Miraba su alrededor, y a su reloj de mano cada tres minutos, había estado quince minutos antes de lo acordado, y solo pasaba por su cabeza que era tan importante para hablarlo a “solas”
Tomaba ligeramente de su taza de café, habían acordado a las cuatro en punto, faltaban cinco minutos para las cuatro, y su nerviosismo crecía.
Kibum lo había citado en aquella cafetería, fue algo demasiado improvisado, no tenía tiempo para pláticas, debería estar en su oficina arreglando y firmando papeles importantes, pero conocía a Kibum demasiado poco, pero ese poco te daba a entender que nunca dejes plantado a Kibum jamás…
Se secaba el sudor de sus manos en su pantalón, no tenía idea de que querría hablar, si no hablaban mucho entre ellos, solo eran unos “hola” “¿Cómo estás?” “bueno hasta luego”. Se había acostumbrado demasiado a Kibum, a veces se le veía en su propia casa con su esposa, era el mejor amigo de SeKyung, y debía tratarlo bien. Hace unos cuantos años dejo sus celos que tenía de parte de él, por estar demasiado con su esposa, pero todos aquellos celos terminaron cuando SeKyung le comunico que era homosexual.
—Hola Jonghyun—dio un pequeño brinco de la impresión, Kibum se encontraba parado frente suyo con una sonrisa. Se paró rápidamente e hizo una reverencia
—Hola Kibum—se sentaron casi al mismo tiempo uno frente al otro
Admiro su rostro, su rostro era perfecto, aquellos ojos perfectamente delineados, esos labios acorazonados, tan pequeños, serían la perdición de cualquiera, sus facciones podría decirse a simple vista que era un chica, pero Kibum era más bonito que cualquier chica.
— ¿Esperaste mucho? —pregunto con una tierna voz, sin dejar aquella sonrisa, que le mostraban sus perfectos dientes blancos
— ¿Eh?... Oh no, acabo de llegar hace unos minutos—mentía, sus formalidades y su costumbre de ser puntual, seguían ahí, que lo llevo a estar casi veinte minutos antes
—Me alegro… bueno al parecer ya ordenaste—señalo su taza de café, con el café ya casi frio. —Si no te molesta ordenare yo
—Adelante—era realmente incómodo para él, no todos los días el mejor amigo de tu esposa te invita a salir porque quiere “aclarar cosas”
Con su ágil mano llamo a la mesera, y Kibum pudo pedir su rustico café, al estilo americano, su favorito.
—Dime Jonghyun ¿Cómo va el trabajo? —sus potentes ojos no le quitaban la mirada de encima, haciéndolo sentir más pequeño ante aquella mirada
—Va bien, estoy a punto de terminar un contrato con un empresario importante—sincero, bueno al menos no fueron al grano rápidamente como pensaba, aunque el saber de qué quería hablar el rubio, le comía vivo.
Para Key era demasiado difícil tener aquella plática con el esposo de su mejor amiga, recordaba cuando había visto a Jonghyun por primera vez, su corazón había sido flechado a primera vista, era demasiado varonil y su voz tan gruesa le ponía los vellos de punta.
Se sentía mal consigo mismo, un hipócrita, jamás asimilo que su mejor amiga había ganado a semejante hombre, tan perfecto. Cuando los escucho decir el “si” a ambos en la iglesia quería llorar, y haber interrumpido aquella boda cuando tuvo la oportunidad, pero no podía hacerlo, no podría y estar ahora ahí, solos en aquella cafetería con pocas personas dentro, solo le provocaba que su corazón doliera, y quisiera llorar de la frustración y los celos por tenerle tanta envidia a su amiga por poder tenerlo, y el nunca aunque quisiera lo tendría.
Cuando SeKyung le informo que su matrimonio iba mal, quería grita y saltar de la felicidad, pero se contenía…
Por eso estando cara a cara con él, y hablarle para hacerle “entender” el deseo de su amiga de tener un hijo, era duro, por eso se sentía mala persona y un hipócrita de primera.
—Bueno Kibum…
Y siempre con las formalidades, Key odiaba que le llamara por su nombre, se conocían hace bastante tiempo ya como para que le llamara Kibum y no Key, era simplemente molesto.
—Dime Jonghyun…—le dijo mientras tomaba de su taza de café que hace unos minutos se la habían entregado
— ¿Qué es aquella cosa importante de que me querías hablar? —y llegaron a lo que no quería, ¿no podría ser una simple salida? ¿Sin tener que destrozarse por dentro?
A veces Key odiaba al mundo… por el simple hecho de que Jonghyun fuera heterosexual, era demasiado injusto.
—Bueno… antes de decírtelo no quiero que te molestes, o me mandes a la mierda ¿de acuerdo? —porque si Jonghyun le dejaba de hablar el moriría poco a poco
— ¿Es realmente serio? —le vio abrir los ojos de par en par
—Depende de cómo te lo tomes
—Bueno adelante te escucho—suspiro, se arrepentiría después de hacer esto
—Escucha, yo que sé que probablemente tú tengas razones y las respeto y todo, pero tienes que entender que SeKyung quiere conceder un hijo—el enorme suspiro que Jonghyun le dio le asusto
— ¿Ella te obligo a que vinieras a convencerme?
— ¡No!, yo le dije que hablaría contigo, pero nunca le prometí que te convencería
—Bueno… comunícale que no quiero hijos ahora
—Yo tal vez pueda entender un poco del porque no quieras tenerlo…
— ¿Así? ¿Cómo cual sería una razón?
¿Qué cual sería una razón? Que deberías estar conmigo y no con ella. Era demasiado egoísta
—No lo sé, tal vez que quieres que pase un poco más de tiempo, o simplemente… estás viendo que tu matrimonio está terminando…—agacho la cabeza avergonzado
— ¿Tú también te estás dando cuenta cierto? —le escucho suspirar. —No quiero terminar mi matrimonio con SeKyung aún, si sé que terminara de esta manera, pero en la situación que estamos ahora, no creo que sea un buen ambiente para un bebe—Key asintió comprendiendo
—Conozco a SeKyung, y sé que seguirá con esta idea hasta que te obligue, cuídate que puedes ser violado—bromeo
—Oh dios mío, seré cuidadoso—rieron
Su risa era demasiado perfecta….
—Kibum ¿puedo pedirte un favor?
—Claro dímelo
—Necesitaría que convencieras a SeKyung de no tener hijos… por ahora ¿te costaría mucho?
—Bueno… no lo sé pero lo intentare
—Gracias enserio—le sonrío
—No hay problema
—Y Kibum….
— ¿Si?
—Te ves muy lindo hoy—se paró de su asiento, sonriéndole, dejo algunos billetes en la mesa, Kibum quedo en un estado de shock
—Jonghyun…—le dijo mientras se paraba también, pero el mayor ya se había ido
¿Qué acababa de pasar?
Salió casi corriendo del lugar, no entendía que pasaba, pero por un momento se había perdido en sus ojos, en sus perfectos ojos delineados.
Algo andaba mal aquí.