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Juego final [SeKaiSoo] por FlyToXin

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Notas del capitulo:

SURPRISE!! Les dejo la segunda actualización del día! Jeje <3

POV SEHUN


Me sentía estúpido. Suspicaz. Enrevesado. Me sentía hasta mala persona, vigilando sus detalles, las miradas que compartían. Los gestos. Estaba agotado. Hacer crecer una relación cuando uno está demasiado pendiente de este tipo de cosas es inviable. Me sentía como... congelado. KyungSoo y yo estábamos congelados en un momento de nuestra relación que ya no existía, porque todos los factores que incidían en ella habían desaparecido.

Pronto me di cuenta de que no tenía sentido estar siempre pendiente de lo que uno dijera del otro y viceversa. Jongin se había marchado de nuestra relación, había abandonado, y nosotros, que decidimos quedarnos donde estábamos, teníamos que remar en buena dirección si no queríamos hundirnos. Así que... pensé que fuera lo que fuera lo que había empujado a Jongin a tomar la decisión, ya no era asunto mío. Ya no era asunto nuestro. Y por primera vez en una década impuse una distancia entre Jongin y yo, y a esa distancia la llamé KyungSoo. Volver a la vida normal fue complicado. Al principio fue como si el sexo cuando éramos tres fuera más apasionado, más intenso, más fiero y el orgasmo más demoledor. Lo achaqué a estar acostumbrado al morbo de los números impares dentro de las sábanas, pero lo cierto es que ni siquiera las fotografías que hacía después me sabían a lo mismo. Hasta que un día..., sencillamente, él se arqueó debajo de mi cuerpo mientras lo penetraba y el movimiento de sus torso desnudos me volvió completamente loco. Me di cuenta de que KyungSoo era, por sí solo, el orgasmo de mi vida. Me corría dentro de él y... nada más importaba. Solo él, yo, la excitación de los dos mezclándose en un estallido y jadear juntos, abrazados, buscando oxígeno cuando todo terminaba.

Contarle a Jongin qué tal me iba en mi relación ya era otro cantar. No creo que tenga que explicar los motivos por los cuales me resultaba extraño y antinatural decirle a mi mejor amigo, mi compañero de piso, socio y casi hermano, que el chico con el que habíamos estado saliendo era una bomba en la cama, que me hacía sentir sucio y vivo a la vez y que sufría cuando sentía que no alcanzaba a satisfacerle como él se merecía. Pero seguía siendo él; los años no se borran de un plumazo..., confiaba en Jongin. ¿A quién más podía decirle que él parecía estar esperando algo más especial que lo que teníamos?

Después de aquella conversación en la cocina me metí en mi dormitorio y me puse la música alta en mi iPod. Me sentí un estereotipo de mí mismo cuando elegí Young and beautiful, de Lana del Rey. Jongin siempre se burlaba porque decía que era música para chicas, pero a mí me parecía absurdo hacer esa distinción. Si algo te gusta, da igual a quién cojones esté dirigido. Dormirme hubiera sido una bendición porque al menos hubiera dejado de darle vueltas en la cabeza a la noche anterior. KyungSoo y yo follando en la ducha, desatados, buscando satisfacer un impulso tan animal como el del placer... y de pronto sentir la certeza de que su cuerpo nos recordaba a los dos dentro de él y que yo jamás podría hacerle sentir un placer que se comparara a eso. Difícilmente se me olvidaría su mirada cuando le dije que odiaba que se acordara de él mientras lo hacíamos, porque en él se leía «cazado». Y yo le quería y le aborrecía por ello en la misma proporción. Sé que soy un tipo complicado, tan metido hacia dentro que es difícil hasta para mí mismo saber qué hay en el fondo. A veces es tan solo una sensación, vaga e indefinible, imposible de ser encerrada en palabras. En aquellos momentos lo sentía así, como una mancha de alquitrán, pringosa, asfixiante, cubriendo cosas que nacieron como buenas. Tenía algo dentro, una especie de nube de gas, que convertía todos los sentimientos grandiosos que KyungSoo despertaba en mí en algo deforme y monstruoso. Algo que yo sabía pero que había querido olvidar... y que había conseguido desdibujar hasta dejar solo un eco. Un eco que no me permitía saber de qué se trataba en un principio.

Me quité los auriculares y cogí el teléfono. Marqué, pero tras diez tonos la llamada se cortó. Hyuna debía estar sumergida en la cama de ese nuevo amante suyo del que decía que sabía hacerla sentir mujer. Me daba un asco tremendo; tenía muy arraigado en mi mente el pensamiento de que Hyuna no era una mujer: era mi hermana. De todas formas, ¿qué hubiera dicho si me hubiera contestado? «Hyuna, no encuentro mi voz». Esa era la idea que me rondaba la cabeza. Yo hablaba, pero cada vez que lo hacía encontraba menos de mí en mis palabras. Me iba perdiendo. Me estaba diluyendo. Y KyungSoo terminaría notándolo y sabiendo que..., que había algo allí que fallaba. Ese algo era yo. Y lo que faltaba era Jongin. Joder.

Aquella noche Baek y KyungSoo vinieron a cenar a casa. Jongin cocinó pastel de marisco y se le veía contento, desenvuelto y cómodo. Ellos también lo estaban; parloteaban sin cesar de la lista de papa Noel , de las fiestas y bromeaban entre ellos. No hablé mucho. Me quedé pasmado mirando a KyungSoo, como si fuera la primera vez que le veía y estuviera descubriendo en él esos detalles que brillaban. Dos ojos enormes, que susurraban lo que deseaban. Unos labios acostumbrados a sonreír. Su mano cogió la mía por debajo de la mesa y aprovechando que Jongin y Baek se reían de alguna de sus bromas, me preguntó si todo iba bien. Le sonreí.

—Claro que va bien. —Apreté sus dedos.

Miró mis ojos y sonrió mientras su mano acariciaba mi pelo. Valía la pena esforzarse. Valía la pena hacerlo funcionar.

Aquella noche Jongin y Baek insistieron en que tomásemos unas copas después. El vino de la cena y la ginebra hicieron que todo se volviera un poco más intenso. A la hora de dormir yo ya estaba ahogado por todas aquellas cosas que mis palabras iban dejando atrás, dentro de mí. Esa voz que no conseguía verbalizar, que se quedaba en mi interior, que me mataba porque no lograba vocalizar y gritaba cosas sin sentido; sentimientos sin ordenar. Cuando me acosté al lado de KyungSoo solo pude abrazarle fuerte.

—¿Me quieres? —le pregunté.

Y él dijo que sí. Y yo me pregunté entonces qué cojones pasaba allí dentro si yo también lo quería. ¿Qué nos faltaba? ¿Por qué sentía que había algo que yo no podía darle?

Notas finales:

Subo la historia también por wattpad: http://w.tt/1KE6cYwr32;
Para más noticias del fic en mi página de Facebook: https://www.facebook.com/FlyToXin


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