Pov Key
Caminé de izquierda a derecha, mordisqueando un dedo con nerviosismo. Mis pasos se detuvieron delante de la nevera mientras tomaba una bocanada de aire antes de abrirla y agarrar todos los ingredientes necesarios para la comida especial que estaba a punto de prepararte. Puse los ingredientes sobre la mesa y rápidamente me fije en el reloj para ver la hora.
06:34 PM
Esto no está bien. Sólo tengo menos de una hora para terminar de preparar todo antes de que llegues a casa. Me maldije por tener una apretada agenda. Si no fuera por la sesión de fotos, habría sido capaz de hacer esta noche perfecta.
Me puse un delantal de color rosa y agarre un cuchillo para comenzar con los preparativos. Me aseguré de cortar las verduras de la manera que te gusta, también freí la carne con la menor cantidad de aceite posible.
No puedo culparte por ver lo que comes, es parte de ser un cantante. Pero bueno, al ser un modelo estoy destinado a los mismos sacrificios. En pocos minutos, el delicioso aroma de la comida llenó toda la cocina. Miré el reloj de la pared, una vez más, el pánico se hizo cargo de mí.
07:15 PM
Quince minutos. Tengo exactamente quince minutos antes de que llegue.
Aceleré mis movimientos, añadí algunas especies para el plato principal antes de apagar la estufa. Saqué una caja con cuidado porque sabía muy bien lo que contenía, eran mis copas de vino más valoradas y platos de porcelana. Los puse sobre la mesa, junto con dos pares de cucharas y tenedores, sonriendo ante la sola idea de cenar contigo en esta noche especial. Sé que a menudo cenamos juntos, pero esta noche era... un poco más especial que las otras.
07:28 PM
No falta mucho tiempo para ver sus rasgos perfectos de nuevo. Me acerqué al mostrador y cogí una gran sandía de la cesta de frutas. Estaba cortándola en rodajas cuando sentí un zumbido repentino en el interior de mi bolsillo. Lo saqué y comprobé el identificador de llamadas: Jjong.
Una sonrisa emocionada apareció en mis labios. Deslicé el icono verde antes de llevar el celular a mi oído y mantenerlo allí utilizando mi hombro para poder terminar de cortar la sandía.
"Jjong." contesté la llamada.
Continué cortando la sandía mientras esperaba oír su dulce voz.
Pero nada se oyó.
"Jjong?" intenté de nuevo, pero aún nada.
Unos segundos después, oí un crujido. Junte mis cejas mientras trataba de concentrarme en identificar el sonido. Después de lo que pareció una eternidad, llegue a la conclusión que el sonido era el roce con sus pantalones.
"Se te olvidó bloquear el celular de nuevo, Jjong. Date prisa, ¿de acuerdo?".
Apuesto que ni siquiera eres consciente de que acabas de hacer una llamada. Te he recordado una y otra vez que bloquees tu celular antes de meterlo a tu bolsillo, pero al ser el cachorro testarudo que eres y siguen siendo, siempre terminas presionando la única marcación rápida.
Estaba a punto de cortar la llamada cuando oí otro ruido. Pero éste era bastante inusual. Era como si se le hubiese caído el celular. Escuche con más atención, mis manos todavía estaban ocupadas con la sandía.
"Mm... Ugh-nghh... "
Me estremecí cuando un dolor que comenzó en uno de mis dedos se disparó a casi todos mis nervios. Comprobé que me había cortado accidentalmente mi dedo índice.
"Nghh... Ahh-Je... Jessica... "
Me congelé, mi corazón murió por un instante.
Quería convencerme a mí mismo que estaba alucinando, que no era tu hermosa voz la que estaba gimiendo el nombre de otra persona. Abrí el grifo del agua para lavar mi corte. Me limpié las manos con una toalla y corte la llamada. Fue sólo un malentendido, ¿verdad? Usted no haría nada para hacerme daño. Verdad?... me lo prometiste.
08:03 PM
Comprobé la hora antes de decidirme a tomar una buena ducha en tu espera. Entré al baño y me despoje de mi ropa. Después del baño refrescante, tomé las curitas coloridas de nuestro botiquín de primeros auxilios. Me sentía más relajado ahora, me puse una de tus grandes camisas y pantalones de chándal grises. Me dejé caer en el sofá-negro de nuestra sala de estar y me puse a leer una novela llamada Shiver.
Quería que esa llamada no sea nada más que un sueño. Una pesadilla. Estoy seguro de que solo oí mal. Una vez que llegues a casa, vamos a tener nuestra pequeña cena con velas y nos abrazaremos en nuestra cama.
Poco a poco, me encontré bostezando y me quede dormido.
Abrí suavemente mis ojos, mirando mi entorno. Me senté en el sofá tan pronto como me di cuenta de que me había quedado dormido. Me esforcé en levantarme del sofá y me dirigí al comedor.
"Jjong, estás aquí?"
Miré a mí alrededor pero no encontré a mi cachorro. Eché un vistazo al reloj por enésima vez.
11:02 PM
Caminé hacia la mesa sólo para encontrar todo como lo había dejado. Debe haber estado agotado por el trabajo que seguro tomó una siesta durante 3 horas.
Arrastré mis pies hacia nuestra habitación. La grabación seguramente tomó más tiempo de lo esperado. Pasé junto al baño cuando me acordé de que no me había cepillado los dientes todavía. Me sorprendí al ver la ropa que llevaste al estudio en el fregadero, otro de tus hábitos locos. Me dolió un poco cuando llegué a comprender que ni siquiera te habías molestado en despertarme. No es como si te hayas olvidado de algo tan importante. Bueno, siempre hay una primera vez para todo. Suspiré, pensando en que me estaba preocupando por gusto. Tomé la ropa sucia para tirarla al cesto cuando vi una mancha en su camisa blanca. Ahogue un grito al ver las manchas de labial cerca del cuello.
Una lágrima rodó por mi mejilla.
No fue suficiente con engañarme a mí mismo pensando que había escuchado mal, yo tuve que comprobarlo. Me temblaban las piernas, apenas podía mantenerme de pie. Me recosté en la pared del baño, deslizándome hacia abajo.
Mi frágil corazón se rompió en millones de pedazos. Lloré. Llore mucho. Abrace su camisa, abrace cada hilo tan fuerte como pude. Pero sólo empeoró las cosas.
Su aroma se había ido.
Fue sustituido por la fragancia de otra persona. Una mujer.
Me quede allí por unos minutos más, jadeando por aire. Después de arreglármelas para detener las lágrimas me puse de pie usando la pared del baño como apoyo. Respire profundo, cerré los ojos, exhale profundamente, y abrí los ojos una vez más. Salí del baño y puse la ropa en el cesto. Me dirigí hacia nuestra habitación, aunque ahora ya no es 'nuestra', y abrí la puerta sin hacer ruido.
Estabas durmiendo.
Me mordí el labio, evitando llorar de nuevo y debatiéndome si debería permanecer contigo en la misma cama. Decidí quedarme. Por lo menos déjame sentir tu calor, memorizar tu toque, sentir tu aroma. Así cuando llegue el momento de separarnos, voy a ser capaz de llevar conmigo los recuerdos.
Me acosté al lado de su espalda y me acerqué más. Envolví mis delgados brazos alrededor de su cintura y presioné mi mejilla en su espalda.
Allí estaban otra vez.
Las lágrimas estúpidas se mantuvieron saliendo de mis ojos. Apreté el abrazo, pero con cuidado de no alterar tú precioso sueño.
"Feliz tercer Aniversario, Yeobo. Te quiero mucho, demasiado...”