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Seductora venganza por Chiaki28

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Notas del capitulo:

Hola chicos!! *-*

Bueno hoy si les cumplo con dos actualizaciones, al menos parti el año responsable?

Acá se comprende un poco más a Takano y espero que se desempolven más de lo que paso con Usami.

Espero que les guste <3 <3

Takano Pov

Perdí la armadura con la que me escondía; abandoné los prejuicios que me cegaban, dejé mi espada para salir de esta guerra; tome por primera vez el control de mi vida guiándola a un nuevo rumbo en lugar de martirizarme por un pasado sin cambios; en vez de torturarme por lo que mi mente torcida me obligo a hacer.

Desde que Oda se esfumó como un sueño arrastrado por la melancolía con su desaparición renuncié a las posibilidades de volverme a enamorar; me aterre al haber destrozado a mi pequeño rayo de luz con unas repulsivas palabras impregnadas de miedo, por haber sido consumido por la desesperación al no saber cómo romper sus barreras.

¿Me equivoque? ¡Si! Como jamás lo he hecho, no existe un jodido instante en que no me arrepienta de eso ¿Puedo perdonar aquello? No lo sé, cada vez que me miro al espejo revivo la manera en cómo me temían en la segundaría.

Era un mocoso asustado, estaba horrorizado, era un chico de corazón pulverizado cuyos fragmentos se incrustaron en mi carne; estaba dolido; ¡Necesitaba ayuda mierda!; he pasado diez años tratando de corregir ese error en mi historia y aun no sale, aun no puedo olvidar a ese risueño chico de cabellera castaña, quizás Oda sea por siempre mi fantasma personal.

Por esa razón, al tener la certeza que no era digno de otro amor fue que me centre en mis estudios y me esforcé por convertirme en el mejor, sin embargo, al encontrarme con Ritsu mi mundo se ha dado vuelta; estos sentimientos, esta mente, mi razón, mi piel, inclusive mi corazón, ninguno me pertenece.

Él me ha tenido jugando como un niño, corriendo en círculos, pendiendo de un hilo; se ha llevado lo mejor que posee este venenoso espíritu, cada día me ahogo más profundo en ese hombre, yo aunque lo niegue lo amo; estoy tan loco por ese castaño, siento que sería capaz de hacer lo que fuera por él.

Trato de avanzar en este mar de ataduras que me somete, de demostrarle el cambio que he gatillado, mi nueva protectora personalidad. Nunca le exigiré el perdón porque para mi desagrado ese chico es empático y fiel al monstruo de Usami, no obstante cada noche le ruego por una nueva oportunidad para que me permita salvarlo, para quitarle la venda remendada por las mentiras.

Suspire relajándome en el rígido colchón de mi habitación, hundí mi cabeza en la almohada sin dejar de acaricia las hebras del castaño quien reposaba dulcemente en mi pecho, sin vergüenza alguna me acerque para olfatear sus cabellos esbozando una tonta sonrisa de satisfacción ante esta hipnótica cercanía que hemos desarrollado.

“Eres tan lindo” Murmuré golpeando las palabras con un ligero tartamudeo sin dejar de contemplar sus facciones.

A veces me recuerda a él; hay instantes en que Ritsu me recuerda mucho a ese tímido fantasma con su ingenuo e inocente carácter; pero a quien amo hoy es a este terco hombre de mirada esmeralda, he caído ante mi provocativo  jefe; la única persona con quien desearía concretar algo.

“Ya basta” Ese quejido entre sueños me tenso; tragué con dificultad acunando al más bajo entre mis brazos, depositando un pequeño beso amoroso sobre sus cabellos.

“¿Qué diablos pasara por esa mente tuya?” Murmuré aliviado al percibir como el menor se relajaba entre mis brazos y su expresión regresaba a ser una pacífica “No eres tan fuerte como lo quieres pretender” Le dije aferrándome con más intensidad a su espalda, apoyando su cabeza sobre mi pecho para que lo calmará este loco latir.

“¿Takano?” Su voz sonaba adormecida, sus músculos se tensaron al percatarse de esta cercanía mientras su respiración se descompasaba “¿Por qué me estabas abrazado?” Me pregunto con las mejillas enrojecidas; él es tan lindo.

“Porque empezaste a removerte y a decir incoherencias mientras dormías ¿Tuviste una pesadilla?” El más bajo parpadeo atónito intentando apartarse de mi cuerpo al entablar distancia con sus frágiles manos.

“¿Otra vez?” Se dijo a si mismo con rabia.

“Ritsu” Lo llamé con ternura tomando su mentón “No sé las batallas con las que tratas de lidiar pero acá estoy, nunca me apartaré de tu lado, confía en mí, apóyate en mí, mírame solamente a mi” Una tonta sonrisa fue la que dibuje ante su pasmada expresión; sus hermosos ojos se encontraban desbordando incertidumbre.

“Sigues insistiendo con hacer esta relación más seria de lo que debería” Se quejó hundiendo sus hombros.

“Porque mi objetivo es que estés tan loco y enfermo de amor por mí como yo lo hago contigo” Me burle levantándome de las sabanas para caminar hasta mi armario en busca de un par de prendas decentes.

“¡¿Por qué no me despertaste antes?!” Ante la furia que resaltaba en su interrogante supuse que Ritsu había mirado el reloj; reprimiendo una tonta risa me comencé a quitar mis prendas para cambiarme e irnos a la editorial.

“Takano” Mis músculos se estremecieron al percibir un par de brazos rodeando mi desnudo torso y un dulce aroma golpeando mi cuello “¿Por qué no me despertaste antes?”

“Porque me gusta verte dormir” Musite con descaro volteando para chocar con nuestras miradas “Porque me gusta saber todo sobre ti Ritsu” El más bajo enrojeció ante mis palabras temblando ligeramente.

“Siempre te pones empalagoso” Se mofó con una embustera seguridad al desviar la mirada.

“Eso es lo que tu provocas en mi” Sin esperar su reacción tomé las mejillas del castaño para probar sus adictivos labios en la mañana.

Mi jefe enredo sus manos sobre mi cuello repasando mis hombros con sus traviesos dedos mientras yo me aferraba a su cintura intentando lidiar con la tentación y mis impulsos ante ese seductor muchacho.

El beso fue lento y demandante, nuestros labios se saboreaban con frenesí; nuestras manos acariciaban cada parte del otro, descendían por nuestros organismos como si supieran que nos pertenecíamos; mis ojos se encontraban cerrados disfrutando de estas pasiones; deleitándome de sus tóxicos toques y esa aditiva esencia con la que me impregnaba.

Cuando mordí su labio inferior pidiendo más acceso mi pareja lanzó un pequeña risa apartándose de mis brazos haciendo una seña de negación con su dedo índice “Vamos tarde al trabajo” Murmuro con un travieso caminar.

“Tengo un auto, te puedo llevar en el” Le ofrecí embobado por sus acciones, atontado al apreciar cómo se comenzaba a cambiar al frente mío para ponerse las prendas que le había lavado después de nuestra cita en el bar “Eres realmente lindo” Balbuceé sin lograr contener mis pensamientos consiguiendo un tierno sonrojo.

“¡Ve a vestirte!” Se quejó apurando sus movimientos con vergüenza; sin contener una estruendosa carcajada continúe con mis acciones hasta que ambos estuvimos listos.

El castaño y yo descendimos por el edificio tomados de las manos hasta llegar al estacionamiento y subir a mi vehículo; en todo el camino mantuve un aura extasiada al encontrarme con Ritsu en los cimientos de mi esfuerzo y coraje.

Ahorré por años mis primeros sueldos para comprarme este auto, trabajé realmente duro y cuando por fin me lo entregaron el orgullo que irradié es imposible de describir; esa fue la primera cosa que realmente fue mía, mi orgullo, mis gotas de sudor, mis méritos personificados en metal, fue el gran indicio de que mis sueños se estaban cumpliendo.

No existe mejor sensación a tener al chico que me ha hecho enloquecer en los asientos de este viejo vehículo; pero que idiotez, ni si quiera logro disimular mi emoción a su lado ¿Pero qué diablos me ha hecho Onodera?

“Por cierto revisé la propuesta que me mandaste” Ese murmullo capto mi atención, sin despegar la vista del camino me limite a asentir apretando con nervios el manubrio del auto “Esta bastante bien Takano, realmente me dejaste asombrado”

“¿Enserio?” Le pregunte por inercia.

“Sí, me acabaste sorprendiendo a mí con todo lo que sabes” Una melancólica sonrisa se trazó sobre esos tentadores labios “Supongo que eres una persona muy capaz después de todo” Un escalofrío recorrió mi columna ante esas palabras.

“¿Supones?” Farfullé alzando una ceja para voltear sutilmente a su rostro.

“Sí, pensé que eras un incompetente por tu pasado en la escuela, me han contado que no tuviste las mejores calificaciones” Se burló arrepentido al apreciar como una mueca de aflicción era invocada sobre mi boca.

“Usami te lo dijo” Especulé con cólera apretando con más fuerza el volante “Es cierto, no era el mejor estudiante pero en ese entonces tenía mucho problemas” Me tensé al escuchar una irónica risa resonando en el vehículo.

“¿Sabes?” Me pregunto con gélido “A esa edad yo también tenía bastantes problemas y aun así salí como los mejores de mi generación en todo” Abrí los ojos atónito al apreciar como las palabras eran escupidas con asco y desagrado, como sus cejas se arqueaban con frustración mientras presionaba los puños; ¿Pero qué diablos le pasó?

“¿Ritsu como fue tu adolescencia?” Me atreví a interrogarlo apreciando como se tensaba en el asiento del copiloto.

“Normal” Gruño volteando su rostro, ignorándome el resto del camino para condenarnos a un incómodo silencio.

Al llegar al estacionamiento del edificio y ubicar mi auto en uno de los abandonados rincones del lugar me baje con rapidez del vehículo para atrapar al castaño antes de que intentara escapar y nuestras almas perdieran la conexión ante su necia terquedad.

El más bajo tirito al encontrarse acorralado conmigo; su espalda chocaba con una de las ventanas delanteras, su pecho se estremecía por nuestra cercanía, su aliento era lo único que aspiraba; parecía bastante incómodo.

“Lo lamento” Murmuré apreciado como esas hermosas orbes se abrían con sorpresa “Siento haberte presionado así, creo que tienes un pasado conflictivo, comprendo que no quieras hablar de él, pero no tolero que alguien como Usami sepa más cosas de ti que yo” Proclame sin vacilar acariciando los cabellos que descendían por su cuello.

“Hay cosas que es mejor que no sepas” Musito suavizando sus facciones, rozando mis mejillas para que me perdiera en la suavidad y calidez de su piel.

“Me enferma la idea de que alguien sepa más cosas de ti, no me lo cuentes ahora; sin embargo, algún día desearía que me las confiaras” Exprese tensándome al percibir una deliciosa presión sobre mis labios.

El castaño me beso superficialmente jugueteando con mis cabellos, presionando nuestras caderas, encerrándome en este maltratado amor del que soy presa y esclavo “Te lo tendrás que ganar si quieres así las cosas” Se burló mordiéndose el labio para caminar hacia el elevador con sensuales pasos.

Liberando un tonto suspiro me limite a seguir a mi pareja aferrándome a él en todo instante, aprovechando la soledad del elevador para demostrarnos nuestro amor una vez más con afectivas caricias y tímidos besos.

Al llegar a nuestra sección el más bajo me hizo una seña para que me sentara a su lado en su escritorio, Ritsu extendió su mano para sacar una vieja carpeta roja  del cumulo de documentos y enseñármela con un aire de orgullo y soberbia.

“Como te lo dije en el auto tus correcciones son bastante acertadas, creo que captaste muy bien la esencia del autor, sin embargo, te falta apegarte a las reglas más básicas de la literatura” Me explico estirándose en su silla.

“¿Reglas básicas?” Repetí tomando la carpeta, abriéndola para esbozar una tonta sonrisa al apreciar un par de trabajos plasmados con la caligrafía de mi pareja.

“Esos son los primeros modelos de edición que hice; los que se encuentran en la parte superior de la carpeta están malos, los que están en la inferior son los que fueron publicados, quiero que leas ambas versiones del manuscrito y comprendas el efecto que pueden causar un par de correcciones como la redacción o el punto de vista del personaje” Me explico sin desviar la mirada o incomodarse por mi presencia.

“¿Estás diciendo que me centro en cosas muy complicadas?” Ritsu con una preciosa sonrisa asintió emocionado.

“Haces bien los cambios en la trama, sin embargo, te olvidas de cosas como la mirada, hay capítulos que no se comprenden porque lo narra un personaje aparte, o cosas en la trama que quedan inconclusas por falta de visión, quiero que aprendas a corregir eso” Me indico saltando en su silla al sentir mis manos sobre sus rodillas.

“Gracias” Musite con suavidad; mi jefe oculto su mirada debajo de su flequillo intentado disimular el rojo de sus mejillas sin éxito alguno, saber más de él es algo que me hace infinitamente feliz, ansió apoyarme en sus capacidades para crecer.

“Solo procura hacer algo decente, no quiero que piensen que entrené a un vago” Murmuro tratando de apartarse de mí; de correr de su asiento y esfumarse.

“¿A dónde vas?” Le pregunte aferrándome a la manga de su camisa como si fuera un niño, provocando una dulce sonrisa en sus facciones.

“Necesito encontrarme con Akihiko, hay correcciones que no calzan y debo lograr que las haga” Ante ese nombre la sangre me comenzó a hervir mientras la cólera deformaba mis gestos, lo único que hice fue apresar con más fuerza sus prendas ante mi terquedad.

“No quiero que vayas con él” Murmullé por impulso presionado la mandíbula, el castaño divertido se liberó para tomar mis mejillas con sus manos y respirar ese dulce aliento sobre mis labios tentando mi cordura.

“¿Quieres que me quede?” Me pregunto con sensualidad inspirando mi aroma “¿Quieres que me quede contigo Takano?”

“Cada segundo que me queda” Susurré tratando de besar fugazmente su prohibida boca sin resultado alguno.

“Haz tu trabajo como se debe y luego quizás salgamos” Se burló arrepentido ante mi seria mirada de decepción “Bueno y quizás yo te podría invitar a mi casa o algo así” Balbuceo con una repentina sumisión tratando de ocultarse “Digo quieres saber más cosas de mí y yo” Con una tonta expresión de enamorado me levanta de mi asiento para besar su mejilla.

“Deja de provocarme” Le pedí en su oreja causando que temblara entre mis brazos “Porque contenerme me está matando”

“Idiota” Murmulló con el rostro ardiendo para salir con pasos endebles de la habitación; era realmente lindo.

Con Ritsu en mi mente grabándose en cada uno de mis sentidos con esa clase de tiernas expresiones y misteriosas facetas en su extraña personalidad comencé a leer sus trabajos para redactar algún informe que plantara orgullo sobre su pecho.

Quiero que él vea lo que soy; que aprecie la clase de hombre que tiene al frente y comprenda que sin importar mi pasado con Usami he cambiado y crecido, he florecido con mis metas, me he transformado en alguien decente dispuesto a amarlo con todo lo que es.

Repasé cada una de las versiones del manuscrito comprendiendo las correcciones de mi lindo jefe, Ritsu es bastante inteligente y capaz; no me extraña que sea el dueño de esta sección si logró convertir  esas incoherencias en los libros más vendidos.

“Takano” Una grave voz me sacó de mi ambiente de trabajo, con nervios alcé la mirada encontrándome con los ojos del señor Onodera “Necesito que vengas un instante a mi oficina, hay algo que te quiero preguntar” Declaro indicándome con una seña en su mano que lo siguiera hasta su habitación.

Sin esconder mis nervios camine debajo de su atenta mirada para ubicarme al frente de su escritorio y ser analizado por esas infantiles orbes; él a pesar de ser un hombre lleno de capacidades y méritos que lo respalden es bastante sensible, puedo apreciar la preocupación  que emana ante los temblores de sus labios.

“Ritsu” Al pronunciar ese nombre mi cuerpo se heló “¿Cómo lo está haciendo mi hijo contigo? ¿Cómo te has sentido bajo sus cuidados?” Indago sin esconder la aflicción en sus palabras o el recelo en su mirada.

“Su hijo es una persona muy capaz; me ha explicado todo con claridad, me ha instruido para que me ponga a la altura de los demás editores, incluso me ha puesto en contacto con un par de escritores que desea que supervisé debajo de su tutela” Una aniñada sonrisa se formó sobre los labios del mayor.

“Me alegra” Murmuro relajándose en su silla “Últimamente han habido varios rumores en la editorial sobre mi hijo cuestionando mucho sus capacidades; a pesar de ser su padre trato de reprimir mi enfado para darles una opinión objetiva, por eso necesitaba que me lo dijeras” Una gran calidez se posiciono en mi pecho ante ese tipo de preocupaciones.

“Él es bastante cerrado al tema” Indique aliviado al frente de ese hombre “Le he tratado de preguntar más de una vez sobre los rumores pero Ritsu siempre me esquiva” El más alto divertido alzo una ceja.

“¿Ritsu?” Repitió “Pareces tener mucha confianza con mi hijo” Trague con dificultad desviando la nuca, deseando que la silla me destrozara en estos momentos por haber expuesto al castaño.

“Soy un hombre de confianza” Me excusé con una pretenciosa seguridad.

“Te recuerdo que las relaciones laborales están prohibidas y conllevan la mayoría del tiempo despidos, yo no quiero que mi hijo se involucre en un escándalo, además” El hombre de ligeras arrugas frunció sutilmente el ceño “Ritsu es muy desconfiado, no me gustaría que saliera herido con lo frágil de ese carácter”

“Nunca lo lastimaría” Proclame por impulso desatando mi efusiones “Señor Onodera yo más que un subordinado de su hijo creo que me he convertido en un amigo, él me importa mucho, Ritsu es muy especial, nunca permitiría que se viera perjudicado, no deje que esos rumores hagan que su relación se rompa” El más alto me sonrió con calidez liberado un aniñado suspiro.

“Supongo que soy muy protector con él” Murmulló cruzando los brazos sobre su pecho “Pero él es el pequeño tesoro que gané cuando más oscura estaba mi vida, como agradezco que me haya aceptado en la suya”

“¿Aceptado?” Pregunte sin comprender sus inciertas frases.

“Creo que hable de más” Rio levantándose de la silla “Supongo que esas cosas le corresponden a mi hijo explicártelas cuando se sienta cómodo” Lo único que hice fue asentir para levantarme por inercia de la silla.

“¿Eso era todo lo que deseaba saber?” Le interrogue caminando de regreso a nuestra organizada sección.

“Sí” Proclamo clavando su atención en las luces del techo “Ritsu ya me ha mandado todo tu progreso si es lo que te preocupa, creo que estás haciendo las cosas muy bien, mejor que la mayoría de los novatos” Me alago golpeando mi espalda con confianza.

“Nada habría sido posible sin la ayuda de su hijo” Dije siendo movidos por las tiernas manos de Ritsu aferradas a mis sentimientos “Me encargaré de ser uno de los mejores trabajadores que tendrán en esta empresa” El más alto freno sus movimientos para entablar un tenso contacto visual.

“Cobraré tu palabra Takano” Proclamo con aires de grandeza “Si te asigne con Ritsu es porque creo que serán un equipo imparable”

“Y así lo seremos” Respondí con ilusión adentrándome a mi sección.

Al llegar a nuestra área mi sangre hirvió al apreciar como el hombre de cabellos plateados se reía del castaño quien tenía todo el rostro enrojecido por sus burlas, los músculos se me desgarraron, la mirada se me paralizo en sus facciones, mi rabia caló en lo más profundo de mis emociones; detestaba esa cercanía.

“¡Ritsu!” El nombrado enrojeció aún más al percatarse de nuestra presencia “Campeón ven con tu viejo padre, quiero informarte sobre algo” Le pidió consiguiendo otra carcajada de parte del petulante de orbes amatista.

“¡Papá!” Grito con vergüenza esquivando mi sonrisa de satisfacción; realmente encantador.

Para ser respetuoso con esa familia me aparté de mis jefes para entregarles privacidad y me acerqué a Usami para marcar lo que era mío; poner mis limites, gruñir protegiendo mi lastimado corazón, enseñarle un par de garras y colmillos para que se apartará del tesoro que había encontrado en las profundidades de mi desesperanza.

El más alto sonrió con insolencia ante mi destrozado semblante, debe ser divertido torturarme una vez más, destrozarme un segunda vez, asesinarme con sus mentiras como ya lo hizo, debe ser divertido ver cómo me desmorono; él es un asqueroso tramposo, no puedo permitir que nuevamente me guié hacia la tragedia, que saboteé mi relación con Ritsu como el ingrato sin escrúpulos que es.

“¿Ya te van a despedir por falta de capacidades?” Una risa se escuchó en sus palabras, con el mismo aire lleno de arrogancia y superioridad me limite a responderle.

“Al contrario, me felicitaron por lo que hago” El más alto libero un risa pesada negando con la cabeza.

“El señor Onodera es muy ingenuo, de seguro no sabe la clase de víbora que llevo a trabajar consigo” Apreté con cólera mis puños; siempre ¡Siempre que intento olvidar y dejar ir estas cosas él aparece! Mierda; ¿Cuánto más debo lamentarme por mis errores? ¿Cómo carajo se supone que los arregle sin Oda? ¿De qué me sirve martirizarme una y otra vez por alguien que me olvido?

“Para que te metiera a trabajar a ti estoy seguro de eso” Farfullé sonriendo ante su ceño fruncido.

“Todo lo que hice fue con fundamentos, no me jodas ahora con que eres la victima Takano” Pregono acercándose a mi rostro para que me sometiera bajo su mirada de toro enfurecido y me intimidara por sus rígidas posturas.

“¿Yo haciéndome la victima?” Pregunte con falsa inocencia “EL único tan cínico como para hacer eso eres tú ¿Cómo puedes mirar a Ritsu cuando le mientes sobre lo que hiciste pero me dejas a mi peor que una escoria?” El chico de ojos violetas  me sonrió con hipocresía.

“No le miento” Se burló “Solo omito”

“No permitiré que a Ritsu me lo quites, por tu culpa Oda jamás se me acerco; por eso no dejare que la historia se repita  con Ritsu” El hombre de cabellos plateados alzó una de sus cejas divertido por mis derrumbes; satisfecho ante mis arrastradas palabras de perdón.

“Él es mi mejor amigo, soy yo el que no te permitirá dañarlo más” Farfullo con los músculos tensos “Él no merece que un hombre sin corazón como tu juegue con él ¿Qué no tuviste suficiente destrozando a Oda?”

“¡Ese es mi asunto!” Gruñí con la piel erizada, con la sangre ardiendo, con mis muros encerrándome “Todo lo que pasó con ese chico no fue solamente mi culpa y tú bien lo sabes Usami” El nombrado rio con sarcasmo.

“Claro” Mascullo “Échame la culpa de tus platos rotos Takano; trata de inculparme por lo que hiciste como el cobarde que eres”

“Tú no tienes escrúpulos” El de mirada violeta me observo con desdén para después darme la espalda.

“Todo en esta vida se paga Takano” Bramó antes de salir del departamento y dejarme con los insultos desgarrando mi garganta.

Con frustración inspire en busca de recuperar mi cordura, casi por inercia mis ojos se centraron en el castaño en busca de calma; mi pecho fue liberado de su tortuosa opresión al observar como el menor se encontraba completamente rojo por las palabras de ánimo de su padre mientras sus cejas se arqueaban.

No te puedo perder a ti; no me puedo equivocar dos veces con la misma piedra, me aterra haberme enamorado otra vez; saber que por culpa de mi pasado jamás me observara con inocencia y ternura, comprender que para el castaño jamás seré su salvador; eso me asusta más que mi misma muerte silenciosa.

Pero aun así no me puedo rendir, ahora que puedo sentir como mi corazón se agita por sus movimiento estoy dispuesto a dar la batalla por segunda vez y ganarle a Usami; ser el héroe de esta historia de dos corazones quebrajados, cobrar mi revancha con el de cabellos plateados al ganarme la confianza del castaño y llevármelo de su lado.

El más bajo después de un par de minutos dejo de hablar con el presidente para acercarse apenado a mi lado, antes de que me regañara o me sedujera lo lleve a la sala de copias en donde nos encerré para poder proclamarlo como mío.

“¿Qué diablos le dijiste a mi padre?” Pregunto pasmado; Ritsu se tensó ante mi seria expresión “¿Takano?”

Antes de que siguiera intentando indagar en mis ojos los cerré para tomar esos dulces labios como míos y recorrer sin pudor alguno ese delicado vientre.

El más bajo libero un excitante jadeo al percibir como mi lengua se encontraba acariciando con lascivia la suya; lujuriosos sonidos llenaron toda la habitación, la respiración escaseaba, la tensión aumentaba mientras mi corazón amenazaba con escapar de mi pecho.

El castaño con lentitud cedió a mi beso enredando sus manos sobre mis cabellos, permitiendo que lo acariciara con mis grandes manos y que nuestras adictivas esencias se volvieran una.

Pronto nuestros labios se encontraban degustándose con necesidad, nuestras lenguas batallando en una dulce y toxica muerte, mi mente apagada por el exquisito sabor de Ritsu, por el embriagador aroma de su cuello y esa calidez con la que él me sabe envolver.

“¿Por qué?” Jadeó al separarse con la respiración agitada de mis labios.

“Por favor ámame a mí Ritsu” Le rogué tomándolo de las mejillas “Usami me desespera, estoy completamente desesperado con todo esto” Le indique exponiéndome debajo de sus inocentes ojos.

“¿Akihiko?” Me pregunto atontado.

“Sé que es tu amigo y que le tienes bastante afecto, sin embargo, no te fíes de ese hombre, Ritsu no me creas como el villano de la historia porque solo conoces una versión, no me encasilles en lo que era y mira lo que soy” Le pedí intentando calmarme “Por favor mírame” El castaño pasmado por la exaltada tonalidad con la que lo llamaba se dedicó a obedecer mis órdenes.

“Eso hago Takano” Musito subiendo sus manos hasta mis pómulos “No te desesperes por cosas que ya aclaramos”

“No puedo evitarlo, me asusta tanto que me dejes por culpa de palabras ajenas” El más bajo negó con la cabeza incitándome a que guardara silencio.

“Soy un adulto capaz de tomar mis decisiones, no me dejo guiar por lo que dice Akihiko” Esas suaves frases calmaron mis temores mientras mis manos por inercia se aferraban a sus caderas “Si yo hago las cosas es por mi voluntad”

“Me quedo más tranquilo con eso” Susurre besando su frente “Sé que te incomoda que me ponga de esta manera tan posesiva pero me aterra perderte” El castaño se mordió en labio esquivando mi mirada como si fuera un preso a sentencia; parecía culpable por mi estado.

“Ya te dije que no busco nada serio” Se excusó privándome de la verdadera razón de sus dudas.

“Y yo te dije que quiero todo de ti, quiero lograr que me ames Ritsu” Proclame tomando su mentón para besar de forma superficial sus labios “Ansió tenerlo todo de ti; deseo que enloquezcamos en este amor” El menor divertido libero una traviesa risa relajándose entre mis manos, consintiendo que fuera mi aroma el que lo impregnara.

“Entonces hazme enloquecer” Se mofó alzándose en la punta de sus pies “Destruye los prejuicios que tengo de ti y has que me trague mis palabras”

“Es lo que intento mi lindo jefe” Respondí con picardía degustando nuevamente sus labios, intentando que fuera su sabor el que me salvara de mi pasado y ambos pereciéramos en la tierna promesa de las cenizas de un futuro.

Notas finales:

Bueno el papá de Onodera casi habla de más, pero no lo hizo...ese hombre adora a Ritsu, sin embargo, debe ponerlo al nivel de la empresa, debe tratarlo como el editor en jefe que es.

Sobre los secretos y todo eso, las cosas se ponen cada vez más tensas, es todo lo que dire.

Espero que les haya gustado, ojala comenten y mil gracias por leer <3 <3


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