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Our beginning por kaorome12takumi

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Notas del capitulo:

Okey me disculpo nuevamente por no actualizar cuando debi, mi compu me odia y decia que no se podia abrir el archivo asi que tuve que hacerlo de nuevo, ademas que estuve escrbiendo un one shoto que dentro de poco publicare, sera AoKi.

Bueno ahora dire que este es el penultimo el capitulo ;3; en serio que me gusto mucho escribir este fic pero bueno he decidio que ya es hora de concluirlo.

En fin les dejo con el cap de hoy y espero les guste :3

El tiempo transcurría muy rápido para ambos jóvenes quienes a pesar de todo el tiempo que llevaban juntos seguían amándose como la primera vez que sintieron amor por el otro, hasta se podría decir que ese lazo era más fuerte que simple amor; es cierto, como cualquier pareja tuvieron pequeñas discusiones pero nada severas, su relación podría ser catalogada casi perfecta. Ahora bien el pelirrojo besaba tiernamente al peli celeste que estaba recargado en su hombro profundamente dormido, desde hace un par de semanas atrás que ha estado cansado y somnoliento puede que sea parte igual del embarazo, ahora que ya habían pasado un par de meses sabían que tendrían un hijo, sería perfecto, la hermosa combinación de ambos en una sola persona, fruto de todo el sentimentalismo que tenían el uno del otro. Era increíble saber que hace tan solo ocho meses se entero que seria padre.

- Has despertado.

- Lo siento, me quede dormido.

- No te preocupes, me agrada estar así contigo.

De un momento a otro Kuroko se separo de el y se quedo quieto en su lugar, Taiga quedo preocupado pues el otro tenía un rostro sorprendido.

- Taiga...

- ¿Tetsuya qué pasa?

- Es el bebe.

- ¿¡Que, que pasa!?- Realmente se estaba preocupando, estaba a punto de perder la cordura con el silencio del otro.

- El bebe esta pateando.

Kagami rápidamente salto de su lugar y se acerco hasta el abdomen del otro, y quedar cerca del pequeño bultito que tenía en ese lugar, sin pensarlo dos veces poso su mano y pudo sentirlo, su hijo se movía en su interior. Una inmensa calidez le inundo, no pudo más que sonreír como un idiota, la felicidad que estaba sintiendo en esos momentos era incomparable.

- Es increíble...

- Si lo es.

Kagami se enderezo hasta llegar al suave rostro del chico pálido que yacía sentado en el sofá, y con su dedo pulgar acaricio sus labios para después unirlos con los suyos.

- ¿Te he dicho alguna vez cuanto te amo?

- Lo dices todo el tiempo.

- Y no me cansare de decirlo jamás... te quiero.

- También te quiero.

- A ti y a nuestro hijo...

El sonido del timbre interrumpió momentáneamente el ambiente amoroso que había en la habitación.

- Iré a abrir.

- Ni pensarlo, te quedaras aquí- lo detuvo el pelirrojo antes de que hiciera algo.

- Quiero levantarme del sofá.

- Sera después de que abra.- soltó una pequeña risa antes de salir de la sala.

Tomo el libro que había quedado a un costado y por un momento se quedo pensando en lo feliz y afortunado que era por tener la vida que llevaba ahora, estaba más que emocionado ante la idea de que sería padre dentro de poco tiempo, ¿cómo sería su hijo? ¿Sacaría la hermosa sonrisa de Kagami? ¿Serian buenos padres? Estaba seguro que crecería en un buen ambiente pues le daría todo el amor del mundo solamente a su hijo, bueno también al pelirrojo que aun no volvía.

- He vuelto.

- ¿Que paso?

- Llego una caja, luego la abriré, iré a calentar la comida.

- Gracias.

Kuroko se quedo observando la caja ahí, se percato de que no era una caja del todo común, el remitente era de una dirección extranjera, creía saber bien de donde provenía, la tomo y la abrió no creía que el más alto se enojara por abrirla. Y eso hizo, quito la cinta que envolvía y saco un par de cuadernos que venían dentro al igual que una carta. Se quedo mucho tiempo viendo el contenido que había ahí frente a el... era como una mina de oro.

- ¿Qué haces?- llego con dos platos en sus manos con una deliciosa comida para ambos.

- Eras muy lindo de pequeño.

- No lo entiendo...

Y entonces todo tuvo sentido, a lado del peli celeste había varios álbumes de cuando apenas ara un crio, estaba pasando por uno de los momentos mas embarazosos de su vida y lo peor es que enfrente de él.

- ¡Devuelve eso!

- No, son míos, tu madre especifico que era un obsequio de su parte.

- KUROKO.

- No sabía que te daban miedo los payasos.

- Yo no les tengo miedo- ¿acaso era eso un puchero el que adornaba su cara?

- Esta foto dice todo lo contrario.

- Maldición.

- Jajaja aquí sales muy lindo disfrazado de tigre... eras muy adorable... no, más bien lo sigues siendo.

- Era para una obra infantil.

- Guardare especialmente esa.

- ¡Kuroko, dame eso!

- No lo hare Kagami-kun.

- Tsk, bien como quieras, la comida ya está- extendió la cuchara hasta su boca ¿planeaba alimentarlo? sin evitarlo el rubor subió hasta sus mejillas y a Kagami le paso lo mismo.

- No es necesario, no es que esté enfermo.

- Déjame hacerlo.

- Me has estado mimando mucho- al final acepto y se dejo alimentar por él como si de un niño pequeño se tratara.

- Porque quiero que tu y nuestro hijo estén cómodos.

- Que tierno eres Taiga.

- Dilo tanto como quieras pero tú lo eres mucho más- desvió el rostro para que Kuroko no viese lo avergonzado que estaba, ante esto el chico formo una tierna sonrisa en su rostro.

Kagami puso las cosas en la mesita de la sala y acorralo al peli celeste en el sofá, lo beso con fuerza y deseo tanto que el otro comenzaba a jadear por la falta de aire, le dejo respirar un poco pero volvió a apoderarse de aquellos labios en donde tantas beses se habían fundido con los suyos y sin que el otro se percatase le robo aquella foto que describía gráficamente la vergüenza de su vida.

- Eso... es t-trampa...

- También juegas sucio... Tetsuya.

- Espera Taiga, el bebe se movió.

- ¿E-En serio?

- Si, es tan extraño sentirlo, pero me hace muy feliz.

- Terminemos de comer, luego podremos hacer algo más.

- ¿Algo más?

- Si.

No sabía que pensar pero su cara se tiño del mismo color que la cabellera de su pareja...

=========

Estaban recostados en su cama, el más alto besaba el suave cuello del otro, adoraba besar y marcar esa cremosa piel.

- ¿Taiga?

- ¿Que sucede?

- Quiero estar así contigo.

- ¿Cómo?

- Quiero que me abraces- se enterneció por la cara que tenía en ese momento y el tono de voz con el que lo dijo, no importaba cuanto tiempo hubiesen estado juntos, eran pocas la a veces en las que Kuroko se veía de esa manera y esta era de esas pocas ocasiones ¿Cómo podía ser tan tierno?

Rodeo el cuerpo del más bajo por la espalda, puso sus manos sobre las manos del otro y oculto su rostro en el cuello del otro aspirando su aroma.

- Esta bien, como tú lo desees.

- ¿cómo crees que sea nuestro hijo?

- Me lo imagino muy parecido a ti, mmm no lo sé, me encantaría que fuese idéntico a ti.

- Yo quiero que se parezca a ti.

- Sin importar a quien de los dos se parezca será hermoso.

- Si…

- Debes dormir Tetsuya...

- Esta bien.

- Estaré aquí contigo, no pienso soltarte en toda la noche...

- Te amo...

- Yo igual.

La respiración tranquila del otro aviso que se había quedado dormido y se enderezo un poco para asegurarse de eso, volvió a recostarse sobre su almohada y escondió su nariz en los cabellos celestes del otro, deslizo sus manos hasta rodear el abdomen del otro. No podía creer que en ese pequeño lugar estuviese desarrollándose su pequeño hijo, sintió un pequeño movimiento viniendo desde dentro, primero lo alarmo pero lo dejo pasar, acaricio suavemente el abdomen del otro.

El sueño lo estaba venciendo así que por ahora se dispondría a dormir junto a su amado Kuroko quien plácidamente estaba perdido en sus sueños.

=========

En la enorme sala de color crema que tenían, Takao estaba acostado en uno de los asientos viendo el techo blanco de la sala, estaba aburrido y especialmente con mucha hambre.

- Shin-chan~

- ¿Que sucede Kazunari?- Midorima estaba al otro extremo haciendo cosas aburridas o eso pensaba el pelinegro.

- Quiero comer.

- Ahí está la cocina.

- Moo no me refiero a eso, quisiera que me hicieras la comida.

- Hazla tú.

- Que malo eres~ estoy embarazado y ni te preocupas por mí.

- Claro que me preocupo por ti nanodayo- seguía sin dirigirle la mirada a lo que Kazunari hizo un puchero por la falta de atención.

- No parece- fingió un tono de molestia en su voz.

- Claro que si, cada que te quedas dormido en cualquier parte termino llevándote a la habitación.

- Eso es cierto.

- Me preocupo por tu buena alimentación y la de nuestro bebe.

- ¿Que mas Shin-chan?- comenzó a incorporarse y llegar a gatas hasta el otro.

- Siempre que duermes me aseguro de que estés bien tapado, no quiero que te resfríes.

- Que lindo eres Shin-chan, ahora que lo mencionas siempre que duermo me besas ¿no es cierto?

- Se supone que era secreto.

- Si me di cuenta, me gusta cuando no eres un tsundere completo.

- Takao...

- Pero también amo tu lado tsundere.

- Takao...

- Mejor aun, amo todo de ti Shin-chan ~

- Yo también.

- No escuche bien Shin-chan.

- Que también te amo.

Se abalanzo hasta el más alto quien estaba sentado tranquilamente en el sofá leyendo unos cuantos libros de medicina.

- Ten más cuidado- al final término correspondiendo el extraño abrazo del otro.

- Jaja al bebe no le pasara nada, al contrario, está más feliz que nunca.

- No puedes saberlo.

- Claro que sí, es instinto.

- Lo que digas

- El bebe es feliz porque sabe que lo amamos.

- Kazunari...

- Y yo lo amo con todo mí ser...

Midorima atrajo el rostro del pelinegro hacia él, le beso suave y tiernamente, era un beso tan delicado que dejaba muy sorprendido al otro pero no se quejo, después de todo lo disfrutaba.

- Solo lo diré ahorita así que escucha, te amo tanto como amo a ese bebe, sonara repetitivo y común pero son lo mejor y lo mas importante en mi vida y esa es la verdad, cada día que ha pasado desde que te conocí ha sido muy divertida, me has hecho muy feliz, son las personas que le dan sentido a mi vida ¿lo entiendes Kazunari? Y sin importar qué los seguiré amando hasta el final ¿de acuerdo?

- Shintarou...

- Espera ¿¡por que lloras!?

- No-No lo sé.- con el dorso de su mano trataba de limpiarse las lagrimas que caían por su rostro pero las manos del peli verde le detuvieron, ahora era él quien se encargaba de limpiarlas.

- ¿Fue por lo que dije?

- Si... realmente me conmovió y estoy tan feliz,

Takao rompió en llanto ahí en el sillón siendo apapachado por el más alto, quien acariciaba su cabellera mientras con el otro brazo le rodeaba de la cintura, beso suavemente su frente para tratar de consolarlo, cosa que funciono pues los sollozos se convirtieron en pequeños quejidos.

- Iré a cocinar algo.- quiso levantarse pero Shintarou no lo dejo.

- Era broma, lo hare yo.

- No es común verte bromear.

- Tampoco es común verte llorar cuando dejo de ser tsundere y te digo lo que siento.

- Vas a ser un gran padre Shin-chan.

- Eso espero Takao.

- Nee salgamos a algún lugar hoy.

- Hace frio y no quiero que te enfermes por un descuido.

- Eso no sucederá, sabes bien que tengo buena salud.

- Esta buen, si insistes.

- ¿Acaso cumplirás mi caprichos el día de hoy?

- Solo por hoy Kazunari.

- Eres tan genial Shin-chan.

- Siempre.

Después de hacerle de comer a su persona más importante en esta vida, se fue a buscar las llaves del coche y salió junto a su esposo (si, se habían casado poco después de que el pelinegro le diese la noticia mas grande de su vida) a un parque cercano que poca gente transcurría, realmente prefería cuando estaba solo o en compañía del pelinegro pues no soportaba cuando estaba con mucha gente, lo mas irónico es que al ser medico tenía que convivir diariamente con muchas personas ¿gracioso no?

- Llegamos Kazunari.

- Que lindo lugar.

Al haber anochecido, el clima estaba fresco, su pelinegro simplemente veía el lugar mientras un poco de aire balanceaba hebras de sus suaves cabellos, la luz de la luna era la única que alumbraba el lugar ya que aquel parque era como un muy pequeño bosque y no había luces para hacerlo algo mas natural, la piel del pelinegro se notaba mas tersa de lo usual, acaricio suavemente la mejilla de este, un simple contacto que los hizo estremecer a ambos, un cálido rojo se presento en la mejillas del peli verde y el azabache no quedaba atrás.

- Te amo Kazunari...

Sin esperar respuesta alguna rozo sus labios con los del contrario, una clase de corriente recorrió el cuerpo de ambos. Lo que era amarse y no perder esa chispa a lo largo de los años, era algo único y maravilloso que necesitaba una explicación para garantizarlo.

- Que lindo eres Shin-chan.

=============

En una enorme casa donde vivian una pareja de casados estaban teniendo una seria discusión de la cual dependerían muchas cosas.

- Kouki no creo que sea bueno que comas eso.

- ¿por qué no Sei? Es porque ya no me quieres ¿no es así?- el peli castaño estaba a punto de llorar y Akashi no sabía que hacer.

- No sé de qué estás hablando Kouki, solo trato de cuidar tu salud.

- La doctora dijo que podía comer lo que quisiera ¿entonces?

- Menciono eso pero tampoco creo que eso sea bueno para la salud, cualquier persona sensata sabría que no es natural comer algo como eso.

- ¡te odio Seijuurou!

- Tranquilízate Kouki, acabas con mi paciencia- realmente se estaba cansando de la actitud de su Kouki, pero no debía alterarse si no quería lastimarlo.

- Siempre dices que me amas, que eres absolutamente mío y ahora que pido algo no quieres que lo tenga.

- Lo que dices no tiene sentido.

- Tú no tienes sentido Seijuurou.

Bien se había cansado, no permitiría que su chihuahua se portara de una manera tan altanera con él, jamás se lo había permitido y ese día no sería la excepción.

- Kouki entiende que mis órdenes son absolutas y si digo que no te comerás ese helado con pescado es porque no lo vas a hacer, tan solo míralo es asqueroso.

- Creo que tienes razón- el pelirrojo absoluto siempre tenía la razón.

- Hasta que te diste cuenta.

Furihata Kouki tenía casi cinco meses de embarazo, iban a tener dos lindos gemelos igual de absolutos que su padre o tal vez tímidos o alguna combinación que salga de ellos, el punto es que el castaño sufría de cambios constantes de actitud por lo mismo de las hormonas, había ocasiones en las que su comportamiento normal volvía, otras en las que simplemente no parecía ser el. Akashi había desarrollado una paciencia inmensa que jamás creyó llegaría a tener con alguien.

- ¿Puedo comer un pastelillo?

- Claro pediré que te hagan unos.

- Que estén rellenos de curry.

- ¿Qué?- se quedo estático en su lugar por lo que estaba demandando ¿curry? ¿era en serio?

- Que tengan curry dentro.

- ¿No sería mejor hacer curry normal?

- No, yo quiero que sean pastelillos.- otra vez iba a empezar con sus gustos raros.

- Esta bien Kouki- al final haría lo que el otro quería era imposible no ceder ante él y mas en ese estado.

- Gracias Sei, te amo mucho.

- Yo igual...

Serian unos cuatro largos meses para el peli castaño y el pelirrojo.

==============

Kagami se encontraba limpiando un poco la sala, Kuroko ya no podía hacer esfuerzos pues su pequeño estaba a punto de nacer así que él se encargaba de algunos quehaceres del hogar, en realidad no había mucho que hacer el departamento siempre estaba limpio y ordenado, escucho un quejido viniendo de la habitación en donde dormía el de ojos celeste.

Cuando llego lo vio tratando de levantarse y con cara de dolor a lo que instintivamente se preocupo.

- ¿Estás bien?

- T-Taiga-a creo que ya va a nacer.

Se quedo anonado en su lugar viendo al otro entre sorprendido y asustado, rápidamente lo ayudo a ponerse de pie.

- No tengas miedo, todo estará bien, estaré contigo en cada momento.

- G-Gracias.

- Vamos, debemos llegar al auto rápido.

- S-Si.

===========

Fueron atendidos rápidamente en el hospital donde trabajaba Midorima, la enfermera los llevo a una habitación en donde Kuroko se recostó pues ya sentía las contracciones y dolían.

- El doctor Midorima pronto llegara- le dijo la enfermera

- Gracias.

Esta los dejo en la habitación mientras rápidamente salía para alistar las cosas necesarias en la sala de operaciones.

- Respira profundo.

- E-Eso h-hago.

Unos minutos después entro el peli verde con bata y algo ajetreado.

- Perdonen la tardanza.

- Descuida Midorima-kun.

- Dime que es lo que sientes.

- Dolor.

- Me doy cuenta, la sala de operaciones está siendo alistada, yo no participare en la operación, lo hará una doctora pero descuida es muy buena en lo que hace, yo estaré ahí como ayudando de igual forma.

- Esta bien.

- Kagami, tienes que esperar afuera.

- ¿Por qué?

- Suponiendo que… algo saliese mal, te saldrías de control y no queremos eso.

La verdad era que eran pocos los casos de este tipo y en algunas veces las cosas se complicaban y la vida del paciente tanto del bebe podrían correr riesgo, esperaban que este no fuese el caso.

- ¡No puedes impedírmelo!- se estaba molestando mucho con Midormia quien no tenía la culpa de eso.

- Son políticas del hospital.

- Descuida, estaré bien...

- ¿Como se supone que no me preocupe?

- Los dejare un momento a solas.

- Estaré bien Taiga, hemos esperado mucho por este momento.

- Lo sé pero si algo llegase a sucederte... maldición no se que haría.

- Nada malo sucederá y si pasa, tendrás que ser feliz con nuestro pequeño Tatsumi.

- No digas eso Tetsuya, no soportaría perderte, no podría.

- No me rendiré, aun hay muchas cosas que hacer, quiero ver a nuestro hijo crecer, ser feliz y por supuesto seguir siendo feliz contigo.

- Te amo Tetsuya.

- Y yo a ti.

- Ya es la hora.

- Espere por ti y mas te vale que vuelvas Kuroko...

- Lo hare Kagami-kun.

Notas finales:

Bien nos vemos dentro de tres dias con el final, aun no se si hacer un pequeño extra o no pero ahi vere, en fin hasta la otra :*


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