Era el último día de vacaciones de Kiba y Naruto no había olvidado eso, así que desde temprano lo invito a su casa, ya fuera a ver una película o solo a platicar, lo importante era estar un rato juntos.
Kiba ya había desayunado antes de ir a la casa de Naruto, por lo que a este último le tocó ser observado por el primero mientras disfrutaba de su ramen instantáneo. Intentaron ver una película pero terminaron sin hacerle caso ya que estuvieron platicando y finalmente jugando videojuegos.
Se les paso rápidamente el tiempo, y antes de lo que hubieran querido, ya era de hora de salir.
Llegaron quince minutos antes de que empezará el turno de Naruto, el camino había estado sin tráfico y la mayoría de los semáforos les habían tocado en verde, por lo que se quedaron platicando un rato mientras se hacía la hora.
- Gracias por ayudarme a disfrutar mi último día de vacaciones, eres muy divertido la verdad.
- Gracias a ti por ser como eres conmigo – dijo Naruto y en sus ojos Kiba creía notar algo que no parecía solo amistad.
Kiba fue a su casa después de que Naruto entrara a trabajar, empezó a arreglar las cosas para mañana volver a trabajar y se aseguró de tener la camisa del trabajo limpia.
Terminando las cosas que tenía por hacer, Kiba se preguntó que respondería Naruto si le decía que no tenía una foto suya y le gustaría tener una, claramente no le diría que podía descargar varias de la red social, él quería una especial para él, de ser posible.
- Oye Naruto, tú ya tienes una foto mía, ¿Podría yo tener una tuya? – fue el mensaje que mano Kiba.
Tardó varios minutos en responder, pero le contesto con una foto que parecía recién tomada. Naruto estaba con su uniforme del trabajo y estaba sonriendo, Kiba trato de recordar si había publicado esa foto Naruto o si era tomada especialmente para él, y como no recordó haber visto alguna foto de Naruto tan feliz, decidió pensar que era la segunda opción.
Kiba pasó el tiempo tratando de distraerse para que se le pasara más rápido el tiempo, pero aun cuando faltaba una hora para que fuera la hora de salida de Naruto, así que decidió ir a visitarlo.
Llego a “Dulce y amargo” y estaciono su moto afuera y se metió al local. Noto la sorpresa de Naruto al verlo, pero tranquilamente se acercó a él como cualquier cliente y le pidió un café chico.
Se sentó en una mesa desde donde podía verlo y cada que cruzaban miradas, le sonreía. Varios empleados le decían algunas cosas a Naruto cuando notaban que Kiba lo miraba y Naruto no hacía más que ponerse rojo.
Llegando la hora de cerrar, Kiba espero a Naruto afuera. Cuando salió lo saludo como si nada y le dijo que si lo quería acompañar a ver una película al cine a lo que Naruto contesto que sí.
Llegaron a la plaza cercana a donde Kiba conoció a Naruto y entre los dos decidieron que película verían, compraron palomitas y una bebida y se metieron a ver la función.
Durante la película no tuvieron problema de compartir la bebida, y aunque se reían constantemente por las situaciones que pasaban en la cinta, los dos notaban el momento en que sus manos se tocaban al agarrar las palomitas.
La película termino a las 11:50 y todavía se quedaron un rato platicando.
Llegaron a las 12:45 a casa de Naruto y este le dijo que era demasiado tarde para que se fuera, que se quedara en su casa a dormir y mañana temprano se iba. Kiba acepto y cuando se iba a acostar en el sillón, Naruto con la cara algo roja le dijo que si quería podían acostarse los dos en la cama, era individual pero a él no importaba compartirla.
Se acostaron los dos dándose la espalda mutuamente, pero tras notar que ninguno de los dos podía dormir empezaron a platicar. Dio la 1 de la mañana y dijeron buenas noches, pero aun sin poder dormir, Kiba se volteó y paso su brazo alrededor de la cintura de Naruto, ninguno de los dos dijo algo al respecto pero se sintieron finalmente a gusto y lograron dormir.
Dieron las 7 de la mañana y la alarma de Kiba despertó a los dos, se levantaron y Naruto le ofreció una fruta a Kiba antes de que se fuera.
Kiba llego a su casa, se arregló y tuvo tiempo para mandarle un mensaje a Naruto antes de irse a trabajar. Por suerte su trabajo era cerca y al ser un puesto de comida no había problema en comer algo en los lapsos que no había mucha gente.
- Gracias por dejarme quedar, a las 2:30 paso a tu casa – fue el mensaje que le dejo Kiba.
- Todos los días que quieras – contesto Naruto.
Kiba trabajo rápido y con buen servicio, por lo que varios de sus compañeros lo felicitaron y le dijeron que las vacaciones le habían caído mejor de lo que esperaban, pero Kiba sin decir nada, sabía que la razón era más bien otra.
Eran las 2:27 cuando Kiba llego a casa de Naruto, tenía todavía la playera del trabajo y había traído algo de comida de su trabajo para que la probara Naruto. Comieron alegremente y entre los dos limpiaron lo que ensuciaron, platicaron un rato pero sin mencionar la forma en la que habían dormido.
Llego la hora de salir rumbo al trabajo de Naruto y esta vez llegaron justo a tiempo, lo que no les dio tiempo más que de despedirse y que Kiba viera a Naruto hasta que se metiera en la cafetería.
Llegando a su casa Kiba leyó el mensaje que le dejo Naruto y tras pensarlo un tiempo le respondió lo siguiente.
- ¿Se puede hoy?
Kiba estaba ansioso por la respuesta, no había algo que le indicara que le fuera a decir que no, pero tenía miedo de estar metiéndose demasiado rápido en la vida del chico y que este le pusiera un alto, además de que sabía que Naruto seguía despierto cuando lo abrazo en la noche antes de dormir.
Pasaron dos horas casi eternas para Kiba, Naruto no respondía y aunque sabía que estaba trabajando, tenía miedo a recibir una respuesta negativa. Cuando por fin llego la respuesta Kiba estaba dudoso de verla, no quería imaginarse que le dijera que no, pero agarro valor y abrió el mensaje.
- Hasta días festivos si quieres jajaja – fue la respuesta de Naruto.
Kiba agarro una mochila y metió la otra playera que tenia del trabajo, quería llevársela para poder estar más tiempo con Naruto y poder llegar directamente al trabajo. Puso a lavar su uniforme usado y después se metió a bañar.
Terminando los últimos arreglos se le había hecho un poco tarde, por lo que cuando llego al trabajo de Naruto, este ya este afuera esperándolo con una sonrisa. Naruto se subió a la moto, dieron un paseo de una hora antes de ir a la casa. Estaban un poco cansados por la desvelada de anoche, por lo que antes de las 12 ya estaban los dos acostados. Kiba dudaba un poco en si volver a hacerlo, pero las ganas le ganaron y volvió a abrazar la cintura de Naruto y acércalo a él.
- Buenas noches Naruto – dijo Kiba con voz baja, esperaba una respuesta de si Naruto estaba despierto y de ser así y no quitarlo, sería realmente feliz y dormiría con una gran sonrisa en la cara.
- Buenas noches Kiba – dijo Naruto y este se sentía realmente cómodo con la cercanía de Kiba, durmió también con una gran sonrisa.