Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Seductora venganza por Chiaki28

[Reviews - 225]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Continuo con el 6/14 en el amor masivo.

El capitulo va para Yunohi; la verdad es que hacerlo desde el punto de vista de Takano me facilito muchas cosas y creo que quedo mejor asi; mil gracias por tu apoyo y por las ideas.

Espero que les guste <3 <3

Takano Pov

Me he equivocado tantas veces; he pretendido hacer las cosas bien codiciando cubrir una latente herida para abrir con malicia más cicatrices que planeaban serenar; a estas alturas de mi vida estoy físicamente agotado, espiritualmente drenado; mentalmente agobiado y con un corazón destrozado.

Todo lo que he hecho ha sido mi culpa; trate de acercarme a Oda y solo conseguí que colapsará y escapara de mi lado por el resto de la eternidad; mierda como me he arrepentido de haberlo dañado de esa manera, aunque no sea excusa yo era infantil; estaba cegado por el rencor, carcomido por el odio y condenado con mis propias acciones.

Después de que el castaño se fue de mi lado mi estado empeoró con intensidad; me desesperé, me rompí, me quebré, no fui tan fuerte como para que mis piernas sostuvieran mis problemas y acabé confesándole todo lo que había vivido a mí humilde familia quien al desesperanzarse ante mi angustia me ofreció ayuda.

Pasé mucho tiempo con una terapeuta quien me  trato de auxiliar para levantarme de cada uno de mis traumas; consiguió que las amargas pesadillas desaparecieran de mis sueños después de cientos de fracasados intentos y me forzó a resignificar mis heridas para hacerme alguien más fuerte; la terapia fue un intenso y doloroso proceso en el cual manipularon mi corazón para que pudiera continuar mis sendas en lugar de lamentarme por lo que jamás hice.

Con esa mujer mayor me abrí; le explique mi situación con Oda y traté de seguir su consejo para encontrarlo y buscar una inexistente redención con aquel chico de ilusa mirada a quien acabé destrozando con mis sádicas garras, sin embargo, sin importar la perseverancia con la que tratará de encontrarlo jamás lo volví a ver y ese ha sido el mayor remordimiento que ahora marca mi vida; nunca puede superar aquello.

Ante mi angustia lo que mi nueva confidente me aconsejo fue que dejara ir al fantasma de Oda para continuar respirando pero no podía; por más que lo intentaba no conseguía despertar sin profesar repudio por mi rostro en el espejo al recordar su afligida expresión en nuestro último lastimero encuentro; yo pude apreciar como él se rompió en mi pecho; maldición, si hubiera sabido actuar mejor, si no hubiera permitido que los deseos de venganza y mi torcida personalidad me consumieran lo habría podido tener entre mis brazos.

Fue tonto imponerle mis deseos cuando él no tenía porque satisfacer mis dementes expectativas, ahora que soy más viejo lo comprendo; me ha costado mucho sanar las heridas de mis abusivos, a pesar de todos mis méritos la amargura y mi sombra no se borran en mi piel; las marcas ya están hechas; ese veneno que me corroyó es un recuerdo de lo cruel que fui.

Ante mis tormentos lo único que pude hacer fue convertirme en un mejor hombre y tratar de olvidarme con esmero de ese muchacho; sabía que no lo podía compensar por todo el daño que le había causado; aunque sí evitar hacérselo a los demás.

Después de salir de la universidad como uno de los mejores de mi generación por mis envidiables notas me metí me trabajar en Marukawa en donde me asignaron un cargo como editor de manga con la tenue esperanza de  que logrará que ese desastroso departamento reviviera de su infierno y tocara el éxtasis.

Dedique cada gota de perseverancia a mi trabajo para poder ejercer lo que realmente codiciaba velando con palabras en lugar de dibujos, sin embargo, Isaka-san se negó ofreciéndome un aumento por permanecer en mi estática posición permitiendo que me fuera a una de las editoriales de la competencia al haber declinado su oferta.

La primera vez que vi al presidente de la editorial Onodera él me pareció un hombre de gran corazón quien se entusiasmó de forma risueña ante la idea de tener a otro editor en el área de literatura; él me dio una oportunidad extendiéndome una mano para que pudiera alcanzar ese aniñado sueño de trabajar con libros.

Él también me hablo con orgullo de su hijo quien se convertiría en mi jefe, sus ojos brillaban con tanta intensidad al enumerar las cientos de virtudes que tenía el castaño hasta que se atrevió a citarnos y presentarnos con certeza.

Mi primera impresión sobre Ritsu es que era un editor bastante gélido; tímido, estoico, cerrado, pero parecía ser alguien perseverante y capaz con su trabajo; además esas facciones que poseía en su delicado aunque masculino rostro me parecían muy hermosas; él emanaba un aire lleno de nostalgia que no comprendí.

Encontrarme con Usami fue una pesadilla, temí que me humillara delante de mis nuevos compañeros con un atormentado pasado por el que estoy batallando en abandonar; he luchado todos estos asquerosos diez años tratando de dejar ir las cosas ¿Por qué mierda tiene que llegar ese fantasma para enseñarme la escoria que era?

Inspire con preocupación apretando con fuerza mis carpetas para dirigirme al escritorio del castaño en mi primer día de trabajo; con algo de angustia ingrese en el vacío departamento para esperar al chico de ojos verdes.

“Esto será difícil” Murmure para mí mismo tomando asiento en su escritorio para dejar mis manuscritos de ensayo al lado.

“Así que te atreviste a venir” La gélida voz del petulante hombre de cabellos plateados destrozó cada una de mis fantasías forzándome a voltear a la puerta y arquear el ceño con molestia ante su presencia.

“Usami” Pregone con desagrado “¿Qué rayos estás haciendo acá? ¿No se supone que los perezosos escritores como tú deben estar esquivando las fechas de entrega?” Me mofé deleitándome ante la furiosa expresión del más alto.

“Nunca fue lo tuyo ser simpático Takano” Farfulló con cólera apoyando su cuerpo en una de las rosáceas paredes de la editorial “¿Qué has venido a hacer acá?” Me interrogo con pesadumbre sin despegarme la mirada en busca de analizar mis movimientos.

“¿Qué eso no es obvio?” Le rebatí con poderío alzando una de mis cejas “Conseguí en un empleo como editor de literatura, pues estoy en el departamento de literatura para hacer mi trabajo” Le explique con lentitud codiciando que su ególatra mente absorbiera mis palabras y forjara una conclusión lógica.

“Presumido” Farfulló con cólera el mayor “¿De verdad solo has venido acá por casualidad?” Insistió consiguiendo que la sangre me hirviera.

“Pues no vine por ti; la verdad es que lo último que quería era volver a encontrarme con tu desagradable rostro” El hombre de intensas mirada violeta rodó sus orbes con cansancio para tratarme con desdén y gélido.

“Quizás extrañabas tu vida como un abusivo y por eso decidiste regresar a atormentarme” Se mofó sin saber las heridas que abría con sus sádicas y maliciosas palabras; aunque supongo que me las merecía.

“Por favor no te creas tan especial” Insistí apoyando mi rosto sobre mi mano “Por ahora solo vine a aprender debajo de la tutela de Onodera” Ante mis palabras el más alto esbozo una sonrisa que erizo cada uno de mis poros consiguiendo que un escalofrió recorriera agresivamente mi columna vertebral.

“Es alguien bastante exigente; espero que estés a su nivel y no acabes consiguiendo que esta empresa se vaya a la ruina con tus patéticos logros” Pregono con satisfacción incitando que unos recelos sin fundamentos afloraran en mis pasiones.

“Pero que confiado suenas con Onodera” Mascullé con fastidio ante su socarrona sonrisa “Deberías tenerle más respeto a él; después de todo tan solo es tu editor no tu pareja” Declare subiendo cada una de mis barreras para encerrarme en las etiquetas que las demás personas me habían impuesto en mis remembranzas.

“Ritsu es mi mejor amigo; me tiene preferencia de eso no lo dudes” Alardeo apoyando sus manos en su cadera con una aura llena de arrogancia que provoco que el fastidio ahondara en cada uno de mis sentidos.

“Si solo has venido a molestarme mejor lárgate, hay personas que sí deben trabajar” Musite tomando la pequeña carpeta entre mis manos para sacar un par de apuntes que tenía  destacando algunas  penosas dudas.

“Tan solo estaba buscando a Ritsu para entregarle lo que me falta del libro” Pregono arrojando sobre uno de los escritorios un par de desordenadas y sucias hojas “Al menos conseguí respetar la fecha que él me impuso”

“¿Qué quieres? ¿Qué te aplauda por conseguir lo básico?” Pregunte con cólera percibiendo como la culpa me carcomía al apreciar la misma expresión que él ponía en ese entonces cuando trataba de proteger a su amigo.

“No sé por qué pierdo el tiempo contigo” Proclamo dispuesto a salir de la habitación para abandonarme inmerso en una amarga soledad.

“Usami” Lo llame por inercia tratando de callar mis pensamientos en vano “¿Qué fue lo que paso con Oda?” El más alto tensó su cuerpo ante mis palabras entrelazando mi mirada con sus facciones más relajadas.

“¿Por qué estas desempolvando esa historia que ya es tan vieja?” Indagó con curiosidad esbozando una afligida mueca que apreso mi pecho al desatar fantasmas que yo codiciaba que permanecieran bloqueados en la caja de mis lamentos.

“Porque es algo que necesito saber” Susurre con sinceridad permitiendo que mi contrincante conociera mi lado más penoso.

“Un abusivo como tú no tiene por qué saber lo que ocurrió con su víctima; tú no sabes todo el daño que le hiciste a Oda; no sabes cómo me jode que él haya sufrido tanto por tu sádico y malicioso carácter, Takano espero que la vida te pague con las mismas amarguras” Pregono escupiendo con asco las palabras de su garganta.

“Tan solo respóndeme” Le pedí cruzando mis brazos sobre mi pecho “Por favor yo necesito saber lo que paso con él” El hombre de desordenados cabellos plateados inspiro con resignación ocultado sus facciones debajo de su cabello.

“No lo sé” Proclamo con angustia “Él y yo perdimos el contacto hace muchos años, él Oda que tú conociste hace mucho que se fue de mi vida” Declaro dándome la espalda para salir del elegante departamento.

¿Siempre sería lo mismo? Yo quiero probar que he cambiado; que he mejorado; que soy otra persona, que siento como el remordimiento carcome cada uno de mis músculos apenas recuerdo esos melancólicos ojos verdes encendidos por el temor; como lo lamento.

Sé que las disculpas no son suficiente, yo lo hice sufrir de maneras que me duele recordar, jamás me pude disculpar con él y tratar de compensarlo por todos sus males, pero como codicio cerrar esa tortuosa y fragmentada etapa de mi vida; aquella llena de amargas lágrimas, ruegos en vano; héroes inexistentes y sueños fallidos en busca de liberación; yo sin importar las terapias que haya tomado tratando de que esas heridas sanen sin Oda no concibo seguir respirando.

“Takano llegaste más temprano de lo acordado” La dulce voz del editor en jefe me saco de mis pensamientos; el castaño camino agraciadamente hasta mi escritorio posicionándose al lado para ayudarme con las correcciones.

“Es que estaba ansioso por comenzar en este nuevo empleo” Confesé con sinceridad extendiéndole los pequeños avances que había hecho.

“¿Estas correcciones las has hecho por tu cuenta?” Me pregunto con una pequeña sonrisa que exaltó cada uno de mis movimientos; él se veía más amigable que en aquella hostil entrevista que tuvimos el fin de semana.

“Si” Pregone tensándome al percibir como su cuerpo se apegaba al mío sin pudor alguno “Espero que sean de tu agrado, aunque no tengo mucha experiencia en esta área” El más bajo me miro liberando una pequeña risita.

“No tienen que ser perfectas” Respondió moviendo su flequillo con nervios “Pero me complace que hayas avanzado por tu cuenta sin que mi padre te lo haya pedido; eso dice muchas cosas de ti profesionalmente” Murmuro para pegar sus ojos en las páginas que había editado de un viejo manuscrito olvidado.

Mi respiración se agitó al percibir como los cabellos del castaño emanaba un dulce y embriagador perfume mientras nuestros cuerpos tenían una extraña cercanía que tan solo me confundía con sus acciones; me sobresalte al percibir como su mano caía sobre mi pierna con descuido sin que le diera importancia.

No comprendía ese extraño comportamiento que él tenía conmigo; la primera vez que nos conocimos él prácticamente me repudio; esquivó todo posible contacto conmigo por el asco que le causaba el solo hecho de que pronunciara su nombre; ariscó cada uno de mis tactos con altanería y me observo con un rencor que tensó con angustia mis músculos.

Y ahora él parece más relajado con mi presencia; su mirada llena de determinación emana una pasión que me embelesa; su aura temerosa es distinta, ya no percibo que esté buscando escapar de mis brazos; quizás él escogió darme una oportunidad como su iluso colega al haber leído con más detenimiento mi impecable currículo.

Sea cual sea la razón para que haya cambiado debo confesar que me agrada su cercanía; he escuchado mucho de Ritsu; existen un par de envidiosos rumores a su alrededor que hablan de la hipocresía e incapacidad de su carácter, sin embargo, los éxitos que ha sacado junto al imbécil de Usami no se logran refutar.

Él me parece un joven bastante decidido; yo ansió poder acercarme más y conocerlo; esta atmósfera tan cálida y confiada que nos envuelve logra que me encanté ante su tacto y por inercia aspire su perfume; ese joven remueve un par de extrañas sensación que codicio poder olvidar ante las punzadas en mi cabeza que provocan con malicia.

Mis ojos siguieron cada una de las acciones del castaño sobre mis nuevas esperanzas esperando que él pudiera reparar todas mis heridas y me diera un lugar al cual huir cuando mi destrozada y retorcida mente clamara por un milagro en esta travesía sin sentido que me he visto obligado a cargar sin Oda.

“La verdad están muy bien” Murmuro apartándose de mi pecho para entrelazar nuestras miradas con confianza “Solo hay un par de detalles que debemos arreglar, pero las cosas en general las manejas, me dejaste bastante sorprendido” Pregono consiguiendo que la satisfacción llenara cada uno de mis pensamientos.

“Gracias Ritsu” Pregone arrepentido al distinguir como una mueca de desagrado se trazaba en sus labios al escuchar como mis garganta pronunciaban su nombre mientras sus puños era apretados con fuerza “Perdón; no quise ofenderte o irritarte,  es que tiendo a ser demasiado confiado con los demás”

“No importa Takano” Se excusó inspirando con angustia para regresar a su inquebrantable sonrisa “Si gustas me puedes llamar de esa forma” Proclamo apoyando con desconfianza su mano sobre mi hombro.

“¿Estás seguro?” Le pregunte apoyando por accidente mi mano sobre su pierna consiguiendo que él se sobresaltara y presionara su mandíbula “Te ves bastante incómodo” El menor negó con la cabeza sutilmente bajando apenado la mirada.

“No soy un hombre muy amistoso porque me gusta mantener los limites en el trabajo, pero creo que estaba bien si tú me dices así” Declaro desviando su mirada; logrando que la incertidumbre carcomiera mi mente.

“¿Cuáles son las correcciones que me has hecho?” Le pregunte nervioso por su presencia sin razón alguna; tratando de fingir que no había escuchado esas palabras que ahora resuenan como un tortuoso eco por las paredes de mi mente.

“Comienza por lo más básico; aunque la historia este bien la forma en que se narran los acontecimientos es demasiado complicada; yo comprendo que esta sea una historia mágica, pero utilizar tantos términos inventados que tan solo adornan en lugar de apoyar al desarrollo de la trama acaba cansado al lector” Me explico señalando las marcas rojas que le había hecho a las hojas de mi carpeta.

“¿Cómo se supone que voy a distinguir las que están hechas al azar de las que pudo cortar?” Lo interrogue acercándome con cautela a su lado para inspirar su mismo aire y poder analizar cada una de sus palabras.

“Porque cuando un párrafo se tiende a alargar mucho y las cosas dejan de centrarse en las emociones o en las acciones de los personajes es al azar” Me enseño apuntándome una pequeña nube que había dibujado.

“¿Qué es lo que sigue en eso cuando consiga quitar todas las cosas que complican la narración?” Le pregunte con nervios ante la cercanía que estábamos teniendo; debía confesar que él era realmente atractivo, sus rasgos inocentes le daban un toque encantador a sus delicadas facciones junto a  esos lucidos ojos de tonos jade.

“Vigilar que el autor sepa en qué persona va a narrar las cosas, asegurarte de que no acapare más de un punto de vista hasta asfixiar la narración con tantos pensamientos e historias anexas; eso es algo que ocurre comúnmente en las escenas de guerra, en esos casos mejor usa la tercera persona para abarcar más” Con interés trate de memoriza cada uno de los consejos que el chico de mirada jade me entregaba.

“¿Eso es todo lo que debo hacer?” Pregunte contemplando como el menor negaba ligeramente con la cabeza permitiendo que su flequillo se despeinara de manera juguetona sobre sus largas pestañas.

“Arreglas la narración; ves que el modo en que se cuenta la historia sea el más efectivo para la trama y  luego ordenas los hechos, no te sirve de nada tener una historia interesante si no consigues que los capitulo se acomoden y acabes con una confusión enorme que nadie va a querer leer”   Confeso tensando sus musculo y deteniendo sus acciones al percibir mi gélido aliento sobre su delicado y frágil cuello.

“Tendré en cuenta tus consejos” Susurre levantándome de su escritorio para tomar mis papeles con aflicción al no saber cómo debía reaccionar ante cada una de sus miradas para no ofenderlo y arruinar el pequeño avance que se había presentado en esta reunión.

“¿Conoces el viaje del héroe?” Me pregunto jugueteando con sus cabellos de manera traviesa con una extraña sonrisa.

“No” respondí embelesado por sus movimientos “¿Qué se supone que es eso?” Logre pronunciar tratando de concentrarme en mi trabajo.

“Es un libro que te puede ser muy útil, estaba pensado originalmente para hacer películas pero también se usa mucho en literatura; te explica las trece facetas por las que debe atravesar el protagonista para no romper la estructura” Pregono apoyando sus manos sobre su regaño con timidez sin dejar de juguetear con sus manos de forma adorable.

“Lo voy a buscar en la librería para poder hacer mejor mi trabajo” Respondí apretando mi carpeta con incertidumbre ante los distintos cambios de actitud que el menor me entregaba cuando estábamos a solas.

“No lo vas a encontrar en las librerías y bibliotecas porque esta descontinuado; pero si gustas yo te lo puedo prestar para que lo leas, aunque no te saldrá gratis” Me ofreció con una amabilidad que activo mis sentidos y subió mis defensas.

Ritsu tiene un ambiente bastante peculiar rodeándolo; yo puedo percibir la amabilidad y bondad en cada una de sus palabras acompañadas de una inocente inquietud; él se ve como un chico bastante tierno y sumiso quien espera llevarse bien con todas las personas y agradarle a los demás de manera incondicional.

Sin embargo; los rumores que corren sobre su endemoniado carácter; el gélido que me entregó en la entrevista y ese destacable asco que tiene en sus palabras cuando se dirige hacia mí, contradicen cada una de sus mentiras.

No sé qué es lo que esta buscando; mi mente no consigue descifrar sus verdaderas intenciones, sin embargo, no me logro fiar de este hombre porque no lo percibo como alguien genuino; estoy consciente de los problemas y lo doloroso que puede ser dejarse cegar por las primeras impresiones; mis compañeros me lo hicieron cuando rogaba por una segunda oportunidad, por esa razón preferí descifrar sus secretos de manera directa antes de entablar engañosas y toxicas mentiras alrededor de ese enigmático chico.

“Ritsu” Lo llame decidido a averiguar lo que estaba escondiendo “¿Me vas a explicar lo que te pasa o voy a tener que adivinarlo?”

“No entiendo de que estas hablando” Bufé con molestia al observar como su labio temblara y sus ojos se dilatan sutilmente por el miedo; él es realmente transparente, así sé que miente y me está escondiendo algo.

“No eres bueno en el engaño” Respondí con arrogancia recostando mi espalda sobre el regazo de la silla para relajar mis músculos “Si algo te molesta de mi personalidad tan solo dilo pero no me confundas de esta manera”

“No me molestas” Declaro sin si quiera atreverse a alzar su mentón para entrelazar nuestras miradas mientras parecía que escupía las palabras con asco; no lo comprendo; no entiendo estas actitudes que tiene conmigo.

“Comprendo que te estés esforzando para que nos llevemos bien porque quieres satisfacer a tu padre, pero yo no me llevo con personas que tratan de guardar secretos y esconden sus verdaderas intenciones” Le expresé acercándome con cautela para alzar su mentón y evitar tropezarme con los mismos dolorosos muros.

“Tienes razón” Susurro tragando con dificultad “Supongo que te debo confundir con todas estas extrañas cosas que te estoy diciendo y con las raras actitudes que te estoy mostrando” Río con melancolía tensando sus hombros.

“Ahora me quieres explicar porque siento que quieres ser amable conmigo pero no lo consigues; es como si mi presencia te molestara” Le pedí bajando cada una de mis defensas para poder conocer al castaño sin mascaras alguna.

“No es algo que sea sencillo de decir” Vacilo mordiéndose el labio con angustia como si se encontrara divagando en busca de aclarar cada uno de sus pensamientos y darse el valor para enseñarme su verdadera identidad.

“Me gustaría que trabajáramos juntos como buenos amigos así que Ritsu no tienes por qué tratar de ocultar tus temores, sé que es un tanto apresurado intentar entablar esta cercanía, pero ya no quiero recaer en mis mismos errores” EL más bajo abrió sus ojos con incertidumbre enseñándome una expresión adorable que paralizo mi respiración.

“¿Eso tiene que ver con lo que dijo Usami?” Especuló con ansias inclinándose cerca de mi temblorosa estructura con aflicción.

“¿Qué te dijo ese petulante escritor?” Le conteste con temor a que hubiera alterado el carácter de mi jefe con los mismos antiguos y empolvados rumores que me condenaron con estas negras cicatrices que ahora trato de maquillar.

“No mucho” Murmuro con duda “La verdad solo me conto que fueron compañeros de clases y no se llevaban muy bien o algo así” Proclamo el más bajo provocando que inspirara aliviado ante la compasión del peli plata.

“Es cierto; yo y él no nos llevábamos bien” Proclame con una dolorosa nostalgia siento impregnada en cada una de mis memorias “Pero si tiene que ver con eso; en el pasado hice muchas cosas de las que me arrepintiendo al no haber tenido el valor para confrontar las emociones con sinceridad y honestidad; por eso ahora trato de hacerlo bien” El castaño apretó sus puños con impotencia mientras presionaba sus parpados.

“¿Y crees que por lamentarte el pasado se borra?” Susurro como un agudo sollozo que apreso mi pecho ante lo fragmentado que se veía.

“¿Por qué te pones así por eso?” EL más bajo abrió los ojos con arrepentimiento para tomar un pequeño respiro y sonreír con tranquilidad.

“Perdón es que como Usami es mi amigo me afecta mucho que la haya pasado más o menos mal contigo al siempre tener peleas menores en clases” Murmuro liberando una risita armónica que erizó mi piel.

“No desvíes el tema” Lo regañe cruzándome los brazos con impaciencia “Enserio quiero tener una buena relación como tu confidente, quizás en el futuro me consideres como un amigo tan valioso como ese petulante escritor; solo que yo si entregaría los trabajos en las fechas que corresponden y no te estresaría tanto” Declare con malicia al conocer la deplorable reputación que poseía el hombre de penetrantes orbes violetas.

“Yo no creo que sea posible que tengamos una amistad” Musito consiguiendo que un amargo sabor llenara mi boca mientras con decepción trataba de alzar su mentón para poder descubrir sus muros y vislumbrar su verdadero corazón expuesto.

“¿Es porque quieres mantener una relación profesional conmigo?” Le pregunte enfadado arqueando el ceño por mis propias palabras.

“No es eso” Me contradijo tratando de bajar su rostro para privarme de la verdad mientras su cuerpo batallaba por no temblar con cada una de mis afectivas e inconscientes caricias en su fina y delicada piel.

“Porque tú eres amigo del idiota de Usami sin problema alguno y aun así he escuchado que funcionan de maravilla como un equipo de trabajo” Farfullé con rabia liberando todo el rencor que sentía por el peli plata al siempre arrebatarme a la persona de quien más cercano trato de ser; si él me hubiera permitido estar con Oda sin esos tóxicos aullidos de terror en lugar de hacerlo más débil nosotros podríamos haber sido hasta pareja.

“No es eso” Me insistió tomando mis manos de improviso “Deja de ser tan terco y escucha lo que las demás personas te están diciendo”

“¿Entonces porque no puedes ser cercano conmigo?” Le pregunte sobresaltándome al apreciar como sus ojos se encontraban resplandeciendo con un hermoso brillo que emanaba una indestructible determinación mientras sus mejillas se teñían de un extraño pero perfecto color escarlata.

“Porque quizás tú me gustas y no quiera separar mis emociones por ti en lo laboral” Confesó destruyendo cada una de mis expectativas para que cayera como esclavo en su hipnótico trance.

Notas finales:

Quiero aclarar algo; la terapia en estos casos si es complicado y si se puede ayudar a olvidar al paciente si es lo que se precisa, por eso Takano no asocia a Onodera con si Odita.

Y Ritsu no sabe como seducir jaja por eso no esta seguro de como actuar ni tampoco es muy agradable tener que fingir que te gusta alguien que odias; pero para eso esta Usami.

Espero que les haya gustado; mil gracias a los que leen y ojala comenten <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).