Se despertó de golpe,mordiéndose con fuerza los labios mientras las lagrimas caían libremente por sus mejillas. Había soñado de nuevo con aquel día. Se tapó la cabeza con la ligera manta y cerró los ojos,intentando volverse a dormir.
***
Vio a Lobo en una de las esquinas del patio. Estaba solo,como siempre. Durante aquel mes había aprendido que todos los presos,pertenecieran a la facción que pertenecieran,lo respetaban y ninguno se atrevía a llevarle la contraria. Continuó trazando suaves líneas en su cuaderno con el carboncillo que le habían facilitado. Hubiera preferido un lapiz,pero eso se consideraba como peligroso al ser una posible arma. Su rostro fue tomando forma e hizo a Ren sonreír. Pero la alegría le duró poco. Alguien le quitó el cuaderno. Kato.
_¿Qué es esto?
_¡Dame eso!
_Un poco de respeto, querubín
_No tengo porque tener respeto a alguien como tu.
Aquella frase le hizo ganarse un puñetazo que lo tiró al suelo,dejándole medio aturdido.
_¿Y tu eres el que mataste a un hombre a golpes? ¿Seguro que no era un niño?
Kato lo levantó de la pechera del mono.
_Que te jodan
Otro puñetazo,y otro y otro más. Hasta que se detuvo.
_Lobo...
_¿Quieres empezar una pelea conmigo,Kato? Al menos yo podré plantarte cara.
Ren terminó de nuevo en el suelo acompañado de las hojas arrancadas de su cuaderno.
_Cualquiera diría que tienes algún interés en que él se convierta en tu puta.
_¿Y qué si así fuera?
El recinto se quedó totalmente en silencio. Kato abrió la boca para decir algo pero recibió un soberano puñetazo,acompañado de un escalofriante crujido. De su nariz comenzó a salir sangre a borbotones. Ren retrocedió ,aterrado,mientras Lobo volvía a propinarle otro puñetazo. El otro hombre se defendió, dirigiendo una patada al abdomen de su oponente que no dio en el clavo de puro milagro. Pero la rencilla duró poco. Los guardias los inmovilizaron a los dos contra el suelo a grito de "los dos a aislamiento". Uno sujetó a Ren del brazo,arrastrándolo hacia la entrada del pabellón. ¿Qué había hecho él? ¿También lo meterían en aquellas celdas oscuras? Cuando vio el cartel de la enfermería suspiró de puro alivio.
***
_Escuece...
El médico le sonrió. Era joven. Ren casi apostaría que acababa de salir de la facultad. Le pasó nuevamente el algodón por la herida del labio.
_No eres el primer chico que viene por culpa de Kato. Le gusta asustarlos para que luego no se le resistan. Pero contigo no lo consigue ¿no?
_Lobo me ha... auh
_¿Lobo?
_Me ayudó
_Que extraño...
_¿Extraño?
_Sí. Lo apodan Lobo porque es solitario y no le gusta la compañía. Es extraño que muestre interés por alguien.
_Oh,bueno... Supongo que no es interés. Solo que...
_Esto ya está. Llamaré al guardia si quieres volver a tu celda o ¿prefieres reposar aquí un poco?
_¿Puedo...quedarme un rato?
_Sí que puedes. Échate en aquella camilla,correré las cortinas.
***
Ignoró el tiempo que había estado dormido,pero podía verse el cielo ya oscuro al otro lado de las ventanas decoradas con barrotes. Se levantó de la camilla y pasó los brazos entre los barrotes intentando alcanzar la luna que relucía al otro lado. Una mano se posó sobre su hombro,haciendo al joven sobresaltarse.
_Es hora de que vuelvas a tu celda, Ren
_Sí... Está bien.
***
Tobías le preguntó si se encontraba bien en cuanto entró. Él se limitó a asentir y tumbarse en el catre. Tomó la almohada entre sus brazos y la apretó con fuerza contra su pecho.
_Eh,mini japo
Ren alzó la mirada. Era un joven de piel bronceada y ojos azules con un ligero acento,quizá británico.
_Lobo pregunta si estás bien.
Él asintió.
_Bien. Iré a decírselo
_E-espera
_¿Sí?
_¿Puedes darle las gracias?
Él levantó el pulgar y le guiñó el ojo.
_Por supuesto.
***
Sintió una presión sobre el pecho. Unas fuertes manos le abrieron las piernas. Espera,aquello no era un sueño . Abrió los ojos de golpe. Quiso gritar pero era tarde. Aquel hombre ya le había tapado la boca. Pataleó con todas sus fuerzas,pero él no tuvo problemas para reducirle. Vio por el rabillo del ojo a su compañero en el suelo. Respiraba. Supuso que solo estaría inconsciente. Notó la tela de su pantalón rasgarse. No. No iba a permitirlo de nuevo. Tenía que escapar. Debía... Arañó la cara del hombre y aprovechó su confusión para apartarlo de una patada en el estómago. El joven se precipitó hacia el pequeño estante donde dejaban las cosas de aseo. Sintió el tirón justo cuando tomaba el cepillo de dientes entre sus dedos. Se golpeó la cabeza contra el suelo al caer,pero en aquel momento la adrenalina que corría por sus venas no le permitía sentir dolor alguno. Apretó el objeto entre sus dedos y aguardó el momento justo. Él lo volteó con furia.Fue entonces cuando el joven alzó el cepillo y se lo clavó con toda la fuerza de la que fue capaz en el ojo. El hombre aulló,comenzando a chocarse contra todo. Ren se escabulló de la celda y se dirigió hacia la entrada. Golpeó los barrotes,gritando por ayuda. Vio al joven de ojos azules en una de las celdas.
_¡Haz más ruído!
_¡Lo intento!
_¡Grita más fuerte!
_¡Pequeña alimaña!
El gigantesco hombre se acercaba a él, todavía con el objeto clavado. Ren se quedó paralizado,mirándole. Las piernas le temblaban. Iba a matarlo.
_¡Ren! ¡Levántate! ¡Grita,Ren! ¡Ren!
***
_Ren...
El chico comenzó a temblar con fuerza mientras el hombre tomaba su miembro entre los dedos.
_Sé buen chico y te compraré un regalo. Shh...no queremos que mamá nos interrumpa ¿no es así?
***
Se levantó,clavando la mirada en el hombre.
_Tu no vas a tocarme,hijo de puta. Nadie va a volver a hacerlo sin que yo de mi consentimiento.
Avanzó decidido hacia él.
_¿Y qué vas a hacer? ¿Te has visto? Eres un maldito crío al que todos nos vamos a follar un día de estos, guapito de cara y...
_No vas a tocarme
El hombre dio un paso atrás.
_Ni tu ni nadie de estos cabrones va a ponerme una sola mano encima.
Echó a correr y lo tiró al suelo. Sintió sus fuertes manos clavándose en sus caderas mientras Ren comenzaba a pegarle puñetazos. Uno tras otro,sin parar. Las luces se encendieron,pero ya era tarde para aquel hombre.
***
_¿Cuánto debe pesar? ¿Sesenta kilos?¡Nadie en su sano juicio va a creer que mató a un hombre que lo doblaba en peso y tamaño a puñetazos!
_Pero es lo que sucedió. Por la declaración de los testigos sabemos que Williams empezó primero y que el chico solo se defendió. Aunque no somos nosotros los que debemos juzgarle.
Ren bajó la mirada,clavándola en sus manos. Se había roto dos dedos y ni siquiera lo había notado. El médico se los inmovilizó,acariciando su cabello durante un leve momento.
_Todo irá bien,Ren. No te preocupes.