Capítulo 11.
Miro a su esposa, acomodar las maletas en aquel taxi con ayuda del taxista
—SeKyung…—la llamo por milésima vez desde que habían peleado, no había querido hablare ni dirigirle la palabra en ningún instante ¿Qué había hecho para que todos le dejaran de hablar?
Primero su mejor amigo
Luego su esposa
Y….
Kibum
— ¿Algún problema Jonghyun? —lo miro con enojo en sus ojos, y un tono de voz determinante y frio
— ¿De verdad iras? ¿Tu sola? —susurro, sintiéndose culpable por un momento… solo por un instante
—Es la boda de mi prima Jonghyun—bufo con enojo, cruzándose de brazos, mirando como casi terminaba el taxista de subir sus maletas—Solo porque tú no iras, no significa que yo tampoco
Aunque… algunos días sin su esposa… no sonaba tan malo… y más cuando el menor llegaba a su mente
—Ten lindo viaje—fue lo último que pudo decirle, antes de mirarla marcharse en aquel taxi.
**
Había salido a caminar un poco para despejar su mente, después de días sin comer ni dormir por estar terminando su nueva colección de ropa, necesitaba algo de aire fresco. Paso por la cafetería en la que trabajaba el menor, ese día Taemin descansaba, pero le dijo que tenía “cosas” qué hacer con alguien más.
Había estado rechazando las insistentes llamadas del mayor, deseaba cada centímetro de ese perfecto cuerpo moreno pero… por alguna razón no se sentía capaz de mirarlo a los ojos. Su mejor amiga no se merecía eso…
Después de haber caminado varías calles por la desolada ciudad, pensó que era buen momento de regresar a su departamento… su frío y solo departamento…
Saludo al guardia de seguridad como era de costumbre para presionar el botón indicado en el ascensor, metió las manos en los bolsillo de su saco para calmar algo del frío que sentía, mirando un poco su reflejo en las puertas de mental del ascensor.
—Kibum… estas hecho mierda—se susurró así mismo, observando cada parte de su rostro, había bajado de peso, se veía más pálido de lo que era, y tenía unas enormes ojeras debajo de los ojos que realmente parecía un horrible zombi.
Cuando el ascensor le indico que había llegado a su piso, salió de el con paso tranquilo, caminando por el inmenso pasillo, visualizando una figura sentada en el suelo fuera de su puerta. Al instante pensó en Taemin por lo cual camino algo más rápido, pero todo ocurrió como la vez pasada. No era Taemin…. Era Jonghyun
El ojos gatunos no pudo evitar tragar saliva con algo de nerviosismo, sus manos empezaron a temblar junto con sus piernas, al ver la mirada del más bajo chocar con la suya, aquellos ojos marrones penetrantes y hermosos le quitaban la poca respiración que tenía.
—Kibum…—escucho su voz gruesa y áspera pronunciar su nombre, volvió a tragar saliva, sin saber qué hacer en ese momento. —Kibum… ¿Por qué has estado ignorando mis llamadas y mensajes?
¿Por qué? Porque simplemente se sentía una puta en desear con tanto deseo carnal al esposo de su amiga
—Jon-Jonghyun… ¿Q…. que haces aquí? —no pudo evitar tartamudear, sintiendo que comenzaba a sudar frío
—Vine a verte… te extrañaba, hemos pasado mucho tiempo separados—el chico se paró de su asiento, parándose con agilidad, comenzando a caminar para quedar cerca del menor, el cual este no se movió ni un milímetro de su lugar, sintiendo ya la respiración de su acompañante en su cuello. Sintiéndose desvanecer ante aquella exquisita sensación
—Jonghyun…—le comento en un susurro casi inaudible, queriendo probar los labios del mayor contra los suyos, ignorando en ese momento a su conciencia y culpabilidad misma por el error que estaba cometiendo—No deberías… ¿Estar en una boda con SeKyung?
—Si debería… pero prefiero tu compañía…—el moreno, soltó un suspiro en su oreja, dejando un ligero beso en su mejilla, sintiendo un ligero cosquilleo en su estómago.
Putas hormonas.
—Jonghyun y-yo… —siguió con su inaudible susurro, sacando poco a poco sus manos de su saco, sintiéndolas como temblaban del miedo, colocándolas en los hombros del mayor, acariciando estos con suma delicadeza
—Te deseo Kibum…—escucho de su acompañante, ya sintiendo sus labios rozar entre sí, relamiéndose un poco los suyos, atrapando los labios del mayor en un beso tan necesitado, que sus lenguas chocaron entre si al momento de unirse
Jamás debió haber dicho eso…
**
—Es lindo tenerte hablando conmigo, sin la necesidad de verte trabajando—su sonrisa nadie podía apartarla de su rostro, mirando fijamente a los ojos del pequeño a su lado
—A mí también me parece lindo. Realmente necesitaba algo de relajación. Gracias por el helado Minho—le dedico una dulce sonrisa, mientras disfrutaba del sabor del chocolate, de su helado
— ¡Me dijiste Minho! —su sorpresa no pudo pasar desapercibido, sintiéndose cada vez más feliz
— ¿Así te llamas no? —soltó un ligera risita al ver la reacción de su mayor
—Siempre me llamas señor Licenciado, como si fuera un viejo
—Pues realmente… si estas —soltó una sonora carcajada, que se ganó varias miradas de personas a su alrededor. El parque estaba siendo muy habitado ese día
Escucho la hermosa del menor resonar por sus oídos, sonriendo con dulzura cuando lo mirada… ese chico estaba cambiando algo en él.
**
Sintió su espalda chocar con la puerta de su habitación, no se había percatado que habían pasado del pasillo hacía su habitación ya con pocas prendas puestas…
Enredo sus piernas en la cintura del mayor, bajando sus exquisitos y esponjosos labios hacía su cuello, dejando varias mordidas y lamidas en su perfecto cuello, sintió las manos del mayor acariciar sus glúteos, escuchando sus respiraciones agitadas mezclarse entre sí.
Kibum se había olvidado de su culpa, de su arrepentimiento, de su conciencia ¿Quién pensaba en situaciones cuando estaba a punto de hacer el amor con el hombre más perfecto del mundo?
Movió sus caderas ligeramente, creando una fricción entre sus partes íntimas, provocando un jadeo en ambos. Fue lanzado a la cama con algo de brusquedad.
No… esto no era hacer el amor….
No... Esto se le llamaba tener sexo…
Kibum no quería sexo… él quería algo más…
Miro la potente mirada del más bajo, mirando el deseo en sus ojos, sus perfectos y bien formados abdominales, su pantalón desabrochado, dejando ver ya una notoria erección…
Su cuello fue atacado por los labios de Jonghyun, sabiendo que en poco tiempo las marcas, y chupetones serían demasiado notorios que tendría que ocultarlos con maquillaje. Las palabras en su mente pasaban por su mente una y otra vez, olvidándose por completo del enorme placer que le estaba otorgando el mayor.
Sexo… sexo… sexo… sexo…
No…
No.
— ¡No! —grito, empujando al mayor con sus brazos, lanzándolo a su lado, parándose rápidamente de la cama, mirando aun desconcertado y sorprendido Jonghyun.
Su respiración era agitada, y jalaba sus cabellos una y otra vez. Miro la ropa esparcida de ambos por el suelo de su habitación. El solo estaba en bóxer, mientras el mayor aún tenía su pantalón puesto.
—No… no Jonghyun…. Lo siento—susurro un poco, bajando la mirada, sintiéndose completamente avergonzado, sintiéndose un estúpido también.
Un suspiro profundo resonó por la habitación, el mayor se sacudió un poco el cabello, se levantó de su asiento y fue a abrazarlo con dulzura y algo de fuerza
No se esperaba tal acción, pensaba que el mayor lo mandaría a la mierda por haber rechazado tener relaciones con él. Recargo su cabeza en el pecho del mayor, abrazándose de su cuello
—Lo siento…—volvió a repetir, abrazándose mas fuerte a él, respirando su aroma, sin querer separarse de él.
—Te esperare el tiempo que necesites… me gustas mucho Key—esa vez fue la primera en su vida que lo había llamo Key y no Kibum. En el momento en que sus labios se unieron para un dulce beso, sintió su corazón latir como nunca había sentido.
Y después de aquel beso
Quizá…
Solo quizá…
No era tan mala la idea de tener un amor a escondidas