Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un dibujo, mi dibujo. por alice_chuu

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buenas! Parece un dia/noche para poner conti! Me alegra que les haya gustado!

Enjoy~!

 

 

Capitulo 2: “Creer o reventar”

 

- ¿Có-como sabes mi nombre? - El sujeto frente a el parecía estar sufriendo un conflicto mental, primero lo manosea y ahora lo llama por su nombre ¿Acaso no es el, el dichoso acosador? - Maldición, olvidalo, no me interesa -

 

Su prioridad es Luffy, no podía dejarlo solo..Tch..¡¿Justo cuando estaban por escapar de MarineFord al destino se le ocurría jugar?!

 

- Esto ni siquiera parece un barco – Apretó uno de sus puños y señalo al rubio - ¡Dime donde estoy, no puedo perder el tiempo contigo!-

 

- Escucha, solo calmate y toma asiento – Dios, donde fue a parar el amable pecoso de segundos antes. Su vida dependía de calmar la ira del personaje ficticio.

 

- ¡No me pidas que me calme cuando Luffy esta en medio de una guerra! - Así que ese era el problema, estúpido sobreprotector Portgas – Te daré 5 segundos para que respondas – Ace empezó a avanzar contra el dibujante dispuesto a encajarle unos buenos golpes incluso antes de contar.

 

- ¿Y si me matas a quien iras a preguntarle, musculoso idiota? - En estos momentos, realmente odiaba su personalidad ¿Porque no puede simplemente cerrar la boca?

 

Una vena nació en la cien del pecoso que sonrió con burla – La verdad, solo pensaba golpearte un poco hasta que soltaras mi ubicación pero ya que lo sugieres, quizás deba matarte -

 

- Matame, quiero ver como te las arreglas solo Portgas -

 

- Me estas haciendo enojar rubio bastardo -

 

- Pensé que ya estabas enojado, no eres bueno ocultando tus emociones ¿Sabes? -

 

- ¿Tanto deseas morir? - Fue cuando el puño del pecoso se encendió en llamas que Sabo recayó en la situación. Tal vez antes ya acepto que si era el verdadero Portgas D. Ace pero parecía que su cerebro necesitaba ver eso para terminar de asimilarlo.

 

Sus ojos se hundieron en terror e instintivamente retrocedió chocando con la isla que dividía su cocina del living.

 

El fuego..

 

El fuego que le impedía pensar con claridad...

 

El fuego que le hacia sentir como un ratón entre cientos de gatos..

 

El fuego que le atemorizaba tanto..

 

Ace parpadeo con confusión, no esperaba que su victima huyera tan rápido, corrección, no lo esperaba de este tipo. Intento dar un paso pero el grito que pego el rubio lo detuvo.

 

- ¡No te acerques! - Exclamo mirando hacia el piso como si pudiera protegerse con solo hacer eso – Solo, Solo mantente ahí -

 

- ¿Donde quedo el niño chulito que se burlaba de mi, eh? - Pregunto con sorna el pecoso, ignoro la orden y termino por acercarse un par de pasos hasta casi estar frente a el – ¿Le tienes miedo a un poco de fuego? -

 

- A-Alejate – La voz le temblaba y sentía que el aire comenzaba a faltar en sus pulmones ¿Estaría teniendo un ataque de pánico? Sus piernas terminaron por fallar y resbalo hasta llegar al piso en donde se acurruco sobre si mismo.

 

- Hey – El pecoso se agacho para estar a su altura ya sin ninguna llama, necesitaba respuestas y lamentablemente, el temeroso rubio era su única esperanza – Siento haberte asustado pero estoy desesperado -

 

Cuando sus ojos se encontraron, Ace se sorprendió, la mirada que llevaba el otro solo la había visto pocas veces en su vida. La del verdadero terror a morir.

 

- Tu..En verdad que tienes miedo -

 

- L-Lo siento..Yo -

 

- Y tienes lindos ojos -

 

- . . . . -

 

- ¿Que? Disculpame por ser sincero -

 

Sabo suspiro, había olvidado que el pecoso era un idiota. Por suerte el “Tin” de su cafetera lo salvo de una situación incomoda.

 

Se paro bajo la mirada del moreno que seguía sus movimientos – Siéntate aquí, traeré café – Dijo señalando la banqueta debajo de la isla – Te diré todo lo que quieras saber, solo dame un momento -

 

Ace asintió y obedeció, sentándose donde le indicaron, aun observando al dibujante. Sus heridas dolían y estaba cansado, mental y físicamente. Pero Luffy..No podía permitirse el tomar un descanso, no con Luffy en MarineFord.

 

- Realmente no entiendo porque todo lo resuelves con violencia, hm, posiblemente porque solo piensas con los músculos – Murmuro el rubio sirviendo café en las tasas de porcelana – Tal vez en la tuya deba poner algún tipo de sedante, como hacen con los perros -

 

- Y yo no entiendo, como es que te las arreglaste para vivir hasta hoy sin que nadie te estampe un puño en esa bonita cara tuya – Devolvió el pecoso mordazmente - ¿Nadie te enseño a cerrar la boca? -

 

- No creo que seas quien para hablar – Contesto colocando la tasa frente a su invitado y tomando asiento al otro lado de la isla.

 

- Te dije que tengo prisa – Tu hermano no es el que esta en medio de una guerra, Pensó para si.

 

- No, no la tienes -

 

- ¡Para de actuar como si supieras todo sobre mi! - Exclamo con enojo, minutos antes estaba acojonado y casi llorando de miedo y ahora otra vez volvía a ser un bastardo engreído.

 

- Me encantaría estar actuando, pero por lastima, si se todo sobre ti – Dijo encogiéndose de hombros, tomando un sorbo del café - Aunque no es algo que me enorgullezca -

 

- Porque no me dices de una ves donde estoy, así los dos podemos terminar con esta tortura e irnos cada quien por su lado – Exigió con clara ira en su voz que ni siquiera hizo titubear al rubio.

 

- Edogawa, Tokio-

 

- ¿Ah? -

 

- Estas en Edogawa,Tokio – Respondió, a punto de reír por la cara que el pecoso hizo.

 

- ¿Y eso esta en..? -

 

- Japón -

 

- Aja..¿Y como salgo de aquí? -

 

- Por la puerta genio -

 

- ¡Deja de jugar conmigo! - Golpeo la mesa con su puño, estaba enojado, muy enojado – ¡Luffy esta..!

 

- Si si, en medio de una guerra bla, bla, bla – Contesto restandole importancia – Quedate tranquilo, el no morirá, es el personaje principal, lo que lo hace inmortal -

 

- ¿De que rayos estas hablando? -

 

- Aquí viene la parte difícil, Ace tu no existes – Bueno, el nunca fue de los que tienen tacto – O al menos no deberías existir -

 

- ¿Q-Que? - Sus ojos se abrieron como platos y quiso reír a carcajadas por lo que dijo el rubio pero estaba tan serio que dudaba si mentía – Esta bien, te divertiste, ahora dime como salir de aquí -

 

- No estoy mintiendo Portgas, basta con que mires a tu alrededor para que te des cuenta – Sin darse cuenta obedeció y comenzó a mirar los objetos del departamento – La mitad de las cosas que hay aquí no las conoces -

 

Mordió sus labios con irritación y se levanto de la silla para ir directo al gran ventanal cubierto por una cortina. Con rapidez y violencia la abrió esperando encontrar las grandes millas de mar pero para su gran decepción fue otra cosa lo que vio.

 

Grandes rascacielos se alzaban en lo alto con luces resplandecientes, muy diferentes a las clásicas chozas de las pequeñas villas. Por las carreteras unos extraños objetos no dejaban de transitar uno detrás de otro, sin lugar para los barcos.

 

Incluso la vivienda donde estaba ahora, lo obligaba a mirar todo desde arriba.

 

Nada de eso se parecía a lo que el estaba acostumbrado.

 

- No eres real, ni tu, ni Luffy, ni el mundo que conoces – Escucho decir desde atrás al rubio que se acercaba junto a el – Son personajes de un libro, personajes ficticios -

 

- N-no puede ser verdad -

 

- Ten – Sabo extendió el manga al pecoso que lo tomo con manos temblorosas – One Piece, ese es su nombre -

 

Ojeo con pánico el libro, teniendo la esperanza de que aun se trate de una mentira, o un sueño o cualquier otra cosa. Pero no podía, no podía no existir, simplemente no.

 

Si existía, existía dentro de un maldito libro de dibujos.

 

El día en que se encontró con Luffy y sus Nakama en Alabasta, cada pequeño detalle que ni siquiera el mismo recordaba estaba allí. Desde como se quedo dormido sobre el plato de comida hasta la parte en que saluda a la familia por haber atravesado su pared.

 

- Se que no me crees – Acoto el mas bajo con pesadez – Esta bien, yo tampoco lo creería si estuviera en tu lugar -

 

- ¿Que paso? - Pregunto tomando por sorpresa al dibujante que no se esperaba la pregunta - ¿Que paso en MarineFord? -

 

- ¿Porque quieres saber? No es lo mas importante ahora -

 

- Quizás para ti, pero para mi aun hay personas peleando y arriesgando su vida – Ace tomo por los hombros al rubio – Así que, por favor dime que paso -

 

- Mueres – Incluso a el, que era un tempano de hielo, le movió un poco el corazón al ver los ojos de tristeza del pecoso – Te interpones en el ataque de Akainu para salvar a Luffy – Una sonrisa se formo en sus labios, murió protegiendo a Luffy, no se lamentaba.

 

- ¿Entonces el esta bien? -

 

- Te dije que era el principal, nada le pasara -

 

- Eso es..genial -

 

El objeto cayo al piso y su cuerpo lo hubiera seguido de no ser por los brazos que lo atraparon antes de caer.

 

- ¡Oi! No te desmayes sobre mi – Ace era bastante mas pesado de lo que pensaba, bueno, no es como si alguna vez se lo hubiera planteado realmente - ¡Despierta Portgas! - Ordeno esperando que el pirata abriera los ojos y se apartara de el.

 

Pero no despertó..

 

¿Donde estoy?

 

Abrió los ojos, casi asustado. Que sueño mas raro había tenido, primero estaba a punto de ser ejecutado, después Luffy lo salva y por ultimo para poner la cereza al pastel, aparece en medio de la nada con un rubio molesto que continua diciendole que no existe.

 

Sip, un sueño muy raro.

 

- Ya despertaste -

 

Oh quizás no era un sueño.

 

- Entonces de verdad no existo – Murmuro para si echándose en la cama como si fuera suya – Bueno, pero mientas ellos estén bien..Hm..Aunque ellos tampoco existen..Hm..- Sus heridas estaban vendadas, prácticamente parecía una momia.

 

- Aja, no eres mas que un producto de la imaginación – Responde Sabo que traía una bandeja con el desayuno – Siéntate, tienes que comer algo – Ace lo miro con curiosidad, haciendo lo acatado y apoyándose contra el respaldo del mueble.

 

- ¿Porque? Si no soy real -

 

- Lo se, pero por alguna razón decidiste saltar fuera del manga y aparecer en mi sala – Coloco la bandeja sobre el regazo del pecoso y suspiro tomando asiento en la silla de su escritorio – Aunque yo creo que en realidad estoy loco y en este momento, estoy hablando solo -

 

- ¿Y quien se supone que soy yo en ese libro? - Pregunto mordiendo una tostada, mmm, en verdad sabia bien o hacia mucho tiempo que no comía algo comestible – Espera, aun no se tu nombre – Es extraño como el rubio parecía saber todo sobre el, y el no tenia idea ni de como llamarlo.

 

- Eres el hermano de Luffy, segundo comandante de Barbablanca -

 

- ¿Solo eso? - El pecoso hizo una mueca – Estoy seguro que mi vida fue mucho mas que ser el hermano de Luffy y el comandante del viejo -

 

- Si, supongo que lo fue – Murmuro recordando a la cantidad de fans que se traía su querido amigo con pecas, solo habiendo salido en un par de capítulos – Pero para mi, eso es lo que eras -

 

- No te caigo muy bien, huh – Ya iba por su cuarta tostada, esperaba que el dibujante guardara mas porque seria capaz de comerlo a el si no – Bueno, te agradezco de todas formas el haberme hecho tan guapo -

 

- Hm, Gracias – Que bizarro, Ace le estaba agradeciendo por dibujarlo bien, ya podía morir feliz.

 

- Seré sincero, no creo nada de esto – Sexta tostada ya – Tu dijiste que morí ¿No? Entonces este debe ser el purgatorio y tu un demonio malvado en busca de verme pecar para que no valla al cielo -

 

- Suena como una idea estúpida que solo tu puedes tener -

 

- Voy a ignorar eso y decirte que, esta bien, fingiré que lo que dices es verdad -

 

- ¿No se supone que soy el demonio? -

 

- Exacto, estoy seguro que en el infierno hay muchas conejitas playboy esperando por mi -

 

- Y ahora siento pena por las personas que te admiran – No recordaba que el personaje del pecoso fuera un pervertido.

 

- Entonces...Soy tu hijo -

 

- No se si te has dado cuenta pero eres un poco diferente para ser mi hijo -

 

- ¿Puedes tomarme enserio por un minuto?..No, olvidalo. Total, yo tampoco te tomo enserio – Sabo miro el reloj colgado en la pared y miro al moreno, luego otra vez al reloj y de vuelta al pecoso.

 

- Bueno, ya se termino mi momento de caridad, ahora vete – Ace escupe el Te verde que tomaba tranquilamente – Este departamento es solo para una persona y realmente no me agrada mucho tu compania, así que..sigue derecho y veras la puerta de salida -

 

- ¡¿Piensas deshacerte de mi de nuevo?! - Exclamo con enojo – ¿No te basta con matarme? Ahora quieres echarme a la intemperie sin ninguna posibilidad de supervivencia -

 

- Eres fuego Ace, no veo como eso te deja sin ninguna posibilidad de supervivencia -

 

- ¡Soy tu creación! ¡Debes tener aunque sea un mínimo afecto! - Oh así que es por ahí donde se dirigía el muchacho.

 

- ¿Tu piensas que yo..que yo te hice a ti? -

 

- Duh, tu hiciste el libro así que por lo tanto también a mi – Explico Ace como si fuera la obviedad mas grande, y lo es.

 

- Hm, quizás tuve que decírtelo antes pero yo no soy el autor, solo hago los dibujos -

 

- ¿Y si no eres tu, quien es? -

 

- No tengo idea -

 

- Entonces aun sigo siendo tu responsabilidad, tu hiciste mi cara, por lo tanto de alguna manera me hiciste -

 

- ¿Justo hoy eliges empezar a utilizar tus pocas neuronas? - El pecoso sonrió con autosuficiencia y lo señalo para horror del joven rubio – Señalar es de mala educación -

 

- Así que me ayudaras a encontrar al que en verdad me hizo para que me vuelva a meter a su maldito libro y arregle el error que fue matarme -

 

- No creo que las cosas se resuelvan tan fácil, tu muerte es el canalizador para que Luffy se haga mas fuerte, el que mueras es necesario -

 

- Pff estoy seguro que Lu puede hacerse mas fuerte sin que yo tenga que morir -

 

- Eres tan molesto Portgas – Su editor vendría mañana y el tomo aun no termina de hacer los detalles, sumando a un pirata que al parecer tendría de inquilino por unos días, era suficiente para hacer que su cabeza retumbe como una batería – Esta bien, te ayudare pero que conste que apenas lo encuentre saldrás de mi vida -

 

- Claro, soy un hombre de palabra – Purgatorio o no, había una cosa que tenia bien firme en su mente, tenia que volver a su mundo y aunque sea poder despedirse de sus amigos, de todos ellos - ¿Tenemos un trato..em..? -

 

- Sabo -

 

- ¿Tenemos un trato rubio bastardo? -

 

- Supongo cara confitada -

 

Esperenlo chicos...Ya estaba en camino..Volvería a su hogar, lo juraba por su vida...Solo..

 

- Pero al primer momento en que acabes con mi paciencia, te arrojo por la ventana -

 

Solo tenia que soportar a su nuevo casero..

 

Continuara...

 

Notas finales:

Gracias por leer!

Bye Bye!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).