- Tetsuya no debes de tener miedo.
- No le tengo miedo.
- No mientas es más que obvio.
Una pequeña turbulencia hizo moverse esptrepitemente el transporte en el que iban, nada grave solo eran los fuertes vientos de esa zona, ante esto Kuroko agarro fuertemente el brazo de Kagami, pues a quien engañaba, jamás habia estado en un avion antes y esta era la primera vez que le tenía pánico a las alturas.
- Esta bien lo admito, me pone nervioso.
- Aqui estoy yo para que no te pase nada.
- Eso no es muy consolador.
- Oye ¿qué clase de respuesta es esa?
- Pero gracias, por tratar de reconfortarme.
- Claro.
Ambos escuchaban musica del reporductor del pelirrojo quien se había recargado en el peliceleste mientras leía su libro y de vez en cuando se entretenia con la vista aérea.
- ¿Que lees?
- Un libro de misterio y suspenso.
- ¿En serio? No sabia que te gustaban esa clase de libros.
- No son del todo de mi agrado, pero este es relativamente interesante.
- Dejame verlo... Espera creo que este libro ya lo leí.
- ¿En serio?
-Si hace años que lo leí.
Kagami ojeaba el libro para leer uno que otro parrafo, el libro era de Stephen King, ese autor si que escribia libros muy buenos en cuanto a misterio y horror se trataba.
- No me digas en que acaba.
- No planeaba hacerlo, pero ahora que lo mencionas no es una mala idea.
- Maldición
- Jajaja debiste haber visto tu cara.
- ¿Puedo continuar leyendo?
- ¿Que te parece hacer algo mas entretenido?
- Si, dime que.
- Crei que ya lo sabias.
- No puedo recordarlo, que tal si me lo enseñas ds nuevo.
- Como gustes Tetsuya.
Tomo el libro que reposaba en las piernas del otro y les cubrio el rostro para que la gente de adelante no les viera, Kuroko tomo la mejilla del otro para acercarlo hacia el, primero solo seria un roce de besos pero las ganas de ambos hicieron aumentar el ritmo de aquel contacto, fue el peliceleste quien introdujo su lengua en la boca del otro para asi poder intensificar el beso, al pelirrojo le fascinaba cuando tomaba la iniciativa y mas cuando Kuroko comenzaba a hacer del beso más apasionado, eran pocas las veces que lo hacía por eso mismo le gustaba aprovecharse de esas situaciones.
- No sabia que mi sombra fuera tan lasciva.
- No sabia que mi tigre estaba hambriento.
Taiga se acerco hasta el lobulo de su oreja y despues de mordisquearlo un rato sacandole un par de suspiros al otro le susurro cosas que hacian sonrojar las palidas mejillas del peliceleste.
- Tetsuya, en cuanto lleguemos al hotel ten por seguro que te hare mio, te hare el amor como no tienes idea, asi que preparate.
Habia provocado al tigre, y se disponia a pagar las consecuencias de sus actos con otros mas pecaminosos.
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- Toma tu maleta.
- Gracias Taiga.
- ya deberia estar aqui.
- ¿Hablas de tu madre?
- Le avise que ya habiamos llegado, pero aun no esta aqui.
- Esperemos un poco mas.
- Mejor aun, tengo hambre, compremos algo.
- Bien.
- Ven, vamos a ver que encontramos.
- Claro.
Comenzaron a caminar sin una direccion especifica, solamente buscando algun lugar en donde pudiesen comer, grandes cantidades de personas pasaban a su lado, era obvio, despues de todo estaban en un aeropuerto, gente comunicandose en un idioma que el peliceleste no entendia muy bien, jamas habia sido bueno en el ingles y ahi estaban las consecuencias de eso.
- Maldicion, todos los lugares estan llenos. Creo que mejor comemos afuera, ¿que piensas Tetsuya?
- No tengo inconvenientes con eso.
- Genial, tengo muchos lugares que mostrarte.
- Estoy esperando verlos.
- Seguro te encantaran.
- Ya lo creo.
Tomaron sus maletas, no eran tan grandes pues no iban a estar mucho tiempo en America, pero si traian lo suficiente para el tiempo que estarian ahi. Kuroko iba a lado de su adorada luz, entonces de reojo pudo ver como una mano se poso en su hombro haciendolo voltear bruscamente.
- Taiga ¿que es eso de llegar asi de improviso? Sabes no me dio tiempo de asear la casa debidamente, ademas de que tuve que dejar el trabajo antes de tiempo para poder venir. ¿Que es eso de mandar un mensaje diciendo "ya estoy aqui"?
- H-Hola cuanto tiempo mamá.
- Nada de que "cuanto tiempo".
- Perdon por eso, supuse que te sorprenderia.
- Claro que lo hiciste.
- Bueno ya nos tienes aqui.
La mirada de la mujer que no dejeba de ser seria se desvio de la de su hijo para encontrarae con aquellos ojos celestes que Kuroko tenia, la mujer le miraba de pies a cabeza sin cambiar su expresion cosa que solo ponia nervioso al otro.
- M-Mucho gusto soy Kuroko Tetsuya.
La madre de Kagami se acerco lo suficiente para apreciarlo mejor, en su rostro serio aparecio una enorme sonrisa, se acerco aun mas para darle un fuerte abrazo.
- Taiga me habla mucho de ti, no puedo creer que seas asi, dime ¿como es que estas con alguien como el?
- Oye que demonios dices.
- Solo estoy bromeando jajaja.
- Sono en serio.
- Por que lo fue.
- ¿¡Que!?
- Sabes que amo molestar a mi hijo.
- Me alegra agradarle Kagami-san.
- Por favor no seas tan formal, despues de todo eres mi futuro nuero.
- G-Gracias por aceptarme.
- Cuando Taiga era joven, jamas crei que terminaria con alguien tan bien parecido como tu.
- Gracias.
- Pero que tonta soy no me he presentado, soy Kagami Hikari, solo dime Hikari.
- Esta bien.
- Aqui entre nosostros, si tuviera 20 años menos te aseguro que te arrebataria de Taiga, mira que encontrar un buen chico como tu en estos dias esta dificil.
- ¡Oye escuche eso! Y creeme cuando digo que por nada del mundo entragaria a Tetsuya.
- Ohhh, verte celoso hace mi dia.
- ¡Callate!
- ¿Es asi como le hablas a tu madre? Repitemelo.
- P-Perdón. No volvera a pasar.
Kuroko solo veia a ese par que eran muy similares y no solo en su forma de ser, sino que fisicamente eran casi identicos, la madre de Kagami era pelirroja y con la textura de cabello identica a la del tigre, la diferencia era que Taiga tenia la piel un poco mas tostada que la de la mujer, probablemente lo sacaria de su padre, resumiendo era la viva imagen de su madre. Cuando se dio cuenta que su 'discusion' comenzaba a llamar la atencion de la gente mas de la cuenta los interrumpio.
- Eso me halaga pero no me conoce del todo para asegurar eso.
- Solo necesite verte para saberlo. No por nada has sido la unica persona que atrapo el corazon de Taiga.
- G-Gracias.
- Bien vayamonos.
- Teniamos planeado ir a un hotel.
- ¿¡Haaa!? Ni pienses quedarte en un lugar asi, se quedaran en casa, lo poco quearregle fue tu habitacion y la habitacion de huespedes, pero si no pueden dormir en la misma habitacion, despues de todo... necesitan privacidad.
- ¡MAMÁ! Porfavor no empices a comportarte como Álex.
- Jajaja extrañaba molestarte asi, que viejos tiempos aquellos en la que eras un niño y decias que te casarias con tu balon de basket, aun recuerdo como te deprimiste y lloraste por horas cuando se poncho.
- ¿¡Era necesario decir eso!?
- En realidad no, pero estoy segura que es algo que no sabe Tetsuya.
- En realidad no lo sabia.-solto una pequeña risilla al escuchar lo enterior.
- ¿Quieres escuchar mas?
- Seria un gusto.
- Maldita sea, ¿por que conspiran contra mi?
- Es algo natural en nosotros.
- ¿De que demonios hablas?
Salieron del aeropuerto para llegar a un estacionamiento cercano en donde estaba un camioneta color plateada que pertenecia a la pelirroja.
- Taiga, metan las maletas en la cajuela.
- Claro.
- Yo tambien ayudare.
Despues de estar acomodando las cosas, aubieron a la parte de atras de la camioneta.
- Bien nos vamos.
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El trancurso del camino fue entretenido para ambos, pero mas para Kuroko quien ,como un niño, no despegaba su mirada de la ventana, habia ciertas cosas diferentes a japon que le llamaban mucho la atencion. Despues de unos minutos llegaron a un vecindario tranquilo, un par de niños jugaban fueras de sus jardines, todo en ese lugar era miy agradable. Finalmente la madre de Kagami estaciono el vehiculo fuera de su cochera.
- Aqui estamos, esta es nuestra casa.
- ¿Aqui han vivido todo este tiempo?
- Si, llegamos aqui cuando Taiga tenia alrededor de dos años.
- Eso fue hace mucho tiempo.
- Ni lo digas, han pasado demasiadas cosas...como sea, Tetsuya entra, quiero que conozcas la casa.
- Claro.
- La puerta esta abierta, pasen.
Giro la manija plateada de la puerta de la entrada para despues dejar ver el interior de la casa que era amplia, contaba con dos pisos y un tejado, lo clasico en una casa estadounidense.
- Es malo que dejes la casa sin seguridad.
- No pasa nada, es un vecindario tranqulo.
- Solo no lo vuelvas a hacer.
- Tan protector como siempre.
- Solo me preocupo.
- Tetsu ¿es asi de preocupon contigo?
- Si, asi es.
- Es obvio que me preocupe, tu eres mi madre y el mi pareja.
- ¿No te sientes fatigado por eso Tetsu?
- No mucho.
- ¿Oigan me estan escuchando?
- Ohh en realidad te admiro Tetsu.
- OIGAN.
- Taiga como estas de visita prepara la comida, hace mucho que no como de tus platillos, espero que hayas perdido tus habilidades culinarias durante este tiempo.
- Cocino todo el tiempo.
- Tetsu lo repetire de nuevo, te envidio, yo tambien quisiera comer sus comidas todos los dias.
- Lo haria yo...pero no se cocinar, me siento apenado.
- No te preocupes, yo tampoco se cocinar.
- Es ahora cuando me pregunto como sobrevivi tantos años comiendo tus platillos.
- Es porque no los hacia yo.
- Eso explica todo. Me voy a hacernos de comer.
- ¿Y bien Tetsu? Cuentame de ti. Me han contado muchas cosas de ti pero creo que es mejor conocerte en persona.
- Naci en Tokyo y soy hijo unico, mis padres no conocen mucho de usted, solo un poco por comentarios de Taiga, pero aun asi la aprecian por criar tan asombroso hijo.
- Eso me halaga, no creo merecer ese aprecio.
- Si lo merece, no la conozco pero estoy seguro que es una gran persona.
- Gracias. Ahora dime como se conocieron, quiero escucharlo de ti porque se que Taiga no me hablara al respecto.
El peliceleste guardo silencio por un par de segundos pues estaba pensando en eso, hace tanto tiempo que habia sucedido todo eso, pero el recuerdo seguia fresco en su memoria, se habia grabado totalmente en su ser. Ahora el punto era en donde comenzar.
- Desde pequeño he sido una persona reservada en todos los aspectos, callado y con poca presencia. Cuando tenia una edad un poco mas avanzada comence a practicar basket, conoci a muchas personas, forme parte de un equipo al que poco despues se nos nombro como la generacion milagrosa por nuestras extraordinarias habilidades. Las cosas con ese equipo iban bien, pero poco despues todo comenzo a cambiar, hubo muchas cosas que me hicieron odiar jugar, que de alguna manera me lastimaron, pero a pesar de eso decidi continuar con mi sueño de jugar lo que mas amaba en esos momentos. El tiempo transcurrio e ingrese a Seirin, cuando me presente en el equipo lo vi, y supe al instante que era aquel chico que me ayudo tanto con sus palabras de aliento.
- Espera ¿se conocian de antes?
- Si...tal vez no lo recuerda pero en aquellos momentos en donde no me podia sentir peor dijo algo que lo cambio todo...Al inicio solo fuimos compañeros de equipo que poco despues entablaron una amistad...hasta finalmente estar donde estamos.
- Ya veo, me alegro de haberlo enviado a esa escuela, sabia que tendria algo de bueno. Ahora veo que estaba en lo correcto y pudo conocer a personas que ahora son importantes en su vida.
- Le agradezco por haber tomado esa decision.
- Y pensar que solo fue una intuicion mia, mira las cosas que nos depara el destino.
- La comida ya esta lista, ¿de que tanto hablaban?
- De muchas cosas que te involucran Taiga.
- ¿Y eso es bueno?
- Demasiado.
- Confiare en tus palabras.
- Bien, vayamos todos a comer esa deliciosa comida.
Amor Yaoi
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