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Seductora venganza por Chiaki28

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Notas del capitulo:

Hola chicos! 

Esta es la 11/13 de las masivas.

~Kasaya Deysha ~ es tuyo el capitulo; ay que amor, enserio muchas gracias por todo el apoyo que me has dado con este fic.

Que les digo? Mis amorosas explicaciones estan al final.

Espero que les guste <3 <3

Ritsu Pov

La cabeza me ardía al convertirme en la victima de un incesante golpetear, en mis venas se había desatado mi propio infierno, de mi garganta los gritos rogaban por escapar en vano al sellarse con un silencioso sollozo en mis venenosos labios; mi pecho se retorcía con repulsión jugueteando con los afilados fragmentos de mi corazón; el aire se convirtió en plomo para atarse a mi cuello; me estoy quebrando una vez más.

Akihiko ha sido mi único amigo desde que tengo memoria, mi apoyo incondicional, mi cómplice, el chico con armadura plateada quien me refugio del mal en plena tormenta; yo no soportaría que su imagen se distorsionará con una nostálgica sonrisa impregnada por las mentiras y el cinismo, que nuestra supuesta relación fraternal tan solo haya tenido significado para mí; temó que la verdad me disguste.

Con Takano ya me equivoqué, el hombre de mortífera sonrisa y manos de fuego que me torturaba con sus gastadas burlas en la segundaría, quien aún me persigue en mis recuerdos mientras mi pequeña memoria se esconde de rodillas llorando en un rincón del baño no es el mismo sujeto.

“¿Qué sucede Oda? ¿Todavía no te has cansado?” Aunque me duela admitirlo porque esa sed de venganza ha sido la que ha mantenido mi frágil cordura.

“¿Cuánto más te tengo que molestar para que llegues a tu extremo?”  Aunque sea admitir que han sido en vano cada uno de mis lamentos y  las maldiciones que al cielo le he arrojado.

“Sí tanto te molesto hazte hombre de una jodida vez y defiéndete” Esa voz, esos gritos, esa rabia tatuada en un par de solitarios ojos “¡Defiéndete maldición!” Ya no es la misma.

Enamorarme de ese maldito matón fue una mierda, mi mente me gritaba que no me debía entregar; que era erróneo permitirme caer al desarrollar emociones en este juego de peligro y seducción, sin embargo, para mi alma le fue imposible no volverme un adicto por sus besos y deseoso por sus caricias, el azabache se convirtió en el remedio de las heridas con la que él mismo me rompió.

Suspiré en el borde de la cama tratando de ocultar mi cabeza entre mis rodillas para despejar mi mente, de encerrarme en mi propio mundo en donde la maldad y el dolor se esfumaran cual perfume en el aire. Pese a mis ansias por entregarme a ese hombre es difícil no guardarle rencor por cada lágrima que derramé en mis días de inocencia y por cada grito que ahogue en mi almohada en medio de la tormenta; lo estoy intentando, trato de ser mejor y avanzar en lugar de congelarme como una estatua; tan solo desearía que fuera más fácil.

“¿Qué sucede?” Su áspera y ronca voz resonó por mi mente, sus fuertes y varoniles brazos me rodearon mientras un pequeño beso era depositado en mí mejilla “Te ves un tanto distraído desde hace un rato”

“Solo estoy pensando” Murmullé tratando de relajarme en vano.

“Ritsu” Sus dedos rozaron mis pómulos electrizando hasta el último poro de mi piel “Odio que me mientas, si te sientes afligido por algo dímelo” Me volteé en las desordenadas cubres para poder ahogarme en su mirada.

“Estoy nervioso” Confesé percibiendo como mi rostro se calentaba por la galante sonrisa que se formaba en sus labios “Temó que se encuentren”

“No tienes que estarlo” Se mofó revolviendo mis cabellos con ternura “Trataré de controlarme para no golpear al idiota de tu amigo” Mi ceño se arqueo por el fanfarrón tono con el que pronuncio aquellas palabras.

“Es enserio Takano” Encogí mis hombros desviando la mirada hacia las sabanas “Akihiko ha sido mi único amigo desde que tengo memoria, no sabría confrontar las cosas sin ese sujeto a pesar de su arrogancia, temó enterarme de algo que nos rompa” Aunque no lo mire pude percibir como esa linda expresión se borró.

“¿Siempre han sido tan buenos amigos?” Por la forma en como me pregunto aquello un escalofrió azotó hasta mi médula con gélido.

“¿Qué?” Balbuceé.

“Tú y él se conocen desde niños pero ¿Siempre fueron tan cercanos?” La seria mirada de Takano me paralizó “Antes de que yo llegará a tu escuela, piensa en como era su vínculo” Bramó con frustración levantándose de la cama sin decir más; por culpa del temor y de la angustia agarre la muñeca del azabache entre mis manos impidiéndole caminar.

“¿A qué te refieres?” Le rebatí a la defensiva “Si ya dijiste algo así acaba de una vez”

“Lo siento pero eso le corresponde a él” Aunque me sonrió y musito con un cariño casi paternal aquellas frases, el asco y la cólera le fueron imposibles de camuflar “Por ahora mejor ve a desayunar para que tengas energía en la confrontación” Tan solo me dejé arrastrar.

El más alto me guio hacia  una mesa repleta de deliciosa comida en medio de mi sala de estar, me ubique nervioso tomando del caliente café que había dejado en mi puesto para perderme en un mar de confusión del que no lograría escapar.

Desde que tengo mi primer recuerdo en la escuela primaria él cuido de mí, hubieron momentos en que las diferencias afloraron en nuestras pieles y ambos nos gritamos cosas que dejaron heridas que aún no son capaces de cicatrizar, no obstante, todo lo hemos podido superar con una amistad que ahora se amenaza con desmoronar; tiré de los cabellos que descendían por mi flequillo presionando con frustración mis parpados; ya no comprendo nada.

“No te pongas de esa manera” Me regaño tomándome de la mano sobre la mesa, logrando que cientos de agradables cosquillas recorrieran mis músculos “No quise decírtelo para que te estresaras”

“Lo siento, es que esto de repente luce más aterrador de lo que me imaginé” Aunque reí con histeria para aligerar el ambiente esté nos amenazaba con asfixiar.

“Primero preocúpate por comer bien y después hablaremos de lo otro” Se quejó alzando mi mentón para levantarse de la silla y lamer sin pudor la comisura de mis labios “Te había quedado algo de café por ahí”

“¡¿Qué eres mi madre acaso?!” Le grite apenado negándome a seguir bebiendo de esa taza “Idiota” Musite provocando que él riera.

“Ahora que sé que el señor Onodera no es tu padre debo decir que su relación es realmente linda” Mis sentidos se estremecieron por ese comentario “Él incluso me advirtió que no me acercará a su adorable hijo con malas intenciones o lo tendría que confrontar” Cubrí mi rostro con mis manos apenado por esa sobreprotección.

“Por favor no le hagas caso” Farfullé frotándome la frente “Es que él me adoptó como si fuera de su propia sangre, no hizo diferencia alguna conmigo o con mi madre a la hora de protegernos y amarnos, por eso es tan exagerando” Antes de que lo pudiera notar una tonta sonrisa se había trazado sobre mis labios “En el fondo agradezco eso” Musite para mí mismo.

“¿Por qué debería ignorarlo?” La mano de Takano ingresó en mi fortaleza para entrelazarse con la mía “Yo tengo planeado pedirle formalmente que me de autorización para salir contigo” Mi ceño se frunció ante su juguetón y travieso tono.

“Déjate de bromas” Le pedí iracundo.

“Iré a su casa, me arrodillaré ante él y le pediré salir con su hijo” Traté de zafar mi palma de su meloso agarre en vano “De esa manera ninguno de nosotros dos correrá peligro en la empresa” Los labios del más alto acariciaron con ternura mi piel.

“¿Y si no lo consigues?” Por culpa de las espinas con las que estoy rodeado y de los muros que he levantado esas palabras escaparon con pesimismo y altanería.

“Seguiré intentando” Proclamó con orgullo “Ya te deje ir una vez, no perderé mi segunda oportunidad” Se mofó sometiéndome con esa brillosa y única mirada “Ahora come algo o te vas a enfermar” Me ordenó antes de continuar con sus mecánicos movimientos.

Llevé la quemada tostada hacia mis labios para tragarla con rapidez al ver la hora con la que el reloj nos condenaba, pasé el café hirviendo por mi garganta sin que su calor me quemará, en ningún instante mi mano quiso liberar la suya; ¿Cuándo él se convirtió en mi único soporte? Yo no quería que esa dependencia se sellará.

Al acabar el azabache me indicó que su coche aún se encontraba abajo por culpa de mi penosa petición para que pasará la noche a mi lado; con los dedos entrelazados, unos nervios adolescentes rodeándonos y un ambiente lleno de ilusión y nostalgia descendimos hacia el estacionamiento para sentarnos en su auto.

Las cosas entre nosotros dos debieron salir diferentes; yo desearía poder retroceder en el tiempo para hacer bien mi historia con Takano, para cuidarlo, apoyarlo, darme el trabajo de conocerlo y amarlo porque ahora quererlo de esta manera es realmente doloroso; con cada uno de esas sonrisas galantes que me entrega más me apartó del reflejo de Oda que tanto atesoré, más muerto yace mi recuerdo en mi interior y a su vez florece otra cosa, me estoy perdiendo; y lo peor es que lo sé.

“Confía en mí Ritsu” Me pidió sin despegar la mirada del camino “Yo ya cometí muchos errores como para arriesgarme a perderte una vez más”

“Estoy tranquilo” Le mentí apoyando mi nuca en el vibrante marco de la ventana.

“No me apartaré cuando me necesites allí” Ya lo sabía.

Lo que me aterra de este encuentro no es llegar a detestar más al azabache quien hoy encarna la figura de mi salvador, sino tener que admitir que siempre me encontré rodeado por las mentiras y que esas sombras de las que presumía con tanto orgullo en mi pasado no tengan más valor que sus cínicas lágrimas de arrepentimiento; que las únicas dulces instancias que pude esconder en los cajones de mi mente no sean más que distorsión y manipulación, temó haber sido inútil hasta para eso toda una vida y haber renunciado a mi única identidad.

El resto del viaje hacia el departamento de Akihiko no lo logré percibir al estar siendo dominado por el miedo y consumido por la incertidumbre, mis pies ansiosos golpearon en contra de las elegantes y pulcras alfombras de su auto, mis manos se entrelazaron entre sí para que no me sintiera tan muerto y solitario en plena tormenta; esta sensación otra vez no la quiero de regreso, no quiero tener miedo y limitarme a respirar sin sentido; por favor esto de nuevo no.

Al finalmente llegar él más alto me abrió la puerta de su auto con una expresión galante que me tranquilizó, antes de que pudiera salir del vehículo sus manos acunaron mis mejillas y sus labios me entregaron una exquisita presión.

Su boca con sabor a menta y a café devoro la mía en un lento y delicado tacto del que no me pude resistir, sus manos se aferraron a mis cabellos profundizando aquel beso de condena, las mías apretaron su camisa rogando porque no me soltará en medio de esta llamarada.

Su lengua acarició cada rincón de mi boca consiguiendo que mi cuerpo se estremeciera deseoso, el corazón se me descompasó ante su adictivo sabor inundando mis sentidos, el rostro me cosquilleo por la vergüenza y aun así tuve el descaro de cerrar los ojos.

Sus labios degustaron de los míos hasta que el aire nos comenzó a escasear y el tiempo se logró paralizar, cientos de pequeños y tiernos besos me fueron dados en las mejillas y en la frente como una sentimental señal de afecto y apoyo.

“¿Porque?” Balbuceé con un pequeño tartamudeó cuando se apartó.

“Para que no olvides que te amo” Musito dándome la mano para encaminarnos a ese gigantesco lugar “Ritsu quiero que sepas que no eres el único al que recordar el pasado le lastima, hay cosas que yo también te he ocultado y me duelen pero por ti hoy las puedo sacar”

“¿Me quieres asustar con todo esto que me dices?” Le pregunte con enfado por culpa de todos los secretos con los que me limitan.

“Jamás” Musito apoyándose en una de las metálicas paredes del ascensor “Tan solo trato que comprendas que mi postura no es la más sencilla” Con la mirada en el piso encerré su palma con la mía.

“No tienes nada de qué preocuparte” Le indique negándome a dejarlo ir “Aunque no te pueda corresponder como tú quieres al ser un amoroso novio yo” Su expectante expresión y su ansioso respirar me detuvieron.

“¿Tú?” Gruñó con una molestia mal disimulada.

“Te quiero” No quise ver como su rostro se deformo por aquella dolorosa realidad, fue muy tarde cuando sentí como sus brazos se recargaban en mi cuerpo y como sus manos me estrechaban en contra de su agitado pecho cuando pude despertar.

“¿Cómo me puedes seguir enamorando cada vez más?” Se preguntó a si mismo con una apenada risilla “Ritsu eres perfecto” Murmulló besando mis cabellos para después acariciar mi espalda de manera empalagosa.

“Takano” Lo llamé solo para que mi rostro fuera presionado en contra de su camisa y su aroma a menta me ahogará “Las puertas ya se abrieron” Me quejé apoyando ambas palmas sobre su formado pecho en vano “¡Takano!” Le grite intentando librarme sin resultado.

“¿Quieres que te sueltes después de esa linda confesión?” Me pregunto divertido rozando mi boca de manera aniñada y superficial “Imposible”

“Tú eres el único imposible” Farfullé antes de arrastrarlo a la puerta del hogar de Akihiko.

Mi respiración se descompasó cuando toqué con una máscara de poderío el timbre para escuchar unos potentes pasos del otro lado del salón y ver como el seguro era retirado descubriendo la entrada a mi propio infierno.

Abrí la boca sin poder articularizar nada ante el demacrado semblante que me entregaba ese pequeño castaño temblando al frente mío; Misaki tenía unas grotescas ojeras que opacaban toda belleza en su mirada, su rostro lucia más pálido que de costumbre, sus labios resecos, sus cabellos desordenado.

“¿Qué te pasó?” Le pregunte ingresando a su apartamento con preocupación “¿Dónde está Akihiko?”

“Llegará en cualquier momento” Musito con nervios tratando de esconder esos ojos debajo de su flequillo “Ya me escribió así que no debe tardar” Toqué con una impropia confianza el hombro del más bajo consiguiendo que esté saltará.

“¿Por qué luces tan?” No fui capaz de terminar la oración ante su divertida risa.

“¿Mal?” Con vergüenza asentí “Descuida, no tienes por qué ocultarlo” Musito cruzando los brazos sobre su pecho con incomodidad “Es que ya no sé qué debo hacer” Su boca tirito después de aquella confesión para que él se rompiera “No comprendo que es lo que está pasando entre Usagi y yo, las cosas cada día están peor, él se ha vuelto frío, distante, descuidado, cínico, egocéntrico, cruel con mis sentimientos, yo” Sus orbes me rogaron por algo de calor “Tengo miedo porque ya no sé con quién estoy viviendo”

“Misaki” Suspiré envolviéndolo entre mis brazos, incomodándolo con mi repentina cercanía.

Aunque él y yo jamás hayamos podido entablar un íntimo vinculo de amistad y confianza al no tener  intereses en común sí me preocupo por su bienestar; porque ese chico me recuerda a lo que alguna vez yo fui, a los sueños encerrados en una caja de brillos y a las sonrisas descuidadas que ocultaban una torcida verdad, me enferma que todo se haya descontrolado a este nivel.

“Gracias por venir” Susurró hundiendo su cabeza en mi hombro “Y lo lamento si exagero pero no estoy acostumbrado a que él ponga esa clase de límites entre” Con un pequeño siseo lo silencié.

“Está bien” Murmullé recorriendo sus cabellos “Tranquilo” El más bajo y yo nos quedamos varios minutos en esa posición dándonos mutuo consuelo. En medio de este mar de hipocresía  él es el único que puede comprender mi posición; no saber en quien confiar, no poder distinguir la torcedura que se ha vuelto la realidad, sentirte impotente por dejarte engañar; ya lo había vivido.

“Es muy lindo todo este momento y eso pero” La mano del azabache se aferró a mi cadera “Me gustaría que soltaras a Ritsu” El de mirada esmeralda se ruborizó al percatarse de la presencia de Takano con tan celosa presentación.

“¿Ese es el chico del que se vengaron?” Pregunto apenado por su insolencia al bajar la cabeza.

“Sí” Murmulló incomodo el más alto rodeando mi cintura “Supongo que soy yo”

“¿Por qué se están tocando de manera tan confiada?” Insistió ladeando la cabeza con curiosidad “¡Perdón! Cuando estoy nervioso se me salen solos los pensamientos” Reí ante la angustia que tenía el más bajo en esta incomodo situación.

“Porque me enamoré de él” Contestó con un hermoso brillo en su dorada mirada “Porque eres irresistible” Se mofó besando mi roja mejilla.

“Mejor vamos a sentarnos para esperarlo” Les pedí arrastrando mis pies hasta el sofá principal que se encontraba en medio de la sala de estar.

Ninguno de nosotros tres fue capaz de disipar la tensión que se había creado en el ambiente o romper la pesada atmósfera de concreto con alguna insolente palabra, nadie cruzo la mirada con el otro al estar ahogándose en sus propios pensamientos y torturándose por la torpeza en sus memorias.

Lo único que yo pude hacer para sostenerme fue apretar la mano de Takano permitiendo que su aroma fuera el que me envolviera y su calidez la que me quemará; ya sé que buscar soportes emocionales no traerá buenas consecuencias, que posiblemente acabaré decepcionado de él y el rencor en algún instante me consumirá, pero por mientras, por esta noche seré egoísta y me mentiré.

“¡Ya llegué amor!” La ronca voz de Akihiko acompañada de un estruendoso cerrar de puertas captó la atención de los tres “¿Misaki?” Como si lo hubiéramos convocado su figura se hizo presente en medio del salón.

“Usagi nosotros” El más bajo no pudo acabar ante el agresivo y esquivo semblante que él había adquirido.

“¿Qué mierda es esto?” Nos rebatió colérico al percatarse de la presencia de Takano “¿Qué hace ese imbécil en mi hogar?” Pude sentir como el azabache apretó sus puños con frustración sobre sus rodillas y forzó su mandíbula.

“Hablar” Pregoné con orgullo “Los dos nos van a contar lo que ocurrió entre ustedes de una buena vez” La estruendosa y sarcástica risa del de cabellos plateados resonó por el lugar.

“¿Dejaste que él te manipulará?” Se quejó viéndome con asco “Ritsu en estos momentos no estoy de humor para encararte, llámame cuando recuperes tu razón” El más alto con pasos pesados trato de salir de la habitación, sin embargo, fue detenido por un par de rígidos y furiosos brazos.

“¡Me lo vas a explicar ahora mismo!” Sus ojos violetas se llenaron de amargura al oír el grito de su pareja “Usagi te amo pero la paciencia no me sobra y me tienes más que harto de ser tu saco de presiones”

“Misaki” Musito destrozándose en aquel lugar “No sabía que” Su irónica risa lo calló.

“¿No sabías?” Le pregunto alzando una ceja “¡Por favor!” Le grito apartándose de él “En las noches ya ni siquiera me miras, ya no me hablas, ya no me prestas atención, no me vengas con esas excusas de que no sabías” El semblante del castaño se destrozó a uno más pasivo “Yo no lo comprendo, si ya no me amas deberías decírmelo de frente en lugar de escapar como lo haces” Su voz se redujo a un miserable hilo “¿Qué hice para que me dejaras de querer?” El más alto lo trato de abrazar en vano “¿Qué hice mal?”

“Nada” Proclamo urgido sin ser capaz de tocarlo “Lo siento, no es contigo el problema, solo me he estado desquitando”

“Entonces deja de guardarme secretos porque así no puedo estar a tu lado” Le pidió bajando sus hombros con sus defensas “Deja de mostrarme solo la cara que más te conviene y confía un poco en lo que hemos construido todo este tiempo” El de cabellos plateados arrugó la mandíbula hasta que esta crujió.

“¡Maldición!” Bramó arrojándose con pesadumbre en el sofá al frente de nosotros “Está bien, si quieres saber la clase de monstruo que es Takano y la clase de persona manipulable que es Ritsu lo haré” Arqueé mi ceño ante la cobarde manera en el que él se trataba de redimir de sus pecados.

“Es lo que nos debes” Respondí inclinándome hacia mis rodillas “Empiecen a hablar” Les ordené con un repentino empoderamiento.

“¿Recuerdas a mi hermano?” Me pregunto con incomodidad el de mirada violeta tratando de encogerse en los cojines del sillón “Te lo presenté hace bastante tiempo, antes de que se fuera de intercambio a la universidad”

“¿Haruhiko?” Recordé con dificultad por el escaso tiempo. El más alto asintió “Si, pero no entiendo la relación”

“Antes de que yo fuera a tu escuela me había ganado una beca en un internado de niños mimados y ricachones” Murmulló el azabache apretando mi mano “En ese lugar me molestaron y maltrataron por mi clase social recordándome que jamás pertenecería allí y fue el hermano de tu amigo quien lo inicio todo” No escuche más.

“¿Tu sufriste bulling?” Le pregunte colérico librando su palma.

“Sí, por el hermano de ese maldito” Me respondió tratando de suavizar sus facciones ante lo irritada que se tornaba mi mirada “¿Ritsu?”

“¡Sabías lo mucho que dolía y aun así me lo hiciste a mí!” Exclamé con frustración negando con la cabeza “Sí ya conocías de antemano el dolor que provocaba ¿Cómo tuviste el corazón para hacérmelo?” Le rebatí parándome cual animal asustado lejos de su lado “Creí que tú no estabas consciente del daño”

“¡Te dije que de él no se podía fiar!” Me grito orgulloso el de cabellos plateados.

“¡Tú no te salvas Usami!” Las cejas del azabache se torcieron hasta esconder sus ojos en dos cuencas sin vida “Deja esa patética máscara de santo” Sus pies golpearon impacientes en suelo “¡Anda! muéstrale la clase de persona que eres”

“¿Yo?” Su hipócrita risa caló en lo más profundo de mi mente “Yo no fui el cínico que después de recibir maltrato lo siguió impartiendo” Los pasos de Takano hicieron eco por la habitación hasta que él llegó a  donde se encontraba Akihiko para sostenerlo de la camisa del cuello.

“¿Quién carajo esparció los rumores de que yo era un abusivo para que no pudiera comenzar de nuevo?” Gruño golpeando con su frío aliento al contrario “¡Me impediste hacer mi vida otra vez al asustarlos a todos antes de que me conocieran!”

“Tú después comenzaste a molestar a mi hermano, tómalo como una devolución” Farfulló golpeándolo para que lo soltará “Te merecías eso y mucho más” Las miradas de ambos hombres parecieron lanzar fuego mientras se escupían alquitrán.

“Yo no use a Ritsu para lastimar a alguien más” Mis piernas temblaron ante esa confesión “Tú ni siquiera lo querías como amigo, te solías burlar de él a sus espaldas y cuando notaste que yo lo amaba fuiste como un falso protector haciéndote de la mosquita muerta a mi lado” Mi mundo  se derrumbó.

“¿Qué?” Balbuceé percibiendo como mis ojos comenzaban a arder.

“Ritsu sé que nos hemos distanciado últimamente por culpa de nuestros intereses pero te quería pedir perdón, yo realmente disfruto de ser tu amigo, por eso quería hacer las paces” Esas hermosas frases que en ese entonces me salvaron, esa sonrisa galante de defensor, esos ojos irradiando vida; en el fondo lo sabía; no pude controlar el peso de mi cuerpo al aterrizar en el piso; toda mi vida es una cínica mentira en donde nadie jamás está a mi lado.

Me llevé la mano a la frente sin saber porque me encontraba llorando mientras mis memorias se deshacían entre mis manos; Akihiko era mi única verdad, mi amigo, mi familia, mi todo “No te preocupes, yo seré quien cuide de ti, te protegeré como si fueras mi hermano menor” ¡Una asquerosa farsa!

“¿Te burlabas de mí?” Le pregunte con un repulsivo sabor a vomito en la boca, los dos detuvieron sus gritos y débiles golpes al percatarse de mi estado “Lo hacías ¿Cierto?” Le respondí con una pequeña risa histérica.

“Claro que no, Takano lo inventó” Me mordí el labio hasta que me supo a sangre por la fría y calculadora manera en que me miro a los ojos y engaño.

“¡Hipócrita!” Le grite recordando las risas, las molestias, el daño, todo antes de que llegará a mi vida Takano, yo siempre estuve roto, marginado, despechado; tan solo no lo quería comprender “¿Cuántas veces más me vas a mentir Akihiko?” Le pregunte hastiado “Dime ¿Alguna vez fuiste mi amigo?” El de cabellos plateados se trató de acercarme para darme un vago consuelo en vano.

“Por supuesto que soy tu amigo” Por su falsa sonrisa no supe que decir “Las cosas tan solo se descontrolaron”

“Me dejaste de hablar porque yo era raro” Intuí parándome del suelo con poderío y rabia “Porque tú eras el de perfil popular y galante mientras yo era un marginado social, te mantuviste lejos cuando más te necesitaba y regresaste cuando Takano llegó para meterme basura en la cabeza” Recordé clavando mis uñas en las palmas con cólera.

“¡Sí!” Grito sobrepasado “Esta bien, lo hice, pero fue por tu propio bien” Negué con la cabeza retrocediendo hasta chocar con la pared.

“¿Mi propio bien?” Le interrogue “Los secretos que te confié, las cosas que te dije sobre mis sueños, mis esperanzas, mis batallas; nada de eso te importo” El más alto bajo los hombros convirtiendo mi sangre en concreto para arrastrarme al infierno.

“Al comienzo no eras más que molesto pero” Le hice una seña en la mano arrebatándome esas repulsivas lágrimas de los ojos “Ritsu estos diez años me mantuve a tu lado porque te quiero, desde que te vi llorar por él te convertiste en mi mejor amigo, no vaciles ahora”

“¿Cómo sé que no fue por interés?” Lo interrogue colérico “Solo dime, ¿En ese entonces yo significaba algo para ti?” El de mirada violeta trató de ocultarse debajo de su flequillo.

“En esos días no” Un estruendoso golpe resonó por las paredes de su apartamento; trate de agarrar al azabache para frenar su rabia, sin embargo, él permanecía inmóvil en su rincón.

“¿Cómo pudiste?” La colérica y rabiosa voz de Misaki caló en lo más profundo de mi alma “¿Con quién diablos estuve compartiendo mi vida?” De la frustración su rostro enrojeció “Porque a ti no te conozco” El más alto pasmado se tocó su enrojecida mejilla sin poder despegar la vista de su pareja.

“A ti nada te he mentido” Se excusó tocando sus manos solo para recibir rechazo y asco “Misaki por favor”

“Yo habría aceptado el hecho de que tuvieras un pasado manchado Usami, habría aceptado cualquiera de tus defectos como el incondicional que soy pero mentiras” Sus hombros cayeron, el brillo que quedaban en sus ojos se apagó “Sí así has sido con Onodera que lo conoces de toda una vida no me quiero imaginar cómo te habrás burlado de mí” Farfulló negando con la cabeza antes de estamparlo en contra de la pared y esfumarse al segundo piso con frustrados pasos.

“Joder” Su mandíbula se tensó, sus ojos se cristalizaron “¡Mira lo que causaste!” Le gritó al azabache con frustración tirándose del flequillo.

“No” Le rebatió con gélido Takano “Mira lo que tú causaste”

“Ritsu, está bien, en nuestra época de adolescentes para lucir más genial y tener más amigos con facilidad sí me burlaba de ti a tus espaldas; fue una estupidez pero eso era lo normal en ese entonces, después de igual manera me acerqué y te pedí disculpas, me quedé a tu lado cuando los demás se esfumaron, te apoyé en sus maltratos yo” Caminé en medio de esa guerra con la cabeza en alto permitiendo que esos cinismos me resbalaran y una irónica sonrisa se tatuará en mi boca.

“¿Lo normal?” Divague “Sí, es lo normal burlarse del nerd antisocial de la clase, pero no de quien se supone que es su mejor amigo, por eso nadie jamás me tomó la razón”

“¿Qué hay de los diez años en donde me mantuve a tu lado?” Me refutó con desesperación “¿Ya no cuentan para ti? Todo lo que hemos pasado, el apoyo que te di en la empresa y la universidad” Su risa angustiada no causó efecto “No solo pienses en lo malo o le concederás la victoria” Mi muerto corazón no latió ante esa afligida expresión.

“¿Sabes? Yo tenía miedo de venir acá y averiguar que eras mentira porque en el fondo siempre lo presentí” Le respondí bajando la nuca con un desagradable ardor “Akihiko, hubiera preferido que me dejaras si tan solo actuabas por conveniencia”

“Lo mejor será que nos vallamos” Musito el azabache apenado caminando hacia mi lado, tratando de abrazar mi cintura para recibir un pequeño manotazo.

“Takano no te quiero tener cerca” Farfullé pasando la saliva con dificultad “Sí tú sabias lo mucho que dolía jamás me lo debiste hacer”

“Pero” Sus incoherencias fallecieron antes de nacer.

“Ustedes dos pueden pudrirse solos en su miseria, yo me largo” Bramé azotando la puerta para por fin poder correr.

Mi reflejo se quebró entre mis manos, el vidrio desgarró esta falsa piel, mi identidad se distorsionó sin que me pudiera mover, mi nombre se esfumó con su amargo aliento a café; yo ya no sabía quién era ni podía percibir  lo real, tan solo estaba seguro de que me había engañado con una venda en los ojos en esa oscura eternidad y que al final siempre como la burla me tratarían.

Nunca dejé de ser el inútil Oda.

Notas finales:

Primera aclaración;: el villano siempre va a cambiar dependiendo de donde lo miren porque esta relacion fue construida por más de uno.

Para explicar más o menos bien; si, Ritsu y Usami no eran tan amigos en la adolescencia pero el castaño ni lo recordaba porque toda su atencion se centro en Takano; aunque el peli plata más alla de las tipicas bromas que hacen los idiotas del salon no fue, nunca hubo una agrecion como con Takano.

La rivalidad comenzo con Haruhiko quien molestaba a Takano, si lo recuerdan al comienzo del fic cierto? Yap; el azabache cansado de eso tomó el asunto entre sus propias manos e invirtio los papeles.

Que pasó? Harihuko no quedo contento con eso y al enterarse de que Takano se iba a cambiar a la escuela de su hermano le pidio que le hiciera ese favor; Usami extiende los rumores que no lo dejan comenzar y al percatarse de que le gusta Ritsu se vuelve a acercar a él y a fin de cuentas vuelven a ser mejores amigos porque esa experiencia los acerco mucho.

Ya; eso pasó, se podría resumir como que Haruhiko inicio todo este caos.

Si las cosas quedaron desequilibradas en la narracion fue por la reaccion de los semes, o sea, a la primera oportunidad comienzan a jugar quien queda peor; no pos; asi no se iba a entender.

Ritsu por el momento necesita su espacio porque es frustrante averiguar más mentiras, duele saber que tu unico protector y confidente antes te solia usar de broma y ademas él no estaba enterado de que molestaban a Takano a nivel de bulling; y pues uno pensaria que si alguien pasó por eso al saber lo mucho que duele no lo ejerceria; no siempre es asi.

Espero que les haya gustado y ahora ya tienen una visión más general, cada personaje más adelante explicara bien sus motivos y a las circuntascias que se vio expuesto cuando...los semes no esten juntos; lo siento con ellos no hay paz.

Mil gracias por leer <3 <3


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