista la estrecha y palpitante entrada tomo la punta de su miembro y comenzó a penetrarlo lentamente para lastimarlo lo menos posible escucho un gemido de dolor por parte del otro. Cuando estuvo totalmente adentro se quedo quieto esperando a que su compañero se acostumbrara a la intromisión, momentos después sintió como la caderas de Kuroko buscaban mas contacto, eso le indico que podía comenzar a moverse. Kagami comenzó a envestirlo lentamente.
- T-Tetsuya... ahh se siente tan bien nngh.
- Ahh T-Taiga ahh, m-mas rápido ahh.
Las envestidas se volvieron más intensas, las caderas de ambos chocaban y la habitación se llenaba de sonidos y mas sonidos de exclamaciones de placer. En algún momento Kagami toco algo en el interior del otro que lo hizo retorcerse totalmente en la cama y soltar un grito con su nombre; había tocado su punto de placer. Dio inicio a penetraciones certeras que hacían estragos en el otro. Kuroko enredo sus brazos en el cuello del otro atrayéndolo hacia él y besarlo apasionadamente iniciando nuevamente con un beso húmedo. Al igual que lo hicieron sus brazos, cruzo sus piernas sobre la parte baja de la espalda del otro. Se separo del dejando un hilo de saliva que les mantenía unidos, su sombra no dejaba de jadear ni gemir, su rostro estaba sonrojado, unas gotas de saliva caían por sus labios, tenía los ojos llorosos por las sensaciones de placer... simplemente era lo mejor que había visto en su vida y no permitiría que alguien más vea ese rostro. El peli celeste se enderezo para quedar sentado sobre el regazo del otro, auto penetrándose se abrazo a su cuello y gemir en el oído del otro.
- T-TAIGA AHH T-TAHHIGA
Estaba a punto de correrse lo sabía por el cosquilleo que se expandía del abdomen hasta su miembro, entonces tomo el pene de Kuroko con una de sus manos para masturbarlo, los gemidos en su oído le excitaba de sobremanera, las sensaciones eran indescriptibles, no sabían que podían encontrar tanto en el cuerpo del otro.
Las paredes internas del otro comenzaron a contraerse avisando que igual estaba por venirse. Kuroko se abrazo aun más fuerte.
- AHHH TAIGA MMH.
Kagami invadió nuevamente la cavidad del otro y sintió un líquido caliente siendo esparcido en su mano. Las paredes de Tetsuya se contrajeron apresando el miembro del otro, se sentía increíblemente bien. Aumento la velocidad y dio unas ultimas estocadas para después llenar al otro con su esencia. Sus gemidos quedaban silenciados en el beso que compartían. El menor sentía la caliente esperma de su pareja perderse en su interior, jamás en su vida había sentido una sensación tan increíble, era única.
Con todo el peso de Kagami los hizo caer en la cama, las manos del más alto estaban abrazadas en la cadera del otro y el peli celeste estando abajo de los dos seguía abrazado a su cuello. Sentían el calor de ambos y la humedad del cuerpo del otro por el sudor a causa de todo lo que habían hecho.
- Tet…suya
- ¿Q-que pasa?
- Te amo.
Kagami se separo del otro y tomándolo del brazo cambiaron de posiciones para quedar uno en frente del otro, Kuroko lo beso nuevamente pero dándole un beso cálido y lleno de sentimiento.
- Te amo Taiga.
- Yo igual.
Kuroko acomodo su cabeza en el espacio que había entre la barbilla y el hombro de Taiga. Poco después se quedaron dormidos disfrutando del otro.
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A la mañana siguiente Kagami despertaba a su amante con un beso en los labios, lo cual tuvo éxito disfrutaron de estar juntos sintiendo la piel desnuda del otro por unos minutos. Ambos tomarían una ducha juntos en donde terminaron haciendo el amor nuevamente.
Después de un rato salieron a dar un paseo. A pesar de todo lo que hicieron en la noche y momentos atrás, el peli celeste caminaba con normalidad, no había sufrido tanto daño cosa que despreocupo al otro. Al estar en el interior del hotel se percataron que curiosamente estaba adornado con muchos corazones por todos lados cosa que se les hizo raro al par que acababa de salir. El parque tampoco era la excepción había adornos de corazones por todos lados.
- ¿Taiga que fecha es?
El otro reviso su teléfono celular y al darse cuenta todo tenía sentido, era san Valentín. Lo gracioso era que a ambos se les había olvidado ese detalle. Ahora que lo pensaban bien suponían que los chicos habían planeado todo esto para ellos, todo lo tenían fríamente calculado.
- Aun quedan un par de horas para irnos.
- Vamos a divertirnos.
Después de todo, las cosas habían salido más que bien y tenía a quien agradecerle eso.
Flashback
- Taiga he comprado algo que quizás te ayude con tus problemas.
- ¿Ahora qué compraste Alex?
- El nuevo tomo de una manga que he estado leyendo.
- ¿Cómo se supone que un manga me ayude? y en que me debería de ayudar.
- Es que no es cualquier manga, es “ese” tipo de mangas.
- Sigo sin comprender de que hablas.
- Ya lo veras por ti mismo, lo dejare aquí es hora de salir corriendo, suerte.
- ¿What?
El muy aturdido Kagami tomo dicho libro que posaba en una de las mesitas del departamento, observo un par de segundos anonado por lo que veía en aquella portada. Jamás en su vida ni loco leería una historia BL y menos con un número 18 en la esquina inferior.
-Maldita sea contigo ALEX.
Al final termino cediendo y la tarde de ese día se informo todo lo que pudo al respecto perdiendo la poca inocencia que quedaba en el.