Hacia mucho calor en Japón cosa que irritaba a un moreno que caminaba acompañado de un rubio muy alegre, acababan de encontrarse con las hermanas de Kise quien eran mucho más molestas que el sin mencionar lo parlanchinas que eran, desde que las conoció ha sido víctima de sus abusos, pues siempre lo andaban molestando y haciéndole bromas pesadas con el pretexto de que fue el degenerado que le quito la pureza a su amado hermano menor. Si ese era el caso vale la pena soportarlas si tiene al rubio para él solo.
- ¿En qué piensas Aominecchi?
- En lo insoportables que son tus hermanas.
- Realmente les agradas.
- ¿Tu lo crees?
- Bueno no te odian...el punto es que pueden convivir sin matarse los unos a los otros.
- Claro si no me asesinan primero.
- No digas eso, no dejare que algo así suceda.
- Eso espero. Volvamos al departamento.
- Claro.
- Quiero disfrutar estos días antes que acaben las vacaciones.
- Claro, aunque ya estoy a punto de terminar la universidad aeronáutica.
- Es cierto.
- ¿Aominecchi, en verdad quieres ser policía?
- Claro, suena interesante, tienen buen salario y pueden arrestar a bastardos que solo piensan en robar y asesinar.
- ¿Lo dices por el tipo que me asalto?
- Si especialmente por ese pedazo de mierda, te dije que era muy noche para salir pero querías comprar botanas para ver la película ¿que hubiera hecho si te pasaba algo? No podría soportarlo.
- No sucedió nada.
- Pudo suceder y lo sabes.
- Moo no lo volveré a hacer Aominecchi, no tienes que regañarme.
- Esta bien, compremos unas cosas antes de volver.
Después de caminar un rato mas compraron lo necesario para ese día, de camino a su departamento pasaron cerca del departamento que compartían Kagami y Kuroko percatándose que este estaba abierto y no solo eso el peli celeste estaba siendo acorralado en la pared por un tipo alto quien tenía una gorra. Kise fue rápidamente hasta el lugar y Aomine le siguió el paso alcanzándolo y rebasándolo segundos después, preparo un golpe que le dio directo en la cara al tipo acosador.
- Aomine-kun ¿qué haces aquí?
- Pasaba por aquí y te vimos siendo acosado.
- Te equi-
- ¡¡¡Kurokocchi!!! ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño?
- ¿¡Donde está el idiota de Bakagami!?
- Lo acabas de golpear Ahomine-kun.
- Oi Tetsu, ¿qué es eso de "Ahomine"?
- Esta ahí en el suelo.
- AHOMINE
Un golpe por parte del pelirrojo le dio de lleno en la cara, dejando ahora al moreno en el suelo.
- ¡Aominecchi! ¿estás bien?
- Si, lo estoy.
- Kagamicchi no debes golpear a la gente.
- El fue quien empezó todo esto.
- Creímos que estaban acosando a Kurokocchi.
- Pues vieron mal.
- Nos equivocamos, cambiando de tema...qué bueno que ya regresaron de América. ¿Cómo les fue?
- Bien, fue estupendo y mi ingles mejoro considerablemente.
- Eso es genial Kurokocchi.
- ¿Quieren pasar? No está muy arreglado porque así lo dejamos cuando nos fuimos.
- Teníamos cosas que hac-
- Claro que si, gracias Kurokocchi.
- Oi Kise, de seguro tendrán cosas que hacer, no podemos quedarnos.
- No pasa nada, además no los hemos visto en mucho tiempo, especialmente a Kurokocchi.
- Bien pero no será por mucho tiempo.
- Claro.
- No hay que ofrecerles, enseguida iré por botanas o algo.
- Entonces también compra bebidas Kagami.
- No es necesario Kagamicchi así está bien.
- Oi Kise.
- No queremos causar molestias.
- No, está bien, después de todo debemos de comprar algo para comer, la comida de avión no era buena.
- Ya lo creo.
- ¿Quieres que te traiga algo en particular?
- No, gracias Taiga.
- Bien.
El alto pelirrojo se acerco hasta su sombra para darle un beso rápido en la mejilla y cerrar la puerta tras salir dejando a esos tres en su departamento. Los otros dos quedaron quietos en su lugar, casi nunca se daban muestras de afecto frente a las demás personas y esto era particularmente extraño para el rubio y el moreno.
- Su relación ha mejorado aun más, si eso es posible.
- Sucedió algo en América ¿no es así Tetsu?
- Al parecer se dieron cuenta.
- Es más que obvio ¿podemos saber que es Kurokocchi?
-Nos vamos a casar- dijo avergonzado de ese hecho.
Los dos emocionados se abalanzaron sobre él felicitándolo, especialmente Kise quien es el más dramático de los tres.
-¡MUCHAS FELICIDADES KUROKOCCHI!
-Gracias Kise-kun. Aunque aún hay más.
-¿En serio?
- Es algo realmente extraño y complicado de explicar.
- No tienes que forzarte a decirnos si no quieres.
- No, es algo que deben de saber, se trata de una condición que padezco.
- ¿¡¿¡QUE TIENES KUROKOCCHI?!?!
- Nada malo Kise-kun.
- Habla Tetsu.
- Kagami-kun y yo podemos tener hijos, puedo embarazarme.
- ¿¡¿QUE!??
- Es en serio lo que digo.
- P-Pero ¿cómo es posible?
- Tampoco estoy seguro de eso, me atendieron en América y la doctora nos comento que era raro pero sucedía ocasionadas veces.
- ¿Entonces puede Kise quedar embarazado?
- No lo sé, pero allá hay tratamientos para eso.
- Eso sí que es sorprenderte.
- Ahora entiendo porque Kagamicchi esta tan feliz.
- También es algo que a mí me alegra.
- Ya veo.
La puerta del departamento sonó y Aomine fue a abrir, ayudo al pelirrojo a cargar las bolsas que llevaba hasta la cocina, pues después se pondría a hacer algo de comer para todos. Entre pláticas y conversaciones que terminaban en discusiones por parte de Aomine y Kagami, el pasar de las horas anunciaba que el tiempo de estar en compañía con esos dos llegaba a su fin. Kise se despidió de Kuroko y de Kagami, muy animadamente como solo el sabia, el moreno se despidió amablemente del celeste y muy engreídamente del pelirrojo haciendo una nueva discusión antes de que partieran.
- ¿Sucede algo Kise?
- No realmente solo que...
- Has estado raro desde que vimos a Tetsu, ¿tanto te afecto la noticia?
- Algo así.
- ¿Quieres hablar de eso?
- Si... es que me quede pensando en eso y pues me siento algo raro.
- Ya se te pasara.
- Aominecchi... ¿te gustaría que tuviéramos hijos?
- No lo se...no estoy seguro de querer ser padre aun, espera no me digas que estas embarazado.
- No idiota pero me gustaría estarlo.
- Ya veo el problema.
- Yo realmente desearía tener una familia contigo, desde hace tiempo lo vi solo como un sueño, un deseo que sería imposible pero ahora existe una posibilidad de que suceda algo bueno.
- Ahora quieres tener hijos.
- Si pero tu no.
- No dije que no, solo dije que ahora no es el momento para eso y si tu quieres eso, está bien te apoyo, me gustaría ver que sale de nosotros dos.
- ¿Y si no llegase a poder concebir?
- El mismo Tetsu dijo que hay tratamientos, además me tienes a mí para eso. Yo y mi grandiosa esperma te daremos el hijo que tanto deseas.
- Aominecchi que dulce sonó eso...creo.
- Claro ¿quién crees que soy?
- Como sea volvamos a nuestro departamento.
- No sin antes comprar lo "necesario"
- C-Claro
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- Tetsuya me alegro mucho por ti.
- Gracias Akashi-kun ¿cómo te has enterado?
- Tengo mis contactos.
- Fue Kise-kun ¿cierto?
- No revelare identidades.
- Esta bien, tratare de no sospechar de él.- estaba más que claro que había sido el rubio.
- De acuerdo, debo colgar Tetsuya, fue grato hablar contigo.
- Lo mismo digo. Cuídense.
- Igualmente, adiós.
Akashi corto la llamada para después dejar su móvil en algún lugar del departamento e ir directo a donde se encontraba su pareja.
- Kouki debemos hablar seriamente.
- ¿Q-Que sucede Sei? Tu cara da miedo.
- Es la cara que siempre tengo.
- Claro.
- Kouki...
- Lo siento ¿qué sucede?
- Quiero que me des dos hijos empezando, después podemos tener uno o dos más.
- ¿¡De qué demonios estás hablando!?
- Tetsuya puede embarazarse, así que creo que tu también por eso mismo estoy pidiendo que me des hijos Kouki.
- E-Es imposible que eso suceda.
- Nada es imposible en este mundo Kouki.
- En primera aun estamos jóvenes para eso, aun no hemos terminado los estudios y seria un caos.
- Yo no le veo el problema, al contrario sería mejor para mi, en cuanto me encargue de la compañía comprare una casa de calidad para nosotros, tu y los niños se divertirán, será estupendo.
- No lo sé Sei...
- Tan solo acepta Kouki, se que también lo deseas.
- Deberíamos pensarlo más.
- Kouki, nada me haría más feliz que tener nuestra propia familia y ahora que se nos es posible quisiera intentarlo.
El más alto de los dos se acerco peligrosamente al menor hasta acorralarlo contra el sofá, por obvias razones cayó en este y el otro aprovechándose de esto se posiciono encima de él para después atacar gentilmente el cuello del otro
- S-Sei nnngh
- No te contengas Kouki, amo escuchar tus deliciosos sonidos.
Una de las traviesas manos del mas pálido se deslizo lentamente por debajo de la camiseta que traia en esos momentos, poco después el mismo se deshizo de la que tenia puesta dejando su torso desnudo frente al ya muy avergonzado chihuahua quien no dejaba de verlo.
- ¿Te gusta lo que ves?
- D-Deja de decir eso.
- Sabes que solo estoy jugando contigo.
- Date prisa.
- No me presiones Kouki, te hare disfrutar como nunca.
- Ahhh e-espera.
El otro ya había metido mano en sus pantaloncillos y estaba a punto de desvestirlo completamente, si su ropa había salido volando solo le faltaba la ropa interior. Estaba a punto de tomarlo en ese preciso momento pero alguien en la entrada y con ese molesto sonido del timbre interrumpió su grato momento en pareja. Akashi no planeaba detenerse pero al hacerse el sonido más constante y molesto decidió ir a atender el llamado.
- No sé quien sea pero estoy seguro que esa persona no valora su vida.- dijo molesto el emperador.
Pobre de aquella persona que se atreviera a interrumpir su sagrado tiempo con su chihuahua; después de ese mal rato aquel vendedor no volveria a ser el mismo.