La primera vez que te vi fue en ese momento en el que cite estrictamente a mis ex-compañeros de Teiko, pero tú fuiste de las primeras personas que me presento inconvenientes ese día, tu presencia de alguna manera me irrito y cuando Kagami Taiga apareció me deje llevar por el enojo y ataque al chico con las tijeras de Shintarou tu solamente te quedaste sin habla en tu posición parecías arrepentido de acompañar en esos momentos a Tetsuya...
La segunda vez que me encontré contigo fue en pleno partido, jamás creí que la entrenadora de Seirin sacara a alguien como tú a jugar cuando el equipo contrario necesitaba recuperarse, me sorprendió el hecho de que tu ibas a ser la persona que me bloquearía pero más aun la manera en la que tu timidez previno muchos errores que pudieron cometer al no hacer las jugadas correctas, hiciste que tu equipo recuperara la confianza durante el tiempo necesario para estabilizar el partido...
La tercera vez que me encontré contigo las cosas eran muy diferentes a las ocasiones anteriores. Ese día hacia frio y ya eran altas horas de la noche, lo que menos deseaba era volver a casa y que su padre se enterase que había perdido, si lo llegase a saber su vida como jugador estaría perdida. A pesar de todo el amaba jugar basket, era una lástima que hasta ahora realmente apreciase eso.
Entonces apareciste tu en el momento que menos espere, mostré mi debilidad ante una persona, las lagrimas se detuvieron por unos instantes, pero eso solo hizo que se acumularan mas.
- ¿Akashi-san? ¿Se encuentra bien?
- Si, gracias por preguntar.- la mentira era más que clara, nadie se tragaría eso.
- P-perdón que me entrometa en algo que no es asunto mío pero realmente no se ve bien.
- Eres Furihata Kouki ¿no es cierto?
- S-Si ¿cómo lo sabe?
- Escuche tu nombre el día de hoy.
Hubo un momento de silencio el viento frio de invierno era lo único que se escuchaba, ninguno de los dos articulaba palabra alguna, parecías pensar en lo que ibas a decir y cuando tus ideas se aclararon te acercaste junto a mí.
- ¿Puedo sentarme junto a usted?
- Adelante.- era cierto estaba sentado en una de las pocas bancas que había cerca.
- A-Akashi-san s-se que no soy la persona correcta p-para sugerir esto pero si necesita hablar con alguien y-yo tal vez pueda ser de ayuda.
Necesitaba desahogarse con alguien, llevaba, nunca había hablado de sus problemas a alguien y mucho menos a una persona desconocida, pero para todo hay una primera vez y no le veía lo malo de hablar con esta persona de sus problemas.
- ¿Tetsuya les hablo acerca de mi cierto? De mi doble personalidad.
- Si...
- Bien... al ser hijo único se me ha sometido a ser perfecto y el mejor en todo lo que haga, casi nunca tengo tiempo libre y lo único que hago porque realmente quiero es jugar basket, mi madre fue la que me inspiro a hacerlo pero muchas cosas cambiaron cuando ella murió. Cuando entre a la escuela media ingrese sin dudarlo al club de baloncesto. Mi padre me permitió continuar con este pasatiempo con la condición de ser el mejor jugando... pero eso acabo hoy.
Eso solo fue el comienzo, sin darme cuenta las situaciones complejas que vivía día con día me hicieron crear otra personalidad que pudiera cubrir la debilidad con la que yo no supe cargar, ese soy yo. Ahora eres la única persona que lo sabe.
- Yo no sabía que su vida fuese tan difícil...
- No tienes idea, jamás me había sentido tan frustrado, tan vacio...- maldición las lagrimas bajaban nuevamente por mis mejillas, no quería que alguien más me viese llorar pero era algo inevitable.
Algo nuevo que me sorprendió el día de hoy fue sentir tus cálidos brazos rodearme y susurrarme que todo estaría bien, algo en mi reacciono, tus palabras cambiaron algo que no se describir no solo lo percate yo, sino también 'mi otro yo'.
- A-Akashi-san s-sé que si habla con su padre podrán llegar a un acuerdo.
- Las cosas no son tan fáciles como imaginas.
Deje que mis lagrimas continuaran saliendo y se dejaran caer en tu hombro. Eran muchas las emociones que sentía, mezclas de arrepentimientos y dolor causados por recuerdos del pasado.
- Las personas necesitamos hablar para expresar nuestros sentimientos, estoy seguro que su padre lo escuchara. Así que p-por favor ya no llore.
- Kouki...- me se pare para verte a la cara, no sé si estabas nervioso o avergonzado, la verdad no importaba.
- N-No sé qué tan difícil pueda ser su vida, pero puedo imaginarlo, tener una idea de lo que siente, es muy injusto lo que tiene que pasar...
Estiraste tu mano hasta llegar a mi rostro, con la manga de tu sudadera limpiaste las lagrimas que comenzaban a secarse por el frio de invierno.
- Pero algún día se que las cosas cambiaran y podrá ser feliz como tanto desea.
La sonrisa que me dedicaste junto con tus palabras me hicieron creer que lo que decías era cierto, creaste esperanzas en mi que jamás nadie había creado, quería aferrarme a esa idea. Eras una persona diferente a las demás, no te importo en lo absoluto si venía de una familia adinerada, tu viste mucho más allá de mi persona, no juzgaste mi forma de ser. A pesar de ser un completo desconocido para ti, me tratabas con una amabilidad sincera que no había sentido en años.
- Gracias Kouki.- estreche tu cuerpo una última vez antes de separarme de ti.
- P-pero n-no hice nada que lo ayudara.
- Me has ayudado más de lo que imaginas.
- A-Akashi-san, hace frio y usted no tiene nada extra. T-Tome esto por favor.
Me ofreciste la bufanda que traías puesta y la colocaste alrededor de mi cuello sintiendo tu calor impregnado en la suave tela.
- Si n-no le gusta ocúpela solo hasta llegar a casa.
- No hay problema, realmente lo aprecio.
- Akashi-san si parece lo puedo acompañar hasta su hogar.
- No hay problema, no quiero causarte más inconvenientes.
- N-No ha sido ningún i-inconveniente.
- Kouki por favor no me llames tan formalmente, solo dime seijuurou.
- N-No puedo hacer eso, usted y yo no somos tan íntimos como para llegar a eso.
- Entonces seamos más cercanos.
- ¿A qué se refiere?
- Quiero conocerte mejor Kouki, es poco el tiempo que llevo conociéndote pero sé que eres diferente. Así que déjame ser más cercano a ti.
- S-seguro.
- Deberías ir a casa, se hace tarde.
- Tu deberías ser el que vaya a casa primero, yo estaré bien.
- Llamare a un chofer para que venga a recogerme.
- ¿Y estarás aquí afuera en el frio esperando?
- En donde mas
- ¿Quieres ir a mi hogar? Ahí podrás esperar a la persona que te va a recoger.
- Yo... te lo agradezco.
Caminabas unos cuantos pasos adelante de mi, tu aliento cálido salía de tu boca y se evaporaba, tratabas de calentar tus manos con tu aliento sin tener mucho éxito en ello, estabas temblando parecías...un chihuahua, ese pensamiento que surco mi mente me provoco gracia.
- Eres adorable.- no dude en decirlo, tu solo detuviste tu caminata y me miraste totalmente avergonzado.
- ¿Q-Q-Que cosas dices? Soy un chico, n-no puedo ser tierno.
- Para mi lo eres Kouki.
- P-Por favor n-no digas cosas así.
- Eso es algo que no puedo prometer.
- A-Akashi-san... ya estamos cerca.
Tu nerviosismo no desaparecía a pesar del rato que llevabas haciéndome compañía, mi personalidad imponente siempre causa reacciones así en las personas que no son tan cercanas a mí, por eso mismo quería acercarme más a ti, deseaba conocerte, entablar algo más que simples conocidos. Ahora la pregunta que venía a mi mente era ¿por qué? No llevaba conociéndote ni tres horas y tu ya habías hecho mucho por mí.
- Akashi-san aquí es donde vivo, por favor entra.
Al estar perdido en mis pensamientos no me di cuenta que ya habíamos llegado ni mucho menos cuando abriste la puerta de tu casa. Entre aceptando tu invitación, tu casa era pequeña y las luces estaban apagadas, entraste tu y las prendiste.
- ¿No hay nadie en tu casa?- Realmente no espere la respuesta que me diste.
- Yo vivo solo, antes vivía con mis padres y mi hermano.
Temí la razón por la que vivías en esas circunstancias, te mantuviste callado unos momentos creí que seguirías en silencio pero decidiste hablar.
- Mis padres murieron y mi hermano vivió cierto tiempo conmigo pero tuvo que irse de Tokio para estudiar en la universidad a la que quería ingresar.
- Lo siento mucho.- no sabía que decirte, solo solté las primeras palabras que vinieron a mi mente.
- Sucedió hace mucho, si soy sincero tengo muy pocos recuerdos de ese entonces.
- Ya veo...
- ¿Q-Quieres sentarte? Puedo servirte un poco de te.
- Gracias.
Mire cuidadosamente el interior de tu casa, todo estaba en perfecto orden al igual que limpio. Me quede por unos instantes divagando en que era lo que iba a decirle a mi padre, al final debería afrontar las cosas solos como siempre lo he hecho.
En el momento que abandonaste la sala saque mi teléfono móvil para avisar en donde me encontraba, solo tuve que esperar una par de segundos para que alguien contestara al otro lado de la línea, les informe en donde estaba y dijeron que llegarían a la casa de Kouki en poco tiempo finalmente colgué la llamada. Poco después llegaste con dos tazas de te, tus manos seguían temblando, en verdad que eras torpe en esto, por lo menos eso podía deducir.
- En casa solo tengo algo de té, espero que no te disguste.
- No, es perfecto, muchas gracias.
Bebí tranquílame de la taza que me ofreciste, el beber té, café o algo caliente tranquilizaba mi temperamento, después de unos minutos termine la bebida. Alguien toco a la puerta, eso fue rápido no tardaron en llegar por mí.
- Creo que han llegado por mí. Gracias por todo Kouki.
- N-No hice nada en especial.
- Me has ayudado.
Iba de camino a la puerta de tu hogar, cuando mi mano se poso en el picaporte de la puerta, tu mano en mi muñeca detuvo mi andar, me gire hacia ti sorprendido.
- Akashi-san, se que podrá solucionar el asunto con su padre.
- Espero que así sea. Gracias por permitirme estar en tu residencia.
- N-No fue nada.
- Hasta pronto Kouki.
- Hasta luego Akashi-san
No volví a cruzar palabras contigo, salí de tu residencia para posteriormente subir al auto en donde un subordinado de mi padre estaba de conductor. Revise la hora de mi móvil y en verdad era de madrugada, el auto comenzó a avanzar y mi vista se perdía por el cristal observando el cielo nocturno, sin duda se que eras alguien diferente, muy pocas son las veces que las personas tienen reacción en mi y tú eras de esas excepciones, estaba decidido a conocer más de ti y especialmente a acercarme más a ti, me había interesado en ti de una forma particular Furihata Kouki.