Esperaba ansioso este día, ya hace mucho tiempo que no salía con mis amigos. En el camino hasta aquí imaginé miles de cosas que podrían suceder este día, pero no esperaba esto.
Quizás sea el destino, quizás sea mi eterna mala suerte, o simplemente mera coincidencia.... No importa de todos modos cual haya sido la razón, lo importante es que después de, ¿cuanto tiempo? Ya ni lo recuerdo, puedo volver a verte.
Te encuentras al otro lado de la calle junto a aquel chico que un día me presentaste como tu mejor amigo, ambos se encuentran esperando el autobús. Me pregunto a donde te diriges, ya que tu casa queda en la dirección contraria, lo sé perfectamente, es imposible que lo olvide, ya que casi siempre ese era nuestro escondite.
No puedo dejar de verte, simplemente no has cambiado nada desde la ultima vez, te observo hablar quien sabe de que con tu amigo y de pronto te ríes. Nuevamente logro escuchar aquella risa, aquella que una vez me enamoró, inmediatamente los recuerdos me invaden y aparto la mirada.
Por alguna razón ya no estábamos juntos, aunque no se si realmente alguna vez lo estuvimos.
Recuerdo que la primera vez que hablamos fue a causa de un accidente que terminó en una terrible discusión, y desde ese día no dejaste de maltratarme en toda la secundaria, me insultaste, humillaste, e incluso golpeaste en varias ocasiones, algunas veces dentro del colegio y otras en la esquina de mi casa. Varias veces traté de defenderme y siempre era peor, a causa de ti me convertí en la burla del colegio, aquel que siempre era maltratado y todos observaban mientras se reían, incluso aquellos que una vez fueron mis amigos.
Cualquiera que tuviera un poco de piedad o lástima de mi creería que yo te odiaba. Y así era verdaderamente, pero, ¿como no hacerlo? Si "tú"eras el único causante de todo mi dolor, por tu culpa derrame miles de lágrimas con la esperanza de que un día te aburrieras de mi, y me dejaras en paz.
Pasaron dos años y ese día nunca llegó... Y finalmente el sentimiento de resignación me consumió, y eso tu lo notaste.
El tercer año llegó y casi nada cambió, continuaste maltratándome en el colegio, ya era una rutina. Un día te acercaste con tus amigos y uno de ellos comenzó a golpearme, no me importó, estaba en el suelo esperando el siguiente golpe que nunca llegó. Ese día todo cambió, me esperaste en la esquina de mi casa como siempre pero esta vez no hubo golpes, sino un beso... ese día me robaste mi primer beso.
Jamás voy a entender como fui capaz de dejar que todo terminara así, como terminé aceptando encontrarnos cada día a escondidas para poder besarnos, pero que podía hacer si me gustaba tu cariño, quizás me había vuelto loco o quizás siempre lo estuve.
Siento como mi celular comienza a sonar, acabo de recibir un nuevo mensaje, mis amigos no tardarán en llegar. Dirijo mi mirada hacia ti nuevamente y me encuentro con tus ojos, me estás observando, por tu expresión me doy cuenta que intentas recordar, pero no tienes éxito y desvías la mirada. Lo sabía, no puedes reconocerme, y es que a diferencia de ti yo si cambié, me pregunto si será por mi corte de cabello o por el hecho de que me encuentro con la capucha puesta.
Sonrío por haber logrado volver a ver tus ojos, aquellos que hace un tiempo me demostraron con una mirada todo el odio y amor que me tenías. Y es que tú mismo me lo confesaste ese día, ese día que por primera vez no era yo el que lloraba.
En ese tiempo me costó creerlo, pero con cada día que pasaba más me lo demostrabas, los detalles más pequeños eran los que más me gustaban no voy a negarlo... Pero por más que decías amarme nunca tuviste el valor de demostrarlo frente a alguien más, fuera del colegio eras la persona más amable y romántica del mundo, pero dentro de éste nada había cambiado, seguías tratándome como basura frente a los demás. Nunca supe si sentías miedo o vergüenza de que los demás sepan de nuestra relación, pero no le di importancia si de esa manera podía estar a tu lado.
Antes de que nos diéramos cuenta estábamos en el ultimó año de secundaria y nuestra situación era la misma. Frente a todos nuestra relación era de maltrato y odio, pero en cada encuentro a solas éramos felices. Un día de esos te demostré el mayor acto de amor que existe, ese día mientras las gotas de lluvia caían por tu ventana nos amamos sin opresión alguna, demostrando el amor sincero que nos teníamos. Ese día experimenté a tu lado ese gran dolor, y por primera vez me sentí completo, ese día te llevaste mi primera vez.... aquel día me sentí verdaderamente amado.
Nunca te lo dije pero odiaba eso, odiaba que sólo pudiera acercarme a ti y abrazarte o besarte sin que me agredieras en esos momentos, no sabes cuanto anhelaba que terminaras con esta farsa.
El día de la graduación llegó y todo terminó, no hubo más un "Voy a extrañarte hasta el próximo año", no hubo un nuevo año de clases, algún encuentro, un nuevo beso, ni siquiera un mensaje, no hubo ni un adiós.
Para mi desgracia cada historia tiene un inicio y un final... y ese fue el nuestro.
Finalmente veo que se acerca el autobús, y subes al igual que tu amigo. Perdido en mi mundo observo como el transporte se aleja hasta que lo pierdo de vista, nuevamente nos separamos, sin palabras, sin siquiera decir adiós.
No pasan ni cinco minutos y mis amigos llegan, que bueno que te fuiste a tiempo. Comenzamos a caminar todavía sin un rumbo decidido, me notan callado y me preguntan a donde quiero ir.
-SeungKwan, ¿Tu qué quieres hacer?
Te saco un segundo de mi mente y formulo una respuesta. Abro la boca mientras me miran atentos, pero, por segunda vez en el día mi celular comienza a sonar, lo saco de mi bolsillo y leo atentamente, me detengo de golpe y sonrió como idiota.
De: Él
La primera vez que te vi pensé que no podías ser mas perfecto, hoy en día me doy cuenta que estaba equivocado.
Fui un idiota lo sé, pero siempre fui un idiota completamente enamorado y lo sigo siendo...
...Lamento ser tan cobarde...
Vernon
Al parecer estaba equivocado, supongo que nada ha cambiado, ya sea mi número de celular, o el hecho de que sigues amándome al igual que yo lo hago.
Leo nuevamente tu mensaje de texto, sigues siendo aquel idiota que una vez arruinó mi vida y a la vez fue mi primer amor, tal vez prohibido. Pero igualmente mi primer todo.
Mis amigos se acercan curiosos y guardo el celular, no voy a responderte, ni tampoco a borrar el mensaje, este será un recuerdo tuyo más que voy a guardar.
Porque eso es lo que ahora eres en mi vida, un recuerdo... tal vez uno hermoso o quizás uno para olvidar, creó que eso el tiempo me lo dirá.
Que más puedo decir, esta fue nuestra historia, nuestra historia de dos.