— ¡Jonggie! —escucho la voz chillona de su esposa, suspirando de cansancio sobre todo de estrés al escucharla, dejo aquellos papeles en su escritorio mirando a su mujer entrar por aquella puerta. Al parecer quedarse hasta tarde en el trabajo no era tan malo…
— ¿Qué ocurre SeKyung? —le susurro con cansancio, sobándose parte de su cuello con su mano
— ¡Ya te compre el traje que va a juego con mi vestido! —dijo con emoción, mientras parecía niña pequeña brincando como una infante palmeando sus manos. Jonghyun la miro con confusión
— ¿Traje? ¿Qué traje? ¿Qué vestido? —dijo incrédulo, siguiendo con aquellos suspiros no quería charlar con su esposa ahora
—Tu traje…—susurro su esposa algo sorprendida, haciendo un puchero, ante la reacción del moreno— Para la boda de mi prima… ¿Lo recuerdas cierto?
—A la boda…—dijo desinteresado, mirándolo a los ojos fijamente—Lo siento SeKyung… no poder asistir a la boda, tengo demasiado trabajo como para viajar
Miro el semblante de su esposa, comenzando a transformarse, de una mirada tierna y adorable, a una enojada y determinada.
3…2…
— ¡Pero me lo prometiste! ¡Me dijiste que iríamos! —Exploto indignada, grito y pataleo en manera de berrinche—
Vaya… no llegue a 1…
—Lo lamento SeKyung… pero de verdad no puedo asistir a ese acontecimiento—dijo cansado, sabía que su mujer lo mataría cuando se enterara
— ¡Pero a tu estúpido trabajo si puedes! ¡Kibum me ayudó mucho a elegir el vestido perfecto!
Kibum… no había escuchado ese nombre en unos cuantos días, no sabía nada del menor, y se preguntaba si había hecho algo malo, ya que no respondía sus mensajes o sus llamadas, el menor estaba en una fase muerta para Jonghyun, y tampoco había escuchado hablar de, el por su esposa hasta ahora…
— ¡SeKyung basta! —Grito de la misma manera— ¿Crees que me divierto estando casi las 24 horas del día encerrado en mi oficina firmando papeles y haciendo reuniones de dos horas o más? Lo lamento mucho, pero si no puedo ir, no ir, punto y final SeKyung…
SeKyung lo miro con odio y recelo, observando como sus lágrimas de coraje e ira, comenzaban a acumularse en aquellos ojos maquillados
— ¡Bien! ¡Iré yo sola! —comento por fin, en casi un grito, saliendo de su despacho, azotando la puerta con fuerza, escuchando aquel estruendo, mirando sus repisas temblar un poco.
Suspiro… estar algunos días alejado de su mujer histérica le harían bien… ¿Qué estará haciendo Kibum?
**
Le dio los últimos retoques de colores a aquel dibujo en el lienzo, miro su obra, y sonrió un poco al ver el resultado. No había sido su mejor creación, pero sabía que tendría buenas críticas. Después de haber estado varías estaciones sin haber creado algún diseño nuevo, aquella inspiración había regresado sin razón alguna.
Se paró de su asiento, estirando sus piernas y brazos, había estado horas sentado terminando el último diseño para su nueva colección, camino hacía la sala, mirando al menor que jugaba un videojuego, sonrió con dulzura al verlo, acercándose a dejar un besito en su mejilla, para disponerse a ir a su habitación.
Aquellos días habían sido duros…Taemin seguía sin dirigirle la palabra, parecía un zombi, que solo trabajaba, comía, y jugaba videojuegos como cualquier adicto, al menos no se había ido de la casa como el rubio pensaba que lo haría.
Llego a su habitación, lanzándose a la cama, parecía que habían pasado eternidades desde la última vez que durmió, después de lo ocurrido con Taemin, no había dormido, y las ideas de su nueva colección de ropa habían llegado a su mente de improvisto, quitándole el sueño y sus horas de alimentación y vida social.
Enterró su cabeza en la almohada, cerrando sus ojos con una pequeña sonrisa, disfrutando de la frescura y aroma que emanaba su almohada, estaba a punto de quedarse en los brazos de Morfeo cuando escucho su celular vibrar una y otra vez. Gruño de enojo. ¿Quién podría ser a esa hora?
Miro la pantalla de su celular, casi cerrando sus ojos al instante por el brillo de su pantalla, observo el nombre que se encontraba en su aparato, suspiro, no había sabido de esa persona en días, se acomodó en la cama, contestando con algo de tranquilidad la llamada, escuchando llanto en cuanto la línea mejoro.
— ¿SeKy? ¿SeKy que pasa? —pregunto casi en un susurro de cansancio, ya que estaba a punto de quedarse dormido
— ¡Es de lo peor Key! ¡No puedo creer que sea tan mala persona! —articulo su amiga, entre aquel llanto desgarrador que se escuchaba, al escucharla Key supo inmediatamente de quien hablaba
— ¿Qué paso SeKy? Cálmate y cuéntame que paso… —se recargo en la cabecera de la cama, tallándose sus ojos con su mano libre para que cualquier rastro de sueño se esfumara
— ¡No ira a la boda de mi prima conmigo Key! ¡Después de tanto esforzarme en encontrar el traje perfecto para el! ¡Su excusa es que el trabajo lo tiene hasta el cuello! ¡No Key ya no puedo más!
Suspiro con solo escuchar algo referente a él. No quería saber ni enterarse de nada, había rechazado sus llamadas y mensajes por la última semana, ya que no se sentía listo para algo, ni siquiera una conversación con él.
—SeKy… cariño escucha, tomate las cosas con calma—susurro, sintiendo sus ojos pesados de nuevo, enserio necesitaba descansar
— ¡Para el colmo tendré que ir yo sola a la boda! —escucho su enojo, mezclado con el llanto.
— ¿Sola? ¿Pero que no es en otro país? —le pregunto con algo de confusión, abriendo más sus ojos para que no cerraran ante el sueño que sentía
—Es en Italia… ¿Me imaginas? Todos con sus parejas bailando, disfrutando ¿Qué dirá mi familia de el al abandonarme y no asistir a la boda? ¡Dime! Quedare como el payaso en aquella fiesta
El casi escucho todo el comentario, antes de caer dormido en la almohada aun con el celular en mano
— ¿Key? ¡Key estas ahí! —lo llamo su amiga, escuchándose los ronquidos del menor de fondo. SeKyung suspiro, comprendiendo todo. —Descansa amigo…. —susurro de manera cansada antes de colgar, dejando al menor disfrutando de su sueño
**
Su colega le entrego aquellos papeles importantes, mientras seguía sin dirigirle la palabra, ni siquiera la mirada
—Minho…—le susurro con suplica
—Permiso—le comento el menor, para luego salir de su oficina, sin siquiera mirarlo.
—Vete a la mierda Choi…
Minho salió de la empresa, ya que no tenía nada pendiente que hacer, después de entregar y verificar los documentos importantes a Jonghyun.
Su relación se había vuelto tensa desde la última vez, se preguntaba si lo perdonaría… aunque a él no le había hecho nada, se sentía decepcionado.
Camino por las calles que ya conocía de memoria, llegando a aquella cafetería, a la cual ya llegaba todos los días por inercia sin tener a veces ganas de tomar café. Se sentó en la misma mesa de siempre, colocando sus brazos en la mesa, esperando que el mesero tomara su orden, y cuando hablaba de mesero se refería a…. el
—Hola señor Licenciado—le sonrió Taemin, con una pequeña sonrisa, con su libreta en mano como cualquier mesero. Minho sonrió con solo verlo de aquella manera
—Hola Taemin… te he dicho que no me llames licenciado, soy Minho—soltó una risita, le gustaba demasiado la compañía del menor como para no sonreír o reír frente a el
—Lo siento, Minho el licenciado—rio de manera infantil— ¿Lo mismo de siempre? —pregunto esta vez con algo de seriedad sin dejar su sonrisa
Minho solo pudo admirar sus gestos, sonriendo amplio con solo mirarlo, para luego asentir
—Lo mismo de siempre Taemin….
El menor asintió, caminando de regreso a su despacho, yendo hacía la cocina para preparar el café
Minho no podía dejar de ir todos los días a aquella cafetería aun cuando el café, le subía la presión de tanta cafeína que tenía al día.
Pero sabía que después de ver a Taemin sonreír… era mejor que cualquier café en el mundo.