La brisa del mar chocaba contra su rostro, el sol brillaba con fuerza y las olas de aquella marea tranquila chocaban contra la arena, estában en una zona apartada realmente tranquila y relajante. Los demás bajaban su equipaje del segundo auto que durante el viaje iba por detrás de la limosina. Akashi los llamo y los guio hasta llegar a su casa de verano, era demasiado inmenso para ser una simple casa.
- Esta es tu casa.
- Por supuesto Daiki.
- Mientes, esto no es una casa, es más bien una enorme mansión.
- Dile como quieras.
Al entrar al lugar fueron atendidas por un par de mayordomos que satisficieran sus necesidades durante el periodo de tiempo que durase la visita. Caminaron hasta la planta superior en donde se encontraban enormes habitaciones con vistas al mar de lo más espectaculares.
- Pueden elegir la habitación que quieran a excepción de la habitación que se ubica hasta el fondo, esa es mía.
- En ese caso yo quiero la primera habitación~
- No Murasakibara, estas demente si piensas dejarme la habitación que esta junto a ellos dos.- Dijo señalando al rubio y al moreno.
- Shin-chan, no puede ser tan malo.
- No tienes idea.
- ¿Quieres pelear no es así Midorima?
- Yo tampoco quiero estar junto a la habitación de Aomine-kun, habrá cosas que preferiría no escuchar.
- Estoy de acuerdo con Kuroko.- esta vez hablo Kagami que se había mantenido callado.
- Cállate Bakagami, ¿tu también Tetsu? Que tiene de malo estar junto a mí.
Todos los chicos que estaban ahí le miraban con una mirada que decía "es desagradable".
- Cálmense todos, les aseguro que habrá ningún problema. ¿No es así Ryouta, Daiki?
- No habrá ningún inconveniente Akashicchi.
- Bien no hagan cosas inapropiadas, si saben a lo que me refiero.
- Si- hablaron ambos chicos al unisonó.
- Eso espero. Si eso es todo cada quien puede llevar sus pertenencias a su habitación, si necesitan algo no duden en pedirle algo a los mayordomos, ellos les atenderán.
De esta manera cada pareja se fue a una habitación, Mkdorima y Takao estaban junto a la habitación de Murasakibara y Himuro dejando así a Kagami y Kuroko junto a ese par de pervertidos.
- Esto va a ser incomodo.
- Están amenazados por Akashi-san no creo que lo quieran desobedecer
- Buen punto.
- Sabes a nosotros no nos dijo nada.
- ¿Que insinúas?
- Que podemos hacer lo que queramos y sabes a lo que me refiero.
- Ya veo.
En el rostro de Kuroko se formo una sonrisa traviesa, le gustaba tener esa clase de insinuaciones por parte de su pareja. En cambio la mirada de Kagami era algo provocadora, se acerco hasta apoderarse de los labios de Kuroko y después tumbarlo en la amplia y mullida cama, los besos comenzaban a intensificarse y la respiración de ambos comenzaba a entrecortarse, las manos de Kuroko comenzaban a colarse por debajo de la camisa de Kagami tocando sus bien formados abdominales, la boca del más alto bajo hasta su cuello para lamerlo y morderlo suavemente, aun así no evitaba que una marca rojiza se quedara ahí. Querían continuar y poco les importaba el lugar en donde estaban, corrían el riesgo de ser descubiertos pero eso tampoco importaba. La pasión del momento murió cuando alguien toco a la puerta de su habitación para después ser abierta por un peli azul que se quedo de pie viendo a aquel par dándose "muestras de afecto".
- Oe ¿PERO QUE ESTÁN HACIENDO?
- Lo que parece Aomine-kun.
- Como sea, Akashi nos llama.
Se levantaron de la cama para salir de la habitación y bajar a la primera planta, ya después continuarían en donde lo dejaron. Todos estaban reunidos esperando por ellos que fueron los últimos en llegar.
- Lo primero que haremos será comer, como es tarde será más conveniente visitar el mar el día de mañana, ¿están de acuerdo con eso?
Todos los chicos asintieron ante el cuestionamiento de Akashi.
- Bien síganme, la comida está siendo servida.
Seguimos a Akashi hasta llevarnos a un inmenso comedor en donde se encontraba una gran variedad de platillos servidos, era asombroso ver tanta comida junta cosa que solo abrió el hambre a esos chicos especialmente al antiguo as de Seirin y de Too que poco faltaba para que empezaran a babear.
Mientras los demás disfrutaban tranquilamente de comer los otros devoraban la comida, plato que se servía, plato que desaparecía y ningún guisado se salvaba de ellos. Takao se encontraba molestando a Midorima por tener ese oso de peluche con él, pues es que ese día era el objeto de la suerte. Kise platicaba con Kuroko y Himuro, y Akashi le susurraba cosas a su peli castaño novio que lo hacía sonrojar de sobremanera.
- Kurokocchi, que tienes en el cuello.
- ¿De qué hablas Kise-kun?
- Aquí, tienes un...
El rubio se quedo asombrado viendo esa marca, Kuroko recordó que hace poco tiempo atrás Kagami le mordía esa zona de su cuello, automáticamente se tapo con una mano antes de que se diera cuenta.
- Eso es un piquete Kise-kun.
- Eso no parece un piquete Kurokocchi.
- Yo creo que mi bro se excedió contigo jajaja.
-No es lo que piensas Kise-kun, Himuro-kun.
- Muro-chin tiene razón, eso es un chupetón que hizo Kagamichin.
¿En qué momento se había unido el peli morado a la conversación? El pelo celeste se quedo callado mientras sus mejillas se teñían de rojo, era bochornoso que se den cuenta de estas cosas y todo por culpa de Kagami.
- No te sientas avergonzado Kuroko-chan...- ¿Ahora también Takao?- ...Shin-chan me deja muchos chupetones cuando foll-
- BAKAO.
- ¿De qué hablan?
- De las marcas que le deja Kagamicchi a Kurokocchi.
- Ya veo, deben de dejar a Tetsuya con sus cosas, después de todo es su vida.
- Gracias Akashi-kun.
- No es nada Tetsuya, pero sí de eso hablamos yo dejo muchas mas marcas en el cuerpo de Kouki.
- S-SEI.
- Si ese es el caso yo beso mejor y Kise lo sabe.
Hasta el moreno que no paraba de comer había dejado de hacerlo solo para entrar en la conversación y ver quién era el mejor.
- Eso no importa, Tets... Kuroko disfruta mucho de mis besos.
- Kouki tiembla con solo besarlo.
- Eso no es nada, yo soy mejor en la cama, lo se por todo el ruido que hace Kise.
- Kuroko siempre queda más que satisfecho.
- En ese caso yo soy mejor, Takao no para de rogar por mas.
La discusión se estaba saliendo de control mientras los demás discutían para saber quién era mejor. Por lo mientras Takao, Kise, Kuroko, Himuro y Furihata habían abandonado el comedor para sufrir mas vergüenzas a causa de sus parejas por una estúpida competencia. Pensar que todo esto surgió por el chupeton de Kuroko era cómico, ya después sabrían como castigar a los otros por decir esas cosas intimas enfrente de todos.
Habían pasado un par de horas, los demás habían salido por un momento de aquel recinto para poder disfruta un poco del aire fresco del lugar, a lo lejos estaba lo que era la orilla de la playa, podían escuchar el sonido relajante de las olas chocar contra la arena.
- Este lugar es genial.
- Si recuerdo cuando venimos con los demás.
- ¿Ya han estado aquí?
- Si, cuando estábamos en Teikou Akashicchi nos invito y venimos nosotros seis, pero ahora será más divertido.
- Debió ser genial,
-Fue un poco aburrido porque Midorima-kun discutía con Murasakibara-kun, Aomine-kun con Kise-kun y Akashi-kun y yo solo los ignorábamos.
- Eso era muy cruel Kurokocchi.
- Nee Kuroko-chan ¿cómo era Shin-chan en ese entonces?
- Era un poco menos serio, pero sigue teniendo la misma actitud de antes.
- ¿Y Atsushi?
- Murasakibaracchi sigue siendo exactamente igual.
- Sei fue el que cambio mucho.
- Akashi-kun fue el que tuvo cambios más drásticos.
- Pero desde que conoció a Furihatacchi dejo de dar miedo y se volvio una persona mucho más agradable.
- Hiciste un gran trabajo Furihata-kun.
- Gracias, pero en realidad no hice nada.
- ¿Oigan que hacen aquí afuera?- fue el pelirrojo más alto a ver donde estaban los demás.
- Solo pasando el rato ya que no dejaban de discutir.
- Si por eso hemos llegado a un acuerdo.
- No creo que eso sea lo correcto, como sea no quiero saber la clase de acuerdo.- hablo Kuroko pasando a un lado del pelirrojo sin siquiera mirarle, ¿Acaso estaba molesto? Himuro al ver la cara de sorprendido de su hermano se acerco hasta el.
- Bro creo que te pasaste, mira que decir ese tipo de cosas enfrente de sus amigos. Eso me recuerda a que también Atsushi merece ser castigado.
- Voy con el, siento pena por Mirasakibara.- Pues es que conociendo a su hermano cuando se enoja es de temer.
Seguía el paso de Kuroko solo que estaba un par de metros atrás de él, el peli celeste llego hasta su habitación y el pelirrojo entro después de él.
- ¿Estas enojado?- era tonto preguntar cuando ya sabía la respuesta. El otro se quedo callado hasta hablar después de un par de segundos de silencio.
- Si, pero no tanto contigo, sino con Kise-kun que empieza un alboroto por nada.
- Siento decir esa clase de cosas frente a los demás, pero el estúpido de Ahomine me provoca.
- Si ya lo conoces no deberías seguirle el juego.
- Como sea no volverá a pasar.
Kagami se sentó en la orilla de la cama en donde estaba su amada sombra, se acerco hasta su mejilla para después darle un suave beso. Kuroko giro su rostro para poder besarlo mejor.
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Finalmente cayó la noche y cada quien se fue a su respectiva habitación, mañana podrían disfrutar de estar en el agua de mar, pero por ahora lo mejor era descansar después de ese largo viaje.
Kuroko está dispuesto a darse una ducha, ya estaba adentro dejando que la cálida agua bajara por su cuerpo para después enjabonarse el cabello lo que le hizo cerrar los ojos, en eso escucho que alguien entraba al baño, seguro seria Kagami, alguien entro a la ducha con él.
- ¿Taiga?
- Aquí estoy, creí que sería más conveniente bañarme contigo.
- Ya veo.
El peli celeste trato de acercarse hasta donde el supuso que se encontraba su compañero pues seguía con los ojos cerrados, cuando iba a dar un paso más su pie se resbalo por el agua en el suelo e iba caer de frente si no fuera por unos brazos que le rodearon, su rostro fue a dar hasta el pecho de Kagami, sintió como un chorro de agua golpeo su cara, abrió sus ojos para encontrarse con la cara de preocupación de su pareja.
- Maldición me asustaste.
- Lo siento.
-Ten más cuidado quieres.
- Si, perdón.
- Ya deja de disculparte.
- No deberías preocuparte tanto.
- ¿Cómo demonios no me preocuparía? Si lo hago es porque te amo y no quiero que nada malo te suceda.
- Taiga...
Sus brazos seguían rodeándole, para después hacer un abrazo más fuerte que junto sus cuerpos húmedos en totalidad, el más alto se encorvó para poder atrapar los labios del de pálida piel.
- Taiga, debemos apresurarnos en salir, esta anocheciendo.- le decía en un susurro mientras sus labios aun se rosaban.
- Eso no importa en estos momentos.
El beso que empezó de manera inocente termino siendo un beso muy intenso en donde disgustaban de la cavidad del otro, los ojos de Kagami desprendían lujuria y los celestes desbordaban la excitación que sentía en esos momentos.
- T-Taiga, continuemos con lo de hace rato.
- Lo iba a hacer sin que me lo pidieras.
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Estaban acostados en su inmensa y cómoda cama tomados de las mano, dispuestos a dormir pies ya era tarde y si sesión en el baño se prolongo más de lo que esperaban sin importar que había valido la pena, solo esperaban que Akashi no se enterase de eso si no estarían perdidos.